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CAPÍTULO XXX - FINAL PART. II

Bueno este gran final viene dedicado a varias personitas :), BestBamtori12, papafeliz2048, Cristopher_Nicolas y a Conejito_Bin_, muchas gracias por el amor que le han dado a la historia, muchas gracias de verdad, espero les guste este último capitulo :)♡

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—¡Corre, corre, corre!— Yeon Jun silbó —más rápido, ¡más rápido!

Sung Hoon tropezó en la nieve, gruñendo. Dio la vuelta para quedar sobre su espalda —Dios...

—Tienes tres segundos para levantarte o habrás muerto.

Sung Hoon se sentó lentamente, sobando su espalda —he muerto— resopló —morí.

Yeon Jun sacudió la cabeza —demasiado simple, nadie quiere morir así.

Sung Hoon se encorvó para intentar recuperar el aliento —solo un minuto... no he terminado.

—Bueno, ya has muerto así que sí, ya terminaste.

Sung Hoon rió entre dientes —gracias baba— gruñó y trotó hacia un árbol. Dejó el cuchillo de jaspe entre sus dientes mientras escalaba el árbol. Una vez que estuvo en la cima, se puso de cuclillas sobre una rama —¡estoy listo!

Yeon Jun se cruzó de brazos y silbó —¡ve!

Sung Hoon saltó del árbol, cayendo sobre sus manos y pies. Esquivó tres árboles, haciendo un corte en cada uno con su cuchillo. Se deslizó debajo de una rama que también cortó. Tomó un largo respiro y se sujetó a una más alta. Corrió cerca de otras ramas hasta que chocó contra una que lo lanzó al suelo. Soltó un gruñido y se recostó boca abajo —eso dolió...

Yeon Jun caminó hacia él, colocándose de cuclillas —estoy seguro de que si.

Sung Hoon tocó su frente —golpee una rama.

—Golpeas una rama y mueres.

El alfa asintió, dejando que Yeon Jun le ayudará a sentarse.

—Tus ojos son fuertes— murmuró mientras quitaba lodo del rostro de su hijo —úsalos.

Sung Hoon inclinó la cabeza —sí, baba.

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—Dijiste que podía ir al siguiente entrenamiento— Lia miró con los ojos entrecerrados a su padre —¡mentiroso!

Yeon Jun sujetó su nariz y tiró suavemente de ella —no me digas mentiroso— dijo y depositó un beso en la frente de la niña —porque no lo soy. No estabas aquí cuando me fui.

—Pudiste esperarme.

—La próxima vez lo haré.

Lia jaló su propio cabello antes de salir, pisando el suelo con fuerza.

—¿Dónde está tu madre, Huening Kai?

El niño levantó la mirada del libro en su regazo —arriba...

Yeon Jun se acercó a él —¿qué libro es?

—Piece of Mind— respondió y lo alzó para que pudiera verlo —me gusta.

Yeon Jun sonrió, levantando el rostro del niño —muy bien, omega.

—¡Baba!— Sung Hoon corrió escaleras abajo —¡dijiste que Sunoo no llamó!

—Porque no lo hizo.

—¡Lo hizo!— Sung Hoon sacudió su teléfono —¡se molestará porque no respondí!

Yeon Jun miró alrededor —¿Y eso cómo me afecta?

—¡Ugh!— Sung Hoon corrió a su habitación mientras marcaba el número de omega —vamos, vamos.

—Sung Hoon.

—¡Hola! Sunoo... hola— mordió su labio inferior —lo siento... estaba entrenando con mi papá y no vio que llamaste.

—Está bien— Sunoo bostezó —Me quedé dormido.

—¿Cómo estuvo tu siesta? Lo siento si te desperté.

—Está bien Sung Hoon, me encanta hablar contigo.

Sung Hoon se sentó en el suelo —sí, a mí también... me gusta hablar contigo— Apretó los labios en una firme línea —Voy a ir al concejo mañana para que sea certificado en la clase de lobos.

—Eso es increíble— Sunoo sonrió —si eres aceptado nos veremos durante el verano... Oh, por favor, ¡por favor! Inténtalo con todas tus fuerzas, serás el primer mitad-lobo que es aceptado. ¡Por favor, Sung Hoon!

Sung Hoon rió entre dientes —haré lo mejor que pueda.

—¿Sung Hoon?— Soo Bin llamó a su puerta —oh, perdón.

—¿Si, mamá?

—Iba a llevar a tus hermanos a comprar helado— sonrió con amabilidad —¿quieres unirte?

—¿Puedo llevar mi teléfono?

—Sí, pero sin usarlo.

Sung Hoon frunció el ceño —oye Sunoo, voy a salir por un helado. Te llamaré cuando regrese.

Sunoo soltó una risita —Está bien Sung Hoon, te quiero... ¡llámame esta vez!

Sung Hoon se sonrojó, mordisqueando su pulgar —Lo haré, lo prometo.

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—Mamá— Sung Hoon comió una cucharada de helado —¿Cómo sabes que en verdad te gusta alguien?

Soo Bin sonrió con la cuchara en su boca —Bueno...— la sacó lentamente —por lo general te sientes muy feliz cuando hablas con esa persona.... y piensas en ella cuando no está cerca.

—¡Me gusta Eun Bi!— Lia habló con orgullo —Siempre pienso en ella y me siento muy feliz cuando hablamos.

Huening Kai frunció el ceño —Me gusta ami.

Soo Bin rió entre dientes —Está bien... no y no— negó con la cabeza —lo sabes porque te hace sentir bien, seguro y te hace feliz. A veces puedes confundir la amistad con el romance... pero es diferente. En algún momento toma un giro y ahora cada vez que le hablas tienes mariposas y te pones nervioso.

—Hm...— Lia se frotó la barbilla —No me pongo nerviosa con Eun Bi ni siento mariposas... pero a veces, cuando se ve muy bonita, me pongo nerviosa.

Huening Kai miró a Soo Bin otra vez —No estoy nervioso contigo ami, solo cuando estás enojado.

Sung Hoon negó con la cabeza —está bien, creo que los dos están malinterpretando a mamá.

Lia robó parte del helado de su mellizo —Entiendo, te gusta Sunoo.

—¡Qué!

Soo Bin cubrió la boca de Sung Hoon —estamos en público— el omega mayor soltó un suspiro —Lia, eso es grosero.

—¿Por qué? Es cierto.

—Porque tal vez él no es así, tú no eres quien decide cómo se siente tú hermano, solo él puede hacerlo.

—Sí, ami— tomó otra cucharada del helado de Huening Kai y él la apartó.

—No sé si me gusta Sunoo... me gusta Yoon Gi— Sung Hoon sonrió —es tan lindo.

Huening Kai levantó la mano —Me gusta Yoon Gi... me gusta mucho.

—¡A mí también!— Lia concordó, tratando de conseguir más helado —¡Es lindo! lo escogeré para que me guste.

Soo Bin negó con la cabeza cuando la conversación tomó ese giro —Está bien, de vuelta a Sunoo.

—Bueno, Sunoo es especial; es mi mejor amigo pero... es muy lindo, amable, sabe escuchar y es divertido.

Soo Bin sonrió —¿y crees que te gusta?

—No sé... tal vez, si me gusta ¿sería extraño?

—No, claro que no. Tienes la edad suficiente, que alguien te guste es normal.

—Ami— Huening Kai terminó su helado —También me gusta mi maestra... y Chan, y un niño que a veces almuerza conmigo.

—¡Wow!— Lia rió, dándole unas palmaditas en la espalda a Huening Kai —te gusta mucha gente, elige solo a una.

—Hm...— Huening Kai lo pensó —el niño que a veces almuerza conmigo es muy alto...

Sung Hoon rió —¿Y? ¿Es amable?

—No lo sé... no habla.

—Bueno, tienen algo en común.

—¡Lia!— Soo Bin negó con la cabeza —se amable.

—Estoy siendo amable... tienen algo en común.

—Dios.

—Me gusta— Sung Hoon sonrió de lado —Me gusta Sunoo, lo sé.

Soo Bin imitó su sonrisa —¿Se lo dirás?
—No mamá, por supuesto que no— Sung Hoon llevó una mano a su pecho —nunca... si se lo digo se alejaría de mí.

—Oh Dios, no lo hará.

—Podría alejarse si hueles mal o si le enseñas una costra vieja en tu pie— Lia miró a la gente en la mesa cuando todos se quedaron en silencio —Solo estoy dando un ejemplo.

Soo Bin suspiró sonoramente —¿A quién le enseñaste una costra, Lia?

La niña frunció el ceño —a un niño en clase de matemática... corrió muy rápido.

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—A Sung Hoon le gusta Sunoo.... bueno, nosotros ya lo sabíamos pero por fin lo dijo.

—¿Lo dijo?— Yeon Jun sonrió —Sunoo va a volverse loco.

—No, porque Sung Hoon no se lo dirá, cree que si lo hace se alejará de él.

Yeon Jun se encogió de hombros —entonces se llevará el secreto a la tumba.

Soo Bin gateó sobre el cuerpo de Yeon Jun, besando su pecho —Lia cree que le gusta Eun Bi y a Huening Kai le gustan varias personas.

—A Huening Kai no debería gustarle ni una sola persona.

El omega sonrió, acariciando el entrecejo de su esposo —claro que sí.

—No— Yeon Jun acarició la mejilla de Soo Bin —Huening Kai es el niño más bondadoso que he tenido el placer de crear y conocer, no le gustará nadie.

Soo Bin rió entre dientes —¿Entonces lo encerrarás en una caja?

—Si debo hacerlo.

El mitad lobo se inclinó, besando a su alfa suavemente —son niños, déjalos ser. Estoy seguro de que te tuviste algún amor platónico.

—No lo tuve.

—¿Ninguno?

—Ninguno, me enfoqué en la escuela.

Soo Bin apoyó la cabeza en el pecho del alfa —Yo sí... no recuerdo su nombre pero era muy amable conmigo.

Yeon Jun lo giró para dejarlo sobre la cama —No me siento cómodo con esta conversación.

El omega rió mientras Yeon Jun atacaba su cuello con besos —¡Tenía doce años!

—Y ahora eres mío— Yeon Jun gruñó por lo bajo mientras mordisqueaba la piel de Soo Bin —y quienquiera que fuera ese chico amable, no está aquí.

—Oh— Soo Bin suspiró feliz —alfa bobo.

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—Yeon Jun— El hombre encargado de realizar la prueba se inclinó ante su padre.

Sung Hoon había estado muy confundido cada vez que alguien lloraba al ver a su padre o cuando se arrodillaban ante él. Con el tiempo y una larga charla sobre el pasado de su padre, Sung Hoon lo comprendió. Fue mucho para asimilar y no lo entendió completamente hasta que creció. Ahora estaba acostumbrado, tanto que a veces los imitaba.

—Hola Hyun Jin, me alegra verte.

Hyun Jin lo abrazó —un honor verlo, señor— dirigió su atención al niño —y este debe ser Sung Hoon, su hijo.

—Sí, hará la prueba para la clase de lobos.

—He recibido la carta del concejo— sonrió gentilmente —has superado muchos obstáculos para llegar hasta aquí, alfa.

Sung Hoon  asintió —sí señor.

—No dejes que nadie te intimide; lo harás bien— dijo Hyun Jin imitando su acción.

Sung Hoon sintió ganas de aferrarse a la mano de su padre —gracias, señor.

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Sung Hoon se sentía intimidado. Todos eran lobos. Tenían a sus padres con ellos y aunque los adultos no estaban en su forma animal, sabía que todos eran lobos. No se sentía capaz de hacerlo.

—Sung Hoon— Yeon Jun se acercó con una taza de chocolate caliente —aquí tienes.

—Gracias baba— Tragó saliva, con la taza temblando en su mano —No creo que pueda beber esto.

—¿Por qué no?

—Me siento enfermo.

Yeon Jun se puso en cuclillas a su lado —puedes hacer esto tan bien como cualquier otro lobo— agarró la cara del niño entre sus manos —sabes que puedes hacerlo y yo sé que puedes.

El niño asintió con la cabeza, nervioso —pero... tienen cuatro patas, yo...— se detuvo, tratando de no llorar —tengo dos, baba.

Yeon Jun tocó su rodilla —¿Y? Te he visto correr, eres rápido... corre rápido y también tendrás cuatro patas.

—No me puedo transformar— frotó sus ojos con el dorso de la mano —No puedo correr como ellos.

—Entonces no corras como ellos... corre como tú. Tienes manos y pies, así que úsalos— dejó una mano sobre el pecho de Sung Hoon, donde estaba su corazón —eres perfecto justo así... corre como tú, no como ellos.

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—Wolf Retreat es una parte importante en la vida de un lobo adolescente. Les enseña cosas que no podrían aprender en un entorno promedio. Ustedes están aquí porque quieren ser tan buenos como puedan. Están aquí para continuar posiblemente su camino hacia el ejército, el concejo o quizás porque desean convertirse en instructores de campo. Cualquiera que sea el caso, desean crecer como lobos y como seres— Jae Beom sonrió— si no ganan... si no lo logran, está bien porque eso no los hace menos lobos. Simplemente significa que necesitan más práctica, más tiempo. Eventualmente lo conseguirán— Señaló la pista frente a ellos —¡Primero probaremos su velocidad! — el instructor comenzó a caminar —después probaremos su durabilidad— miró a su alrededor —correrán por el bosque y sus padres estarán del otro lado... deben cruzar solos la línea que se encuentra fuera del bosque. Si no pasan la prueba preliminar, entonces no entrarán al bosque— Jae Beom se detuvo a un lado de la pista y silbó —a mi señal...

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Sung Hoon estaba respirando muy fuerte, —Está bien... lo logré.

Yeon Jun sonrío de lado —pasaste, primer lugar.

El niño se agarró el pecho —Creo que voy a...explotar.

Su padre lo ayudó a levantarse —no explotarás...lo hiciste muy bien— le sacudió la espalda, ajustándole la bufanda —la ropa es delgada, ¿te sientes cálido?

—Sí— Sung Hoon miró a los seres que estaban a su alrededor —me odian.

Yeon Jun sonrió con orgullo —Ellos también me odiaban— presionó su frente contra la de Sung Hoon —si deseas que te odien más, gana.

Sung Hoon cerró los ojos, sonriendo levemente —sí, baba.

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Sung Hoon estaba corriendo.

Hacía frío, sentía que se congelaba. Su rostro estaba cubierto por la bufanda de su padre y lo ayudaba a lidiar con el frío. Los huesos le dolían y estaba perdido. Los lobos corrieron en el suelo, él tuvo que correr en los árboles... era difícil, especialmente al haber tantas ramas... ramas delgadas que realmente dolían cuando chocabas con ellas.

Lloró un rato, anhelando ver a su padre. Pero el bosque era grande y él era tan pequeño. Se sentía solo, quizás porque realmente lo estaba.

Aumentó la velocidad, tratando de distinguir a cualquier lobo... no para vencerlos, sino para seguirlos. Ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado, cuánto tiempo llevaba corriendo.

Estaba repitiéndose todo lo que su padre le había dicho. Tenía ojos, los cuales estaban llenos de lágrimas porque no era un lobo y no tenía idea de lo que estaba haciendo en un árbol. Se repetía que debía correr más rápido, más rápido... ve más rápido, Sung Hoon, corre más rápido. Lo hacía, corría tan rápido que no podía respirar... y luego se desmayó y cayó.

Pero entonces... estaba corriendo de nuevo porque escuchó un gimoteo y siguió el ruido tan rápido como pudo. Era un lobo y no se movía, así que Sung Hoon lo ayudó a moverse... era pesado, muy pesado.

Lloró de nuevo porque le dolían las piernas y no podía correr con tanto peso... quería a su madre. Quería tomar una siesta... pero —si tomas una siesta, mueres. Si caes, mueres.
Así que Sung Hoon se mantuvo de pie, arrastrando un lobo que era dos veces su tamaño a través del bosque... hasta que se desmayó, nuevamente.

Cuando volvió a despertar el lobo todavía estaba respirando, igual que él. Siguió contando hasta tres... —si pasan tres segundos, mueres.
Pensar en eso lo ayudó a seguir.

La tercera vez que se desmayó, despertó y se dio cuenta que estaba siendo arrastrado y que su ropa estaba terriblemente rasgada. Rápidamente se puso de pie y el lobo al que había ayudado antes, ahora era quien lo arrastraba —¿Qué?— se estremeció violentamente, deseando haber terminado su taza de chocolate caliente —¿qué le pasó a mi ropa?

El lobo no respondió, en lugar de eso siguió cojeando por el bosque y Sung Hoon cojeó detrás de él.

Cuando olió a Yeon Jun... simplemente corrió. Corrió tan rápido como pudo, rebasó al lobo, pasando a un lado de todos los otros padres y saltó directamente a los acogedores brazos de Yeon Jun que lo rodearon y mecieron.

Sung Hoon perdió el conocimiento antes de que le dieran el listón del primer lugar.

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—¡Lo hice!— Sung Hoon corrió dentro de la casa, tropezando gracias a sus piernas temblorosas pero aun así siguió adelante en busca de su madre —¡Mami, lo hice!

Soo Bin bajó corriendo las escaleras, llevando a sus hermanos —¿lo hiciste?

Sung Hoon lloraba mucho pero aun así sonreía mientras sostenía la medalla de primer lugar —¡gané!

Soo Bin se abalanzó sobre él y fue lo más cálido que se había sentido en todo el día. Los ojos de Sung Hoon rodaron por cómo su corazón se aceleró ante el elogio de su madre, por sus hermanos gritando y por la sonrisa de su padre... por el orgullo de Yeon Jun.

Sung Hoon nunca se sintió más cálido.

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—Sunoo— Sung Hoon sonrió a la cámara. Era la una de la madrugada, ni siquiera debería haber llamado pero tenía que hacerlo.

La sonrisa de Sunoo apareció lentamente. Sus ojos se veían cansados y su mirada era suave —lo lograste, ¿verdad?

