Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Douze

~♪Can't take my eyes off of you♪~

«Pardon the way that I stare
There's nothing else to compare
The sight of you leaves me weak
There are no words left to speak
But if you feel like I feel
Please let me know that it's real

You're just too good to be true
Can't take my eyes off you»

Pov Winter

—¿Por que siempre que nos encontramos corres el riesgo de lastimarte?

—Pregúntale al maldito universo—. Esa voz no es de...—. ¿Luka?

Al apartar la mejilla de su pecho ese fue el rostro que vi. Verlo tan seguido y en estas situaciones... Ya me está dando miedo.

¿Acaso mi mundo será un manga shojo? ¿Y ya me estoy percatando de las incongruencias de este mundo como en la matrix?

—¡Luka!—. Indeciso por el pánico, devoro la mitad y tiro el resto por ahí. 

¡Hey, sino lo quieres dámelo pero no lo tires! El helado es un alimento sagrado.

—¿Jerome?—. ¿Se conocen? Vagamente recordé el día en que fui a ese café, debió ser esa situación. Regreso su atención a mí—. Ese hubiera sido una horrible caída, suerte que los ví de casualidad, ¿No te lastimaste en algún lado o sí?

—Primero suéltame y ya veremos.

Le doy las gracias por haberme evitado otra fractura pero no es conveniente estar así de pegados teniendo los lentes que me marean y un helado que corre peligro de derretirse.

—Perdón. Cuando ves qué alguien cae de esa manera tú cuerpo se mueve por reflejo...—. Me apartó despacio de lo que parecía un abrazo—. ¿Seguros que están bien ambos? Vi que trataste de atraparla. Fue más peligroso que amable de tu parte, pudiste caerte también.

—¡S-si, lo estoy! Perdona, fu-fue mi culpa, yo le preste mis lentes... Debí imaginar que esto podría pasar. Lo-lo siento—. Hablando igualito a Marinette, se disculpó muy apenado.

—Los accidentes pueden suceder, no tienes porque discupaltarte tanto.

—Exacto, si van a buscar culpables, aqui me tienen—. Le devolví sus gafas. Solo a mí se me ocurren tales babosadas que ponen en riesgo mi seguridad—. ¡Ay no!

Lamí las gotas del ya, semi derretido manjar.

—¿Quieres?—. A lo mejor no pero yo cumplo con preguntarle.

—No gracias, puedes comertelo todo.

—¡Si qui-quieres uno aún po-podemos ir! André debe seguir por aquí.

—Pues vamos, yo si quiero otro—. Dije, enseguida de acabarme el que ya tenía.

—¿André? ¿Te refieres a André, el heladero de los enamorados?—. Su cara de confusión era igual o más grande que la mía.

¿Heladero de los enamorados? Debí prestar más atención a su canción.

En simultáneo, paso de Jerome a mí con sus azules ojos.

—¿Ustedes dos son... Pareja?

Otra vez la burra al trigo.

Me dió gracia el rostro de Jerome que perdió el color, y más gracia me iba a dar por decir una de las declaraciones más fuertes de mi joven vida.

—No somos pareja—. El pelinegro suspiró de alivio—. ¡Somos novios de toda la vida!—. Si antes estaba pálido, ahora era color fantasma—. Siento que nos conocemos de toda una vida—. Dramática, pero no mucho, me colgué de su brazo—. Desde el momento que lo vi, supe que estábamos destinados a estar juntos por toda la eternidad—. Es lo que alega Demi una vez—. Ver su hermosa sonrisa todos los días hace que mi corazón salte—. Es lo alega Jeune una vez—. Ya decidí que nos casaremos en Acapulco y la luna de miel será en un crucero—. Es lo que ha dicho Éclair de su boda soñada.

—Es así... Ya veo. No tenía idea...—. Desvió la mirada, como si el simple vernos fuera demasiado. ¿Tan mal nos vemos juntos si hipotéticamente lo fuéramos?

Viendo lo lejos que llegue, revelé que fue una inofensiva broma y que quitarán esas caras del fin del mundo.

—Este de aquí, aparte de que a penas y lo conozco, no es mi tipo. Me desespera la gente que tartamudea—. Deje su brazo.

Solo con Marinette es gracioso porque inventa palabras.

Y sin mencionar que todavía no se ha dado cuenta de que no me llamo como actriz de telenovela mexicana.

—¡A-asi es! ¡No lo somos! ¡So-somos menos que nada! ¡Esmeralda y yo nu-nunca sucederá! ¡¡Te lo juro!!—. Que dramático es.

—Cálmate—. Mi codo chocó contra su brazo—. Está bien que no sea Miss Universo pero lo dices como si fuera la peste.

Luka que regreso a mirarnos de frente, comenzó a reírse de nosostros.

—Si, Jerome. "Esmeralda" puede no ser Miss Universo pero en lo personal creó que es bastante linda—. ¿Te cae?Como se que me parezco a Elliot no lo considero mucho así—. Aunque no sepa caminar con tacones.

—Pues si tú sabes, enséñame—. Más ofendida que sarcástica, me cruce de brazos. Tampoco es necesario que me haga recordar lo que no se de sobra.

—Será en otra ocasión. ¿No sé supone que hoy trabajarian en su proyecto?

Es verdad, sigo perdida.

—A eso iba... Antes de que ese imbécil me botara en la calle—. En voz baja, murmuré lo último para mí en español—. Pero una cosa llevo a la otra y, soy nueva en la ciudad entonces... No sé dónde estoy...

—Debiste decirlo antes, puedo llevarte si quieres—. Desearía no deberle más de lo que ya le debo pero posiblemente mis pies no aguanten a llegar aunque sepa la dirección. contesté que "pues bueno"—. ¿Quieres venir con nosotros Jerome?

—Contigo a dónde sea...—. A alguien le pegó duro el amour—.  ¡Digo no! ¡Con ustedes no! ¡No, bueno, no es que no quiera estar con ustedes, especialmente contigo p-pero yo... Yo...! Voy en la dirección contraría...—. Apunto con el pulgar.

Y en lo que Luka iba por su bici, por el rabillo del ojo observé al chico tímido.

—Eres tan~ obvio—. Sople el mechón que me molestaba.

—¿En qué?—. Y también despistado.

¿Será pariente de Marinette?

—A tí. Jerome. Luka Couffaine. Te. Gusta—. Haber si así se ubica. Y haber sino me equivoco. A lo mejor solo tiembla como gelatina independiente de la persona que tenga enfrente.

—¡¿Que?! N-no es...—. Lista para escuchar cualquier excusa, eleve una ceja—. ¡Cierto!... ¡Es cierto! ¡Es muy cierto!

Se arrodilló, cubriendo lo rojo de su cara. Si que le gusta el drama.

—¡Por lo que más quieras, no se lo digas!—. Apresurado, busco en su pantalón su cartera, la cuál reviso—. Te daré... ¡10, no 30 euros!

¿Cuánto sería eso en pesos mexicanos? Pero más importante.

—Claro... Ustedes los ricos se deleitan haciendo sentir menos y humillando al pobre—. Éclair estaría orgullosa si me viera actuando y engañando. Puede—. ¿Crees que puedes comprarme con un par de pesos como si el pobre... Estuviera bajo los deseos del rico? Como una simple herramienta.

—¡P-por supuesto que no! Yo, yo so-solamente...

Que gratificante es extorsionar y engañar a los ilusos.

—Pero una rebanada de pastel de helado de menta y chocolate si te la ando aceptando—. Con ojos y boca bien abierta se quedó de rodillas como tres segundos antes de pararse y sacudir su pantalón.

—¡¿En serio no le vas a contar?!—. Lleno de ilusión, preguntó.

—No soy una chismosa. Y dado que pagaste mi helado, para regresar el favor, puedo decirle cosas buenas de ti... Si quieres—. Eso entraría en mi lista de buenas acciones que Éclair leé a final de mes—. ¿Quieres?—. Frenético, dijo que sí con la cabeza—. Conste.

Nunca pensé presenciar en la vida real, el género que a Claudine le gusta y del que tanto me presumía, ¿Cómo se llamaba?

¿Boys glove? ¿BTL? ¿Yahoi?... Veta a saber, el chiste es que son dos chicos.

Y uno de esos chicos, regresó y me pasó el casco, seguido de subir a la parte trasera de la bicicleta.

—¿Seguro que no vienes Jerome?—. Dijo, ya en el volante.

—Última oportunidad.

—La verdad creó que sería divertido pero tengo que ir al taller de mi tío a ayudarle con un... Cambio de aceite, ¿O de tornillos? ¿De manecillas?—. Decídete, ¿Es taller mecánico o de relojes—. Nos vemos después en el café, Esmeralda. Adiós Lu-luka.

—Ahi nos vidrios—. El guitarrista pregunto si estaba lista y al contestar de manera afirmativa, piso el pedal.

Por miedo a caerme me aferre más a él y bajo la velocidad, supongo que al notarlo

—Entonces "novios de toda la vida".

—La vida tiene muchos significados—. Creo que es la primera persona que se ríe de mí sarcasmo. Y no sé queja de mi temperatura corporal.

Si que es raro.

—¿Pero no son novios?—. Si no fuera peligroso distraer al conductor, lo hubiera pellizcado.

—¡Pareces mi hermana de veras!

—¿Parezco una chica?

—Pues... Te pintas las uñas mejor que yo, lo cual no tiene relación claro, pero, si son igual de insistentes—. ¿Debería contarle para desahogarme un poco? Él, escucha mi opinión a diferencia de mis irritantes hermanas que hacen de casamenteras—. Verás, ella es del tipo romántico con pensamientos extremistas. Es una fiel creyente, de que todo el mundo debería tener una pareja o a alguien en tú vida para ser feliz. Y del Feng Shui.

—¿Feng Shui, es en serio?—. Hasta que hablo con alguien sensato que no cree en el chi—. Después de visitar nuestra casa—. Barco—. Te debiste dar cuánto de que no creemos en la armonía del hogar.

—Pero trata de hacerle entender que la vibración de un cuenco tibetano con un mineral sobre un trapo dentro, no tiene el poder de limpiar energéticamente los objetos—. Todavía recuerdo el dolor de pisar los cuarzos que dejó regados por el suelo con los pies descalzos—. Se sincero, ¿Piensas que está loca como yo, no es así?

—Se escucha que es, bastante positiva. Y que se preocupa por ti.

—Si, hay que reconocer que sabe defender sus creencias—. En lo que no estuve de acuerdo fue en lo segundo—. Si se preocupara por mi, no me obligaría una ponerme falda.

Es tan malditamente incómoda.

—Yo opinó que te ves bien aunque si, no parece tu estilo—. Pero trata de hacerla entender que el rosa no es mi color—. ¿Cómo paso si puedo preguntar? Debió ser algo serio para que te hayan obligado.

—Me engañaron dos tontos—. Y suena más tonto cuando lo digo en voz alta; hablando de engaños y tratos bajo el agua...—. Pero gracias a Jerome no resultó tan malo—. Hablaré, como si Sabrina hablara sobre Chloé—. Fue muy amable al pagar mi helado. Su lengua tropieza mucho pero es sincero y muy servicial. Un buen chico—. Que me dará pastel gratis—. Atentó, trabajador, que cumple con sus palabra. Y se ve bien con o sin anteojos.

—¿Suena a qué te gusta?

—¿En qué quedamos?

—En que pintó buen mis uñas.

—Aparte. Yo...—. Cerca de decir que prefiero la libertad de la soltería, se me ocurrió otra fuerte declaración para acortar el tiempo—. Luka, la verdad... Es que me enamoré perdidamente de tí desde que chocamos—. Y mi pizza se desperdicio—. ¿Quieres ser mi novio hasta que la muerte nos separe, casarnos en Cancún y pasar nuestra luna de miel en un crucero, y establecernos en un apartamento con vista al mar? Dónde criaremos a nuestros cinco hijos, tu enseñándoles a tocar la guitarra y yo... ¿A disfrutar la comida picante?

Mis cálculos fallaron al creer que iba a reírse como las veces anteriores. En su lugar, freno como un microbusero.

¿Ma habrá excedido?

A Nathaniel nomás le pregunté si quería ser mi novio no le conté la planificación familiar.

—Winter, es... ¿Que tan... Qué tan cierto es lo que acabas de decir?...

—Lo del departamento con vista al mar fue mentira. Mi opción favorita es un Loft.

En esos te queda cerca todo y me gustan los muebles contemporáneos.

—No, no sobre el lugar, sino... Sobre todo lo demás—. Específico, sin darme la cara aún.

—¿Ya no te divierte mi sentido del humor único?—. Pique su hombro—. Está debería ser la parte en que me rechazas y yo te digo que no te asustes por una broma. Eres libre de decidir cuántos hijos vas a tener y si quieres tener.

—¿Quien dice que no me gustaría una vida así?—. Por fin volteó y su cara, traía un sonrisa extrañamente, dulce.

¿Si es dulzura, o en fondo se quiere reír pero no lo admite? Con eso de que no me importan los sentimientos ajenos, como que ya no distingo las emociones de forma precisa.

Espera... ¿Entonces si quiere cinco hijos? Ja, que le pregunté a Elliot como la va con todos nosotros. Después de vernos se le van a quitar las ganas de tener una familia numerosa.

Cómo sea, al reanudar el pedaleo, llegamos en menos de cinco a su... Barco.

Me quite el casco y ahora sí le salió la risa la verme despeinada.

—Solo dame la mano no queremos que esté en riesgo de salir lastimada—. Fácilmente me ofreció su brazo. Molestándome el hecho de que no se queje o mencioné una sola vez que siente frío.

¡Así no es divertido!

Al poner un pie en la cubierta, una alegré voz me saludo al estilo pirata.

—¡Bienveni...! Niña, ¿Que te sucedió? Parece que te cayo un balde de pintura rosa—. Ni me lo diga—. ¿Esos tacones no son muy altos para tí?

—Mi hermana siempre dice: la belleza cuesta. Y duele—. Más o menos le expliqué que me un par de tontos me estafaron—. Y ahora yo lo estoy experimentando en carne propia.

—¡Jajaja, tú hermana no está del todo equivocada! Pero sigo pensando no son adecuados—. Se fijó en mis rodillas. No duelen ahora pero cuando me bañé, no quiero ni imaginarlo—. Espérame aquí, irá por las sandalias que tanto me pedías la otra vez.

Ya debió haber notado mi pobre andar y teme que me caiga.

—¿Que?—. Dije, porque me seguí viendo.

—Le agradas mucho. Dice que le recuerdas a una vieja amiga.

—Debió ser un rayo de sol como yo.

(....)

—¡Hola Winter!—. La alegré voz de Rose me recibió apenas baje—. ¡Que linda ropa! ¡Te ves muy linda vestida así!

—Perece que te cayó un bote de pintura rosa—. Muy de acuerdo con Juleka. Resumí la gran estafa de la que fui víctima.

—Entonces acompañaste a tú hermana en su trabajo hoy y por eso no te presentaste en la escuela—. Abrevió la rubia—. Que bueno, como no contestaste nuestras llamadas asumimos que había pasado algo.

Por pedido del director apague mi cel y luego Éclair se lo llevó.

—Lo olvide en mi mesita de noche.

Eso explica todo.

—¡Bien, pongámonos manos a la obra! ¡No hay que decepcionar Señorita Bustier!

¿Lo ves Éclair? Este, si es un rayo de sol.

Para mí incredulidad, nos coordinamos muy bien en cada parte, avanzando rápido. A un paso de dar finalizado este proyecto, yo me encargaría de la edición. Si que sirvió ir al set, saque buenas ideas de la que me enseñó el equipo creativo.

Solo unos cuantos retoques y...

—¿Refresco?—. Lo acepte y le di un buen sorbo.

—Que dios te lo pague—. Se acomodó a mi derecha. En eso, el fleco dejo de molestarme.

—Es de Juleka, espero que no te importe—. Si lo dice por ponerme este broche sin mi consentimiento, no hay bronca. El cabello suelto no es muy conveniente para mí—. ¿Cómo se te ocurrió lo de la poesía sonora?

—¿Cómo? Pues... Podríamos considerar la poesía sonora como una forma intermedia paralela a la poesía visual, si esta se coloca entre la poesía y las artes visuales. En los poemas fonéticos se desarrollan los elementos básicos de la música: intensidad, sonido, tiempo, color del tono, etc. La poesía fonética no es un híbrido de música y literatura, es ambas cosa a la vez... La neta la neta, es que es lo primero que se me vino a la mente y casualmente todas estuvimos de acuerdo.

En eso mi ringtone hace de las suyas.

—Permíteme tantito.

—Adelante.

Deslice el ícono.

—¿Aló?

—¡¡WINTEEEEEER!!

—...¿Que?

Me mantuve calmada aunque me reventó el tímpano.

—¡Anata ga inakute sabishīdesu!

—Si es albur, tú primero.

