CAPÍTULO XIX
-Sung Hoon amó sus regalos- Soo Bin sonrió, sirviendo su té antes de suspirar -no tenías que comprarle nada, pero gracias.
-Y tú no tenías que comprar regalos para Tae Hyun, Beom Gyu o Sunoo pero lo hiciste- Yeon Jun tomó entre su mano la taza -Sung Hoon ama los rompecabezas- se encogió de hombros y terminó su propio té.
Soo Bin soltó una suave risa -creo que estará feliz con sus quince cajas nuevas de rompecabezas- cerró los ojos, apoyando la cabeza sobre su mano -me siento muy feliz con la vida últimamente.
Yeon Jun tomó su rostro entre sus manos -me doy cuenta.
El omega parpadeó lentamente y sonrió -te compré un regalo.
-No tenías que hacerlo, no celebró esta festividad.
-Lo sé, lo sé- dejó un beso en la mano del lobo antes de levantarse -quédate aquí, ya vuelvo- corrió hacia la habitación, regresando al poco tiempo con una pequeña caja negra. Se sentó y estiró ambas manos para ofrecerle el regalo -aquí tienes.
Yeon Jun la tomó con cuidado y acarició el pequeño moño rojo que estaba encima -¿qué es?
Soo Bin tomó su taza y removió suavemente el líquido -debes abrir la caja para descubrirlo.
El alfa bajo la mirada luego volteó a ver a Soo Bin y finalmente volvió los ojos a la caja. Quitó la tapa y parpadeó al ver el interior -¿un anillo?
-Es plata pura- respondió Soo Bin, tocando su propio collar y mordisqueando su labio -cuando nos conocimos por primera vez... compraste una cadena de plata. Luego me contaste la historia sobre llevar puesto lo que se supone que es tu debilidad- dio un trago a su té y sonrió -quería comprarte un anillo distinto, hecho de plata.
Yeon Jun se arrodilló en el suelo, dejando la cabeza en su regazo y Soo Bin colocó la taza en la mesa para poder acomodarse y reposar su cabeza contra la del alfa -te amo- murmuró Yeon Jun -más que a nadie en este mundo.
Soo Bin dejó un beso en su cabello -tal como yo lo hago- pasó los dedos por su nuca, masajeando su piel -me alegra que te gustara.
El alfa besó el muslo de Soo Bin -lo amo, lo amo demasiado- cerró los ojos, aferrándose a la cajita -eres muy bueno conmigo, omega.
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-Sung Hoon, relájate por favor- Soo Bin suspiró, acurrucando al niño con su manta de seguridad -son las tres de la mañana- meció al pequeño y soltó un suspiro por el frío aire de Diciembre.
Llevaba media hora fuera de la casa y hacía frío, del tipo que te hace sentir tirones en la espina dorsal. No llevaba zapatos, solo una bata. Recordaba que Yeon Jun lo había llevado al exterior cuando lloró y pensó que eso podía ayudar también a Sung Hoon. Despertó unos minutos antes de que el niño comenzara a llorar, lo notó inquieto entre sueños así que lo llevó afuera para que no despertara a nadie.
Habían pasado el día empacando cosas, de nuevo. Soo Bin quedó exhausto luego de 'Fuego', no sabía que la marca le robaría tanta energía. Yeon Jun le explicó que los rituales de cortejo duraban una semana por una razón, los omegas necesitaban desenvolverse con sus parejas y ser mimados. Aun así, Soo Bin se sentía feliz, con todo y el cansancio.
Sung Hoon notó inmediatamente un cambio en su aroma. No dejó de olfatearlo y cuando notó que había una marca en su cuello se molestó, pensando que Soo Bin tendría que ir nuevamente al doctor. El omega le explicó que era una marca nueva, hecha por Yeon Jun. Sung Hoon se había quedado quieto y con una sonrisa por lo menos durante cinco minutos.
Después vio los cardenales en su piel, las mordidas y los chupetones. Yeon Jun se enfrentó a una charla muy 'severa' cada hora del día, con una duración de diez minutos que incluía frases como -no pegues a mami, no muerdas a mami- y la favorita de Soo Bin -no sé qué es un chupetón, pero no chupetones tampoco.
Su departamento estaba vacío y habían entregado la llave. Yeon Jun, Sung Hoon y Soo Bin se irían una semana después de la Luna Nueva. Tae Hyun y Beom Gyu partirían con ellos por lo que también habían estado empacando.
Resultó agotador, incluso los niños se habían quedado sin energía al final del día, especialmente luego de llevar los juguetes de Sung Hoon a la casa de Yeon Jun.
El lobo parecía el más cansado, sin lograr dormir demasiado y teniendo que ayudar a los trabajadores de la mudanza a enviar muebles hacia la casa de Tae Hyun en Alaska.
Todo sucedía muy deprisa, como todo en la vida de Soo Bin últimamente. Aun así, el omega no podía ocultar su emoción. Incluso después del problema con Jin Hwan, por fin se irían. Había deseado ser capaz de hacerlo sin ayuda pero a esas alturas ya ni siquiera le importaba. Lo único en lo que pensaba era en Sung Hoon y su nueva vida como un omega recién marcado y enlazado.
Sung Hoon olisqueó el aire, apretando con su mano la bata de su madre.
-Soo Bin- el aludido giró su cuerpo y le sonrió a Beom Gyu -¿está todo bien?
-Sí, siento mucho si Sung Hoon despertó a alguno de ustedes.
-Solo a mi- Beom Gyu acarició la espalda del niño, haciendo que se quejara -intuición de madre.
-Tuvo una pesadilla- Soo Bin suspiró.
-Ya veo...- Beom Gyu asintió y se acomodó mejor -hay algo que hacemos para los lobos que les ayuda a tranquilizarse- tomó asiento en el sillón de exterior y estiró los brazos hacia el niño. Soo Bin se lo entregó, tensándose cuando lo escuchó llorar.
Beom Gyu recostó a Sung Hoon boca abajo, sobre su regazo y se deshizo de su manta y de la playera que llevaba con ayuda de Soo Bin -un alfa puede ser más fuerte que nosotros los omegas, físicamente hablando, pero nosotros siempre tendremos sentidos superiores. Cuando nuestros hijos nos necesitan, estamos de pie antes de que siquiera puedan hacer un sonido- explicó y pasó la mano por la espalda baja del niño antes de rascar su piel con lentitud, dejando pequeñas líneas marcadas. Con la mano libre acarició su pequeña nariz con suavidad, repitiendo los movimientos un par de veces hasta que los ojos de Sung Hoon se cerraron.
Soo Bin sonrió con cansancio -gracias- talló sus ojos con la palma de su mano -tengo mucho sueño- jugueteó con el cabello de su hijo que estaba amarrado en un moño -me siento feliz, como nunca antes- mordió su delgado labio, sintiendo el cansancio en sus hombros -Sung Hoon ha tenido pocas pesadillas desde que Yeon Jun entró a nuestras vidas, pero sé que ver a su padre le asustó. Intenté hablar con él mientras lo bañaba pero solo decía que estaría bien mientras mamá estuviera bien.
Beom Gyu rió, sentando a Sung Hoon cuidadosamente. Soo Bin se irguió, cruzando sus piernas para poder tomar a su bebé entre los brazos, besando sus hombros. Volvió a envolverlo con la manta, asegurándose de que estuviera lo suficientemente apretada -a veces me preocupo...- mordió la parte interna de su mejilla -porque quiero más hijos y me preocupa que si tengo otro, todo vuelva a suceder de nuevo.
El omega de ojos cafés se sentó, pasando la mano por su vientre hinchado -Yeon Jun nunca te pondría las manos encima.
-Lo sé pero... ¿y si se va? - gruñó, acercando más a Sung Hoon cuando el frío viento los golpeó -Yeon Jun jura que no, ¿pero y si lo hace?
-Soo Bin, los lobos se emparejan para toda la vida- explicó, intentando aliviar sus preocupaciones -no creo que entiendas lo que ha sucedido. El cortejo es un ritual sagrado. Yeon Jun se ha emparejado contigo, un mitad-lobo; él odia a los mitad-lobo- observó a Soo Bin tragar saliva con dificultad -luchó contra ellos por un largo tiempo, ha visto lo peor en todos ellos y aun así te ha cortejado. Has sido cortejado por un lobo muy importante. Yeon Jun es visto prácticamente como un Dios de dónde venimos, fue el líder más joven en la historia de los lobos- Beom Gyu sonrió, dejando una mano sobre su rodilla -te adora, ese alfa nunca te dejará. Yeon Jun cree en las almas gemelas, cree que tú eres la suya- Soo Bin cerró los ojos por la brisa -pensar que él te deje, por voluntad propia, debe ser la última de tus preocupaciones.
Soo Bin acarició su tobillera, jugueteando con las piedras -¿y si se va por el ejército?
-No sé si has hablado de eso con Yeon Jun- Beom Gyu se acercó un poco más -cuando te mudes, Tae Hyun te aceptará en nuestra familia. Es un lobo militar, trabajó bajo el mando de Yeon Jun. No le negarán la entrada con un mitad-lobo. Yeon Jun entrará a Alaska como lobo y tú entrarás con nosotros.
-Sí...- Soo Bin soltó el aire que contenía y su piel se erizó -hemos hablado de esto pero me siento más calmado cada que lo explican.
Beom Gyu acarició la mano de Soo Bin -no hay nada de qué preocuparse. Tendrás un hijo y te ayudaré en todo el proceso- tomó su rostro entre las manos y lo acunó -hemos comprado una casa en Sitka. Es más pequeña, la usaremos solamente para vacacionar y ustedes vivirán ahí mientras su casa es construida.
-Ustedes...- Soo Bin abrió la boca pero parecía que había perdido las palabras -¿por qué están dispuestos a hacer tanto por nosotros?
-Nos agrada mucho tu familia y ahora que eres parte de la familia de Yeon Jun, también lo eres de la nuestra- Beom Gyu se encogió de hombros -Yeon Jun... salvó a Tae Hyun muchas veces, lo mantuvo con vida cuando fue secuestrado durante la guerra. Nos ayudó a construir nuestra primer casa, ayudó con Sunoo. Ha hecho mucho por nosotros, nunca podríamos terminar de agradecerle por todo. Incluso viviendo aquí, siempre nos visita. Es un alfa increíble, lo quiero mucho- el omega embarazado llevó las manos a su pecho e inclinó la cabeza -moriríamos por él y ahora que eres una parte de su vida, eres también parte de la nuestra.
Soo Bin sonrió con lágrimas en los ojos, abrazando a su hijo -no puedo esperar a tener un hijo, e incluso si no lo tengo, sé que Sung Hoon estará seguro teniendo a seres tan buenos como ustedes cerca.
-Creo que tendrás una niña- murmuró Beom Gyu después de unos minutos, cruzando las piernas.
-¿En serio? - La sonrisa de Soo Bin se volvió tímida -cualquier género estará bien- mordió su labio, pensando antes de volver a hablar -¿hay alguna forma de embarazarse más rápido?
El lobo rió por la pregunta -todo lo que puedes hacer es esperar. No hay un secreto para embarazarse, se trata de compatibilidad, de la misma manera que un lazo se forma, la aceptación.
-Acepto a Yeon Jun- ajustó a Sung Hoon, cubriéndolo mejor con la manta cuando la sintió un poco floja -mi cuerpo acepta a Yeon Jun, con un poco de suerte también aceptará un hijo suyo.
-Si tu cuerpo acepto a alguien tan vil, siendo incompatibles, es claro que aceptará a Yeon Jun. Recuerda que Yeon Jun te ama por lo que eres, no por tu capacidad para darle hijos.
-Beom Gyu...- Tae Hyun habló desde la puerta que conectaba con el jardín -¿por qué estás despierto?
El aludido sonrió, llevando una mano a su vientre -escuché llorar a Sung Hoon, vine para asegurarme que todo estuviera bien.
Tae Hyun asintió y se acercó para ayudar a Soo Bin a levantarse -entiendo... ¿él está bien?
-Sí, sí, lo siento- Soo Bin inclinó la cabeza -Beom Gyu me ha ayudado.
Beom Gyu sonrió mientras Tae Hyun ahora le ayudaba a él para ponerse de pie -por supuesto, Soo Bin- abrazó a su alfa y cerró los ojos -estoy cansado.
-Me imagino que si- el alfa pasó la mano por el vientre de su pareja y después por su espalda -te llevaré a la cama, cariño.
Yeon Jun abrió la puerta rápidamente, sus escleróticas estaban rojas -Soo Bin.
-Hola alfa, ¿ocurre algo?
Los ojos de Yeon Jun pasaron de Tae Hyun a Beom Gyu -no estabas en la cama- resopló, caminando al exterior -Camelia, no estás vestido adecuadamente para estar en el frío.
-Sí, traje a Sung Hoon afuera porque tuvo una pesadilla.
Yeon Jun sujetó a Soo Bin mientras la otra pareja presente caminaba para volver al interior de la casa. Tae Hyun inclinó la cabeza rápidamente -buenas noches.
-Buenas noches... ¡Gracias de nuevo, Beom Gyu!
Beom Gyu sonrió y cerró la puerta detrás de él. Yeon Jun acarició la mejilla de Soo Bin, negando -dulce omega, estás congelándote... estás pálido.
Soo Bin lo besó suavemente -¿llevarías a Sung Hoon de regreso a su cama?
-Por supuesto, tú vendrás también.
-Me quedaré aquí para que podamos hablar- Soo Bin le entregó al niño con cuidado -Sh, sh- arrulló a Sung Hoon cuando se removió -mi dulce alfa...- besó la mejilla de su hijo una última vez -asegúrate de que esté caliente.
Yeon Jun inclinó la cabeza -sí omega, quédate aquí.
Soo Bin volvió a sentarse, sintiendo más frío que antes. Acarició sus brazos e intentó cubrirse mejor con la bata. Estiró la mano para alcanzar la playera de Sung Hoon y la dobló varias veces. Jugueteó con su tobillera hasta que Yeon Jun regresó con una gruesa manta.
Soo Bin levantó los brazos, dejando que Yeon Jun lo cargara para acomodarlo sobre su regazo. Envolvió la manta alrededor de él y acarició con sus manos tibias los pequeños pies de su pareja.
-Por favor, omega- Yeon Jun suspiró -si Sung Hoon o tú se despiertan, debes despertarme también.
-No- Soo Bin frunció el ceño -estás exhausto.
Yeon Jun gruñó, haciendo que el ceño fruncido de Soo Bin se pronunciara más -¿qué he dicho, omega? Pude haber ayudado... estás helado- dio un suave apretón a su pie -puedes enfermarte, cuando me desperté y no estabas, casi grito.
Soo Bin lamió la mejilla de Yeon Jun -estás actuando un poco malhumorado- presionó el rostro contra el de Yeon Jun, dejando que lo marcara con su aroma hasta que estuvo satisfecho. El alfa besó su cuello -no te despertaré si puedo manejarlo- unió sus labios, impidiéndole protestar -pero... te despertaré si voy a salir.
-Bien- Yeon Jun suspiró y dejó una mano sobre su espalda -no puedo creer que no sentí que te moviste ni escuché a Sung Hoon.
-Desperté antes de que llorara y lo llevé afuera tal como tú hiciste conmigo. Beom Gyu me ayudó a tranquilizarlo.
Yeon Jun asintió -le agradeceré en la mañana- cerró los ojos, apoyando la espalda en la pared. Soo Bin besó su manzana de Adán para luego mordisquear y succionar su piel. Yeon Jun acarició el cuerpo de Soo Bin, haciéndolo gemir por la diferencia de temperatura. El alfa abrió un ojo y sonrió -hermoso- acunó el rostro de Soo Bin entre sus manos -no puedo esperar por mudarnos a Alaska, pasar mi vida contigo- una suave risa salió de entre sus labios cuando Soo Bin se apartó con timidez -dibujé un plano de nuestro hogar, deseo que lo veas. Quisiera que dibujes cosas y escribas en donde quieres que vaya todo. Si no te gusta, lo haré de nuevo.