Sung Hoon asintió rápidamente, pasando los dedos por su cabello —Lo logré.

Sunoo secó una lagrima que había caído de su ojo y Sung Hoon se inclinó más hacia la cámara —Estoy tan orgulloso de ti, Sung Hoon— Sacudió la cabeza, haciendo que su cabello se moviera —Ég vissi að þú gætir gert það.— (Sabía que podías hacerlo)

Sung Hoon se cubrió los ojos y mordió su labio inferior —takk fyrir að trúa á mig, Ísak.— (Gracias por creer en mí, Sunoo)

—Ég hef alltaf, Sung Hoon.— (Siempre lo he hecho, Sung Hoon)

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—Yoon Gi... ha encontrado a su pareja en la Antártida— Los ojos de Yeon Jun recorrieron la carta tres veces —su pareja... en la Antártida.

Soo Bin se puso de pie —¿De verdad?— Le arrebató la carta, leyéndola hasta que Yeon Jun se la quitó —¡Alfa!

—No arrebates las cosas, les hemos enseñado eso a nuestros hijos— entrecerró los ojos —¿por qué estás tan feliz?

—¿Qué? ¿Tú por qué no lo estás?

—No sé quién es este sujeto, podría ser horrible.

Soo Bin se cruzó de brazos —alfa, Yoon Gi es uno de los alfas más respetables que he conocido... ¡que tú has conocido! No podría elegir una mala pareja.

Yeon Jun sacudió la carta —Ha estado en la Antártida durante seis años. Me envió una carta después de que ganaron la guerra, dijo que se mudaría allí... pero nunca explicó por qué. ¡Sabía que algo debía haber pasado!— arrojó la carta a otro lugar —No me gusta esto, debe ser alguien que conoció mientras peleaba.

—Choi Yeon Jun — Soo Bin lo miró boquiabierto —¡primero con tus hijos y ahora como tu comandante! Él es más grande que tú, mi amor, se merece ser feliz. Merece una familia e hijos como cualquier otro alfa.

Yeon Jun miró fijamente a su omega por un largo tiempo —eso es lo que él escribió... en la carta.

—Oh— Soo Bin rió entre dientes —que coincidencia.

—Hablaste con él... lo hiciste— Yeon Jun se levantó, haciendo que Soo Bin retrocediera —¿cuándo?

Soo Bin intentó no sonreír —Alfa, sabes que normalmente no te oculto cosas.

—¿Normalmente? Nunca deberías esconderme cosas— Soo Bin soltó un pequeño grito cuando su espalda tocó la pared —Soy tu alfa.

—Sí— el omega sonrió gentilmente, colocando las manos sobre el pecho de Yeon Jun —Puede que haya hablado con él una mañana, antes de que se fuera.

—¿Y eso fue todo?

Soo Bin mantuvo su sonrisa aunque había sido atrapado —y tiempo después, cuando llevaba a los niños a la escuela... y cuando estabas durmiendo.

Yeon Jun gruñó, levantando a Soo Bin por los brazos —¿Cómo te atreves?— caminó con el omega que se retorcía hacia la cama y lo dejó sobre ella —¡Debes decirme con quién hablas, tal como yo te lo digo! ¡Me mentiste!

—Yo... no mentí— Soo Bin agarró la cara de Yeon Jun cuando el alfa se quitó los pantalones —No lo hice. Solo nunca dije nada.

—No me gusta esa respuesta— el omega le ayudó a Yeon Jun a quitarse sus propios pantalones.

—Me contó sobre un omega que conoció, me dijo que se estaban llevando bien— Yeon Jun le arrancó la camisa nueva que llevaba —¡Oye!

—Continúa— El alfa se colocó sobre él, acomodando a Soo Bin más arriba en la cama.

—Iba a ir solo a la Antártida, ¡Tenía que convencerlo de que no lo hiciera!

Yeon Jun lo fulminó con la mirada —Otra mentira, estoy rodeado de mentirosos.

—Alfa— Soo Bin frunció el ceño cuando Yeon Jun se detuvo —de la misma manera en que deseas que no te llamen así, yo tampoco quiero que lo hagas.

—Porque yo no miento.

Soo Bin acarició su rostro, presionando la nariz contra la mejilla de Yeon Jun —Lo siento... de verdad— lamió el lóbulo de la oreja del alfa, suspirando —Tae Hyun y tú estaban siendo injustos con él... tal como el resto del concejo y la milicia. Necesitaba una perspectiva exterior— el omega sintió una pequeña oleada de lubricante deslizándose por su entrada cuando los ojos negros de Yeon Jun se encontraron con sus ojos café.

—Es como mi padre... me crio y estaba preocupado— Yeon Jun le quitó la ropa interior —¿me permitirás descargarme? Puedes negarte.

Soo Bin puso las manos sobre su cabeza —siempre puedes hacer lo que desees, alfa.

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—¡Oh, por favor!— Soo Bin apretó la almohada con fuerza, elevando la cadera y empujándose hacia atrás para encontrarse en medio de la embestida de Yeon Jun. El alfa se aferraba a él, dejando marcas púrpuras sobre su piel —¡Oh alfa!

Yeon Jun estaba concentrado en el trasero de Soo Bin. Ya se había corrido una vez pero siguió moviéndose, follándolo con su nudo. Dolió pero luego Soo Bin cayó en un lugar muy brillante y todo fue tan placentero —Joder, Camelia...— el alfa gruñó, finalmente liberando las caderas de Soo Bin. Yeon Jun se movió más despacio, cerrando los ojos ante el sonido de los fuertes gemidos de Soo Bin. Pasó las manos por la espalda de su esposo, recorriendo su piel con las uñas —Joder, te sientes tan suave...

Soo Bin tenía un pezón apretado entre sus dedos y su otra mano acariciaba su miembro lentamente, yendo a la par del ritmo de Yeon Jun, maldiciendo al ver el reloj en la pared. Tenía que irse pronto para recoger a los niños.

Yeon Jun dio dos embestidas bruscas —Confío en ti— dijo en un pequeño susurro —pero no me escondas cosas, omega— lo agarró por el cabello y el omega gruñó. Yeon Jun apretó con fuerza, casi soltando un lloriqueo por el lubricante que ahora se derramaba sobre su pene —Quiero follarte todo el día, oh Dios...— Gimió, viendo como su esposo lo tomaban tan bien, como lo apretaba en su interior tal como la primera vez y eso hacía que su cabeza diera vueltas —Pero debemos irnos.

Soo Bin gimió desde lo más profundo de su garganta, no queriendo moverse. Yeon Jun empujó su pecho contra la cama, manteniéndolo arqueado en un ángulo placentero. Entró en el cuerpo de Soo Bin como un animal, con las manos dejando marcas en sus costados. El alfa se inclinó, mordisqueando parte de su piel —Oh Dios... oh, Camelia, joder.

Soo Bin gritó, apretando la mano en torno a su miembro hasta que se contrajo. Tembló bruscamente debajo del cuerpo de Yeon Jun, gritando cuando el nudo de ensanchó dentro de él. Volvió la cabeza hacia un lado, con el aliento atrapado en la garganta —muérdeme... muerde.

Yeon Jun se sacudió, sus caderas quedaron presionadas contra el trasero de Soo Bin. Tiró del omega por el cabello, mirando como su cabeza caía sobre la cama. El alfa se sentía como si estuviera frente a un buffet. Pasó la lengua por sus labios antes de abrir la boca sobre su marca sagrada. El lobo mordió más fuerte de lo normal, sus ojos rodaron al mismo tiempo que los de su omega. Gruñó, sintiendo como la sangre se acumulaba nuevamente en su pene.

Los niños, los niños, los niños.

Yeon Jun retiró los dientes, lamiendo las pequeñas gotas de sangre que salían de la piel de Soo Bin. El omega todavía temblaba entre sus brazos, susurrando cosas ininteligibles... corriéndose sin que nada más saliera de su agotado pene.

Yeon Jun lo ayudó a acostarse, sacando su nudo con cuidado. Puso al omega sobre su espalda, apreciando el desastre que había hecho. Yeon Jun mordió fuertemente su nudillo y sus ojos recorrieron el rostro lleno de lágrimas de Soo Bin, sus mejillas rojas, sus brillantes labios rosados que no hace mucho habían estado dándole placer. Yeon Jun se frotó la cara, apretando su mano en torno a su miembro para que no volviera a endurecerse.

Se inclinó para eliminar la evidencia de que Soo Bin se había corrido. Sus grandes manos masajearon suavemente el estómago de su omega y pasó la lengua encima de su ombligo. Besó sus piernas, haciendo círculos con sus dedos sobre el tenso músculo —Fui tan bendecido contigo— Yeon Jun lamió las huellas de sus dedos que habían quedado marcados en la piel de Soo Bin —Siento si... saqué mi estrés con tu cuerpo, Camelia.

Soo Bin sonrió suavemente, como siempre lo hacía —nunca me lastimas, alfa— estiró la mano para acariciar el cabello de Yeon Jun —Estoy aquí para ti— cerró los ojos por un segundo —Siempre estoy aquí para ti...— espero un poco antes de volver a hablar —no quise mentirte; olvide de lo importante que es Yoon Gi para ti... Debo respetarte como tu omega.

Yeon Jun se acomodó hasta estar a su altura para besarlo —Te amo.

Soo Bin envolvió sus brazos doloridos alrededor del cuello del alfa —Y yo te amo a ti.

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—¿Por qué ami no está aquí? — Huening Kai preguntó tan pronto como entró en el auto.

—Ami necesitaba una siesta— Yeon Jun se alejó de la escuela después de que Lia cerró la puerta —una larga siesta.

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Yeon Jun miró al omega que lo veía fijamente —¿Cuál es su nombre?

—Ten cuidado, Choi— Yoon Gi entrecerró los ojos y fue la primera vez que alguien parecía asustar a Yeon Jun —Es mi pareja, respétalo.

Yeon Jun inclinó la cabeza —me disculpo.

El pequeño omega sonrió —Mi nombre es Ji Min.

Soo Bin atrapó las manos de Yeon Jun entre las suyas —estoy muy honrado de conocerte. — miró a su alfa con una sonrisa —disculpa a mi esposo, está... nervioso.

Ji Min inclinó la cabeza —no hay problema. He oído mucho sobre todos ustedes.

—¿Cómo se conocieron? — Yeon Jun intentó sonreír, pero no funcionó —¿hm?

Yoon Gi respiró profundo —En batalla.

—¿Con el bando opuesto?

—Sí.

Yeon Jun se relamió los labios —ya veo.

—Sé que esto debe ser difícil... No creí que me iba a enamorar cuando fui a la guerra— Ji Min le sonrió a su alfa —pero lo hice. Estaba en el equipo médico, cansado de ver cadáveres— Yeon Jun levantó la mirada —Vi a Yoon Gi hablando con nuestro comandante... tiene una manera de hablar tan cautivadora, hasta rieron en algún momento. Aun así luchamos pero perdimos... Y de alguna manera salí ganando.

Yeon Jun se levantó e inclinó la cabeza —bienvenido a la familia.

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—¿Dónde está?

—Solo se detuvo brevemente, va camino a Barrow, con su pareja.

—¿Qué? — Sung Hoon estaba furioso —¿pareja? ¿Estás...? ¿Qué?

Yeon Jun comió una papa frita —su pareja.

Soo Bin miró a su hijo que se paseaba por la habitación —Sung Hoon.

—Mamá, ¿y si es malo? ¡No estaba luchando del lado de Yoon Gi! — Sung Hoon se cruzó de brazos —podría ser malvado.

—No lo es— Yeon Jun comió otro papa —es una lástima.

—Pero... ¿y si lo es?

Soo Bin se arrodilló frente a él —Sung Hoon, tu obsesión con Yoon Gi tendrá que llegar a su fin— acarició el rostro del niño —¿qué hay de Sunoo?

—¡Estoy enamorado de Sunoo! — Sung Hoon gruñó —Pero Yoon Gi es... tan bello e inteligente. Además entrenó a baba, podría entrenarme también.

—No lo hará— Yeon Jun habló —no te unirás a la milicia.

—¿Por qué no?

—Porque no te hará ningún bien.

Sung Hoon gritó, mirando el techo —¡eso no es justo!

—La vida no es justa— Yeon Jun comió una papa más —Grita de nuevo y se volverá aún más injusta.

Sung Hoon inclinó la cabeza —Ahora nunca tendré una oportunidad.

—Tienes solo un compañero en la vida, Sung Hoon— Soo Bin suspiró —Yoon Gi encontró al suyo y tú encontrarás el tuyo.

—¡Sunoo es el mío!

—Alfa— Yeon Jun habló usando su tono de advertencia —deja de gritar.

—Sí, baba.—

Yeon Jun se puso de pie —si Sunoo es el tuyo, ¿por qué estás tan preocupado por Yoon Gi?

—No lo sé... es más fácil decirle a alguien que te gusta y pedirle que te ayude a entrenar, que decirle a alguien que lo amas y quieres que sea tu pareja.

—Eso es verdad— Soo Bin sonrió, intentando tranquilizarlo —pero tal vez también le gustas a Sunoo... debes decirle.

—Y si no le gusto entonces quedaré marcado de por vida.

—Demasiado dramático— Yeon Jun tocó la cabeza del niño mientras caminaba a la salida —ese omega te ha adorado desde el día que se conocieron— Sung Hoon miró a su padre —Si deseas apartar el amor cuando está justo frente a ti, entonces no lo mereces.

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—Uhm, hola Sunoo. Llamé porque Yoon Gi encontró a su pareja y en realidad es muy amable... no lo conocí, pero mi mamá y mi papá dicen que lo es— Sung Hoon rió nerviosamente —y estoy enamorado de ti, ¡no! — Sung Hoon caminó alrededor de la habitación de sus padres —¡Sunoo, hola! Te ves hermoso, como siempre... quiero decir, no siempre, bueno, sí, siempre, incluso cuando te levantas, ¡no! — Sung Hoon caminó de un lado a otro frente al gran espejo que estaba en la habitación— Sunoo, tengo que decirte algo... te amo, ¡no!

—¿Sung Hoon? — Lia asomó la cabeza dentro de la habitación —se supone que no debes estar aquí.

—Tampoco tú, vete... estoy haciendo algo importante.

—Entra, Huening Kai— Lia cerró la puerta después de que su mellizo entró y Sung Hoon soltó un gruñido —¿Qué estás haciendo?

—Intento ensayar mis líneas.

—¿Estás en una obra de teatro?

—No, Huening Kai— Sung Hoon se miró en el espejo —No lo estoy.

—¿Quieres estar en una obra de teatro?

—No, Huening Kai... ¿qué? No, tengo que decirle a Sunoo que lo amo.

Huening Kai se colocó detrás de su hermano, mirándose en el espejo —bonito.

—Sunoo sabe que lo amas, bobo— Lia hizo caras extrañas a su reflejo —no tienes que decírselo.

—Sí, tengo que hacerlo... Baba dice que si aparto lo que tengo en frente de mi es porque entonces no lo merezco.

Huening Kai lo miró —que profundo— se sentó en el suelo, deslizándose hasta quedar frente al espejo —practica.

Sung Hoon sonrió —tienes razón, puedo practicar con ustedes dos— Se sentó también —Hola Sunoo...

—Hola.

—No — Sung Hoon rió entre dientes —no hablen— pidió y respiró profundo —Hola Sunoo. Soy yo, Sung Hoon... me preguntaba si tendrías tiempo para hablar.

—Tengo un poco de tiempo.

Lia asintió —sí, tenemos un poco de tiempo para hablar... pero tienes que darte prisa porque tengo que hacer popo.

Sung Hoon negó con la cabeza —¿qué?

—Dije que tengo que hacer popo.

—Yo tengo que comer... ami está haciendo tacos.

La boca de Sung Hoon se abrió y el alfa se puso de pie —No puedo— Caminó hacia la puerta y la abrió —No puedo... ¡Ouch!

—¿Por qué estás en mi habitación?

Sung Hoon le sonrió nerviosamente a su padre —¿Perdón? Necesitaba el espejo para practicar.

—Fuera todos, tienen cinco segundos.

Sung Hoon salió corriendo primero, Lia después y Huening Kai quedó atrás. Yeon Jun extendió su pie para impedir que el niño pudiera salir —Huening Kai.

El omega frunció el ceño —¿por favor?

Yeon Jun lo agarró por la barbilla —manténganse fuera de mi habitación, ¿entendido?

Huening Kai sonrió cuando Yeon Jun le dio un beso en la nariz —Sí, baba.

—Ve a transmitir el mensaje.

—¡Sí baba! ¡Gracias!

Yeon Jun sonrió, sacudiendo la cabeza —mis hijos.

● ~ ●

—Estoy un poco nervioso... porque no estarás ahí— Sung Hoon suspiró —Nunca he estado lejos de casa por tanto tiempo.

Soo Bin sonrió —estarás bien, sabes que iremos a visitarte, Sung Hoon— aunque el omega decía eso se encontraba llorando —Será diferente, pero sé que quieres esto... sé que quieres ver a Sunoo, sé que quieres seguir los pasos de tu padre.

Él...— Sung Hoon sorbió su nariz —no me quiere dejar unir a la milicia.

—No, no te dejará— Soo Bin soltó un suspiro —pero irás a clases y aprenderás mucho ahí. Tu padre estuvo involucrado en el sector de tortura Sung Hoon, lo sabes.

—Pero no tengo que estar ahí... puedo ser un líder o solo un soldado normal.

—¿Crees que tu padre se unió para estar en el sector de tortura?

—No...

—Pero estuvo ahí... y no le hizo ningún bien, él no quiere lo mismo para ti— Soo Bin llevó un mechón de cabello detrás de la oreja de Sung Hoon —aprende a luchar, a defender, a proteger... no a hacer daño. No necesitas la milicia para aprender eso.

—Sí mami— Sung Hoon jugueteó con los dedos de sus pies —Solo quiero hacer que Baba se sienta orgulloso.

—Oh, pero siempre lo haces sentir así— Soo Bin rió tristemente —si lo haces sentir más orgulloso su cabeza explotará— Sung Hoon sonrió, abrazando a su madre —Te extrañaré Sung Hoon, pero volverás en poco tiempo.

—Lo prometo mami. Volveré pronto.

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—Te voy a extrañar Sung Hoon...— Lia había terminado de llorar hace poco —No quiero que te vayas, pero Baba dice que es tu decisión.

Sung Hoon la abrazó de nuevo —volveré dentro de dos meses, lo prometo— Miró a Huening Kai —¿puedo abrazarte, Huening Kai?

El niño asintió, abrazando a Sung Hoon con fuerza —ami dice que volverás pronto.

—Lo haré, no me extrañes demasiado— Sung Hoon miró ahora a Yeon Jun —Me voy.

Yeon Jun asintió con la cabeza —te vas... vamos a visitarte y estaremos aquí cuando vengas a casa.

Sung Hoon lo abrazó y sus ojos se llenaron de lágrimas —¿Lo prometes...?

El exmilitar besó su frente —Lo juro.

Sung Hoon se alejó, limpiándose el rostro rápidamente —Está bien— miró a su madre con una sonrisa —Tengo que irme, mamá.

—Lo sé— Soo Bin había sido un completo desastre los últimos cuatro días. Besó sonoramente la mejilla de su hijo —Baba tiene razón, estaremos aquí; lo juramos. Y si alguna vez quieres volver a casa... iré por ti, lo sabes.

—Lo sé— Sung Hoon rió entre dientes —gracias, mami— Miró a los otros niños que se despedían de él —Es mi primera vez solo en un avión.

Yeon Jun asintió —estarás bien, llama cuando aterrices.

Sung Hoon agarró su pequeño equipaje de mano, sonriendo una vez más antes de darse la vuelta —los amo.

—¡Te amo, Sung Hoon!— Lia se aferró con fuerza a la camisa de su madre —¡te amamos mucho! ¡Te vamos a extrañar!

Sung Hoon sacudió la mano como despedida —mantente fuera de mi habitación!

Los cuatro se rieron —Llama cuando aterrices.

—¡Lo haré!— Sung Hoon se acercó al hombre que estaba en la puerta y le dio su identificación. Se despidió por última vez antes de subir al avión. Una vez que encontró su asiento, caminó hacia el baño, se sentó en el inodoro y lloró.

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—¿Yeon Jun?— Soo Bin tocó la puerta del baño, abriéndola —alfa.

—¿Sí?

El omega pasó la mano por la puerta de vidrio de la ducha, mordiéndose el labio —Te escuché... llorando.

Yeon Jun abrió la puerta y sus ojos estaban rojos por el llanto —Yo... no pensé que estaría tan triste— Parpadeó lentamente con lágrimas frescas cayendo por sus mejillas —Estoy muy triste porque mi hijo no está en casa.

Soo Bin ladeó la cabeza, abrazando a su alfa mojado por el agua —Lo sé— sintió las gotas calientes empapando su ropa —Lo sé.

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—Intenta mantener el paso, mitad-puro.

Sung Hoon rodó los ojos —mi padre dice que muchos lobos fueron enviados a casa con lesiones cuando vino aquí— soltó un gruñido —¿quieres ser uno de esos?

Jung Won rió entre dientes —solo mantén el paso.

Sung Hoon y él corrieron juntos, con la misma velocidad —yo soy quien te cargó, parece que olvidas eso.

—Y yo te cargué después... incluso cuando te transformaste.

Sung Hoon dejó de correr —¿qué?

—Oye, sigue corriendo... no voy a perder solo porque no puedes correr.

—¿Me transformé?

Jung Won gruñó cuando un equipo los pasó —fue por diez segundos, ahora sigue corriendo, estúpido mitad-puro.

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—Sunoo, ¡ven por aquí!

El omega rió mientras era guiado hacia el bosque —¿por qué debo ser arrastrado a todos lados, Sung Hoon?

Sung Hoon lo silencio —pasó algo extraño hoy... algo realmente raro.

Sunoo se sentó en el suelo —¿qué pasó?

Sung Hoon miró a su alrededor —yo... cuando hice la clase para ser aceptado, me desmayé pero encontré a un lobo, ¿recuerdas?

—Sí— Sunoo asintió —fue Jung Won— recordó antes de rodar los ojos —se cree demasiado.

Sung Hoon asintió —sí, él... es mi compañero de equipo— comenzó a caminar por el espacio donde estaban —mi ropa estaba rasgada... realmente rasgada cuando me estaba llevado.

Sunoo gruñó —te lastimó.

—No, no, salvo mi vida y yo salvé la suya— detuvo sus pasos y lo miró —ayer que fuimos a correr me dijo que me transformé por diez segundos... ¡me convertí en lobo por diez segundos!

Los ojos de Sunoo se ampliaron —¿te tran-transformaste? ¿Estás seguro?

—¡Sí! — Sung Hoon lo sostuvo por los brazos —no le creí porque siempre me quita mi postre en la cena pero... ¿por qué mentiría? ¡Así tendría sentido que mi ropa estuviera rasgada!

Sunoo cubrió sus labios con una de sus manos —bueno... ¡hazlo ahora! ¡Transfórmate!

—¡No puedo! — explicó Sung Hoon mientras extendía los brazos —¡no sé cómo!

—Uhm, bueno, tú solo... yo lo hago cuando... ¡No lo sé! Nos enseñaron a hacerlo en la escuela.

—Si puedo transformarme... ¡baba se volverá loco!

—¡Todos lo harán! Yo personalmente enloqueceré— ambos comenzaron a reír —si es cierto... entonces eres mágico.

Sung Hoon lo abrazó —si es cierto eso significa que soy un lobo.

Sunoo le sonrió —siempre has sido un lobo, Sung Hoon— le dio un beso en la punta de la nariz, haciendo que se sonrojara —siempre.

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—Intenta cerrando los ojos.

Sung Hoon obedeció, cerrándolos con fuerza —¿así?

Sunoo lo miró fijamente —piensa... como lobo.

—Piensa como lobo, piensa como lobo, piensa como lobo.