(.....)

Pov Omnisciente

Su vista permaneció fijada en la placa del Mercedes Benz cuando esté arrancó minutos después de ser dejado.

La consternación no desapareció aún cuando el automóvil si. Parado como si sus pies se hubieran hundido en cemento que seco, Wayzz floto en su radio de visión por si acaso.

—Maestro, ¿Le ocurre algo?

—Tu también debiste percibirlo Wayzz. Esa joven... No hay duda, debe serlo... Debe ser uno de ellos—. Peino su barba con un gesto reflexivo—. Lo di por imposible muchas veces, hasta hoy.

—Lo hice. No es solo su apariencia, una débil energía provenía de ella pero ciertamente, lo sentí. Una sensación tan familiar como la de hace 10,000 años—. Asomándose a la calle, kwami de la protección regreso con su portador—. ¿Ahora que hacemos maestro? ¿Irá a verla?

Aún dubitativo, Fu, trato de hablar con serenidad.

—Durante mis años de aprendiz, mi fascinación por los textos antigüos solo fue eso, un pasatiempo en el que me sumergí. Uno que alguna vez deseé que fuera real para no tener que ser el Guardián—. Avanzó lento hacía el gramófono que en realidad era la caja que durante décadas protegió—. Quien diría que de todos los guardianes que custodiaron la caja antes...—. De nuevo suspiro con amargura al recordar porque era el único—. Yo tendría la fortuna de vivir para presenciar tal milagro.

Lo dijo, e irónicamente, no sentía que fuera así por todo lo que implicaba su aparición.

—Maestro, aún no es tarde. Podemos evitar el desastre si evitamos que vaya por el camino de la oscuridad—. Al percibir el estado de ánimo de su portador, y conociendo lo que puede pasar en el peor de los casos, habló de forma reconfortante—. Por lo visto ella aún no debe estar consiente de su verdadero ser. Temos tiempo antes de que pueda despertar.

—Quiera o no, esa jovencita acabará relacionandose con los Miraculous y sus portadores. Esa es su incorregible naturaleza—. Accedió a la caja octagonal de madera color café rojiza oscura—. Si los textos escritos por el Primer Guardian son ciertos, no podemos ignorar su existencia después de descubrirla—. Su voz adoptó más seriedad de lo usual—. Tendremos que quitar la leña debajo de la caldera antes de que la mariposa nocturna se precipite al fuego—. Observó el grabado rojo con determinación—. Puede convertirse una gran calamidad si su corazón se vuelve inestable... Sin embargo...

—Mientras haya montes verdes, no hay porqué preocuparse por la leña—. Dijo el Kwami.

—Exacto. No puedo enmendar mis errores del pasado por mas que lo deseé retroceder el tiempo pero al menos, si soy capaz de ayudar a esa jovencita a crecer... No todo habrá sido en vano—. Nostálgico, abrió la caja, contemplando cada joya mágica—. Tal vez con su llegada, el destino quiera decirme una cosa.

—¡Maestro, ¿No estará pensando en...?!

—Me temo que sí. Mi deber como Guardián, me temo... No está muy lejos de terminar—. Y recito, el número telefónico que le fue dado—. Una visita no estaría mal de vez en cuando. Es agradable compartir con los demás lo que sabes.

Al decirlo, la imagen de aquella chica de resaltante cabello floto en su cabeza con una mortal incertidumbre acerca de su futuro. El futuro de ella, y de todos los que le rodean...

El plan de los enamorados quedó al descubierto y así, descubrió de la peor forma que Éclair no es tan despistada como en reiteradas ocasiones se lo ha dicho. Pero si hablamos de enamorados, Winter tuvo suficiente al comprar uno de los helados de André sin conocer el apodo de este e ignorando las señales del helado.

Aunque ha admitido que sus bromas son pesadas, nunca pierda la oportunidad de conseguir mucho, haciendo poco.

Pero otro tema más profundo que una simple tarde de helados ha sido revelado por el Guardián de la caja con una gran preocupación acerca de lo que ocurrirá en el mañana.

¿El maestro Fu pensará en entregarle la caja?

¿Los kwamis conocen a Winter o saben lo que hay debajo de su fría piel?

¿Por qué la temperatura corporal de Winter es tan bajo? ¿Capricho de su adorada escritora o... Algo más?

Coming Soon

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro