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CAPÍTULO XIII

-¿Qué tan rápido puede correr?

-Más rápido que un chita.

El general acarició su mentón -quiero verlo.

El hombre asintió, llamando a Yeon Jun para que se acercara. El adolescente obedeció, con las manos a sus costados -¿sí, señor?

-Al general Min Yoon Gi le gustaría verte correr.

-Sí, señor- Yeon Jun inclinó su cabeza respetuosamente -¿cómo lobo o como humano, señor?

El general ladeó su cabeza levemente -déjame ver qué tan rápido puedes correr como humano, después te veré como lobo.

-Sí, señor- Yeon Jun dio la vuelta e inclinó su cuerpo un poco antes de correr a través de la llanura.

-Él es... muy rápido- murmuró el general, irguiéndose.

El hombre sonrió con aire de suficiencia, cruzándose de brazos -Yeon Jun es el lobo más rápido que he conocido.

Min Yoon Gi cruzó sus brazos también, impresionando por el terreno que había recorrido Yeon Jun en menos de cinco segundos -lo quiero en mi equipo... lo haré un líder si sus habilidades son tan impresionantes como eso.

-Sí, señor.

El general negó -imposible... pero lo ha logrado- mantuvo su atención en lo rápido y silencioso que Yeon Jun corría por el pasto -su velocidad es increíble.

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-¡Omega! - Tae Hyun sacudió su mano con los niños a su lado. Su mano cayó a su costado cuando Beom Gyu finalmente estuvo frente a él, con Soo Bin pegado a su brazo.

-¡Mami!, ¡hola mami! - Sung Hoon corrió alrededor de sus piernas con emoción -baba dijo que vendrías a la playa.

-Sí, bebé- Soo Bin acarició el rostro de su hijo -aquí estoy.

-Mami, ¡mira! - Sung Hoon sostuvo en lo alto un pedazo de alga marina -Tae Hyun dijo que no puedo llevarla a casa.

El omega mantuvo la mirada en el pequeño alfa serio, agachándose lentamente para quedar a su altura -Bueno, tiene razón, no llevaremos eso a casa.

-Está bien, mami- Sung Hoon lo metió a su bolsillo de todos modos antes de correr hacia Sunoo.

-Beom Gyu.

Soo Bin se estremeció aunque su nombre no había sido pronunciado.

El omega embarazado levantó su cabeza -alfa.

-¿Qué ocurre?

El omega miró por un momento a Soo Bin, que acariciaba la parte posterior de su cuello.

-Vimos al ex-alfa de Soo Bin... él lo sujetó.

Los ojos de Tae Hyun se entrecerraron, haciéndolo lucir peligroso -¿y dónde está?

Beom Gyu tragó saliva -se fue...

-Y no me llamaste... ¿te tocó?

-No- Beom Gyu inclinó su cabeza cuando Tae Hyun acarició su estómago -solo a Soo Bin... pero lo golpeé.

Tae Hyun dejó su mano reposando sobre su vientre y miró a Soo Bin -¿estás bien?

-Sí, sí, no fue nada importante- Beom Gyu miró a Soo Bin con gracia -Jin Hwan solo es un mal chiste... es estúpido y ni siquiera quiero pensar en él.

El alfa se acercó más -¿dónde te tocó?

Soo Bin se sonrojó, desviando la mirada de los ojos acaramelados -mi... mi cuello.

Tae Hyun volvió a fijar los ojos en los niños -esperaremos a Yeon Jun, fue a traer bebidas para los niños- entrecerró los ojos -hablarás con él.

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-

¡Baba! - Sung Hoon corrió hacia Yeon Jun, dejando caer al piso sus conchas de mar. Levantó sus brazos una vez que dejó las cubetas sobre la arena, ahora medio vacías -¡chocolate!

-Sí- Yeon Jun sonrío -compré para ti y para Sunoo- explicó mientras le daba un vaso -tu madre y Beom Gyu están aquí.

-¡Si! - Replicó el alfa más pequeño -daré esto a Sunoo, baba- con cuidado caminó hacia el omega que estaba sentado cerca de la orilla del mar.

El exmilitar caminó hacia los tres adultos que estaban sentado en silencio sobre la arena. Yeon Jun se detuvo antes de sentarse -¿qué es eso?

Soo Bin levantó la mirada -Hola Yeon Jun.

Yeon Jun se puso de cuclillas rápidamente, olisqueando alrededor de Soo Bin. Sus ojos se agrandaron -¿dónde está?

-Se fue, ocurrió hace más de veinte minutos- habló el omega con rapidez -chocó conmigo.

El alfa dejó las bebidas y se acercó al espacio personal de Soo Bin -no me mientas, omega- gruñó, olisqueando a Soo Bin de nuevo -Beom Gyu.

El omega bajó la cabeza cuando su nombre fue pronunciado -Yeon Jun.

-¿Te tocó?

-No, hubiera llamado a Tae Hyun.
Tae Hyun se mantuvo en silencio con la mandíbula tensa, molesto. Su pierna rebotaba suavemente -no tocó a Beom Gyu... tocó a Soo Bin.

Yeon Jun no se alejó de su espacio personal, asustándolo -¿dónde te tocó?

-Mi.... cuello.

El lobo blanco estaba temblando de ira -¿por qué...?

Soo Bin sintió lágrimas recorrer sus mejillas -él...- dirigió su mirada a Beom Gyu, que no lo volteó a ver -él... estaba enojado porque nuestra marca había desaparecido.

-¿Lo estaba? - Yeon Jun dejó salir el aire que contenía cuando los niños corrieron hacia ellos -nos vamos- se levantó, tomando las bebidas.

-Baba, mi chocolate por favor- Sung Hoon pidió, jalando su pantalón suavemente -¿hola baba? Chocolate, por favor.

-Nos vamos- el alfa levantó al niño que se retorció.

-No... ¡baba, espera! - Sung Hoon pataleó -¡mis conchas de mar!

-Soo Bin, toma su cubeta- continuó caminando por la arena con el niño quejándose entre sus brazos. Soo Bin corrió rápidamente por la cubeta de su hijo, yendo hacia Yeon Jun después.

-Yeon... Yeon Jun, mi auto está aquí.

El exmilitar se dio la vuelta, respirando pesadamente y provocando que sus hombros se alzaran abruptamente con cada inspiración -me seguirás a mi casa- Soo Bin casi gimotea cuando los ojos obscuros de Yeon Jun se volvieron negros -te haré preguntas y las responderás... no quiero ninguna otra palabra.

Soo Bin apegó la cubeta a su pecho -lo siento...

Sung Hoon se quejó, tirando su cabeza hacia atrás -¡baba!

-Suficiente- Yeon Jun meció al niño una vez -nos iremos. No quiero escuchar ningún otro sonido.

Sung Hoon cubrió su boca, dejando la cabeza sobre el hombro del mayor. Sorbió su nariz, estirándose para intentar alcanzar a Soo Bin, que estaba muy concentrado en mantener la mirada sobre sus pies como para prestar atención.


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-Todo- el alfa se balanceó hacia atrás y hacia adelante en el frío aire -quiero saberlo todo.

Soo Bin estaba temblando, apretando la bufanda en su mano -él... él se nos acercó, Beom Gyu me defendió.

Yeon Jun dejó de moverse y se dejó caer de rodillas frente a Soo Bin. Sujetó al omega por las muñecas, acercándose -¿por qué te tocó? - El alfa siseó, inhalando el aroma de Soo Bin -¿por qué?

Soo Bin frunció el ceño, alejándose -yo... él vio que la marca del lazo había desaparecido- estaba cerca de llorar. Yeon Jun le estaba haciendo las mismas preguntas.

-¿Dónde te tocó?

El mitad-lobo tragó saliva con dificultad, juntando sus rodillas -Mi.... mi brazo y mi cuello- la mano de Yeon Jun viajó hasta la parte posterior de su cuello, haciéndolo saltar -lo siento, lo siento- lloró, bajando la mirada -lo siento, alfa, por favor... por favor no me pegues.

El agarre de Yeon Jun perdió fuerza y tomó el rostro de Soo Bin con una mano -jamás te pondría la mano encima- gruñó, presionando su frente contra la del omega -no me pongas en la misma categoría que esa cosa- mostró sus dientes, dejando que una parte de su lado animal reluciera -estoy furioso- se levantó y caminó lejos de él, recorriendo el pasto.

Soo Bin se desplomó, agarrándose el pecho para intentar respirar. Se cubrió la cara, sollozando contra sus manos. El omega cayó de la silla al frío piso de madera, quedando de costado, con las manos aferradas a la bufanda de Yeon Jun.

-¡Lo mataré!

Soo Bin brincó, llorando más fuerte.

Se sentía terrible. Estaba asustado... asustado por lo enojado que Yeon Jun se encontraba. Asustado por como actuaba; Soo Bin estaba simplemente aterrado.

Necesitaba ser reconfortado pero su fuente de tranquilidad se encontraba gritando y gruñendo, alejado de él.

La noche anterior había sido hermosa, la mañana fue incluso mejor. Esto... esto era lo que no quería. Que su relación se rompiera antes de que siquiera fuera construida. Era la culpa de Jin Hwan, el alfa no podía simplemente meterse en sus propios asuntos, no podía dejarlo solo. Sin importar dónde estaba Soo Bin, Jin Hwan se las arreglaba para encontrarlo. Se las arreglaba para arruinar su vida. Soo Bin estaba feliz; Yeon Jun lo hacía feliz.
El lobo era la imagen de felicidad incluso cuando no sonreía. Soo Bin no necesitaba todo eso, no quería nada de eso.

Quería llamar a su abogada, decirle que Jin Hwan se le había acercado... pero ella querría pruebas, ¡pruebas que no podía darle! Jin Hwan mentiría si era confrontado, no importaba. Todo era una mala broma... no solo Soo Bin era un omega, el rol por el que nadie mostraba interés a menos que estuvieras enlazado o embarazado; pero además Soo Bin había removido su marca. Su marca de lazo se había ido y todos habían escuchado a Jin Hwan gritarlo.
La manera en que la gente solo los había mirado, horrificados porque Soo Bin hubiera hecho eso; desconociendo las razones.

Nadie había intentado ayudarles, ver que estuvieran bien. Todo lo que veían era a un omega malvado que se había removido la marca sin decirle a su alfa.

Soo Bin no podía evitar sentirse como una mala persona... Yeon Jun trataba de arrancarse el cabello y Soo Bin solo lloraba. Debió golpearlo, debió pelear como Beom Gyu lo había hecho pero Soo Bin se había asustado. Cada que veía a Jin Hwan veía a Sung Hoon en los brazos de ese alfa y le hacía sentir náuseas.
Había intentado alejarse; realmente lo había intentado pero Jin Hwan era persistente.

Y ahora sentía como si su mundo se derrumbara con cada gruñido y rugido emitido por Yeon Jun.

En un punto, Soo Bin cubrió sus oídos, sintiéndose más enojado consigo mismo cada que escuchaba a Yeon Jun maldecir y golpear algo.

Todo caía de vuelta sobre él. Si hubiera Abierto los ojos antes; si no hubiera estado asustado (como estaba en esos momentos), nada de eso hubiera pasado. Soo Bin estaría feliz, todos estarían felices. Nadie necesitaba eso. Veía borroso cada que pensaba en lo estúpido que era... se sentía furiosos.
Realmente quería encontrar a Jin Hwan.

Quería matarlo.

Soo Bin consideró salir de la casa de Yeon Jun.

Así que se puso de pie.

Tiró la bufanda y arregló su playera. Hacía frío. Miró detenidamente sus pies por un rato antes de levantar la vista hacia Yeon Jun. El lobo por fin se había tranquilizado y tenía el rostro presionado contra la valla. El omega miró su espalda por un largo tiempo antes de ponerse en movimiento.

Entró a la casa y respiró profundo. Necesitaba hacerlo antes de que se diera cuenta de lo que estaba pasando.

Nunca había existido una historia donde un omega asesinara a su alfa... Soo Bin no podía siquiera imaginar cómo.

Caminó rápidamente por la cocina, pasando a un lado de su hijo... iba a perder a su hijo si realmente mataba a Jin Hwan. Pero perdería a su hijo contra Jin Hwan si no lo hacía.

Ningún omega había matado a su alfa porque su alfa no era Jin Hwan.

Soo Bin corrió una vez que salió por la puerta principal. Corrió a un lado de su auto... no sabía lo que esperaba, pero ciertamente era un omega rápido. Era el omega más rápido que conocía y podía correr, así que eso es lo que hizo. El viento estaba helado, le robaba el aliento sin importar cuando inhalaba y exhalaba.

Continuó corriendo cuesta abajo por la gran calle que conducía a la casa de Yeon Jun. Tenía tanto frío; debió llevar un suéter pero de alguna forma se sentía bien lo doloroso que era el aire; casi le provocaba picazón.

-¡Omega!

Soo Bin cerró los ojos y comenzó a darse cuenta de que había estado llorando todo el tiempo que llevaba corriendo pero se movía tan rápido que no lo había sentido.

Quería detenerse, darse la vuelta y gritar; suplicarle a Yeon Jun para que lo perdone. Quería ser reconfortado; llorar y sentirse tibio. Quería ser besado y abrazado; amado.
Quería que Yeon Jun le dijera que todo estaría bien y que prometiera que lo protegería. Quería renunciar a su empleo, estar con su hijo, mudarse a Alaska de una vez por todas, escapar de ese horrible lugar.
Soo Bin quería empezar su cortejo con Yeon Jun sin ningún problema; sin Jin Hwan de por medio.

Soo Bin quería que Jin Hwan desapareciera.

Si tenía que cerrar los ojos y fingir que no sabía lo que había ocurrido... lo haría.

Era un omega, la última cosa que los omegas quieren es ver a alguien morir... pero cuando Soo Bin imagina un mundo sin el alfa que golpeó a su hijo... no suena tan mal.

Soo Bin continuó corriendo.

Se movió más rápido, no era un lobo, sus piernas dolían. Había descendido por la larga calle y sus pulmones se sentían como si estuvieran ardiendo.

Escuchó a Yeon Jun antes de siquiera verlo.

Soo Bin siempre sintió que era rápido, pero Yeon Jun lo era más. Yeon Jun era tan rápido que pasó de él. El alfa se colocó frente a él, deteniéndolo. Su respiración era calmada, lo contrario a la de Soo Bin que sentía sus pulmones cerca de colapsar.

-Nunca...- Yeon Jun se irguió -corras lejos de mí.

El omega tembló con violencia y no supo si era porque estaba asustado o porque hacía frío.

Los ojos del alfa estaban de un negro brilloso que los había lucir falsos. Dio dos pasos hacia el omega antes de que esté se desplomara, cayendo de rodillas. Soo Bin lo miró con frías lágrimas corriendo por sus mejillas -lo siento tanto, Yeon Jun.

Yeon Jun respiró con dificultad y miró a Soo Bin con los ojos nublados -¿a dónde corrías?

Soo Bin intentó tragar saliva pero su garganta estaba tan seca. Abrió la boca sin dejar salir ningún sonido por un momento. El viento aulló a su alrededor, atravesando los árboles, creando un fuerte crujido. Cerró los ojos -a matarlo.

Fue muy leve, pero el aire se atoró en la garganta del alfa.

Soo Bin abrió los ojos, mirando al alfa cuyos ojos se habían agrandado.

-Esto... esto es lo que no quería- mantuvo los ojos Abiertos incluso aunque las lágrimas no se detenían -quiero ser feliz, estoy tan cansado- habló con la voz ronca -estoy cansado de llorar, cansado de no poder dormir, de trabajar... estoy cansado de ser una mala madre- observó a un halcón volar cerca -quiero ser feliz... tú- volvió la mirada al alfa -me haces feliz y estoy cerca de perderte por él- su cuerpo se sacudió involuntariamente -no sé qué hacer. Quiero dormir y soñar contigo, con nosotros. No quiero soñar solamente con él, no quiero tener nada que ver con él.

Yeon Jun se agachó lentamente, colocándose de rodillas frente a Soo Bin -me haré cargo de él- se detuvo antes de tocarlo -ahora estoy aquí para encargarme de ti... hacerte feliz, amarte- bajó la mirada -no estaba enojado contigo... estoy enojado conmigo mismo- explicó mientras negaba -no estuve contigo y debí estarlo. Nunca he tenido un omega, nunca pensé tener uno y nunca quise tenerlo... pero te quiero a ti. Quiero tener una familia contigo- mordió la parte interna de su mejilla -estoy asustado... no sé qué es lo que hago, no sé si te estoy dando todo lo que necesitas, no sé si le estoy dando a Sung Hoon lo que necesita. A veces no sé qué hacer, soy nuevo en esto.

Yeon Jun suspiró antes de volver a hablar -pero... sé que cuando los veo a los dos sonreír es porque debo estar haciendo algo bien- se encogió de hombros -estoy tratando, tú estás tratando, ambos tratamos. He odiado a los mitad-lobo por la mayor parte de mi vida pero nunca podría odiarte a ti, nunca podría odiar a Sung Hoon. Voy a cortejarte... voy a hacer todo para que puedas descansar tranquilo- miró a Soo Bin a los ojos -voy a seguir haciéndote feliz- Yeon Jun por fin tocó el rostro del omega tembloroso -y él no me detendrá.

Soo Bin tomó su mano, llorando con fuerza -te amo...

Yeon Jun se sentó en el medio del camino vacío, apegando a Soo Bin contra su pecho -Sssh, Camelia...- balanceó el pequeño cuerpo de Soo Bin hacia atrás y hacia adelante -mi pobre Camelia, dulce omega- besó el rostro de Soo Bin una y otra vez -te prometo que esto no sucederá de nuevo, te lo juro.

El omega lloró fuerte contra el cuerpo tibio de Yeon Jun, aferrándose a él -¡lo siento!

-No lo sientas, no hiciste nada malo, nunca haces nada malo; dulce flor- intentó levantar el rostro de Soo Bin pero este se lo impidió -por favor, mi amor, déjame verte.

-¡No! - Soo Bin mantuvo su rostro oculto -¡no me dejes!

-Nunca- Yeon Jun levantó a Soo Bin y se puso de pie también -hace mucho frío, te estás congelando.

Soo Bin respiró lo que pudo del aroma de Yeon Jun mientras el alfa corría de regreso a casa.

El mitad-lobo por fin pudo respirar bien cuando el aire diferente lo golpeó. Cuando Yeon Jun lo dejó en su nido no pudo evitar frotarse contra las mantas. Rodó por ellas una vez, presionando su rostro contra las almohadas. Soo Bin comenzó a quejarse cuando Yeon Jun le quitó los zapatos y giró su cabeza hacia el costado, respirando profundo. El aroma de Yeon Jun era tan fuerte que desearía poder sofocarse con él.

-Mm....- Soo Bin suspiró cuando Yeon Jun comenzó a masacrar sus pies. Sintió pequeños besos siendo depositados en cada pie, haciendo que los removiera suavemente.

-Omega precioso- Yeon Jun besó su tobillo -mi omega- colocó una manta encima de Soo Bin, cubriéndolo con cuidado -mi querida campanilla de invierno- dejó besos en diferentes partes de su rostro -sigo equivocándome pero prometo que haré las cosas bien. No debería actuar mal porque estoy enojado conmigo mismo... no debería hacerte sentir que hiciste algo mal porque no es así, ¿me escuchaste?

Soo Bin asintió, parpadeando con lágrimas en sus pestañas. Se sentía bien estar cara a cara con su alfa, sentirse seguro y reconfortado.

-Esto no es tu culpa. No es tu culpa que se acercara y te tocara. Él es alguien que no sabe su lugar y cree que puede tocar lo que no es suyo...- Yeon Jun se inclinó, lamiendo la piel expuesta de su garganta -tocar lo que es mío- acarició el cabello de Soo Bin, suspirando cuando vio los ojos del omega cerrarse por el cansancio -mi lobo rápido- sonrió con tristeza -estás cansado- mantuvo una mano en el rostro del omega, sintiéndose feliz cuando su temperatura comenzó a volver a la normalidad -¿puedo contarte una historia?

Soo Bin asintió a medias, intentando mantenerse despierto.

Yeon Jun siguió acariciando su cabello -cuando entré a la milicia compartí habitación con un alfa que no era muy agradable- le sonrió al omega que luchaba por mantener los ojos Abiertos -yo tenía una cadena de plata con un anillo en ella y un día... él tomó mi cadena; yo había hecho ese anillo de plata y tenía un diamante en el centro; era bastante simple. Sabía que él lo había tomado y cuando lo confronte, quería pelear- cerró los ojos suavemente -el anillo era especial por mi abuelo. Siempre existió un mito sobre los lobos y cómo la plata era nuestra enemiga. Él solía usar una cadena de plata porque no le temía a su enemigo; yo hacía lo mismo- besó con delicadeza uno de sus párpados -aquel alfa rompió la cadena y antes de que pudiera deshacerse de mi anillo; lo golpeé. Hice que terminara en el servicio médico y sus heridas fueron tan malas que tuvo que dejar la milicia.

El alfa presionó sus frentes juntas -cuando alguien toca mis cosas, me molesta. Pero tú no eres una cosa, tú eres simplemente mío. Mi omega, mi amor, mi flor- cerró los ojos cuando Soo Bin no pudo mantener los suyos Abiertos por más tiempo -si fui capaz de romper la columna vertebral de alguien por un anillo...- respiró profundo antes de volver a hablar -no te imaginas lo que haría si alguien toca a mi alma gemela.


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-Mami...- Sung Hoon susurró -Mami, soy Sung Hoon.

Los ojos de Soo Bin se abrieron rápidamente y se sentó -¿Sung Hoon?, ¿qué sucede, bebé?

Sung Hoon negó -nada mami- volteó a ver la puerta cerrada -mami lloró- se acomodó en el regazo de Soo Bin -baba se molesta porque despierto a mami.

Soo Bin sonrió levemente, abrazando a su hijo -está bien- bostezó -Sung Hoon... mañana mami pedirá el día libre- Sung Hoon asintió con entusiasmo -¿te gustaría salir conmigo?, ¿solo tú y yo?

-¡Sí! - Sung Hoon rápidamente volteó hacia la puerta y bajó la voz -sí mami, quiero... solo mami y yo.

-Muy bien, precioso.

-Mami... ¿y baba?

Soo Bin mordió su labio superior -quiero... quiero que baba venga pero quiero que tenga un descanso de nosotros... de mi- deshizo la coleta de Sung Hoon y le hizo un moño -es un gran papi nuevo, pero creo que somos demasiado y necesita un tiempo.

-No lo necesito.

Soo Bin levantó el rostro al escuchar la voz de Yeon Jun desde la puerta.

Sung Hoon rápidamente se aferró a su madre -¡mami despertó!

-No me gustan los mentirosos, Sung Hoon- Yeon Jun cerró la puerta y cambió la intensidad de la luz a una más baja para luego sentarse a su lado -sé que despertaste a mamá y no necesito un descanso.

Soo Bin gruñó, cerrando los ojos y Sung Hoon acarició los párpados del omega -mami... ¿escuchaste? Baba no necesita descanso- el niño le dio un pequeño beso en los labios -baba viene mañana.

-¿Qué sucederá mañana?

Sung Hoon sonrió mirando a Yeon Jun incluso cuando Soo Bin gruñó -mami no va a trabajo. Solo yo y mami... y baba.

-No, solo tú y yo, Sung Hoon.

-¿Por qué? - Yeon Jun lo miró -¿por qué estoy siendo excluido?

-Yeon Jun, por favor, sabes porqué- Soo Bin negó -he causado tanta conmoción... puse a Beom Gyu en una mala posición, a ti, a mí, a Tae Hyun.

-Todos estamos bien, excepto tú- Yeon Jun gateó alrededor, acomodándose detrás de Soo Bin y envolviéndolo con sus brazos fuerte -sé que aún te sientes mal... sé que estás preocupado y con miedo- lamió el cuello del omega, justo donde estaba su cicatriz -pero esto es algo que superaremos, juntos- presionó sus dedos a los costados de Sung Hoon, haciéndolo reír suavemente -si deseas estar solo con tu hijo... no te detendré, pero no lo hagas porque crees que estoy enojado contigo o porque piensas que has hecho algo malo.

Soo Bin asintió, mirando los ojos cafés de Sung Hoon. El pequeño alfa le regaló una diminuta sonrisa, llevando sus pequeñas manos frías en su rostro. Soo Bin mordió su labio, sonriéndole de vuelta -eres un niño tan feliz, Sung Hoon- el pequeño asintió en silencio -por Yeon Jun... Baba te ha hecho tan feliz.

La sonrisa de Sung Hoon decayó -mami y baba... pero mami está primero.

Soo Bin sorbió su nariz, dándole un beso esquimal -¿sí?, ¿mami te ha hecho feliz, bebé? - los ojos cafés del omega se llenaron de lágrimas.

-Mami siempre me hace feliz- los ojos del niño se cristalizaron y Yeon Jun los sostuvo más cerca -mami me da besos, abrazos y galletas con quesito. Cuando mami está triste, mami aun así está feliz- frotó su rostro contra el de su madre -cuando tengo accidente en la cama mami no me pega y mami siempre es bueno conmigo. Mami se asegura de que estoy bien y feliz... mami siempre va primero.

Soo Bin intentó no llorar porque eso estaba sucediendo muy seguido, pero lo hizo. Besó las mejillas de Sung Hoon, después su cuello antes de llorar sobre el pequeño hombro del niño. Yeon Jun frotó su espalda, dándole besos en la parte superior de su espina dorsal.

-Si ... si mami quiere que solo seamos mami y yo...- Sung Hoon hacía lo posible por no llorar -entonces solo mami y yo.


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-Iré al supermercado para comprar algo de comida para la cena.

Soo Bin sonrió desde el sillón, con Sung Hoon en su regazo -está bien, Yeon Jun.

Yeon Jun se puso de cuclillas y beso a su omega. Le dio tres cortos y suaves besos -volveré...- sonrió, mostrando sus hoyuelos -con algo especial...- rozó sus narices en una lenta caricia -solo para ti, mi amor.

Soo Bin se sonrojó y cerró los ojos -gracias.

-Mm, tan suave...- Yeon Jun tomó su mano y depositó un beso en ella -no salgas... hace mucho frío y ya has estado fuera sin ropa protectora.

-Sí, alfa- Soo Bin meció a Sung Hoon en su regazo mientras el pequeño alfa veía a Sunoo tomar una siesta a su lado -no saldré.

-Buen omega, tan bueno... siempre- le dio a Soo Bin un último beso antes de acariciar las mejillas de Sung Hoon -vigila a mami por mí, ¿por favor?

-Sí baba- Sung Hoon besó la nariz de Yeon Jun -te quiero, baba.

-Buen niño, te quiero mucho- dejó un beso en su frente y le dio otro a Sunoo -es la semana del agua- Yeon Jun se alejó con una gran sonrisa -nos limpiamos, empezamos de nuevo... comeremos como reyes.

Soo Bin inclinó la cabeza mientras una sonrisa aparecía en su rostro.

El agua limpiaba... todo lo que Soo Bin quería hacer era saltar a un lago helado y ser limpiado. Empezar de nuevo; comenzar una nueva vida.

Estaba preocupado, preocupado por Sung Hoon... lo que era extraño. Si Yeon Jun mataba a Jin Hwan un día, porque sabía que el alfa no lo dejaría pasar... y estaba bien con eso pero; ¿qué pensaría Sung Hoon?

Aunque ahora odiara a su padre, ¿y si en el futuro quería verlo?, ¿y si quería hacerle preguntas y estar con él?, ¿cómo podría Soo Bin decirle que Yeon Jun lo mató? Soo Bin no creía que Sung Hoon lo haría, pero no estaba seguro.

El omega lo quería muerto y por primera vez en mucho tiempo, durmió y soñó cosas buenas, no malas.
No quería que Sung Hoon pensara que Yeon Jun era el malo. Jin Hwan seguía siendo el padre de Sung Hoon, por más que Soo Bin rezara que eso cambiara.
Yeon Jun era el mejor ser que había conocido y no quería que Sung Hoon pensara lo contrario.

Pero no debía pensar en eso porque Yeon Jun se había tranquilizado y habían hablado, incluso él se había tranquilizado.
Yeon Jun era nuevo en todo eso, aunque a veces Soo Bin lo olvidaba. Esta sería su primera relación, su primer pareja y sería también la primera pareja real de Soo Bin ya que Jin Hwan no podía ser considerado como tal.

Pero las cosas comenzarían a mejorar para ellos, Soo Bin estaba seguro. Después del cortejo y de todo lo que estuviera en medio; empezarían a construir su hogar y una vida junto. Iban a ser felices.

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-Soo Bin- Tae Hyun entró a la sala de estar, donde los niños jugaban.

El omega se sentó con rapidez, inclinando su cabeza -Tae Hyun.

-No hay necesidad de eso- se sentó frente a Soo Bin, sonriendo -he hablado con Beom Gyu, me contó todo detalladamente.

Soo Bin asintió.

-Me molestó demasiado, así que entiendo porque Yeon Jun estaba tan enojado- soltó un suspiro -¿le has advertido a ese mitad-lobo lo que le pasaría, correcto?

-Sí- Soo Bin tragó saliva con dificultad.

-Cuando Yeon Jun lo encuentre, lo matará o lo dejará en muy mal estado, ¿eso está bien para ti?

Soo Bin bajó la mirada -ya no me importa. Me hace sentir mal pero no porque se trate de él.

-Ya veo- Tae Hyun colocó una mano sobre su rodilla -¿es cierto que te dijo que te marcaría de nuevo?

-Sí- el omega se puso inquieto -lo hizo.

-¿Le has dicho a Yeon Jun?

-No quiero hacerlo, por fin nos tranquilizamos- Soo Bin resopló -estoy cansado... de llorar hoy. Solo quiero relajarme.

-Es una amenaza directa para ti, Soo Bin- Tae Hyun me miró fijamente a los ojos -si alguna vez te sientes amenazado y sabes que tu alfa está cerca... grita. Yeon Jun irá hacia ti.

-No lo sabía.

-Lo sé- el exmilitar acarició su mejilla -está bien... yo correré hacia ti también si estoy cerca. Has sembrado una pequeña semilla en el corazón de mi familia y no me quedaré al margen, dejando que te lastimen. ¿Lo entiendes?

Soo Bin inclinó su cabeza -sí Tae Hyun, gracias.

-¿Le dirás a Yeon Jun?

-Yeon Jun solo se enojará más... no quiero eso. Con nuestro cortejo, el nivel de estrés que tengo y la Navidad... no quiero que comiencen una investigación; no lo sé- Soo Bin miró fijamente el piso -debería hacerlo, ¿no es así?

-Aprenderás, durante el cortejo, lo importante que es la honestidad. Ser deshonesto se puede comparar con ser apuñalado. Si Yeon Jun te mintiera te dolería demasiado. La honestidad es la base de una relación... de un lazo- sonrió levemente -no comiencen con mentiras. Yeon Jun podrá estar enojado pero solo será por un corto tiempo y no será contigo, omega.

Soo Bin asintió en silencio.

-Está bien- levantó el rostro del omega por el mentón -Yeon Jun volverá con comida y un aura positiva del tamaño de esta casa- Soo Bin sonrió levemente -tu alfa estará pronto en su hogar.


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-¡Baba está en casa!

Soo Bin levantó la mirada del libro que Beom Gyu le mostraba.

Sung Hoon corrió, se tropezó y se levantó de nuevo para correr hacia Yeon Jun -¡Baba está en casa!

Yeon Jun dejó las bolsas cerca de la puerta -Hola Sung Hoon, estoy en casa.

Soo Bin se disculpó, dejando a Beom Gyu para caminar hacia su alfa -Yeon Jun, tardaste demasiado.

Yeon Jun señaló a la gran cantidad de bolsas en el suelo -te compré pescado... me tomó un tiempo, pero encontré un buen salmón.

El omega golpeó su frente -Yeon Jun...

El aludido lo tomó rápidamente, besándolo con fuerza -no hay que estresarnos más por hoy. Déjame mimarte un poco.

Soo Bin se sonrojó -sí, Yeon Jun.

-¡Baba! - Sung Hoon levantó una caja con un moño en ella -¡regalo!

-Sí, compré algunos regalos para tu madre.

Sung Hoon corrió hacia Soo Bin, brincando de un pie al otro -¡regalo para mami!

-Oh, gracias cariño- Soo Bin tomó el regalo con cuidado -Yeon Jun, no tenías que ir al centro comercial también.

-Haré lo que se me plazca -sujetó al omega, besándolo de nuevo -prometí bañarte en regalos, ¿no es así?

-Sí- murmuró con timidez contra el pecho de Yeon Jun.

-Frændi- Sunoo miró dentro de las bolsas -¿por qué compraste tantas cosas?

-Porque tendremos una noche maravillosa, Sunoo- Yeon Jun revisó las bolsas, sacando dos barras de caramelo -esta es la semana del agua para Soo Bin y para mí.

-¡Ooh! - Sunoo tomó una de las barras al igual que Sung Hoon -¡emocionante, Frændi!

-Mucho, omega- Yeon Jun miró a Sung Hoon que tenía problemas para abrir su barra de caramelo -no hasta después de que comamos, Sung Hoon- el niño frunció el ceño pero siguió intentando abrirla hasta que Yeon Jun se la quitó gentilmente -Sung Hoon, tienes que escucharme cuando hablo.

Sung Hoon puso las manos detrás de su espalda, mirando a Sunoo -Sunoo tiene dulce.

-Sí, porque Sunoo sabe que no debe abrir su barra de caramelo.

El pequeño alfa jugó con sus pies, viendo como Sunoo le mostraba su dulce a Soo Bin -la quiero de vuelta, por favor.

-¿Intentarás abrirla?

Sung Hoon negó -no baba, quiero mostrarle a mami.

Yeon Jun sonrió, dándole de vuelta el dulce -ve, enséñale a mami.

Sung Hoon sonrió ampliamente y corrió a las piernas de su madre -mami, baba me dio dulce.

-¡A mí también, Frænka!

-Oh, que amable de su parte- Soo Bin se arrodilló frente a ellos -¿ya le dieron las gracias?

Ambos niños se detuvieron por un momento, girándose un poco.

-¡Gracias baba!

-Takk, frændi! - (Gracias, tío)

Yeon Jun inclinó un poco su cabeza -no hay de qué.

-Quiero mostrar a mamá- Sunoo susurró antes de alejarse para caminar hacia su madre.

-¿Quieres cargar tu dulce, bebé, o quieres que mami lo cargue?

Sung Hoon abrazó la barra -regalo, mami.

-Muy bien- Soo Bin rió -ve a darle a baba un gran abrazo, precioso.

Sung Hoon no lo pensó dos veces, corriendo a toda velocidad hacia Yeon Jun. El alfa mayor lo cargó y lo arrojó hacia arriba, atrapándolo poco después. Sung Hoon chilló con felicidad, envolviendo las manos alrededor de su cuello -te quiero baba, ¡gracias!

-Por supuesto, mi pequeño alfa- Yeon Jun le hizo cariñoso en sus mejillas -ven- cargó tres bolsas -comencemos a cocinar.

Soo Bin tomó algunas bolsas -¿qué más compraste? Todo esto es muy pesado.

-Muchos regalos para ti; carne, pescado, vegetales... mazorca de maíz.

Sung Hoon sostuvo su dulce con orgullo -¡mazorca de maíz!

Yeon Jun lo meció en sus brazos mientras se acercaban a la barra de la cocina. Dejó al niño en el suelo y colocó las bolsas arriba -sí alfa, mazorca de maíz... aunque lo estás diciendo mal, entiendes el concepto.

Soo Bin pisó suavemente los pies de Yeon Jun -déjalo- depositó el resto de las bolsas en la barra, mirando el interior de cada una y sacando una botella de vino -oh wow, esto es muy caro.

-Beberemos eso esta noche. - Yeon Jun se lo quitó, metiéndolo en el refrigerador.

Sung Hoon dio pequeños saltos alrededor de ellos, sujetando el dulce con fuerza -¡mazorca de maíz!, ¡mazorca de maíz!

-Sung Hoon, compórtate- Soo Bin habló, tocando su cabeza -es de noche, debes relajarte.

Sung Hoon sujetó su pierna -sí, mami.

-Buen niño- Yeon Jun lo elogió, sacando un plato -amo cuando escuchas a tu madre.

-Gracias, baba- Sung Hoon comenzó a mordisquear la chamarra larga que llevaba su madre.

-Es mucha comida, Yeon Jun- Soo Bin alejó una gran pieza de carne -¿y si no nos la acabamos?

-Siempre podremos hacerlo mañana- Yeon Jun comenzó a guardar la comida cuando Sunoo entró corriendo a la cocina con Tae Hyun detrás de él.

-Mm....- Tae Hyun miró el montón de comida -luce delicioso... te hubiera acompañado de saber que comprarías tantas cosas.

-No había necesidad- Yeon Jun negó -todos somos familia.

-Mm, Pabbi! Pabbi! - Sunoo intentó pararse de puntitas para ver la comida -¡arriba, arriba, vinsamlegast! (Papi, papi/ por favor)

-Cálmate, Sunoo- Tae Hyun lo cargó para que pudiera ver todo.

-¡Wow! - Sunoo dio pequeños saltitos por la emoción una vez que Tae Hyun lo dejó en el suelo -¡yummy, yummy!

Tae Hyun sonrió de lado, acariciando el cabello negro del omega -dale las gracias a tu tío.

-¡Gracias, tío!

Sung Hoon tiró suavemente la chamarra de Soo Bin -mami.

Soo Bin se puso en cuclillas -¿si, precioso?

-¿Puedo hablar solo con mami?

Soo Bin frunció el ceño -claro, bebé- cargó a Sung Hoon y caminó con él hacia la habitación de Yeon Jun -¿todo está en orden, Sung Hoon?

Sung Hoon jugó con su caramelo, nervioso -quiero a baba.

-Aw bebé, sé que lo haces- Soo Bin sonrió, acariciando su lóbulo -yo también lo quiero mucho.

Sung Hoon asintió con tristeza, levantando la mirada hacia su madre -mami... baba huele mal.

La sonrisa del omega decayó un poco -¿huele mal?

El niño asintió, acercándose más. Miró hacia la puerta con el ceño fruncido -baba huele como papi.

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Yeon Jun olisqueó alrededor del bosque, captando el olor de Jin Hwan a pocos kilómetros de distancia. Corrió rápidamente, el aire agitando su pelaje. Era veloz y tenía que apresurarse porque el pescado de Soo Bin se encontraba en la parte trasera de su auto.

El alfa siempre había sido rápido; trabajaba rápido. No se detenía a esperar, se movía sigilosamente. Iba a matarlo... no tenía tiempo; Yeon Jun aún tenía que ir al centro comercial. Tenía que apresurarse. Ese mitad-lobo no lo escucharía, arruinaría todo. Yeon Jun estaba bien sabiendo eso porque significaba que Jin Hwan arruinaría todo en el momento equivocado y entonces podría matarlo... lo mataría tan lento que incluso podría sentir como sus células blancas intentaban salvar su sucia existencia.

Yeon Jun estaba enojado... Jin Hwan tendría lo que merecía.

Corrió por algunas casas, olisqueando el aire al llegar a una de las del bloque de en medio. Yeon Jun corrió hacia ella y saltó la pequeña valla que llevaba al patio trasero. Sus huesos volvieron a su lugar de forma cuidadosa, dejándolo desnudo y de pie.

Miró a su alrededor, volviendo a olisquear el aire... esa era la casa.

Cuando intentó abrir la puerta trasera se encontró con que tenía puesto el seguro. Retrocedió, tomando impulso para correr y saltar hacia el techo.

El alfa desnudo corrió por el techo, encontrando una ventana Abierta que daba a un estudio. Se deslizó lentamente, abriendo la puerta del pasillo; permitiendo que entrara más luz. Yeon Jun miró el pasillo iluminado y siguió el sonido de gemidos provenientes del dormitorio.

Cerró los ojos un momento antes de abrir la puerta de una patada.

Fue gracioso ver al alfa removerse, ver al omega gritar.

-¿Qué...? ¿quién...? ¿qué demonios piensas que estás haciendo?

Yeon Jun ladeó su cabeza y corrió hacia el alfa antes de que este pudiera registrar lo que pasaba. Envolvió la mano en su cuello y con la otra sujetó el cabello del omega cuando intentó huir -corre y te arrancaré la garganta.

El omega lloriqueó adolorido, asintiendo rápidamente.

Yeon Jun se sentó sobre el alfa, mirándolo fijamente -asqueroso.

El alfa intentó gruñir -¿qué...?

-Has tocado algo que me pertenece- Yeon Jun habló intentando sonar casual -te dije que si lo volvías a molestar, te mataría- jaló el cabello del omega que seguía haciendo ruido -como tú pequeña perra está aquí, no lo haré, porque no soy estúpido- encajó las uñas en el cuello de Jin Hwan -pero escúchame, y escúchame bien. Soo Bin es mi omega ahora, no tuyo. Sung Hoon es mi hijo ahora, no el tuyo- observó cómo el rostro de Jin Hwan se volvía morado por la falta de oxígeno -esa es mi familia ahora, arruinaste cualquier conexión que podías tener con ellos- tiró al omega de la cama cuando su llanto comenzó a molestarle.

-Corre y será tu último error, mitad-lobo- el omega permaneció en el suelo, lloriqueando.

Yeon Jun removió la mano de su cuello y el alfa tomó grandes bocanadas de aire -quiero tener tus ojos en mis manos para que pueda ver el miedo en ellos cada que follo a mi omega. Para que pueda regocijarme al saber que no tienes nada y yo tengo el mundo en mis manos- apretó la quijada del mitad-lobo hasta que escuchó algo romperse y lo golpeó antes de poner dos dedos contra sus ojos -Soo Bin es un regalo de los dioses y tú eres un repugnante e insignificante mitad-lobo- presionó las uñas contra sus párpados, haciéndolo gritar -debería hacerlo, debería arruinarte.

El lobo puro apartó sus uñas, dejándole pequeñas marcas rojas -esta no es una advertencia, es una promesa. Si te huelo, si te veo o si creo que has estado cerca de ellos desearas haberte matado antes- encajó las uñas en sus mejillas -no sólo mato, mitad-lobo, yo torturo... y haré tu vida un verdadero infierno- rasgó su piel, sintiendo a Jin Hwan darle empujones inútilmente -cada día desearás la muerte... y empezaré por tus ojos y después cortaré esas manos que usaste para tocar lo que era mío... lo que es mío- retiró sus uñas de la piel ensangrentada de Jin Hwan y se puso de pie.

-Tu vida ahora está en mis manos- Yeon Jun escupió -si te quieres, aunque sea un poco, te mantendrás alejado.

Dirigió la mirada al omega que se encontraba llorando en un rincón, ignorando al quejumbroso alfa -serás el siguiente en su juego, no seas estúpido- caminó hacia la puerta -y si piensas que me importan las autoridades estás muy equivocado- soltó un gruñido de lo profundo de su pecho -soy un lobo, tus trucos no servirán conmigo- entrecerró los ojos, viendo al alfa que gritaba con el rostro cubierto de sangre -mantente alejado de mi familia.

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Holi!! ¿Cómo han estado?


Perdón por la demora, he estado un poco ocupada :")

Gracias por sus votos y comentarios, los aprecio mucho, hagan stream, tomen agua, las quiero!!! ❤

Pdt. Ayer tuve una idea para hacer una historia jijiji, he escrito apenas un capitulo :), les queria contra eso ^_^

Bueno, espero hayan disfrutado de este capitulo!! ❤


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