Capítulo 18(2Yeon)
<Jeongyeon>
Lleva media hora viéndome a los ojos sin decir una sola palabra, solo me ve y se que intenta decirme algo pero no entiendo que clase de juego está jugando.
Esto no me había pasado antes, estar condenada a una espera que se vuelve cada vez más interminable, quisiera acercarme y besarla pero se que eso estará mal tanto para ella como para mi y sobre todo para nuestra amistad.
Sus ojos se cierran unos milisegundos y los vuelve a abrir, parece que no quiere hablar del tema, lamento haberla metido en esto, suspiro e inclinó la cabeza apoyándola de mi hombro y luego vuelvo a mi posición inicial.
Siento que estoy cayendo en un lugar del que se que me costará salir, no tuve que decir nada, siempre ganan mis sentimientos esto es lo que pasa cuando los dejo ser libres.
"Jeongyeon". Su voz pasa de ser dulce y suave, a severa y ronca. "Creo que estás confundiendo las cosas, lo que quiero decir es que somos amigas y eso no va a cambiar, no por ahora". Culmina su explicación que dejo más cabos sueltos que mi confesión.
"Se que nada cambiará las cosas". Empiezo y entrelazo mis manos para darme apoyo. "Solo necesito saber si dejaras aunque sea una posibilidad, una rendija para poder entrar a tu corazón".
"Jeongyeon yo...". Niega lentamente y yo siento que me bajaron de la nube en la que me subí.
"Entiendo". Sonrío levemente y me levanto, esta vez no se me acerca solo ve como me voy y antes de cerrar la puerta la miro, cierra los ojos y se va. "Ya entiendo". Salgo de la casa y el frío del invierno impacta contra mi cuerpo.
Camino por las calles y me doy cuenta que soy una persona que se ilusiona muy rápido, solo porque me sonrió, porque me decía cosas a doble sentido, pensé, por unos momentos y me aferre a la idea de que sentia algo por mi.
Ahora que se que no, siento que soy una idiota por haber cambiado las cosas, por pensar que en algún momento o que ahora ella se lanzaría hacia mi y que por lo menos me besaria.
Como las típicas historias de amor, ya se que solo fueron algunos días, un mes, más nada.
Soy tan ilusa, subo la mirada a un letrero, decido entrar al bar que todo el mundo odia y ya entiendo por que.
"El trato más fuerte que tenga". Sonrío y el chico me sigue viendo como si fuera super impresionante que yo esté ahí. "¿Tiene algún problema conmigo?".
"No señorita, disculpe". Ruedo los ojos, como odio que la gente piense que porque soy mujer no puedo entrar sola a un bar.
Apoyo mi mentón en mi mano izquierda y escucho la música, ni siquiera se que clase de música es, es pegajosa y hace que mueva los dedos.
Son de ese tipo de ritmos que se meten en tu cabeza y te hace bailar. "Lo de siempre". Salgo de la burbuja en la que estaba y veo a una chica más baja que yo con una enorme sonrisa en sus labios rojizos. "Mucho gusto chica desconocida". Dice sin verme a los ojos
"Disculpa no quise incomodar". Bajo la mirada a mis manos rojas por el frío y las aprieto.
"No te disculpes, te vi desde que entré". Admite y río por sus cosas. "Me pareces muy hermosa, es la primer vez que veo a una chica tan linda como tú por estos lares".
"¿En serio?". Le pregunto al chico que trae las bebidas el asiente y se va a atender a una pareja que esta al otro extremo de la barra.
"Mi nombre es Minatozaki Sana".
"Mucho gusto Sana mi nombre es Jeongyeon". Señalo mi pecho. "Yoo Jeongyeon".
Sus manos suben a mi nuca y me jala más a ella, la apoyo contra la mesa y me subo. "Sabias que". Vuelvo a besarla y me aparta un poco. "Este bar es mío". No le presto atención y muerdo su cuello.
"Me parece perfecto". Jadea y luego ríe.
"Esta es la cosa más divertida que pasará, nadie viene". Subo un poco la mirada y la hago callar con mis labios. "También que...deberías quitarme la ropa para continuar". Se levanta y me sienta en la silla. "Yo te ayudaré con eso". Se quita primero el pantalón, sus piernas son tan blancas como la nieve que está cayendo. "Sin tocar". Aparta mis manos.
"Eres hermosa". Digo y asiente señalandome.
