Everything is fine
Sentados en aquella banca nos quedamos por un largo rato viendo el paisaje, ademas de una mini escena que le había hecho Jason a su madre.
El chico llegó molesto para vernos.
—¿Todo bien? —pregunté.
—Mi madre se casa con un niño, en que mundo eso está bien —bufo.
—Mi hermano la hace feliz eso es lo importante—señale.
—Tu hermano es un pendejo —atacó.
—Lo es pero eso solo lo puedo decir yo así que ya cálmate y deja de comportarte como un niño —murmuré.
—¿O que? Me vas a venir a pegar con tu bastón, ya no está Santiago para defenderte —gruñó.
—Conmigo basta cabron —dije levantándome dispuesto a golpearle con mi bastón.
El chico se acercó sin miedo, pero ahí estaba él usando la razón para detenernos.
—Tranquilos —dijo poniéndose en medio de los dos.
—Muévete enano —gruñó Jason.
Balder se enojó dándole un buen puñetazo en el hombro.
—Soy bajito no enano —estableció— y de verdad van hacer esto, tu madre se va a casar quieras o no, con tu hermano —me señaló— quieren que sean felices o no.
—Si.
—No.
Dijimos al unísono, claramente no la misma opinión.
—Mejor se arreglan ustedes dos si no quieren que alguien salga lastimado y me refiero a las personas que aman —aseguró.
Miré a Bal, tenía razón no podía hacerle eso a mi hermano.
—Tiene razón —acepté viendo a Jason.
El castaño me miró, aún estaba con los brazos cruzados.
—Ni hablar yo...
—Es tú madre, merece ser feliz —asegure.
El chico bufo para terminar por sentarse en la banca, me senté a su lado dispuesto arreglar lo que se pudiera.
—Yo estaré con los caballos solo no se maten por favor —pidió dejándonos solos.
Nos quedamos un momento en silencio.
—¿Te molesta que tu mamá se case o que se case con mi hermano? —pregunté.
—Ejerciendo la profesión no es así —se burló de mi carrera.
—Jay...
El chico suspiró para quedarse en silencio por un momento.
—Mi padre murió cuando yo era bebé, siempre fuimos mi madre y yo... ella a trabajado mucho por darme un futuro, incluyendo el trabajo en la cafetería un trabajo honesto si, pero que solo me llevo a que se burlaran de mi...
Lo sabía bien, Jason era la segunda víctima favorita de Santiago.
—Nunca me molesto que me llamaran el hijo de la cocinera, lo era y podía aguantar la burla pero cuando pasó lo qué pasó —dijo mirando mi bastón— tu hermano y mi madre empezaron a ser más unidos y fue ahí cuando las burlas se salieron de control...
Nunca pasó por mi cabeza eso.
—Entiendo que tu hermano necesitará un hombro para llorar, pero lo único que gane yo fueron mis últimos años de preparatoria de mierda cortesía de Santiago —gruñó— me convencí de que todo esto se había acabado que la universidad me haría mejor pero ahora mi madre se casa con la razón y tu eres el novio de mi compañero de habitación.
—¿Pero yo que hice? —pregunte aún sin entender.
—Eras novio de Santiago, al no molestarte a ti me molestaba a mi —bufo.
Tenía sentido, sabía que molestaba otros solo no esperaba que fuera Jason.
—Lo siento, pero no puedes culparme de lo errores de alguien más —le recordé.
—Si puedo —aseguró mirándome serio.
—De acuerdo si puedes pero no es correcto, ahora menos que somos familia —dije pasando mi brazo por sus hombros.
Jason solo bufo, no podía entenderlo pero podía decirle la verdad.
—Tal vez mi hermano es un par de años mayor, pero la vida lo ha hecho crecer —asegure— si le das la oportunidad verás que es un gran hombre, cuenta malos chistes pero es inevitable no reírte.
Asintió seguro ya le había contado alguno.
—Cocina bien —susurro.
—Joder si, siempre tendrás buena comida en tu casa —aseguré— es un buen confidente, no da los mejores consejos pero tendrás quien te escuche, tal vez no lo veas como un padre pero tendrás quien te apoye y mejor aun me tendrás como familia.
—Que emoción —señaló riendo.
Me reí a su lado, el chico no era malo simplemente le aterraba el cambio.
—Solo dale una oportunidad —pedí— te prometo que no te arrepentirás.
Jay asintió, había hecho bien mi trabajo.
—Puedes dejar de llamarme sobrino —pidió.
—Oh claro que no sobrino —dije abrazándole.
Él solo puso los ojos en blanco, escuchamos la campana para ir a comer.
Ambos nos levantamos para ir, Bal venía hacia nosotros sonriendo por estar con los caballos.
—Invierno —me llamó— no lo lastimes —pidió.
—Jamás —asegure.
Él asintió para irse dejándome como con Bal.
—¿Arreglado? —preguntó.
—Eso parece —sonreí— lo veremos el día de la boda.
—Es una invitación —dijo no muy convencido.
—Claro serás mi pareja —asegure.
El chico se puso rojito, se veía tan tierno.
—Bueno tu y Lu, empieza a ponerse celoso —conté.
—Lo se —sonrió riendo.
Fuimos a comer terminando casi como el puerquito que nos comimos.
Estaba recostando en las piernas de Bal cuando Jay llegó.
—Mamá me va a dejar en la escuela y quiere saber si necesitas que te llevemos —mencionó el chico.
—Viaje gratis no me negaría —sonrió.
—Bien te veo afuera —murmuró.
El chico se fue dejándonos a solas.
—No te vayas —dije aferrándome a él— si estas no me matara.
—Aunque quisiera quedarme si no me voy ahora no me dejarán entrar a los dormitorios —me recordó.
Mire haciéndole un puchero, el chico solo negó ligeramente para besarme en los labios.
—Te veo el lunes de acuerdo —sonrió.
—Si sigo vivo —murmuré.
Soltó una pequeña risa, esta vez yo fui quien le robó un beso.
Salió antes de que Jason regresara a sacarlo a la fuerza, en la salida se vió abordado por mi tía, una platica rápida que terminó con el chico un tanto nervioso para después irse.
Mi tía entro para sentarse a mi lado.
—Deberías estar afuera —se quejó.
—No hay nada bueno afuera, mi mamá está afuera —murmuré.
—No no lo está —se escuchó la voz detrás de mi.
No había perdido tiempo, en cuanto Bal se fue ella llegó dispuesta atacar.
—No me dejes —pedí.
—Chico que te hace creer que podemos contra ella —dijo huyendo.
Mi mamá se sentó a mi lado para darme una palmada en la cabeza.
—Auch —murmure, aunque no había dolido.
—Estas castigado Winter Jones —soltó.
—Mamá...
—Mamá nada te dije no puedes tomar y que hiciste, fuiste y te emborrachaste, tomas medicamentos Winter...
Mi madre era la persona que mejor me conocía en este mundo, me conocía tanto que sabía cuando le mentía, esta vez un ligero temblor me delató.
—¿Estas tomando tus medicamentos verdad Winter? —preguntó sabiendo la respuesta.
Sonreí mostrándole los dientes lo que solo provocó me diera otro golpe.
—Winter...
—Mamá ya estoy mejor, mi cadera casi no me duele —mentí—y no necesito los antidepresivos —le aseguré.
Ella me miró, sabía que se preocupaba por mi y si no decía algo iba a llorar, mamá es la mujer más fuerte pero eso no evitaba que al sentir que algo iba mal llorara.
—Estoy bien mamá —aseguré tomando su mano— siempre es así, antes tenia a Ty para ayudarme... me llevo mi tiempo pero al fin siento que puedo volver hacer mi vida, tengo a Bal y por loco que suene a Lu y ayer simplemente me la pase genial, fui un adolescente —sonreí.
La lágrima traicionera rodó por su mejilla la cual limpió, me recosté en su hombro para que me abrazara y diera amor, lo cual hizo.
—Sigues castigado —me recordó.
—Lo se —acepte mi destino— creo que ya tengo novio.
—Balder es un buen chico —aseguró.
—No lo es —gruñó Charms— y tus hijos saldrán enanos.
Mire a mamá quien veía a Charms insegura.
—Creo que es hora de que le des la platica —aconseje.
—Iré por tu padre —asintió.
Para mí hermano todas las parejas eran iguales, al parecer en su pequeña mente también tener hijos.
Mis padres le dieron la charla de camino a casa, la cual me toco escuchar.
Llegué a dormir pues por la mañana tenía terapia con Kelly, la rubia era todo un misterio.
"Winter no tan rapido" "Winter no seas flojo más rápido"
En esta ocasión ni ella se entendía.
—¡Winter! —regañó.
—Decídete —chille, al parecer no hacía lo que quería.
Ella suspiró y se calmó.
—Venga solo deja las ligas ahí y te pondré los electrodos —dijo más calmada.
Me tiré en el tapete mientras ella ponía los parches.
—¿Cómo te fue en la terapia? —preguntó— ¿ya aprendiste a nadar?
—Aún no pero aprendí que no me puedo ahogar en el área de niños —sonreí— y creo que ya tengo terapeuta favorito.
—Adivino te toco con Jack —mencionó sonriendo.
—Lo conoces —sonreí pícaro.
—Un poco si —aseguró— no te dejes llevar por su belleza cariño.
—Muy tarde me he enamorado —confesé.
Ella soltó una pequeña risa para negar.
—No creo que sea tu tipo Wint —se adelantó.
—¿Es hetero? —pregunte abrumando.
—Tengo entendido que si —mencionó.
—No importa, los heteros son como los tazos si los volteas te los quedas —sonreí triunfante.
Kelly Iba a a decir algo cuánto un dios entro a la sala.
—Kelly —dijo el susodicho— Hey Wint que bueno verte.
Mire a Kelly para guiñarle discretamente.
—El gusto es mío —sonreí.
El hombre chocó puños conmigo para seguir con Kelly.
—Solo tenían de fresa —dijo dándole un jugo.
—Está bien cariño —lo llamo— ya casi acabo con Wint y nos vamos.
Ellos se dieron un beso, Jack se fue después de revolver mi cabello.
—Que bien te lo tenías guardado —me queje.
—Pues claro crees que lo iba a presentar al mundo, no cariño ese hombre es mío —me aseguro.
—Ya lo veremos —dije entrecerrando los ojos viéndole amenazante.
Ella soltó una pequeña risa, la acompañe pero uno de los toques me dolió haciéndome hacer una pequeña mueca, me había estado doliendo desde ayer.
—Debes de descansar un poco —dijo examinando mi cadera— está un poco inflamado el lado derecho.
—Estoy bien —aseguré.
—No estoy jugando —me recordó.
—Yo tampoco —aseguré.
Ella suspiró ayudándome a parar, me acercó una silla firmando mi sentencia.
—Definitivamente no —mire la silla molesto.
—Tres días —dijo— ni un paso.
—Solo hoy, última oferta —me cruce de brazos.
—Tu mamá ya me dijo del accidente del baño Winter —atacó.
—Todos tenemos accidentes, mi propia existencia lo es —le recordé.
Ella me miró molesta para tomarme de los hombros y sentarme en la silla.
—Se que no quieres la cirugía cariño y empiezo a creer qué tal vez no la necesites pero las cosas están así, tú cadera está inflamada o descansas tres días o en dos semanas estarás entrando al quirófano —me espantó.
Le mire a los ojos, ella nunca me mentía.
—Tres días —establecí.
—Tres días —aseguró.
—Es tu venganza por coquetear con tu novio no es así —gruñi.
—Oh si —sonrió.
Ella me dio su jugo de fresa pues sabía que era mi favorito.
Mi mamá llegó por mi viéndome en la silla.
—Tres días —anuncie.
—Así es, tres días sin caminar compresas calientes y un desinflamatorio —explicó a mamá.
Mi mamá asintió ya era normal.
—Te veo en tres días —dijo Kelly besando mi frente— y que no se te olvide, yo soy tu terapeuta favorita.
Asentí para sonreírle, era lo que más la había hecho enojar.
Al llegar a casa mamá me dió la medicina, me puso las compresas mientras preparaba la cena.
Recibí un video de Lu, ahora entendía por que mi cadera no estaba al cincuenta como de costumbre, al parecer en la peda había hecho un intento de twerk, que vergüenza no me había salido.
Me quedé viendo las historias hasta caer en una... el video lo decía todo era Santiago besándose con otro chico.
Se veía feliz lo cual me hizo feliz, todo estaba bien... excepto mi Twerk eso era pésimo y tenía que arreglarlo de inmediato.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro