Vingt et un
~♪Filter♪~
«That uninterested face of yours, the bored tip of your toes
Please, look at me now
Put your phone down, don't even think of turning your head awayLet me know your typeYou can pick and choose me, yeah»
Aquí Winter. Si eres Elliot: mándame más dinero; si eres el librador de mi cuenta de cheques: no me mandaron suficiente dinero. Y si eres alguno de mis disque amigos: recuerda que me debes dinero.
Cansado de que le mandara al buzón de voz, desistió de hacer otra llamada que no sería respondida.
—¿Por qué esa cara? ¿La frialdad de la Reina del Ártico te lastima? —Plagg voló a su alrededor, gracioso de la cara que ponía su portador tan temprano.
—¿Cómo quieres que no me preocupe? Nadie ha visto a Winter en días y ni siquiera ha visto los mensajes o contesta mis llamadas.
—Los humanos sí que se complican por todo —floto entre el espejo y él—. Seguro ha de estar bien. Con eso de que su papá es más rico que el tuyo ¡Debe estar cómodamente disfrutando de los quesos más exquisitos de Europa!
—Hasta donde sé a Winter no le gusta el Camembert.
—Mejor para mí, así no habrá problema si vuelvo a encontrar mis reservas por accidente.
—¿No quedamos que dejarías de poner tu queso entre mis calcetines? —en el espacio entre sus cejas se formó una tenue arruga.
—Y no lo hice, créeme. ¡Mi queso ahora se está añejando en el lugar más secreto que te puedas imaginar!
—... En el cajón de la ropa interior, ¿No es cierto?
El kwami se río incómodo.
—Buenoooo... igual no creo que se atreva a buscar entre tus calzoncillos —se alejó centímetros—. Oh quién sabe, es más atrevida de lo aparenta. ¡Ahí tienes esa vez que te acorralo! No muchos contra los que has luchado han podido hacerlo.
—Vamos, esa vez fue porque... pues porque... —trastabilló mientras a su mente se le ocurría qué pretexto poner.
—Porque en el fondo sabes que te tiemblan las piernas bajo esa gélida mirada —se burló.
—¿Solo a mi? Si gustas los puedo presentar —enseguida la kwami de la Destrucción se apartó.
Temió ser encerrado en la caja de los Miraculous por otro de ellos.
—¡No, no, no! —agito sus diminutas extremidades en señal de negación—. Me sentiría mal por interrumpir sus horas de estudio.
—Claro, lo que tú digas.
Más tarde confirmará la pestilencia que había entre sus prendas, pero antes, colgó la bolsa de deportes en su hombro y salió de su habitación procurando ser puntual. Subió al limusina luego de despedirse de Nathalie quien le deseo un buen día.
—Aun no entiendo porque en un bello domingo tenemos que salir a toda prisa —aprovecho a decir el kwami antes de que el guardaespaldas ocupará el asiento de conductor—, en vez de que disfrutes tu primer día libre en mucho tiempo.
—No es que tenga el día libre, mi padre canceló mis demás actividades ya que estuvo de acuerdo en que fuera voluntario en el centro de gatitos abandonados.
—¿Por qué no me sorprende que te hayas ofrecido?
—Piensa que será divertido. En especial si no surge ningún enemigo con el que lidiar.
—Solo espero que tengas razón con lo último.
Tan pronto el guardaespaldas abrió la puerta delantera el kwami destructor se ocultó y enseguida Adrien abrochó su cinturón, dirigiéndose al lugar ya indicado.
Adrien bajó frente al edificio del centro de adopciones, una construcción de coloridos ladrillos naranjas y de amplias puertas acristaladas por la que entró directo a la recepción.
—¡Hola, ¿Vienes en busca de una mascota?! Un encargo te puede llevar a para que escojas al peludito que más te guste —sonrió la animosa recepcionista.
—No precisamente, soy Adrien Agreste y vine como voluntario. De hecho les envié mi formulario a su página.
—Veamos... Agreste —tecleo en el ordenador, achinando los ojos al leer la pantalla—. ¡Si, aquí está! Cumples con la mayoría de los requisitos y por lo que sabemos de ti, tienes interés por el bienestar animal así que nos saltaremos la entrevista.
—Gracias, prometo ser responsable.
—La responsabilidad es un requisito fundamental, sobre todo... —inmersos en la explicación que daba la adulta, un enorme costal con piernas se aproxima balanceándose de lado a lado— y otra parte del trabajo del voluntariado consiste en-
¡¡¡BAM!!!
Las croquetas quedaron esparcidas por todo el suelo hasta tocar los tenis naranjas del chico.