"Tu me pareces más hermosa". Aparta su cabello de su rostro y se quita el suéter. "Quitate la ropa unnie". Sube su pie a mi muslo y me quedo paralizada. "¿Quieres que te ayude?". Esta no es la chica dulce que conocí hace algunos horas o minutos, yo que se.
"No necesito ayuda cariño". Luego de quitarme toda la ropa, que era más de la que recordaba haberme puesto, vuelve a sentarme y se sienta en mis piernas, acaricia mi mejilla y me acerca para comenzar un beso que eriza mi piel.
"Me gustan las chicas como tu". Echa la cabeza hacia atrás para que pueda besar su cuello. "Me calientan". Sonrío y me separo. "Es divertido jugar con alguien mayor que yo". Mueve sus caderas y bajo mis manos a sus muslos para moverla con más brusquedad. "Estoy aco-acostumbrada a jugar con personas menores que yo".
Llevo mi mano a su boca y la otra a su brasier. "Fuera". Murmuro y se lo quito, sus ojos se oscurecen al ver como me acerco a uno de sus pechos.
"Dios". Murmura y me acerca un poco más, beso uno y luego el otro, la levanto y le soy la cuenta para quedar arriba. "Eres mágica".
"Eres mágica Jeongyeon, la mejor de todas".
Sacudo la cabeza y le arranco lo que le queda de ropa.
"Todas las personas me subestiman pero ¡mierda tu!, gracias por llegar a mi vida, aún si es por este experimento".
"Eres hermosa". Digo y Sana sonríe en grande una vez más, bajo la mano a su vientre y lo acaricio, su respiración se tranca y gime cuando entro en ella. "Muy hermosa".
"No soy así como todas piensan, una chica que no sirve para nada".
"¡Jeongyeon!". Clava sus uñas en mi piel y gruño por el dolor.
"Aunque tenga que decirte que me estás empezando a gustar".
"Sana". Murmuro sin despegar mis labios de su pezon y lo muerdo.
"No sabía que podías ser tan bu-buena".
Mis pensamientos se distorsionan y vuelven a su curso normal, una y otra vez, ya no se que pensar y solo me dejo llevar por lo que estoy sintiendo ahora, Sana se retuerce y muerde mi cuello.
Nayeon.
Nayeon.
Nayeon.
Siempre ella y no puedo sacarla de mi cabeza desde que la conocí, odio sentirme así porque se que cuando nos alejemos a ella no le importara nada y que ahora debe estar normal viendo la televisión o reventandome el teléfono a mensajes para ver si me disculpo.
Ella es la que tiene la culpa ahora y yo como una tonta estoy haciendo algo que no quiero pero que las circunstancias me hicieron hacer. "Jeongyeon". Se queja y sus voz me hipnotiza, aumento la velocidad y grita. "Ya voy a...". Muerde su labio inferior y se apoya de mi cuerpo para seguir moliendo sus caderas contra mi mano.
"Hola mi nombre es Nayeon, así te dije y mira en donde estamos ahora".
"¡Jeongyeon-ah!". Cae y su respiración es forzada al punto de que tiene que sentarse para poder respirar bien. "Dios mio". Sonríe y deja un corto beso en mis labios, apenas y mueve los suyos.
Me separo lentamente sin despegar la vista de sus labios y sonrío. "Tengo que irme". Digo pausadamente para que pueda entenderme.
"Ahí está la puerta, ahí esta tu ropa". Señala las dos cosas al mismo tiempo y se queda sentada viendo su ropa.
"Ya te la paso". Los momentos post sexo con alguien que no conoces son más incómodos que ir al ginecólogo.
Me visto lentamente y ella igual sin despegar la mirada de la otra. "Esto nunca pasó, solo lo hago porque a mi novia le gusta verlo".
"Hola". Siento que mis ojos se van a salir de su órbita y al darme la vuelta veo a una chica de cabello oscuro sentada en la barra.
"¿Hola?". Mi respiración se corta y entiendo todo. "Me usaste para tener sexo y que tu novia saciará las ganas de ver porno gratis y en vivo". Murmuro. "Si es eso". Me contesto y niego sin dejar que hablen. "Por amor a Dios mejoren su relación, es la cosa más desagradable del mundo además jugar con otra persona esta mal".
"Ok". Responden como si nada.
"Me siento confundida, asqueada y traumatizada". Coloco mi mano en la mesa y doy un pequeño golpe.
"Solo diré que eres buena Jeongyeon, aunque parece que estabas en otro mundo". Mueve la cabeza y las manos.
¡¿Por qué les parece tan normal y por que sigo aquí hablando con ellas?!.
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