Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Nike casado, Puma acorralado

Y llegó, el gran día en el que mi hermano se comprometería con la mujer que amaba.

Desperté por el beso de mi madre en mi frente.

—Despierta mi amor —dijo mamá.

Le miré sonriendo, Charms seguía dormido a mi lado sin soltarme.

—Tenía miedo el bebé —expliqué ante su mirada confundida.

Mamá asintió para quitármelo y cargarlo, aún medio adormilado la miró para recargarse y seguir durmiendo.

Me levanté para ver la cama de Bal vacía.

—¿Y mi nene? —pregunté.

—Aquí —sonrió— fui con los caballos.

Mi nene se acostó en la cama para abrazarme.

—Vamos tenemos una boda —dijo besando mi mejilla.

—Aún no es la mía puedo esperar —sonreí tapándome.

—Arriba Winter —ordenó mamá llevándose a Charms en brazos.

Me giré para ver a Bal.

—¿Ya te bañaste? —pregunté mirando sus ojitos preciosos.

—Nop —dijo riendo.

—¿Y no quieres? —guiñe astuto.

Bal sonrió divertido para asentir, nos metimos a la ducha juntos, rogando porque no abrieran la puerta.

La regadera tenía barandales para poderme sostenerme, sin embargo prefería sostener a mi hombre.

Nunca me había sentido tan a gusto con alguien que me miraba desnudo.

Mire aquellas cicatrices suyas que me había contado con orgullo.

—Son mis heridas de guerra... algunas de ese día y otras de veces anteriores —confirmó mi sospecha.

Tome su mano para ponerla en mi pecho.

—Mis costillas se rompieron y una de ellas rasgó mi corazón —conté.

La lleve a mi clavícula donde tenía una cicatriz de un par de centímetros.

—Es donde iba mi linea para las quimios —mencione.

Terminé llevando su mano hasta mi cadera.

—Esta la conoces bien —me reí.

—No tienes una ya sabes dónde —guiño pícaro.

—No la necesitas —dije bajando su mano hasta ahí.

Mi nene sonrió cuando la puerta se abrió.

—Winter ¡Oh Dios! —exclamó mamá saliendo de inmediato.

—¡Mamá! —grité, solo esto me podía pasar a mi.

—Venía a ver si necesitabas ayuda, ya veo que no —murmuro tras la puerta— bien solo no tarden y limpien bien al acabar.

—¡Mamá! —regañe molesto.

—Está bien ya me voy —dijo riendo.

Escuchamos la puerta de la habitación cerrarse, Balder y yo nos miramos para terminar riendo.

—Anda antes de que entré tu hermano —negó divertido.

Nos terminamos de bañar para salir y empezar a cambiarnos.

Charms entró con su traje blanco, su cabello hecho un desastre y sus ojitos castaños brillantes.

—Seré el más guapo de la boda —anuncio feliz.

—Oh claro que si —lo abracé feliz.

Mi papá entró unos segundos después con el cepillo y gel en mano.

—Charms aún necesito peinarte —insistió.

—¡Nunca! —exclamó usándome de escudo.

—Déjalo, así se ve bien —apoye a mi hermanito.

—A ti también te voy a peinar —sentenció con el cepillo.

—Ah Bal ayuda —pedí nervioso de su cepillo

—Voy, estoy en problemas aquí —dijo viendo el lazo de la corbata.

Le miré, ni yo sabía como había podido amarrar su mano con la corbata.

Mi papá sonrió para mirarle y negar divertido.

—Ven Bal te ayudo —se ofreció.

El nene se levantó para darle su mano envuelta, después de batallar con el nudo por fin lograron sacar su mano, papá terminó haciéndole el nudo de la corbata correctamente.

—También a ti te voy a peinar —dijo revolviendo su cabello ligeramente.

Una pequeña sonrisa se hizo en el rostro de Bal.

—Vamos Bal aún queda pizza —dijo mi hermano jalándolo del brazo para escapar.

—Charms aún no te peino... —muy tarde ya se había ido— ni modo empiezo contigo.

—Te aprovechas porque no puedo correr —me quejé.

—Así es, ahora quédate quieto —sonrió.

Mi papá termino por peinarme y arreglarme la corbata para no terminar como Bal.

Después de mil vueltas arriba y abajo fui a ver a mi hermano quien aún se estaba arreglando.

—Estoy a nada de ser mamá y chillar a mares —asegure viéndole.

—Ah ya lo harás —sonrió, era verdad.

Entré para darle un abrazo fugaz pues tenía que salir a tomar mi lugar.

—Estoy muy feliz por ti —aseguré.

—Gracias hermanito —besó mi frente.

—Estaré a tu lado dándote ánimos —le recordé.

—Confió en eso —asintió abrazándome para besar mi frente.

Salí de la habitación para ir afuera, era hora de estar en mi silla, Charms y Suns la habían decorado para que no la odiara... no resultó.

