Me quedo de pie frente a la puerta cerrada, sin saber qué hacer. Estática. Sus palabras se han clavado como un puñal en el pecho y me siento incapaz de olvidarme de ello. Siento que la respiración se me corta en la garganta y unas ganas terribles de llorar se apoderan de mí. Joder. Me ha dejado flipada.

Aún así cierro los ojos y respiro, hondo, intentando no sentir absolutamente nada. Pero todo dentro de mí es un caos. Las palabras de Harry no dejan de rebotar en mi cabeza y no dejo de tener sentimientos contradictorios. Estoy...¿feliz?¿enfadada?¿eufórica?¿histérica?¿sorprendida?¿aliviada? No lo sé. Pero ganas de meterle una hostia tengo seguro.

¿Satisfecha? Por supuesto que no. Supongo que esa falta de satisfacción es la que me lleva a aporrear la puerta de nuevo, apretando los dientes.

Tarda unos segundos, pero vuelve a abrir. Otra vez con el ceño fruncido, y sus ojos verdes faltos de esa chispa que siempre habían tenido. Sinceramente no sé qué decirle, qué más hacer. Esto deja de tener sentido para mí. No sé qué quiero de él, no sé qué espero de mí misma. Ni siquiera sé qué hacer ahora. Así que me dejo llevar y simplemente hablo como una autómata.

-¿De qué vas?- pregunto de nuevo cuando recupero la compostura.- No tienes ningún derecho de soltarme lo que me has soltado y de cerrarme la puerta en la cara sin explicaciones. Gilipollas.

Me cruzo de brazos esperando su respuesta. Él sólo me mira con el ceño fruncido, sin decir nada más. De pronto se apoya en el marco de la puerta y sonríe frívolamente. Se me agita el corazón y me dan ganas de darme un cabezazo por ello.

-¿Y qué quieres que haga?¿Que me arrastre como un gusano?¿Que suplique perdón?

Sí, es justo lo que quiero.

-No,-me tomo unos segundos para responder, pero finalmente lo hago- sólo quiero que dejes de confundirme,- mi tono se vuelve suplicante- déjame en paz, Harry. Por favor. Sólo quiero olvidarte y ser feliz.

Se queda en silencio, mirándome. Los segundos parecen pasar más lento y me quedo estática cuando frunce el ceño y me mira de arriba a abajo.

-Estoy jodido Heather.- articula al fin.

Me enfado. Me enfado porque sus palabras suenan a reproche. Suenan a estoy jodido por tu culpa . Y no. Está jodido porque él solito se ha metido en esto. Porque en vez de intentar salir de la mierda, se ha estancado en ella. Está jodido porque ha buscado excusas más que soluciones. Así que hablo.

-¿Y qué quieres que haga yo?

Se encoge de hombros, apoyándose en el marco de la puerta. No puedo evitar mirarlo de arriba a abajo. No sé si algún día seré capaz de superar la atracción física que siento hacia este hombre.

HARRY.

¿Que qué quiero? Quiero que todo vuelva a ser como antes. Cuando me querías y yo a ti. Cuando todo era normal y éramos Harry y Heather. Eso quiero.

-Nada. No hay nada que puedas hacer.

En ese momento, una idea hace click en mi cabeza y todo encaja. Soy yo. Es mi culpa. No puedo martirizarme cuando la que ha pagado todo ha sido ella. No puedo lamentarme y esperar a que vuelva a mí porque no va a hacerlo. No de esta manera. Tengo que cambiar. Tengo que recuperar a Heather. Tengo que recuperar mi vida y tengo que hacer un cambio. Pero no así.
Parece mentira que para darme cuenta de esto haya tenido que perderlo casi todo. A mis amigos, a la chica de la que estoy enamorado, a mi hermana, mi propia cabeza. Todo. He llegado a un punto de inflexión y creo que es hora de que todo cambie, de que todo se transforme, pero para ello debo transformarme yo. Así que las palabras salen solas cuando abro la boca:

-Sólo quiero que seas feliz, Heather. Y si eso implica que tengo que desaparecer, lo haré. Si eso implica que tengo que dejarte en paz. Lo haré. Estoy cansado Heather. Muy cansado de todo esto.

Me mira, intensamente a los ojos, esos ojos color pardo que tantas veces me han hecho perder la cabeza. Y joder, soy un puto gilipollas.

Nada ha cambiado para mí. Nada. Ni la manera en la que mi corazón se acelera cuando me mira, ni cómo se me corta la respiración cuando frunce el ceño con preocupación. Tampoco ha cambiado para mí la la manera en la que deseo besarla, la manera en la que deseo tocarla y abrazarla. Lo único que ha cambiado para mí ha sido la manera en la que he cambiado, cómo me he ido a pique cuando ella se fue. Y no quiero que siga así. Quiero hacerlo mejor. Quiero ser mejor.

Porque sigo irremediablemente e irrevocablemente enamorado de la mujer que tengo delante mío.

SIENTOOOO que este capítulo sea tan corto. Sobre todo siendo con el que vuelvo, lo sé, pero tenía que publicar algo ya. Comenzaré a escribir el otro poco a poco, porque sinceramente tengo ganas de volver a escribir, y de darles a Harry y a Heather el final que se merecen ♥️

Gracias por haberos preocupado tanto durante todo este tiempo mis niñas, gracias ♥️