-Oh, que hermosa corona- Beom Gyu elogió, tocando los pétalos -¿es hecha a mano?

-Sí- Yeon Jun se sentó, dejando que Sung Hoon corriera detrás de Sunoo -por Baek Hyun, el esposo de Chan Yeol.

-Oh, muy bien- el omega sonrió -me gusta mucho, el rosa te sienta bien.

Tae Hyun asintió -estoy de acuerdo, el rosa fue una buena elección.

-Gracias- Soo Bin inclinó la cabeza, acariciando su collar -Yeon Jun me ha tratado con nada más que amor.

-Por supuesto- Beom Gyu le guiñó el ojo -Yeon Jun se ha preparado para esto.

Una risa burlona salió de entre los labios de Tae Hyun, que después le regaló una sonrisa a su amigo -lo ha hecho.

Yeon Jun rodó los ojos -no sean tan pesados.

Soo Bin sonrió, mirando hacia la entrada de la sala de estar cuando los niños entraron corriendo -mami- Sung Hoon murmuró, sujetándose a la camisa de su madre -Sunoo quiere ver tu corona de princesa.

Sunoo se mantuvo de pie a un lado de Sung Hoon, meciéndose hacia atrás y hacia adelante con un ligero rubor.

-No es una corona de princesa, precioso, es una corona de cortejo- se puso en cuclillas sin perder el gesto amable de su rostro -pero por supuesto que Sunoo puede verla- sostuvo la corona con ambas manos y se la quitó -Ven, Sunoo.

El niño se acercó dubitativo, sonriendo una vez que la corona estuvo a la vista y la tocó con delicadeza -bonita- murmuró, llevando ambas manos en su espalda -Frænka, frændi y Sung Hoon se mudan a Alaska.

-Lo haremos- Soo Bin asintió, tocando la mejilla del omega menor -entonces tú y Sung Hoon podrán verse siempre.

-¡Sí! ¡Podemos ir juntos a escuela!

-No, Sung Hoon será educado en casa hasta el primer grado, Sunoo- Yeon Jun se sentó -es parte lobo, no completamente.

Sunoo frunció el ceño -¿veré a Sung Hoon en casa?

-Puede ser que, escucha con atención lobo, puede ser que nos mudemos a Sitka cuando volvamos a casa- el niño abrió la boca con impresión -Sunoo...- Beom Gyu volvió a hablar con un tono de advertencia y una mano sobre su hinchado vientre -relájate, dije que quizás lo hagamos.

-Pero... ¡pero Sung Hoon vivirá ahí! - Sunoo abrazó a Sung Hoon y le dio un beso en la mejilla -¡viviremos juntos!

Soo Bin negó mientras Tae Hyun tomaba asiento -Sunoo, no estás escuchando- el niño frunció el ceño, bajando la cabeza -Mamá dijo que quizás; aún tenemos nuestro hogar en Barrow, ellos podrán visitarnos de vez en cuando pero puede que compremos una casa en Sitka para estar más cerca de nuestra nueva familia.

-Quizás...- Sunoo sonrió de lado.

Tae Hyun mordió su labio, intentando permanecer serio.

-Quizás.

-Quizás... sí- su sonrisa se ensanchó, haciendo sonreír a su padre.

-Quizás sí.

-¡Sí! - dio pequeños saltos para luego abrazar a Sung Hoon que parecía no entender -¡viviremos juntos Sung Hoon!

Yeon Jun negó -no viviremos juntos. Posiblemente cerca, pero no juntos.

-¿Por qué? - Sung Hoon por fin habló -viviremos con Sunoo y Tae Hyun y Beom Gyu.

-No lo haremos, especialmente si tú madre estará embarazado- el ex-líder del sector de tortura suspiró -y es algo de lo que tenemos que hablar.

-Hablamos, baba- Sung Hoon se acercó a Soo Bin, mirándolo con un puchero -mami, viviremos con familia nueva.

Soo Bin rió -no lo sé, precioso. Recuerda lo que te he dicho; después es después- depositó un beso en la frente de su hijo -no lo sabremos hasta después, ¿está bien?

