Sé que en parte es culpa mía, pero he notado cómo el número de comentarios ha bajado muchísimo (de 200 a 90 lol) y eso me ayudaba bastante a seguir adelante, así que me gustaría que comentarais todas, sería genial, así que al menos voy a pedir 100 comentarios para el siguiente capítulo, si veo que marcha bien, me vengo arriba y eso significan más capítulos :-) así que darle al botón yeah!
Ilysm!

Kelsey me mira con un gesto de preocupación, y coloca sus manos en mis hombros.

-¿Estás segura de esto?- sus ojos color café examinan mi gesto continuamente, expectante.

Frunzo el ceño y aprieto mi mandíbula.

-No...- susurro- Pero quiero hacerlo.

Estoy decidida, sé que es una estupidez, pero necesito hacerlo, necesito probarme a mí misma que soy fuerte, que puedo con esto y más, que no necesito superar nada porque todo está más que superado. He madurado, y quiero demostrar que puedo hacerlo, soy fuerte y quiero poner esa fortaleza a prueba. No voy a llorar más, ni mucho menos a sufrir por nada ni nadie.

-¿Necesitas pensártelo?- Kelsey interrumpe mis pensamientos de nuevo, y le respondo negando con la cabeza, decidida.

-No. Vamos.

Me doy la vuelta y suspiro pesadamente. A medida que avanzo hacia el interior, lo tengo más claro. Si he vuelto es por mí, lo único que quiero es aclarar las cosas, sacar la espina y empezar de nuevo, como una Heather nueva. Sin complicaciones, sólo yo, mis amigos y mis estudios, mi nueva vida, conociendo a gente nueva, aparcando los temas de corazón a un lado.

El ruido dentro de la casa es ensordecedor, la gente se mueve de un lado a otro, gritando nombres y levantando las manos, llamando a sus amigos y riendo. La música está a todo volumen y varias personas bailan en una improvisada pista, iluminada por luces de colorines que provienen de una lamparita giratoria fijada al techo. De vez en cuando se escuchan cristales cayendo al suelo y alguien suelta grititos, varias parejas se besan en los sofás y varias otras se toquetean de arriba a abajo sin pudor alguno, en los rincones oscuros de la casa. Se respira un olor constante de sudor, colonia y alcohol, pero no importa, la gente sigue divirtiéndose.

Pronto alcanzo a ver a Niall, que está hablando y riendo con una chica morena. Le toco el hombro, cuando llego a su lado, y la chica le señala en mi dirección. Niall se gira y su sonrisa se ensancha.

-¡Heather! Mira, Angélica, esta es Heather.

La chica, Angélica, se me queda mirando con una cálida sonrisa y me tiende la mano.

-Encantada Heather.- sonrío y sacudo su mano.

-Igualmente Angélica.

Me dirijo a Niall y le pillo mirándole el escote a Angélica.

-¡Niall!- chillo.

El tonto de él de gira, claramente  con urgencia, y me mira.

-Dime, dime.

Niego con la cabeza y sonrío, no tiene remedio.

-Necesito saber si has visto a Harry.

La sonrisa tonta de Niall se borra y frunce el ceño.

-¿A Harry?

-Sí, sólo dime dónde está, luego te explico.

Niall niega ligeramente con la cabeza y la levanta, buscando con la mirada. Mientras busca, se muerte ligeramente el labio y Angélica lo mira. Intento ocultar mi sonrisa  mirando al suelo, y justo levanto la mirada cuando Niall señala un punto hacia la derecha.

-Está allí, sentado.- grita sobre la música.

Me giro y vuelvo a mirar a Niall, le lanzo un beso y sonrío a Angélica por última vez.

-¡Gracias rubia!

Escucho la risa de Niall y Kelsey me empuja suavemente para que avance entre la gente. A medida que empujo a varias personas, la respiración se me va cortando poco a poco, ¿qué le voy a decir?¿Qué voy a hacer ? No tengo ni idea, pero estoy dispuesta a hacerlo.

Para cuando me quiero dar cuenta, estoy viendo a Harry, sentado en un sofá, tiene una mano apoyando su frente y mira hacia un punto muerto, en la otra mano su bebida, y a su derecha, una chica habla demasiado cerca suyo, pasando su mano repleta de joyas arriba y abajo sobre su bíceps. Parece no tener ni un ápice de interés por escucharla, pero la chica sigue hablando como una cotorra.

-¿Estás segura de esto?- grita Kelsey- Aún estás a tiempo Heath.

-No.- niego con la cabeza sin mirarla- Vete, puedo hacerlo sola.

Kelsey frunce los labios, pero finalmente asiente y se marcha, no sin antes abrazarme.

-Suerte rubia. Sé fuerte. Te quiero.

Sonrío en su dirección y desaparece entre el tumulto de gente.

Tomo una gran respiración y aprieto los puños. Tú puedes, Heather. Mis pies se ponen en marcha, y el corazón me late rápido, pero no me dejo intimidar. Con los puños apretados, me planto en frente de Harry, y la tía deja de comerle la oreja, me mira con cara de asco y se aprieta a Harry.
Él tarda un poco más en reaccionar, pero cuando se da cuenta de que algo obstruye su vista, abre la boca sin mirar arriba, con gesto ausente.

-Apártate si no quieres que te rompa la cara, gilipollas.

Bufo y me cruzo de brazos. Me quedo de pie, en frente suyo, y la chica habla:

-¿No escuchas, zorra? Pírate y déjanos.

Entrecierro los ojos y miro a la tía con desprecio.

-Cierra la puta boca y deja de comerle la oreja, que no te hace ni puto caso, pringada.

La chica abre los ojos exageradamente, y entonces Harry me mira. Él también abre los ojos, aunque no tan exageradamente. Se levanta en seguida , y la chica protesta detrás suyo.

Tengo su pecho en frente mío , los tatuajes de su cuello resaltan bajo la camisa blanca, llenando de vida su piel bronceada. Miro hacia arriba, tomando una respiración profunda.

-Hola, Harry.

Harry se me queda mirando, respirando agitadamente.

-¿Qué quieres?

-Hablar. 

Harry cierra los ojos, y niega con la cabeza lentamente. De pronto, sus dedos serpentean sobre la piel de mi codo, pero los retira rápidamente, como si quemaran. Cuando abre los ojos, no me mira.

-¿Qué más quieres de mí?

En cierto modo, me enfada. No es como si fuera la víctima de la historia.

-Sólo quiero hablar.

No dice nada, no hace nada, hasta que inclina la cabeza hacia un lado , indicando que le siga.

Intento que no se note, pero parezco un flan, mientras le sigo hacia fuera. Empuja a la gente, claramente furioso, y abre la ventana corredera con facilidad, el aire fresco se agradece. Cierro la ventana, intentando perder algo de tiempo en seguirle, y la música dentro parece enmudecerse. Todo fuera está mil veces más silencioso que en el interior, aunque algo alejada de la fiesta se encuentra la piscina, donde bastantes personas ríen y beben juntas, pero nada que ver con el follón de dentro. Desperdigadas por el jardín, varias parejas se besan, otras muchas fuman y gente borracha duerme sobre toallas.

Sigo a Harry hasta que detiene. No me mira, se lleva las manos a la cabeza y tira de su pelo, claramente frustrado. Es gilipollas. Estoy a punto de abrir la boca, cuando de repente se gira y me apunta con el dedo.

-Yo quiero saber, tengo el puto derecho a saber... ¿Por qué has vuelto?

Se cruza de brazos delante mío, e imito su postura, más que nada para que no se note que me tiemblan las manos, y porque no me voy a dejar intimidar por él.

-¿Qué pasa, ahora necesito tu permiso para volver aquí? Tenía que continuar mis estudios, y esta era mi mejor opción.- devuelvo el ataque, y me siento satisfecha de que la voz no me tiemble.

-¿Y tenía que ser Phoenix?

-Sí.- respondo con desdén- Porque tú estés aquí no significa que yo tampoco.

De pronto, esto se había tornado en una especie de cliché "este pueblo no es lo suficientemente grande para los dos". Pero me daba absolutamente igual, ya que podía hacer mi vida perfectamente sin encontrarme con su cara.

-Vale...- susurra para sus adentros. Agacha la cabeza y tras estar pensándolo un rato, vuelve a levantarla.- Pero me merezco explicaciones.

-Explicaciones.- repito- ¿Explicaciones de qué?

-De por qué te fuiste.

Me quedo con la palabra en la boca. Sé perfectamente por dónde quiere ir, pero no me voy a rebajar a su nivel. No quiero discutir más.

-Porque la situación lo urgía.- me limito a responder.

-¿Y ya está?- libera los brazos y se encoge de hombros- ¿Porque la situación lo urgía? En serio. Vamos Heather, eso es patético.

-¿Y qué coño quieres que diga?

-Pues no lo sé, por ejemplo, ¿yo dónde encajo en aquella situación urgente?

-¿¡Que dónde encajas!?- vale, la situación se había puesto algo violenta- ¿Eres idiota? Le estabas arruinando la vida a mi padre.

Harry entrecierra los ojos, y sonriendo cruelmente, deja caer las palabras lentamente.

-No se la hubiera arruinado si él no hubiera querido.

Un momento de silencio. Y mi mano termina en su mejilla, con fuerza.

Respondiendo con fiereza a mi acto, Harry me agarra de la muñeca, y me acerca a él bruscamente. La fiesta sigue dentro, ajena a lo que está pasando aquí.

-No me hubiera tenido que ir, pero el gilipollas de la que estaba enamorada decidió humillarme de la peor manera posible. Y tuve que irme.

Me suelto de su agarre con fuerza, y me siento orgullosa de que no me haya temblado la voz en ningún momento. Harry me mira con enfado, tocando su mejilla golpeada sin muchos miramientos.

-Yo era el que estaba enamorado, como un gilipollas.

-Ya eras gilipollas antes de enamorarte.- le suelto bruscamente.

Casi puedo percibir una sonrisilla débil en el gesto de Harry, pero en seguida se le borra cuando frunce el ceño de nuevo.

-Me da igual. Pero en ese momento podría haber hecho cualquier cosa por ti.

-Excepto porque no lo hiciste.- susurro- Aún a sabiendas de que le estabas jodiendo la vida a mi padre, no te detuviste.

Harry se me quedó mirando, con aquella mirada de lástima que tanto odiaba en la gente.

-Lo sé. Y lo siento.- ese lo siento suena seco, falto de sentimiento, y le cuesta soltarlo. Admito que duele. Pero aún así contesto.

-No me tienes que pedir perdón a mí. Y un lo siento no arregla la mierda que has hecho.

-También soy consciente de ello.- murmura secamente- Heather... Yo... Te he querido mucho.

Casi parece arrepentirse de haber dicho eso, pero ya lo ha dicho, y el daño está hecho.

De brazos cruzados y mirando al suelo, intento con todas mis fuerzas bloquear sus palabras, que no me hagan daño, que se queden en un mero dicho susurrado al viento, como si yo no hubiera escuchado eso. Casi lo consigo. Levanto la mirada lentamente y las palabras salen solas de mi boca, como una cascada.

-¿Me querías a mí o al dinero que te aportaba el estar conmigo?

Harry parece quedarse sin aliento durante unos segundos, para después fruncir el ceño y apretar la mandíbula con fuerza, hasta el punto de poder hacerse daño. Las aletas de su nariz se agitan violentamente y me mira con intensidad.

-Te quería a ti. Pero no te preocupes. No volverá a pasar nunca. Ya no importa.

Una risa de amargura estalla en mi interior.

-Pues adiós Harry.

Imita mi gesto, y abre la boca para decir algo, pero no lo hace, en su lugar, se da la vuelta y empieza a andar, en dirección a la música.

Harry.

A medida que avanzo hacia la música lo tengo cada vez más claro. Me la suda ella, me la sudan sus sentimientos y estoy hasta los cojones del sufrimiento.

Quiero mi venganza.

Se acabaron las tonterías, si se pensaban que iba a arrastrarme como un puto gusano, lo llevan claro.

Es hora de que vuelva Rude.