CAPÍTULO XXI
Yeon Jun estiró una mano para que el alfa la tomara y se levantara -la próxima vez mantente concentrado. No importa si es una bomba o un grito, nunca dejes de ver a tu oponente.
Jackson rió, sobando su espalda baja -entiendo- se sentó con cuidado y negó -creo que usted simplemente es demasiado fuerte.
Yeon Jun se sentó a su lado -soy tan fuerte como creo serlo.
-Escuche a la gente hablar...- murmuró Jackson, mordiendo la parte interna de su mejilla -decían que se irá.
-Voy a dimitir.
-Ya veo...- Jackson miró fijamente la nieve y dejó los codos sobre sus rodillas -¿por fin encontrará una pareja?
Yeon Jun sonrió de lado -no lo creo, no estoy buscando.
Jackson sonrió, empujando suavemente a Yeon Jun -hay muchos lobos puros ahí afuera. Alguno podría tener su mismo sentido del humor.
-Tú y Tae Hyun son bastante pesados.
Jackson rió por sus palabras -lo extrañaré, señor- sacudió ligeramente la cabeza -¿nos visitará?
Yeon Jun se encogió de hombros -posiblemente.
-Lo dejarán ir pero en algún momento lo traerán de vuelta- suspiró audiblemente -ha sido líder por mucho tiempo, ¿por qué irse ahora?
-Para tener una perspectiva diferente.
-Tenga cuidado allá afuera- advirtió con una sonrisa -no son tan amables como nosotros. Siempre cuidaremos su espalda.
Yeon Jun rió al escucharlo -estaré bien, Jackson.
El alfa se encogió de hombros -usted es el lobo más increíble que hay. No quiero que se vaya- levantó las manos, como disculpa -pero... usted decide.
-Y tú...- Yeon Jun se acercó un poco más -¿tú y Mark?
Jackson sonrió -¿Mark y yo?
Yeon Jun se encogió de hombros -dos alfas.
-Lo sé- respondió Jackson, apartando la mirada.
-No es asunto de nadie más que de ustedes- le intentó tranquilizar, tocando su hombro.
-Yeon Jun... discúlpeme, señor... usted ha hecho mucho por mi así que si alguna vez necesita algo, lo que sea, por favor...- una pequeña sonrisa apareció en su rostro -estaré ahí para usted.
Yeon Jun asintió una vez -gracias, Jackson.
-Por supuesto, señor.
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-¡Mami!- Sung Hoon corrió alrededor de Soo Bin. El omega se detuvo antes de colocar su corona en el tocador de la recámara principal -¡Mami, mira!
Sunoo lo alcanzó unos segundos después, respirando con dificultad -corres muy rápido, Sung Hoon- el omega caminó hacia la cama y se recostó en ella -cansado.
Soo Bin sonrió levemente, arrodillándose para atrapar a Sung Hoon entre sus brazos -no puedo ver si continúas corriendo, precioso.
Sung Hoon le mostró el celular, con el cargador colgando -¡mira!- pidió señalando los números -¡cinco! Es muy poquito ahora, mami.
La sonrisa del omega se tornó triste -ya veo, bebé- soltó un suspiro -pero recuerda lo que mami dijo, baba podría llegar un poco tarde.
-¡No!- se quejó, corriendo hacia la cama -¡No llegará tarde, mami! ¡Tenemos que prepararle la cena!
Soo Bin ladeó la cabeza -está bien- se puso de pie con cuidado y miró a los niños -¿tú y Sunoo me ayudarán a hacer la cena?
-¡Sí!- gritó Sunoo, alzando los brazos -¡sé cocinar muy bien!
El omega mayor rió y acomodó la corona en su lugar, tomando después el cuchillo de jaspe para dejarlo en frente -está bien, vayan a lavarse las manos. Bajaré en un momento.
-¡Yay, cocinaremos!- Sunoo saltó de la cama y corrió fuera de la habitación, con Sung Hoon detrás de él.
Soo Bin había acomodado las cosas alrededor de la casa tan rápido como pudo. Desempacó todo, doblando la ropa y poniéndola en percheros.
Los muebles que habían llevado del departamento y de la casa de Yeon Jun estaban en una sola habitación, esperando a ser trasladados a la casa que el alfa construiría.
Trabajó durante la noche mientras todos dormían. Quería que todo estuviera listo para cuando su alfa llegara a casa... ¿pero cuándo lo haría?
Sung Hoon le daba grandes esperanzas. No pensaba que Yeon Jun sería capturado y sabía que incluso si eso sucedía, nadie lo lastimaría.
La gente en Alaska adoraba a Yeon Jun. Lo que le preocupaba era que se lastimara al correr, que se cansara y se quedara dormido sobre la nieve y no despertara.
Su mente corría a mil kilómetros por hora. Pensando que si algo le pasaba a su alfa sería su culpa.
Sung Hoon juraba que Yeon Jun llegaría a tiempo. Soo Bin había hablado con Beom Gyu, preguntando su opinión y este le dijo que podía tomarle un día más llegar pero también le recordó que lo que Yeon Jun decía lo cumplía.
Soo Bin no quería seguir aumentando sus esperanzas, no había garantía de que nadie lo vería. Con la clase de seguridad que tenían en el país no podía siquiera imaginar cómo lograría entrar. Lo único que intentaba recordar era que Yeon Jun hacia cosas inimaginables.
El omega respiró profundo, levantando la caja vacía y bajó las escaleras, escuchando una discusión proveniente de la cocina.
-¡Yo sostengo la cuchara!
-¿Pero entonces yo que sostendré?
-¡La taza!
-¡No!
Soo Bin golpeó la caja, asustando a los niños -por favor, no griten- dejó lo que llevaba en la esquina, a un lado del resto de cajas y agarró la cuchara y la taza -no necesitaremos nada de esto.
-Frænka- Sunoo intentó asomarse por la encimera -¿puedo sostener la cuchara?
-Yo lo estaba haciendo.
-No usaremos estas cucharas, son para comer- se estiró para alcanzar dos cucharas de madera, dándole una a cada niño -ahí tienen, ahora debemos saber que cocinaremos.-
-¡Mazorca de maíz!
Sunoo levantó la cuchara con orgullo -¡patatas! No, no, ¡papas fritas!
-Hm...- Soo Bin miró el interior del refrigerador -tenemos huevos... y pan- hizo una mueca con los labios -tenemos agua.
-¡Iugh!- Sunoo se abrió paso en medio de las piernas de Soo Bin para ver -¡no hay comida!
-Bueno, tu padre fue a comprar la despensa junto a tu madre.
-¡Moriremos de hambre!
Sung Hoon frunció el ceño, aferrándose a la pierna de su madre -no quiero morir de hambre, mami.
Soo Bin rió ante sus ocurrencias -no lo haremos. Tendremos que esperar hasta que regresen.
Sunoo se sentó en el suelo de la cocina -¿podemos ir a caminar, Frænka?
-¡No!- Sung Hoon agitó el celular -¡estamos esperando a baba!
El adulto se colocó de cuclillas -no creo que caminar sea malo.
-¡No!- El pequeño alfa lloró -por favor, baba vendrá y...y no estaremos aquí.
-Baba está corriendo hasta acá, Sung Hoon- Sunoo gruñó -¡le tomará una eternidad!
Soo Bin logró detener a su hijo cuando casi golpea a Sunoo -¡Sung Hoon!
Sung Hoon gruñó, por primera vez en su vida -¡basta! ¡Vete tú! Debemos esperar a baba.
Sunoo entrecerró los ojos, luciendo molesto -te morderé si lo haces de nuevo.
-¡No!- Soo Bin le interrumpió -nadie va a morder o a pelear- cargó a Sung Hoon entre sus brazos con cuidado -¡es suficiente! No pegamos en esta casa o en esta familia- tomó el rostro de su hijo entre su mano con fuerza cuando seguía retando a Sunoo con la mirada -¿quieres que baba vuelva y vea que te estas comportando mal, Sung Hoon? ¿Eso quieres?
Sung Hoon frunció el ceño, cubriendo sus ojos con el teléfono -tengo... tengo que esperar a baba.
Sunoo se cruzó de brazos -¡estás siendo grosero, Sung Hoon!
-¡No!- Sung Hoon pataleó, removiéndose entre los brazos de su madre -¡tú eres grosero! Mi papi tiene que venir a casa... ¡tengo que estar aquí!
Soo Bin lo sacó de la cocina -Sung Hoon, es suficiente- dejó que se sentara en uno de los cojines de la sala de estar y lo sacudió suavemente -oye, ya basta.
Sung Hoon se recostó de lado, dejando caer el celular y sollozó -mami, mami... baba va a morir.
-¿Qué?- el mayor le ayudó a sentarse -¿por qué dices eso?
-Sunoo... Sunoo dijo que baba debe correr hasta acá... está muy lejos mami, baba tendrá frío, no estamos ahí- cubrió sus ojos con sus pequeñas manos -baba... debió venir con nosotros en el avión grande, mami.
El omega secó las lágrimas de sus ojos con rapidez -baba no morirá, bebé.
-¡Sí!
-¡No!- Sunoo estampó sus pies contra el piso, llorando -¡Mi frændi es el lobo más fuerte que existe! No morirá, no digas eso- corrió hacia Soo Bin, necesitando ser reconfortado -no morirá Frænka, lo prometo. Pabbi lo dijo, dijo que mi frændi es súper fuerte.
Soo Bin tomó asiento y acomodó a Sunoo en su regazo -es muy fuerte- sonrió con tristeza en dirección hacia Sung Hoon que lo miraba detenidamente -Yeon Jun... es el lobo más fuerte que he conocido. Es dulce, amable, honesto... cuando promete algo, lo cumple.
Sung Hoon se acomodó también en el regazo de Soo Bin -lo siento, Sunoo.
Sunoo se acercó más y lamió la mejilla de Sung Hoon -está bien. Lo siento Sung Hoon...
-¿Les parece si hacemos un dibujo realmente hermoso para cuando Yeon Jun llegue?
-Sí- Sunoo se acurrucó más cerca de su cuerpo -me gusta la idea.
El alfa menor agarró rápidamente el teléfono -quiero... quiero quedarme con el teléfono, mami.
-Puedes hacerlo.
Sunoo asintió para sí mismo -quiero quedarme y esperar a mi frændi. ¡Debemos mantener la casa caliente!
Sung Hoon se secó las lágrimas -sí mami, baba siempre mantiene la casa caliente.
Soo Bin los abrazó con fuerza -gracias a ambos- dijo para luego depositar pequeños besos en sus frentes -debemos recordar que somos familia. Tenemos que cuidarnos entre nosotros.
-Sí, mami.
-Sí, Frænka.
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-¿Gruñó?
Soo Bin asintió -sí- respondió mientras dejaba la sal -fue su primer gruñido, me sorprendió mucho.
-Bueno, Sunoo puede ser algo agresivo.
-No- le pasó la carne al alfa -fue Sung Hoon... se pone muy defensivo cuando se trata de Yeon Jun.
Beom Gyu sonrió al escucharlo -eso no está mal, ama a su padre.
-Lo sé... pero debe aprender a no pegarle a su familia.
-Eso es cierto- Beom Gyu concordó, volteando a ver a los niños que corrían al interior de la casa.
-¡Mami, mira!- Sung Hoon chilló con emoción.
Soo Bin enjuagó sus manos y miró lo que su hijo le mostraba -oh...- tomó el celular con una mano y parpadeó lentamente -diez minutos.
-¡Diez! Pero es un diez chiquito- rió y extendió ambas manos para alcanzar el teléfono -dámelo, por favor mami, dámelo.
El omega se lo entregó y miró a Tae Hyun que colocaba la carne en el sartén -¿crees que vendrá?- Preguntó sonrojado.
Tae Hyun puso el último trozo de carne y dejó el plato en el fregadero -una vez me tomaron como rehén y le dijeron a Yeon Jun que tenía una hora para llegar o me matarían- contó mientras lavaba sus manos -Yeon Jun estaba a kilómetros de distancia, parecía imposible. Iba a morir y no había nada que pudiera hacer al respecto- una sonrisa ladina se extendió por su rostro -pero llegó a tiempo, ni un segundo tarde... y aquí estoy.
Soo Bin tragó saliva con dificultad -ya veo...
Sung Hoon saltó de un pie al otro -Mami, ¡esperaré a baba en la puerta!
Sunoo aplaudió al escucharlo -¡yo también! ¡Yo también esperaré, mamá!
Beom Gyu sonrió con tranquilidad -estará aquí.
El mitad-lobo asintió y miró fijamente las patatas que habían cortado -quiero esperar en la puerta, pero si no llega...
-Yeon Jun llegará, incluso si lo hace un segundo más tarde. Va a llegar.
Soo Bin asintió y abrió el horno para sacar las papas fritas -¿es bobo tener lista una toalla y su ropa? ¿Y la cama?
Tae Hyun rió, volteando la carne -no lo es, Yeon Jun es tu alfa.
El omega se removió al escuchar a los niños gritar 'cuatro' y jugueteó con las papas -¿debo dejar que se bañe solo o debería entrar con él?
Beom Gyu rió -Soo Bin, seguirá siendo Yeon Jun, solo estará muy cansado. Todos estaremos ahí cuando llegue. Seguramente Tae Hyun tendrá que cargarlo dentro de la casa.
-¿Cargarlo?
El exmilitar asintió, disminuyendo la llama de la estufa -estará cansado. Está haciendo un viaje de cinco días en tan solo dos. Pero Yeon Jun conoce su cuerpo, no tengas miedo.
-¡Mami! ¡Mami!
Soo Bin caminó rápidamente hacia la puerta -¿qué pasa?
-¡Uno!- Gritó Sung Hoon, mostrándole el teléfono -un minuto.
Quería abrir la puerta, convencerse a sí mismo que era mentira. Saltó cuando Beom Gyu se paró detrás de él con una manta, la cual le entregó -para cuando llegue.
-Muévanse, por favor- pidió Tae Hyun, caminando hacia ellos -debo abrir la puerta.
Sung Hoon y Sunoo se levantaron rápidamente y los ojos cafés del alfa menor se mantuvieron en el temporizador que marcaba veinte segundos.
-Cuando llegue, no se amontonen alrededor de él. Sé que estarán emocionados pero mantengan la calma. Estará cansado y con frío.
Soo Bin y Sung Hoon parecieron contener la respiración al mismo tiempo cuando la alarma sonó. Tae Hyun quitó el seguro de la puerta y salió al exterior. Bajó los escalones y levantó la mirada, aullando fuerte al aire, esperando una respuesta. Al no escuchar ninguna, Soo Bin sintió que vomitaría. Tae Hyun miró alrededor antes de volver a aullar.
Soo Bin caminó sobre el piso helado cuando no hubo otra respuesta y Sung Hoon lo intentó alcanzar -Mami, la alarma...
Beom Gyu se acercó, temblando -Tae Hyun, no puede escucharte.
-No puede responder- explicó el alfa, inspeccionando el área -está cerca.
-¿Estás seguro?
Tae Hyun asintió con seriedad -lo sé.
-Soo Bin, ven aquí- pidió Beom Gyu.
Soo Bin corrió hacia él, sintiendo el frío golpear su cuerpo -¿sí?
-Llora por él- pidió su amigo omega, acariciando su rostro -vendrá a ti.
-¿Cómo?
-Llámalo, llama a tu alfa.
-Mami...- Sung Hoon susurró, hacia demasiado frío para estar afuera.
Soo Bin temblaba violentamente, mirando el bosque -¡alfa!- gritó al aire -¡Alfa!
La alarma aún sonaba, atravesando el sonido del viento.
Secó las lágrimas que comenzaban a caer -Yeon Jun, por favor ven a casa...- mordió su labio, por mucho que miraba alrededor no podía ver más que árboles y nieve. Acercó la cobija a su pecho e intentó olfatear el aire helado -¡alfa!- Soo Bin gritó, hundiéndose en la nieve -¡lo prometiste! ¡Alfa!
Tae Hyun levantó la mirada rápidamente -está aquí.
Yeon Jun se abrió paso por los árboles, corriendo a una gran velocidad y se detuvo justo a tiempo, en frente de Soo Bin. Su lobo era grande como siempre, blanco como la nieve, difuminándose a la perfección. Su pecho subía y bajaba rápidamente.
Los huesos volvieron a su lugar con lentitud y cayó sobre sus rodillas, desnudo.
El omega levantó la vista, su rostro estaba pálido. Sus labios eran ahora de un rojo brillante y sus mejillas tenían la marca de lágrimas. Soltó un suspiro y el aire se convirtió en humo -estás... estás aquí.
Yeon Jun parecía enfermó pero aun así inclinó la cabeza respetuosamente -lo siento si llegué tarde.
Soo Bin levantó los dedos para acariciar la piel helada de Yeon Jun -no me importa- soltó una risa por el impacto que sentía -estás aquí.
El alfa sonrió soñoliento, mostrando sus hoyuelos -omega... estás helado, ve adentro.
No pudo contener la risa que escapó de sus labios mientras las lágrimas caían libremente -alfa... alfa bobo.
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Soo Bin pasó la esponja por el cuerpo de Yeon Jun, recorriendo sus brazos y sus hombros. Besó las marcas con delicadeza antes de pasar la esponja por encima de ellas. Sung Hoon estaba sentado en silencio sobre la tapa del inodoro. No había estado así de callado desde que conocieron a Yeon Jun.
El alfa se removió, quejándose y Soo Bin rápidamente lo detuvo y lamió su rostro -sh, alfa, sh...- besó sus mejillas y se separó para verlo -estoy aquí, déjame cuidar de ti- pidió y usó un pequeño recipiente para tomar agua caliente y verterla en el cabello del mayor -mi hermoso alfa- sonrió con tristeza -pobrecito.
Usó más agua para enjugar su cuerpo antes de secar sus propias manos -Sung Hoon, por favor llama a Tae Hyun, pregúntale si puede ayudarnos a sacar a baba de la bañera.
-Sí, mami- Sung Hoon salió rápidamente, cerrando la puerta detrás de él.
Soo Bin acarició el cabello de Yeon Jun -alfa...
El aludido abrió los ojos con pereza -omega...
-Estoy aquí- le aseguró, pasado los dedos por su cabello.
-Aquí estás...- Yeon Jun suspiró y una sonrisa apareció en su rostro -fue un viaje largo.
-Lo sé, no volveré a pedir algo tan ridículo de nuevo.
-Hm...- levantó la mano para dejarla sobre el rostro de Soo Bin -para verte, para ver a Sung Hoon... nada de lo que haga será ridículo- aseguró y Soo Bin se inclinó para besarlo hasta que Tae Hyun entró. -Sí tengo que, lo haría todo de nuevo... si eso significa que veré a mi familia.
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-Baba...- Sung Hoon sostuvo una hoja hacia Yeon Jun -Sunoo, mami y yo te hicimos un dibujo.
Yeon Jun se sentó a pesar el dolor que sentía y sonrió -es hermoso, Sung Hoon- miró a la puerta, donde Sunoo intentaba ocultarse -Komdu hér, omega.- (Ven aquí, omega)
Sunoo corrió hacia él, manteniendo las manos en su espalda -hicimos un dibujo, frændi...
Yeon Jun levantó el dibujo, señalando una figura de palo -¿ese soy yo?
El pequeño omega asintió, ruborizado -yo te dibuje...
-Yo te coloree, baba.
-Vengan aquí los dos- pidió y ambos niños se acomodaron a su lado, intentando no lastimarlo -ustedes se aseguraron de que la casa estuviera caliente para mí, gracias.
-Puse... puse leña en el fuego.
Sung Hoon asintió -Yo también, baba. Encontramos una rama afuera y la pusimos en el fuego- intentó mostrar el tamaño de la rama con sus manos -era pequeña pero mami dijo que ayudaría.
Yeon Jun rió -ayudó demasiado- murmuró y sus ojos se fueron cerrando a la vez que se iba quedando dormido -gracias...
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Soo Bin cubrió a Yeon Jun con su manta de fertilidad -mantente caliente.
-Soo Bin...- Yeon Jun refunfuñó, acomodándose de costado -estoy bien, por favor ven a sentarte conmigo.
El omega rodeó la cama, tomando la taza con la que le daba de beber a Yeon Jun -solo un momento- pidió pero el alfa se sentó lentamente y Soo Bin dejó las cosas -¡no, no! Quédate acostado- cruzó los brazos, siendo completamente ignorado -alfa, más te vale que me escuches o...- Yeon Jun lo sujetó con rapidez y lo recostó en la cama, presionándolo contra el colchón y acomodándose sobre su cuerpo -¡Yeon Jun!
-Sh...- Yeon Jun lo calló, besando sus labios con suavidad y pasó los dedos por su fuente de aroma hasta que se relajó. Su lengua consiguió separar los labios de Soo Bin y lamió el interior de su tibia cavidad. La temperatura del omega estaba más elevada de lo normal por el calefactor.
Yeon Jun lo besó lento, registrando cada movimiento de sus lenguas y cómo estás bailaban en armonía, acariciándose, intercambiando más que saliva. Intercambiaban pequeñas historias, sus labios se movían con calma, contando historias sobre el tiempo que estuvieron separados, secretos de sus mentes, de su soledad.
No era bueno separarse de tu pareja cuando recién se habían enlazado. Era normal mantenerse juntos, sentir siempre al otro cerca.
-Lloré...- Yeon Jun susurró, haciendo que sus labios tocaran los de Soo Bin con cada palabra pronunciada -lloré en todo el camino.
Soo Bin lloró al escucharlo, sus labios temblaban contra los fríos del alfa. Era la primera vez que se sentía tan frío y eso solo le hacía llorar más. Envolvió los brazos alrededor de la espalda de Yeon Jun, acariciando sobre su columna vertebral, pasando los dedos por el tatuaje de la soga que cubría su piel -como yo lo hice, alfa.
Yeon Jun suspiró y se recostó, cerrando los ojos. Continuó rozando sus labios, respirando el cálido aire -corrí... Tan rápido como pude...
-Lo sé...
Hablaban entre susurros, tan bajo que quizás no se escuchaban del todo. Eran tan quedos que ni siquiera podían ser considerados susurros. Sus secretos no eran secretos para ellos.
Yeon Jun estaba frente a él. Soo Bin lo estaba tocando. Cada cicatriz, marca y músculo era examinado por sus manos. Sus dedos adoraban y respetaban la piel del alfa, cada centímetro; aprendiendo cosas que no había notado antes, sintiendo músculos que no había tenido la oportunidad de identificar, besando partes de su ser que no creía conocer.
Soo Bin lamió el cuello de Yeon Jun, succionando y mordisqueando cerca de su fuente de aroma. Su lengua presionó la pequeña cicatriz que habían dejado sus dientes cuando se enlazaron y posteriormente succionó ese punto, intentando acercarlo más.
Yeon Jun gimió quedamente y presionó el rostro contra su hombro, mordiendo la delicada piel -omega...
El aludido se quejó ante su agresividad y no se detuvo incluso cuando Yeon Jun se apartó. Rápidamente tomó su mano y la olisqueó, pasando la lengua por sus largos dedos para después succionarlos. Posteriormente se acomodó para dejar besos húmedos por su pecho.
Acarició el tatuaje de la corona ubicado justo en el centro de su pecho. Ese se había convertido en su tatuaje favorito porque le decía que Yeon Jun era suyo. Se aseguró de dejar nuevas marcas rojizas alrededor, agradeciéndole silenciosamente por salvar a su alfa de una vida que no deseaba.
Yeon Jun levantó el rostro de Soo Bin cuando este comenzó a succionar su piel con pereza, sollozando en medio de cada marca -Camelia, no llores- pidió y lo atrajo para poder lamer su rostro -estoy aquí, tú estás aquí...- Soo Bin levantó la mirada cuando algunas lágrimas pertenecientes al alfa cayeron sobre sus mejillas -estamos juntos- Yeon Jun lamió sus labios mientras las gotas saladas descendían hasta su barbilla -solo pensaba en ti y en Sung Hoon... no importaba si dolía o hacía frío. Necesitaba ir a casa y logré llegar a ti... lo juré y lo cumplí.
Soo Bin asintió y estiró una mano para secar las lágrimas de Yeon Jun -nunca dudaré de ti, lo juro.
El alfa sonrió levemente -me alegro- cerró los ojos y dejó que Soo Bin lo tranquilizara con pequeñas lamidas -mientras corría...- soltó una suave risa sin poder contenerse -todo lo que podía ver en mi mente era a Sung Hoon bebiendo chocolate caliente y comiendo mazorca de maíz. Nunca quise beber chocolate y comer mazorca de maíz tanto como cuando estaba corriendo.
Soo Bin rió, besándolo -estaba destrozado con tu ausencia- negó suavemente -Sung Hoon te ama tanto... no soltaba mi teléfono, debía saber cuánto faltaba para que volvieras.
Yeon Jun acomodó una de las piernas de Soo Bin sobre él y acarició su cadera -mi cachorro...
-Tu cachorro...- Soo Bin sonrió, dejando una mano sobre su rostro y mordisqueó su labio -tu cachorro gruñó por primera vez.
El alfa enarcó una ceja -¿lo hizo?
Soo Bin asintió -sí, lo hizo. Estaba enojado porque quería esperarte pero Sunoo quería ir a caminar. Me sorprendió mucho.
-Hm... es protector, una cualidad de lobo. Hablaré con él en la mañana.
-Te quedarás en cama mañana en la mañana.
Yeon Jun rodó los ojos -me curo rápido, estaré de pie mañana.
-No- Soo Bin gruñó, sorprendiendo a Yeon Jun -escucharás a tu omega y te quedarás en la cama.
El mayor permaneció en silencio por un minuto antes de reír. Una vez que se calmó, asintió -sí, omega.
Soo Bin subió encima de él, sentándose sobre su parte inferior y levantó la manta de fertilidad para pasarla por sus propios labios, mordisqueando la esquina -¿puedo cuidar de ti?
Yeon Jun lo miró hipnotizado -puedes hacerlo...
La cadera del omega comenzó a moverse en pequeños círculos, cerrando los ojos al sentirlo endurecerse y frotarse contra él. Bajó la mirada al cuerpo desnudo de Yeon Jun y continúo restregándose contra él -oh, alfa- siseó al sentirlo encajar las uñas en su piel y llevó las manos al pecho tonificado del alfa, frotándose con mayor intensidad -oh, dios- se movió más rápido pero cometió el error de mirar a su pareja. Sus ojos estaban brillosos y entrecerrados.
Yeon Jun comenzó a mover su cadera para encontrarse con Soo Bin y este lo sostuvo por las muñecas -voy a.... voy a abrirme para ti.
Los ojos negros del alfa se ampliaron y clavó las uñas con mayor insistencia en la piel de Soo Bin. El omega se quejó por lo bajo, su miembro erecto era visible en sus shorts de pijama -alfa...- susurró -voy a correrme, por favor.
Yeon Jun lo soltó y descansó las manos en la parte interna de sus muslos. Con los pulgares acarició su piel, haciendo que Soo Bin temblara y gimiera. Yeon Jun apartó la manta y tiró de los bordes de encaje del short rosado que llevaba.
Bajó la parte delantera y lamió sus labios al ver el miembro erecto de Soo Bin. La cabeza tenía un color rojizo y se podía ver un poco del líquido preseminal.
El alfa estaba tan callado, ponía ansioso a Soo Bin pero también le excitaba.
Yeon Jun pasó el dedo por el camino que hacía el líquido y lo llevó de vuelta al glande, haciendo círculos con su dedo.
Soo Bin siseó y se retorció entre sus brazos, llevando una mano a la parte trasera del short donde se podía sentir húmedo. Acarició su entrada y empujó un dedo en su interior, disfrutando incluso el ligero ardor. Necesitaba sentirse lleno y sus dedos eran lo único que tendría por el momento. Añadió un segundo dedo, gimiendo por la estimulación que recibía en ambas partes.
Uso su dedo anular y medio para follarse a sí mismo, abriéndose para su alfa. Mientras tanto, Yeon Jun seguía dándole atención al glande del omega, reuniendo líquido preseminal en la punta y lamiendo sus dedos de vez en cuando para poder capturar el sabor de Soo Bin.
Yeon Jun elevó su cadera, gruñendo cuando Soo Bin comenzó a follarse con sus dedos. Se suponía que debía encargarse de Yeon Jun, estaba siendo egoísta pero ahí estaba su alfa, haciendo todo eso por él y aunque quisiera detenerse, no podía.
-Yeon Jun, alfa... oh, alfa, ¡mi alfa!
Soo Bin dejó una mano sobre el pecho del mayor para estabilizarse, metiendo y sacando sus dedos con un ritmo descuidado, gimiendo embarazosamente más alto. Estaba completamente húmedo, su lubricante natural había manchado ya el short. Sus dedos eran un poco torpes y no lograba alcanzar su próstata, lo cual le atormentaba porque estaba tan cerca pero simplemente no lograba hacerlo.
Yeon Jun estaba completamente erecto. No necesitaba bajar la mirada para saber que el inicio de su nudo ya era visible.
El alfa se sentó y los huesos tronaron por sus movimientos. Soo Bin se quejó por el cambio ya que no podía seguir introduciendo sus dedos. El short había caído por sus piernas y ahora su entrada estaba expuesta para su alfa.
El olor mareaba a Yeon Jun, sentía como si hubiera bebido de más. Acarició su pene con lentitud para luego llevar tres de sus dedos a la entrada de Soo Bin, gruñendo por lo húmedo que se encontraba y su mano tembló ligeramente por la necesidad de más.
Tenían que tranquilizarse o despertarían a todas las personas en la casa.
Pero Soo Bin se sentía tan familiar... los dedos de Yeon Jun encajaban tan bien y rozaban el lugar que hacía al omega gritar. Su omega gritaba de placer contra la manta y de su pene salían líneas de semen que arruinaban su nuevo short.
Oh, ese short.
Yeon Jun lo había encontrado con unas bragas de encaje a juego, incluso aunque a Soo Bin realmente no le gustaba usar ropa interior, se llevó ambos.
-Alfa- Soo Bin lloró, moviendo su trasero provocativamente -tómame... tómame.
Yeon Jun parpadeó lentamente, pensando en la nieve. Pensando en lo frío que estaba todo hasta que de pronto... ya no era así. Escuchó a Tae Hyun, escuchó su aullido. No podía aullar de regreso, no podía sentir nada. Pero entonces escuchó a Soo Bin y Dios... su corazón se rompió en pedazos. Tenía tanto frío, se estaba congelando pero de pronto todo se sintió tibio y creyó estar ardiendo en fuego. Corrió más y más rápido hasta que pudo ver a su omega.
Justo ahora, nadie creería que corrió kilómetros y kilómetros en la nieve. Que casi muere de agotamiento. Nadie creería lo cálido que se sentía el omega a su alrededor.
Con su pene dentro de Soo Bin, sentía que se desmayaría. Su nudo ya estaba grande de solo verlo. De admirar la forma en que se daba atención a sí mismo, por cómo lo llamaba.
Gemía, lloraba y suplicaba por él. Lo necesitaba y eso era todo lo que Yeon Jun quería, que Soo Bin lo necesitara, que pidiera por él.
-Tan profundo- observó su falo entrar y salir, cubierto ahora de su lubricante. Era algo hermoso. Empujó un dedo en su interior, mordiendo su labio ante el gemido de Soo Bin -eres un omega tan bueno... mi pequeña flor hermosa...- removió su dedo para ahora ingresar dos durante unos segundos. Al sacarlos los llevó a su boca, gimiendo por el sabor.
Yeon Jun lo folló con euforia, asegurándose de que su cadera golpeara el trasero de Soo Bin. Apretó ambas nalgas mientras un halago salía de entre sus labios a cada segundo. Recordándole a Soo Bin lo hermoso e increíble que era, hablándole de su perfección.
Yeon Jun fijó la mirada en su marca. No se detenía, follando a Soo Bin tan fuerte que las sábanas se desordenaban. Pero esa marca no se iba a ningún lado, permanecía en el lugar donde la puso, en toda su gloria. Tuvo que cerrar los ojos, repetirse que no debía morderlo de nuevo, que eso le dolería.
Podía morder de nuevo aquel sitio todos los días si de él dependiera, era algo normal. Pero Soo Bin no estaba hecho para eso, no debía morderlo.
-¡Sí, sí!- gritó Soo Bin, apretando la cobija. Su trasero saltaba y su espalda se arqueaba más, exponiendo todo su cuerpo únicamente para los ojos de su alfa.
-Omega...- Yeon Jun gruñó, jalando del cabello de su pareja. Su respiración era acelerada y su agarre se aflojó un poco. La boca de Soo Bin se abrió pero solo salían pequeños sonidos de ella.
El alfa ladeó la cabeza, apretando la mandíbula para ocultar su deseo.
Tomó entre su mano el pene de Soo Bin, dejando que follara su mano -yo... joder- Yeon Jun hizo un ruido grave cuando Soo Bin se apretó alrededor de su miembro -yo... te amo, te amo... oh mi...- cerró los ojos, su nudo se ensanchó en el interior de Soo Bin, llenándolo más de lo usual.
Soo Bin hizo esa cosa... esa que hacía cada que Yeon Jun lo anudaba. Se volvió dócil, tan sumiso. El alfa desconocía si era algo que todos los mitad-lobo hacían pero no pensaba que fuera así.
El omega inclinó la cabeza, dejando la marca expuesta ante sus ojos negros. Le tomó muy poco tiempo decidir volver a morder ahí. Lo hizo con fuerza, deteniéndose al saborear la sangre pero no retiró sus dientes. Aún liberaba su semilla dentro del omega.
Soo Bin tenía una mano sobre su boca, sus ojos estaban llenos de lágrimas y su cuerpo temblaba. Había dolido, no como la primera vez pero había dolido. No fue insoportable y sabía que si Yeon Jun lo volvía a hacer estaría bien. Tocó su vientre mientras se hinchaba un poco y cerró los ojos, esperando a que terminara de llenarlo.
Yeon Jun retiró los dientes y lamió las pequeñas gotitas de sangre que salieron. Soo Bin cayó de frente en la cama, sobre las cobijas, demasiado extasiado por las feromonas que llenaban la habitación. No se movió, ninguno de los dos lo hizo. Tampoco hablaron, dejando que el aire alrededor de ellos los comunicara.
Después de que el nudo volvió a su tamaño, Yeon Jun habló -gracias...
Soo Bin no se dio la vuelta, demasiado cansado y sensible. Quería hacerlo para poder ayudar a Yeon Jun, cubrirlo con una manta y darle otro baño. Soltó el aire que contenía -no me agradezcas por el sexo.
Yeon Jun se recostó sobre su espalda, olisqueando cerca de la marca -no lo estoy haciendo...- lamió su lóbulo, haciendo temblar al omega -gracias por esperarme.
Un puchero apareció en sus labios y mantuvo la vista fija en la nieve que caía en el exterior. Podía ver un árbol y las estrellas en el cielo. Giró el cuello para poder ver a su pareja -gracias por elegirme- se dio la vuelta y sus ojos se llenaron de lágrimas por lo que parecía la millonésima vez en los últimos tres días -gracias por elegirnos.
Yeon Jun sonrió levemente, presionando sus frentes juntas -tú me elegiste...- mordisqueó su propio labio -nunca volveré a dejarte.
Soo Bin sonrió de vuelta, lamiendo la nariz de Yeon Jun -y yo nunca te dejaré- cerró los ojos con calma -sé que estás cansado pero...- suspiró cuando el semen de Yeon Jun comenzó a salir de su interior -una vez más... y otra- murmuró para sí mismo -incluso si me muerdes, me arañas o me llenas de moretones...- abrió sus ojos -no te detengas hasta que nos quedemos dormidos... no te detengas hasta que no puedas siquiera pensar, por favor...
Yeon Jun inclinó la cabeza. Ni siquiera vaciló al quitarle el short y arrojarlo -no me detendré incluso después de eso.
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-Baba...- Sung Hoon frotó su mejilla contra la de Yeon Jun y luego ocultó el rostro en su cuello, rozando la nariz contra su fuente de aroma al sentirse más calmado -no te vayas de nuevo.
Yeon Jun seguía cansado. Pasó los dedos por el cabello largo de Sung Hoon -no lo haré- prometió -estoy aquí.
Sung Hoon se recostó sobre el cuerpo de Yeon Jun, acariciando el anillo de plata que colgaba de su cuello -mami llora cuando no estás.
-Lo sé...- Yeon Jun acarició la espalda del niño, cerrando los ojos -tú también lloras.
-Sí, yo también- pasó su dedo anular por el anillo -te extrañé mucho.
-Y yo te extrañé, alfa- depositó un beso en la frente de Sung Hoon antes de seguir hablando -fuiste tan valiente, subiste a un avión y cuidaste de mamá.
-Mami se enojó conmigo...
-Sí, ya hemos hablado de respetar a mamá siempre. Es muy importante que lo hagas, incluso si estás molesto. No debes pegarle a Sunoo ni a nadie. No confundas ser protector con ser violento.
-No quiero ser violeta.
-Violento- le corrigió, riendo -violeta es un color.
Sung Hoon lo miró con un puchero -violín...
Yeon Jun rió más fuerte, abrazando al niño -ahora entiendo cuando tu madre decía que tu manera incorrecta de hablar es tierna- le ayudó a su hijo a sentarse sobre su estómago -eres tierno, Sung Hoon.
El niño se sonrojó, inflando las mejillas -gracias, baba.
-De nada- apretó la pequeña nariz del alfa menor con suavidad -no serás violento, violeta o un violín- aseguró, haciéndolo reír -te convertirás en un alfa respetable, serás bueno y fuerte- asintió para sí mismo -serás mi hijo, mi todo y mucho más. Sung Hoon...- con cuidado se fue sentando, asegurándose de que el niño no cayera -serás lo que quieras ser.
Sung Hoon jugó con su propio ombligo -quiero ser como baba...
-Y yo quiero que seas mejor que yo.
-Nadie es mejor...- respondió con voz baja -excepto Mami.
Yeon Jun rió -eso es cierto- pellizcó afectuosamente sus mejillas -serás mejor que nosotros y estaremos a tu lado todo el tiempo, alfa.
-¿Lo prometes? ¿Prometes que estarás ahí?
El mayor tomó la pequeña mano de Sung Hoon entre las suyas, haciendo que volteara a verlo -lo prometo Sung Hoon, lo prometo.
Sung Hoon sonrió -está bien...- acomodó la cabeza sobre su pecho, escuchando su corazón -tengo sueño, baba.
-Yo también.
-Quiero dormir con mami.
-Podemos dormir juntos esta noche- propuso -pero ahora dejaremos que mamá duerma hasta que se sienta feliz. ¿Te importa dormir conmigo en el sillón?
-No importa, baba- Sung Hoon se acurrucó más cerca de él cuando Yeon Jun los cubrió con una cobija -no importa...
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-Es hermoso, Tae Hyun- Jackson elogió, abrazando al pequeño omega -precioso.
Tae Hyun sonrió con orgullo, manteniendo a Beom Gyu cerca -es perfecto.
-Desearía que...que él estuviera aquí- una sonrisa triste se extendió por su rostro -sé que habría amado a Sunoo.
Beom Gyu bajó la mirada, presionando sus labios en una línea. Tae Hyun lo abrazó, tragando saliva con dificultad -lo habría hecho.
La expresión de Jackson se suavizó al ver al niño -Yoon Gi querrá verlo.
-Yoon Gi no ha dejado de llamarme. Ha rogado por venir a verlo- Tae Hyun soltó un suspiro -hemos recibido tantos regalos pero estoy seguro de que Yoon Gi traerá a todo el batallón.
Jackson rió al escucharlo -lo hará, y traerán muchos regalos también- el alfa entregó el bebé de vuelta a su madre -estaré aquí para ti.
Beom Gyu sonrió -sí, jefe del concejo.
-Felicidades.
Jackson asintió con nerviosismo -gracias...- se encogió de hombros -no es nada.
Beom Gyu meció a su hijo con calma -es un estatus muy importante y lo sabes
Tae Hyun rió al ver la reacción del otro alfa -Yeon Jun siempre dijo que lo lograrías...- su voz fue disminuyendo al darse cuenta de lo que estaba diciendo -me disculpo...
-Yoon Gi...aún cree que sigue con vida- Tae Hyun levantó la cabeza al escuchar eso -dice que no parara de buscar hasta que encuentre su cuerpo- ninguno de los padres primerizos habló ante eso -Mark...ha estado patrullando por meses, buscando algo... Yeon Jun era muy fuerte como para morir.
Tae Hyun apretó los dientes -ya ha pasado un año.
Jackson asintió suavemente -lo sé pero no me importa- parpadeó lento, mirando a Tae Hyun -sé que tú eras más cercano a él, sé que te duele mucho pero... no podemos darnos por vencidos. Yeon Jun era un buen hombre, era nuestro amigo, nuestra familia...nos cuidó, a todos nosotros.
Tae Hyun apretó las manos en puños.
-¿Recuerdas la guerra? Arrojaron tantas bombas, unas de las que no teníamos idea. Deberíamos estar muertos, todos, pero Yeon Jun las olía antes de que cayeran. Nos salvó a todos, cargó a los lobos en su espalda, esquivó bombas...nos mantuvo con vida.
-Sé eso- Tae Hyun gruñó como respuesta -estuve a su lado, sé lo que hizo, ya es suficiente- se puso de pie, irguiéndose -ni una palabra más sobre él. Está muerto, déjalo descansar en paz.
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-Sunoo- Yeon Jun le ayudó a levantarse -justo así, buen niño- lo elogió cuando logró mantenerse de pie por su cuenta. El niño de un año miró sus piernas regordetas, riendo.
-¡Fræ! ¡Fræ!
-Lo estás haciendo muy bien- Yeon Jun retrocedió unos pasos -ven a mí.
Sunoo se quejó -¡mm!
-No, ven a mí.
El niño se tambaleó, dando unos pasos antes de caer. Sunoo lloró fuerte mientras Yeon Jun lo levantaba -oh, pequeño omega, no estás lastimado- lo meció suavemente -aquí estoy, aquí estoy. Lo hiciste muy bien.
Sunoo llevó su pequeño puño a la boca, llenándolo de saliva.
-Tomemos un descanso- propuso Yeon Jun, dando la vuelta y chocando contra Beom Gyu -discúlpame, omega.
Beom Gyu sonrió -¿estás haciendo llorar a mi hijo de nuevo, Yeon Jun?
Yeon Jun sonrió de lado -solo le enseño a caminar.
El omega secó las lágrimas de su hijo, extendiendo sus brazos cuando el pequeño intentó separarse del agarre de Yeon Ju -hm, ¿frændi te está haciendo llorar, omega?
Sunoo asintió con un puchero y Yeon Jun rodó los ojos -estoy haciendo algo bueno, no es mi culpa que termine mal.
Beom Gyu apartó el puño de la boca de su hijo, riendo -Tae Hyun volverá pronto con comida- dejó al niño en el suelo -¿Te contó Tae Hyun que Yoon Gi llamó?
-Sí.
-Los alfas pueden llegar a ser molestos en ocasiones- murmuró Beom Gyu, cruzándose de brazos.
Yeon Jun rió, sentándose -¿por qué dices eso?
-Llamó porque vendrá el siguiente mes para traerle regalos a Sunoo...- explicó mientras se sentaba a su lado -y para hablar más sobre ti aunque estés 'muerto'. Por fin se dará por vencido.
-Por fin- suspiró Yeon Jun, recostándose.
-Los alfas son demasiado complicados...y dicen que los omegas lo somos.
Yeon Jun besó la mano de Beom Gyu -ambos han hecho muchas cosas horribles por mi... mentir, ocultarme. Juro que se los pagaré algún día.
Beom Gyu sonrió -Yeon Jun...haremos cualquier cosa en tu nombre. Eres nuestra familia, siempre te defenderemos y te protegeremos- abrazó al alfa con fuerza -eres nuestro secreto y permanecerá de esa forma, lo juro.
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Jackson miró a su alrededor -aquí es por donde entró- examinó el suelo con calma -no huelo nada, no hay rastros.
-¿Y si solo estaban jugándonos una broma?
Jackson negó suavemente -no parecía que lo hicieran.
Mark asintió, mirando a los lobos que buscaban algún rastro -¿realmente crees que era él?
-Tú y yo hemos visto a Yeon Jun moverse... es el lobo más rápido que hemos visto, el lobo más rápido que ha sido registrado.
-Quiero que esté vivo pero...si lo está, ¿por qué no vendría a nosotros? No tiene sentido- intentó razonar Mark, mirando a su alrededor -hubiera ido directo al concejo, somos su familia.
Jackson mordisqueó su labio -quizás huyó o...no lo sabemos, ¿quizás perdió la memoria?
Mark soltó un suspiro -tengo el mejor olfato alfa, no percibo nada.
Jackson asintió -lo sé, lo sé- un gruñido salió de entre sus labios sin poder contenerlo -yo solo... lo comparó con una chita- rió amargamente -esa es la descripción, su descripción.
-Te creo y confío en ti. Seguiré buscando tal como he hecho antes.
Jackson bajó la voz un poco -no te canses de más, Mark, pudo ser una broma- acortó la distancia entre ellos -dos horas más, después envía a todos a sus casas; estarán exhaustos.
-Sí, señor.
Jackson soltó el aire que contenía, haciendo que humo blanco se formara por el frío -no le diré a Yoon Gi a menos que encontremos algo.
Mark hizo una reverencia -sí, señor.
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-No, no- Yeon Jun le quitó la manta de fertilidad a Sung Hoon -no toques lo que no te pertenece.
-Baba- Sung Hoon frunció el ceño, intentando tomarla de vuelta -¡frío!
-Sí, pero esto es mío y de tu madre. Si tienes frío hay muchas cobijas más- Yeon Jun dobló la manta, ya limpia, y la puso en el armario -compórtate, Sung Hoon.
Sung Hoon no dijo nada, solo ocultó el rostro en medio de sus muslos -quiero chocolate caliente.
-Mamá está en la cocina, ve a pedírselo con amabilidad- cargó al niño para darle un beso y lo puso de vuelta en el suelo -debo terminar los planos para poder irme con Tae Hyun.
-Quiero quedarme contigo- Sung Hoon se sentó en el suelo, abrazándose a su pierna -¿qué es un plano?
Yeon Jun levantó su lápiz para borrar una línea y volver a dibujarla -es algo que me dice dónde estará todo en nuestro nuevo hogar- golpeteó su barbilla con el lápiz, pensando -tu madre quiere una chimenea... creo que pondré dos, una arriba en nuestra habitación y otra en la sala de estar... o quizás en la entrada.
-¡Sala de estar!- Sung Hoon gritó con felicidad -así mami puede sentarse y ver el fuego.
-Hm, es cierto- Yeon Jun dibujo una chimenea, escribiendo la palabra ahí -gracias Sung Hoon- se estiró para tronar sus huesos que aún se sentían entumecidos.
Sung Hoon miró a su alrededor, fijándose en los pies de Yeon Jun y con una sonrisa, pasó su dedo por la planta de su pie, riendo al verlo removerse por las cosquillas -cosquillitas- murmuró repitiendo su acción.
-Sung Hoon, ¿por qué no vas a jugar con Sunoo?
-Sunoo está tomando una siesta con Beom Gyu... Beom Gyu dijo que estaba gruñón.
-Ya veo...- mordisqueó la goma de su lápiz, examinando el plano -creo que pondré un baño en tu habitación.
-Quiero un baño... ¡oh! ¡Con pequeños pececitos en la pared!- Le tomó dos intentos poder levantarse, usando la pierna de Yeon Jun como apoyo -¡con pequeños pececitos en pared y morado!
Yeon Jun dio vuelta a la hoja, escribiendo lo que decía -entiendo.
-Sung Hoon- Soo Bin abrió la puerta -el almuerzo está listo, precioso- atravesó la habitación con un plato en la mano.
-Mío, mío- Sung Hoon canturreó, levantando los brazos.
-No, el tuyo está abajo, esto es para baba- el omega dejó el plato frente a Yeon Jun y le dio un beso -espero que te guste, alfa.
-Mm... ¡Mami!- Sung Hoon miró el plato lleno de comida -¿dónde está el mío?
-Ya te dije que está abajo, ven para que podamos comer.
Un pequeño puchero apareció en el rostro del pequeño -¿qué hay de baba? ¡Él está arriba!
-Sung Hoon...- Soo Bin tomó su mano -baba está cansado y está trabajando.
-Baba... ¡ven abajo!- pidió.
-Debo terminar esto, Sung Hoon- Yeon Jun tomó su tenedor y lo levantó -escucha a mamá, estaré aquí cuando termines- dio un mordisco a la comida caliente, tragando antes de volver a hablar -Camelia, por favor dale un poco de chocolate caliente con su almuerzo, pidió tomarlo.
-Solo si se comporta- soltó la mano de su hijo -¿lo harás, Sung Hoon?
Sung Hoon tomó su mano de nuevo -sí, mami.
-Buen niño, ahora vamos- lo cargó entre sus brazos para salir -alfa, Tae Hyun vendrá a comer contigo.
-Gracias, mi amor- dio otro mordisco a su comida -esto está delicioso.
Soo Bin sonrió al escucharlo -gracias alfa- cerró la puerta detrás de él, caminando hacia las escaleras -Sunoo despertará pronto, podrás jugar con él.
-No quiero jugar- pasó los brazos por el cuello de Soo Bin para no caer -quiero quedarme con mami o baba.
-Eso está bien- Tae Hyun pasó a un lado de Soo Bin y este le sonrió, dejando a Sung Hoon en la silla de madera -dile hola a Beom Gyu.
-Hola Beom Gyu- Sung Hoon inclinó la cabeza, manteniendo la mirada fija en el vapor de su comida -gracias, mami.
-Muy buenos modales, Sung Hoon- Soo Bin le felicitó -te haré chocolate caliente.
Beom Gyu le sonrió, acercándose más -¿estás bien, Sung Hoon?
-Quiero estar con baba.
-Hm, él está ocupado y muy cansado.
-Lo sé- Sung Hoon agarró su tenedor -Baba está haciendo nuestra casa- explicó, usando el cubierto para tomar fideos -baba dijo que pondrá pececitos en mi baño.
-¿En serio? Es muy amable de su parte.
El pequeño alfa sopló su comida para enfriarla -baba es bueno.
Beom Gyu se levantó de la silla para poder amarrar el cabello del niño en un moño, escuchándolo quejarse mientras buscaba una liga.
-Sung Hoon, compórtate- advirtió Soo Bin -Beom Gyu solo te está ayudando.
Sung Hoon gruñó cuando quedó amarrado y Beom Gyu sonrió de lado, besando su frente -te pareces a Sunoo.
Soo Bin buscó su celular por la mesa al escucharlo sonar y limpió sus manos antes de agarrarlo -¿hola?
-Soo Bin.
-Sí, soy yo.
-Hola, mi nombre es In Yeop. Soy parte del concejo en Sitka.
El omega se congeló al escucharlo.
-Oh... ¿hay algo mal?- Preguntó, incapaz de ignorar la forma en que Beom Gyu lo miró.
-Bueno, no... Jackson, el alfa con el que te entrevistaste, pregunta si puedes venir con tu hijo.
-Um... pensé que los niños no estaban permitidos ahí.
-Estamos haciendo una gran excepción.
Soo Bin apretó el teléfono en su mano -¿cuándo?
-Si no es hoy, entonces mañana a las nueve.
-¿Puede decirme por qué debo llevar a mi hijo?
-Jackson tiene algunas preguntas para ti y desea conocer a tu hijo, ¿Sung Hoon? Es el único niño mitad-lobo en todo Alaska. Si necesitas ayuda para trasladarte aquí, podemos ir por ti o mandar a alguien.
-No, no- negó rápidamente, apoyándose en la barra. Miró a la entrada de la cocina y salió corriendo cuando Yeon Jun entró. Se dirigió al baño de la planta alta, cerrando con seguro.
-¿Hola, Soo Bin?
-Sí, sí, estoy aquí.
-¿Soo Bin? - Yeon Jun tocó la puerta.
-¡Cállate! - gritó el omega, entrando en la bañera y cerrando la cortina -estaré ahí hoy... ¿algo más?
-¡Soo Bin!
-¡Cállate! - Volvió a gritar.
-Soo Bin...- In Yeop habló preocupado -¿estás bien?
-Sí, sí lo estoy. Lo siento, los... los pájaros no se callan.
-¿Pájaros?
-Estaré ahí- colgó rápidamente, gritando cuando Yeon Jun abrió las cortinas con fuerza -Dios, ¿qué está mal contigo? ¡Dije que te callarás!
Los ojos de Yeon Jun se ampliaron y se puso de cuclillas, tomando entre su mano el rostro de Soo Bin -¿callarme? ¿Quién estaba al teléfono?
-¡Oye! - el omega intentó tomar el teléfono, tambaleándose al salir de la bañera -¡dámelo!
-Soy tu alfa, tú eres mi omega- Yeon Jun apretó el teléfono en su mano hasta que se rompió -nunca te faltaría al respeto así.
-¡Lo siento! - gruñó -¡No lo rompas!
Yeon Jun lo apretó contra la pared -no me mientas, omega.
Soo Bin suspiró -no sé quién es, dijo que su nombre es In Yeop.
El alfa se apartó un poco -¿del concejo?
-Basta, sé lo que estás pensando- murmuró Soo Bin, agarrando a Yeon Jun por la playera.
-¿Qué quería?
-Alfa, no sé... Jackson me pidió ir de nuevo, dijo que llevará a Sung Hoon.
-¿Por qué? Los niños no son permitidos ahí.
-¡Lo sé! Dijeron que harían una excepción, no tiene sentido. No lo sé.
Yeon Jun dejó caer el teléfono de Soo Bin y comenzó a caminar por el baño -¿Cuándo debes ir?
-Hoy- mordió su labio suavemente -me disculpo por decirte que te callarás, no quería que escucharan tu voz.
Yeon Jun no le permitió inclinarse hacia él -no te disculpes- pidió, besándolo -debí haberte escuchado- pasó el pulgar por la mejilla de su omega -no puedes ir, hueles a mí.
-Oh...- fue lo único que pudo decir ya que no lo había considerado.
-Y estuviste al teléfono el tiempo suficiente para que rastreen la llamada si no vas- golpeó la pared con enojo -demonios, no sé qué hacer.
Soo Bin siguió mordisqueando su labio durante unos segundos -Tae Hyun.
-¿Qué?
-Tae Hyun... puedo ir con Tae Hyun.
-Por supuesto que lo harás pero aun así me olerán en ti.
El omega evitó mirarlo a los ojos -Tae Hyun...me marcó con su aroma.
Yeon Jun no dijo nada. Se dio la vuelta y salió del baño. Soo Bin corrió detrás de él, intentando detenerlo.
-Alfa, alfa escucha- Lo jaló para alejarlo de las escaleras -nuestro hijo está abajo... Beom Gyu lo sabe, por favor no hagas una escena.
El alfa llevó a Soo Bin como si fuera una muñeca -Tae Hyun.
El aludido levantó la mirada que estaba enfocada en Sung Hoon -¿Yeon Jun? - frunció el ceño -¿qué pasa?
Yeon Jun lucía aterrador -¿podemos hablar afuera?
-No- Soo Bin negó varias veces -se lo dije, no sabía que no lo habías hecho.
Tae Hyun pareció confundido durante unos segundos antes de comprender -Yeon Jun...era una emergencia.
-¿Podemos hablar afuera?
Tae Hyun cerró los ojos -no pelearé contigo.
-Está bien, yo seré quien pelee.
Sung Hoon levantó la mano -¿yo peleo?
Yeon Jun ni siquiera lo miró -No.
-¡Yeon Jun! - gritó su omega, desesperado -esto es serio, ya basta. Me hubiera dado un ataque de pánico si no hubiera sido por él. Solo...deja de ser como cualquier otro alfa- pidió, tirando de su propio cabello -¡Tae Hyun!
Tae Hyun intentó moverse alrededor de Yeon Jun, que no se movía ni un centímetro -¿sí?
-Tenemos que ir al concejo.
Beom Gyu entró a la habitación con Sunoo en sus brazos -¿qué ocurre? Despertaron a Sunoo.
Tae Hyun señaló a Yeon Jun que seguía mirándolo fijamente -está enojado porque marque con mi aroma a Soo Bin.
-Oh, Yeon Jun...Soo Bin iba a tener un ataque de pánico.
-Es mi pareja, Tae Hyun. ¿Debería marcar a Beom Gyu con mi aroma?
-Ten cuidado- advirtió Tae Hyun con un gruñido.
-¿Cómo lo hiciste, hm? ¿Cuándo me ibas a decir?
-Yeon Jun, no fue nada serio. Te lo iba a decir, no quise hacerlo.
Soo Bin agarró con fuerza a Yeon Jun por el brazo -supéralo porque lo hará de nuevo.
Yeon Jun gruñó, ahora sujetando a Soo Bin por ambos brazos -¿has perdido la cabeza?
-La única forma en que puedo ir y evitar que ellos vengan es si me marca con su aroma- gruñó como respuesta -te olerán cuando vaya o antes de que siquiera lleguen.
-No lo permitiré.
-¿Mami?
-¡Juraste que no nos dejarías!
-¡Y no lo haré! - Yeon Jun lo dejó contra la pared -¡se me ocurrirá algo!
-¡No hay nada que pueda ocurrírsete!
Un gruñido se formó de lo profundo del pecho de Yeon Jun -¡no dejaré que nadie te marque con su aroma!
-¡Oye! - Sung Hoon golpeó la pierna de Yeon Jun-¡déjalo! ¡deja a mami ahora! - gruñó, haciéndose un espacio entre sus cuerpos -¡suelta! - Empujó a Yeon Jun hasta que se movió -¡no toques a mami tan fuerte!- pidió y tomó la mano de su madre para besarla -¿estás bien, mami?
Soo Bin asintió, arrodillándose a su altura -gracias Sung Hoon, eres un muy buen alfa- elogió antes de cargarlo -vendrás conmigo al concejo.
Sung Hoon asintió -sí, mami.
Yeon Jun se dio la vuelta y caminó para alejarse.
Tae Hyun suspiró -debí decirle, solo lo olvidé.
Soo Bin negó con la cabeza -debe entender que está en una mala posición, es lo mejor que podemos hacer.
Beom Gyu meció a Sunoo con calma -estas recién enlazado, es normal- intentó razonar y besó el hombro de Tae Hyun -Yeon Jun está siendo testarudo, no me molestaré por lo que elijas, alfa.
Tae Hyun tomó el rostro de Beom Gyu entre sus manos y lo besó -Dios te bendiga, omega, Dios te bendiga.
Beom Gyu sonrió para tranquilizarlo -sé que me amas- frotó sus mejillas juntas en un gesto afectuoso -está bien, al final estamos protegiendo a nuestra familia.
Soo Bin frunció el ceño, dejando a Sung Hoon en el suelo -¿Mami?
-Quédate aquí.
-¡Baba te lastimará!
-No lo hará- prometió y caminó hacia las escaleras, subiéndolas con calma. Abrió la puerta de su habitación y la cerró detrás de él, con las manos en su espalda -estás actuando como un mitad-lobo.
Yeon Jun se sobresaltó, con el rostro enterrado en la almohada y lentamente se sentó -¿quieres que esté de acuerdo con esto? ¿Que Tae Hyun te marque con su aroma sin mi opinión? No me lo dijiste, eres mi omega.
-Corriste a través de la nieve...hiciste el sacrificio más grande por tu familia. ¿Crees que dejaré que eso se desperdicie y que me arriesgaré a que alguien te huela? ¿Cuándo es algo que podemos evitar? La oficina del concejo está llena de alfas, el olor fue demasiado. No podía respirar, ¿y si eso adelantaba mi celo? - se encogió de hombros suavemente -¿eso hubiera sido mejor?
Yeon Jun solo lo miró fijamente.
-¡Contéstame!
-No- apartó la mirada -no.
-Estás siendo horrible, conmigo y con Tae Hyun. Ese alfa ha hecho tanto por ti, por nosotros. ¡Tenemos un sitio para vivir gracias a ellos! estamos aquí gracias a ellos. ¿Cómo te atreves a atacarlo? Sí, tienes razón, debimos decírtelo, lo siento, claramente no era algo tan importante- movió las manos para intentar hacer más claro su punto -no espero que estés bien con esto, pero no olvides que no has sido el único aquí que ha hecho sacrificios- pidió sin perder la seriedad en su tono -apenas comenzamos a vivir juntos y ya estamos peleando, ¿debería irme? ¿Debería tomar a mi hijo y alejarme? ¡Quizás no deberíamos estar aquí! Esto es ridículo, ¡es tu mejor amigo!
Yeon Jun miró sus manos con vergüenza -estoy celoso...no estuve ahí, alguien te marcó con su aroma y no lo sabía. Solo...quiero saber lo que está pasando, lo que ha pasado- explicó y negó suavemente -no quiero que nadie te marque con su aroma.
-Yeon Jun...- Soo Bin dio unos pasos al frente -no tenemos otra opción.
Yeon Jun cubrió sus ojos con las manos -me siento inútil. No puedo siquiera estar alrededor de mi omega, no puedo ir a comprar la despensa, comprar cosas que te gusten o que le gusten a Sung Hoon... no he descubierto como haré para conseguir gente que me ayude a construir la casa- dio un manotazo a la cama -¡se supone que debo ser capaz de proveer para nuestra familia!
Soo Bin se quitó los zapatos y subió a la cama, gateando hasta estar frente a él y tomó la cadena que rodeaba el cuello de Yeon Jun -llevas puestas tus debilidades, alfa. Eres más fuerte que cualquiera de ellas, que cualquier inseguridad. Nunca te veré como alguien inútil, nunca. Ya ha sido suficiente, se paciente. Deja de querer apresurar las cosas que no están bajo tu control- tomó el rostro del alfa y lo apretó suavemente -me despierto a tu lado en las mañanas, nos cepillamos juntos los dientes y comemos juntos. Nos movemos en el espacio del otro y eso me hace el omega más feliz. Me siento pleno así que por favor... por mí, por Sung Hoon; relájate. Disfruta lo que tenemos ahora.
Yeon Jun sonrió con tristeza -¿Cómo es que te tengo? No merezco tu sabiduría, tu amor. Soy un desastre.
-Somos un poco desastrosos- el omega rió, subiendo a su regazo -acordamos eso hace tiempo, alfa. El Agua nos ha purificado de todo eso, ¿no es así?
El alfa inclinó la cabeza -lo hizo.
-Y el Aire nos dio la herramienta que usamos ahora...estamos hablando- depositó pequeños besos en sus párpados -y la Tierra...a veces necesitamos silencio, a veces eso es mejor- sus labios bajaron hasta el cuello de Yeon Jun -y el Fuego...- soltó un suspiro aliviado cuando el alfa por fin lo sostuvo -¿no crees que se sentirá bien cuando llegue a casa y me marques con tu aroma de nuevo? Y me tomes una y otra vez hasta que llore. Mm, gritaré solo por ti.
Yeon Jun soltó un gruñido posesivo.
-Sí, alfa...- murmuró -oleré como alguien más pero podrás limpiarme después, ¿no es así?- Mordisqueó el lóbulo de su oreja -tomaré tu nudo una y otra vez hasta que estés satisfecho, justo como la noche anterior.
Yeon Jun recostó a Soo Bin en la cama -te tomaré ahora. Me estás tentando.
Soo Bin rió al escucharlo -podemos hacerlo rápido- le dio un pequeño beso -casi quiero que te huelan... para que me teman, para que no me molesten de nuevo.
La cadera de Yeon Jun se elevó -te quiero ahora.
El omega sonrió con pereza -toma lo que te pertenece.
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-Puedes marcarlo con tu aroma- Yeon Jun mantuvo la cabeza inclinada -me disculpo por intentar pelear, por estar celoso. Olvide que eres familia y que nunca lastimarías a Soo Bin.
Tae Hyun abrazó a Yeon Jun, tomándolo desprevenido -nunca sucedió, Yeon Jun.
Yeon Jun sonrió de lado y correspondió el abrazo -gracias Tae Hyun, por todo.
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-Hola- Jackson abrió la puerta con una sonrisa para que Soo Bin, Tae Hyun y Sung Hoon entrarán -Tae Hyun... debiste traer a Sunoo y Beom Gyu.
Tae Hyun sonrió al escucharlo -la próxima vez. Cuando vine anteriormente todos dijeron eso.
-Beom Gyu debe estar casi listo para dar a luz.
-Sí, muy pronto- el alfa tomó asiento en el sillón -mi hogar estará lleno de regalos nuevamente, y con todo el batallón ahí.
-Sé que Mark y yo estaremos ahí- Jackson respondió, acomodándose detrás de su escritorio.
Soo Bin se sentó en una silla con tranquilidad.
-Soo Bin...- Jackson habló, mostrando una sonrisa amigable -¿este es tu hijo?
-Sí- Soo Bin acomodó mejor a Sung Hoon sobre sus piernas -di hola, Sung Hoon.
-Hola...- Sung Hoon cubrió su rostro, apartando la mirada.
-Es hermoso.
Sung Hoon se asomó al escucharlo -gracias...
-Hm, no hay de que, alfa. Te llamé porque necesitamos un poco más de información y deben ser emitidas sus identificaciones.
-Oh...- el omega dejó salir un suspiro de alivio -sí, claro.
-Tae Hyun, de hecho estoy feliz de que vinieras también- Jackson se inclinó sobre el escritorio para verlo -tenemos noticias...sobre Yeon Jun.
El cuello de Soo Bin casi se rompe por lo rápido que volteó y Tae Hyun se sentó derecho -Yeon Jun está muerto.
-Sé que no te gusta hablar de esto- la cabecilla del concejo jugó con su pluma -dos chicos estaban cerca de la frontera y parece que lo vieron- se encogió de hombros -no hay señales de que algún lobo haya estado ahí pero lo describieron a la perfección.
La mandíbula de Tae Hyun se apretó -Yeon Jun está muerto.
Jackson inclinó la cabeza -me disculpo... lo siento.
-¿Has hablado con Yoon Gi?
-No lo he hecho, no quería irritarlo- volteó a ver a Soo Bin, recordando su presencia -por favor, discúlpame. Haré que alguien venga en un momento.
Soo Bin le dio su mejor sonrisa, aparentando tranquilidad -sí, gracias.
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-¿Dos chicos?
Soo Bin estaba sentado sobre el regazo de Yeon Jun, siendo marcado por sus feromonas -sí, dos chicos dicen haberte visto.
-Dijeron que eras rápido, muy rápido- Tae Hyun habló, acariciando el estómago abultado de su omega -le pregunté si había hablado con Yoon Gi y me dijo que no.
Yeon Jun asintió -no olí a nadie cerca.
-Estabas exhausto- Beom Gyu razonó -puede que hayas estado muy cansado para notarlo.
-Eso es cierto- Yeon Jun bostezo y sus ojos se cerraron con pereza -seré discreto.
-Iré por mi cuenta a buscar leña- Tae Hyun tomó a su hijo y lo colocó en el regazo de Beom Gyu -volveré más tarde- murmuró, quitándose la camisa para salir de la habitación.
Beom Gyu acarició la espalda baja de Sunoo -¿estás bien, cachorro?-
Sunoo se encogió de hombros -líður ekki vel, mamá.- (No me siento bien, mamá) El ceño de Beom Gyu se frunció y presionó los labios contra la frente de su hijo -Hvað er sárt?- (¿Qué te duele?)
Sunoo apuntó a su cabeza, soltando un quejido -Pabbi... hvar er pabbi?- (Papi... ¿dónde está papi?)
-Fue a conseguir leña, omega hermoso.
-¿Te gustaría beber algo, Sunoo?- Preguntó Yeon Jun.
El niño no respondió, se acurrucó contra el pecho de Beom Gyu mientras lloraba un poco.
Sung Hoon se levantó para acariciar la espalda de Sunoo -Sh... ¿qué pasa, Sunoo?
-Sunoo se siente un poco enfermo, Sung Hoon.
El alfa menor dejó la cabeza contra su espalda -caliente.
-Sí, lo está- Beom Gyu se puso de pie con cuidado -iremos a recostarnos.
Soo Bin frunció el ceño -¿estará bien?
-Sí, estoy seguro de que sí, gracias- inclinó la cabeza respetuosamente -discúlpenos, por favor.
Sung Hoon se balanceó un poco -Sunoo está enfermo.
-Sí, así que debemos respetarlo.
-Sí, mami- Sung Hoon jugó con el cabello de Yeon Jun -baba, ¿puedo darle besos a Sunoo?
-Ahora no, está con su madre- Yeon Jun sonrió levemente cuando Sung Hoon rascó su cuero cabelludo -puedes hacerlo, si te da permiso, en cuanto despierte.
-Está bien...- continuó jugando con el cabello de Yeon Jun, haciendo reír a Soo Bin -me gusta el cabello de baba.
-A mí me gusta tu cabello, es el mismo color que el de mamá.
Sung Hoon sacudió la cabeza, haciendo que el moño en el que tenía amarrado su cabello se moviera -me gusta el cabello de mami- acarició la cabeza de Soo Bin -¿mi hermanita tendrá el cabello de mami o de baba?
Soo Bin parpadeó rápido, sorprendido -¿quién?
Yeon Jun hizo un sonido gracioso con los labios -todavía no, Sung Hoon.
-Lo sé Baba... sin presiones Mami... pero cuando mi hermanita venga, ¿tendrá el cabello de mami?
-¿Cómo sabemos que será una niña?- Preguntó Soo Bin, intentando contener su sonrisa.
Sung Hoon acarició su mentón de forma pensativa -quiero una hermanita.
-¿Y si es un niño?
El niño se encogió de hombros -no lo sé... lo devolvemos.
-No- Yeon Jun soltó una carcajada -no podemos devolver un bebé. Si es un niño lo amaremos.
-Está bien- Sung Hoon continuó jugando con el cabello de Yeon Jun -sigo queriendo una hermanita.
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-Mark - Jackson se puso de pie -preparé la cena.
Mark se acercó para darle un beso como saludo -gracias, alfa. Tengo algo que te hará feliz- comentó mientras se quitaba la chamarra.
-Hice algo.
-¿Qué? - Preguntó, dejando de rebuscar en sus bolsillos.
-¿Crees que es raro que ese mitad-lobo entró con Tae Hyun y ahora alguien 'parece' haber visto a Yeon Jun?- Jackson volvió a sentarse -hablé con los otros en el concejo e In Yeop piensa que es extraño. Asumí que al llamarlo llevaría a Tae Hyun pero sentí algo extraño, quería comentarle la situación pero las cosas se complicaron... ya sabes que no le gusta hablar de Yeon Jun.
-Sí, es un tema difícil.
-Bueno...- suspiró y entrelazó las manos -cuando dije el nombre de Yeon Jun, el omega se movió de una forma rara, como si el nombre le asustara. No sé si fue una coincidencia o si conoce a Yeon Jun... recuerdo haberlo mencionado cuando nos conocimos.
Mark levantó una pequeña bolsa de plástico que tenía un solo pelo blanco -dejé de buscar en la nieve y busqué por el bosque, ahí encontré esto.
Jackson tomó la bolsa con ambas manos -¿huele a algo?
-No huele a nada- mordió su labio, visiblemente emocionado -Yeon Jun siempre fue conocido por ocultar su aroma.
Lágrimas se formaron en los ojos del alfa -¿tú crees...? ¿Y si está vivo?- levantó la bolsa hacia la luz -lo enviaré a revisar y si es de él, llamaremos a Yoon Gi.
-Si es él, Jackson, ¿por qué se oculta?
-No lo sé... después de llamar a Yoon Gi, llamaré a Tae Hyun.
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Hi! He vuelto :)
Espero les haya gustado el capitulo de hoy, les queria avisar que la próxima semana actualizaré el lunes, miércoles y viernes, en cambio la siguiente semana del 26 al 1 de agosto es posible que actualice muy poco porque debo realizar un viaje y estaré bastante ocupada, espero puedan entenderme :), gracias por el amor que le dan a la adaptación, gracias por sus bellos comentarios y sus votos ♡♡
Hagan stream al video de Yeonjun, debemos superar la meta de 5 millones en la semana, tomen agua y cuidense muchoo ❤❤
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