Sung Hoon asintió -sí, mami- se dio la vuelta para ver a su amigo -Sunoo, no sabremos hasta después...

Sunoo se sentó en el suelo con tristeza -¿qué tanto?

El alfa más joven volvió a mirar a su madre -mami, ¿qué tanto?

-No lo sabremos hasta después.

Sung Hoon dirigió la mirada a su amigo -no sabremos hasta después.

Sunoo gruñó, dejándose caer en el suelo con los brazos estirados -¡bien!

Sung Hoon corrió hacia él y se sentó a su lado -Sunoo dijo bien, mami.

Los cuatro adultos rieron y Soo Bin negó -¿lo hizo?

El niño presionó su dedo contra el rostro de Sunoo hasta que gruñó de nuevo -¿bien, Sunoo? ¿Bien, verdad?

Sunoo se sentó con pereza -necesito un refrigerio- Sung Hoon asintió, de acuerdo.

-Mami, necesitamos un refrigerio- levantó dos de sus pequeños dedos -¡dos y chocolate caliente!

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-Quiero que me hagas un favor, Sung Hoon- Yeon Jun terminó de escribir el peso y estatura del niño.

Sung Hoon estaba abrigado y feliz de estar afuera.

Yeon Jun dejó su libreta para verlo -golpea mi mano con todas tus fuerzas.

Sung Hoon ladeó su cabeza -¿pegarle a baba?

-No, a mi no. Golpea mi mano...- sostuvo la mano a su altura -tan fuerte como puedas, voy a probar algo.

El niño asintió -confió en ti, baba- saltó en sus talones, manteniendo su pequeño puño en lo alto y golpeó la mano de Yeon Jun tan fuerte que terminó cayendo. El adulto alcanzó a atraparlo antes de que hiciera contacto con el suelo -¿lo hice bien?

Yeon Jun le quitó el gorro de la chamarra -muy bien- tomó su libreta y escribió algo con concentración -ahora vas a correr tan rápido como puedas hacia ese árbol y de regreso.

Sung Hoon sonrió detrás de su bufanda y se dio la vuelta rápidamente. Corrió hacia el árbol y Yeon Jun comenzó a contar.

El niño era rápido a pesar de la cantidad de ropa que llevaba. Soo Bin también era bastante veloz para no ser un raza pura.

Sung Hoon corrió de regreso, chocando su mano contra la de Yeon Jun que lo recibió -¿lo hice bien, baba?

-Te tomó siete segundos correr de aquí al árbol y de regreso- Yeon Jun asintió, impresionado -normalmente a un niño con tu estatura y peso le tomaría trece o catorce segundos así que lo hiciste muy bien.

El alfa menor aplaudió con felicidad -¡Yay!

Una sonrisa de lado apareció en el rostro de Yeon Jun -ahora...- tomó el canasto que estaba a su lado -vas a cerrar los ojos y te pediré que huelas algo, después me dirás qué es. Debes prestar atención.

Sung Hoon asintió con entusiasmo -está bien baba, está bien- cerró los ojos, respirando profundo -estoy listo.

Lentamente el ex-militar sacó una playera de Sunoo y antes de que estuviera completamente fuera, Sung Hoon pisoteó el suelo con felicidad -¡Sunoo!

Yeon Jun parpadeó lentamente, sorprendido. Volvió a meterla al canasto y sacó una playera de Beom Gyu, dejándola a la mitad mientras Sung Hoon olfateaba el aire. El niño ladeó la cabeza antes de sonreír -¡Beom Gyu!

-Está bien Sung Hoon, ahora la última.

-¡Está bien! ¡Después el almuerzo!

-Si tienes hambre podemos parar ahora.

Sung Hoon mantuvo los ojos cerrados -¡Uno más! ¡Uno más!

-Está bien...- sacó una vieja playera que había lavado muy bien para confundir al niño. La acercó al rostro de Sung Hoon, mirándolo atentamente mientras la olfateaba -¿puedes percibir el olor?

-Huelo a Baba, Mm....- presionó el rostro contra la prenda -¡baba!

Yeon Jun soltó una suave risa -increíble.

Sung Hoon abrió los ojos, parpadeando varias veces para acostumbrarse a la luz. Tomó la playera y la frotó contra su rostro -la quiero.

-Puedes tenerla.

Sung Hoon saltó hacia él, besando su nariz -¡te quiero baba!

Yeon Jun acarició su largo cabello -y yo te quiero a ti.

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-Baba...- Sung Hoon comió un bocado de pollo -no quiero ir a la escuela.

-No tienes elección, debes ir.

-Pero... pero entonces ya no veré a baba y a mami.

-Así es la vida.

Sung Hoon suspiró, jugando con su comida -¿me dejarán en la escuela por siempre?

-Por supuesto que no- Yeon Jun cortó su propia comida -la escuela es importante para crecer y aprender. Irás a la escuela en Alaska y estoy seguro de que te encantará, harás muchos amigos.

El ceño del niño se frunció -Sunoo es mi amigo.

-Y tendrás muchos amigos más, justo como Sunoo los tiene. Pero la escuela no es para hacer amigos, es para aprender- pasó una servilleta por la comisura de sus labios -te enviaré a la escuela para aprender y convertirte en alguien increíble, no para hacer amigos.

Sung Hoon asintió -está bien baba... seré inteligente como baba.

-Y también como mamá.

-Sí, como mami- Sung Hoon asintió nuevamente -mami es muy inteligente.

-Lo es- Yeon Jun sonrió, tomando su vaso -Sung Hoon, ¿de qué color te gustaría que fuera tu habitación en Alaska?

Sung Hoon se removió con felicidad en su asiento -¡morado!

-Hm, ese es un lindo color... ¿te gustaría tener una televisión en tu habitación?

-Sí baba, ¡así puedo ver a Mike! - Sostuvo en lo alto su tenedor -Mike no es como baba.

-¿No?

-No- El niño sonrió ampliamente -baba es mejor... baba da miedo como lobo- tomó una pieza de carne con su tenedor -prefiero a baba así.

-Bueno, en Alaska estaré como lobo algunas veces... especialmente al dormir. Es mucho más frío allá, tendré que mantenerme a buena temperatura y a tu madre también.

Sung Hoon hizo un puchero -da miedo...

-No doy miedo- replicó con una sonrisa ladina -durante la luna llena seremos lobos, ya verás, no da miedo.

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Soo Bin cambió el agua de todas las flores que cubrían su casa. Sung Hoon las amaba y hasta cierto punto, Soo Bin también; pero no le gustaba tener que despertar y confundirlas con una persona, haciendo que se asustara.

El ritual había sido perfecto, estaban por celebrar la semana de la Tierra y estaba completamente desnudo, no sabía por qué pero no debía usar ropa. Yeon Jun había salido a comprar algunas cosas y Soo Bin estaba arreglando todo. Iban a celebrar fuera, cerca del lago, pero había comenzado a llover y eso arruinó los planes que tenían.

Soo Bin estaba feliz, completamente. Todo estaba marchando bien para ellos. Sung Hoon crecía tan rápido y se estaba convirtiendo en un niño muy alegre. Aprendía cosas día con día, escuchaba con atención y se hacía más tranquilo. Parecía increíble que las cosas fueran tan bien.
Soo Bin realmente respetaba a los elementos, a pesar de que en la escuela nunca le habían importado. Ahora realmente estaba convencido de que tenían algo que ver con su felicidad, con su familia.

Una familia.

Siempre deseó tener una y había creído tenerla con Jin Hwan hasta que un día se dio cuenta que una familia no eran sonrisa y una falsa fachada de felicidad. Aprendió, con Yeon Jun, que se suponía que debían existir momentos difíciles. Tiempos de tristeza, confusión y enojo; todas aquellas cosas en las que trabajaban juntos, haciéndose fuertes tal como lo estaban haciendo ahora.

Soo Bin dejó su diario. Había estado dibujando algunas de las flores que estaban en su casa mientras esperaba. Estaba cubierto con diferentes joyas y amaba cada una. No se había quitado su collar, ni siquiera al bañarse, ya que era muy especial para él.

Yeon Jun llamó desde la entrada -omega, estoy en casa.

El aludido salió de la habitación con curiosidad -tardaste demasiado.

Los ojos negros del alfa recorrieron el cuerpo de Soo Bin mientras contenía la respiración -mis disculpas.

Soo Bin se sonrojó con una pequeña sonrisa -¿por tardar o por mirarme?

Yeon Jun alzó la mirada para que sus ojos se conectaran -ambas cosas.

El omega acortó la distancia mientras reía, abrazando al mayor y acercándolo para unir sus labios -¿por qué tardaste tanto?

-Me tomó un largo tiempo buscar plantas- hizo una seña hacia los diferentes tipos que había cerca de la puerta -decidí elegir algunas que veía mientras manejaba.

Soo Bin golpeó su frente con la palma de su mano -¿más?

-¿No te gustan las plantas?

-Las amo, en el exterior- respondió apretándolo contra su cuerpo -son increíbles, un poco demasiado increíbles. Están en todos lados.

-Quitaré algunas.

-No, no, ahora no. Vamos a disfrutarlas- se apartó para tomar dos de las plantas -¿realmente las elegiste por tu cuenta?

Yeon Jun inclinó su cuerpo -lo hice.

El omega olfateó una planta -mm, es pachulí- la alejó de su rostro y sonrió -conservaremos esta.

-Sí así lo deseas.

Soo Bin dejó la planta a un lado de su nuevo sillón -¿por qué me has pedido que esté desnudo?

-Bueno...- Yeon Jun se quitó los zapatos mientras hablaba -el elemento Tierra es sobre respeto... debo ser capaz de mirarte desnudo y aun así respetarte lo suficiente para no tocarte, debo aprender sobre el autocontrol, el respeto hacia ti y aún más importante, permitir que estés completamente cómodo conmigo.

-Eso es... muy lindo, gracias- respondió Soo Bin, acariciando su pecho.

-Sí, omega- el alfa tomó su mano, ayudándole a sentarse en el sillón -Tierra es un día especial para ti, le muestra respeto a los seres que dan vida- explicó antes de arrodillarse frente a él -hoy es sobre el silencio... hablaremos sin hablar.

Soo Bin asintió, cruzando las piernas.

-La Tierra le da vida a todas las cosas. Hoy será un día diferente- una sonrisa apareció en el rostro del lobo -podemos comer primero, luego nos acostaremos y por último recibirás tus regalos.

-Sí, alfa.

Yeon Jun se inclinó respetuosamente -hoy no comeremos carne, dedicaremos el día a los vegetales, frutas y frutos secos... ahora vuelvo.

Soo Bin sonrió, dejando la mano sobre su estómago. Había ganado un poco de peso por la ridícula cantidad de comida que había consumido en las últimas semanas.

El festejo de Tierra sonaba interesante. No estaba seguro de cómo hablarían sin hablar pero no lo cuestionaría.

-Omega- Yeon Jun dejó el plato en el suelo -por favor, disfruta la comida.

Soo Bin sonrió, tomando una zanahoria -¿comerás conmigo?

-No lo haré.

El ceño del omega se frunció -¿por qué no?

-Esto es para que tú comas primero- el ex-militar se sentó con las piernas cruzadas y dejó las manos sobre sus rodillas -me enseñará a controlarme. Debo ser capaz de proveer para mi familia antes de proveer para mí mismo.

Soo Bin mordisqueó su zanahoria -no me gusta eso.

-Lo sé, omega- Yeon Jun soltó un suspiro -es un elemento muy importante, pondrá a prueba nuestras emociones pero debemos intentar.

-¿Y no podemos hablar? - preguntó Soo Bin, dejando el vegetal y cubriendo su cuerpo con una cobija cuando sintió frío.

-No demasiado- respondió el alfa mientras lo miraba fijamente. Soo Bin encontró eso muy molesto.

-No me gusta esto... si no comerás conmigo entonces tampoco comeré.
Yeon Jun negó -por favor, come.

-No lo haré- Soo Bin apartó la mirada -y no puedes forzarme a hacerlo.

-No es mi decisión, esto es la Tierra- intentó razonar el alfa.

-Si comes conmigo entonces comeré también.

-Tienes que ver qué tengo autocontrol.

-Sé que tienes autocontrol- Soo Bin entrecerró los ojos -no tienes que probar nada.

Yeon Jun lo miró fijamente antes de estirarse para alcanzar una nuez de la India. Soo Bin asintió, tomando su zanahoria mordisqueada -gracias.

Una sonrisa ladina apareció en el rostro del mayor -por supuesto, Camelia.

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A Soo Bin le gustaba el festejo.

Habían estado todo el día en la cama, mirándose el uno al otro a través de su nuevo espejo. Soo Bin estaba desnudo y si bien era un poco extraño mirarse a sí mismo, tener a Yeon Jun sosteniéndolo tan cerca se sentía bien.

Yeon Jun tenía una pierna sobre la suya y acariciaba el hueso de su cadera. Hacía frío pero el cuerpo del alfa estaba tibio... Yeon Jun se sentía cómo un lugar seguro.

Su pareja le había dicho que la Tierra era un elemento perezoso y que quedarse acostado en cama todo el día no era malo de vez en cuando.

Habló con Seok Jin por teléfono y lo puso al tanto sobre algunas cosas. El omega rubio se había mostrado feliz por él y prometió visitarlo antes de que se marchara a Alaska. Soo Bin se sintió orgulloso y feliz de tener algo que mostrarle. Tenía una familia, algo que se les decía a los omegas que debían tener desde que eran niños.

Su mente corría a kilómetros por minuto, presionado por la Navidad (que ya había pasado hace unos días), el trabajo, las cuentas y el cortejo. Envolvió los regalos la noche pasada mientras Yeon Jun compraba algunos regalos para Sung Hoon y para él, el niño pasó la noche en la casa del lobo. Era una navidad tardía pero Sung Hoon no pareció darle importancia.

Tenía algunos regalos para Sung Hoon, incluso había conseguido una almohada con forma de mazorca de maíz que había comprado sin siquiera pensarlo. También compró un regalo para Beom Gyu, Tae Hyun e incluso uno para Sunoo porque aunque no celebraban esa fecha, le habían ayudado demasiado y se sentía más que agradecido con ellos.

Le compró algo pequeño a Yeon Jun, algo que esperaba que le gustara. La siguiente semana celebrarían el Fuego y solo sería un día porque la Luna Nueva también se celebraría la siguiente semana. Además sería su cumpleaños, algo que había dejado de festejar. Yeon Jun le preguntó si quería salir a cenar pero Soo Bin prefería quedarse y dormir con su hijo, no sentía ganas de salir.

El día anterior le enseñó a Yeon Jun cómo hacer un pastel a las dos de la mañana. Sabía que Sung Hoon estaría emocionado por eso.

Yeon Jun se removió un poco entre sueños, afianzando su agarre sobre el torso de Soo Bin. El omega sonrió, acariciando su brazo.
El silencio no era malo porque no se sentía como silencio. Se sentía como amor siendo intercambiado sin ningún sonido, se sentía muy bien.

-Gracias- murmuró Soo Bin, cerrando los ojos -muchas gracias.

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-Mostrar respeto no es algo que solo se dice- Yeon Jun tenía cada uno de los regalos en frente de él, sin envoltura -el que estés desnudo y que seamos capaces de acostarnos sin tener que hacer el amor es un ejemplo. No quiero que sientas que porque estás desnudo, bañándote o durmiendo, tienes que entregarte a mí. Cuando hagamos el amor será una decisión mutua.

Soo Bin asintió -ya veo.

-Darte espacio, silencio... quiero que sepas que no debes tener miedo de pedir un poco de espacio si necesitas estar a solas. Mereces todo lo que quieras y haré lo que sea para darte lo que desees.

El omega sonrió ante sus palabras -gracias.

-La Tierra es estabilidad y no quiero que tengas miedo de la inestabilidad al estar conmigo. Si alguna vez siento que esto sucede no te lo ocultaré- levantó su rostro para poder verlo -la Tierra también es fertilidad. Este es un momento en el que normalmente se habla sobre tener hijos, aunque ya hemos hablado de esto... ¿quieres más hijos?

-Sí- Soo Bin asintió con timidez -lo quiero.

-Este...- el alfa colocó una manta frente a Soo Bin -es uno de los regalos. Es una manta de fertilidad. Cuando te embaraces la usaremos con nuestro hijo.

Soo Bin se estremeció suavemente -sí- acarició la tela y la frotó contra su rostro.

-Esto...- le pasó una lámpara de piedra -esto es una lámpara de sal del Himalaya. La sal es uno de los recursos más importantes de la Tierra. Mientras esté encendida se calentará y limpiará todo.

Soo Bin tomó entre sus manos la lámpara, oliéndola -es sal- murmuró mientras reía y estiró la lengua para lamerla -salada.

Yeon Jun sonrió, bajando la mirada -lo es.

Manta | Fertilidad.

Lámpara del Himalaya | Limpieza.

Plantas | Crecimiento .

Tobillera de esmeralda | Preserva el amor.

Reloj de arena negra | Balance.

Yeon Jun le ayudó a Soo Bin a ponerse la tobillera -hermoso.

Soo Bin sonrió, tocándola -estoy cubierto en joyas.

-Como la realeza- Yeon Jun depositó un beso en su tobillo -juro que cuidaré muy bien de ti.

-Sé que lo harás- aseguró el omega con un ligero sonrojo.

El ex-militar lo miró a través de sus pestañas.

Soo Bin le sonrió tiernamente -incluso ahora cuidas bien de mi... no tengo nada que temer, alfa.

Yeon Jun gateó para estar frente a frente con él -sé que no debería estar en tu espacio pero...- sonrió, exponiendo sus hoyuelos -cuando dices ciertas cosas me pongo tan feliz. Todo lo que he hecho de pronto no existe. Despierto pensando en Sung Hoon y en ti y me duermo de la misma manera. Has cambiado mi vida en formas que no creí posibles.

Soo Bin acarició su mejilla -estabas a cargo del Sector de Tortura y yo estaba siendo abusado- sus labios se curvaron en una sonrisa -ahora míranos. Nunca hubiéramos imaginado que estaríamos en los brazos del otro, felices, sanos y vivos- se recostó, dejando que Yeon Jun se sostuviera con los brazos sobre él -y no quisiera que fuera de otra manera.

Yeon Jun cerró los ojos, una solitaria lágrima cayó por su mejilla y antes de que pudiera detenerla, Soo Bin la lamió -dime... cuando estabas en la nieve, a punto de morir ¿qué pensaste?

El alfa abrió los ojos, dejando que las lágrimas cayeran -pensaba que quería una familia- miró fijamente los ojos cafés de su omega -quería una familia, quería hijos; quería ser feliz.

Soo Bin limpió sus lágrimas mientras caían -¿crees que has logrado algo de eso?

Yeon Jun sonrió con los rastros de las gotas saladas en sus mejillas -creo que he logrado todo eso.

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● Pachuli es una planta y aceite esencial obtenido de las hojas de la planta del mismo nombre. La esencia de pachulí es fuerte e intensa.
● Las lámparas de sal están hechas de rocas naturales formadas a través de más de 250 millones de años, son extraídas directamente del Himalaya.

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Holi!! ¿Les gusto el capitulo?

Se suponía que actualizaría ayer pero realmente estaba ocupada :"), pero aquí está el capitulo!! Espero lo disfruten!! Les mando un abrzo virtual!! ❤❤

Hagan stream y tomen agua!! Hasta la próxima! ^_^