—Ayudar a ciertos voluntarios... —acostumbrada, ya ni se molestó en suspirar.
—¡Perdón, señorita Cécile! —los rizos le cubrieron el rostro como una cortina al despegar la cara del piso.
—Jovencita, es el tercero que tiras. A este paso los animales se quedarán sin alimento.
—¡Se los pagaré! Bueno, mi amiga lo hará —murmuró para ponerse rápido de pie y marcar—. ¡Contestame o supondré que me estás engañando con otra!
—Permíteme ayudarte.
—¡No, no te molestes, yo...—dicho esto, resbaló con las croquetas, cayéndose de espaldas— puedo!
(....)
—Nuevo Hogar es una asociación sin fines de lucro que lleva funcionando desde hace diez años, primero como una iniciativa de unas pocas personas que se juntaron para rescatar a los animales que iban a ser sacrificados en perreras —contó Cécile quien guiaba a Adrien por las instalaciones— Nunca se imaginaron entonces que iban a ayudar a más de 10.000 animales a encontrar a una familia que les diera la 'nuevo hogar' que se merecen.
—Es increíble lo que han logrado en tan solo una década —dijo asombrado del interior perfectamente funcional y de colores alegres.
—Por supuesto, la suma del trabajo de todos permite hacer grandes cosas.
—Entonces, la chica de hace rato...
—Oh, ella es Claudine LeBlanc, una de nuestras voluntarias más entusiastas. Aunque como viste, no es muy hábil para ciertas tareas pero tiene el amor por los felinos más grandes que haya visto —revisó el portapapeles—. En cuanto a la manera en que puedes ayudarnos tenemos disponible la sección de adopciones y seguimiento; tendrás que estar en contacto directo con los posibles nuevos adoptantes para resolver sus dudas y a su vez interactuar con los animes custodiados por la protectora. También creo que harías gran trabajo en difusión, ya sabes, atraer al mayor número de personas a través de las redes sociales o como te sientas más cómodo.
—¡Creo que puedo hacer un poco de todo! —sonrió, sin imaginar lo que le esperaba el resto del día.
(....)
—¿Quieres jugo, refresco, té frío, café frío o agua mineral? ¡Escoge el que quieras, traje de todas! —hablo igual de rápido que un trabalenguas—. ¿Puedo sentarme? Hoy si que hace calor. Bueno, ya me senté. ¡Oh, pero si te molesto en tu descanso me voy a sentar en otra parte!
—Ah, hola, ¿Claudine, cierto? —saludo con la mano—. Descuida, puedes sentarte y te lo agradezco pero no debiste molestarte.
Tomó la botella de agua.
—Me ayudaste a recoger las croquetas, claro que sí debía —desenrosco la tapa de la botella de té—. Siempre tiro cosas o las cosas me tiran a mí. ¡En fin! ¿Qué tal tu primer día? ¿No te han arañado o si? ¿Te gusta el uniforme? A mí en lo personal no me gusta el naranja de las camisetas pero a ti te sienta. ¡Aunque yo preferiría un azul! Dicen que es el favorito de los gatos, y el mío, y... Mejor me callo.
En silencio dió sorbitos a lo que Adrien se carcajeó.
—No te preocupes por mí, es divertido tener con quien hablar. Dime, ¿Llevas mucho siendo voluntaria?
—Ni mucho ni poco. ¡Probé suerte y me aceptaron! —alzó los brazos, feliz—. Los fines soy voluntaria en el albergue ya que entre semana voy al ballet. Hago limpieza, convivo con los gatos, los baño, cepillo y, lo más importante ¡Les doy todo el cariño que se merecen!
—Supongo que ambos corrimos con suerte —fijándose en el peculiar patrón geométrico de su falda rosa—. Oye, tu ropa me recuerda a-
—¡¿A Nezuko?! Si, lo es. Me gusta mucho, es decir ¡Es tan linda! y eso que recién empiezo a ver Kimetsu no Yaiba. Luego de acabar Sasaki to Miyano no sabía qué serie empezar a ver pues la segunda temporada de Edens Zero es hasta el próximo año al igual que la película de My Next Life as a Villainess —enérgicamente se puso de pie para demostrar los fluidos movimientos de la falda al dar suaves vueltas—. ¡Enseguida la vi supe que tenía que comprarla y nueve días después llegó a la puerta de mi casa! Aunque mi mamá me castigó sin poder salir de mi cuarto durante una semana por usar su tarjeta de crédito, otra vez, ¡Pero se fue de viaje a quién sabe dónde así que tuve todo el departamento para mi! Planeaba ir al centro comercial con su otra tarjeta de crédito con mi novio pero él y yo terminamos, entonces vine aquí, tire las croquetas y te cono...cí...
