CAPÍTULO XII
—¿Hola?
—¿Camelia? ¿De dónde me estás llamando?
—Compré un nuevo celular durante mi descanso— Soo Bin suspiró —ya que el otro está roto.
—Ya veo— Yeon Jun abrió la puerta de cristal para salir de la casa —pensé que no sabría de ti hasta mucho más tarde.
—Sorpresa— Soo Bin rió —buenas tardes, Yeon Jun.
—Buenas tardes, Camelia— el alfa se estiró una vez que estuvo fuera —¿cómo dormiste?
—Muy bien, gracias; ¿cómo está Sung Hoon?
—Aún duerme— Yeon Jun sonrió de lado —aunque estuvo enojado con Sunoo por un corto tiempo, durmieron juntos.
—Oh, eso es muy bueno— el omega celebró —y tú Yeon Jun, ¿cómo dormiste?
—Dormí bien, pero creo que si te hubieras quedado habría dormido mejor— Yeon Jun caminó por el pasto recién podado —será extraño no verte hoy.
—Lo será— concordó —estaré en casa a las ocho.
Yeon Jun se sentó y cruzó sus piernas, con el torso descubierto. Cerró los ojos cuando el viento colisionó con su piel —no quiero esperar hasta tan tarde.
Soo Bin rió —eres como un niño.
El exmilitar sonrió —es extraño...— su sonrisa decayó poco a poco —lo mucho que te extraño, a pesar de que ayer cené contigo— abrió los ojos, mirando fijamente su jardín —realmente te extraño.
Soo Bin suspiró suavemente —lo entiendo Yeon Jun. Prometo que tan pronto como ahorre el dinero suficiente... y nos mudemos, trabajaré menos.
Yeon Jun dirigió la mirada a un pequeño montón de flores cubiertas por la nieve —¿y si no quiero que trabajes?
—No te haré caso. Trabajar es mi única independencia, necesito ser capaz de proveer para mi hijo y para mí mismo.
—Yo puedo hacer todo eso.
—Sé lo que puedes hacer y sé lo que yo puedo hacer.
Yeon Jun suspiró —tan terco.
—Tengo que serlo.
—Me pregunto si esa es una de las cosas que me atraen de ti... tu terquedad— Yeon Jun levantó la mirada cuando un copo de nieve cayó en el pasto —cuando dijiste 'nos mudemos', ¿a quiénes incluías?
Soo Bin rió —¿a quiénes crees?
Su tono provocó que una sonrisa se hiciera presente en el rostro del alfa —dime.
—Sung Hoon, yo... y tú— Soo Bin se quedó en silencio unos segundos —aunque tú no vendrás.
Yeon Jun frunció el ceño —¿quién lo dice?
—Si tú te mudas, ellos sabrán que no estás muerto, ¿no es así?
Yeon Jun mordió su labio inferior —eres muy inteligente omega, prestas atención a muchos detalles.
—Me lo han dicho antes... entonces es cierto, no vendrás conmigo.
El alfa observó cómo su patio trasero era cubierto por delgados copos de nieve —Si te cortejo, ¿aun así te mudarías?
—¿Qué piensas tú?
Yeon Jun atrapó un copo en su mano —me dejarás porque has querido eso por mucho tiempo.
—Nunca te dejaría— Soo Bin sonó enojado —y tan solo el hecho de que pienses que lo haría es indignante.
El corazón de Yeon Jun se detuvo unos segundos —Yo... me disculpo, omega.
—Si no soy nada por lo menos soy fiel. ¿Cómo podría dejarte si me cortejas? ¿Tan malo es el concepto que tienes de mí, alfa?
Yeon Jun pasó la mano por su torso desnudo, sintiendo una opresión en el estómago —lo siento mucho Camelia— inclinó su cabeza aunque no pudiera verlo —por favor, no estés enojado conmigo... no quería hacerte sentir mal, es solo que... nunca te pediría abandonar algo que has querido por mucho tiempo.
Soo Bin aún seguía molesto —¿y tú? Dime, ¿estás dispuesto a seguirme incluso si eso significa que sepan que no estás muerto?
El exmilitar tomó en su puño un poco de pasto —si tengo que seguirte hasta el fin de la tierra lo haré.
—Mentiroso— esculpió el omega —¿crees que soy estúpido? Quieres cortejarme pero eventualmente me dejarás. Siento como si estuviera jugando con mi propio corazón. Eras un líder en la milicia, si quieren pueden llamarte para que regreses.
Yeon Jun gruñó —No lo soy... te lo iba a decir eventualmente, no quería que pensaras mucho sobre eso.
—Sí, claro— respondió el omega sin creerle y con rudeza.
—¿Cómo te enteraste?
—Tengo un celular, tengo internet...— bajó la voz un poco —quería aprender más sobre el cortejo... el cortejo real, y comencé a encontrarme con otras cosas. Cuando eres un líder ellos pueden llamarte de regreso cuando lo deseen mientras estés con vida...— respiró profundamente —y tú no quieres volver, así que te fuiste... por eso te aseguraste de que creyeran que estabas muerto.
El alfa arrancó un poco de pasto con brusquedad —iré a Alaska contigo omega, no te dejaré.
—No tienes capacidad para elegir en ese asunto.
Yeon Jun tragó saliva con dificultad —¿podemos hablar esta noche de todo esto?
—Supongo...
—Esta noche le pediré a Tae Hyun y a Beom Gyu que se queden cuidando a Sung Hoon por un rato. Te llevaré a cenar y hablaremos, será el primer día del cortejo.
—¿Tú... me estás cortejando ahora? — Murmuró el omega con nerviosismo.
Yeon Jun observó a Tae Hyun salir hacia el jardín trasero —es un proceso largo, como seguramente leíste. Comenzaré ahora— cerró los ojos por un momento —después iniciaré los planos de nuestro hogar.
—Yeon Jun...— Soo Bin se quejó —yo... siento haberte gritado, estaba enojado y herido.
—Lo sé dulce flor, lo sé— finalmente dejó el pasto —esta noche hablaremos seriamente, te lo juro.
—Está bien, Yeon Jun...
—No dejes que esta conversación arruine tu día, mi querido omega— soltó un suspiro desolado —como deseo estar ahí contigo para abrazarte en estos momentos.
—A mí también me gustaría eso...— Soo Bin soltó una risa triste —mi noche... fue muy mala, volví a dormir en el auto...
—¡Soo Bin! — Yeon Jun gruñó fuerte, levantándose —olvidé lo de tu calefactor, ¿por qué no me lo dijiste?
El omega parecía estar temblando —está bien... mientras Sung Hoon tenga una cama caliente, está bien.
—¡No, no lo está! Ya deja de decir que las cosas están bien cuando no es así— gritó el alfa mientras caminada por el pasto congelado —voy a salir ahora mismo hacia tu casa. El calefactor estará arreglado para cuando vuelvas.
—Yeon Jun no, ya llamé para que lo compongan, vendrán el martes.
El gruñido que soltó Yeon Jun sonó tan feroz que incluso sorprendió a Tae Hyun —¿qué es lo que dije?
—Sí alfa...— Soo Bin murmuró su respuesta —no estés enojado...
—No estoy enojado omega, estoy furioso. No tenías por qué dormir en un auto, pudiste traer ropa y dormir aquí, conmigo.
Soo Bin soltó un quejido —me estás gruñendo...
Yeon Jun dejó su frente contra la puerta de cristal, respirando el aire frío a su alrededor —lo siento... solo estoy enojado conmigo mismo por no haberlo recordado. No debo tratarte de esta forma— cerró los ojos, buscando tranquilizarse —por favor perdóname, Camelia.
—Te perdono...— Soo Bin volvió a quejarse pero esta vez más bajo, haciéndole a Yeon Jun sentir un dolor en el corazón —¿estarás enojado conmigo cuando vuelva del trabajo?
—No, mi omega, lo juro— el alfa cerró los ojos más fuerte —mi amor, lo siento. No estés triste, especialmente cuando no estoy ahí para reconfortarte.
—Está bien...— respondió Soo Bin pero aún sonaba triste —es tarde, tengo que volver al trabajo. Iré a tu casa en la noche.
—Sí, claro— Yeon Jun mordió su labio inferior —cuídate...
—Adiós...
El lobo golpeó su cabeza tres veces contra la puerta cuando escuchó el sonido que indicaba que la llamada había terminado.
Tae Hyun lo miró impresionado —Wow, ¿qué pasó?
Yeon Jun negó —me sentí tan enojado conmigo mismo, olvidé que su calefactor se descompuso, dejé que durmiera solo en un auto— se dio la vuelta, pegando su espalda desnuda a la puerta —¿qué clase de alfa soy?
Tae Hyun mordió la parte interna de su mejilla —sí, eso no está bien pero no es tu culpa haberlo olvidado, ¿por qué no te lo dijo?
Yeon Jun lo miró con pereza —puedo suplicarle a Soo Bin una y otra vez que me deje ayudarlo y no aceptaría— gruñó por lo bajo, apretando su teléfono —y todo es culpa de ese mitad-lobo.
—¿Su anterior alfa? — Tae Hyun cruzó sus brazos —¿mantienen comunicación? Beom Gyu me dijo que no tenía permitido acercárseles.
El alfa de ojos negros intentó regular su respiración —si hablo de esto me enojo— tomó asiento en el suelo, respirando profundo —le ha estado enviando cartas a Soo Bin durante una semana. Leí la primera que Soo Bin rompió y tiró— mantuvo los ojos cerrados —no sé si son celos o es por mis sentimientos hacia él... no sé si comenzó ahora porque deseo cortejarlo y comenzar a construir nuestra casa... pero quiero los ojos de ese mitad-lobo en mis manos.
Tae Hyun lo miró con seriedad por el tono de voz que usaba —¿no crees que Soo Bin se enojará si lo matas?
Yeon Jun lo volteó a ver con hostilidad —¿enojarse? Soo Bin lo odia.
—Eso es cierto— Tae Hyun concordó, intentando calmar al alfa —pero aun así quizás se moleste... están enlazados.
El exlíder del sector de tortura se inclinó hacia él, mostrando sus dientes —morderé a mi omega tan fuerte que sentirá como si nunca hubiera tenido otra marca— soltó un bufido —destruiré cualquier lazo con ese asqueroso desperdicio de aire.
Tae Hyun relamió sus labios, cruzándose de brazos —¿lo ha lastimado recientemente?
—Quisiera que lo intentara— Yeon Jun se hizo para atrás, apoyándose en las palmas de sus manos —le arrancaría la piel a ese mitad-lobo mientras aún tiene vida.
—Estás siendo algo agresivo, Yeon Jun— señaló Tae Hyun con una sonrisa de lado.
El lobo de ojos obscuro apartó la mirada —no soy así— murmuró, manteniendo los ojos fijos en el piso de madera —pero cuando imagino a Soo Bin con marcas que no son hechas con amor... hechas por mi— negó rápidamente —veo rojo... no veo nada más que rojo— volvió la mirada hacia el hombre que había sido su mano derecha en tiempos de guerra —Sung Hoon... imagina Tae Hyun; imagina a Sunoo siendo golpeado por alguien.
Tae Hyun gruñó sin poder evitarlo —mataría a quien se atreviera a hacerlo.
Yeon Jun asintió lentamente —eso es todo lo que veo cuando pienso en esas cartas... cuando pienso ahora en esa ocasión que se presentó en su casa... yo estaba ahí, ¿pero y si no lo estoy un día? — frunció el ceño —¿y si se presenta cuando no esté? Ese mitad-lobo tiene agallas— sus manos se convirtieron en puños —Si envía una carta más al que pronto será mi omega, nadie lo encontrará... y a nadie le importará.
Se quedaron en silencio durante un momento, Yeon Jun mirando a la nada —Tae Hyun, necesito un favor.
El aludido inclinó su cabeza —lo que sea.
Yeon Jun mordió su pulgar —necesito que alguien cuide de Sung Hoon esta noche.
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Yeon Jun encendió el calefactor, levantando sus brazos hacia el conducto de ventilación. Cuando sintió aire caliente soltó un suspiro de alivio pues Soo Bin y Sung Hoon tendrían su casa caliente desde ese momento en más.
—¡Baba! — Sung Hoon corrió hacia el alfa —¡mira!
Yeon Jun sonrió, arrodillándose a su lado —¿amarraste tus agujetas por tu propia cuenta?
—Sí baba, lo hice solito— Sung Hoon piso con fuerza, dando pequeños saltitos —¡feliz! — El pequeño alfa se detuvo cuando una de las agujetas se deshizo y miró a Yeon Jun antes de volver la vista a su zapato —¡Baba! — frunció el ceño, moviendo su pie varías veces —pasó algo malo.
Yeon Jun rió y volvió a hacerle un nudo —puedo ver eso.
Sung Hoon sonrió una vez que sus agujetas estuvieron listas de nuevo —¡dos conejitos!
El exmilitar besó la mano de Sung Hoon —eres un alfa muy dulce.
Sung Hoon se sonrojó, dejando que Yeon Jun besara sus dedos pequeños —gracias baba— comenzó a reír cuando Yeon Jun mordisqueo a modo de juego su dedo meñique —¡cosquillas! — Alejó su mano para poder aplaudir —Mami viene a las ocho.
Yeon Jun sonrió —apenas son las dos, Sung Hoon.
El niño hizo un puchero, llevando el pulgar a su boca —extraño a mami.
Yeon Jun asintió —yo también extraño a mamá— alejó el dedo de su boca cuando comenzó a morderlo —te traeré una paleta.
—¡No, no! — Sung Hoon se aferró a la pierna de Yeon Jun —no muerdo, baba.
—Suéltame, por favor— Sung Hoon obedeció, dejando que caminara a la cocina y el alfa más pequeño corrió detrás de él unos segundos después.
—¡No necesito paleta!
—No grites, Sung Hoon— Yeon Jun sacó una paleta de hielo y le quitó la envoltura, sentándose en el suelo con sus piernas separadas —ven conmigo.
Sung Hoon negó —no...
—Ven, Sung Hoon.
El niño dio dos pasos hacia adelante y después corrió con algo de torpeza hacia el alfa —baba muerde primero.
—Bien— Yeon Jun lo hizo, tendiéndole la paleta ya mordida —Hey, hey— la alejó del niño —si solo la lames no ayuda, debes morderla.
—¡Muy fría! — Sung Hoon se removió —¡no quiero!
—¿Por qué me gritas, hm? — Yeon Jun dejó las manos en la espalda del niño —yo no te grito, alfa.
Sung Hoon lamió su paleta con el ceño fruncido —No estoy gritando.
Yeon Jun sonrió de lado —lo estabas haciendo.
El alfa menor se removió, riendo cuando Yeon Jun comenzó a hacerle cosquillas —¡No!
—Sí— Yeon Jun sonrió después de suspirar, removiendo mechones de cabello del rostro de Sung Hoon.
Sung Hoon mordisqueo su paleta, acariciando las marcas que cubrían el cuello de Yeon Jun —bonito...
—Sí, ¿piensas que lo son?
—Sí— Sung Hoon sonrió con algo de dulce alrededor de sus labios —me gustan las marcas de baba— tocó una de su brazo —es un corazón.
—Lo es— Yeon Jun tocó el corazón hecho de huesos —este es por un viejo amigo que murió.
—Oh...— Sung Hoon dejó un beso en la marca y volvió a su paleta.
Yeon Jun sonrió, negando —esta noche saldré con tu madre a un lugar especial.
Sung Hoon lo volteó a ver —voy también.
—No, solo mamá y yo— pellizcó afectuosamente la pequeña nariz del infante —no me mires así, es muy importante que salga con tu madre esta noche por varias razones.
—¡Voy también! — Sung Hoon estaba al borde de las lágrimas, sujetando con fuerza la paleta.
—Estás gritando de nuevo— el alfa mayor llevó la mano de Sung Hoon a su boca —yo... le grité hoy a mamá.
Sung Hoon ladeó su cabeza —¿gritaste a mami?
—Sí, porque estaba enojado. Estuvo mal y no debí hacerlo— soltó un suspiro —quiero salir con él para disculparme, quiero hacerlo feliz, ¿me entiendes?
Sung Hoon miró el dulce entre sus manos —yo... entiendo— talló sus ojos —tienes que ser bueno con mami. No pegues a mami, no grites a mami.
Yeon Jun asintió con seriedad —siempre alfa, lo prometo. Lo trataré como a un Dios— alzó su cabeza —creo que amo a tu madre, es increíble.
Poco a poco en el rostro del niño apareció una sonrisa —mami es increíble y bonito.
El lobo tiró la cabeza hacía atrás —¡tan hermoso! — envolvió a Sung Hoon en un fuerte abrazo —¡el omega más hermoso que alguna vez he visto!
Sung Hoon gritó con felicidad —¡mami es hermoso!
Yeon Jun besó la mejilla del niño —entonces, ¿está bien que lleve a mamá a un lugar especial?
—Sí baba, pero... ¿pero y yo? ¿A dónde iré? — Sung Hoon lamió su paleta —¿estaré solito?
—Claro que no— Yeon Jun habló con seriedad —¿crees que mamá o yo te dejaríamos solo alguna vez?
—Nunca, baba.
—Por supuesto, ya le pregunté a Tae Hyun y dijo que cuidará de ti. Estarás también con Sunoo.
—Sunoo...— Sung Hoon asintió —está bien, baba— mordió su paleta, estremeciéndose —frío...
—Buen niño— Yeon Jun dio otro mordisco.
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—¿Hola?
—¡Mami! — Sung Hoon gritó —¿dónde estás?
Soo Bin se quitó su suéter con una sonrisa —estoy en casa bebé, vine a bañarme.
—¡No! — Sung Hoon soltó un quejido —ven a casa de baba, por favor.
—Lo haré después de bañarme, precioso— Soo Bin se sentó para quitarse un zapato pero se detuvo cuando Sung Hoon comenzó a llorar —bebé, estaré ahí pronto.
—¡No! — Sung Hoon lloriqueó —baba... baba, ¡mami está en casa!
—Sung Hoon, bebé, tranquilízate.
—¡Mami! — Su piel se erizó por el grito de su hijo —¡Baba no puede protegerte! ¡Ven con Baba!
—Bebé, déjame hablar con baba.
—Soo Bin, deberías estar aquí.
—Yeon Jun, no dejes a mi hijo llorando.
—Lo estoy reconfortando. Se supone que deberías estar aquí, no ir a tu casa.
—¡Dijiste que saldríamos! — Levantó sus brazos, frustrado —quería arreglarme.
—Ya veo... Sung Hoon, tu madre solo fue a casa a alistarse para nuestra salida.
Soo Bin suspiró, quitándose el otro zapato y después alzó la cabeza rápidamente —¿Yeon Jun?
—¿Qué sucede?
—¿Arreglaste la calefacción?
—Lo hice, ¿la temperatura está mejor?
Soo Bin bajó la mirada, intentando no sonreír —sí, la casa está cálida.
—Sung Hoon, iré por mamá... Soo Bin, iré por ti y después nos iremos para que Sung Hoon se sienta más seguro.
Una amplia sonrisa apareció en el rostro del omega —está bien Yeon Jun, déjame hablar con mi bebé.
—Mami...
—Hola precioso, ¿está bien si Yeon Jun viene por mí?
—Sí mami— Sung Hoon tosió —mami está seguro con baba.
—Oh, dulce alfa— Soo Bin suspiró, sintiéndose mejor ahora —Gracias.
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—¡Yeon Jun! — Soo Bin dejó caer la playera en sus manos pero pudo atraparla antes de que tocara el suelo y la pegó a su pecho —me asustaste.
—Anuncié mi llegada.
El omega cruzó sus brazos —no lo hiciste, te hubiera escuchado... ¿y alguna vez me dirás cómo entras a mi casa sin que me dé cuenta?
—No lo haré— Yeon Jun sonrió de lado —y quizás olvidé anunciar mi presencia— caminó hacia la persiana que tenía la habitación y la cerró —te estás vistiendo en un lugar donde la gente puede verte.
—Apenas y estaba Abierta— Soo Bin apartó la mirada y se puso la playera —quizás yo también lo olvidé.
Yeon Jun se acercó a él y colocó las manos alrededor de su estómago —Hmm...— respiró su aroma, deleitándose con el —siempre hueles increíble.
Soo Bin sonrió con orgullo —gracias, Yeon Jun— colocó sus pequeñas manos sobre las del alfa —¿a dónde me llevarás?
—Un lugar lindo... es un poco alejado.
—¿Alejado? — Giró para encararlo —¿qué tan alejado?
Yeon Jun sonrió —luces tan hermoso, omega.
El rostro de Soo Bin se volvió rosa ante esas palabras y soltó algunas risas nerviosas mientras miraba hacia abajo —¡Yeon Jun!
—Solo un momento— el lobo levantó su rostro, mirando sus ojos —no hay ninguna imperfección... parece imposible pero así es— se acercó para unir sus labios en un suave beso, alejándose apenas un poco para luego volver a besarlo —siento como si de alguna forma, hubiera encontrado oro.
Soo Bin intentaba no sonreír, con su rostro ahora totalmente rojo —Gracias... alfa.
—Sí no es que no me he dado cuenta ya, estoy seguro de que caeré profundamente enamorado de ti muy pronto— pellizcó su mejilla con afecto —siento mucho haber levantado la voz, fue innecesario.
Soo Bin dejó la mano sobre la del alfa que estaba contra su rostro y sonrió —mientras lo hayamos solucionado y ya no estés enojado, está bien— depositó un pequeño beso en su palma —realmente confío en ti con todo mi corazón. Cuando gritas no me asusto pensando que me lastimarás, solo me pongo triste porque no quiero que estés enojado conmigo.
Yeon Jun suspiró —eres demasiado bueno Soo Bin, demasiado puro.
El omega se acercó más y dio una pequeña lamida a la punta de la nariz de Yeon Jun —tal como tú, Yeon Jun.
El alfa relamió sus labios —¿conoces el bosque... cerca de North Creek?
La sonrisa de Soo Bin quedó en el olvido y su expresión se volvió neutra —s-sí.
—Te llevaré ahí, hay un pequeño restaurante en esa zona que es manejado por un lobo muy viejo... es un amigo mío y hace comida realmente buena.
Soo Bin tragó saliva con dificultad —ya veo, pero... ¿por el bosque?
—No estés asustado, nada te hará daño, lo juro— aseguró el exmilitar.
El omega asintió lentamente, bajando la mirada —no iremos cerca del bosque, ¿o sí?
—Lo haremos, pero solo por un momento.
—Entonces no puedo ir— Soo Bin se alejó, caminando fuera de la habitación.
—Omega, omega, omega— Yeon Jun corrió detrás de él, intentando tomarlo de la mano —¿por qué te alejas de mí? ¿Qué está mal?
Soo Bin negó rápidamente —a Jin Hwan le gusta merodear por ahí... no puedo, no podemos.
Las cejas de Yeon Jun se alzaron —¿Quién?
El omega acarició sus propios brazos —mi exesposo... no quiero cruzarme con él.
—Yo deseo hacerlo.
Los ojos de Soo Bin se agrandaron —No... no, ¡no lo harás!
—¿Por qué no? — El alfa gruñó —Te ha estado enviando cartas y comienza a fastidiarme.
Soo Bin quedó boquiabierto por eso —las rompí todas, ¿cómo...?
—Las hiciste trizas— Yeon Jun le miró fijamente —leí la primera que solo rompiste... no estaba enojado entonces. Estoy enojado ahora; voy a cortejarte y si lo deseas, vamos a enlazarnos... ese mitad-lobo me desagrada. No me siento amenazado por él pero sé que tú si— su mentón se tensó —y si tú te sientes así entonces yo también.
Los labios de Soo Bin temblaron —yo... te juro que te lo iba a decir Yeon Jun, esta noche después de que habláramos... lo juro.
—No estoy enojado contigo, sé que él no te interesa— acercó más al omega, que estuvo agradecido por eso —pero no permitiré esto... especialmente no por parte de un mitad-lobo.
El omega de ojos cafés tragó con dificultad —¿tú... lo matarás?
—Si es necesario.
Soo Bin negó —no lo hagas.
Yeon Jun dio un paso hacia atrás —¿por qué? — Soo Bin intentó alcanzar el brazo que antes lo había rodeado pero Yeon Jun seguía alejándose —dime por qué.
—Yeon Jun, detente— intentó alcanzarlo de nuevo, con lágrimas descendiendo por sus mejillas —¡basta!
Yeon Jun no lo escuchó, alejándose cada que Soo Bin intentaba agarrarlo —¿Porque aún lo amas?
Soo Bin se detuvo y entrecerró los ojos, dando un paso hacia adelante —si crees aunque sea por un segundo... que amo a esa maldita escoria abusiva entonces puedes irte de mi casa— se abrazó a sí mismo —¡golpeó a mi hijo, Yeon Jun! ¿estás loco? — Soo Bin frotó su nariz con el dorso de su mano —lo odio... no quiero verlo con vida pero no quiero que lo mates. Irías a la cárcel, tendrías sangre sucia en tus manos. No vale la pena dejarnos por él, Jin Hwan no vale la pena.
Yeon Jun suspiró, abrazando al omega que soltaba suaves sollozos —lo siento, lo siento mucho, eso estuvo muy mal de mi parte.
Soo Bin se removió un poco, presionando su rostro contra su pecho —cuando te necesito... simplemente te necesito. No huyas de mi— pidió sorbiendo su nariz —cuando no he hecho nada malo.
—Lo entiendo— Yeon Jun acarició su espalda y besó la fuente de aroma del omega —por favor no llores, lo siento mucho Camelia. He arruinado las cosas dos veces hoy debido al enojo— lo tomó por el mentón y lamió sus lágrimas lentamente —entiendo lo que dices... quiero que hagas algo por mí; cuando te envíe otra carta... envía una de regreso diciéndole que se detenga— Soo Bin asintió —Si recibes otra carta— Yeon Jun ladeó su cabeza —encontraré donde vive y le arrancaré los ojos— Soo Bin sintió náuseas ante la imagen mental —Sí se atreve a venir aquí... nadie lo verá de nuevo. No iré a la cárcel ni te dejaré. Nada cambiará mi forma de pensar.
A Soo Bin le tomó un tiempo asentir —sí, alfa...
—No me temas, por favor— Yeon Jun secó el resto de las lágrimas que había en su rostro —tengo que hacer lo que sea necesario para mantener a Sung Hoon y a ti a salvo, ¿lo entiendes?
—Lo entiendo pero... Jin Hwan conoce gente que puede lastimarme Yeon Jun. ¿Y si desaparezco y Sung Hoon se queda solo? No puedo arriesgarme, no quiero que me quiten a mi hijo.
Yeon Jun negó —después de esta noche no te preocuparás porque esa 'gente' o esa persona te lastime— entrecerró sus ojos obscuros —soy capaz de muchas cosas y no dejaré que nadie te lastime, no dejaré que nadie lastime a Sung Hoon— acarició las mejillas del omega, intentando hacerlo sonreír —ahora, ¿me dejarás consentirte esta noche?
—Sí, alfa.
Yeon Jun cargó a Soo Bin de un solo movimiento —entonces debemos irnos
.
Soo Bin pataleó un poco —mis zapatos Yeon Jun, ¡mis zapatos!
El alfa se dio la vuelta, sosteniendo a Soo Bin como si fuera su noche de bodas —zapatos, zapatos— depositó un beso en su mejilla —no podemos irnos sin zapatos.
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—Buenas tardes, Chan Yeol— Yeon Jun hizo una pequeña reverencia que Soo Bin imitó unos segundos después —¿cómo estás?
—Muy bien Yeon Jun, gracias— el hombre mayor de tez morena le sonrió a Soo Bin —¿y quién es él?
—Hola, soy Soo Bin— respondió el omega, inclinándose de nuevo —es un placer conocerlo.
—Igualmente— el hombre los guió al interior del restaurante. El lugar era hermoso y estaba cubierto de tonalidades doradas —vengan por aquí, les daré un lugar.
—Gracias— ambos respondieron en sincronía. Yeon Jun tomó su mano, avanzando por algunas mesas hasta llegar a una cerca de la ventana. El alfa empujó la silla hacia atrás para dejar que se sentara y después lo hizo también.
Chan Yeol dejó dos menús en la mesa antes de inclinarse —espero que ambos tengan una noche encantadora.
—Gracias Chan Yeol... fue bueno volver a verte.
—Como siempre— Chan Yeol miró a Soo Bin —has conseguido un muy buen alfa.
Soo Bin no pudo contener su sonrisa —Dios te bendiga, gracias— miró al exmilitar —realmente lo es.
Chan Yeol aplaudió —disfruten su velada— murmuró antes de caminar a otra mesa, hablando con otros clientes.
—Es tan tierno, me agrada— susurró el omega.
Yeon Jun sonrió levemente —es un hombre increíble, en verdad.
—¿Cómo se conocieron?
—Cuando llegue aquí tenía dinero pero ningún lugar donde quedarme— se encogió de hombros, restándole importancia —conocí a Chan Yeol cuando vine a comer y realmente disfruté la comida. Me permitió quedarme con él mientras buscaba mi casa.
—Wow...— Soo Bin miró al otro hombre —eso fue muy amable de su parte.
—Extremadamente— Yeon Jun abrió su menú, mirando las distintas opciones de comida —el cordero es muy bueno.
Soo Bin miró su menú también —mm, tienen salmón.
El alfa lo miró fijamente a través de sus pestañas —¿te gusta el salmón?
El mitad-lobo asintió con emoción —me encanta el pescado— mordió su labio inferior, leyendo los demás platillos —mm, pastel de cangrejo.
Yeon Jun dejó su menú, cruzando sus dedos debajo de su mentón —siempre compro carne.
—¿Hm? — Soo Bin lo miró —¿disculpa?
—Siempre compro carne, ¿por qué no me dijiste que comes pescado?
Soo Bin parpadeó rápidamente —oh, bueno... el pescado es caro y realmente no es algo importante.
Yeon Jun resopló luego de soltar una risita —ya veremos— tomó su menú de vuelta —¿pedirás pescado, entonces?
Soo Bin frunció sus labios —¿cuándo vuelva a casa voy a encontrar un pez vivo en mi hogar, Yeon Jun?
Yeon Jun soltó una carcajada, cubriendo sus ojos, riendo detrás de su menú y aquel sonido hizo que el corazón de Soo Bin diera un vuelco. Una vez que Yeon Jun se relajó, negó —¿te gustaría tener un pez en tu casa?
—No creo tener otra opción— Soo Bin sonrió —sí, comeré pescado esta noche... y solo esta noche.
—Hm...— Yeon Jun asintió con una gran sonrisa —yo pediré cordero.
—¿Te gusta el cordero?
—Sí, te daré un poco para que lo pruebes si no lo has hecho.
Soo Bin cerró el menú con una sonrisa —ten cuidado, puede que encuentres uno cuando vuelvas a casa.
El lobo tiró la cabeza hacia atrás, riendo y Soo Bin rodó los ojos por lo hermoso que sonaba.
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—Cuéntame una historia de guerra— pidió Soo Bin mientras cortaba un trozo de su salmón —una que sea realmente buena.
—Hm...— Yeon Jun esperó a que Soo Bin comiera un bocado antes de cortar un trozo de su propia comida —estaba en el bosque siberiano, en mi forma de lobo— limpió sus labios con delicadeza —era el clima más frío en el que alguna vez estuve... me enviaron a entregar un mensaje porque no creían que alguien más sobreviviría el viaje.
Soo Bin asintió con entusiasmo, prestando completa atención.
—Hacia tanto frío... realmente no sé cómo sobreviví. Cuando llegue me dieron atención médica inmediatamente, mi fiebre era muy alta e incluso habían enviado ya un mensaje diciendo que había muerto. Al día siguiente me fui sin decir nada e hice el viaje de regreso con una condición crítica— el exmilitar rió —estaban muy sorprendidos cuando llegué... también asustados.
Soo Bin sonrió —suena a algo que harías— bebió un poco de agua —ahora cuéntame una historia donde haya un chico malo.
Yeon Jun volvió a reír —¿quién es malo, técnicamente? — preguntó al aire, cortando otro trozo de su comida —en una ocasión estaba peleando...
—¿Como lobo?
—Sí— una sonrisa se extendió por el rostro de Yeon Jun por la emoción de Soo Bin —y le arranqué la cabeza a otro lobo de una mordida.
—¿Qué? — Soo Bin bajó la voz, mirando a su alrededor —¿de una mordida... la cabeza de un lobo?
Los ojos de Yeon Jun estaban agrandados —sí, la cabeza de un lobo... la arranqué.
—¿Por qué? — Preguntó mientras se acercaba un poco más, apretando los bordes de la mesa con sus manos —¿qué hizo?
—Intentó matarme.
Soo Bin le miró boquiabierto —¿acaso intentó arrancarte la cabeza de una mordida?
—No.
—Bueno, ¿no podías solo.... morderle un brazo o una pierna, quizás?
Yeon Jun se encogió de hombros, llevándose a la boca un pedazo de carne —estaba enojado y fui directamente por la opción de matarlo— Soo Bin alcanzó una rebanada de pan del centro de la mesa y llenó su boca, haciendo reír al alfa —te vas a ahogar.
Soo Bin no dijo nada, mirando su plato fijamente.
—No hablemos de estas cosas durante la cena— Yeon Jun se acercó y pellizcó las mejillas del omega —en lugar de eso, dime lo que aprendiste sobre el cortejo.
Una vez que Soo Bin tragó todo lo que había en su boca, respiró profundo —Bueno... aprendí que hay pasos— apartó la mirada —normalmente no incluyen al omega teniendo un hijo.
—Está bien, encontraremos el modo de hacerlo todo. Tae Hyun estuvo completamente dispuesto a quedarse con Sung Hoon, aunque no siempre será necesario que lo haga.
El omega asintió —lo siento, no por tener un hijo pero sé que todo el cortejo es más fácil cuando ambas partes están limpias.
—No estoy de ninguna forma 'limpió', somos un par imperfecto y no hay nada malo en eso— le tranquilizó Yeon Jun, tomando su mano —absolutamente nada, omega— depositó un beso en sus nudillos —¿qué más? Dime.
—Bueno...— Soo Bin intentó sonreír —comúnmente se tiene una primera cita... aquí estamos. Después, ¿agua?
Yeon Jun mordió su labio, mostrando sus hoyuelos —sí, iremos a un lugar con agua en algún momento de esta semana... aunque quizás debamos saltarnos esa parte.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Puedes enfermarte, tu cuerpo no está acostumbrado a ese tipo de frío.
—Bueno...— Soo Bin hizo un puchero —quiero hacerlo si es algo normal en el cortejo.
Yeon Jun sonrió de lado —podemos saltar eso.
—No, lo haremos— Soo Bin llenó su boca de comida para dar por terminado el tema.
—Omega terco— Yeon Jun le retó, divertido.
—Dime...— Soo Bin tragó su comida —he leído sobre los elementos pero no he entendido mucho, explícame eso por favor.
Yeon Jun asintió —nuestro linaje de lobos está basado en los elementos de la naturaleza, estoy seguro de que aprendiste eso en la escuela; agua, aire, fuego y tierra— Soo Bin asintió —el cortejo dura un mes, cada semana del mes es dedicada a un elemento.
—¿Qué semana sería esta? — Preguntó el omega después de volver a asentir.
—Esta semana corresponde al agua. El agua es para la limpieza, se dice que todo comenzó con el agua, es el comienzo de nosotros. El agua da vida a algo... a nosotros— Yeon Jun tomó su vaso —te bañaré con regalos, amor y comprensión. Esta semana nos acercará como amigos, liberará nuestras emociones, nos limpiará y curará.
Soo Bin asintió con seriedad —y después...
Yeon Jun dio un largo trago —después viene aire. El aire es un respiro de vida... nacemos. El aire nos permite existir como seres vivos. La comunicación, la felicidad, la amabilidad... habrá más regalos, mucha comida y estaremos en el exterior mucho tiempo— se reclinó en su asiento —después va la tierra. Nuestro crecimiento, estabilidad... la tierra es la base de todo. La fertilidad... la semana de la tierra es una muy importante, aprenderemos a respetarnos el uno al otro, a cuidarnos y a estar en silencio.
—Y el fuego...— Soo Bin terminó.
—El fuego...— Yeon Jun relamió sus labios —es peligroso. Es la última semana del cortejo y es la más apasionada. Debemos estar solos y debes estar en celo, lo cual será difícil pero encontraremos una forma de hacerlo... ese es el momento en el que te tomaré.
—Oh...— Soo Bin se sonrojó —ya veo.
—Como no eres un lobo puro tus celos son irregulares y en menor cantidad, lo cual está bien. Tampoco eres virgen así que lo haremos tan tradicional como se pueda— sonrió con calma —la pasión, la atención, amor, celos, enojo... el fuego es importante para nuestra supervivencia. Para cuando lleguemos a esa semana habremos aprendido mucho del otro... el fuego puede destruir o puede construir. Si estamos destinados, todo irá bien. Será nuestra última semana y entonces decidiremos muchas cosas; lazo, hijos, una ubicación, una casa. Te trataré como la realeza.
El omega rió con nerviosismo —¿cómo... haremos todo esto en un mes? Tengo trabajo y a Sung Hoon.
—Tendremos que reducir el tiempo a un día o posiblemente dos a la semana. Tener un hijo no es tradicional pero no interferirá. Si Sung Hoon tiene que venir con nosotros algunos días entonces eso estará bien— Soo Bin soltó un suspiro, relajándose por sus palabras —puede que incluso sea mejor, los tres nos uniremos— volvió la atención a su comida —pero para la semana del fuego...— una sonrisa apareció en su rostro —serás completamente mío, aunque sea solo por un día.
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Soo Bin removió su tenedor alrededor de su postre —Si eres atrapado vivo, ¿no puedes simplemente decirles que no puedes ir?
—No puedo hacerlo. Cuando me uní a la milicia firmé un contrato— Yeon Jun limpió la comisura de sus labios, alejando su plato vacío.
—Pero ¿y si somos una familia?
—Bueno...— Yeon Jun lo pensó por un momento —si tuviéramos un hijo o nos casáramos, entonces me otorgarían un indulto.
—Oh...— el omega dejó su tenedor —un hijo.
—Bueno sí, a menos que les rogara porque nos dejaran casarnos, necesitaríamos un hijo— Yeon Jun presionó sus labios juntos en una línea firme —no quiero presionarte para tener un hijo para que pueda mantener alejado mi pasado. No es justo para ti, no debes ser visto como una alternativa.
Soo Bin asintió —aprecio mucho eso Yeon Jun, gracias— se removió un poco en su asiento antes de volver a hablar —me encantaría tener más hijos... en un hogar sano. Me encantaría tener hijos contigo pero... fue muy difícil tener a Sung Hoon. Él fue un niño milagro, no creo que pueda tener más.
—Te daré hijos, Soo Bin— estiró su mano para alcanzar el rostro del omega y lo acarició —lo juro, si me toma toda la vida entonces que así sea, y no será por mi beneficio sino por el tuyo. Te veo como algo especial, como mi alma gemela... dicen que son un mito, que las almas gemelas solo son historias para niños, pero cuando estoy contigo no puedo sentirme mejor— sonrió suavemente —te daré un hijo cuando estés listo.
Soo Bin asintió, intentando no llorar —sí, está bien.
—¿Me crees?
—Lo hago... creo en ti.
—Bien— el lobo asintió —¿estás listo para que nos vayamos?
El omega sonrió, frotando su rostro contra la mano del mayor —lo estoy.
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—La Navidad se acerca— Soo Bin sostuvo la mano de Yeon Jun mientras caminaban por el bosque —¿te irás por esa fecha?
—No celebró la Navidad.
—Oh...— Soo Bin elevó la mirada a las estrellas que iluminaban el cielo —¿por qué no?
—No es común entre lobos el celebrar una festividad inventada— respondió mientras se aseguraba que el omega no tropezara —pero si deseas celebrarla, lo haré también.
Soo Bin frunció el ceño —¿celebras algo en Diciembre?
—Los lobos celebran la vida cada día. La última semana de Diciembre está llena de fiestas simplemente por el Año Nuevo... una Luna Nueva.
—Oh...— Soo Bin asintió, mirando a su alrededor —bueno, iba a ir a comprarle algunos regalos a Sung Hoon después del trabajo uno de estos días mientras está contigo, si eso está bien.
—Sí, por supuesto... con cuidado, Camelia.
—Gracias.
—¿Te gustaría celebrar la luna nueva de Año Nuevo conmigo?
—Me encantaría— respondió el omega con una sonrisa, apretando la mano del contrario —¿Tae Hyun y Beom Gyu se habrán ido para ese entonces?
—No, se quedarán a celebrar; es la razón por la que vinieron durante todo el mes— Yeon Jun miró hacia atrás para asegurarse de que Soo Bin estuviera bien —dime omega, ¿qué quieres en una casa?
—Hm... siempre quise una bañera lo suficientemente grande para dos, como la que tienes en tu hogar.
—Tendrás una.
Soo Bin mantuvo los ojos fijos en sus pies —una habitación para mi precioso Sung Hoon y un jardín trasero para que pueda correr y jugar.
—Listo.
—Hm, una cocina grande con espacio para moverme alrededor y estar cómodo... con muchas ventanas pero que aun así sea un lugar privado.
—Construiré una cerca... y la casa tendrá muchas ventanas.
—¿La construirás? — Preguntó el de ojos cafés con una sonrisa —¿cómo?
—Haré un plano y después compraré todo lo que necesito. Necesitaré algo de ayuda de contratistas pero estaré alrededor todo el tiempo para asegurarme de que luzca tal como queremos.
—Y mientras estés construyéndola, ¿estarás lejos de nosotros?
—Sí, pero solo por poco tiempo. En ese periodo me aseguraré de que tú y Sung Hoon tengan donde quedarse. Nunca te dejaría aquí mientras estoy en Alaska, estaría muy lejos de ti.
Soo Bin se apegó más a su cuerpo, sonriendo contra la tela de su abrigo —está bien Yeon Jun.
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—Está muy oscuro— Soo Bin miró alrededor del bosque vacío —¿puedes ver algo?
—Claro— Yeon Jun se detuvo en medio de un sitio vacío en medio de los árboles.
—¿Y si nos perdemos? — Soo Bin tembló, abrazándose a sí mismo.
—No lo haremos, he viajado a través del bosque cientos de veces.
El omega rodó los ojos —¿por qué estamos aquí? Hace mucho frío Yeon Jun.
—Lo sé, omega— Yeon Jun acarició su rostro —deseo que veas algo muy especial.
Soo Bin sonrió por eso —¿qué es?
—Quédate aquí y no corras.
—¿Qué es? — Volvió a preguntar ahora con el ceño fruncido.
—Si confías en mí, te quedarás— Yeon Jun se apartó, mirando a su alrededor antes de quitarse el abrigo y después su camisa. Las cejas de Soo Bin se elevaron cuando el alfa desabrochó su cinturón.
—Yeon Jun...— habló entre dientes, trotando hacia el lobo —¿aquí? ¿Y si alguien nos escucha?
Yeon Jun rió —si deseas empezar con 'fuego' antes, no me molesta.
—¿Qué...? Tú eres el que se está desvistiendo.
—Quédate— Yeon Jun sonrió, quitándose el pantalón.
Soo Bin cubrió sus ojos, permitiéndose ver un poco a través de los espacios entre sus dedos —¿qué debo hacer? — se removió inquieto —¿me quito la ropa? ¿Cierro los ojos?
—Quédate— fue lo único que Yeon Jun dijo cuando se quitó el bóxer.
Soo Bin bajó la mano que cubría sus ojos y negó —maravilloso.
El exmilitar soltó una suave risa y mientras se acomodaba un poco el cabello; posteriormente comenzó a estirarse. Los ojos de Soo Bin se agrandaron poco a poco con cada hueso que parecía crujir y romperse en el cuerpo de Yeon Jun. Parecía irreal la forma en que el cuerpo humano del alfa cambiaba en solo segundos, la manera en que crecía su tamaño. Lo único que venía a su mente era la caricatura que Sung Hoon veía.
Sus ojos cambiaron a un negro brillante y su iris creció enormemente. Los pies del alfa se habían convertido en patas que probablemente lo destrozarían de una sola pisada. Sus garras, unidas a sus patas, se estiraron cuando el lobo lo hizo... la vista le hacía sentir un cosquilleo por toda su piel.
Soo Bin dio un pequeño paso hacia atrás cuando quedó frente a frente con el lobo blanco y gigantesco. Sus manos temblaron al igual que sus labios... Yeon Jun tenía razón, era enorme. Su cabeza era del tamaño del cuerpo de Soo Bin y era... jodidamente deslumbrante. Su pelaje era completamente blanco, no se veía ni una pequeña parte gris o de otro color.
Cuando se estiró, el contraste de su pelaje con la oscuridad fue algo increíblemente hermoso de ver. Yeon Jun era una luz en medio del bosque oscuro... Soo Bin estaba enmudecido.
El lobo se acercó y Soo Bin se dejó caer en sus rodillas. Yeon Jun ladeó la cabeza antes de acercarse un poco más, frotando suavemente sus cabezas y haciendo que el omega cayera sobre su trasero.
Soo Bin llevó sus temblorosos dedos al pelaje del lobo, acariciándolo y sorprendiéndose por lo suave que era —tú luces... Wow, eres un lobo.
Yeon Jun hizo un sonido y presionó la cabeza contra el cuerpo de Soo Bin; que envolvió ambos brazos alrededor de él, apretándolo más cerca —eres tan cálido y grande... tan suave— frotó su rostro justo arriba de la nariz del lobo —eres totalmente blanco.
El exmilitar en su forma animal se recostó a un lado de Soo Bin, que soltó una suave risa —Dios, tengo un lobo en mi regazo— negó, demasiado sorprendido —nunca lo hubiera imaginado— dejó un pequeño beso en su húmeda nariz —¡eres gigante, Yeon Jun! — volvió a reír, abrazándolo —¿cómo...? ¿Duele? ¿Puedes hablar?
Yeon Jun lo miró con sus brillantes ojos negros y se sentó, sacudiendo su cabeza —oh, no puedes hablar...— Soo Bin se arrodilló rápidamente —pero puedes entenderme.
Yeon Jun inclinó su cabeza.
Soo Bin aplaudió, feliz —oh, Wow, ¡increíble! — Cubrió sus labios con una mano —yo... gracias, esta es una experiencia increíble.
Yeon Jun inclinó la cabeza de nuevo, acercándose para lamer al omega que hizo una cara graciosa —tu lengua es tan áspera— acarició una de sus orejas —está bien— bajó la mano hasta su boca —¿puedo ver tus dientes?
El alfa se alejó un poco y abrió su hocico, haciéndole reír nerviosamente por el shock —inmensos, Wow...— tocó un diente lentamente —ese hombre... cuando le arrancaste la cabeza debió dolerle mucho— presionó su dedo contra uno de sus colmillos —Oh — soltó un quejido y llevó el dedo a su boca, lamiéndolo —muy filoso.
Yeon Jun cerró su boca y parpadeó lentamente, observando al omega.
—¿Es así como duermes normalmente?
El lobo asintió.
—¿Podrías...— una sonrisa se extendió por el rostro de Soo Bin —dormir así hoy, cuando me quede a dormir contigo?
Yeon Jun inclinó su cabeza como respuesta.
Soo Bin se removió con emoción —¡Sung Hoon estará tan emocionado de verte así! — atrapó su labio inferior entre sus dientes —me encanta... pero deseo verte... como eres tú, para que así puedas hablarme.
Yeon Jun asintió y sus huesos regresaron a su lugar. Sacudió la cabeza mientras las partes de su cuerpo volvían a su posición —omega.
Soo Bin cubrió su boca de nuevo —¡increíble!
Yeon Jun sonrió por el entusiasmo que mostraba —estoy feliz de que no estés asustado.
—¡Nunca! — Envolvió los brazos alrededor del cuello del alfa, abrazándolo fuerte —eres tan hermoso como lobo, no pensé que fueras completamente blanco.
—Soy un lobo del ártico, normalmente somos completamente blancos.
Soo Bin lo besó rápidamente —Ugh, ¡me encanta!
Yeon Jun sostuvo su mentón con gentileza, mirándolo con cariño —no tienes que estar asustado de que alguien te lastime Camelia, ¿ya has visto por qué?
Soo Bin asintió lentamente —sí... veo por qué.
—Ningún mitad-lobo puede pasar sobre mi incluso si lo intenta— murmuró, besando al omega con delicadeza —un raza pura puede tratar, pero nunca lo logrará. Me convertiré en tu alfa, tu protector, tu amante y tu amigo.
El omega tembló por el viento frío e inclinó su cabeza con respeto —sí, alfa.
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—Mami...— Sung Hoon corrió hacia Soo Bin con cansancio y frotó su rostro contra la tela de los pantalones de Soo Bin, quejándose —mami.
—Hola bebé, hola mi dulce niño— Soo Bin rápidamente lo cargó —oh, cómo te extrañé— le tendió su bolso a Yeon Jun para poder acariciar la cabeza del niño —¿estás bien?
—Me llevaré esto— avisó Yeon Jun antes de desaparecer en dirección a su habitación, dejándolos solos.
—Sí mami— Sung Hoon llevó el pulgar dentro de su boca, respirando el aroma de su madre y permitiendo que le calmara —te extrañé, mami.
—Oh, mi pobre alfa— Soo Bin lo meció suavemente al mismo tiempo que Sunoo llegó, acercándose tambaleante a sus piernas y tirando de sus pantalones para llamar su atención —Hola Sunoo.
—Frænka— el omega pequeño se quejó —Sung Hoon está llorando. [Frænka = Tía]
—Oh...— Soo Bin se arrodilló para abrazar al omega —está bien Sunoo— le dio un pequeño beso —ven, todos iremos a la cama.
—Sunoo— Beom Gyu apareció vestido en su pijama —te estoy hablando.
Sunoo hizo un puchero, juntando sus manos —Sung Hoon, mami— cubrió sus ojos, comenzando a llorar —¡mamá!
—Ven aquí, omega.
Sunoo corrió hacia su madre, sollozando más fuerte.
Soo Bin frunció el ceño —¿pasó algo?
—Sung Hoon estaba triste porque no habías vuelto a casa— Beom Gyu sonrió, cargando a su hijo —Sunoo está algo emotivo y cansado.
—Oh...— Soo Bin acarició la espalda de Sung Hoon —mi bebé.
Sunoo se quejó más fuerte y eso provocó que Sung Hoon se despertara. Soo Bin frunció el ceño —Sunoo, él está bien.
Tae Hyun entró a la habitación con Yeon Jun —¿qué sucede?
Beom Gyu intento confortar a su hijo —Sunoo, Það er óþarfi að gráta eins og þetta— lamió las lágrimas de sus mejillas —Tae Hyun... (Sunoo, no hay necesidad de llorar así.)
El omega volvió a quejarse, quedándose quieto en los brazos de su madre.
—Sunoo, ven— Tae Hyun lo cargó y lo marcó con su aroma —es hora de ir a la cama— ayudó a que su omega se levantara del suelo —me disculpo...— dejó un beso en la frente de su hijo —buenas noches, Soo Bin... Yeon Jun.
Yeon Jun acarició la cabeza del niño —buenas noches y gracias por todo.
Soo Bin meció a Sung Hoon con un pequeño puchero —¿estará bien?
—Sí, por supuesto— Yeon Jun dejó una mano en la espalda del niño —sus emociones están muy conectadas— besó la frente de Soo Bin —vamos a la cama— murmuró y guió al omega a su habitación —volveré en unos segundos, por favor, ponte cómodo.
Soo Bin se quitó los zapatos antes de recostar a su hijo en el nido y acarició su pancita —Shhh precioso, mami está aquí.
—Mm....— Sung Hoon giró para estar sobre su costado y bostezó.
El omega sonrió, besando su sien y se estremeció al escuchar a Sunoo llorar en la habitación que estaba al otro lado. Se deshizo de su chamarra y se sentó en el suelo, a un lado del nido de Yeon Jun.
El exmilitar entró de nuevo y cerró la puerta detrás de él —Sunoo está muy triste.
—Lo escuché.
—Se calmará en unos minutos— explicó y se quitó su camisa —¿trajiste tu ropa para dormir?
—Sí— Soo Bin le dio un último beso a su hijo —me cambiaré de ropa.
—Mañana...— Yeon Jun le ayudó a levantarse —llevaré a Sung Hoon y a Sunoo a la playa junto con Tae Hyun para que Beom Gyu pueda descansar. Si quieres puedes quedarte y descansar también.
—Llévalos y yo me quedaré con Beom Gyu— el omega sonrió —podemos encontrarnos todos para almorzar.
Yeon Jun besó a Soo Bin con gentileza —eso suena increíble, omega.
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Soo Bin corrió para ayudarle a Beom Gyu a abrir la puerta —te ayudaré.
Beom Gyu rió, acariciando su vientre —no hay necesidad de eso, estoy embarazado, no inmovilizado— respiró profundo —hoy hace más frío que otros días, se siente mejor que la temperatura habitual.
—Es gracioso que no tengas que usar ropa abrigada— Soo Bin soltó una suave risa, poniendo el seguro al auto —la gente se les queda viendo hasta que se dan cuenta que son lobos.
—Sí— Beom Gyu suspiró —recibimos muchas miradas— rodó los ojos —el clima normal para nosotros siempre es debajo de cero, es entonces que usamos ropa abrigada.
El omega de ojos cafés acomodó una pequeña mochila sobre sus hombros —hm, ¿crees que Yeon Jun tenga calor usando ese abrigo todo el tiempo?
Beom Gyu entrelazó sus brazos mientras cruzaban la calle para llegar a la playa —imagino que si— levantó la mirada al sol durante unos segundos —lo que sí me gusta de aquí es el sol... siempre hay luz en Alaska pero nunca puedes ver el sol.
—Oh, bueno... algunas veces los veranos son lo suficientemente cálidos para nadar aquí.
—Nosotros nadamos en agua fría... el agua cálida no suena nada mal.
Soo Bin asintió, mirando la multitud de gente a su alrededor —hay muchas personas hoy— avanzaron un poco más —Yeon Jun y yo.... hemos hablado sobre el cortejo.
—Oh, eso es encantador— el lobo sonrió, apegándose más a Soo Bin —¿ayer comenzó?
—Sí— replicó el otro omega con un ligero sonrojo —nuestro cortejo será un poco informal... pero Yeon Jun ha jurado que funcionara.
—Por supuesto, y cuando ese alfa hace un juramento realmente tiene intenciones de cumplir las cosas.
—Sí... le creo.
—Soo Bin.
El aludido giró su cuerpo cuando una mano sujetó su brazo —Jin Hwan...
El alfa sonrió —hola— dio un paso hacia atrás —lo sé... no se supone que deba estar cerca de ti pero no podía hacer como que no te vi. ¿Cómo estás? ¿Has recibido mis cartas?
Soo Bin se aferró al brazo del omega embarazado, dando unos pasos hacia atrás —sí... deja de enviar cartas.
La sonrisa de Jin Hwan decayó —¿por qué?
—No importa el por qué, solo deja de hacerlo— lo miró fijamente —no quiero tener que ver nada contigo.
El alfa intentó alcanzarlo y Beom Gyu golpeó su mano; dando un paso hacia el frente para encarar a Jin Hwan —no toques lo que no es tuyo, mitad-lobo.
Jin Hwan gruñó —¿un omega con otro omega?
—Jin Hwan, solo vete... nosotros nos vamos— Soo Bin sujetó al lobo por el brazo —vamos Beom Gyu.
El alfa volvió a gruñir, sujetando el brazo de Soo Bin —estoy intentando tener una conversación civilizada, Soo Bin.
Beom Gyu volvió a golpearlo, empujándolo hacia atrás.
Jin Hwan se acercó más pero Beom Gyu ni se inmutó —¿me golpearás? — ladeó su cabeza con una pequeña sonrisa de suficiencia —¿golpearás a un lobo embarazado que tiene un alfa raza pura en algún lugar de esta playa?
Jin Hwan bufó —no dejaré de enviar cartas, Soo Bin— miró al omega —¡quiero que me perdones! ¡Quiero que seamos una familia!
Soo Bin sujetó a Beom Gyu, apartándolo —vámonos— miró al alfa —me enlazaré con alguien pronto, déjame en paz.
Jin Hwan lo hubiera asfixiado si no fuera por la gente que había ahí.
El hecho de que tan solo la noche anterior habían hablado sobre el alfa era frustrante. Soo Bin había tenido la esperanza de que le dejara a él y a Sung Hoon solos... fue estúpido pensar que lo haría. Lo que Jin Hwan quería lo obtenía.
Soo Bin se dio la vuelta, dejando una de sus manos en la espalda baja de Beom Gyu —siento mucho eso, Gyu...— fue interrumpido cuando lo sujetaron por el cuello.
—¿Dónde está la marca de nuestro lazo?
Soo Bin le dio un manotazo a la mano que lo sujetaba y Beom Gyu no tardó mucho en golpear al alfa, obligándolo a alejarse un poco y captando la atención de la gente que pasaba —cometiste un grave error.
Jin Hwan arregló su playera —tú... ¡la removiste! ¡Removiste nuestra marca!
Soo Bin acarició su cuello con miedo.
—¡Removiste la marca de nuestro lazo— Jin Hwan gritó —¿cómo te atreves, Soo Bin? ¡Como te atreves a fingir que nunca estuvo ahí!
—¡Cállate Jin Hwan! — Soo Bin gritó de igual forma —¡vete! Déjame en paz, vete— sujetó a Beom Gyu una vez más —¡vete!
Jin Hwan rió —tú eres el que cometió un gran error, omega— tronó sus dedos —pondré esa marca de regreso en su lugar.
—En tus malditos sueños— replicó el omega mitad-lobo.
Beom Gyu rió —no puedo soportar a estos seres— entrecerró los ojos —si lo amenazas de nuevo más vale que comiences a rezar, asqueroso mitad-lobo— el hombre embarazado soltó un gruñido —todo lo que tengo que hacer es gritar y te cortarían la cabeza delante de toda esta asquerosa gente mirándonos.
Jin Hwan no respondió, solo se dio la vuelta y se alejó.
Beom Gyu giró su cuerpo, acercando a Soo Bin y haciendo que lo siguiera —le diremos a Tae Hyun y a Yeon Jun lo que sucedió.
—¡No! — Soo Bin hizo que se detuvieran —Yeon Jun le arrancará los ojos— susurró, intentando ignorar a toda la gente que lo miraba desde que Jin Hwan habló de la marca removida —lo hará... y no puede hacerlo frente a toda esta gente, por favor... irá a la cárcel, por favor.
Beom Gyu llevó ambas manos al rostro de Soo Bin —estás temblando y ni siquiera te has dado cuenta.
Soo Bin temblaba con violencia y había comenzado a llorar.
—No le mentiré a mi alfa, te sugiero que no le mientas al tuyo — secó las lágrimas de Soo Bin mientras caían —Yeon Jun no es estúpido.
Soo Bin asintió y envolvió al omega en un abrazo —gracias...— sollozó —por defenderme.
Beom Gyu dejó un beso en su frente —por supuesto, omega.
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Holi!! ¿Cómo han estado?
Espero les guste este capitulo!! ♡
Les agradezco a todas los que han comentado y votado, realmente me hacen feliz ^_^
Espero poder actualizar el miércoles!!
Hasta las próxima!!
Hagan stream y tomen agua!
Las quiero!! ♡♡
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