Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Y así fue...

Y los días pasaron, pasaron tan lento, tan doloroso, tan solos...

Desde ese día dejé de ir a la escuela, dejé de hacer tantas cosas que me limité a quedarme en mi cama.

El doctor B había venido varías veces pues estaba preocupado, como se esperaba estaba deprimido.

¡Y como no estarlo!, había perdido a mi mejor amigo, estaba discapacitado y con mi suerte volvería a tener cualquier accidente que esperaba me matara de una vez por todas, pero aún más importante había perdido mi primer amor.

Y si tal vez era dramático, una persona no necesita de otra para sentirse completa pero lo hacía, mierda que lo hacía. Santiago Dagda era la pura pieza que me daba sostén, la persona por la que me levantaba en las mañanas y la que me hacía acostarme en las noches con una sonrisa.

Así que al carajo claro que lo necesitaba.

Habían pasado cerca de dos meses y a este punto todo me daba igual.

Inconscientemente había lastimado a mi familia, mi hermano ya le había dicho a mi madre de su prometida y aunque mi madre se había vuelto loca lo aceptó, no había estado para él en ese momento tan importante en su vida.

Mi hermana no pudo mantener más en secreto su embarazo por el prominente vientre que se le había formado, decidió darlo en adopción a una pareja de chicas que llevaban años intentando adoptar, aún no nacía pero ya la habían rodeado de amor, la habían acompañado a su citas e incluso conoció la casa donde viviría su hijo.

Mis padres aceptaron su decisión pero sabía que era difícil para todos, para ella... y aunque le había prometido apoyarla no podía, no podía ni conmigo mismo.

De mi humor no se diga no pasaba de estar enojado o triste, Charms ya no dormía conmigo pues había sido bastante grosero con él y no lo merece.

Y mis padres... a este punto sabía que ya no sabían que hacer conmigo, no había día en que mi mamá no saliera de mi habitación llorando y papá... papá a penas y lograba estar un par de minutos ahí, no soportaba la idea de verme así.

Así que si, todo me dolía... la realidad me dolía.

Más me dolía que no hubiera tenido señales de él, una parte de mi esperaba que si quiera se hubiera preocupado por mi desaparición pero no... no vino, no llamó, ni siquiera un puto mensaje dejo, y aunque sabía que no me lo merecía esperaba que los meses que habíamos estado juntos no le valieran un carajo.

Pero así fue.

El día no ayudaba en nada, hoy se cumplían dos años del accidente... dos putos años.

Como aquel día fatídico hoy estaba nevando, no una tormenta o demasiada nieve como para evitar salir, no, era una suave y delicada nieve, era un día hermoso de aquellos que se toman en postales.

Mi hermana entró a mi habitación con un vestido largo, con una mano en la cintura y otra en su vientre.

—Vamos levántate —ordenó.

—¡Largo! —exclamé.

Ella se acercó y me quito las cobijas de encima.

—Hoy es...

—Sé que día es —le grité— puedes dejarme tranquilo.

—¡No Winter! —respondió molesta— te levantarás de esa jodida cama y dejarás de ser el rey del drama, te vestirás e irás a la ceremonia.

—Oblígame —gruñi desde mi cama que empezaba a congelarse.

—Estoy embarazada pero aún puedo contigo —dijo jalándome del brazo para levantarme.

—Déjame en paz Sunshine —dije tirándome otra vez a la cama— tu no lo entiendes.

Ella suspiró y se sentó en la cama.

—Sabes tal vez yo no se lo que es perder a mi mejor amigo pero si se lo que es perder un hermano.

La miré confundido.

—¿Tienes otro hermano que no conozca? —pregunté irónico.

—Crees que eres al único que le duele la muerte de Ty —confrontó— yo lo vi crecer junto a ti Winter, yo los cuidaba, les preparaba de comer y los cubría en sus crímenes —dijo con la voz temblorosa— era yo quien lo consolaba cuando te sentías mal por el cáncer, fue como mi hermano así como el de Nike y Charms, fue como otro hijo para mamá y papá así que no eres el único que sufre por su muerte.

Nunca lo había pensado así, pero tenía razón... como siempre.

—Tu puedes ir y procesar tu dolor pero yo lo haré aquí —conteste dándome la vuelta para darle la espalda.

Ella me golpeó el hombro con fuerza.

—No puedes hacer esto Winter, las personas pierden personas, se enamoran y terminan con con el corazón roto y no por eso se esconden en sus habitaciones y dejan su vida pasar —me regaño.

—¡¿Qué vida Sunshine?! —le grité.

—La vida Winter, la que estás dejando pasar por quedarte en el pasado —contestó— tuviste otra oportunidad de vivir y en vez de eso estás aquí tirado desgastándola.

—¡Yo quería morir! —confesé— cada minuto que estuve en ese puto autobús sobre los cuerpos de mis amigos quise morir, cuando desperté en el hospital quería morir, cuando me dijeron que Tyler había muerto le deseé, cada minuto que pase en ese hospital lo anhelé, cada cirugía quise morir y no he dejado de quererlo.

Los ojos de mi hermana se llenaron de lágrimas.

—No vuelvas a decir eso —dijo mi madre entrando, nos había estado espiando.

—Me quiero morir —asegure.

Mi madre miró a mi hermana para que saliera y ella hizo caso, mi madre estaba por ponerse difícil.

—Bien —contestó— ¿Dime cómo lo harás?

—Sería fácil si me dejaran morir —contesté.

—De acuerdo Winter la próxima vez que te pase algo te dejaremos morir — dijo, se veía tan segura.

—Lo prometes —pedí.

—Si, para que me molesto cuando tu único deseo es morir, al carajo el tiempo que resistí para que nacieras, tus quimioterapias también, mis desvelos o el tiempo de tu padre matándose para pagar todos tus procedimientos, al carajo el desgaste emocional de tus hermanos y al carajo lo que hizo Tyler para salvarte.

—Mamá...

—No Winter, tu no entiendes el dolor que me causa saber que te quieres morir, para mí lo que más amo en este mundo son ustedes y tú no lo valoras —aclaro con la voz cortada.

—Yo no pedí que me pasara esto...

—Nadie lo pide cariño, pero así es y quieras o no te toco a ti —dijo ella sentándose a mi lado— sé que quieres morir porque en estos momentos lo único que ves en el panorama son cosas malas pero créeme que morir no es la solución.

—¡Y seguir vivo si! —recrimine.

—Si Wint si, pero no te darás cuenta si te la vives aquí encerrado... no lo harás hasta que no termines de cerrar el ciclo, cuando dejes atrás ese dolor.

Suspiré irritado.

—Iremos hoy a la ceremonia, terminarás ese ciclo y si no puedes, si sientes que morir es tu única opción nos vamos de aquí —señaló.

—¿A dónde? —pregunté confundido.

—Otra ciudad, otro país, si es necesario otro continente, un lugar donde todo por lo que has pasado se quede atrás, donde puedas iniciar de nuevo.

—Entonces solo vámonos —dije molesto.

—Podríamos pero te aseguro que si no terminas con esto no podrás iniciar en ningún lado así que ese es el trato —ofreció.

Todo apuntaba para bien, excepto por el hecho de que no podía aceptar otro rechazo de su parte.

—Él estará ahí...

—Es parte de cerrar los ciclos —aseguró.

Era tentadora la oferta así que termine aceptando.

Para eso de las tres salimos de casa, todos de negro y bien abrigados por el frío.

El camino fue eterno, se sentía la presión en el ambiente, nadie hablaba... nadie se atrevía a decir algo.

Llegamos rápido, el lugar ya estaba lleno de personas y mi corazón latía con fuerza.

Mis padres bajaron para asegurarse que el camino fuera seguro, al faltar a tantas citas mis huesos me dolían y el caminar era difícil.

Me quedé en el auto con Charms quien jugaba en su videojuego, era pésimo pero nadie se lo decía.

—Si vas por la derecha es mejor —aconseje.

—¡Sé como jugar idiota! —me gritó enojado.

Sabía de donde venía eso, una noche que trato de escabullirse en mi cama le había gritado "largo de aquí idiota" y estaba seguro que lo había lastimado.

Traté de permanecer serio pero escucharlo de su boca me daba risa.

—Charms —lo llamé.

—Es mi juego tu no puedes meterte —dijo mirándome.

—Escucha Charms...

—Te odio —me gritó.

Sus ojitos se cristalizaron y soltaron una pequeña lágrima que se secó inmediatamente, suspiré agobiado.

—Lo siento tanto —dije mirándole.

El pequeño se lanzó a mí en un abrazo llorando desconsoladamente, lo abracé con fuerza para calmarle.

—No te odio —susurro entre lágrimas.

—Lo se Charms, lo se —dije besando su frente—no mereces un hermano como yo, yo si soy un idiota.

—Solo un poco —contestó con media sonrisa.

Nos quedamos un rato ahí y como el bebé que es se quedó dormido.

Papá lo bajo cargando sin antes ayudarme a bajar.

Todos miraban intrigados, nadie creía que fuera... mucho menos yo.

El panteón era un lugar enorme y en ciertas ocasiones daría miedo pero el día era tan tranquilo que no se sentía.

En un claro se habían colocado sillas que ya estaban siendo ocupadas.

Nos sentamos a uno de los extremos junto con la familia de Ty, sentía todas las miradas en mi.

—¿Me siguen viendo? —pregunté con la mirada baja.

—Alguna vez lo dejan de hacer —cuestionó Nike.

—No —suspiré.

—Él...

—No, aún no está aquí —contestó.

Levante la mirada para ver que el idiota de mi hermano me mentía, el estaba justo enfrente pero del otro lado y no pude evitar sentir algo por él.

Miré a mi hermano molesto, él se limitó a sonreír.

—Es mejor ahora que a media ceremonia —aseguró.

—¿Crees que ya me haya visto? —pregunté inseguro.

—Bueno todos hablan de ti así que posiblemente —explico sabio.

Baje la mirada otra vez pues sentía que no podía soportar verle.

—No lo hagas —me regaño mi hermano— que vea lo que se pierde.

—Yo fui quien lo perdió —contesté mirándole.

—En este momento lo mejor que puedes hacer es levantar la mirada y demostrar que estás bien, eres la persona más fuerte que conozco hermanito no te dejes vencer por un chico bonito con acento sexi.

No pude evitar reírme, apesar de los años aquí Santi aún conservaba cierto acento que me encantaba.

—Extrañaba verte reír —me dijo con una sonrisa nostálgica.

—Lo siento... por no estar contigo cuando anunciaste lo de Trish —me disculpe sincero

—Está bien, aún serás padrino en la boda —contestó mientras pasaba su brazo por mis hombros para abrazarme.

La ceremonia comenzó, varias personas hablaron, en general sobre sus hijos o lo que el accidente le había hecho a esta pequeño pueblito.

La mayoría eran testimonios de como habían superado esto, incluso Santi habló para conmemorar a los gemelos.

Poco a poco la gente se fue, dejando rosas en la larga fila de tumbas de chicos que no pasaban de los diecinueve.

Entonces mi momento llegó, me acerqué a la tumba de Tyler mientras mis padres hablaban con los suyos como en los viejos tiempos.

"Aquí yace Tyler Perry, amado hijo, hermano y amigo 2001 - 2017"

—Hola Ty-Ty —llame como solía hacerlo— yo... lo siento tanto —dije soltando un par de lágrimas— te extraño hermano, como no tienes idea... no sabes como desearía que hubiera sido yo el que murió y no tu...

Respire profundo sintiendo ese nudo en mi garganta.

—Por mucho tiempo te odie por salvarme y no salvarte a ti, por ser el puto héroe que siempre quisiste ser... y lo hiciste, salvaste este saco de huesos que decidiste llamar mejor amigo, me diste otra oportunidad... me diste algo que nunca podré pagarte... tal vez solo lo hiciste por que necesitabas componer el hecho de que casi me matas a los cinco años... solo puedo darte las gracias Ty y esperar a que pronto tal vez te vuelva a ver —confesé.

Al sacarlo sentí como mis pulmones se llenaban de aire, en ese momento sentí una pequeña brisa de calor... una que sentía cuando estaba con él.

En ese momento todo se aclaró pero el otro peso me golpeó al ver a Santiago caminar hacia mí.

PRÓXIMO CAPÍTULO FINAL DE WINTER JONES, LAS SOMBRAS DE INVIERNO.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro