Dedicado para Kumamon_estuvo_aqui y coconut7210, muchas gracias por amar la adaptación, por sus comentarios y votos, realmente les agradezco todo ese amor, espero les guste mucho este capitulo :), y sigan amando la adaptación hasta el final! ❤

Nota: estos capítulos NO se enfocan en la relación de Yeon Jun y Soo Bin. Se centran en los niños y la relación con sus padres y entre ellos.

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—Eso es perturbador.

Yeon Jun asintió —estoy de acuerdo.

—Oh, por favor— Beom Gyu rodó los ojos —ambos mutilaban gente... no me digan qué es perturbador y qué no.

El cirujano miró a ambos alfas —necesitaré silencio si desean quedarse.

—Sí, por supuesto— Tae Hyun le sonrió a su omega —¿te duele?

—Dijo silencio, Tae Hyun— Beom Gyu gruñó —no siento nada... ninguno de ustedes debería estar aquí.

Tae Hyun rodó los ojos, codeando a Yeon Jun —no puedes complacer a todos.

Yeon Jun entrecerró los ojos, mirando el estómago de Beom Gyu —una vez le arranqué el intestino a un lobo... se veía parecido a esto.

La boca de Beom Gyu se abrió por la impresión y una suave risa escapó de sus labios —¿realmente piensas que es momento para eso?

Yeon Jun ladeó la cabeza —No murió, fue impresionante... así que le arranqué el pulmón, entonces sí murió.

Tae Hyun sacudió la cabeza con confusión —¿No murió cuando le arrancaste el intestino?

Yeon Jun se cruzó de brazos —recuérdenme que si alguna vez tengo un hijo, me asegure de no estar ahí para la cirugía.

Beom Gyu levantó las manos —¡eso no tiene sentido!

—Desde este ángulo lo tiene.

El omega rió —Yeon Jun... ¿qué está mal contigo?

Yeon Jun tragó saliva con dificultad cuando el cirujano sacó algo —Beom Gyu... no creo que debas seguir hablando.

Tae Hyun rió entre dientes —todo está bien, amor— miró lo que hacía el doctor —o la mayor parte lo está.

—No omega, todo está bien— Yeon Jun aseguró —excepto por el hecho de que la mitad de tus órganos están en un solo lado de tu cuerpo. Hm... ¿movió su intestino?

El cirujano miró a Yeon Jun, irritado —sí.

Yeon Jun se puso detrás de él, mirando lo que hacía —¿puede removerlo? Quisiera ver algo.

Tae Hyun sostuvo la mano de Beom Gyu mientras el omega reía —¡Yeon Jun!—gruñó, frotando sus ojos —¡se supone que este es un momento hermoso para mí! ¡Es mi primer hijo!

Yeon Jun lo miró desde donde estaba —bueno, no te preocupes por orinar... porque tu vejiga no está donde debería— cerró un ojo —estoy reconsiderando tener hijos.

Tae Hyun intentó no reír pero Beom Gyu no pudo contenerse —¡tú no tendrás a tu hijo, Yeon Jun!

Yeon Jun se inclinó más cerca del ofendido cirujano —bueno, entonces espero llegar tarde.

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—Mami, mami... soy yo, ¡es Sung Hoon!

Sung Hoon uso su manta para limpiar el rostro de Soo Bin —¡baba llegará pronto! Eun Ji lo llamó, está bien... ¡Huening Kai y Lia ya vienen!

Una de las enfermeras levantó una aguja —¿por qué está el niño aquí?

Ye Jin rápidamente le quitó el pantalón a Soo Bin —no quiere irse.

Soo Bin gritó cuando otra ola de dolor lo golpeó —Dios, Dios haz que pare, ¡haz que pare!

Sung Hoon miró el vientre de Soo Bin —¡basta! ¡Dejen de lastimar a mami! — agitó su pequeño puño —¡cuando salgan voy a pegarles!

—Sung Hoon, siéntate por allá— Ye Jin tocó el vientre del omega, mirando como los bebés dentro de él se movía —voy a abrir a tu madre.

Sung Hoon parpadeó rápidamente —¡me quedo! — dijo aferrándose al brazo de Soo Bin —¡me quedo!

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—¿Qué es eso, mami?

—Eso, bebé, es Alaska— sonrió, pasando la lengua por la cortadura en su labio —creo que...— ajustó a Sung Hoon en su regazo —deberíamos mudarnos ahí.

Sung Hoon tocó las fotos —bonito, mami.

—Mucho, precioso— respondió mientras acariciaba la espalda de Sung Hoon —¿te gustaría mudarte ahí algún día, bebé?

—Con mami...

—¡Soo Bin!

El aludido levantó la mirada rápidamente y corrió al armario con Sung Hoon en los brazos, dejándolo ahí adentro con las fotos —quédate aquí adentro, Sung Hoon, no importa que pase, ¿está bien?

Sung Hoon lloriqueó, asintiendo.

—Sh, bebé. Mira las fotos— Soo Bin le dio un beso —mira las fotos.

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—¿Puedes sentir eso, Soo Bin?— El omega gritó y Ye Jin asintió —bueno, entonces no hay razón para usar morfina— tomó el bisturí e hizo una larga incisión, necesitando de cuatro enfermeros para sostener las piernas de Soo Bin.

Sung Hoon abrazaba el rostro de su madre, besándolo para intentar aliviar su dolor tal como Soo Bin había hecho tantas veces por él.

El niño cerró los ojos con fuerza cuando escuchó a Soo Bin gritar de nuevo —uno, dos, tres, cuatro...— lloró quedamente cuando Soo Bin se quedó quieto —cinco, seis, siete, ocho...— Sung Hoon lloró más fuerte cuando escuchó dos llantos distintos. Solo miró a su madre que ya no se movía —nueve, diez, once— se estiró en silencio cuando una enfermera lo alejó —doce, trece, catorce...— escuchó un fuerte pitido proveniente de una máquina que lo forzó a cubrirse los oídos —quince, dieciséis, diecisiete...— Sung Hoon sentía como si el mundo se moviera más lento. Todo se sentía más fuerte y doloroso.

Extendió su pequeña mano cuando comenzaron a presionar el pecho de Soo Bin —dieciocho, diecinueve, ve-veinte— se detuvo cuando las puertas se movieron, exponiendo y luego ocultando a su madre.

—Veinte... ¡veinte! — Sung Hoon gritó, comenzando a respirar con dificultad —¡veinte! ¡Ya puedo contar hasta el veinte, mami! — Movió sus piernas agresivamente, gritando —¡ya puedo contar hasta el veinte, mami!

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—¡Mami!

Soo Bin se levantó del suelo con dificultad, manteniendo la mirada fija en su hijo. Lentamente dirigió su atención a Jin Hwan —¿acabas de...— se apoyó en una silla —golpear a mi hijo?

Jin Hwan resopló —¡tu hijo acaba de orinarse en mi puta cama!

El omega parpadeó lentamente, registrando los gritos de su hijo.

—¡Cállate! ¡Cállate!

—¡Mami!

—¡Cállate!

Soo Bin agarró una lámpara y la estrelló contra la nuca de Jin Hwan. Corrió hacia Sung Hoon y lo cargó antes de bajar las escaleras rápidamente.

—¡Soo Bin!

—Sh, sh...— Soo Bin intentó calmar a su hijo. Apenas llegó a la puerta antes de ser tirado al suelo y protegió como escudo al niño cuando las patadas comenzaron.

—¿Crees que eres fuerte, hmm? — Jin Hwan se puso de rodillas —veamos qué tan fuerte eres.

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—¿Dónde está? — Yeon Jun tenía lágrimas cayendo por su rostro —por favor, por favor, ¿dónde está mi omega?

Ye Jin tomó su rostro entre ambas manos —mírame, relájate... está vivo, tus hijos están vivos.

Yeon Jun cayó al suelo sobre sus rodillas —oh Dios... oh gracias, gracias— sacudió la cabeza lentamente —¿qué...? ¿Dónde está Sung Hoon?

Ye Jin se arrodilló a su lado —él... no habla y no se mueve, no sabemos qué hacer— soltó un suspiro —Soo Bin casi muere... la presión sobre su corazón por el dolor le provocó un paro cardíaco— Ye Jin mordió su labio —Sung Hoon estaba ahí cuando sucedió.

La boca de Yeon Jun se entreabrió y sus dedos intentaron aferrarse al suelo —oh no...

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—¡Alfa! — Soo Bin se quejó cuando se estiró —¡alfa!

Yeon Jun corrió hacia él y lo abrazó con cuidado —omega... oh dios, estaba...— cubrió sus ojos con una mano —estaba tan preocupado.

Soo Bin sollozó fuerte —¡están vivos!

El exmilitar soltó una risa... una risa genuina, porque Soo Bin casi había muerto y aunque Ye Jin le había dicho cien veces por teléfono que estaba bien, no lo creía. Yeon Jun había lidiado con la muerte de amigos, gente cercana a él. Nunca había llorado, incluso si morían en sus brazos o frente a él. Lo había visto todo, pero nada le había provocado un hueco tan grande como escuchar que su omega casi muere. Su amigo... Soo Bin era su amigo, Soo Bin significaba el mundo para él y no estuvo ahí cuando lo necesitó.

Yeon Jun vomitó dos veces cuando recibió la llamada. No pudo controlarlo, incluso aunque Ye Jin repetía —casi muere, pero no lo hizo. Está bien.
Todo lo que Yeon Jun escuchaba era la palabra —muerte— y que no había estado ahí. Ver a Soo Bin sonreír ahora, en cama y luciendo más saludable de lo que se había visto en el embarazo le hizo sentir enfermo de nuevo. Enfermo y aliviado.

Soo Bin se alejó, secando sus lágrimas —¿dónde está Sung Hoon? La enfermera dijo que está con Eun Ji y que no puedo verlo...— frunció su ceño —quiero ver a mi hijo.

Yeon Jun asintió seriamente —sí... sí, por supuesto, iré con él— besó al omega una vez y luego otra, frotando sus narices juntas —lo traeré— Yeon Jun de pronto se dio cuenta de cómo temblaban sus manos, sentía tanto alivio.

Soo Bin apretó la cobija de Sung Hoon —estaba ahí... cuando mi corazón dejó de latir.

El alfa tragó saliva con dificultad, sintiendo su corazón dar un vuelco por distintas razones —voy... voy a hablar con él— Yeon Jun frotó sus ojos —hablaré con él, Camelia.

Soo Bin asintió —alfa...— Yeon Jun lo miró —estoy vivo... no ignores eso, nuestros hijos también están vivos— dijo mientras tomaba las manos temblorosas de Yeon Jun entre las suyas —por favor, relájate. Estoy vivo.

Yeon Jun presionó sus labios en una firme línea, irguiéndose —estoy asustado... de irme y que cuando regrese, ya no estés.

El mitad-lobo sonrió gentilmente, con dolor y cansancio —¿alguna vez te he mentido?

—Sí.

Soo Bin rió suavemente, tocando su vientre considerablemente plano —¿sobre algo tan serio?

Yeon Jun sacudió la cabeza antes de presionar el rostro contra el cuello de Soo Bin —nunca.

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—¿Mami?

—Sh, sh...— Soo Bin estaba temblando y miraba hacia atrás cada cierto tiempo —nos vamos, bebé— rápidamente le puso una chamarra —nos iremos ahora.

—¿Vamos? — Sung Hoon se aferró a su madre cuando lo cargó.

—Sí— agarró el bolso que había hecho para Sung Hoon y dio un vistazo a la esquina. Soo Bin corrió a las escaleras, yendo directo hacia la puerta principal. Tomó su propia maleta que había dejado cerca y abrió con cuidado.

Sung Hoon tembló, afianzando su agarre.

Soo Bin ni siquiera pensó en cerrar la puerta detrás de él. Corrió hacia el auto de Seok Jin que lo esperaba frente a la casa. Corrió sin pensar, sin importarle nada más que su hijo que estaba cerca de su corazón. Y una vez que estuvo en el auto y estaban alejándose... Soo Bin y Sung Hoon tomaron la primera bocanada real de vida.

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—Oh, Yeon Jun— Eun Ji se levantó —Soo Bin está bien... los bebés también.

Yeon Jun intentó sonreír, tallando sus ojos —sí... ya lo vi— bajó la mirada a Sung Hoon, que estaba demasiado callado.

Eun Ji lo miró —no ha querido hablar... ni siquiera se ha movido. Intenté decirle que no podía entrar pero no hizo caso. Ye Jin dijo que estaba bien...— frunció el ceño —estuvo ahí cuando... ya sabes.

—Sí, hablaré con él— abrazó a la mujer con fuerza —gracias... hiciste un gran trabajo por mi familia y por mi— respiró profundo —hablaré a solas con mi hijo.

Eun Ji hizo una reverencia —me quedaré con Soo Bin para que no esté solo.

—Gracias, Eun Ji— cerró los ojos por un segundo, sin saber qué decir —Sung Hoon...— Yeon Jun se sentó en el suelo, mirando a un enfermero caminar con sus utensilios. Volvió la atención a su hijo, que veía a la nada —soy yo, baba...— el niño no respondió. Yeon Jun mordió su labio, sentándose bien —Sung Hoon, viste a tu madre casi morir— el niño dio un respingo —pero no está muerto... está vivo y le gustaría verte.

Sung Hoon no hizo ni el intento de moverse.

Yeon Jun suspiró —he matado a muchos seres en toda mi vida— Sung Hoon por fin lo miró y Yeon Jun asintió para sí mismo —estaba en la milicia... y mi trabajo era lastimar a las personas, buenas o malas— presionó sus labios juntos —un día ya no quise seguir haciéndolo y hui. En lugar de enfrentar mis problemas, hui de ellos— acarició el cabello del niño, llevando un mechón detrás de su oreja —y fue mi mayor arrepentimiento pero... si no lo hubiera hecho entonces no te hubiera conocido a ti o a tu madre— sonrió con tristeza —pero aun así, eventualmente todas las cosas de las que me arrepentían me alcanzaron... y no soy tan rápido.

—Y me recordaron que tengo gente que me ama... y que están ahí para mí. Nunca debí huir porque sólo estaba huyendo de mí mismo, y solo puedes alcanzar a correr cierta distancia— apretó la mejilla del niño —tu madre... casi muere hoy. Estaba llorando, me dolía y me sentí enojado porque no estuve ahí, pero ahora, Sung Hoon, ahora que te veo sentado aquí...— soltó algunas lágrimas —eso ha cambiado de nuevo... no estuve ahí para ti.

El labio inferior de Sung Hoon tembló mientras lo escuchaba —tú me necesitas más que nadie, claro que tu madre me necesita pero tú... necesito estar ahí cuando ya no puedes ser fuerte, eres un niño y quizás a veces olvido eso porque yo no tuve una buena niñez. Eres mi hijo y me necesitas tanto como tu madre lo hace— lamió sus labios resecos —muchas cosas malas suceden y no debemos ignorarlas pero tampoco debemos aceptarlas— miró los ojos cafés de Sung Hoon, visualizando a Soo Bin en ellos —así que lo siento... siento no haber estado ahí cuando me necesitaste. Siento no ser un buen padre, pero quiero que sepas que lo estoy intentando. No te dejaré solo nunca más... no lo mereces. Perdóname.

Sung Hoon hipó, subiendo al regazo de Yeon Jun para abrazarlo —¡quiero ver a mami!

Yeon Jun acercó más a Sung Hoon, meciéndolo —por supuesto Sung Hoon, por supuesto.

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—No es fácil ser padre— Tae Hyun meció a Sunoo —a veces olvidas que te necesitan también, porque siempre están apegados a su madre.

Yeon Jun asintió —¿tú lo olvidas?

—Siempre — sonrió cuando Sunoo rió —olvido que necesito estar aquí para él no solo cuando está feliz; si algo le pasara a Beom Gyu...— Tae Hyun negó —necesitaré estar ahí para Sunoo incluso si tengo el corazón roto.

—Ya veo...— Yeon Jun miró por la ventana —tomaré ese consejo para mi futuro.

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—Sung Hoon...— Soo Bin estiró los brazos, ignorando a los médicos que lo pinchaban con agujas —bebé... mi bebé.

Sung Hoon abrazó a su madre con cuidado por las agujas —Mami...

—Pensé que no ibas a venir— lloró el omega —mi pobre bebé...

—Lo siento mami... estaba tan triste, no podía mo-moverme.

Soo Bin asintió, lamiendo las mejillas de su hijo —entiendo bebé, siento mucho que me hayas visto... así.

Sung Hoon negó —Mami está bien ahora, ¿verdad?

—Lo estoy— Soo Bin sonrió con lágrimas formándose en sus ojos —estoy muy bien, mi cuerpo solo entró en shock por un minuto.

Sung Hoon presionó su rostro contra la fuente de aroma de Soo Bin —no quería irme mami... alguien me llevó.

—Lo sé, lo sé— Soo Bin lo arrulló, acariciando su nuca mientras secaba sus propias lágrimas —lo sé, bebé— miró a Yeon Jun que estaba de pie cerca de ellos y le sonrió, alcanzando su mano —todos estamos sensibles.

Yeon Jun acarició la frente de Soo Bin, intentando mantener la compostura —pero... estaremos bien.

—Estaremos bien— Soo Bin aseguró, frotando su mejilla contra el cabello de Sung Hoon —te oí contar, bebé— el niño lloriqueó —aprendiste a hacerlo hasta el veinte... estoy tan orgulloso de ti— Soo Bin cerró los ojos —estoy tan orgulloso de nosotros.

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—Quiero...— Sung Hoon frotó la nariz contra la camisa de Yeon Jun —quiero tocarlos.

Yeon Jun besó su mejilla, dándole un mordisco —muy pronto, alfa— miró a sus hijos, queriendo sostenerlos también. Estaban en cuneros separados, durmiendo tal como su madre. Era extraño... mirar a sus hijos. No se sentía como si fueran suyos, no sabía siquiera cómo sentirse.

Lucían como Soo Bin... y no estaba realmente seguro de que lucieran como él. Eran pequeños, e idénticos. La única cosa que los diferenciaba era la ropa de colores que llevaban. Sus narices eran como la de Soo Bin... muy parecidas a la de Sung Hoon. Se veían como el pequeño alfa y Yeon Jun quería ver sus ojos.

Ye Jin le dijo que los ojos de Lia eran obscuros, como los suyos y que Huening Kai era diferente; uno de sus ojos café claro y el otro gris obscuro. Cuando Sung Hoon escuchó eso la curiosidad le invadió y comenzó a tocar el cristal a prueba de sonido con la esperanza de despertarlos.

Eran sus hijos, justo frente a él. ¿Así se suponía que debía sentirse? El orgullo se extendía por su cuerpo, tenía náuseas y sentía demasiada emoción. Tenía hijos, hijos que eran de su sangre. Tenía algo bueno por primera vez, con alguien bueno.

Eran hermosos.

—Quiero que despierten, baba— Sung Hoon se quejó, golpeando el cristal.

Yeon Jun sonrió levemente —es a prueba de sonido, no pueden oírte.

Sung Hoon los miró y dejó la marca de su pequeña mano ahí —baba...

—¿Si, Sung Hoon?

—No quiero más hermanitos... lastiman mucho a mami.

Yeon Jun asintió —lo sé, Sung Hoon.

—Baba...

—¿Si, Sung Hoon?

El niño miró a Yeon Jun —gracias por hacernos felices a mami y a mí.

Yeon Jun cerró los ojos por un momento, con la cabeza punzando después de haber llorado demasiado —gracias por hacer lo mismo por mí.

Sung Hoon lamió las lágrimas del alfa mayor —ya no llores baba, haremos un rompecabezas cuando estemos en casa.

El exmilitar rió, alejándose de ahí y caminando hacia la habitación de Soo Bin —¿un rompecabezas?

—¡Sí!— Sung Hoon sonrió, secando sus propias lágrimas —¡Huening Kai y Lia pueden jugar también!

—Creo que necesitarán crecer un poco más antes de eso, Sung Hoon.

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—Un día...— Soo Bin pasó los dedos por la foto de las montañas de Alaska que estaba pegada en su nuevo refrigerador —nos mudáremos ahí.

Sung Hoon batalló para meter el cereal en su boca —está bien, mami.

Soo Bin dio la vuelta, mirando su nueva casa —¿te gusta, Sung Hoon?

Sung Hoon asintió —gusta, mami.

El omega caminó por la cocina —creo que nos irá muy bien aquí, bebé. Comenzaremos de nuevo a partir de hoy— habló completamente decidido —y mami obtendrá un empleo y nos iremos a Alaska.

Sung Hoon besó la nariz de su madre —ir a Alka, mami.

Soo Bin rió suavemente —lo lograremos.

Sung Hoon asintió, de acuerdo con lo que decía —log-emos.

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—Hola...— susurró, acariciando la mejilla de Lia —Hola, soy Sung Hoon— Lia intentó apartar su mano mientras hacía sonidos incoherentes —no le agrado.

Yeon Jun acomodó a Sung Hoon en su regazo —claro que sí, sólo es un poco enérgica.

—Enérgica, baba.

Soo Bin sonrió, alimentando a su hijo —le gustarás a ambos, Sung Hoon... ahora no entienden mucho.

Sung Hoon señaló a Huening Kai — un ojo es café claro y el otro es gris obscuro.— entrecerró los ojos —gracioso.

—No— Soo Bin besó la frente de su hijo —es diferente... es hermoso.

Yeon Jun acarició la pancita de Lia —son tus hermanos, Sung Hoon. Debes respetarlos y amarlos como nosotros a ti.

Sung Hoon asintió —sí, baba— se removió para que lo bajara y fue hacia Huening Kai —Hola Huening Kai, soy Sung Hoon— el bebé lo miró mientras comía —soy tu hermano mayor... ¡te he esperado a ti y a Lia por mucho tiempo!— tocó los dedos del niño, emocionándose cuando agarró uno —¡oh, mami!

—Sí bebé, le agradas.

—¡Yo elegí tu nombre, Huening Kai! Y te enseñaré como ser un lobo... ¡y baba dice que cuando tus manos sean más grandes haremos rompecabezas!— volteó a ver a Lia que tenía el pulgar en su boca —Aún no le agrado a Lia— se sentó a un lado de ella, acariciando su pancita como Yeon Jun lo hacía —creo que... le agrado ahora.

—Ambos te aman, Sung Hoon.

Sung Hoon sonrió con orgullo —¡soy hermano mayor!

Yeon Jun sonrió de lado —tienes toda la razón, Sung Hoon.

—¡Baba!— Sung Hoon apuntó al rostro de Lia y gateó más cerca —¡hoyuelos!

Soo Bin rió entre dientes, dando suaves golpes a la espalda del bebé para sacar el aire —sí, ambos tienen hoyuelos gracias a tu padre.

Sung Hoon picoteó el hoyuelo de Lia —solo uno— continúo presionando su dedo una y otra vez, haciendo lo mismo con el lado que no tenía hoyuelo —te haré un hoyuelo, Lia.

Yeon Jun suspiró —Dios.

Soo Bin le dio una suave patada —déjalo.

—Creo que tiene hambre mami, intenta morderme.

—Quizás es porque estás tocando mucho su cara.

—¡Yeon Jun!

—O posiblemente porque le diste un apodo.

Sung Hoon lo consideró por un momento —no baba, no lo creo— dijo antes de levantarse —¡mami, necesito tu teléfono!

—Claro bebé, ¿para qué?

—Quiero tomar fotos y mandárselas a Sunoo— explicó con una sonrisa —¡soy hermano mayor!

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—Creo que nuestro hijo está obsesionado con los niños— Soo Bin cobijó a Lia, acercándose para darle un beso —no ha dejado de hablar sobre ellos o con ellos.

Yeon Jun acarició la mejilla regordeta de Huening Kai —eventualmente lo volverán loco, como todos los hermanos.

—¿Yoon Gi vendrá el siguiente mes?

—Sí— Yeon Jun sonrió de lado —se está quedando con Beom Gyu y Tae Hyun, no quiere irse— explicó —ama demasiado a Eun Bi... Estoy seguro de que hará lo mismo con nosotros.

Soo Bin sonrió, encogiéndose de hombros —Yoon Gi... es muy amable. Te aceptó y se aseguró de que todos los demás lo hicieran— bajó la mirada a su soñoliento hijo —no me importa... Sung Hoon será el niño más feliz.

—Estoy seguro de que lo será.

Soo Bin dejó una mano sobre su vientre por unos segundos, aún dolorido por la cirugía y se acercó a Yeon Jun para envolver su cintura con los brazos —¿qué estás pensando, alfa?

—Muchas cosas— sacudió la cabeza —¿puedes creer que creamos vida?

El omega bajó la mirada —no... incluso cuando Sung Hoon nació, incluso ahora... no puedo creerlo.

Yeon Jun miró a Soo Bin —los veo, los cargo y se sigue sintiendo falso.

Soo Bin sonrió —nunca se siente real— colocó la cabeza contra su pecho —estuviste despierto a medianoche.

Yeon Jun respiró profundo —estoy pensando demasiado.

—¿Sobre mi experiencia cercana a la muerte o que debiste estar con Sung Hoon?

—Ambas cosas... he visto tanta muerta pero nunca me sentí tan enfermo por eso hasta que casi me dejas. Debí estar ahí, me necesitabas... Sung Hoon me necesitaba.

—Sung Hoon estaba solo y no estabas ahí— Yeon Jun asintió avergonzado —¿dónde estabas?

—Con Jackson, pidiéndole que nos case. Elegí un mal día para hacerlo, lo siento.

Soo Bin levantó la mirada —¿te disculpas por intentar hacerme feliz?— negó suavemente —no estoy enojado contigo, te juro que no lo estoy— tomó las manos de Yeon Jun y las dejó sobre su rostro —estoy vivo, en tus brazos— Soo Bin acarició también su rostro —los dos estamos aquí, alfa.

Yeon Jun bajó la cabeza —Sung Hoon... no lo viste. Estaba frío, solo, triste— cerró los ojos —me dijiste una vez que si alguna vez te dejaba, querías ser estable por Sung Hoon... asegurarte de que podías cuidar de tu hijo.

—Sí.

—Si tú alguna vez nos dejas... debo ser fuerte por él, y no lo fui.

Soo Bin pasó la lengua por sus labios —Yeon Jun...

—No lo fui— presionó el puente de su nariz —sentí que me ahogaba, debí estar ahí con él...apoyándolo como un padre.

—Estoy de acuerdo... si muriera, Sung Hoon necesitaría apoyo, pero estoy vivo, alfa— sonrió para intentar tranquilizarlo —Y Sung Hoon es ahora el niño más feliz en el mundo— le dio un suave beso en los labios —eso estaba fuera de tu control, nadie esperaba que diera a luz tan pronto. Ye Jin dijo que fue mi culpa que se adelantaran, que estaba poniendo mucha presión sobre mi cuerpo por tanto llorar.

—Por mi culpa... porque no estaba ahí.

—Vamos a...— Soo Bin recorrió los hombros de Yeon Jun con sus manos —decir que fue un error. Uno que no volveremos a cometer— dijo y se puso sobre sus puntas para poder restregar su rostro contra el del alfa —estamos avanzando hacia una nueva parte de nuestras vidas, ¿tú también avanzarás con nosotros?

Yeon Jun inclinó la cabeza —lo haré.

Soo Bin levantó su rostro —criaremos a nuestros hijos, seremos felices. ¿Me crees, alfa?

—Sí, omega— Yeon Jun lo besó con fuerza —te creo.

—Si estás preocupado por algo, quiero saberlo. Si estás molesto, deseo estarlo también— Soo Bin sonrió de lado al ver la pequeña sonrisa en el rostro de Yeon Jun —tenemos hijos, algo que ni siquiera me atrevía a soñar con tener. Tenemos nuestro nuevo hogar, el cual construiste con tus propias manos. Nos tenemos el uno al otro— cerró los ojos cuando Yeon Jun pegó su frente con la suya —tenemos una familia, algo que ambos rezábamos por conseguir... y tú me has hecho el omega más feliz, seguro y amado en el mundo... gracias.

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—Un ojo es diferente— Sung Hoon apuntó a Huening Kai con la cámara —uno es ojos café claro y el otro es gris obscuro.

—Oh, wow— Beom Gyu habló —increíble.

—Es un omega— Sung Hoon le informó y después mostró a Lia —tiene los dos ojos negros... ¡ella es alfa como yo!

—Eso es increíble.

Soo Bin tomó el teléfono —Lia es muy inquieta... Huening Kai es más reservado.

—Ambos son hermosos... mira esos ojos, Dios mío.

Soo Bin le sonrió a su alfa —parece ser que los genes de Yeon Jun son muy fuerte.

—Oh, tenemos que vernos pronto.

—Mamá, dame el teléfono... por favor.

—Bien, bien.

Sung Hoon se asomó —¡Sunoo!

—¡Hola Sung Hoon!— El omega rodó los ojos —mamá me quitó el teléfono.

—Mami, ¿puedo tener el teléfono?

Yeon Jun agarró una pieza de rompecabezas que estaba en el suelo antes de que Lia lo hiciera —

Sung Hoon, te dije que recogieras tus juguetes.

—Sí baba, un segundo... ¡mira Sunoo!— enseñó a Lia ante la cámara —hermanita Lia y hermanito Huening Kai.

—¡Oh! ¡Su ojo es gracioso!

—¡Gracioso no! Diferente, hermoso.

Sunoo acercó más el teléfono —es tierno... ¡y muy grande!

—Sí, mami dice que será súper alto y Lia...— miró a la niña risueña —bajita como yo.

Yeon Jun cargó a Lia —tú serás alto, alfa.

—¿Yo? ¿Seré alto?

—Sí, he hecho un seguimiento a tu patrón de crecimiento, serás alto.

La boca de Sung Hoon se abrió por la sorpresa —Sunoo, Sunoo, ¡seré alto!

—¿Alto?

—Sí, ¡por mi pa-pato de cemento!

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—¿Mami?— Sung Hoon asomó la cabeza —hola...

Soo Bin estaba desnudo, cubierto por mantas y con sus bebés dormidos a su lado —hola bebé, volviste a casa.

Sung Hoon dio cortos pasos, acercándose al nido de Soo Bin —sí— se levantó en las puntas de sus pies para intentar ver a sus hermanos —¿Lia y Huening Kai?

—Están dormidos— explicó Soo Bin mientras los destapaba un poco —¿lo ves?

Sung Hoon se removió —bebés bonitos.

—Así es— Soo Bin sonrió —ven, dame un abrazo.

Sung Hoon rodeó el nido para abrazar a su madre —te extrañe.

—También te extrañé, bebé— Soo Bin le dio un beso mientras Yeon Jun entraba —¿te divertiste?

—Sí, baba y yo fuimos a caminar. Muy divertido, mami... las personas me dieron regalos.

Yeon Jun se inclinó para besar a Soo Bin antes de ir hacia sus hijos —todos los regalos están en el auto.

Soo Bin sacudió la cabeza —nos quedaremos sin espacio— acarició la espalda de Huening Kai cuando el omega rodó para quedar sobre su estómago —estoy cansado...

—Perdón mami...— Sung Hoon se apartó —iré a mi cuarto.

—No bebé— le sonrió para tranquilizarlo —¿te gustaría tomar una siesta conmigo?

—Oh... sí, por favor.

Soo Bin miró a Yeon Jun que estaba cobijando a los bebés con la manta de fertilidad —¿y tú, alfa?

Yeon Jun asintió —Creo que puedo tomar una siesta.

Y esa fue la mejor siesta que Soo Bin tuvo en la vida.

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—¡Soo Bin! — Seok Jin gritó con emoción —míralos... ¡que hermosos!

Soo Bin sonrió con orgullo, intentando mantener a ambos niños en su regazo —son tan dulces... me he enamorado una vez más... no sabía que podía enamorarme tantas veces.

Seok Jin aplaudió —oh, mira sus ojos, son hermosos, ¡felicidades! — sonrió de lado —y pensar que tu alfa me había dicho que no eran pareja.

Soo Bin miró a Yeon Jun que intentaba terminar un rompecabezas de cinco mil piezas con Sung Hoon —estoy seguro de que lo hizo.

—Estoy tan feliz por ti, Soo Bin, mereces esto.

Soo Bin dejó en el suelo a los niños inquietos y se cruzó de piernas —gracias, Seok Jin— posó los ojos en sus hijos —es todo tan diferente, son tan independientes. No tengo tiempo para darles amor porque siempre quieren hacer algo más.

—Cuando me enviaste un mensaje y me dijiste que estabas embarazado me sorprendí... pasarás a la historia.

—Sí. Ya ha venido alguien que quiere escribir un libro sobre nuestra familia, de principio a fin— sonrió de lado —si te soy honesto, estoy emocionado.

—Debes estarlo... aunque tu embarazo no fue muy agradable.

—Oh, para nada— Soo Bin levantó su playera para mostrar su cicatriz —lo más seguro es que estos sean nuestros últimos bebés.

Yeon Jun lo volteó a ver —lo serán.

Soo Bin sonrió un poco —hemos hablado sobre eso, la presión sobre mi cuerpo fue demasiada— mordió su labio con fuerza —pero los tuve... han pasado cuatro meses y aún me pongo un poco emotivo al recordarlo.

Seok Jin lo miró con cariño —lo lograste Soo Bin... lo lograste y tienes derecho a sentirte tan emotivo como quieras.

Soo Bin inclinó la cabeza como agradecimiento, mirando a sus bebés revoltosos que avanzaban hacia su padre y hermano —lo logré... lo logramos.

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Yeon Jun tocó los pequeños colmillos de Huening Kai —han crecido— agarró a Lia por el pie antes de que cayera de la cama —quédate quieta, alfa— la regresó a su lugar, haciéndola reír. Yeon Jun miró dentro de la boca de Huening Kai, contando —bien... es la cantidad correcta— detuvo a su hija de caer nuevamente, ahora con su pie —esto no es un juego— apuntó algo en su libreta, notando el crecimiento de su hijo.

Lia rió fuerte cuando Yeon Jun la acercó de nuevo y la dejó sobre su regazo, besando la mejilla que tenía un hoyuelo —¿esto es gracioso para ti, alfa?

Huening Kai talló su ojo, mirando a su hermana. Giró hacia la puerta cuando Soo Bin entró con cajas de regalos —ami, ¡ami!— El niño estiró sus manos hacia su madre —¡ami!

Lia hizo lo mismo que su hermano —¡ami!

Soo Bin sonrió, dejando las cajas —hola, mis bebés— se acercó a ellos para besarlos —hola, ami regresó— los cargó a ambos, acostumbrado a hacerlo —fui atacado antes de siquiera poder entrar a la tienda.

Yeon Jun sonrió de lado —te dije que yo iría a comprar la despensa, omega.

Soo Bin lo besó, gruñendo contra sus labios —no he podido comprar ni una prenda, juguete o cosas de bebé en esta casa, es ridículo.

Yeon Jun acarició los costados de Soo Bin —lo sé Camelia, lo siento.

Soo Bin soplo contra la mejilla de Huening Kai para hacerlo reír —mira esos dientes— bajó a Lia y abrió la boca del niño —están creciendo tan rápido— sacudió la cabeza —son tan diferentes a los mitad-lobo— murmuró antes de ver a su alfa —hoy es el último día en que dormiremos aquí, ¿verdad?

—Sí, omega. Hoy es nuestro último día aquí. Ya han terminado la valla— cargó a Lia y la meció —ven aquí, Camelia.

Soo Bin sonrió, sentándose a un lado de su pareja —¿qué pasa, alfa?

Yeon Jun lamió su mejilla —tengo buenas noticias.

El omega le devolvió el gesto —¿qué noticias?— Preguntó y bajó la mirada a Lia que intentaba subir encima de su hermano —se amable, alfa— la cargó y se sentó con las piernas cruzadas en la cama —dime, mi amor.

—Eun Ji vendrá la siguiente semana para quedarse con los niños— acarició uno de los pies de Soo Bin —Jackson nos casará, en privado.

—¿Qué? ¿En verdad! ¡Oh Dios mío! ¿En serio lo hará?

Yeon Jun sonrió —sí, lo hará.

Soo Bin negó —estoy sorprendido, pensé que lo había olvidado o que no le importaba.

—Mark es un alfa... Jackson es su pareja. Es mal visto que omegas con omegas o alfas con alfas estén en una relación— removió el largo cabello de Huening Kai de su rostro —Jackson confió en mí y nunca vi una razón para juzgarlo, ni estoy en posición de hacerlo. Hace esto porque sabe cómo es. La ley no será aprobada por otro año más, pero no tendremos que esperar tanto.

Soo Bin sonrió, dejando a ambos niños en la cama para sentarse en el regazo de su alfa, besando y dando mimos a su rostro —eres un alfa tan bueno... un ser tan bueno, ¿cómo lo haces?

Yeon Jun lo abrazo —no lo sé, me pregunto lo mismo.

Soo Bin tiró la cabeza hacia atrás, riendo —¡tan modesto!

Yeon Jun empujó a Soo Bin sobre su espalda para alcanzar a agarrar a sus hijos antes de que cayeran —no es gracioso, Lia.

—Eres muy rápido, gracias a Dios.

El alfa se sentó, atrayendo a los tres hacia él —me lo han dicho.

Soo Bin rió entre dientes —están creciendo tan rápido— besó a su hija repetidas veces —mi bebé, mi bebé. Tan risueña, tan dulce.

Lia chilló, abrazando a su madre —¡ami!

Huening Kai dio unos suaves golpes en la cabeza de Soo Bin —ami, ami— abrió su boca un par de veces —bre-bre.

—¿Tienes hambre, bebé?— Los cargó a ambos y rodó por la cama para ponerse de pie —¿baba no te dio de comer?

—Sí le di— aclaró Yeon Jun mientras lo seguía fuera de la habitación —siempre tiene hambre, como Sung Hoon.

Soo Bin los dejó en el suelo para que pudieran bajar las escaleras por si solos —¿Sung Hoon te contó lo mucho que Huening Kai ama el maíz?

Yeon Jun rodó los ojos —lo escuché— murmuró y dejó una mano en la cintura de Soo Bin una vez que bajaron.

—Huening Kai... mami, ¡Huening Kai intenta comerse mi calcetín!

El omega descansó la cabeza sobre el hombro de Yeon Jun —amo a nuestra familia.

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—Buenos días, Yoon Gi— Soo Bin se inclinó respetuosamente antes de dejar los platos sucios —¿cómo estuvo el paseo?

—Muy bien— el alfa sonrió —a tu hijo, Huening Kai, realmente le gusta el agua.

Soo Bin asintió —oh sí, grita cuando intentó sacarlo de la bañera.

—¡Yoon Gi!— Sung Hoon entró corriendo a la cocina —¡hola mami!— fue hacia su madre y le dio un beso en la pierna —volvimos del paseo.

—¿Sí?— Soo Bin se puso de cuclillas, limpiando un poco de suciedad del rostro de su hijo —¿y cómo estuvo?

—¡Bien, bien!— tembló ligeramente —corrí mucho, baba era un lobo y Yoon Gi...— volteó a ver al alfa que tenía su atención puesta en él —es tan bonito, mami— susurró —es blanco como baba pero... pero tiene un círculo negro en su pancita.

—Oh, wow, eso es muy hermoso bebé.

Sung Hoon le sonrió al comandante —Hola, Yoon Gi.

El alfa rió entre dientes —Hola, Sung Hoon.

—¡Sung Hoon!— Lia corrió dentro de la cocina, tambaleándose —baba... ¡mano!

—Oh, debo lavar mis manos— besó a su hermana antes de correr fuera de ahí.

—Hola Lia, ¿fuiste a dar un paseo?

La niña estampó los pies contra el suelo, justo como Sung Hoon hacia y corrió hacia su madre —¡ami, ami!

Soo Bin la marcó con su aroma, dándole vueltas —¡hola niña hermosa!— besó su nariz suavemente —¿te divertiste?

Ella asintió, abrazando fuerte a Soo Bin —ami...

—Mm, ¿extrañaste a ami, bebé? ¡Mi pobre bebé!— miró hacia la entrada cuando Huening Kai entró, sosteniendo la mano de Yeon Jun. Apenas su hijo lo vio, comenzó a llorar.

—¡Ami!

—Aw— Soo Bin se sentó en el suelo —ven aquí, mi omega, ven con ami.

Huening Kai se tambaleo hacia sus brazos abiertos, llorando —¡ami!

—Está bien, ya estás en casa, ami está aquí— lo marcó con su aroma también —¿te divertiste en tu paseo?

—¡Mm!

Lia le dio un beso a su mellizo, restregándose mejilla contra la del niño hasta que comenzó a calmarse —buena niña— Yeon Jun la elogió —cuidas bien de tu hermano.

Yoon Gi sacudió la cabeza —tienes una familia hermosa, Yeon Jun. Hay tanto amor aquí, es increíble poder presenciarlo, en verdad— le dio unas palmadas en la espalda al exmilitar —pensar que antes estabas 'muerto'... y ahora tienes todo esto— Yeon Jun inclinó la cabeza como agradecimiento —los elementos realmente te han bendecido a ti y a tu familia. Prosperarás y prometo que haré lo que sea para ayudarte.

—Gracias, señor.

Soo Bin sonrió, recostándose en el suelo con sus hijos —gracias, Yoon Gi— le dio un beso a cada uno —son bendecidos de tener a seres tan buenos alrededor de ellos.

Sung Hoon soltó un quejido cuando entró a la cocina y se apegó a Yeon Jun —Mm... mami.

Yeon Jun acarició su cabeza —ya hemos hablado de tus celos, Sung Hoon, recuerda que son tus hermanos.

Era natural, Sung Hoon estaba celoso... no le gustaba que Soo Bin le diera mucha atención a sus hermanos y que él solo tuviera que ver. A Sung Hoon no le gustaba tener clases mientras Soo Bin jugaba afuera con ellos.

Soo Bin entendía, no había podido jugar con Sung Hoon como antes porque siempre estaba ocupado. Le daba a Sung Hoon todo el amor y adoración que podía, cuando tenía tiempo ese amor era incluso más. Era difícil cuando tenía a tres niños llorando en una habitación. Se sentían felices pero no era fácil lidiar con todos al mismo tiempo. Soo Bin ya ni siquiera pensaba en trabajar en ese punto; sería imposible.

