<Mina>

"¡Corre!". Animo pero parece que no quiere tampoco sonreír ni moverse, al estar a mitad de camino me quito el vestido y muevo mis manos para que se acerque.

"No lo haré". Miro el mar y luego a ella, así como por unos treita segundos, ruedo los ojos y voy a donde está.

"Vamos, me quiero bañar contigo". Pone resistencia y suelta mi mano, pierdo el equilibrio y caigo de cara contra la arena. "Muy graciosa". Esta riéndose y escupo la arena que se metió en mi boca. "Te voy a meter incluso si no quieres". Eleva una ceja y sonríe de una forma tan ¡agh!.

"¿Me vas a meter?". Muerdo la parte interna de mis mejillas y sin que ella se de cuenta me voy corriendo al mar. "Pudrete". Me doy la vuelta y corro de espaldas, entre cierra los ojos y corre hacia mi.

"Nada hasta llegar a Corea porque te voy a matar". Me causa gracia que me amenace.

"Intenta atraparme". La provoco. "Soy como una sirena". Me lanzo al agua y desaparezco, abro un poco los ojos y cesó una figura acercarse a mi con rapidez.

Me sumerjo un poco más y me acerco poco a poco a su pierna derecha, subo la mirada y tengo una perfecta vista de su trasero, lo que me hace cerrar los ojos y soltar todo el aire.

"Mina". Esta preocupada se nota en la forma en como me busca.

Paso mi mano por su muslo y voy subiendo, salta y se sumerge, su cuerpo se tensa y sigo subiendo hasta que estoy muy cerca de su entrepierna y cambio mi curso a su cintura, río y siento que el aire se está acaba cada vez más rápido.

"No le tienes miedo a nada pero cuando te toque bien que saltaste". Me abraza y se aferra a mi espalda, no entiendo que le pasa pero esta asustada.

"No vuelvas a desaparecer así". No entiendo que le pasa. "Dilo, prometelo, eso no se hace". Golpea con su puño mi hombro y luego lo besa.

"Chaeyoung...". Titubeo, creo que la cambiaron.

"Si soy yo estupida". Golpea mi espalda y ya me siento en un ring de boxeo.

"Cálmate y ya no me pegues, que me duele y te golpeare más fuerte por eso". Vuelve a abrazarme y esta vez si me dejo. "Estas exagerando".

"No lo estoy haciendo".

Aguanto la risa, esta haciendo un puchero y se ve muy adorable, llevábamos tan poco tiempo y tengo el presentimiento o más bien es lo que siento, esto durará más de lo que tenía pensando.

Esto será más fuerte que lo que seré y soy capaz de sobrellevar, y me encanta decir que Son Chaeyoung es la chica que me esta empezando a gustar, al principio no lo hubiera admitido pero ahora, ¡joder! Ahora siento que puedo hasta derribar el edificio más grande del mundo si eso la hace feliz.

"Soy yo o estamos muy cerca". Bajo la mirada, nuestras piernas están entrelazadas y prácticamente estamos una arriba de la otra.

"Si es cierto". Pero ninguna hace el intento de moverse, levanto la mirada al cielo. "A mi madre le hubiera encantado ver ese atardecer".

"Fue una excelente mujer".

"Yo diría que perfecta". Murmuro. "A pesar de todo seguía con una enorme sonrisa en sus labios, hizo tantas cosas por mi".

"A ella no le gustaría verte llorar".

"No creía en el amor, siempre me dijo que no existía". Acaricio su espalda baja, infla el pecho y suelta un suspiro que le desconcentra.

"¿Ahora qué crees?". Estos momentos son los que me gustaría enseñarle a mi yo del pasado y decirle que estaba muy equivocada.

Que aunque sea muy pronto para decirlo, tengo la certeza de que Chaeyoung es capaz de hacerme feliz y que las personas no son tan malas como lo pensé.

"Que probablemente si exista". Respondo con la verdad y su sonrisa se agranda un poco más.

"Llegamos muy tarde  por tu culpa". Reprocha.

"No es mi culpa que la señorita Son Chaeyoung sea una miedosa y le gusta que maneje súper lento". Le recuerdo que fue ella la que me dijo que tenía que ir más lento porque si no lo hacía nos moriríamos y no quería eso.

"Te creías una del elenco de rápido y furioso".

"Me gusta la velocidad". Aprieta su espalda contra mi mano dándome a entender que quiere aje siga con mis caricias. "No es fácil ser tan lenta en la vida, se me dificulta demasiado estar como un caracol". Levanto mi mano y hago el simulacro.

Baja mi mano de un golpe. "Eres demasiado arriesgada".

"No es cierto".

"Si lo es y no me contradigas".

"Que no, no diré que si porque no es la verdad". Me molesta que se comporte de eda manera. "Ya es muy tarde vámonos". Uno nuestras manos y nado con ella aferrándose a mi brazo. "Miedosa en todo".

"Eso quisieras tu".

"Es que no es que lo quiera es que lo se". Tiemblo al sentir el aire frío de la noche chocar contra mi cuerpo.

"No me retes".

"Y si lo hago que". Jala mi mano y me acerca a ella, aunque es más baja que yo, se levanta de puntillas y pasa sus dedos por mi mentón.

"No soy miedosa en algunas cosas pero hay otras personas que se hacen las fuertes cuando no es así". Dejo de escucharla y solo veo el movimiento de sus labios y las expresiones que hace.

Sigue hablando y hablando, iego de un tiempo se separa y retrocede lentamente. "¿Que estás haciendo?".

"Si fuera miedosa no hiciera esto". Sube las manos a la parte de arriba del bikini y baja una tira. "O esto". Baja la otra.

"Chaeng por favor vámonos, a esta hora puede ser peligroso". Doy dos pasos hacía delante. "Puede que me quede dormida y ahí si...¡pum! Choco y morimos". Golpeo mi puño contra la palma de mi otra mano.

"También esto". Sigue con el juego. "Sabes, uno en la vida tiene que ser arriesgado?".

"Por amor a Di-". Se acaba de quitar la parte de arriba, ¡que bien!, ver pechos gratis es mi pasión.

"Hagamos las cosas más interesantes". Hace una reverencia y cuando sube esta desnuda.

"No se que clase de juego de gusta a ti". Levanto sus prendas y me voy en dirección al auto. "Pero los míos son normales, en los que las dos personas están vestidas y si no es así, es porque te tengo de bajo de mi, gimiendo como loca y pidiendo más". No soy yo la que habla.

"No tienes experiencia, ¿cómo vas a satisfacerme?".

"No hagas la que sabes mucho". Me lanzo el vestido que me quité. "Tenemos muy poco tiempo para demostrarte de que soy capaz".

"Provocarte funciona". Sonríe y besa mi mejilla.

"No juegues conmigo". Acarralo su pequeño cuerpo al auto. "Puedo parecer muy tranquila, pasiva, dominable pero no soy nada de eso". Abro la puerta y la empujo dentro. Al entrar la veo de reojo y sigue viendo a mi dirección. "Es muy importante el cinturón de seguridad". Digo y me acerco para ponérselo, lo aprieto a tal punto que roza contra sus pechos y vuelvo a mi puesto. "Una vez alguien me dijo que una de las zonas más erógenas de la mujer son los pechos, yo pensé que estaba loca, pero al tocar los míos supe que era cierto. "Cuento una anécdota para distraerla un poco.

"Es la verdad". Suelta con un hilo de voz.

"Agarrate fuerte Chaeng". Enciendo el auto y piso el acelerador hasta el fondo.