<Jeongyeon>

Me senté luego de mi sesión de Yoga, acomodo mi cabello y me apoyo de mis rodillas, al darme la vuelta veo que Nayeon esta viendome como si fuera un trozo de su comida favorita.

"¿Esta pose te incómoda?". ¿Como carajo no se da cuenta que es gay?, tapa su homosexualidad diciendo que es homofóbica.

Algo tan básico, no creía que ella fuera a caer tan bajo, frunzo los labios y espero su respuesta. "No, creo que deberías enseñarme". Dice algo tímida para ser ella y sonríe señalandome.

"Mañana". Digo con una pequeña sonrisa y mis ojos se cierran.

"Me parece estupendo". Se levanta y se acerca a mi lentamente como si estuviera maquinando lo que me quiere decir, han pasado diecinueve días desde que nos metimos en este experimento.

Al principio pensé que era una locura pero luego del tiempo fui atando clavo por clavo y me di cuenta que no estaba nada mal. Necesitaba sacarme a Siyeon de la cabeza y que mejor que haciendo un experimento, claro, no conté con que la chica que me iba a tocar no tendría ningún gusto hacia las mujeres.

O más bien eso es lo que cree, esta en negación, como yo lo estuve al principio y me gustaría ser esa persona que la ayude a ser feliz, que la ayude a liberarse para ver su hermosa sonrisa que se que la tiene.

"Deberías ir a ducharte porque apestas Yoo". Abro la boca para reclamar, mis ojos se cierran y me levanto casi corriendo para poder entrar al baño.

Vergüenza, eso es lo que siento y no soy del tipo de persona que se lo tome bien, si no que soy de las pocas personas que le da de todo y un poco más, me explico.

Ahora estoy teniendo un capitulo de ansiedad para nada lindo por lo que acaba de suceder, más bien decir, lo desarrollé el día que mi madre me encontró besandome con una chica, me sentía tan avergonzada que cuando me levanté a dar una explicación, cabe destacar que estábamos en la cama, mi respiración se cortó y caí como un costal de papas al suelo.

Tuve que aguantarme el regaño de mi madre además de la vergüenza porque fue capaz de decirle a todo el mundo que yo era 'una asquerosa lesbiana'. Al principio todo estuvo bien pero a la final esto se repite cada que me alteró y mi cuerpo se resiste a cualquier cosa para luego caer en un limbo interminable de sensaciones espantosas.

Una de las tantas cosas raras que tengo, luego de que a Nayeon le diera esa cosa rara en donde se tomó más de dos pastillas me di cuenta que esta igual o mas jodida que yo.

Un instinto de protección me invadió por completo y se que eso haré, protegerla hasta que no puedo más. "Apurate el baño es para ducharse no para tocarse". Golpea la puerta y no puedo evitar sonreír.

"Aléjate que me estoy tocando y es incómodo". Grito y escucho su risa.

"Eso sí, no te excites tanto con mi voz". Hace una voz súper rara y vuelvo a reír.

"Creo que si la sigues haciendo me vas a a-ayudar". Gimo de mentira. "Bueno ya". Suspiro. "¿Para que soy buena?". Cierro la ducha y comienzo a secarme con la toalla.

Mi cabello sigue mojado pero me da igual, prefiero dejarlo así antes de tener que buscar otra toalla o tener que pedirle una a Nayeon que al parecer se le comió la lengua un ratón porque no contesta.

"¿Nayeon?". Salgo del baño y la encuentro apoyada en la pared de la habitación, se voltea a verme como si fuera la típica película porno y yo sonrío saludandola con la mano. "Me voy a vestir, por favor dame un permisito". Se aparta sin despegar la mirada de mis ojos.

Me siento algo incomoda pero hago como que estoy bien cuando en realidad estoy muriendo por dentro, se ve muy hermosa cuando actuda de esta forma.

¿Nadie se enamora en dos semanas?.

Esto debe ser una ilusión, algo estupido que se me metió en la mente para poder olvidar mi pasado o volver a reír como antes.

Eso sí a las personas le pueden atraer otras personas con tan solo verlas de lejos, eso significa que no estoy tan mal, porque lo que siento es una atracción, algo que no debería sentir pero que siento y debo seguir con mi vida.

Como si nada. "Jeongyeon me gusta como te ves con tu cabello húmedo". Y...olvidado, si que siento algo por ella, muy fuerte y que tengo miedo de sentir. "Pareces una hermosa Girl Crush". Guiña y se aparta de mis brazos, mi se como llego aquí pero se sintió bien. "Ve a vestirte que ya es incómodo verte con toalla, sería peor si te veo desnuda". Señala mi cuerpo y luego la habitación, antes de cerrar la puerta me quito la toalla y la lanzo afuera.

"¡Jeongyeon!". Su voz estaba muchísimo más aguda que la vez que se golpeó el dedo con la mesita de noche.

"Sécalo". Ordeno y escucho como maldice. "No maldigas tanto que es malo". Reprocho y escucho un bufido.

"Eres una niña tan buen que de vez en cuando me gustaría corromperte". Termino de vestirme y salgo.

"La que estaría corrompiendo aqui soy yo". Dije.

"No es tan fácil corromperme". Se sienta en el suelo. "Porque me han pasado tantas cosas que no creo que le hayan pasado a nadie". Sus ojos se apagan y desvía la mirada.

"Capaz y si". No estoy dispuesta a decirle mi verdadera historia, no por ahora así que decido guardar silencio y sentarme a un lado de ella.

Quería ver una película, la esta buscando y yo no puedo negarme a estar aunque sea un par de horas recostada en su hombro.

Me esta pasando eso mismo que me pasó con Siyeon y me gustaría ser más entusiasta, pero es que siempre me enamoro de lo que se que no me hará muy bien y tengo miedo.

Por primera vez tengo un miedo que se cuela en mis huesos y me hace temblar de tan solo imaginarme la reacción que tendrá Nayeon al saber que la estoy empezando a ver como mujer.

Ahora bien, en esto consistía el experimento, ya no se que pensar, estoy aturdida por su mano en mi muslo y el beso que me dio en la mejilla.

Aunque entramos a Winter para buscar pareja, ¿qué carabos hace ella aquí si es hetero?, que yo sepa también juntan parejas gays y heteros.

"Jeongyeon ¿en qué piensas?". Bajo la mirada a sus ojos y luego a sus labios.

"En nada".

"Parece que estás pensando en muchas cosas y no me quieres decir nada". Abulta sus labios y los muerde, esto no me está ayudando en nada.

"No me esta pasando nada, estoy pensando en mi vida". Toco mi cabeza. "Cosas privadas". Corto la conversación.

"Me gustó ese corte". Rueda los ojos y se separa de mi.

"No te corte". Si lo hice pero no lo voy a admitir. "No me gusta hablar de mi vida". Murmuro.

"Soy una amiga, las amigas se apoyan". Explica. "Quisiera ayudarte Jeong".

"Con eso no me puedes ayudar". Arrugo la nariz y niego pasando el pulgar por mi labio inferior. "Es algo difícil".

"Explicate". Es demasiado insistente.

"Es algo que no te puedo decir, no por ahora hasta que sepa que pueda decírtelo". Asiente y coloca su mano en mi boca.

"Dejame escuchar la película se esta poniendo buena". Me molesta tanto que me hagan eso que al reconocerla sonrío y la veo a los ojos.

Me acerco a su oído y coloco mi mano en su pierna para impulsarme, esta nerviosa, sus pupilas dilatadas y parece que se le olvida hasta como respirar. "A la final se muere el protagonista".

"¡Yoo Jeongyeon!". Grita molesta y yo salgo corriendo por toda la casa, estoy siendo perseguida por una coneja furiosa, nunca creí que podía decir eso. "¡Deja de correr me haces las cosas más difíciles!". Sigo corriendo y llegamos a la sala, saltó la mesita y ella me mira con impresión. "Pareces una de esas chicas que aparecen en las películas que tu las mires y dices ¡quiero ser como ella cuando sea grande!".

"Y tu de las idiotas que creen que les van a ganar".

"¡Ey!. Sin insultos". Sube la manos a sus mejillas y las aprieta. "Soy de las que distraen al enemigo con ternura o con esto". Se agacha y pone las manos delante de ella.

"¿Que estás haciendo?". Me burlo, comienza a gatear hacia mi lentamente como si fuera un tigre. "¿Crees que vas a distraerme con eso?".

"No lo estoy haciendo". Su voz se ha vuelto más seductora. "Yo creo que si cariño". Corro al sofá y cuando lo voy a saltar me fallan las piernas. "¡Jeongyeon!". Se asoma y yo estoy en el suelo intentan parar el sangrado de mi nariz.

"Estoy bien". Luego de decir eso un quejido sale sin querer y el rostro de Nayeon cambia de una feliz a una muy preocupado.

"Siéntate, traeré hielo". Me siento y veo como camina a la cocina.

"También trae algo pa-".

"Aquí tienes". Justo lo que quería. "Para la próxima dejas de ver mis pechos y te concentras en el camino". Su sonrisa burlona hace que quiera golpearla, mejor lo dejo para otro momento.

"Gracias por ayudarme, pero de verdad estoy bien  ha he perdido la cuenta de cuantas veces me ha sangrado la nariz". Tengo un largo historial de caídas y golpes.

"No debes agradecerme". Siempre es así, odio cuando no acepta las gracias. "De ahora en adelante tenemos que cuidar tu linda cara, no queremos que se desfigure". Besa mi frente y me quedo perdida en sus ojos.

Esto se está volviendo algo que no puedo detener.