Tres días me habían sido suficientes en el hospital, era hora de volver a mi casita.

Mamá me ayudo a vestir abrigándome de más como siempre, Santiago estaba aquí pues no tenía escuela a la que ir.

—Déjate el gorro Winter —regaño mamá.

—Me da calor —chille.

Mire a Santi quien temblaba apesar de sus tres chámaras, gorrito y bufanda.

—Todo bien pila de ropa —me burlé— no tienes ganas de volver a tu clima calientito.

—Soporte esto un chingo de años, no te daré gusto de irme ahora —gruñó temblando.

Negué divertido, mi doc llegó para verme divertido.

—Lo entiendo de Santi pero tú —dijo riendo.

—Hace frío afuera —aseguró mamá.

La vimos evitando reír.

—Cuando tengan a sus hijos me reprochan mientras tanto yo me preocupo de mi niño —se defendió.

El doc negó para acercarse y verme bien.

—Sabes las reglas verdad —me recordó.

—Usar la silla lo menos posible y la andadera por los próximos meses, caminar pero no pasar todo el tiempo parado, descansar y usar a mis hermanos de esclavos —sonreí.

—Ese es mi campeón —dijo el doc besando mi frente— venga hora de irse.

Asentí, di un par de pasos pero me cansé así que me terminaron sentando en la silla, con ayuda de Sant me subí al coche para ir a mi casita, al llegar solo quería tirarme en mi cama y abrazar a mi pato.

—Dormirás en la sala Wint —anunció mi madre.

—Pero mi cama me espera —chille molesto.

—No quiero que estés subiendo y bajando escaleras de acuerdo —aseguró— ya pasamos tu cama a la sala y papá te está arreglando la rampa de las escaleras para cuando estés mejor.

—¿Y lo dejaste? —pregunté arqueando la ceja inseguro.

Amaba a mi papá... pero lo suyo no eran los trabajos manuales.

—Tu tía le vino ayudar —me calmó.

Asentí, cuando por fin llegamos entre a casa feliz de volver.

—¡Santi! —exclamó Charms aventándose al moreno para saludarlo.

—Si yo también te extrañé Charms —dije celoso.

—A ti te veo todos los días a Santi lo dejé de ver por casi un año, sabes lo que es eso —gruñó.

—Trescientos sesenta y cinco días —contesté aún molesto.

—Muchos días —murmuró abrazándole.

—Me alegra que alguien si me quiera en esta casa —se burló abrazando al pequeño.

Mire a Charms molesto pero el chico solo sonreía feliz, llegué hasta la cama que estaba a mitad de la sala.

—Por fin llegas —sonrió mi hermano.

—Hasta que te dignas a verme —le reproche.

Nike se acercó para abrazarme y besar mi frente.

—Perdón hermanito —me miró triste— sabes...

—Odias los hospitales lo se —sonreí— te perdono si me haces esos deliciosos panques de desayuno —chantaje.

Mi hermano sonrió para asentir y levantarse a prepararme los.

—¿Qué dices Charms maratón de Bob? —preguntó Santi.

—Mejor aún iré por la película —aseguró saliendo corriendo.

—No tienes casa...

—No soy tu invitado soy invitado de tu hermano —sonrío victorioso.

—Invitado por un niño de diez, no lo sé pero no suena muy bien que digamos —le mire.

El moreno me miró altanero como siempre.

—Celoso de que me quiera más a mi —soltó seguro.

—Él no...

Mi hermano bajó con la película en mano y una manta para él y Santi, el chico solo se burló con la mirada.

—Me caes mal —gruñi.

—Lo se —guiño.

Después de los deliciosos panques de mi hermano y un para de sus mimos me quedé dormido, sentí una ligera presión en mi mejilla.

—Lo prefiero en mis labios —murmure.

—Está bien pero luego no digas que soy yo —sentí el beso fugaz de Lu.

Abrí los ojos para verle molesto.

—No me beses —regañe.

—Ma si o no él me dijo que lo hiciera —señaló sentado a mi lado.

—Es verdad Wint —lo apoyó.

—¡Mamá! —exclamé molesto.

Mi mamá soltó una pequeña risa desde el comedor, estaba viendo detalles de la boda.

—¿Dónde está mi nene? —pregunté pues me había dicho que Lu lo traería.

—Aquí —dijo llegando cansado— me dejo una cuadra atrás —suspiró cansado.

Mire molesto a Lu.

—Me ofendió —gruñó cruzándose de brazos— pero claro solo lo defiendes a él.

—Es mi novio —le recordé.

—Nuestro —guiñó.

Balder llegó para quitarlo de mi lado, el chico se acercó para besar mis labios recostándose a mi lado para recuperar el aire.

—¿Qué le dijiste? —pregunté intrigado.

—Que no podía comerse las donas que traje para ti —dijo abrazándome.

—Yo le dije "Winter es el mejor, Winter me dará" —recriminó Lu aún en el suelo— y me dijo "espera a que lleguemos"

—Entonces me bajo del auto —suspiró— ya vas a volver, me está matando.

Abracé a mi nene quien sonrió feliz.

—Ya cállense —gruño Santi que estaba durmiendo en el sillón.

Lu se levantó del suelo para acostarse sobre el.

—Quítate imbecil —se quejó.

—Te extrañe —sonrió feliz

Santi dio vuelta para caer sobre él, el chico aprovechó para besarle.

—¡No, deja de besar a todos! —regaño.

—Ma —se quejó Lu.

—Mi amor Santi tiene razón —aseguró.

Lu hizo puchero cual Niño pequeño, Santi negó para levantarse y ayudarlo, nos miró para cruzarse de brazos.

—Algún problema —le dijo Bal.

—No —contestó serio.

Bal se acercó para besar mis labios, le seguí feliz pues había extrañado sus labios.

Santiago bufo para girarse tomando sus llaves.

—Ya te vas —mire.

—Voy por comida —señaló.

—Me traes un burrito —pedí.

Asintió cansado dando golpesitos en el hombro de Lu para que lo acompañara.

—Quieres uno —mire a Bal, el chico asintió.

—No —dijo Santiago ya en la puerta.

—Sant —regañó mamá.

—Si Ma —aceptó Santi para irse con Lu.

Mamá se acercó para darme una de las medicinas.

—Tenía cuatro hijos y ahora siete —se burló.

—Aún soy tu favorito verdad —mire a mi mamá haciendo puchero.

—No ese es Bal, no me hace molestar y es un encanto —sonrió presionando su mejilla.

Le mire molesto, él soltó una pequeña risa para besar mi frente.

—Me lo cuidas en lo que tomo una ducha —pidió mamá.

—Siempre —dijo besando mi mejilla.

Mamá le sonrió.

—No te dejes intimidar por Sant, puede ser malo a veces pero es buen chico —le aseguro.

—Solo lo crees tú —dije poniendo los ojos en blanco.

Mi mamá presiono mi mejilla para irse y dejarnos, Bal se acomodo a mi lado con cuidado de no lastimarme, era tan pequeñito que me daba ternura.

—¿Cómo te fue nene? —le pregunté.

—Te extraño —dijo cansado.

—Yo también —asegure jugando con su cabello.

—Te tengo una sorpresa, no es mucho pero espero te guste —dijo levantándose para sacar su tableta.

—Lo que me des estoy seguro que me gustará —le sonreí.

El chico prendió su tablet para mostrarme nuestro proyecto.

—¿Tarea? —pregunté inseguro.

—Solo velo —sonrió.

Le di play, llevábamos cuarenta segundos cuñando mi sorpresa salió.

—Tu, tu, tu, tu —señale dando golpecitos en su pecho —eres increíble.

Puso mi precioso pato en la animación.

Abracé mi pato imaginario para después verle y abrazar a mi pato real.

—Me romperé más seguido la cadera —dije emocionado.

—No me vuelvas hacer eso —señaló triste.

Bese su mejilla para calmarle.

Me levanté para caminar hasta la mesa con ayuda de la andadera y Bal detrás.

—Venga ayúdame acá adelante —pedí.

—Pero me gusta más tu parte trasera —dijo pícaro.

—Balder contrólate —sonreí poniéndome rojo.

Mi chiquito me ayudo a sentar, me sirvió agua y ayudo a poner las compresas calientes.

Se sentó frente a mi para verme.

—¿Qué? —pregunté.

—Nada solo... me encantas —aseguró.

Me puse mas rojo, el chico divertido se acercó para besar mi mejilla, lo atraje a mi para abrazarlo.

—Sabes no vine buscando el amor, pero te encontré —susurro— yo, te amo Winter.

Levanté la mirada para verle, podía ver en sus preciosos ojos azul verdoso que lo decía de verdad.

—Yo también Balder, te amo —le correspondí.

—Yo también los amo chicos —dijo Lu interrumpiendo el momento.

Los mire, Louis estaba sonriendo pero Santi... no podía descifrar su mirada.

Los chicos sacaron la comida mexicana de la bolsa, Santiago me preparo mi burrito como me gustaba.

Mientras Lu le ponía picante a todo, incluyendo el burrito de Bal, dándoselo sin decirle, el chico lo comió como si nada.

—¿No te pico? —preguntó asombrado.

—No, soy de Texas, mis amigos la mayoría eran latinos así que estoy acostumbrado al picante —explicó.

Lu sonrió satisfecho pero para Sant era otro golpe, su ego no lo resistía.

—Texas —dijo intrigado.

Balder asintió para verle, unos segundos intensos.

—Ya bésense —bromeó Lu.

Los tres le miramos molestos.

—Necesito amigos más divertidos —gruño.

—Necesitas una pareja —mencione.

—Soy un alma libre Inviernito —me recordó dando una mordida a su taco.

Seguimos comiendo, aún sentía esa tensión entre nosotros.

—Así que estudias Cine —mencionó Sant.

Mi nene asintió, no se iba a dejar intimidar.

—¿Tu igual no? —preguntó mirándolo.

Santiago asintió.

—Lo hacía hasta que se vino y lo dejo —contó Lu dando otra mordida a su taco.

—Seguro que lo retomas el próximo año —sonrió amable mi chico ganándose un beso de mi parte.

—Lo dudo, nadie deja el internado con GT y regresa esperando ser aceptado —mencionó.

Entonces si el chico se sintió intimidado.

—¿Quién es GT? —pregunté.

Los tres me miraron como si hubiera dicho la peor pendejada del mundo.

—¿Qué? —exclamé confundido.

Mi nene me besó pero claro nadie me dijo nada.

Después de terminar de comer volví a la cama pues estaba cansado, Bal se acostó a mi lado otro rato hasta que llegó el momento de irse.

—No te vayas —dije abrazándole.

—Tengo trabajo Wint —mencionó besando mi mejilla aún entre mis brazos.

Nos quedamos un momento así.

—Se te hará tarde no —agregó Santi— tienes trabajo —guiño.

Balder besó mis labios, no quería pero tenía que dejarlo ir para que no lo despidieran.

—Te amo —le recordé.

—Yo más —dijo robando me otro beso fugaz.

El chico se fue en taxi pues traía muchas cosas, Lu y Santi se fueron un rato después cuando me quedé dormido.

Me desperté por el dolor, un liguero quejido y él ya estaba ahí.

—¿Estas bien Wint? —me preguntó Nike.

—Me duele —susurré— y tengo frío.

Mi hermano se levantó del sillón donde dormía para darme la pastilla de dolor y taparme con otra cobija.

—Te acuestas conmigo— pedí.

Mi hermano suspiró divertido.

—De acuerdo bebé —sonrió.

—Cállate Adidas —gruñi.

El chico se acostó a mi lado, abrazándome para darme algo de calor.

—Perdón —susurré— entiendo si no quieres que sea tu padrino.

—Wint ¿Qué mierda dices? —preguntó.

—No estaré a tu lado así en tu boda —murmuré.

—Eres un tonto —negó— no me importa si estás con silla o andadera, te quiero ahí a mi lado Wint, necesito a mi hermanito ahí.

Asentí para verle.

—¿Estas nervioso? —me atreví a preguntar.

—Al carajo que si —contestó riendo— pero estoy feliz también.

—Me alegro por ti Nike —sonreí.

Mi hermano me miró con sus brillantes ojos azules para besar mi mejilla llenándome de saliva.

—Asqueroso —gruñi.

Mi hermano limpio mi mejilla divertido, volví a mi actividad favorita... dormir.

Capítulo para empezar bien el año 🥰

Díganme, ¿Creen que Santi tiene oscuros planes para quedarse con Winter?

¿Balder se dejará intimidar por Sant?

¿Lu tendrá novi@ y dejará de besar a sus amigos? Obviamente no pero si necesita amor como yo jaja

FELIZ AÑO NUEVO 🙌🏻❤️