Nuevamente se silencio a sí misma. Al darse cuenta de que parecía guacamaya, peinó los rizos hacia delante con sus dedos, queriendo cubrirse el rostro lo más posible.
—Lo siento, no tengo botón para callarme como muchos quisieran y me emociono más tratándose de las cosas que me gustan —sonrió apenada—. Es un mal hábito mío.
—No veo qué tiene de malo —Claudine levantó la vista—, todo lo contrario, expresar lo que te gusta con personas que apenas conoces y hacerlas sentir como si fueran viejos amigos, es más bien un don. Digo, me gustaría tener esa clase de confianza a la hora de entablar una conversación con la gente.
—¿Tú crees?
—¡Por supuesto! y aquí entre nos —sin ser invasivo le susurro al oído— también soy fan de ese anime.
Los ojos de Claudine resplandecieron al instante. Significaba que tenían mucho de qué platicar y así lo hicieron. De cualquier banalidad que saliera el tema se convertía al poco en risas gracias la tremenda simpatía de la chica que no daba señales de cansarse de enseñar los dientes con una sonrisita bastante femenina.
—Muy bien, si naciste el 8 de septiembre... —cerró los ojos con fuerza, concentrándose al máximo. Pese a que Adrien le dijo que no creía en cosas tales como los horóscopos y etc, debido a que Claudine insistió, estuvo expectante acerca qué clase de análisis le haría— tu mayor reto en la vida es: ser tú mismo. Principalmente porque te cuesta soltar las expectativas de los demás en lugar de simplemente enfocarte en lo que dice tu corazón. Acostumbras a mantener una buena cara y un gran optimismo pues no solo buscas superarte por ti mismo sino también por la gente que amas. ¡¡Pero...!! en cuanto al amor, ten presente que no todo es blanco y negro. Debes relajarte un poco y entenderás que en los asuntos del corazón no hay bien o mal. Ya que es claro que eres muy leal en el momento en que le declaras tu amor a alguien a sabiendas que amas de un modo incondicional pues, son evidente tus ganas de construir algo a futuro, por tanto, no te gusta iniciar vínculos donde hay constantes inseguridades, debido a que tienes claro que si estas en una relación vas a recibir la misma atención que das. ¡Tus números de la suerte son 4, 5, 13, 14 y 27!
Balanceo los pies cual niña pequeña luego de recitar aquel manojo de información, en espera de que Adrien, que no podía estar más atónito, dijera una palabra al respecto.
—¿Adivine?
—Me sorprende que sepas tanto de esto, la verdad
—¡Es cuestión de práctica! —contestó. Cohibida porque lo que diría a continuación—. Adrien, yo... seguro te lo piden muy seguido y seguro lo encuentras muy molesto pero...
El joven mantuvo buena cara suponiendo lo que vendría.
—Recién nos conocimos y ojalá no te parezca que me estoy tomando mucha confianza.
Para Adrien, aunque no es de su agrado, no supondría problema darle un autógrafo siendo un agradecimiento por el agua, sin embargo, por su repentina timidez probablemente pediría su número. Preparó las palabras adecuadas para rechazarla con la misma gentileza con la que trataba a sus fans. Si, era una chica muy dulce pero no iría a intercambiar su información de contacto con alguien que apenas conocía.
—No es que quiera ser grosero, veras yo...
—¡¡¿Me puedes seguir en insta?!! —lo interrumpió—. Entiendo que no estés dispuesto a seguir a cualquiera con eso de que eres super famoso y que tu cara está incluso en los autobuses sin embargo sería de gran ayuda para mi.
—¿Quieres que te siga? —incapaz de mirarla directamente por suponer erróneamente, volvió a preguntar con torpeza.
—¡Sip, nada más! —Ingreso la contraseña de desbloqueo—. ¡Sueño con debutar algún día y ser una idol tan grandiosa y famosa como Lalisa o IU! Y pienso que tener muchísimos followers es un buen comienzo.
Le prestó el celular a Adrien para que el mismo juzgará si era digna de su seguimiento.
—Vaya, ¿También eres modelo? —dijo. Después de darle un vistazo a su perfil tuvo que admitir lo bien que lucía en cada ángulo fotografiada.
—Ojala. Mi BFF es quien me ayuda a manejar mi perfil y a salir así de bien. ¡Es increíblemente buena usando la cámara y es como cien veces más bonita que yo! —halago con un singular brillo en sus ojos cafés—. Ella es quien debería ser modelo pero, prefiere sentarse a comer pizza y ver televisión todo el tiempo. ¡Claro, incluso así ella es fantástica!
—Me recuerda a alguien que conozco —por muy chistosas que sean las espontáneas reacciones de Claudine, regreso enseguida al tema—. De acuerdo, es un número impresionante el que tienes, casi un millón, pero mientras sea de ayuda, estaré feliz de ser uno más.
Al devolverle su Iphone con su carcasa con diseño de Asuna y Kirito a Claudine, la inexplicable alegría que le causó recibir la notificación... fue opacada por la emoción de ver la siguiente notificación.
—¡Beyoncé comenzó a seguirte! —repitió con tremenda incredulidad.
Seguido del susto provocado por el torrente de repentinos avisos que no paraban de surgir accidentalmente se le resbaló de las manos. Vio a Adrien como si se tratase de un ser mágico pues no pasaron ni cinco minutos y los números iban en aumento.
Ambos se agacharon a recogerlo y sus dedos se tocaron por casualidad, pero lejos de avergonzarse por ello, Claudine colocó su atención en el anillo del joven.
—¡Qué lindo! Es como vintage y a la vez de plata pura ¿Dónde lo compraste?
—Huh yo... —instintivamente escondió tras su espalda el miraculous— lo compre en una joyería cerca de donde vivo. Cerro hace tiempo, sino con gusto te daría la dirección.
—¿Es así? Que lástima.
El Agreste suspiro de alivio en sus adentros, la convenció sin duda.
Las horas restantes para la salida transcurrieron sin inconvenientes, descontando que tropezó con sus agujetas sueltas y a uno de sus castaños rizos casi se lo traga la máquina expendedora, a Claudine le llegó la típica agridulce sensación por tener que separarse de los mininos que baño y seco. Salió de los vestidores de chicas cambiada su ropa casual.
—¡Hasta pronto, señorita Cécile!
—Ve con cuidado a casa, nos vemos el próximo domingo —habló sin despegar la vista de la pantalla—. Ten cuidado en el camino, no te vayas a caer.
—Tratare de no.
Empujo la puerta de cristal y luchó por desatorar su bolso que se atascó al cerrarla. Sacudió su atuendo como si esa incomodidad no hubiera sucedido y no dio ni tres pasos cuando, con perplejidad, noto la rubia cabellera que permanecía ahí de pie.
—¿Adrien? Pensé que ya te habías ido, saliste antes que yo —ambas cejas se elevaron de la impresión.
—Estaba a punto de irme, luego recordé que mencionaste que siempre tomas el transporte público y se me ocurrió que podría llevarte, claro si estás de acuerdo —enseguida miró a su guardaespaldas con suplica, él soltó un gruñido, accediendo.
La muchacha castaña meditó por un segundo.
—No me cuesta nada esperar el autobús pero estas zapatillas empiezan a torturarme —musito, acongojada por el creciente dolor en su dedo gordo del pie.
Agradeció la caballerosidad del guardaespaldas por sostener la puerta al subirse. Inspeccionó el amplio interior, maravillada con la suavidad de los asientos. Por un bello instante las incómodas experiencias de usar el autobús fueron borradas.
Cómo en su naturaleza no está el mantenerse callada, encaró animada al chico.
—¡Si vuelves a ir a la asociación te invitaré algo mejor que una botella de agua!
—¿De qué hablas? Si vuelvo será para invitarte a ti esta vez.
—¡No si yo logro evitarlo!
Entre risas, Adrien se vio obligado a preguntar algo que debió considerar cuidadosamente al principio.
—¿Tus padres no se molestaran porque un extraño se ofreció a llevarte, o si? —preguntó ligeramente ansioso— No quisiera que tuvieras problemas con ellos por mi culpa.
Claudine no demoró en sonreír ladinamente.
—¡Nah, necesitan estar presentes para reprenderme! Mi mamá no vendrá en algunos días, quizás más —totalmente despreocupada miro que las pegatinas de corazón en sus uñas siguieran ahí—, y mi papá ha de andar por algún lugar de la ciudad, probablemente —observó por la ventana—. ¡¡Alto!! ¡Es mi parada!
El conductor frenó de sopetón por el agudo grito que le perforó los tímpanos. Suerte que los tres tenían bien abrochado el cinturón.
—¡Perdón por gritarle! —pidió Claudine que no demoró en bajarse—. Casi nos pasamos.
—¿Una tienda de cosméticos? ¿Estás segura de querer bajarte aquí? —quedó desconcertado por la fachada rosa del local—. Incluso si está un poco lejos es posible ir directamente a tu casa.
—¡Ay, eres un lindo! —halago risueña y declinó risueña—. No hace falta que se tomen tal molestia. De cualquier forma debo de comprar la cena y dado que me queda de paso el lugar, compraré un brillo labial y una bonita paleta de colores que ví la última vez.
—Solo recuerda que tienes mi número —le aconsejo, principalmente porque perdió la cuenta de cuántos accidentes tuvo simplemente con su cabello—. Llámame si ocurriera una emergencia de camino a casa, no falta mucho para que anochezca.
Calculo que transformado en Chat Noir no significaba problemas llegar al rescate de la damisela.
—Si mamá yo te aviso —le guiño el ojo, divertida.
En su felicidad de verse rodeada de cosméticos, ni ella, ni nadie, pudo sospechar que un par de ojos monitoreaban cada uno de los aspectos de su vida y la de sus allegados. Estacionado al otro lado de la calle poco transitada, el auto de capote negro bajo una de sus ventanas polarizadas para ventilar el humo del cigarro que exhaló.
Ajustó su corbata y sin perderla de vista cuando salió con varias bolsas y marcó al único de sus contactos registrado.
—Soy yo.
—Supongo que tienes algo de interés que contarme, de otra forma es inaceptable que te atrevas a molestarme. Haakon.
—De ningún modo lo haría. He confirmado que la humana que frecuenta su enemiga no es una amenaza como tal, sin embargo...
—¿Sin embargó... qué? Habla ahora o te haré callar para siempre.
—Ha entrado en contacto con un portador. Tal vez sea una coincidencia pero me mantendré cerca mientras investigo más acerca de su identidad de civil.
—Hazlo lo que consideres necesario. Si quieres recuperar tu puesto en la corte más te vale demostrar tu valía.
—Tiene mi palabra, mi señorita. No cometeré error alguno.
—Qué curioso. Me juraste lo mismo hace años y ni siquiera pudiste matarla de niña, es más, la ayudaste a despertar. Ha empezado a manifestarse en sueños, es el comienzo.
Trago saliva por lo juguetón de su gélida voz al otro lado de la línea.
—Es mi culpa haberla defraudado —apretó el volante—. Ciertamente, está vez yo-...
—Ciertamente, si vuelves a fallar no esperes mantener tu cabeza en su sitio. No esperes ningún privilegio de mi parte por tus años de lealtad.
—Puede dormir tranquila. Por lo que he visto no tiene recuerdos de lo sucedido, ni la más remota idea de lo que es en realidad. Solo que hay dos cosas preocupantes hasta ahora; recientemente un anciano se ha acercado a ella. Es muy frecuente para tratarse de una mera coincidencia.
—¿Anciano, dices? El templo de los guardianes aparentemente desapareció de manera misteriosa. Pero en ninguna Era, los portadores de Miraculous emergen solos. Incluso si ella no parece consciente de ese hecho, no bajes la guardia.
—Entendido. Lo segundo es, sobre una mosca que se la ha pasado revoloteando a mi alrededor. Una muy astuta he de admitir.
Por el espejo retrovisor, a no muchos metros, divisó el automóvil que no paraba de seguirlo desde un par de días, como si fuese un juego de atrapadas. Claramente casi veía, la irritante sonrisa de su perseguidor y la que se moría por arrancarle.
—Pido su permiso... para encargarme de las molestias.
Se retiró las gafas, obteniendo una incandescentemente dorada mirada asesina.
—Concedido.
Un poco lento, tal vez, pero como les quedo el ojo con la ultima parte?!
Mas misterios nacen alrededor de Winter y sus allegados, mientras ella, ni en cuenta XD
Ya en los proximos, habra mas de los miraculous y akumas. Y no se enteraron por mi pero... Lila, ya viene, y su batalla contra Winter y Marinette, tambien esta muuuy cerca. Sin mencionar, Elliot y Marshall que tampoco se llevaran muy bien que digamos muahahahaha.
¿Quien quiere deshacerse Winter y se hace llamar su enemigo? ¿Que pasara con Haakon el hombre que vigila a sus pocos amigos y familiares? ¿Y como se encargara de Bernad?
¿Claudine y Adrien? No se, piensenlo.
¿Habra mas momentos de Winter y Felix? ¿Winterlix? ¿FéliWint? Disculpen, es que me emocionó.
Creanme que si me tardo en parte es porque cada nuevo capitulo de la serie animada que sale me pone a pensar como poder encajar a Winter en ellos.
Y para acabar con broche de oro, les mando un abrazo enorme a todos los fans de Miraculous y de este fic!!!!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro