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CAPITULO VI

—Choi Yeon Jun — el hombre caminó alrededor del alfa atado, respirando fuerte y con sangre cayendo por un costado de su cabeza —Tú... tú mataste más de la mitad de mis tropas.

Yeon Jun no dijo nada, manteniendo los ojos cerrados.

¡Choi Yeon Jun está frente a mí! ¡El mismísimo Choi Yeon Jun! — se rió histéricamente, estaba condenado a morir pues perdía mucha sangre.

Destruiste a mi hijo.

El alfa ni siquiera se estremeció, tenía los brazos atados con fuerza.

Tú... tú lo regresaste a mi como un hombre diferente— tosió, escupiendo sangre. Moriría pronto.

Aunque el hombre no lo percibía, Yeon Jun podía escuchar a sus tropas acercarse.

Tuve que matar a mi propio hijo porque lo desfiguraste, no podía hablar o comer— el alfa escuchó una cadena de metal — Choi Yeon Jun, el líder del Sector de Tortura... ¿alguna vez has sido torturado?

No respondió, preparándose para lo que venía.

Voy a atormentarte hasta mi último aliento— el hombre se acercó a su oído —vas a suplicar por mi perdón, aunque eso me cueste la vida.


—Quiero ir con mami.

—Tu madre aún está con el doctor, tenemos que esperar.

Sung Hoon sostenía un juguete que había tomado en la sala de espera. Presionó la espalda contra la rodilla de Yeon Jun, jugueteando con el pequeño muñeco.

Yeon Jun estaba sentado detrás de él, con los brazos cruzados y observando a varios omegas que habían estado ahí cuando acompañó a Soo Bin. Claramente visitaban el consultorio por la misma razón.

Soo Bin apareció detrás de la puerta una vez que otro omega fue llamado.

—Mami— Sung Hoon susurró, dejando todo para intentar levantarse, pero Yeon Jun lo detuvo, atrapándolo entre sus piernas antes de que pudiera hacerlo —¡Mami!

Soo Bin sacudió la mano desde el mostrador, donde estaba pagando —un segundo, bebé.

—No puedes solo correr sin decirme, Sung Hoon.

El niño se quejó, queriendo liberarse de su agarre y Yeon Jun lo cargó —¿Me escuchaste?

Sung Hoon negó, estirando los brazos hacia Soo Bin.

—Mírame, por favor.

El alfa más pequeño lo hizo, volviendo la vista hacia Soo Bin unos segundos después.

—Si corres puedes lastimarte. Debes permanecer a mi lado siempre, ¿entendido?

Sung Hoon hizo un puchero —sí pero... pero mami...

—Lo sé, pero mamá dijo que esperáramos y eso haremos. — Yeon Jun se levantó y fue hacia la salida con el niño en brazos, esperando a Soo Bin.

—Hola Sung Hoon— el omega sonrió y estiró los brazos hacia su hijo ¿te portaste bien con Yeon Jun?

—Un poquito, mami.

—¿Un poquito? — Soo Bin negó —necesito que sea mucho, bebé.

—Sí mami— Sung Hoon abrazó fuerte a su madre.

Soo Bin sonrío —eso es todo— mordió su labio inferior, intentando contener su felicidad —se ha ido.

Yeon Jun agarró su rostro —luces cansado, si quieres tomar una siesta antes de que lavemos la ropa, puedes hacerlo.

—Puede que diga sí a eso— rió suavemente —¿Te gustaría tomar una siesta con mami, Sung Hoon?

—Siesta con mami.

—Está bien, precioso.

Yeon Jun cargó al niño de vuelta solo para dejarlo en el suelo, provocando que frunciera el ceño —ve a poner el muñeco en su lugar, por favor.

Sung Hoon miró el muñeco en su mano y se lo tendió a Yeon Jun —No.

—Sí, tú lo tomaste así que ve.

—Yeon Jun tiene razón, Sung Hoon— Soo Bin asintió —ve precioso, estamos justo aquí.

Sung Hoon vio el muñeco en su mano y después al niño que estaba sentado en la esquina, donde estaban todos los muñecos —¡Yeon Jun! — gritó.

Soo Bin pareció sorprendido por esa acción —¿Qué pasa, Sung Hoon? — se arrodilló, colocando una mano en la pancita del niño —¿Por qué estás gritando?

—¡Yeon Jun! — sacudió el muñeco en dirección al alfa, haciendo que este se arrodillara a un lado de su madre.

—¿Si, Sung Hoon?

Sung Hoon sorbió su nariz, agarrando con su mano libre el abrigo de Yeon Jun —lastiman.

—Bebé— Soo Bin suspiró —nadie te va a lastimar, estamos aquí.