-Sé que lo amaré- besó el mentón de Yeon Jun y deshizo el moño que tenía -¿no te verán cuando entres a Alaska?
-Siempre existe la posibilidad, omega.
Soo Bin bajó la mirada, incluso cuando Yeon Jun intentó levantar su rostro. Negó cuando el alfa lo tomó por el mentón -Soo Bin.... mi amor, por favor.
El agarré de Soo Bin se afianzó -si te ven...
-Soy como cualquier otro lobo ártico.
-¡Eres gigante! - Soo Bin gritó, levantando la mirada -¡sabrán que eres militar!
Yeon Jun mordió su labio -eso es cierto.
El omega gruñó -eres rápido...
-Más rápido que una chita- Yeon Jun asintió con seriedad.
Soo Bin lamió sus labios, intranquilo -júramelo, júrame que correrás tan rápido como puedas, que no te detendrás.
Yeon Jun inclinó la cabeza -juro que correré tan rápido como pueda, no me detendré.
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-Omega- Yeon Jun entró a la habitación, mirando alrededor -¿omega? ¿Qué haces?
Soo Bin estaba sentado en el suelo, cerca de la ventana, con las piernas cruzadas y los ojos cerrados. Cuando el omega no respondió, Yeon Jun se arrodilló frente a él. Llevó una mano a su muslo y Soo Bin le dio un manotazo para alejarla.
-Omega...- Yeon Jun habló sorprendido, mirando su mano.
Soo Bin abrió un ojo -estoy meditando.
Yeon Jun enarcó una ceja -¿y por eso me pegas? - Empujó a Soo Bin para que se recostara y se posicionó encima de él -eso no es muy lindo, omega- unió sus labios con lentitud durante unos segundos -mm, ¿por qué me golpeaste?
Soo Bin rió cuando Yeon Jun le hizo cosquillas -alfa... ¡esto es importante!
-Y yo debo hablar contigo, eso es importante también.
-¡Lo mío es más importante!
-¿Qué es tan importante, hm?
El omega rió, intentando alejarse de sus dedos juguetones -¡no puedo decirte!
-Oh no, no le ocultes cosas a tu alfa.
-Estoy meditando...- Soo Bin tomó el rostro de Yeon Jun entre sus manos -en tener un bebé.
Yeon Jun rió, negando -¿un bebé?
-Sí- Soo Bin le dio un empujón antes de acariciar su hombro -estoy hablando en serio, Yeon Jun.
El lobo sonrió de lado y luego lamió sus labios -¿y sobre qué estás meditando específicamente?
Soo Bin hizo un puchero -cómo tener un bebé.
Yeon Jun volvió a reír, abrazando al omega -esa, creo yo, que no es la forma en la que funciona.
-No me importa- Soo Bin gruñó, tocando el anillo que ahora colgaba del cuello de Yeon Jun -no puedes dejarme, debo embarazarme antes de que nos vayamos.
Una sonrisa triste se dibujó en el rostro de Yeon Jun -no voy a forzar a tu cuerpo a tener un bebé para el que quizás no está preparado.
-Lo harás- Soo Bin lo miró con los ojos entrecerrados y apretó la joya de plata -debo hacerlo.
-No quiero que tengas un hijo por mí, nunca he querido eso y no voy a cambiar de parecer ahora- pasó una de sus grandes manos por su estómago -cuando nuestro hijo esté listo para ser concebido, lo será.
Soo Bin gruñó, haciendo reír a Yeon Jun -¿qué era tan importante como para interrumpir mi meditación?
Yeon Jun se sentó, ayudando a Soo Bin a hacer lo mismo -es sobre Jin Hwan- soltó un suspiro -he actuado tan calmado como puedo pero le pedí a Tae Hyun que consiguiera las grabaciones del día que estuviste en el juzgado. Me sentí orgulloso de ser tu alfa, de ser el nuevo padre de Sung Hoon- sonrió suavemente -pero también me puso furioso- inclinó la cabeza de forma respetuosa -con tu permiso, ¿puedo matarlo?
-Esa es... una pregunta muy intensa- Soo Bin acarició su cuello, pasando los dedos por su nueva marca -yo...- tragó saliva con dificultad -no quiero entrar a nuestra nueva vida así. Nos iremos pronto.
-Mi mente no descansará si no hago nada, se pudrirá- lo miró fijamente a los ojos -volveré por mi cuenta y lo mataré con mis propias manos.
Soo Bin asintió una vez, y luego otra -¿qué estás planeando?
-Su muerte... o sus ojos y manos- la mandíbula de Yeon Jun se tensó y el alfa se irguió, luciendo como un soldado -si no puedo matarlo, haré algo peor, sacándole los ojos y arrancándole las manos.
El omega comenzó a sudar -yo... yo iré contigo.
-No lo harás- Yeon Jun cerró los ojos por unos segundos -no quiero que me veas de esa manera. Eres un omega, te enfermará.
-Entonces, como tú pareja, diré que no. No puedes hacerlo- Soo Bin se sentó y miró por la ventana -si no estoy ahí, entonces no.
Yeon Jun no dijo nada por un largo tiempo, en su lugar mantuvieron una batalla de miradas -te enfermarás, omega.
-No me importa- Soo Bin suspiró -Jin Hwan me ha lastimado, a mi hijo y ahora ha amenazado a mi familia. Soy un omega, pero no soy débil. No lo quiero muerto, quiero que sufra pero... no quiero que mates a nadie a menos que sea en defensa- parpadeó lentamente, mirando el suelo -Jin Hwan es un hombre horrible, Yeon Jun. Realmente me hirió y más importante que eso, hirió a mi hijo. Lastimó a Sung Hoon física y mentalmente, nunca lo perdonaré- llevó ambas manos hacia su pecho, en el lugar donde se encontraba su corazón -cuando tienes un hijo y alguien lo lastima, de cualquier manera...- negó antes de volver a hablar -sólo quieres cosas malas para quien lo hizo.
Yeon Jun dejó salir el aire que contenía. Sus manos estaban en puños y temblaba visiblemente -bien, y...- bajó la cabeza -y entonces, ¿cuál es el veredicto?
Soo Bin colocó una mano encima de la de Yeon Jun -arráncale las manos, pero más importante aún, arráncale los ojos.
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-¡Luna Nueva! - Sunoo corrió por la sala de estar con Sung Hoon -¡Luna Nueva! ¡Galletas de Luna Nueva!
Sung Hoon rió, corriendo con él aunque no comprendía lo que ocurría -¡Luna Nueva!
Soo Bin sonrió, mirándolo con cariño. Sunoo corrió hacia Soo Bin y colocó ambas manos en sus piernas -¿estás listo para la Luna Nueva, Frænka?
-Estoy muy emocionado, Sunoo- pasó la mano por el largo cabello del niño -Sung Hoon y yo nunca hemos celebrado la Luna Nueva.
-¡Te encantará! - Sung Hoon corrió hacia ellos y subió a los cojines que estaban a un lado de su madre -la Luna es grande, grande, grande, ¡todos seremos lobos!
-¡No! - Sung Hoon gritó -¡solo Sunoo!
-¡No! - Sunoo frunció el ceño -Pabbi y mamá también... ¡y tu baba igual!
-¡No! - Sung Hoon se quejó, aferrándose a Soo Bin -dile a Sunoo que no, mami.
Soo Bin acomodó a Sung Hoon sobre su regazo -baba será un lobo, bebé. Él es lobo.
-¡Ugh! - Sung Hoon cubrió sus ojos, intentando no llorar -¡No!
-Hay muchos gritos aquí - Yeon Jun se quitó los zapatos cuando entró por la puerta trasera -¿por qué estás gritando, Sung Hoon?
-¡Sung Hoon dice que no serás un lobo para la Luna Nueva, frændi!
-No te pregunté a ti, Sunoo, le pregunté a Sung Hoon.
Sunoo hizo un puchero, dejando las manos en su espalda -sí, frændi.
-Sung Hoon...- Yeon Jun se arrodilló, con una toalla sobre su hombro -¿qué ocurre?
Sung Hoon soltó un quejido -baba no es lobo.
-Eso es falso. Soy un lobo, tú me has visto ya.
-¡No!
-¿Qué he dicho sobre gritar?
Sung Hoon cubrió sus labios -No lobo.
-Lo soy y te dije que sería un lobo para Luna Nueva, todos lo seremos. Solo da miedo al principio- cargó al niño con cuidado entre sus brazos -ven... Sunoo, síguenos por favor.
-¡Sí, frændi!
Soo Bin sonrió, siguiéndolos a la puerta.
-Sung Hoon, quédate aquí con Sunoo y tu madre. Sunoo, cuando yo diga, ven afuera y transfórmate.
-¡Sí, señor! - Sunoo aplaudió con emoción -¡Yay!
Yeon Jun salió, quitando la toalla de su hombro. Una vez que se desnudó, Sung Hoon tocó el cristal de la puerta mientras Yeon Jun cambiaba y se convertía en un gran lobo blanco. Lo observó con asombro, parpadeando lentamente mientras su baba cambiaba y su pelaje aparecía.
-¿Ba-ba?
Soo Bin se arrodilló a su lado -ese es baba, ¿no es hermoso?
Yeon Jun sacudió su pelaje, haciendo un sonido. Sunoo alzó la mano -¡yo, yo! - Abrió la puerta y salió. Removió su ropa rápido y corrió por el pasto, dando un salto y cambiando en el aire. La mandíbula de Sung Hoon se desencajó al igual que la de Soo Bin. Nunca habían visto al niño cambiar.
Sunoo corrió alrededor de Yeon Jun, aullando cuando el lobo más grande lo tiró. Saltó por el pasto y corrió directo hacia la puerta de cristal, asustando a Sung Hoon. Dio algunos brincos antes de regresar con Yeon Jun.
-Creo que Sunoo quiere que vayas afuera, precioso.
Sung Hoon asintió y abrió la puerta, corriendo sin zapatos. Permaneció en la alfombra que había en el suelo, mirando al gran lobo blanco que le permitía a Sunoo morder su oreja.
El pequeño alfa lo señaló -baba...
-Sip- Soo Bin sonrió -ve a saludarlo.
-¿Lastimarme?
-Nunca, bebé. - Soo Bin besó el cuello de su hijo -baba nunca te lastimaría, sea un lobo o no.
Sung Hoon dio dos pasos hacia adelante antes de correr por el pasto hacia Yeon Jun. Se detuvo justo frente a su cabeza y tocó la nariz del lobo rápidamente, haciéndolo sacudir la cabeza. Sung Hoon rió suavemente, acariciándolo con más delicadeza. Olfateó al lobo y Yeon Jun lo hizo de vuelta.
Aplaudió una vez -¡baba! - comenzó a correr a su alrededor, con Sunoo siguiéndolo.
-¡Baba es grande! - Intentó treparlo, necesitando que Yeon Jun se recostara para hacerlo.
Envolvió los brazos en la espalda de Yeon Jun -¡mm! - Con cuidado se sentó -mami, ¡calientito!
-Sip - Soo Bin frotó sus propias manos por el frío que hacía -baba es muy calientito.
Sung Hoon rió, abrazándolo más fuerte. Pasó la mano por el suave pelaje, perdiéndola entre el abundante pelo -¡bonito! - se acercó más a la cabeza de Yeon Jun y le dio un beso -¡te amo, baba!
Yeon Jun estornudó, haciendo reír más al niño -baba es un lobo- murmuró antes de dar un salto para bajar y removerse la playera.
-Oh, no, no. - Soo Bin corrió hacia su hijo, volviendo a ponerle la playera -está helado, Sung Hoon.
-Mm, no, ¡mami! - Sung Hoon se apartó de él -¡Sung Hoon también es lobo!- gritó, intentando quitarse el pantalón.
-Sung Hoon, no estás escuchándome- Soo Bin lo regañó -dije que no.
Sung Hoon frunció el ceño, mirando fijamente a Yeon Jun que sacudió su cabeza -pero... pero tengo que, para poder cambiar también, mami.
-No eres un lobo, precioso, eres mitad de un lobo.
Sung Hoon miró a Sunoo que también tenía los ojos puestos en él y luego miró a Yeon Jun. Su ceño fruncido se pronunció y alzó los brazos para ser cargado, llorando sobre el hombro de Soo Bin -quiero ir a casa, mami.
Soo Bin suspiró, alejándose mientras Yeon Jun cambiaba de nuevo. Caminó al interior de la casa y cerró la puerta detrás de él -Sung Hoon, ya te lo dije, viviremos aquí ahora.
-¡No! - Sung Hoon lloró más fuerte -¡quiero ir a casa!
El omega caminó hacia la habitación que compartía con Yeon Jun, cerrando los ojos cuando Sung Hoon comenzó a patear y gritar -Sung Hoon, basta.
-¡Quiero ir a casa!
Soo Bin sentó a su hijo en el nido -por favor, relájate y siéntate.
-¡Casa!
-Estamos en casa.
-¡No!
-Sung Hoon- Yeon Jun entró a la habitación -¿qué te he dicho sobre gritarle a tu madre?
Sung Hoon miró a Yeon Jun que caminaba a su alrededor -voy a casa con mami.
-No.
-Déjalo- Soo Bin levantó su mano -ve, Sung Hoon. Pero mami no irá contigo.
Sung Hoon frunció el ceño -mami...
-Me estás faltando al respeto a mí y a baba. Estás siendo grosero con nosotros- el omega se encogió de hombros -no me gusta porque ese no es mi hijo.
-So-soy tu hijo, mami.
-No mientras actúas así- levantó ambas manos -si quieres irte, adelante. Si quieres hablar sobre lo que te está molestando, entonces hablemos.
Sung Hoon se sentó mejor. Estaba llorando pero frotó su nariz -hablar.
-Bien- Soo Bin dio una palmada en el suelo para que Yeon Jun se sentara -ya te he dicho que vivimos juntos, como una familia. Nuestro departamento ya no existe y en una semana, nos iremos a Alaska.
Sung Hoon asintió, limpiando su rostro con su playera.
-No iremos a ningún otro lado, ¿entendido?
-Sí, mami.
-Ahora dime por qué estás molesto, ¿es porque no te deje quitar la ropa?
-Yo... no soy lobo- Sung Hoon lloró -yo... soy mitad-lobo, no puedo cambiar como baba o Sunoo.
-Y mamá tampoco puede cambiar- Soo Bin estiró los brazos y Sung Hoon se refugió en su abrazo -baba es un lobo puro, precioso. Nosotros somos mitad-lobos, no hay nada de malo con eso.
-¡Sí! - Sung Hoon lloriqueó -¡quiero cambiar como baba!
-Sung Hoon...- Yeon Jun acarició su cabello -me gustas justo así, aún eres mi hijo y te seguiré amando aunque no puedas cambiar. Eres un lobo aquí dentro- tocó con un dedo el pecho del niño, haciéndolo bajar la mirada -tienes a un lobo poderoso dentro de ti, más fuerte que yo, más fuerte que cualquiera.
Sung Hoon asintió -yo... lo siento baba- acercó a Yeon Jun para poder darle un beso y luego le dio uno a Soo Bin -lo siento, mami.
-Está bien, pero siempre debes ser respetuoso conmigo y con baba, incluso cuando estás molesto, ¿entiendes?
-Sí- Sung Hoon lloriqueó cuando Soo Bin lo lamió -entiendo.
-Buen niño- Yeon Jun lo elogió.
Soo Bin acarició su espalda -somos diferentes y eso está bien.
-¿Seguro, mami? - Sung Hoon frunció el ceño, jugando con un hilo de la camisa de Soo Bin -mami, ¿estás seguro?
Soo Bin enarcó las cejas -por supuesto que lo estoy- acarició la mejilla del niño -¿confías en mami?
-Más que... más que en nadie, mami.
-Está bien, entonces no hay nada malo con ser un mitad-lobo.
Sung Hoon asintió una vez -Papi... papi viejo dijo que debo ser todo un lobo, que ser mitad-lobo es malo, mami- Soo Bin cerró los ojos, sintiendo la sangre hervir. Yeon Jun se levantó rápidamente y Sung Hoon lo volteó a ver -¡no quiero estar en problemas! Lo prometo baba, lo prometo- gritó entre lágrimas -¡no te vayas!
Yeon Jun cargó a Sung Hoon y salió de la habitación con él.
Soo Bin se recostó en el nido y se puso sobre su costado, intentando respirar. La única cosa que pareció ayudar fue cuando un lobo negro se acurrucó en su espalda.
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-Sung Hoon...- Yeon Jun se sentó en el pasto con el niño en su regazo -por un largo tiempo no me agradaban los mitad-lobo.
Sung Hoon no respondió.
-Después de que te conocí a ti y a tu madre, eso cambió. Eres un niño muy especial, puedes percibir olores muy bien, eres fuerte, protector y amas con todo tu corazón- respiró profundo antes de volver a hablar -te amo, justo así. No necesitas ser un lobo, no necesitas ser un alfa, solo debes ser un buen ser. Debes ser fuerte y amar a otros.
Sung Hoon asintió, secando sus lágrimas.
Yeon Jun sostuvo el rostro del pequeño alfa entre sus manos -ser fuerte no significa que no puedes llorar. Ser fuerte significa ser inteligente, debes ser un ser en el que la gente puede confiar- negó suavemente -Jin Hwan... lo que sea que tu padre te ha dicho, es mentira. Es un mentiroso. Tú eres perfecto justo así, no necesitas transformarte en lobo para ser un lobo de verdad, Sung Hoon.
-Sí, baba.
-No dejes que nadie, nunca, te diga eso. Si alguien lo hace, ven y dímelo.
Sung Hoon rió, sorbiendo su nariz -sí, baba.
Yeon Jun sonrió un poco -nos iremos y quiero que lo que sea que tengas aquí... se quede en este lugar. Tu padre no vendrá a Alaska con nosotros, se quedará aquí. Vamos a comenzar de nuevo, por eso es que la Luna Nueva es muy especial. Es la primera luna del año, de uno nuevo. Este año es el año de nuevos comienzos, de una nueva familia y no puedo esperar a ser una familia con ustedes.
-Nosotros... nosotros vamos a Al-Alaska- Sung Hoon mordió su labio -Jin Hwan...- soltó un leve quejido -¡Jin Hwan es malo! - formó un puño con su pequeña mano -¡no me agrada Jin Hwan!
Yeon Jun besó la mejilla de Sung Hoon -esa es tu decisión.
-Jin Hwan me mintió ¡y a mami! - el alfa más pequeño presionó el rostro contra el pecho de Yeon Jun -amo a baba- olfateó a Yeon Jun -baba es fuerte... quiero ser como baba.
-Lo sé, pero por favor entiende, no puedes transformarte. No hay nada malo en ser tú, justo como eres.
Sung Hoon lo abrazó más fuerte -quiero pedir disculpas de nuevo a mami.
Yeon Jun sonrió con tristeza -vamos a dejar solo a mami por un rato, ¿sí?- Suspiró, cerrando los ojos.
Jin Hwan iba a sentir cada centímetro de su cuerpo romperse bajo el peso de sus manos.
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-Necesito un último favor.
-Lo que sea.
-Cuida a Sung Hoon, Soo Bin y yo volveremos antes de que la Luna Nueva toque el cielo.
Tae Hyun inclinó la cabeza -sí, señor- se irguió completamente, con los pies juntos -no dudes en llamarme.
-Gracias, Tae Hyun.
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Yeon Jun corrió con Soo Bin en su espalda. El pelaje del alfa podía ayudarle a ser extremadamente caliente pero el viento era muy frío.
El alfa saltó sobre la valla alta, olfateando el lugar. Caminó lentamente, deteniéndose para que Soo Bin pudiera bajar -Yeon Jun, sé que será difícil- levantó la vista hacia la ventana por la que podía apreciarse algo de luz -pero debes hacerlo como acordamos.
Yeon Jun asintió una vez y Soo Bin retrocedió. El alfa se puso de nuevo sobre sus cuatro patas y bajó la cabeza, dándole a Soo Bin la señal para comenzar. Corrió a toda velocidad hacia Yeon Jun, saltando sobre él para alcanzar el techo del patio trasero. Soo Bin se sujetó al borde y se impulsó para subir. Inhaló profundo y subió por el techo.
Bajó la mirada hacia Yeon Jun, que lo observaba cautelosamente. Soo Bin levantó el pulgar antes de avanzar.
Intentó empujar cada ventana pero estaban cerradas. Mordisqueó su labio inferior, acercándose a la ventana donde había luz. Miró el interior y pudo ver a Jin Hwan. Golpeó el vidrio tres veces.
Jin Hwan abrió la cortina rápidamente, con un cuchillo en mano -Soo Bin- quitó el seguro de la ventana -ven a disculparte.
Soo Bin tragó saliva con dificultad, el cuchillo que llevaba escondido en su bolsillo se sentía más pesado -yo...me escapé- miró hacia atrás con nerviosismo disimulado -¿puedes dejarme entrar?
Jin Hwan lo miró con gracia -¿por qué simplemente no tocaste la puerta?
El omega mordió su labio -nunca hubieras abierto -suspiró -déjame entrar, no quiero que nadie me vea.
Jin Hwan se movió a un lado, manteniendo el cuchillo cerca de su cuerpo -hm...-bufo, sin creerle del todo -¿escapaste?
-No...no puedo soportarlo, siento haberte dejado.
Una pequeña sonrisa de lado apareció en el rostro del alfa -¿qué es lo que te dije? - arrojó el cuchillo hacías cama, acercándose a Soo Bin -sabía que volverías.
Soo Bin dio un paso hacia atrás, causando confusión en Jin Hwan -espera, solo...- frotó sus brazos, mirando a la ventana -prométeme...prométeme que no volverás a pegarme.
Jin Hwan sonrió con la mano en su pecho -lo juro- se acercó pero Soo Bin volvió a moverse.
-Y...y a Sung Hoon, jura que nunca le pegarás a mi hijo.
-Nuestro hijo, mariposa- Jin Hwan sonrió, tomando la mano de Soo Bin para besarla -lo juro, eso fue solo un accidente, pequeña mariposita. Nunca más.
Soo Bin se estremeció cuando Yeon Jun apareció en el techo sin hacer ningún sonido. El alfa miraba la espalda de Jin Hwan, con los ojos de un color oscuro. Se adentró en la habitación, completamente desnudo.
Soo Bin parpadeó rápidamente, sorprendido de no haber olido siquiera a Yeon Jun -tú... le dijiste a Sung Hoon que tenía que ser un raza pura.
-Bueno, sí-Jin Hwan sostuvo con firmeza la mano del omega -ambos queríamos un raza pura, pero ahora...- sonrió de lado -podemos tener uno.
Soo Bin entrecerró los ojos -¿y Sung Hoon?
-Sung Hoon sigue siendo nuestro hijo- se encogió de hombros, restándole importancia -sólo un pequeño error en nuestras vidas, nos haremos más fuertes.
El omega hizo una mueca de asco -golpéalo.
Jin Hwan lo miró nuevamente con confusión -¿disculpa?
Soo Bin apartó su mano -golpéalo, alfa.
No tuvo tiempo de reaccionar. Yeon Jun pateó al alfa en la cabeza, tirándolo al suelo. Yeon Jun lo rodeó y tomó la mano de Soo Bin, lamiendo sus dedos, besando su dorso -siéntate, Camelia.
Soo Bin tembló, permitiéndole a Yeon Jun que le ayudara a sentarse en una silla. Le dio un suave beso mientras Jin Hwan batallaba para levantarse. Se dio la vuelta, desnudo y en toda su gloria, sentándose en la cama de Jin Hwan, mirándolo fijamente.
-¡Soo Bin! - Jin Hwan gruñó -¿qué demonios?
Ninguno de los dos respondió.
Soo Bin tocó el cuchillo de Jaspe en su bolsillo, lo mantenía estable.
-¿Qué es esto? - tocó su nuca, girando la cabeza. Cuando vio a Yeon Jun, se levantó y fue hacia su armario, sacando otro cuchillo con el que los apuntó -tú... estás muerto- miró a Soo Bin -y después tú también lo estarás.
Yeon Jun ni se inmutó, solo se quedó esperando.
Jin Hwan temblaba, su rostro estaba destruido por el anterior ataque de Yeon Jun -¿qué es esto? ¡Viniste aquí y me engañaste, maldita zorra!
Soo Bin mantuvo los ojos fijos en Jin Hwan, justo como Yeon Jun le había dicho.
El mitad-lobo se movió y Yeon Jun hizo que tropezara. Jin Hwan se levantó de nuevo, sosteniendo el cuchillo en defensa -¿crees que esta mierda es graciosa? ¡Haré que te arresten, maldito monstruo!
Yeon Jun tomó el cuchillo que yacía en la cama de Jin Hwan y lo arrojó a sus pies.
Jin Hwan lo tomó rápidamente, sosteniendo ahora ambos y le lanzó uno a Yeon Jun, abriendo los ojos con sorpresa al ver que lo atrapó entre dos dedos. El lobo volvió a lanzarlo a sus pies.
La habitación estaba en silencio excepto por la respiración acelerada de Jin Hwan -¡di algo!
-Mi nombre es Choi Yeon Jun, fui el líder del Sector Tres, Wolf Baring- Jin Hwan se estremeció, retrocediendo. Yeon Jun miró directamente a los ojos del aterrorizado alfa -también fui el líder del Sector de Tortura.
Jin Hwan sacudió la cabeza, dejando caer el cuchillo. Corrió hacia la puerta pero Soo Bin se colocó en frente de ella.
-Muévete- gruñó.
Soo Bin extendió los brazos -No.
La mano de Jin Hwan ni siquiera alcanzó a rozarlo. Yeon Jun la sostuvo, inspeccionándola por un segundo antes de tirar su pulgar hacia atrás hasta que se rompió, quedando fuera de su lugar.
Jin Hwan gritó pero fue interrumpido cuando Yeon Jun lo tomó por el cuello -te lo dije, te advertí- tiró al hombre hacia el suelo y guió a Soo Bin hacia su asiento -quédate justo aquí, omega- Yeon Jun le dio un beso antes de caminar de vuelta a la mesa -no repetiré lo que ya te había dicho porque aunque creo que eres estúpido, no estás sordo.
El mitad-lobo rodó por el suelo, mirando su pulgar doblado -¡carajo!
Yeon Jun puso la mano sobre su regazo -si corres de nuevo voy a inmovilizarte, comenzando por tu rodilla.
Jin Hwan se levantó y retrocedió hacia la ventana -esto... esto no ha terminado.
El exmilitar se levantó y Jin Hwan dio la vuelta para saltar, pero fue detenido por una mano apretando su cabello y tirándolo de vuelta al suelo. Se paró sobre la rodilla de Jin Hwan mientras cerraba la ventana y las cortinas. Jin Hwan se removió, intentando empujar la pierna del lobo.
-Te daré una última oportunidad- Yeon Jun entrecerró los ojos -no corras de nuevo- advirtió, volviendo a su lugar en la cama -¿tienes miedo?
Jin Hwan tembló, manteniendo la mano cerca de su cuerpo -yo... tú no me asustas- rió con amargura -¿crees que eres mejor que yo? ¿Por ser un lobo?
Yeon Jun no respondió su pregunta -¿tienes miedo?
Jin Hwan abrió la boca pero no salió ningún sonido.
-Camelia- Soo Bin miró a su alfa -cuando aprendes a torturar...el miedo es su enemigo- el omega asintió -tienes miedo de lo que haré- se levantó, completamente erguido -no hay nada que temer- observó a Jin Hwan intentar alejarse -te diré todo antes de hacerlo.
Jin Hwan volteó a ver a Soo Bin -por favor... por favor, me detendré, lo juro, me detendré.
Soo Bin apartó la vista -lastimaste a mi hijo. Nunca me importó que me pegaras, pero lastimaste a Sung Hoon.
-Soo Bin, Soo Bin, por favor, ¡por favor Soo Bin! - pasó los ojos de Yeon Jun a Soo Bin -¡te dejaré en paz, lo juro!
El omega cubrió su boca -yo... mi alfa ha prometido perdonarte la vida- sorbió su nariz -después de esta noche... sentirás nuestro dolor.
Jin Hwan negó mientras Yeon Jun se acercaba y se ponía de cuclillas -primero, romperé tus dedos...porque has lastimado lo que ahora es mío con esas asquerosas manos- el hombre volvió a negar, ahora con desesperación -luego voy a arrancar cada uno con mis manos.
-Por fa-favor, por favor...
-Después voy a arrancar tus manos...no me importa si te desangras.
-¡Soo Bin! - Jin Hwan gritó, haciendo que el omega se estremeciera -¡no dejes que haga esto!
-Seguiré con tu ojo izquierdo - Yeon Jun sujetó la mano de Jin Hwan cuando intentó golpearlo. Rompió su dedo índice, tirando de él hacia un lado y Jin Hwan gritó, rodando hacia su costado -voy a meter dos dedos y voy a sacarlo.
Soo Bin observó al alfa llorar, suplicar. Se sintió enfermo. Enfermo porque quería verlo sufrir. Cada grito proveniente de Jin Hwan era ahogado por el recuerdo de cada pesadilla, cada sollozo y cada uno de los miedos de Sung Hoon.
-Finalmente haré lo mismo con tu ojo derecho- Yeon Jun sentó al mitad-lobo contra la pared -incluso si mueres...no iré a la cárcel, Soo Bin no irá a la cárcel. Una vez que crucemos la frontera, tu ley no podrá arrestarnos y luego de un año, nadie se acordará de ti. Vendremos de vacaciones y continuaremos con nuestras vidas. Sung Hoon no preguntará por ti, no le importará- el rostro de Yeon Jun estaba inexpresivo al hablar -cuando alguien te encuentre, ya estarás muerto.
-Tú...- Jin Hwan sollozó -¡dijiste que perdonaría mi vida!
Soo Bin jugó con el anillo de amatista que llevaba en su dedo -no es su culpa si mueres por el traumatismo- presionó sus labios en una fina línea -si sobrevives, felicidades. Si sobrevives ahora sí nos dejarás en paz.
Jin Hwan sacudió su cabeza con desesperación -lo siento...Soo Bin, lo siento mucho, ¡eres un omega! - lloró suavemente -¡no eres así!
-¡No me conoces! - replicó Soo Bin en un grito -¡nunca te importó conocerme!
-Sé...¡sé que amas el pescado!
Soo Bin apretó su propia playera entre sus manos.
-Sé que te asustan las ranas porque tus...¡tus amigos te perseguían con ellas! - Jin Hwan cerró sus ojos por unos segundos -y tu color favorito es el rosa, ¡te conozco!
Yeon Jun volvió a sentarse en la cama, mirando a Soo Bin con precaución, observando como caminaba hacia Jin Hwan mientras negaba -estoy enlazado, Jin Hwan. Soy feliz, tengo una nueva pareja. Tú destruiste todo lo que tenías conmigo. Sabes hechos, cosas que te he contado- empujó el cuerpo del alfa -él sabe cuándo estoy dormido, escucha mi respiración, sabe cuándo tengo frío, cuando estoy triste, ¡mi alfa sabe cómo amarme! - Soo Bin lloraba ahora y sujetó el collar que colgaba de su cuello -me cuida sin necesidad de estar a mi lado, conoce a mi hijo, ¡le ayuda y no lo hace sentir como si tuviera que ser un maldito Dios! Sung Hoon lo ama, ¡ama a su nuevo padre!
Jin Hwan mantuvo los ojos cerrados -solo...solo mátame, por favor.
Soo Bin recobró la compostura -una cosa que he aprendido de mi alfa es que hace lo que promete. Y si vomito, que así sea, y si me causa pesadillas te aseguro que serán mejor que las que tengo sobre ti, golpeándome frente a mi hijo, tirándome por las escaleras, no dejándonos comer u obligándonos a dormir afuera- la mandíbula del omega se tensó por lo fuerte que apretaba los dientes -¡haciendo que mi hijo te suplicara que dejarás de golpear a su madre!
El omega volvió a la silla y se sentó, con las piernas cruzadas -no volverás a lastimar a ningún otro omega, a ningún otro ser con esas manos. Y nadie...- una sonrisa temblorosa apareció en su rostro -nadie volverá a caer por esos 'bondadosos' ojos cafés...- Yeon Jun se puso de pie lentamente -porque ya no los tendrás.
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Yeon Jun acarició la espalda de Soo Bin mientras vomitaba en un arbusto. Una vez que terminó, Yeon Jun le ayudó a enjuagarse la boca en la helada agua del río. Se recostó en el pasto, mirando las estrellas.
Había comenzado a sentirse mal cuando Yeon Jun le sacó un ojo a Jin Hwan y tuvo que dejar la habitación inmediatamente para intentar tranquilizarse en el baño. Soo Bin se sintió agradecido porque Yeon Jun le hubiera puesto algo en la boca para que no gritara.
No había tocado a Jin Hwan, el cuchillo que Yeon Jun le había dado se quedó en su bolsillo. Su alfa ni siquiera sabía qué lo llevó.
No es que pensara que podía resultar lastimado o que Yeon Jun saldría herido, solo se había querido sentir protegido.
El Fuego era su elemento favorito. Estar con Yeon Jun mental y físicamente había sido increíble. Se recostaron en el suelo, cubiertos del otro, comiendo y bebiendo. Nunca se había sentido tan seguro como en ese tiempo que pasó con Yeon Jun. Era hermoso estar enlazado y no arrepentirse al día siguiente.
Soo Bin había usado cada una de las joyas que Yeon Jun le regaló. Quería sentir que alguien (o algo) los cuidaba, no por Jin Hwan sino por su propio corazón de omega.
Los omegas no matan, no les gusta la sangre ni pelear. En ocasiones eso le hizo sentir inútil, hasta que conoció a Beom Gyu, que le mostró que los omegas sí pelean, que quizás no les gustaba matar pero no tenía problema en llamar a sus alfas para que lo hicieran por ellos.
El omega quería sentirse mal, quería gritar y disculparse con alguien, quien sea. Decir que no debió ir. Pero había visto como Yeon Jun arrancó la mano de Jin Hwan sin mucho esfuerzo y solo lo observó, pensando que lo había golpeado con esas mismas manos que yacían en el suelo de la casa. Esas manos que lastimaron a su hijo. No podía sentirse mal aunque lo deseara.
Se sentía orgulloso. Yeon Jun había aterrorizado a Jin Hwan pero nunca, ni por un segundo, asustó a Soo Bin. No actuó como un loco, gritando o golpeándolo. Hizo exactamente lo que dijo, nada más. Sabía que el alfa quería hacer algo peor, arrastrarlo a algún sitio y atormentarlo hasta que muriera, pero Yeon Jun tenía más autocontrol de lo que Soo Bin creía. Había visto a su alfa, cada parte de él y no se sentía avergonzado.
-No te veo diferente, espero que lo sepas.
-No lo sabía- respondió Yeon Jun, acariciando su estómago -gracias.
Soo Bin limpió la comisura de sus labios con su suéter -no me arrepiento, realmente no lo hago- Yeon Jun no habló, manteniendo la mano en su pancita -yo...- sonrió con lágrimas en el rostro -siento un peso menos sobre mis hombros, sobre mi vida.
Yeon Jun le ayudó a sentarse -ahora que te has calmado...- llevó la mano a su espalda y la acarició -después de que vomitaste la primera vez, envolví sus manos con mantas- Soo Bin ladeó la cabeza, confundido -no morirá desangrado, posiblemente por traumatismo. Tiene hasta la mañana, alguien podría encontrarlo- dejó un beso en su sien -sé que no quieres pensar que mataste a alguien.
Soo Bin se encogió de hombros -no me importa- miró la profunda oscuridad que los rodeaba -realmente no me importa- se puso de pie y fue desvistiéndose, curvándose un poco cuando el viento golpeó su cuerpo -una vez volví a casa y Sung Hoon estaba sentando en orina. Tenía un sarpullido horrible. Confronte a Jin Hwan...- Soo Bin tembló ligeramente -dijo que no era su problema, me dijo que callara a Sung Hoon o él lo haría- se abrazó a sí mismo, intentando calmarse -lo observé dormir con un cuchillo en la mano casi todas las noches. No quería decirle a nadie. Los omegas no matamos pero desearía haberlo hecho- se irguió al pronunciar la última palabra -purifícame, purifícanos una vez más.
Yeon Jun tomó su mano mientras se adentraban al agua helada.
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-Pancita grande- susurró Sung Hoon, tocando el estómago de Beom Gyu.
Sunoo gruñó, intentando darle un manotazo pero al final él recibió una nalgada.
-¡Mamá!
-No pegues.
-Pero tú me pegaste- murmuró Sunoo, acariciando el lugar donde le habían pegado.
-Porque soy tu madre y no tolero las faltas de respeto.
Sunoo bajó la cabeza -sí, mamá.
Sung Hoon frunció el ceño, con la mano extendida -Sunoo grosero.
-¡No! - Replicó el otro niño, abrazando la pierna de su madre -¡mamá tiene un bebé ahí y debes ser cuidadoso!
-Bebé...- Sung Hoon dirigió la mirada al vientre abultado -mami tiene un bebé.
-No, Sung Hoon- Beom Gyu sonrió -no lo tiene, pero con suerte pronto tendrás un hermano o hermana.
Sung Hoon volvió a acercarse para tocar su estómago y Beom Gyu tuvo que detener la mano de su hijo para que no le pegara -¡Tae Hyun!
-¡No, no! - se quejó, aferrándose a la playera de Beom Gyu -¡No, mamá!
-No vuelvas a levantar la mano- advirtió Beom Gyu con los ojos entrecerrados -o tendrás que ir a sentarte solo hasta la noche.
Sunoo cubrió su rostro con la ropa de Beom Gyu, olfateándolo y Sung Hoon tocó su pancita -bebé.
-Sí- el omega mayor sonrió, acariciando la cabeza de su hijo al escucharlo gruñir -Disculpa a Sunoo, solo es territorial, muy similar a ti.
Sung Hoon mantuvo la mano en el vientre de Beom Gyu, abriendo la boca con sorpresa al sentir algo -¡pegó!
-¡Es el bebé! - gruñó Sunoo -¡está pateando!
-¡Tae Hyun! - Beom Gyu suspiró -¡ven y llévate a nuestro hijo!
-¡No! - el niño lloró y gritó al ver a Tae Hyun acercarse -¡No, mamá, no! ¡Ég mun hegða sér! (Me comportaré)
El niño se removió cuando Tae Hyun lo cargó, ganándose que lo meciera un poco fuerte -debes relajarte, no me gusta cuando actúas así- Sunoo enterró el rostro en el hombro de Tae Hyun, sollozando y el alfa acarició su espalda -tomaré una siesta, ¿Me acompañarías, Sunoo?
Sunoo asintió -já, Faðir.
-Buen niño- el mayor lo elogió -tomaremos una siesta.
Beom Gyu negó, cargando al alfa más pequeño -el bebé estaba pateando, Sung Hoon.
-No...- Sung Hoon murmuró -bebé malo.
-No- Beom Gyu habló con ternura -solo está diciéndome que ahí está.
Sung Hoon bajó la mirada -quiero bebé para mami.
-Tu madre se verá hermoso estando embarazado. Tu hermano o hermana serán lobos puros, serán capaces de transformarse en lobo.
-¿Lastimarme? - Preguntó el niño, mordiendo su labio.
-Oh, no, no- Beom Gyu besó su frente -ellos te admirarán. Les enseñarás cómo ser un lobo.
-¿Un lobo?
-Sí, un lobo- le hizo cosquillas suavemente -Sunoo hará lo mismo cuando su hermano nazca.
Sung Hoon tocó el vientre de Beom Gyu una vez más, sintiendo al bebé patear. Sonrió levemente -hola...- rió cuando el bebé pateó nuevamente -¡mami tiene un bebé también, Beom Gyu!- Aplaudió con emoción -¡seré hermano mayor!
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Luna Nueva.
Es celebrada solo en la cultura de los lobos. Es el día más importante de todo el año. La Luna Nueva representa algo más que solo la primera luna del año.
Representa la vida.
Le da una nueva esperanza a aquellos que la necesitan.
-Tenemos mucho que agradecer esta noche- Yeon Jun señaló a Soo Bin y Sung Hoon -Somos una familia, somos amigos. Somos amantes, madres, padres; estamos vivos- levantó la cabeza y miró la luna llena, pálida y más grande de lo usual, iluminándolos -todo lo que hemos hecho se lo lleva la Luna para que podamos vivir cómodamente, todo lo malo, los arrepentimientos y errores.
Tae Hyun levantó su taza ante esas palabras.
-Todos hemos atravesado momentos difíciles, momentos que nos han definido, que nos han fortalecido y crearon las fibras con las que estamos hechos. No podemos fingir que no han ocurrido cosas malas- inclinó la cabeza -he conocido a alguien que adoro, algo que nunca imaginé que fuera posible. Tengo un hijo, un hijo que no es de mi sangre pero es incluso más lobo que yo- miró a Sung Hoon y sonrió -tengo una familia y puedo agradecerle a Dios, a los elementos, al universo pero quien realmente merece mi agradecimiento es mi familia -tocó su pecho, en el lugar donde estaba su corazón -me han aceptado, incluso con mis defectos. Me han amado, protegido y estoy orgulloso de ser parte de su familia.
Soo Bin secó las lágrimas de sus ojos, asintiendo y sonriéndole a su alfa, lanzándole un beso y moviendo sus labios para formar un -te amo.
-Tae Hyun, Beom Gyu, Sunoo- el cachorro mordió su labio ante la mención de su nombre -ustedes también son mi familia. Me han ayudado de muchas formas. Sung Hoon, Soo Bin... nuestra familia como un todo; nos levantaremos y creceremos- alzó la taza hacia el aire -somos lobos- sus ojos se enfocaron en Sung Hoon -todos nosotros somos lobos, ya sea que podamos o no transformarnos. Somos lobos y somos fuertes- respiró profundo, permitiendo que el aire entrara en su sistema -juntos, cuidemos el uno del otro en este año que comienza, amémonos, aprendamos y escuchemos al otro.
Yeon Jun bebió el líquido y todos lo imitaron. Sung Hoon llevó el chocolate caliente a sus labios, dando un trago.
-Por la Luna Nueva, por el Año Nuevo.
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Sung Hoon rió fuerte, corriendo lejos del fuego, con dirección al lago -¡No! - Sunoo lo persiguió, trastabillando un poco. Tiró al suelo al alfa, lamiendo su cara.
-¡Sunoo, Sunoo! - Sung Hoon rió, empujando al lobo -¡me atrapaste!
Sunoo saltó a su alrededor y después de unos segundos, se adentró al agua. Sung Hoon sonrió, gateando hacia él -¿Sunoo?
El lobo saltó fuera del agua, mojando a Sung Hoon quien gruñó como respuesta, apartándose -¡frío, Sunoo!
Sunoo se quejó, caminando a su alrededor antes de sacudirse.
Sung Hoon miró al omega y bufó -quiero nadar también...- volteó a ver a su mamá, acurrucado a un lado de su baba. Sung Hoon tardó un poco mientras lograba quitarse el zapato. Sonrió, mirando hacia atrás una vez más antes de adentrar el pie en el frío lago. Se quejó, cubriendo su boca y sacando el pie -frío...
Sunoo lamió su pie, haciéndole suspirar -gracias, Sunoo.
Se colocó nuevamente el calcetín, incapaz de hacerlo bien. Frunció el ceño cuando tuvo que ponerse la bota. Esos zapatos eran diferentes a los que usaba normalmente, necesitaba ayuda.
Sung Hoon miró a su madre que lo saludaba a la distancia -mami... ¡necesito ayuda!
Soo Bin se levantó, acariciando la cabeza del alfa cuando se movió. Caminó hacia el lago, dejando que el omega menor corriera hacia sus padres y tomó asiento a un lado de Sung Hoon -¿si, bebé?
Sung Hoon removió sus pies -necesito ayuda.
-¿Y por qué te quitaste los zapatos? - Preguntó, acomodando el grueso calcetín de color morado antes de atar las agujetas de sus nuevas botas para la nieve.
-Quiero nadar, mami.
-Sabes que el agua está muy fría.
-Sí- Sung Hoon se acurrucó a un costado de Soo Bin, tocando su brazalete -bonito.
-Sí, baba me lo dio, ¿recuerdas?
-Recuerdo- un suspiro salió de entre los labios del niño -ya puedo decir Alaska, mami.
Soo Bin rió al escucharlo -lo sé, baba me contó.
El niño sonrió, mirando el lago -estoy feliz mami, quiero ver Alaska; si es bonito como las fotos.
-Estoy seguro de que lo será- el omega colocó a su hijo sobre su regazo -nuestra casa será hermosa, muy especial porque baba la hará para nosotros.
Sung Hoon colocó el rostro contra su pecho -te amo, mami.
Soo Bin levantó el rostro de su hijo para poder verlo y le sonrió -y yo te amo a ti, Sung Hoon.
Ambos voltearon al escuchar aullidos. La vista era imponente. Cuatro lobos, de tonos que iban de blanco a café y negro, aullando a la luna llena. La primera luna del año.
Aunque la Luna estaba sobre ellos, Soo Bin podía sentirla brillar encima de Sung Hoon y de él, incluso más brillante que el sol, diciéndoles que se había acabado. Que todo estaría bien y que esta vez no era una mentira, esta vez no era falso; sus vidas por fin comenzarían a partir de ahí.
Era hora de comenzar a vivir.
Soo Bin sostuvo más cerca a su hijo cuando Yeon Jun dejó de aullar para verlo. El alfa inclinó la cabeza respetuosamente y Soo Bin lo imitó, incluso Sung Hoon lo hizo. Soo Bin sonrió y besó la cabeza del niño -por nuestra nueva vida.
Sung Hoon miró a su nuevo padre con respeto desbordando por cada poro de su cuerpo durante unos segundos y cerró los ojos lentamente -nueva vida, mami.
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Holi, ¿cómo han estado?
Lamento actualizar tarde, he tenido problemas con wattpad cuando publique el capitulo anterior fue un caos, no todos podían verlo, no les cargaba, me moleste con eso, no sé que paso, mil disculpas, espero disfruten del capitulo de hoy :)
Hagan stream, tomen agua y cuidensen mucho, espero todos pueden ver el capitulo! ^_^
Muchas gracias por el amor que le dan a la historia con sus votos y comentarios, me hacen muy feliz, muchas gracias por amar la adaptación. ❤❤
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