—Listo nene —sonreí.

—Tenemos una boda a la que asistir —asintió feliz.

Salimos, la gente estaba empezando a llegar entre ellos gente conocida.

—Pero que veo, una preciosura —salude a Raven quien llevaba un hermoso vestido lila que resultaba su tono de piel, una diosa.

—Oh gracias Wint —intervino Lu sonriendo.

—Me lo decía a mi —gruño Raven.

—Lo que digas mi amor —le giño riendo.

Raven se acercó para besar mi mejilla.

—Señor Balder, se ve usted muy guapo —alago besando de igual manera su mejilla.

Mi nene como siempre poniéndose rojito.

—Será mejor que vayan a sus lugares ya casi empieza —informe nervioso.

—Así tu hermano no se escapa —bromeó Santi.

—No, mi tía tiene las salidas vigiladas —expliqué, sus chicos estaban en las entradas.

Me llevaron hasta mi lugar pues la silla se llegó atorar un par de veces.

—Todo listo —sonrió Lu— ah como amo las bodas.

Negué divertido, Bal me dio un último beso antes de irse.

—Vamos patito tenemos que hablar —dijo Santi llevándoselo.

Empezaba a ponerme nervioso con esos dos.

Espere en mi lugar hasta que me acompaño a mi lado Charms que se había colado.

—Wint —me llamó.

—Si Charms —contesté.

—Lamentó ser un idiota a veces —mencionó.

—Tranquilo Charms —sonreí viendo al bebé.

—Sabes que estoy creciendo y se pondra peor —me recordó serio.

—No, tu serás mi bebé siempre —lo abracé con fuerza.

—Ya, peor cuando tengas hijos ya no —murmuro triste— el pequeño pikachu será tu bebé.

—Charms en primera mi hijo no se llamará Pikachu y segundo tu siempre será mi bebé —asegure besando sus mejillas— además falta mucho para eso.

Charms sonrió para verme y besar mi mejilla.

—Serás un buen padre Wint, pero mejor vas aprendiendo español criar a un latino te costará —sonrió malicioso.

—Balder no es latino —le recordé.

—Lo sé —giño, tenía que evitar que se siguiera juntando con Santiago, no sabía qué ideas le metía.

Iba a decir algo cuando sentí dos manos a mis lados.

—Ustedes no van aquí —mire a los dos.

—Ahora si —sonrió Bal— Charms nos haces los honores.

El pequeño asintió para pararse tras de mi.

—¡Mueve tu culo Winter! —exclamó.

Me levanté como ordenó, ambos me sostuvieron cada uno de un lado.

—¿Qué hacen? —pregunté.

—Querías estar de pie el día de la boda y eso harás —explicó Santi— seremos tú apoyo.

Les mire inseguro, no podía pararme por mas de cinco minutos pero ellos me sostenían dejando recargar mi peso en ellos.

—Gracias —susurre, una lágrima salió de mis ojitos.

Santiago la limpio para verme serio.

—Guarda eso para al rato chillon —mencionó.

—Esperen pero mi hermano está de acuerdo con que estén aquí —mencioné nervioso.

—Nos dijo que si y nos abrazó por hacerlo —contó Bal.

—A patito lo besó en la mejilla —se burló.

Bal solo negó divertido, la canción de bodas empezó tocada por la banda de la escuela y es que todos amábamos a Trish, siempre había sido muy dulce con todos.

Mi hermano entró con mi madre como es costumbre, lo llevaba del brazo sujetándolo con fuerza, aferrándose a él pues aún era su Niño.

Mi mamá me miró de pie, me mando un beso para sentarse en la primera fila.

Suns estaba en frente pues era algo así como una Dama de honor con su vestido azul claro.

La música volvió a sonar para la entrada de Trish y ahí estaba, una mujer en todo el sentido de la palabra, aquel vestido de bodas beige era hermoso.

Trish entró con una gran sonrisa en su rostro, acompañada de su hijo quien la entregó para ponerse a nuestro lado como iba a ser.

El juez comenzó con la ceremonia, una ceremonia muy linda, hubo palabras, se firmaron papeles e incluso "si alguien se opone a este matrimonio que hable ahora o callé para siempre" necesitaba escucharlo, moría por escuchar esa icónica frase.

Charms fue el niño de los anillos y se veía tan mono llevándolos, los entregó para regresar a nosotros.

No hubiera soportado parado de no ser por ellos, Santi cargaba la mayor parte de mi peso... al fin servía de algo sus músculos.

—Nike Jones —llamó el juez pronunciando mal su nombre, ya estaba acostumbrado— Aceptas a Trishna Jessup para amar y respetar, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe.

—Acepto —dijo mi hermano feliz.

—Y tu Trishna Jessup aceptas al joven Jones para amar y respetar, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe.

—Yo...

Trish miró a su al rededor para recaer en mi hermano, suspiró para verle con suma tristeza.

—Lo siento Nike no puedo —confesó.

El silencio arrollador se hizo, ese que se había roto con el corazón de mi hermano.

—Trish... yo te amo —le recordó suplicando.

—Y yo a ti Nike, te amo tanto que no puedo hacerte esto —prosiguió— eres un niño aún, tienes toda una vida por delante, te doblo la edad y estando conmigo nunca podrás vivir tu vida, mereces ser padre y mereces tener hijos, envejecer con la persona que amas no crecer y tener que cuidar a la persona que amas.

Trish se acercó para besar los labios de mi hermano por una última vez.

—Te amo Nike y siempre lo haré —se despidió.

Trish dio vuelta para caminar y ver a su hijo.

—Lo siento —susurró Jason para irse con su madre y salir de ahí.

Fue un largo e incómodo momento, pero a mi me dolió... dolía tanto que le hubieran destrozado el corazón a mi hermano, que rompieran mi ilusión de que el amor rompe barreras.

Nike solo negó para limpiar la lágrima que había rodado por su mejilla dio vuelta para irse.

Charms se giró para aferrarse a lo primero que encontró que fue a Bal, porque como a nosotros nos dolía, a él mas pues aún estaba aprendiendo a controlar sus sentimientos... nos dolía ver a mi hermano así.

—Llévame con él —pedí a Santi.

El moreno asintió para llevarme, había dejado a Bal consolando a mi hermanito.

Santi me cargo hasta adentro donde ya estaban mis padres tras la puerta tratando de hablar.

—Nike mi amor abre la puerta por favor —pidió mamá llorando.

No hubo respuesta, papá trato también pero nada, estaba más molesto que nada.

—Me dejan hablar con él —pedí.

Mamá me miró para besar mi frente y salir con papá.

—Me abres por favor —dije frente a la puerta.

No me contestó claro está pero sabía que la llave estaba sobre la puerta, la tome para abrir la puerta y entrar.

Mi hermano ni se inmutó solo estaba ahí sentado en el borde de la cama, a tropezones llegue hasta él pues si bien ni siquiera traía mi bastón.

Me senté a su lado sin decir nada, tome su mano para estar a su lado, un par de minutos en silencio y mi hermano empezó a llorar.

—Tranquilo —dije acercándolo a mi para abrazarlo.

Mi hermano lloró por un rato sobre mi hombro, me desgarraba verlo así, mientras acariciaba su cabello y trataba de calmarle se empezó a reír.

—¿Te estás riendo? —pregunté confundido.

Mi hermano se levantó de mi hombro para verme, efectivamente se estaba riendo.

—Me dejaron plantado en el altar —dijo riendo.

Miré a mi hermano más confundido así que hice lo único razonable, lo abracé.

—Ya pasó, todo estará bien —mencioné.

—Wint suéltame —ordenó riendo.

Lo solté para verle, mi hermano estaba más tranquilo, el chico se limpió las lágrimas riendo.

—Me estás dando miedo, podemos volver a cuando estabas llorando y todo era normal —pedí.

Mi hermano suspiró para verme.

—Tengo veinte años y me acaban de dejar en el altar —aseguró.

—Lo sé, ella se perdió a este gran hombre —murmuré.

—Wint aún no soy un hombre, yo la amo eso no lo voy a negar pero casarme ahora hubiera sido un error —rectificó— y ella lo sabía, por eso lo hizo, lo hizo porque me ama de verdad.

—Y porque Justo en la boda y no antes —gruñi molesto.

—Creo que apenas se dio cuenta, como yo hasta ahora —mencionó para atraerme a él permitiéndole abrazar.

—¿Entonces estas bien? —pregunté triste.

—Lo estaré Wint, lo estaré —aseguró.

—¿Qué quieres hacer ahora? —le preguntó mamá desde la puerta junto con Papá y Suns.

—Quiero comer ese pastel por el que nos peleamos y que ustedes disfruten la boda por la que pagamos —mencionó seguro.

—Nike lo que se gastó ya no importa —lo calmó papá.

—Si importa —aseguró— y eso quiero que hagan, anda ve con tus amigos —dijo mi hermano mi hermano mirándome.

—No, me quedo aquí contigo —lo abracé más.

—Por favor ve si —pidió— come pastel, baila un poco yo que se solo ve.

Mi hermano besó mi frente para correrme, mamá me ayudó a llegar a mi silla, en la puerta me esperaba Santi.

Vaya mierda de día en el que el amor no triunfó.

Y así fue como Nike bebé se quedó sin esposa 😢 así es la vida.

¿Creen que fue una buena decisión?

Esas mamás que no tocan la puerta 😝

Charms bebé desmotándonos que es un bebé ¿Qué tal?

Y al final Wint pudo estar de pie en la boda de su hermano.

Nos vemos la siguiente semana 🥰

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro