¿Por qué me haces ésto a mi? He estado resistiéndome a no pensar a no sentir, No eres nadie para venir a romper la barrera que he creado, no eres nadie para hacerme tambalear a mi, a Jeon Jungkook. No voy a caer, no nuevamente.
Pasaban más de las 11 de la noche y hacía 1 hora que Tae se había ido con aquella chica y no había regresado aún.
Jk tenía en la pequeña mesita dos copas y un vino, una vela encendida casi consumida y un pay de queso que él mismo había horneado. No se había deshecho porque no era frío así que estaba bien.
Pero quien definitivamente no estaba bien era Jk quien estaba acostado en una de las camas con los ojos fijos en el techo, los brazos cruzados bajo su cabeza y nervioso se mordía el interior de la mejilla. Trataba de no pensar en nada. Específicamente trataba de no pensar en Taehyung. Pero Joder, ¡era imposible! ¿Cómo no hacerlo si el castaño invadía cada espacio en su mente?
El nudo en su pecho se hacía cada vez más fuerte y temía que terminase rompiéndose. Sentía que en cualquier momento podría llorar.
Imaginar a Taehyung con aquella chica le hacía mal, demasiado, pero él no quería decirlo en voz alta porque eso sería reconocer que sentía cosas muy fuertes para con Tae y eso no era aceptable, no par él que llevaba años negándose a los sentimientos por temor a salir lastimado.
Y con justa razón, la vida no había sido buena con Jk si no...
"Mirenme ahora, patético y estúpido Jeon Jungkook"
Se dijo mentalmente, hundiéndose en su miseria.
Tan estúpido que creyó que Tae su Tae recordaría la sorpresa, tan estúpido que pensó que se negaría a estar con aquella chica para estar con él, y tan estúpido como para seguir esperando con la esperanza de que entraría por la puerta, eso sí oliendo a fragancia de rosas y no a la fragancia de Menta y madera madera que usaba Jk.
Pero si debía ser honesto con él mismo, sabía que nunca habría tenido una oportunidad con él castaño, él no era Homosexual entonces, ¿que lo hizo pensar que si?
Ah si, los pequeños detalles de parte de Tae, los fugaces besos en la frente o la mejilla o su mano. Los abrazos por las noches y las bellas melodías que le tocaba por las noches en casa. Era un tonto por malinterpretar esos gestos que seguramente eran en modo fraternal.
Se levantó pesadamente para guardar el vino y las copas. El pay se lo comería el sólo. "Ni modo que lo tire" Pensó más triste que molesto. La vela se había agotado por completo. Cuando tuvo el impulso unos golpes en la puerta lo distrajeron de su tarea.
"""
Más allá afuera un agotado y agitado Taehyung caminaba rumbo a su cabaña que compartía con el pelinegro. Debió decirle que se iba a demorar un poco pero pensó que no sería demasiado.
Pensó que seria cosa rápida pero se había tardado más de lo esperado. Pero no importaba ya que había sacrificado ese tiempo en algo muy importante para él.
Llevaba la mano fuertemente cerrada al rededor de algo que protegía como a su vida.
Esa chica había sido un total fastidio para Taehyung y no quiso despegarse de él en ningún momento. ¿Cómo hizo para zafarse de ella? No tenía idea.
Los últimos metros antes de llegar a la cabaña los había hecho más corriendo que andando. Esperaba no llegar tarde o Jk podía creer que no le importaba lo que había preparado para él. Es decir ¿Cómo no le iba a importar? Si Jk significaba para Taehyung más de lo que el chico se imaginaba.
Tocó la puerta y se recostó rendido con los ojos cerrados en la pared mientras esperaba, los pasos del pelinegro se oyeron dentro y el "click" que hizo el picaporte al ser abierto le hizo abrir los ojos y embozar una sonrisa que se borro inmediatamente al ver el semblante decaído de Jk.
—Ah, veniste al fin. —Mascullo más brusco de lo que era su intención.
Taehyung entró en la cabaña iba sudado y sucio. El cabello se le pegaban a la frente por el sudor y Jk bufó algo molesto y celoso imaginando el por qué de su desaliñada apariencia.
—Si lo lamento. –Jadeando se dejó caer en la cama. Se fijó en la mesita de noche, el vino, el pay y luego miró a Jk preocupado. —Me tardé un poco pero estoy aquí, para mi sorpresa. —Añadió con temor.
Jk no respondió, se sentía demasiado molesto mucho más de lo que se imaginó que estaría.
—Sirvete hay pay de queso, lo hice yo. –Jk se quitó el abrigo y comenzó a desatar sus zapatos.
—Jungkook
El pelinegro no respondió ni levantó la mirada.
—Jungkook por favor...
El chico bufó y a regañadientes lo miró —¿Dime?
–Lo lamento de verdad, yo estaba
—Lo sé. —interrumpió Jk. —Se que aquella chica te ofreció una noche... agradable. Dijo
Taehyung abrió los ojos por la sorpresa. No tenía idea de que su amigo supiera lo que esa chica le había ido a decir.
–P-pero Jk ella y yo
—¿y? ¿Follaron duro como ella quería? —De verdad trató, en verdad quiso con todas sus fuerzas no decir eso ni sonar tan dolido pero no resistió.
—¡Kookie! —Taehyung pocas veces lo llamaba así, por eso levantó la vista para mirarlo. Suspiró profundamente tratando de calmar su alocado mar interior.
—No pasa nada tranquilo podemos hacer esto otro día.
No, Jk no quería escucharlo y no lo haría así que se levantó y tomó con su mano libre el rostro de Jk par que lo mirase mientras con la otra le colocaba una hermosa orquídea color rojo intenso que olía a... Olía a la colonia de Tae.
Jk formó un "O" con su boca ante aquella maravillosa flor que Tae traía consigo y sus ojos parecieron iluminarse como las estrellas en la noche oscura.
—¿Cómo?
—Shhh, es para ti
—¿Estuviste haciendo eso todo este tiempo? —Preguntó tomándola entre sus manos.
Taehyung asintió. Jk no tenía idea de todo lo que había pasado para conseguirla, comenzando por la odisea de poder quitarse a la chica de encima y no de manera literal.
—No se cómo lo sabes pero efectivamente ella me pidió que tuviéramos sexo, a lo que me negué. —Habló Tae sentándose en la cama.
—¿Por qué? ¿Por qué lo harías?
Taehyung se encogió de hombros. —Tenía algo más importante que hacer. —Respondió
Jk sonrió bobo dándose con un bate imaginario en la cabeza. Se había estado torturando todo este tiempo imaginando a Tae en el papel de Christian Grey con aquella chica, cuando lo que Tae estaba haciendo era cumpliendo el capricho del pelinegro.
—Gracias Tae. Sonrió alegremente mirando la bella orquídea. —¿Cómo supiste que esa era?
—Bueno, por alguna razón me sentí extraño cuando la olí. Tae no se atrevió a decirle que cuando la olió sintió el aroma de Jk.
Éste se acercó y abrazó tiernamente a Taehyung.
—Bueno, creí que encajaría perfecto con eso. —Señaló la mesita con las cosas.
Jk se apresuró a tomar el vino y vertir un poco en cada copa. Luego partió dos trozos de pay.
—Siento lo de la vela.
Taehyung tomó los restos de la vela y los tiró a la basura. —No importa podemos arreglar eso.
Tomó su celular y lo encendió en la lámpara y luego apagó la luz. La habitación se iluminó con el Led del celular.
Fue un momento perfecto, los dos riendo y Jk admirando la belleza que tenía enfrente.
No, la flor no. Kim Taehyung.
Esa noche durmieron abrazados como solían hacerlo. Pero esta vez algo había de distinto.
Se sentía mejor que otras veces.
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