Se habían casado... algo que solo Jackson y Yoon Gi (y Tae Hyun y Beom Gyu) sabían. No fue nada grande, firmaron papeles, cambiaron sus apellidos y eso fue todo. Yeon Jun dijo que tendrían una pequeña fiesta, para no alertar a nadie del asunto. No se sentía diferente hasta que Soo Bin miraba su identificación y veía el Choi Soo Bin. Sung Hoon ahora también era Choi, estaba aprendiendo su nuevo apellido con Bang Chan durante sus clases.

Todo estaba realmente bien. Lia y Huening Kai eran idénticos en muchas cosas pero también eran polos opuestos, aunque ambos se parecían a Sung Hoon.

Huening Kai era callado, amaba demasiado a sus padres pero disfrutaba de estar solo. Lia era más ruidosa, si bien era cierto que podía ser reservada, no le gustaba estar sola y estaba obsesionada con su hermano mayor e incluso más con la idea de hacer feliz a su mellizo.

Sung Hoon los amaba, era extremadamente protector con ellos. Cuando salían, la gente tomaba fotos, especialmente de Huening Kai por sus ojos. Sung Hoon siempre les recordaba que —no son graciosos, son diferentes y hermosos.

Era muy bueno con ellos, siempre les ayudaba. Pasaba mucho tiempo con sus hermanos, enseñándoles a hacer rompecabezas (siendo Huening Kai el único que se quedaba el tiempo suficiente para terminar uno) pero Sung Hoon realmente intentaba ser bueno. Yeon Jun siempre le agradecía por ayudarles y le recordaba lo buen hermano que era... lo buen hijo que siempre había sido.

—Sí, baba...

Soo Bin estiro los brazos —hay mucho espacio aquí para ti, precioso, ven.

Sung Hoon negó, aferrándose a la camisa de Yeon Jun —no importa, mami.

—A tu madre le gustaría reconfortarte, Sung Hoon— Yoon Gi habló —quiere compartir su amor contigo, ve.

Sung Hoon frunció el ceño y dio pequeños pasos hacia él hasta que Soo Bin lo jaló a su lugar. Besó su rostro, acariciando sus costados —¿lo ves? Hay mucho espacio.

Sung Hoon se sonrojó y le dio un beso a cada uno de sus hermanos antes de acurrucarse contra el cuerpo de Soo Bin —te amo, mami.

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—Había olvidado lo hermoso que es todo en Sitka— Yoon Gi miro la nieve alrededor —la casa es exquisita, Yeon Jun.

—Gracias, señor.

Yoon Gi sonrió —cada vez que pienso... o incluso que veo tu estatua... no puedo creer que aún estás con nosotros— soltó un suspiro —los lobos aún hacen reverencias frente a ella, tú mismo lo viste cuando fuiste. Ellos se inclinan y celebran, desean verte de nuevo... a los niños también— asintió para sí mismo —cuando desapareciste... lloré por mucho tiempo.

Yeon Jun inclinó la cabeza.

—No podía creerlo, no podías ser capturado o morir de esa forma. Pero los años pasaron y no estabas en ningún lado... hasta que apareciste— rió entre dientes —estaba sorprendido, enojado... pero debo confesar, que mi sorpresa no era tanta. Siempre supe que lo odiabas.

Yeon Jun lo miró.

—Sé que lo hacías. Nunca dijiste nada pero... eras tan joven, demasiado joven. Fue injusto para ti... por eso ahora debes tener veinticinco años para poder convertirte en líder— Yoon Gi lo miró —lo he decretado.

Yeon Jun tragó saliva con dificultad —eso... es bueno señor, gracias.

El comandante sonrió —Sung Hoon es muy parecido a los lobos, es increíble.

—Lo es.

—Yeon Jun...— Yoon Gi se acercó un poco más —¿piensas que intentaré reclutar a tu hijo?

—Sí, señor.

Yoon Gi tomó asiento —tienes razón— Yeon Jun se removió —pero cuando los veo... cuando te veo; sé que no puedo hacerlo— mordió su labio con poca fuerza —solo te había visto sonreír genuinamente una vez, cuando te estabas despidiendo de todos... y ahora no puedes dejar de hacerlo. Sung Hoon tiene cualidades fuertes, no ignores eso. Enséñale a ser un lobo para que él le enseñe a sus hermanos también.

Yeon Jun lamió sus propios labios —sí señor, gracias.

El comandante sonrió —tranquilízate, alfa. Mira a tu alrededor y toma un respiro por todo lo que tienes, por lo que quisiste por tanto tiempo— habló mientras tomaba su mano —has conseguido lo que a los lobos les toma tanto tiempo alcanzar; la felicidad— sonrió de lado y le dio un apretón —el amor es paciente, Yeon Jun, y ya has esperado el tiempo suficiente.

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Holi!! ¿Cómo han estado?

Este capitulo me hizo llorar varias veces, la relación de Soobin y Sunghoon  es muy hermosaaa, ver como Soobin protegía a Sunghoon sin importar qué :"), eso muchas veces me hizo querer ver de nuevo a Jinhwan y volver a matarlo jajaja, ¿cómo pudo lastimarlos de esa forma? :"), también amo la relación de Yeonjun y Sunghoon, aunque no sea hijo de sangre de Yeonjun lo ama mucho, es hermosoo!! ❤❤ Bueno quería avisarles que no actualizaré el miércoles ya que ahí salen mis resultados de las pruebas que hice para ver si pase esa fase, realmente estoy muy nerviosa :"), pero sé que voy a pasar porque realmente quiero estudiar allá :D.

Aclaración: El orden de las dedicatorias no significa nada, no porque uno fue primero significa que le dió más amor a la historia, todos le han dado amor a mi adaptación y se los agradezco mucho, el orden es porque hice un sorteo para ver quién iba a ir primero para que no haya complicaciones, así que no se preocupen por el orden :)

Cuidensen mucho, tomen agua, voten por los chicos, hagan stream!! ❤❤ GRACIAS POR TODO SU AMOR A LA ADAPTACIÓN!! 💖💖