Nota de la escritora

Barrow no es tan frío como lo describo. Estoy pensando como lobo así que cambié la temperatura para que estuviera más baja. En invierno deben estar a unos -24ºC.

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-Sung Hoon- Yeon Jun llamó desde la cocina -el almuerzo está listo.

Unos segundos después, el sonido producido por sus pequeños pies corriendo hacia la cocina se hizo audible.

Sung Hoon abrazó la pierna de Yeon Jun al llegar -baba, estoy jugando.

Yeon Jun miró la pieza de rompecabezas que el niño llevaba en su mano -entiendo, pero es hora de almorzar así que jugar deberá esperar.

Sung Hoon asintió, dejando un pequeño beso en el muslo de Yeon Jun -sí baba, pondré esto en su lugar- murmuró y salió corriendo de la cocina, casi tropezando. Yeon Jun sonrió, negando y colocó el plato del alfa más pequeño en la mesa, dejando un vaso de agua a un lado para después ir por su propio plato.

-¡Volví, baba, volví! - Sung Hoon se sentó en su cojín, inclinándose -Gracias, baba.

-De nada, buenos modales- Yeon Jun le halagó, levantando su tenedor -Sunoo volverá en la noche con sus padres, querían tener un día solo para ellos antes de irnos.

Sung Hoon asintió, con la boca llena de comida que masticó para poder hablar -nos mudamos a Alaska.

-Sí, Sung Hoon- Yeon Jun se acercó para limpiar el rostro del niño -siento mucho no poder jugar contigo pero debo terminar de empacar las cosas más pequeñas.

-Está bien baba, está bien- Sung Hoon sonrió -te amo.

-Estás siendo muy dulce hoy, alfa- respondió con una sonrisa.

Sung Hoon se sonrojó, bajando la mirada a su comida -lo siento...

-No, no- el lobo negó, acercándose -ven aquí, alfa.

Sung Hoon obedeció inmediatamente -soy bueno, baba.

-Sí, has crecido demasiado... eres muy bueno, tal como siempre lo has sido.

Sung Hoon tocó el anillo que colgaba de su cuello -mami...

-Vendrá en la noche y después no volverá a trabajar. Hoy es su último día- beso la mejilla del menor -estaremos con mamá todos los días por un tiempo- rodó los ojos, soltando un bufido -hasta que se vuelva lo suficientemente testarudo para buscar un empleo.

-Quiero estar con mami todos los días- Sung Hoon sonrió, acurrucándose contra su pecho.

-Yo también quiero eso- respondió, abrazándolo más cerca -cuando vayamos a Alaska habrá ocasiones en que me ausentaré porque estaré construyendo nuestro hogar- levantó el rostro de Sung Hoon para poder verlo a los ojos -¿cuidarás bien de mamá mientras no esté en casa?

Sung Hoon asintió rápidamente -¡sí! ¡Cuido a mami!

-Buen niño- le felicitó, besando su frente.

-¿Baba?

-Sí, alfa.

Sung Hoon mordió su labio con nerviosismo mientras que Yeon Jun acomodaba un mechón de cabello detrás de su oreja --Um, ¿mami tiene un bebé ahora?

-Oh...- Yeon Jun parpadeó lentamente -mami no tiene un bebé ahora, Sung Hoon.

-Oh...- jugueteó con sus manos, pensando antes de volver a hablar -¿cuándo tendrá un bebé como Beom Gyu?

-Hm- el exmilitar sonrió cálidamente -espero que pronto, pero no apresuraremos a mamá para que tenga un bebé, su cuerpo debe decidir cuándo será el momento, ¿entiendes?

-Sí, baba- levantó sus manos, con sus pequeños dedos entrelazados -Um, si mami tiene un bebé... ¡sin presionar! - sacudió la cabeza, haciendo que su largo cabello se ondeara -pero si mami tiene un bebé, ¿será niña o niño?

Yeon Jun sonrió de lado -no lo sé.

Sung Hoon permaneció en silencio, pensando -quiero que sea niña, hermanita.

-Me encantaría que fuera una niña, un niño...- le hizo cosquillas a Sung Hoon, haciéndolo reír -me encantaría incluso que solo fueras tú. No cambiará lo mucho que los amo.

Sung Hoon sonrió ampliamente al escucharlo -¡y yo a ti, baba!

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-Ouch- Soo Bin se forzó a si mismo a caminar a pesar del cansancio, dejando su bolso antes de sentarse en el suelo -que día más largo.

-¿Mami? - Sung Hoon asomó la cabeza por el pasillo, corriendo rápidamente hacia su madre -¿qué pasa, mami?

Soo Bin sonrió -estoy bien, bebé.

-¡Llegaste tarde! - Sung Hoon se quejó, olfateando a su madre -¿qué pasó, mami?

El omega resopló -la llanta de mi auto se ponchó y tuve que empujar, empujar, empujar el auto hasta aquí- apoyó la cabeza contra la puerta -mami está súper cansado.

Sung Hoon frunció el ceño -¡llámame, mami! ¡Llama a baba!

-Lo sé- sujetó a su hijo y lo abrazó -¿mami puede tener un fuerte abrazo por ahora?

-¡Claro, mami! - Sung Hoon lamió las mejillas de Soo Bin, quejándose -necesitas a baba.

-En un momento- cerró los ojos, acunando a su hijo -¿cómo estuvo tu día?

-¡Mami! - El niño gruñó, alejándose -¡baba! - corrió hacia la puerta trasera que conducía al jardín y salió de la casa -¡baba!

Soo Bin suspiró, usando la puerta para levantarse. No pasaron ni cinco segundos cuando Yeon Jun apareció en su campo visual -omega- Yeon Jun lo envolvió con ambos brazos, examinándolo -¿qué ocurre? ¿Fuiste golpeado por un auto?

-¡No! - Sung Hoon gruñó, comenzando a llorar -¡mamá empujó el auto!

El omega volvió a suspirar al ver a su hijo -Yeon Jun, por favor, lo estás haciendo llorar.

Yeon Jun levantó su rostro por el mentón, buscando algún daño -¿empujaste un auto?

-Mi llanta se ponchó y tuve que empujar el auto hasta acá. Solo estoy cansado, no estoy lastimado, sangrando o muriendo.

Sung Hoon se metió entre los cuerpos de ambos, sollozando contra el pantalón de Soo Bin -mami...

El alfa mayor se dio la vuelta, gruñendo y apartándose. Los ojos de Soo Bin se agrandaron -Yeon Jun...

El exmilitar no se detuvo, siguió caminando y salió al jardín, dando un portazo. Sung Hoon dio un salto por el susto y se aferró a Soo Bin -¡baba está enojado!

Soo Bin tocó la zona donde se encontraba su corazón y su labio tembló ligeramente -alfa...- cargó a Sung Hoon y trotó hasta el jardín. Yeon Jun sacaba cosas del cobertizo, siendo más brusco de lo necesario -alfa...

-Ahora no- Yeon Jun arrojó una caja de madera, rompiéndola.

-¡Alfa! - Soo Bin gruñó.

Yeon Jun se irguió lentamente -lleva a Sung Hoon adentro, hace frío- murmuró y continuó lanzando cosas.

El omega se contuvo de volver a gruñir, abriendo la puerta -Sung Hoon, ve a jugar.

-¡No pegues a mami! - Sung Hoon gritó, secando sus mejillas -¡baba, por favor no pegues a mami!

Yeon Jun dejó de arrojar cosas, dándose la vuelta y sentándose en el pasto -Sung Hoon...

-Sung Hoon, baba no me pegará. Baba nunca me pondrá una mano encima para lastimarme o para lastimarte. Ve a jugar.

El niño asintió pero se sentó en el suelo, frente a la puerta de cristal. Levantó la mirada, esperando que Soo Bin la cerrara y el omega respiró profundo antes de hacerlo.

-Yeon Jun...- Soo Bin caminó por el jardín -¡yo no te ignoro cuando me hablas!

El aludido levantó la mirada -¿por qué...? ¿Por qué no puedes llamarme? ¿Por qué tienes que hacer todo por tu propia cuenta? - presionó los dedos contra el puente de su nariz -estoy aquí para ti... cuando te necesito, voy contigo. ¡Ven a mi cuando me necesites!

Soo Bin se estremeció, acariciando su brazo -no... no puedo esperar que siempre estés ahí.

-¡Pero siempre estoy ahí! ¡Siempre! - Yeon Jun apretó el pasto entre sus manos, arrancándolo -si gritas, cruzaré la tierra por ti. Tú independencia es hermosa, la amo. Amo que puedas estar sin mí y sobrevivir con Sung Hoon pero por favor, sé que puedes hacerlo solo pero no siempre debe ser así. ¡Empujaste un auto hasta acá! ¿Por qué no llamar a tu alfa? - dejó caer la cabeza, cansado -te he cortejado porque te amo y quiero que estemos juntos para siempre. Por favor, por favor llámame cuando me necesites. Deja de hacer todo por tu cuenta cuando ya no debe ser así.

Soo Bin sorbió su nariz, secando las lágrimas que caían por su rostro. Asintió, dando cortos pasos hacia su alfa. Tomó asiento sobre su regazo y levantó su rostro, besándolo suavemente y pasando los dedos por su largo cabello -lo siento alfa, no he sido un buen omega.

Yeon Jun suspiró -si lo has sido.

-No- tomó una gran bocanada de aire antes de hablar -porque no sé cómo ser un buen omega para un alfa, especialmente para un alfa tan increíble. Estoy intentándolo.

El alfa lamió su mentón -y yo no sé cómo ser un buen alfa para un omega, especialmente tratándose de uno tan fuerte e independiente. A veces olvido que ambos estamos aprendiendo.

Soo Bin rozó sus narices en un beso esquimal -prometo que voy a comenzar a depender de ti- trago saliva con dificultad -prometo que lo intentaré. Debo recordar que eres mi alfa, eres el nuevo padre de mi hijo y de los bebés que tendremos- acarició la mejilla de Yeon Jun -y te amo...- murmuró con la voz rota -te amo tanto y debo recordar que somos un equipo, una pareja- el alfa limpió sus lágrimas con calma -no voy a trabajar el primer año de nuestra estadía en Alaska, este embarazado o no.

Yeon Jun soltó un suspiro de alivio pero negó -yo... un día está bien.

-No lo haré, sé que no te gusta así que por lo menos el primer año me enfocaré en nuestro hogar y nuestra familia. Solo en nosotros- acercó a Yeon Jun, apoyando la cabeza en su pecho -lo siento, alfa.

-Yo también lo siento, omega.

Soo Bin inhaló el frío aire -esta noche... te necesito esta noche.

-Sí omega, está noche soy tuyo.

-¿Y ahora? - Soo Bin bajó la mirada -¿me bañarías y darías un masaje? Los brazos y las piernas me duelen.

-Te daré de comer, te bañaré y daré un masaje. Te llevaré a la cama, hermosa Camelia.

El omega asintió -gracias...

Yeon Jun besó al omega, siendo suave -amo hacer esas cosas por ti, omega.

Soo Bin sonrió -y cuando estés cansado, ¿podré hacer lo mismo por ti?

-Por supuesto omega, por supuesto.

Un suspiró se escapó de los delgados labios de Soo Bin, que sostenía al alfa cerca de su cuerpo. Miró hacia la puerta, donde su hijo estaba de pie y con ambas manos apoyadas sobre la puerta de cristal, viéndolos fijamente. Soo Bin hizo un movimiento con la cabeza para indicarle que saliera.
Sung Hoon abrió la puerta y corrió hacia ellos.

-¡Ya voy, ya voy!

Soo Bin rió, apretando a su hijo entre su cuerpo y el de Yeon Jun. Sung Hoon buscó el calor de su padre, temblando -¿mejor, mami?

-Sí bebé, mucho mejor- sonrió, acariciando el rostro del alfa menor -baba siempre sabe que hacer.

Sung Hoon miró a Yeon Jun -sabía que baba ayudaría.

Yeon Jun presionó la nariz contra la de Sung Hoon -hiciste bien en llamarme cuando mamá llegó.

-Sí, baba- respondió el niño, asintiendo con seriedad.

Soo Bin se recostó en el pasto, sorprendiendo a los otros dos. Exhaló y de sus labios salió humo blanco por la baja temperatura -soy afortunado por tener una hermosa familia- cerró los ojos durante unos segundos y los entreabrió cuando Yeon Jun y Sung Hoon se acomodaron junto a él. Sonrió, mirando una pequeña nube en el cielo -gracias...

Sung Hoon abrazó a su madre con fuerza y Yeon Jun dejó las manos sobre el estómago de Soo Bin.

El omega cerró los ojos, tarareando suavemente -...in this cold heart- cantó lo suficientemente bajo para que sólo él mismo se escuchara -I can live, or I can die...- volvió a abrir los ojos solo para ver que la nube había desaparecido -I believe if I just try, you believe in you and I, in you and ...

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Soo Bin gimió bajo, con calma cuando Yeon Jun secó sus pies con una toalla. El alfa besó la planta de su pie, cerrando los ojos y Soo Bin removió su pie.

Yeon Jun entreabrió los ojos. El verde y el azul se encontraron y sus hoyuelos se hicieron presentes. Con cuidado colocó la tobillera de esmeralda en su tobillo, dándole vueltas hasta que estuvo como quería. Depositó un beso en su piel, murmurando algunas palabras que Soo Bin no alcanzaba a escuchar.

Secó la pierna del omega, besando cada parte luego de pasar la toalla. Besó desde su cadera hasta su ombligo y tomó su mano entre las suyas para colocarle el brazalete. Posteriormente, le ayudó a ponerse el anillo de Amatista en su dedo anular y pasó más tiempo besando su mano.

Pasó la toalla por su pecho, tocando la piedra de ágata y luego llevó la toalla a su cuello, acariciando la marca que había puesto ahí. Soo Bin hizo un pequeño sonido, dejando más expuesto su cuello y Yeon Jun sonrió, dejando suaves besos alrededor de su fuente de aroma.

Soo Bin parpadeo lentamente, su cuerpo estaba de un ligero tono rosado. Sus dedos juguetearon con el cordón del pantalón de pijama de Yeon Jun mientras este secaba el resto de su cuerpo. El alfa se apartó lentamente, levantándose para llevarse la toalla y tomar una prenda de una maleta.

Yeon Jun sostuvo la bata color lavanda, muy similar a su bata rosada pero con pequeñas flores hechas con perlas. Soo Bin separó los brazos para que su pareja pudiera ponérsela, causándole pequeñas cosquillas. Yeon Jun inclinó la cabeza respetuosamente una vez que le hizo un nudo en el frente -te traeré algo para comer, Camelia.

Soo Bin negó, tomando la mano de Yeon Jun -por favor...- sonrió, encogiéndose de hombros -solo quédate conmigo, podemos comer más tarde.

Yeon Jun dudó por unos segundos pero terminó acomodándose a su lado y acariciando su mejilla -cuando despiertes te alimentaré.

El omega sonrió, buscando más de sus caricias -sí, alfa.

-Estás muy mimoso, omega- dijo el exmilitar, riendo.

Soo Bin abrió un ojo, haciéndole reír más -puedo moverme, alfa.

Yeon Jun presionó sus labios juntos -nunca- cuidadosamente dejó una cobija sobre el cuerpo de Soo Bin -solo estaba señalándolo...

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Did you ever want it?

Did you want it bad?

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Soo Bin mantuvo las manos en el rostro de Yeon Jun incluso cuando llamaron para abordar.

-¿Cuándo llegarás con nosotros?

-Si no tomo ningún descanso, estaré ahí dos días después que ustedes.

El omega tragó saliva con dificultad y mordió su labio inferior con fuerza cuando Sung Hoon se sujetó a él con más fuerza -mami...- miró a su alrededor, confundido por el aeropuerto donde se encontraban -¿cuándo nos vamos?

-No te pierdas- pidió Soo Bin, mordisqueando la parte interna de su mejilla.

Yeon Jun sonrió -no lo haré.

Soo Bin intentó sonreír, dando un salto por la sorpresa cuando escuchó a Tae Hyun, lo que significaba que tendrían que separarse -voy a dar lo mejor de mí para convencer al concejo.

-Lo harás bien, estarás con Tae Hyun, estarás a salvo.

-Yeon Jun, Soo Bin...- Tae Hyun habló -disculpen que los moleste pero ya están abordando.

Soo Bin finalmente alejó su mano y bajó la mirada -Yeon Jun, por favor...

-Te lo juré- Yeon Jun atrapó sus pequeñas manos entre las suyas -correré tan rápido como pueda, no me detendré.

El omega asintió, escuchando como llamaban a abordar. Sung Hoon tiró de su ropa -¡mami! - refunfuñó -mami, ¿cuándo nos vamos?

-Está bien Yeon Jun, confío en ti.

Yeon Jun besó su frente antes de arrodillarse al nivel del niño -Sung Hoon.

-Baba, ¿cuándo nos vamos?

-Mamá y tú se irán ahora, los veré en dos días.

Sung Hoon levantó dos de sus dedos, contándolos -uno, dos- su ceño se frunció -listo.

-No- Yeon Jun rió por su ingenio -dos días, cuarenta y ocho horas.

-¿Por qué? - Preguntó con una mueca.

-Cuando seas lo suficientemente grande para entender, te explicaré. Lo prometo.

Sung Hoon pasó la mano por su mejilla -no...

-Sí- le dio un beso para tranquilizarlo -pon el temporizador en cuanto aterrices, cuarenta y ocho horas.

-Cuatro-ocho- asintió suavemente -sí, baba.

-Promete que cuidarás de mamá.

-Lo prometo- se levantó erguido, incluso aunque mantenía una mano sobre Soo Bin -cuido a mami.

-Sé que lo harás, eres un buen niño- Yeon Jun se levantó y suspiró, mirando a Tae Hyun -solo dos días.

Tae Hyun asintió con seriedad -toma cinco días llegar corriendo.

Soo Bin parpadeó rápidamente, sorprendido -cinco.

-Estaré ahí en dos días- le aseguró -Te lo juro.

-No te lastimes Yeon Jun, por favor- sorbió su nariz -si debes tardar más hazlo, estoy siendo egoísta.

-No, no- Yeon Jun lo envolvió en sus brazos -no, estará bien. Dos días.

El omega negó -pero Yeon Jun... por favor, no te lastimes.

Yeon Jun sonrió, juntando sus frentes -dos días.

Nunca lo había visto sonreír tanto. Sabía que intentaba hacer todo más fácil, hacerle creer que todo estaría bien. Pero Soo Bin preferiría no ver sus hoyuelos a tenerlo así. Cuando Yeon Jun estaba serio era porque estaba siendo él mismo.

Miró a su alfa sonreírle a Tae Hyun, abrazarlo y agradecerle. Bajó la mirada hacia su hijo que tenía el pulgar entre sus labios, algo que hace mucho tiempo no hacía. Lo cargó con cuidado y avanzó, asegurándose de no mirar hacia atrás mientras caminaba al avión. Mantuvo los ojos fijos en la entrada, incluso cuando su mente le suplicaba que se diera la vuelta.

No se dió la vuelta, ni siquiera cuando escuchó a Yeon Jun reír. Una risa que no le pertenecía realmente, una risa que no era natural. Era una nerviosa, una llena de miedo.

Su vuelo duraba quince horas.

Ni siquiera había despegado y ya se sentía enfermo. No habían despegado y ya quería quedarse ahí si eso significaba que no habría posibilidad de que Yeon Jun fuera descubierto. Soo Bin prefería quedarse con su equipaje, con Jin Hwan, con la gente horrible de aquel sitio. Nunca se iría si eso significaba que Yeon Jun no lo haría tampoco.

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Bleeding, I'm bleeding.

My cold little heart.

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-Nombre.

-Um, Kim Soo Bin.

La mujer asintió, tecleando en su computadora -¿el nombre del niño?

-Park Sung Hoon - Soo Bin le sonrió levemente, meciendo a su hijo que yacía dormido entre sus brazos.

La mujer dejó de teclear y sonrió, sacando una hoja.

-¿Viniste con un lobo?

-Sí, me dijeron que debía venir primero yo solo- tragó saliva con dificultad -y que después él vendría mañana conmigo.

-Sí, eso es correcto- garabateó algo, haciendo que Soo Bin se removiera con nerviosismo en la silla. La mujer mordió su labio, tecleando algo en su computador antes de imprimir una hoja -está bien, solo un momento- murmuró, levantándose y saliendo.

Soo Bin parpadeó rápidamente, mirando a Sung Hoon que estaba más abrigado de lo normal.

Habían aterrizado hace dos horas y todos estaban bajo los efectos del jet-lag. Esperaron sentados en la sala de espera por dos horas, completamente solos. Había muchos mitad-lobos en aquella sala, buscando su aceptación. En el tiempo que había estado ahí, Soo Bin los vio marcharse sin su carta de aceptación.

Sung Hoon había estado emocionado por el vuelo hasta que despegaron. La turbulencia no había sido mala pero no le habían gustado. Estuvo feliz cuando aterrizaron pero quiso volver dentro del avión en el instante en que fue consciente de la temperatura.

Estaba helado.

Donde vivían, tenían temperaturas de -12ºC hasta -6ºC. En Barrow decían que estaban a -28ºC. Durante el vuelo, Beom Gyu le había comentado que el mal clima ya había pasado, que ahora era más cálido. Era lo suficientemente frío como para que Tae Hyun, Beom Gyu y Sunoo usarán chamarras, algo que nunca creyó ver.

El clima era muy diferente, el frío helaba los huesos. Tae Hyun les había entregado dos chamarras extras cuando Sung Hoon comenzó a llorar porque no podía sentir sus dedos. Fue graciosos hasta que Soo Bin dejó de sentir los suyos.

No estaban en Sitka. Habían aterrizado en Barrow que tenía una temperatura de -28ºC e incluso dentro del edificio, Soo Bin sentía que se congelaba. Todo había estado bien, la gente era más amable y feliz. Beom Gyu, Tae Hyun y Sunoo fueron a un hotel cercano.

Soo Bin aprendió un par de cosas. La seguridad de Alaska era ridícula. No podías dar ni un paso sin ser cuestionado, lo cual le hacía sentir nervioso. No había forma de escabullirse.
Intentó no pensar en eso porque sabía que Yeon Jun era muy escurridizo, fuerte y confiaba en él.

Tae Hyun le había dado una palmada en la espalda y una sonrisa cuando le preguntó sobre la guardia fronteriza. No había sido nada reconfortante.

Barrow era el punto de aterrizaje para todos los aviones.

Bajar del avión.
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Barrow.
Centro de Recursos de Barrow.
˅
Esperar a que llamen tu turno.
˅
Preguntas.
˅

Sabes si fuiste aceptado ese mismo día. Al entrar con un lobo, las cosas cambiaban para Soo Bin. No sabría si fue aceptado hasta que Tae Hyun lo acompañara al día siguiente.

Todo era muy estresante.

Yeon Jun no mintió cuando dijo que todos eran lobos. Al llegar, Sung Hoon estaba tan asustado que ni siquiera podía llorar.

No eran tan grandes como Tae Hyun y Yeon Jun, parecían del tamaño de Beom Gyu o un poco más pequeños. Pero había muchos, corriendo alrededor, caminando, era tan distinto. Tampoco había muchos autos y todo olía diferente, todos olían distinto, tan intenso.

-Soo Bin- la mujer volvió a entrar, sonriente -por favor disculpa la espera, les pedí que iniciaran una búsqueda de antecedentes.

El omega la miró con duda -¿búsqueda de antecedentes?

-Sí- la mujer se acomodó en su asiento y tomó una pluma -me das tu nombre, lo pongo en una computadora y espero que me muestre tu rostro para asegurarme que coincida. Una vez que lo recibo, se lo entrego a un departamento diferente y comienzan a buscar en los antecedentes que tiene tu gobierno.

-Oh...

Soo Bin ni siquiera recordaba haber dado una foto suya.

-Mientras no tengas nada que ocultar, no debe haber problema- jugueteó un poco con su pluma -dijiste que entrarías con un lobo.

-Sí.

-¿Su nombre?

-Um, Tae Hyun... Kang Tae Hyun.

La mujer dejó de escribir y entrecerró los ojos -Kang Tae Hyun, ¿el lobo militar?

Soo Bin presionó sus labios en una fina línea al sentir la habitación más tensa. Asintió lentamente, acomodando a Sung Hoon cuando este se movió -sí... él.

-¿Está aquí? - Preguntó con una sonrisa.

-Fue con su familia a rentar una habitación de hotel para esta noche, para nosotros- Soo Bin mordisqueó su labio -me dijeron que hablaría con alguien hoy y que él vendría mañana.

La mujer abrió la boca para hablar pero fue interrumpida por un toque en la puerta. Un hombre asomó la cabeza, miró a Soo Bin y le hizo una seña a la mujer.

-Un momento, por favor discúlpame- pidió antes de salir.

Soo Bin por fin respiró ante su ausencia. El temblor de su cuerpo despertó a Sung Hoon, que miró a su alrededor y soltó un quejido, presionando su nariz contra la fuente de aroma de Soo Bin.

-Sh, sh, precioso- el omega levantó la manta hacia su rostro y frotó su mejilla con ella -está bien.

-Mm- lamió sus labios y bostezó, aferrándose al suéter de Soo Bin -hambre...

El omega lo ajustó en su regazo -lo sé, solo un poco más- le aseguró, besando su sien -vuelve a dormir bebé, nos iremos pronto.

No le costó mucho trabajo volver a conciliar el sueño. Apenas se movió cuando la puerta volvió a abrirse.

La mujer volvió a su asiento, con unos cuantos documentos en las manos -Soo Bin.

El aludido se acercó más -¿sí?

-¿Hay alguna forma de que puedas comunicarte con Tae Hyun...para pedirle que venga?

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Sung Hoon tocó la gran pecera, alejándose cuando un pequeño lobo se acercó a olerlo. Corrió hacia su madre que estaba mordisqueando un sándwich.

-Mami- Sung Hoon frunció el ceño, pidiendo ser cargado y Soo Bin lo colocó sobre su regazo con una sonrisa.

-No te preocupes bebé, debe ser bueno.

-Alaska es súper frío, mami.

El niño se estiró para alcanzar su vaso con chocolate caliente.

-Sí bebé, estamos en Barrow. Es mucho más frío que donde viviremos.

Sung Hoon dejó su taza con cuidado -Baba nació en Barrow.

-Sí bebé- Soo Bin besó su mejilla -¡buen trabajo recordándolo!

-Soo Bin.

El omega levantó la vista rápidamente, calmándose al ver a Tae Hyun. Se puso de pie, dejando a Sung Hoon en la silla -Dios, estoy tan feliz de verte- murmuró, dando un corto abrazo al alfa -he estado tan nervioso, todo estaba normal hasta que vieron mis antecedentes, luego me preguntaron con quién venía. Les dije tu nombre y me pidieron llamarte.

Tae Hyun sonrió, tomando el rostro de Soo Bin entre sus manos -cálmate, omega. Todo está bien.

Soo Bin asintió -gracias por venir.

-Por supuesto- rió el alfa, acercándose a la mesa -no iba a dejarte solo.

-¡Tae Hyun! - Sung Hoon levantó su vaso -¡mira, chocolate!

Tae Hyun besó la frente del niño -estoy seguro de que está delicioso- cargó al niño entre sus brazos -pueden guardar su comida y luego nos iremos.

El omega asintió, envolviendo su sándwich para guardarlo.

Sung Hoon presionó su dedo contra la mejilla del exmilitar, riendo -Sunoo.

-Está esperando en el hotel con Beom Gyu- respondió, presionando su dedo contra la mejilla de Sung Hoon cuando el niño volvió a hacerlo.

-¿Crees que dije algo malo? - Preguntó Soo Bin, guardando la comida en su bolso antes de seguir a Tae Hyun.

-No, pienso que no creen que trajiste a un lobo militar contigo- explicó mientras sostenía la puerta para que Soo Bin entrara.

Sung Hoon sostuvo su chocolate cerca, dando algunos tragos a su vaso y feliz por no tener que estar en el suelo, cerca de todos los lobos que estaban caminando libremente.

Soo Bin se detuvo cuando la gente comenzó a voltear a verlos. Se apegó más a Tae Hyun, tomándolo por el brazo -tengo miedo.

-No lo tengas- rió Tae Hyun. El alfa inclinó la cabeza levemente cuando otros lobos pasaban junto a él y lo hacían. Soo Bin miró con sorpresa como hacían reverencias ante la presencia de Tae Hyun.

-¿Eres famoso? - Cuestionó Soo Bin, acercándose para susurrarlo.

-No- respondió el alfa, mordiendo su labio -eh... algo así.

Sung Hoon sacudió su mano como saludo a las personas que agachaban la cabeza -Hola.

Soo Bin sonrió con timidez mientras se acercaban a los guardias de seguridad. Ambos alfas que estaban resguardando la puerta miraron al suelo, con los pies juntos -señor.

-Hola, estoy aquí para hablar con la persona que dirige el Departamento de Aceptación.

-Sí, por supuesto señor- uno de los hombres se movió para dejarlos pasar y seguirlos.

Sung Hoon miró a su alrededor -Tae Hyun le agrada a todos, mami.

Soo Bin dio un suave apretón al brazo del alfa -sí bebé, a todos.

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-Oh- la mujer se levantó rápidamente, haciendo una reverencia -señor, hola.

-Hola- respondió, ayudándole a Soo Bin a sentarse para después hacer lo mismo -me llamaron.

-Um, sí... señor- se volvió a sentar y buscó en un archivero los documentos de Soo Bin -llame para confirmar que era el Kang Tae Hyun correcto.

Tae Hyun asintió, acomodando a Sung Hoon en su regazo -estoy aquí.

Ella tragó saliva con dificultad -sí... está aceptando a Kim Soo Bin y a Park Sung Hoon en su hogar.

Sung Hoon tocó el hombro de su mamá -soy yo, mami.

-Hasta que sean residentes con un año de antigüedad, entonces él se hará cargo de su persona.

-Entiendo- rápidamente tecleó algo en su computadora -solo tengo algunas preguntas.

Tae Hyun asintió -hágalas.

-Me gustaría saber por qué ha decidido aceptar a un mitad-lobo en su hogar.

-Mi pareja y yo conocimos a Soo Bin y a su hijo, nos llevamos bien, especialmente nuestros hijos que parecen inseparables. Soo Bin mostró interés en mudarse a Alaska y le dije que podía ayudarlo.

La mujer continuó escribiendo mientras él hablaba -y Soo Bin...- volteó a verlo por unos segundos -¿por qué quieres mudarte aquí?

Soo Bin frotó las manos contra su pantalón -yo...siempre quise mudarme a Alaska. Vivía con un alfa abusivo- bajó la mirada a su hijo -me prometió que lo haríamos pero las cosas entre nosotros se arruinaron- se encogió de hombros suavemente -Tae Hyun me ha dado una gran oportunidad.

-¿Tienes pareja? - Preguntó luego de presionar 'enter'.

El omega se congeló, encajando las uñas en su piel -sí.

-¿El abusivo?

-Ya... ya no estamos juntos.

-¿Tienes una pareja nueva?

-Sí, pero no vino conmigo - murmuró, desviando la mirada.

No era una mentira.

-Bueno, si eres aceptado y él vendrá, tendrá que ser a través de ti.

-Sí- Soo Bin asintió rápidamente.

-Tus antecedentes son interesantes- abrió el folder para ver las hojas -Tienes línea de sangre directa.

-Sí - volvió a asentir el omega -mi abuela.

-Eres inusual- una sonrisa apareció en el rostro de la mujer mientras leía el expediente -tu abuela y tu madre fueron militares.

-Así es.

-¿Tú lo eres?

-No.

-¿Tu pareja?

Soo Bin presionó su pie contra el de Tae Hyun, que parecía completamente calmado, jugando con Sung Hoon -no lo es.

De nuevo, no era una mentira completamente.

-Está bien- cambió de hoja -no tienes reportes criminales ni has estado nunca en territorio de lobos.

-Nunca.

-No te quedarás en Barrow, ¿verdad?

-No, iré a Sitka.

La mujer escribió algunas palabras antes de cerrar el expediente -¿dónde vivirás?

-Vivirá en nuestra casa para vacacionar mientras encuentre un sitio.

-Ya veo... no tengo dudas de que serás aceptado- se levantó, caminando hacia un closet y sacó una caja mediana -bajando las escaleras te tomaran nuevamente las huellas dactilares, después deberás recibir tu carta de aceptación. Esta caja contiene cosas que necesitarás saber mientras vivas aquí, tus derechos, cuestiones de residentes y ciudadanías y cómo recibir ambas. Tiene mucha información importante y debes tomarte el tiempo para leerlo todo.

Soo Bin asintió, prestando total atención.

-Cada concejo es diferente. El de Barrow es mucho más estricto que el de Sitka. Cuando llegues, te llevarán al concejo y deberás hablar con ellos sobre vivir en su territorio- sonrió con tristeza antes de volver a hablar -ellos tienen el control del territorio y si ven algo que no les guste o algo que pasamos desapercibido, pueden negarte la entrada. Si te la niegan tres veces en el transcurso de un año, entonces no podrás volver.

El omega volteó a ver a Tae Hyun que asintió con aburrimiento -uh, está bien... ¿eso cuenta solo en Sitka?

-No, el concejo es uno pero se divide en diferentes partes para tener una mejor organización. Si te niegan la entrada, es a todo Alaska- acomodó un montón de papeles sobre su escritorio -dudo que eso llegue a pasar, si te soy honesta. Eres línea de sangre directa y tienes eso a tu favor. Nunca ha venido uno aquí porque es extremadamente raro encontrarlos. Además, vienes con un alfa increíble, uno con el que estamos muy familiarizados; estarás bien.

-Sí- Soo Bin se levantó rápidamente -sí, gracias.

La mujer se levantó e hizo una reverencia, mirando a Tae Hyun -es un honor, señor.

Tae Hyun inclinó la cabeza respetuosamente -tenga un buen día.

-Usted también.

Soo Bin se aferró a Tae Hyun mientras salían, recibiendo el mismo trato de antes.

-Hemos ido a un hotel y rentamos una habitación para ti y para Sung Hoon- Tae Hyun le abrió la puerta, abrazando a Sung Hoon cuando el frío los golpeó -iremos a la planta baja para que puedan tomar tus huellas dactilares.

El omega tembló por el frío, presionando la nariz contra la chamarra de Tae Hyun -gra-gracias por todo esto.

Tae Hyun rió suavemente -ambos tienen frío, hay que apresurarnos.

Sung Hoon removió su rostro del pecho de Tae Hyun mientras se acercaban a otra puerta -hace frío...

-Sí- Tae Hyun abrió la diferencia y los dos mitad-lobo suspiraron por el cambio de temperatura.

Soo Bin frotó sus brazos y después los de Sung Hoon -¿estás bien, bebé?

-Sí, mami- Sung Hoon miró a su alrededor, notando que no había lobos corriendo -mami, ¿me das tu teléfono por favor?

Con una pequeña sonrisa, Soo Bin le pasó el aparato -sí, precioso.

-Tomaré un turno.

Sung Hoon le había pedido su teléfono unas cien veces. En la sala de espera, en el baño, mientras comían... quería ver el temporizador que habían puesto en cuanto bajaron del avión. Lo configuraron para que les avisara cuando se cumplieran las cuarenta y ocho horas.

El niño frunció el ceño por las hora, que no mostraba mucha diferencia. Soo Bin rió -está bien bebé, el tiempo vuela. Baba vendrá pronto.

Sung Hoon miró los segundos pasar, demasiado lento para su gusto y abrazó el celular a su pecho cuando Soo Bin intentó quitárselo -Mmm...

-Está bien- Soo Bin se sentó con Sung Hoon en su regazo -entiendo...- soltó un suspiro y miró a su alrededor -entiendo.

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-¡Fuimos aceptados! - Soo Bin dio saltos de felicidad por la habitación de hotel, mostrando los documentos. Sung Hoon y Sunoo se unieron a él -¡nos dejarán vivir aquí!

Beom Gyu aplaudió desde la cama -eso es genial, no tenía ninguna duda de que lo lograrían.

-¡Aceptados!- Sunoo gritó, rodeando a Soo Bin para luego correr hacia su madre -¿mamá?

-¿Si, Sunoo?

El niño sonrió, mostrando sus dientes -¿en qué aceptaron a Frænka?

Tae Hyun rió, quitándose las botas -Dios mío...

El omega embarazado besó a su hijo -fue aceptado en Alaska como residente, bebé.

-Oh...- Sunoo corrió y chocó contra Sung Hoon, sacudiéndolo -¡tú y tu mamá vivirán aquí! ¡Viviremos juntos!

-No, no- Beom Gyu negó -fueron aceptados, eso significa que podrán vivir aquí. -

-Eso es lo que dije, mamá.

Soo Bin rió, releyendo la carta una y otra vez. Había estado preocupado por el concejo pero mantuvo la esperanza. Nunca imagino llegar tan lejos. Siempre le había asustado ser un mitad-lobo, sin pareja, con un hijo pero ellos ni siquiera lo habían mencionado, probablemente obsesionados por el hecho de tener a su lado a Tae Hyun, lo cual estaba perfectamente bien para él. No podía esperar para ver a Yeon Jun y celebrar con él.

-No- Tae Hyun se unió a la conversación -dijiste que viviremos juntos pero no es así.

-¿Por qué no?

-Sunoo, ya hablamos de esto.

El niño entrecerró los ojos y volteó hacia Sung Hoon -no viviremos juntos, Sung Hoon- el alfa menor parecía confundido después de haber sido sacudido -¡pero nos veremos y jugaremos!

-Recuerda Sunoo, vivimos en Barrow. Compramos la casa en Sitka para que ellos puedan vivir mientras su casa es construida.

Sunoo se quedó pensativo -Pabbi dijo que quizás sí.

-A comprar una casa en Sitka, y ya lo hicimos.

Sunoo se dio la vuelta -aun así jugaremos.

Soo Bin negó suavemente -Sunoo es tan excéntrico, es gracioso.

Beom Gyu asintió -es muy parecido a Tae Hyun, en cambio yo soy calmado.

Tae Hyun sonrió, besando la mano de Beom Gyu -¿y yo que soy?

Beom Gyu rodó los ojos -un peligro.

-Espero que todo llegue bien a Sitka- dijo Soo Bin después de reír -Yeon Jun guardó todo muy bien pero si el agua de nuestras copas se cae o mi corona se rompe...- negó con el ceño ligeramente fruncido -estaré muy molesto.

-Estará bien. Vi como Yeon Jun empacaba las cosas perfectamente y las envolvía al menos cinco veces con plástico, están seguras.

-¿Mami?- Sung Hoon se tambaleó hacia él -¿puedo enseñarle el reloj a Sunoo?

Soo Bin sonrió levemente -sí- tomó el teléfono y lo extendió hacia él -baba puede llegar un poquito después de esa hora, Sung Hoon. No será exacto.

Sung Hoon frunció el ceño -baba dijo cuatro-ocho.

El omega asintió y acarició su mejilla -lo sé, pero podría llegar un poquito tarde y eso estará bien.

-No...- Sung Hoon miró el celular -baba dijo cuatro-ocho. Estará aquí- abrazó el teléfono a su pecho -no llegará tarde.

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Tomaron un avión de Barrow a Sitka y Soo Bin tenía las emociones a flor de piel. Solo quería acostarse y descansar.

-¡Tae Hyun!- Soo Bin saltó al escuchar una voz. Un alfa pasó a su lado, dejando un aura pesada detrás -¡has vuelto!

Tae Hyun no lo saludó y el otro alfa se puso sobre sus rodillas -¡es una bendición tenerte de vuelta!

-Gracias- Tae Hyun asintió.

-¿Qué te trae aquí?

El exmilitar señaló a Soo Bin que estaba de pie, visiblemente incómodo -hola.-

Soo Bin deseaba haber traído a Sung Hoon pero los niños no estaban permitidos así que tuvo que dejarlo con Beom Gyu.

El hombre desconocido ladeó la cabeza -¿un mitad-lobo?- se acercó a Soo Bin y lo olfateo.

Los ojos del omega se agrandaron y Tae Hyun se acercó, apartando a Soo Bin y refugiándolo bajó su brazo -no lo huelas, está enlazado.

El hombre parpadeó sorprendido por la reacción de Tae Hyun -sí, me disculpo- se inclinó respetuosamente -¿qué te trae por aquí?

Soo Bin se acercó más a Tae Hyun -me... me enviaron aquí por mi residencia en Sitka.

-Ah, ¿Tae Hyun te aceptará en su familia?

-Um, sí... a mi hijo y a mí.

-Encantador, sígueme.

Soo Bin no se movió, ni siquiera cuando Tae Hyun siguió al hombre. El estómago del omega estaba hecho un nudo y se sentía asustado. Todo el lugar se sentía pesado y eso le hizo gimotear, causando que ambos alfas detuvieran sus movimientos.

Tae Hyun lo miró fijamente -Soo Bin.

-Necesito... necesito ir al baño.

Tae Hyun se le acercó con calma y levantó su rostro. Le secó las lágrimas inútilmente porque estas seguían cayendo. Soo Bin tomó una bocanada de aire pero le costó trabajo sacarlo y abrazó al alfa -lo necesito, por favor...- el quejido que soltó les causó cosquillas en la piel tanto a Tae Hyun como al otro alfa.

-Dame un momento- pidió al otro hombre y lo cargó, llevándolo afuera -Yeon Jun me matará- tembló suavemente al escucharlo gimotear más alto, haciendo que todo fuera más tenso.

Tae Hyun lo marcó con su aroma sutilmente hasta que dejó de llorar.

Se sentó en una banca, acariciando la espalda de Soo Bin -omega... mírame.

Soo Bin obedeció y agrandó los ojos -tú... lo siento.

-No- Tae Hyun rió, ayudándole a limpiar sus lágrimas -Yo lo sentiré. Estabas cerca de tener un ataque de pánico. Prefiero marcarte con mi aroma a lamerte.

Soo Bin se sonrojó pero asintió, bajando de su regazo para sentarse a su lado. Tragó saliva con dificultad -gracias. Por favor, si Beom Gyu se enoja...

Tae Hyun lo abrazó y lo apegó a él -oh no, él estará bien- hizo una pequeña mueca -Yeon Jun quizás se enoje.

El omega cerró los ojos -causé una escena. Es solo que... tuve pánico. El olor ahí dentro fue demasiado.

-Está lleno de alfas, todos son Sector Tres.

Soo Bin asintió -entiendo...- mordisqueó su labio con nerviosismo -ese hombre... ¿no lo es?

El exmilitar gruñó -ese hombre es molesto... es un alfa pero no es Sector Tres.

-No me agrada.

Tae Hyun sonrió de lado -bien... a él tampoco le agradas- levantó el rostro de Soo Bin por el mentón -pero eso no debe importarte- el omega lo miró a los ojos marrón claro atravesando el azul cielo de los suyos -en nombre de tu alfa... si vuelve a tocarte, le arrancaré la cabeza.

Soo Bin asintió una vez, temeroso -sí, está bien.

Una sonrisa con un toque de peligro apareció en el rostro del alfa -no hay nada que temer.

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-Tienes línea de sangre directa- el alfa asintió, impresionado -eso es extremadamente raro, ¿tu abuela?

-Sí- Soo Bin asintió -era militar.

-Hm...- el alfa de piel oscura, Jackson, mordió su pulgar -un hijo, asumo que es mitad-lobo.

-Sí, lo es.

-Estás enlazado, ¿correcto?

-Lo estoy.

-¿Y dónde está él?

Soo Bin jugueteó con sus pulgares -no vino conmigo.

-Ya veo...- Jackson alejó el archivo de Soo Bin -¿cómo conociste a Tae Hyun?

-Nos conocimos en la casa de un amigo en común.

Jackson entrecerró los ojos -hm- se apoyó en el respaldo de la silla -somos una sociedad muy inclusiva. Tu hijo podrá asistir a la escuela pero no será hasta que cumpla cinco años. Desde que tienen un año hasta los cuatro, es común que los niños vayan a la escuela para aprender sobre las transformaciones. Aprenden cómo ser un lobo y cosas por el estilo. Como tu hijo no es un lobo puro, será diferente. En Sitka tenemos otros dos mitad-lobos, tú serás el tercero y tu hijo será el cuarto.

Soo Bin asintió.

-Si vas a enlazarte, o bueno, volver a enlazarte en tu caso, en concejo deberá saber con quién. El matrimonio es difícil, no ha sido legalizado que un mitad-lobo y un lobo puro se casen simplemente porque no ha habido discusiones al respecto. Si deseas proponer algo así, debe ser a través de nosotros- se cruzó de brazos -eres muy interesante y eso que apenas acabas de entrar al territorio.

Soo Bin tragó saliva con dificultad.

-Ningún mitad-lobo...- sonrió de lado -ninguno ha sido traído por un lobo, mucho menos por un lobo militar- acarició su pecho, a la altura del corazón -conozco muy, muy bien a Tae Hyun. Estuvimos juntos durante nuestro entrenamiento, era mi capitán y salvó mi vida muchas veces. Lo respeto y lo quiero mucho, a él y a su familia- Jackson mordió la parte interna de su mejilla y unas cuantas lágrimas se acumularon en sus ojos -Choi Yeon Jun...- Soo Bin se acomodó en su asiento al escucharlo -fue su líder, nuestro líder. Fue considerado uno de los más grandes líderes en nuestra historia, el más joven y el más valiente. Cuando falleció, Tae Hyun comenzó a hacer estos viajes.

Las piernas de Soo Bin comenzaron a temblar.

-Siempre son alrededor de la época en la que nuestro líder murió- el alfa aclaró su garganta -todos lo extrañamos mucho. Que Tae Hyun traiga a un mitad-lobo es... inusual. Era la mano derecha de Yeon Jun. Lucharon contra los mitad-lobo, los odian... odiaban- ladeó la cabeza un poco -debes entender por qué estamos tan interesados en ti. No tiene sentido.

Soo Bin volvió a asentir.

El hombre lamió sus labios -soy la cabeza del concejo. Normalmente debes pasar por otras personas antes de llegar conmigo pero has venido directamente a mi- se inclinó para estar un poco más cerca -de los otros dos mitad-lobo, eres quien menos ha hablado. Pareces estar nervioso, pero también pareces ser el más respetuoso.

El omega inclinó la cabeza como agradecimiento.

-Puedo decir inmediatamente que eres de línea directa- sonrió levemente, apenas una curvatura en sus labios -si hay algo que necesites, sé que irás con Tae Hyun, pero quiero que sepas que puedes venir directamente aquí- Soo Bin levantó la mirada rápidamente mientras el alfa levantaba su sello -si ese lobo confía en ti lo suficiente para traerte, es porque no implicas riesgo para nadie- presionó el sello contra el archivo de Soo Bin antes de firmarlo -por favor, disfruta tu vida en Sitka.

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Soo Bin miró el documento con su nombre y el de Sung Hoon. Parecía un certificado de nacimiento. Había sido escoltado afuera por dos alfas militares, de regreso a donde estaba Tae Hyun rodeado por una pequeña multitud. Permaneció en silencio hasta que Tae Hyun se percató de su presencia.

-Debo irme, fue bueno verlos a todos- sacudió algunas manos antes de llevar a Soo Bin fuera del edificio -Dios mío, eso tomó demasiado tiempo.

-Lo siento.

-No es tu culpa- Tae Hyun quitó la alarma del auto, ayudándole a entrar -¿qué dijo Jackson?

Soo Bin sostuvo el papel entre sus manos -me dejará quedarme porque confía en ti- mordisqueó su labio, susurrando -realmente aman a Yeon Jun aquí, en el corredor que está en la planta baja hay un mural de él. Vi a la gente haciendo reverencias frente a él cada que pasaban por ahí.

Tae Hyun asintió con seriedad -tal como yo lo hice- una pequeña sonrisa apareció en su rostro -es muy amado, muy especial.

El omega abrazó el documento -estoy muy cansado, ¿podemos irnos?

El exmilitar hizo un sonido de afirmación -podemos irnos.

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-Oh, oh no- Soo Bin negó, volteando a ver al alfa -¡Tae Hyun!

Tae Hyun se detuvo en su tarea de ayudar a Beom Gyu a bajar del auto -¿sí?

Señaló a la casa, donde los niños estaban corriendo y gritando -¡esto es monumental!

Beom Gyu sonrió, acariciando su vientre -es muy hermosa- miró alrededor con calma -me gusta la ubicación, es discreta. Muy buen trabajo, alfa.

Tae Hyun lo besó, ignorando las diversas emociones de Soo Bin -gracias, omega.

-¡Es inmensa!- dejó caer su maleta -no podemos quedarnos aquí, esto es como... como su casa.

-Nuestra casa es más grande.

-¿Qué?

-¡Mami!- Sung Hoon corrió a su alrededor -¡Sunoo dijo que viviremos aquí!- chilló con emoción -¡grande, grande, grande!

Soo Bin se dejó caer en el suelo -no... no puedo siquiera hablar.

Tae Hyun se acercó a él, con su omega a un lado y se agachó para estar a su altura, tomando el rostro de Soo Bin entre sus manos -¿qué ocurre?

-Yo...- Soo Bin negó suavemente -siento que no puedo aceptar esto. Es más que una casa para vacacionar- acarició la mano sobre su mejilla -es hermosa y la adoro, ¿pero cómo puedo quedarme sin darles algo a cambio? Dinero, lo que sea.

El alfa sonrió -no queremos nada más que ustedes sean felices- le ayudó a levantarse con cuidado -entremos para que puedas ver el resto de tu casa.

Soo Bin intentó no llorar. Prácticamente lo arrastraron dentro, con Tae Hyun a su izquierda y Beom Gyu a su derecha, haciendo caso omiso de sus ruegos -Dios...

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Soo Bin cuidadosamente colocó las copas llenas de agua encima de la chimenea. Sung Hoon había estado mirando su celular por quince minutos, gruñendo cada que la pantalla se bloqueaba. Sunoo se quedó dormido a su lado, removiéndose cada vez que Sung Hoon hacía algún sonido.

El omega estaba exhausto pero no podía dormir. Estaba esperando que Yeon Jun llegara a casa.

La casa para vacacionar era enorme. Había cuatro habitaciones y muchos baños, continuamente se encontraba perdido ahí dentro. Todo era hermoso, amueblado. La chimenea hacía que el lugar fuera más cálido y había considerado decirle a Yeon Jun que añadiera una en el que sería su hogar.

También le gustaba la ubicación, era privada, los árboles le ayudaban a bloquear el frío.

Alaska... era un sitio hermoso, Yeon Jun no había mentido. Hacía frío y era completamente blanco, lleno de árboles y nieve pero era increíble. Lucia exactamente igual a las fotos.

Sung Hoon gruñó, casi dormido y volvió a encender la pantalla. Soo Bin se acercó a él -Sung Hoon...

El niño acercó el celular a su pecho -no, mami.

Soo Bin suspiró -Sung Hoon, cuando el tiempo se acabe, el temporizador sonará para avisarte.

-No...- Sung Hoon se quejó. Soo Bin tomó el teléfono y Sung Hoon pataleó, despertando a Sunoo -¡No, mami, no!

El omega calmó a Sunoo, cargándolo con cuidado -sh, siento que Sung Hoon te despertara.

El niño bostezó, ocultando el rostro contra el hombro de Soo Bin. El mayor se alejó, yendo arriba para dejar a Sunoo en una de las habitaciones y luego volvió a bajar, confundido al no ver a Sung Hoon.

-¿Sung Hoon?- Olfateó el aire, oliendo a su hijo -Sung Hoon, bebé, ¿dónde estás?- asomó la cabeza en la cocina -Sung Hoon, precioso, puedo escucharte- caminó hacia el fregadero, arrodillándose para abrir las puertas.

Sung Hoon lloró, intentando ocultar el celular -¡basta!

Soo Bin lo tomó por el brazo -Sung Hoon, por favor, estás cansado.

-Por favor...- sollozó con desesperación -por favor, tengo que ver cuando... ¡Cuando baba venga, mami!- talló sus ojos y habló más bajo -vienti... veintiséis, mami. Por favor, es poquito ahora.

El omega se sentó, atrayendo las rodillas a su pecho -entonces, ¿puedes venir a mi regazo para que mami vea también?

Sung Hoon asintió, acariciando su nariz. Gateó a su regazo, encendiendo el teléfono para ver el tiempo pasar. La batería estaba muriendo, la barra que mostraba el porcentaje estaba en rojo y pronto se apagaría. Con suerte Sung Hoon se quedaría dormido pronto porque si no, lo tendría gritando por eso.

No tardó mucho en quedarse dormido contra su cuerpo.

Soo Bin se recostó de lado, quitándole el celular y miró el tiempo que faltaba, parpadeando con cansancio. Estaban siendo egoístas. Tae Hyun, Sunoo y Beom Gyu estaban exhaustos, especialmente Beom Gyu. Se sentía mal, sabía que Yeon Jun estaría exhausto también, más que cualquiera, pero solo necesitaba su presencia cerca.

Necesitaba a su alfa.

Cerró los ojos lentamente mientras el celular parpadeaba, indicando que se apagaría.

Fue extraño, pero durmieron en el suelo de la cocina aunque tenían camas. Durmieron en un piso de mármol recién pulido y frío. Estaba duro e incómodo, pero por fin pudieron descansar. Ni siquiera se movieron cuando Tae Hyun entró, y los llevó a la cama.

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-¡Oye! - el alfa saltó, intentando arrebatarle un cuchillo a su amigo -¡devuélvemelo!

-¡No podemos cazar aquí, idiota! - replicó el otro alfa, lanzándolo y sentándose en la nieve -hay que volver, estoy cansado.

El primero chico corrió por su cuchillo -bien...- gruñó, inspeccionándolo -de todas formas no hay nada aquí... ¡wow!

-¿Qué? - El mayor lo miró -¿qué sucede?

Levantó su índice y señaló hacia los árboles -es... es Sector Tres- entrecerró los ojos, intentando enfocar la mirada -wow, es muy rápido. Casi no puedo verlo.

El alfa parpadeó, negando -¿qué hacen aquí los militares?

-¿Cómo puede correr tan rápido? ¡Es inmenso! - el chico corrió en círculos -¡esto es increíble! ¡Nadie nos creerá en la escuela!

El hombre mayor seguía viendo entre los árboles con asombro -es increíble, él... ¿todos corren así de rápido?

-¡No lo creo! - se encogió de hombros y corrió hacia la colina llena de nieve, saltando con alegría -¿dónde está el resto?

-Tienes razón, ¿dónde está el resto? - miró a su alrededor, buscando algún otro lobo -¿sólo es él? - mordisqueó su labio, sin entender lo que sucedía -vino de la frontera.

El alfa más joven había avanzado un buen tramo de la colina -vamos, ¡sigámoslo!

-Idiota, no podremos mantener su ritmo- miró a su alrededor de nuevo -necesitamos ir al concejo. Creo que... creo que venía de más allá de la frontera. No tiene sentido.

-¡Oh, vamos! El concejo está muy lejos.

El alfa se puso de pie -vamos, hay algo raro aquí- se transformó y corrió, dejando atrás a su amigo. El chico más joven rodó los ojos y colocó el cuchillo entre sus labios antes de transformarse y correr para alcanzarlo.

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-¿Un lobo?

-Sí, era jodidamente grande.

-Idiota... por favor, discúlpelo. Era completamente blanco, el lobo más grande que alguna vez vi.

-Es ártico, entonces- Jackson entrelazó sus dedos -un lobo, ¿están seguros?

-¡Maldita sea, lo estamos! - El chico estiró los brazos -era más grande que cualquier lobo militar que he visto. Era blanco, grande y rápido. Casi no lo vemos, ¡se mezclaba tan bien con la nieve!

Su amigo asintió -es cierto, creo que venía corriendo de la frontera. Pensamos que era un entrenamiento o algo así pero estaba solo.

-Los lobos no atraviesan la frontera a menos que alguien los guie. Hm, no dejarían que un lobo pase- Jackson tomó el teléfono e hizo una llamada -Soy Jackson, ¿dejaste que algún lobo estuviera cerca de la frontera hoy? ¿En algún momento? - mordisqueó su labio inferior por la respuesta que recibió -hazme un favor, manda algunos lobos a la parte Este de la frontera 1331 de Sitka. Encuentren rastros, busquen algún olor- terminó la llamada y miró a los jóvenes frente a él -¿eso es todo?

-Sí, si lo encuentran...- uno de los chicos se inclinó más -¿podemos conocerlo?

Jackson sonrió de lado -no.

-Demonios.

Jackson se sentó bien en su silla -Mark.

El soldado que estaba a su lado dio un paso al frente -señor.

-Averigua si hubo algún recorrido militar cerca de la ubicación. Ve si algún lobo está perdido.

Mark hizo una reverencia -sí señor.

-No creo que encuentren rastros.

Jackson miró a uno de los jóvenes -¿por qué no?

-Se movía tan rápido, ustedes no lo entienden- sus ojos se agrandaron mientras hablaba -no parecía que sus pies tocaran el suelo, se veía casi falso, como si fuera parte de la nieve. No podrán atraparlo.

Jackson entrecerró los ojos -¿qué tan rápido?

-Más rápido que... que una chita.

Jackson se puso de pie inmediatamente - Mark, diles que me uniré a su búsqueda- pasó la lengua por sus labios -solo un lobo ha corrido así de rápido... y está muerto.

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Hola, he regresado más rápido! :)

Espero hayan disfrutado del capitulo!! ❤ Gracias por todo el amor que le dan a esta adaptación, la historia cada vez más está cerca del final pero aún falta así que no se preocupen, ya hemos tenido 20 capitulos y ustedes le han dado mucho amor que no sé como agradecerles :), cuando falten 5 capitulos para el final, les dedicaré uno cada una de las personitas que han comentado y le han dado amor desde el inicio ^_^, muchas gracias por todo! ❤

Igualmente gracias a todos!! Gracias por amar esta bonita adaptación, hagan stream a Love Song, tomen agua y sonrían siempre! ❤

Hasta la próxima!! :)