Sunoo soltó una suave risa —no está funcionando... y te estás poniendo azul—rápidamente cubrió a Sung Hoon con una manta —está bien, podemos intentar mañana en la noche— miró a su alrededor —ya está muy oscuro.

Sung Hoon suspiró —siento mucho mantenerte despierto, Sunoo... no es mi intención.

Sunoo sonrió, acariciando su rostro —está bien, quiero ayudarte.

—Gracias Sunoo— Sung Hoon se abrazó a sí mismo, viendo al omega —luces realmente bonito esta noche.

Sunoo bajo la mirada, riendo —¿cómo cada noche?

—Sí— Sung Hoon se sonrojó —como cada noche.

—Ven Sung Hoon, hay que irnos.

Sung Hoon tomó la mano de Sunoo —Hola Sunoo.

El omega lo miró —¿hola? — una suave risa salió de sus labios —no estamos al teléfono, Sung Hoon.

Sung Hoon mantuvo los ojos fijos en el suelo mientas caminaban —hola Sunoo, soy yo... Sung Hoon. Yoon Gi encontró a su pareja y pensé que me gustaba pero... me gustas tú, te quiero. Siempre estás ahí para mí, eres gracioso, bonito y me escuchas— el alfa detuvo su paso cuando Sunoo lo hizo —me enseñas muchas cosas, no me haces sentir mal cuando algo no me sale bien. Mi mamá no creía en las almas gemelas antes de encontrar a mi papá... y yo creo que eres la mía. Baba me dijo... que si no tomo lo que está frente a mi entonces no lo merezco. Y yo sé que te merezco y si no es así, entonces quiero hacerlo— tomó una gran bocanada de aire —¿serías mi... futura pareja? — Sung Hoon levantó la mirada y cerró los ojos por un momento al ver lágrimas en el rostro del omega —Dios, Sunoo... no sé si es la luna o solo eres tú... pero eres el ser más hermoso que alguna vez he visto.

● ~ ●

—Sunoo — Sung Hoon siseó, tocando la ventana del omega. En lugar de unos ojos cafés se encontró con unos negros —Ugh, ¿dónde está Sunoo?

El omega rodó los ojos —durmiendo... como tú deberías estar. Sigue viniendo aquí y te meterás en problemas.

—¿Puedes dejar de ser tan pesado por cinco minutos e ir por Sunoo? No está durmiendo.

—¿Cómo sabes eso, hm?

—Porque...— Sung Hoon gruñó —puedo escuchar el latido de su corazón, idiota. Ve por mi omega.

El omega de ojos negros gruñó también y cerró la ventana. Sung Hoon miró alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie.

—Alfa.

Sung Hoon levantó la mirada —hola, ¿puedes salir?

Sunoo asintió —sí, dame un segundo— abrió más la ventana y sacó sus pies primero. Dio un salto para salir y Sung Hoon lo atrapó —hola.

Sung Hoon sonrió, besando a su omega —hola, ¿puedo mostrarte algo?

El omega sonrió con un ligero sonrojo —muéstrame.

Sung Hoon caminó hacia su lugar en el bosque, donde habían ido desde que comenzaron el Wolf Retreat. La luna golpeaba ese sitio de forma perfecta cada noche desde que tenían doce años.

Seis años habían transcurrido y nunca cambiaba.

Se graduarían en dos días, Sung Hoon estaba emocionado por ver a su familia. Fueron dos meses sin ellos, como era normal, y los extrañaba cada día. Ninguna cantidad de cartas o llamadas podía cambiar eso.

Sung Hoon se quitó la playera —Dios, está helado.

Sunoo se abrazó a sí mismo —lo está— tocó con un dedo el tatuaje que Sung Hoon tenía en su pecho —me encanta.

A Sunoo le gustaba el tatuaje porque era su nombre escrito en el idioma de los lobos. Lo amaba porque estuvo ahí cuando se lo hizo y lo amaba también porque tenía un tatuaje complementario en su clavícula.

Sung Hoon tomó su mano entre las suyas y la besó para luego depositar un beso en sus labios —te amo— dijo y luego se quitó el pantalón —creo que he mejorado... baba dijo que meditar podía ayudar y creo que tenía razón.

Sunoo sonrió —muéstrame, alfa— miró como Sung Hoon se quitaba el resto de la ropa, sonrojándose un poco. Mordió su labio inferior cuando Sung Hoon comenzó a cambiar, notando como sus huesos se quebraban en distintas direcciones y sus dientes se apretaban por el dolor. Esa era la única razón por la que Sunoo lo odiaba, porque lastimaba a su alfa cuando no se suponía que debía ser así.

Sung Hoon llevaba practicando su transformación por un largo tiempo... tenía muchos años haciéndolo y solo lograba transformarse por diez segundos antes de desmayarse.

Sunoo cerró los ojos porque la escena le incomodaba. Soltó un largo suspiro cuando dejó de escuchar ruido y contó hasta diez, entonces escuchó un ruido sordo. Abrió un ojo, esperando ver a su alfa desnudo sobre el suelo.

El omega dio un paso hacia atrás y sus ojos se abrieron por el tamaño de Sung Hoon. Parpadeó rápidamente por el lobo de pelaje café y negro. Sus ojos cafés atravesaban directamente el corazón de Sunoo, quien levantó una mano hacia su nariz —oh, wow...— soltó una risa por la impresión —oh wow, Sung Hoon...

El lobo inclinó la cabeza y Sunoo lo abrazó.

—Oh Dios...— Sunoo soltó el aire que contenía —lo lograste, alfa— dio unos pasos hacia atrás para admirar a Sung Hoon bajo el resplandor de la luna —¡lo lograste!

♡ • ♡

—Pero en cuanto a ustedes, sean fuertes y valientes porque su trabajo será recompensado.

-2 Crónicas 15:71.

FIN

《 ──── ^ • □ • ^ ──── 》

He aquí el final de la historia...

Lean los agredecimientos y voten por la historía que les gustaría que adaptara primero :)

Pdt. Escogí esa canción porque la canción menciona que necesita a alguién que lo ame en todo momento, incluso con sus defectos, la canción queda perfecta con la historia, por todo en general :)

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