Yeon Jun asintió —nadie lo hará, pero comprendo— se levantó y extendió su mano para que la agarrara —tomará un tiempo— caminó hacia la pequeña sección con el niño, dejando el muñeco donde lo había encontrado antes de regresar con el omega.

—Wow, buen trabajo Sung Hoon— felicitó al pequeño alfa que estaba sonrojado.

—Vámonos.

Soo Bin arregló la chamarra del niño antes de salir al exterior. —Woah— el omega dio unos pasos hacia atrás, sujetando a su hijo cuando una roca fue lanzada hacia él. Yeon Jun atrapó el objeto antes de que impactará contra él y movió a ambos detrás de su cuerpo, tirando la piedra al suelo.

—¡Quitarse la marca está mal! ¡Quitarse la marca está mal!

Yeon Jun miró con desprecio al pequeño grupo de personas y Soo Bin entrelazó sus manos —muévanse.

Las personas frente a él negaron —No defienda a ese omega, señor. ¡No es bueno! Muévase.

Sung Hoon lloriqueo.

—Dije que se muevan, no lo pediré otra vez— Yeon Jun gruñó ferozmente, asustando al grupo y haciendo que se replegaran.

—Sí alguien lanza alguna otra roca será lo último que haga— el alfa amenazó, empujando a Soo Bin frente a él. Sujetó la mano del omega hasta llegar al auto.

Una vez ahí, le abrió la puerta trasera para que acomodara a Sung Hoon y después abrió la puerta del pasajero para que Soo Bin subiera, manteniendo sus ojos en las personas que los miraban con asco, pero también con demasiado miedo como para decir alguna otra cosa.

Subió al asiento del conductor y puso el auto en reversa para salir del cajón de estacionamiento, acelerando una vez que se incorporó a la vía.

Soo Bin temblaba a su lado, con lágrimas cayendo de sus ojos —n-no debiste venir.

—Mami...— Sung Hoon se quejó.

Yeon Jun puso una mano sobre la rodilla de Soo Bin, manteniendo la otra en el volante —te hubieran apedreado con tu hijo, es bueno que haya venido— rebasó un auto para entrar a la carretera —Sung Hoon no llores, tu madre está emocional, nadie le lastimó.

Soo Bin se aferró con ambas manos a Yeon Jun, berreando.

—¡Mami! — el niño pataleó, intentando salir de su asiento.

El omega no respondió, los sollozos que soltaba hacían que todo su cuerpo temblara. Su llanto era fuerte, haciendo que la piel de Yeon Jun cosquilleara.

Le dolía físicamente escuchar al omega llorar tan angustiado y Sung Hoon debía sentirlo el doble, gritando y pateando. Era demasiado para Yeon Jun.

Se orilló en cuanto pudo, teniendo que alejar su mano de las de Soo Bin —está bien mi camelia, solo iré a tu lado— Yeon Jun atrajo una de las manos de Soo Bin hacia sus labios y Sung Hoon se quedó en silencio por ese corto tiempo —solo rodearé el auto para abrazarte, quédate conmigo— rápidamente se quitó el abrigo y salió del auto, corriendo para poder abrir la puerta del pasajero —ven aquí, dulce omega, ven.

Soo Bin lloraba con más fuerza ahora, sus brazos rodeaban los hombros de Yeon Jun y Sung Hoon comenzó a llorar de nuevo.

—Ven a mí, mi pequeño copo de nieve. Estás temblando, déjame sostenerte— con cuidado lo sacó del auto y lo cargó después de envolverlo en su abrigo. Dio pequeñas lamidas de gatito, limpiando el rastro de lágrimas de sus mejillas, calmándolo poco a poco.

El alfa se sentó en el asiento del copiloto, extendiendo una mano hacia Sung Hoon, que se aferró con fuerza a sus dedos —Sung Hoon, tu madre está bien, por favor no llores. Solo dame un momento e iré a consolarte— alcanzó a presionar el botón del cinturón de seguridad del niño y este salió de su asiento tan rápido como pudo.

Sung Hoon llevó el pulgar a sus labios, dejando que Yeon Jun secara sus lágrimas. Desde ese ángulo podía ver a Soo Bin así que eso lo tranquilizaba un poco.

Yeon Jun mantuvo a Soo Bin cerca de su fuente de aroma, escuchando como los latidos de su corazón iban normalizándose con cada respiración. Una vez que se había calmado lo suficiente para quedarse dormido, lo siguió marcando con su aroma durante un tiempo.

Con cuidado, lo acomodó en su asiento y llevó unos mechones de cabello detrás de su oreja, acariciando la mejilla de Soo Bin con su nariz, asegurándose de que estuviera calmado.

Lamió el resto de sus lágrimas antes de cerrar la puerta e ir a la parte trasera del auto.

Abrió los brazos y el niño saltó hacia ellos rápidamente —ven, dale besos a tu madre.

Acomodó al niño para que pudiera plantar besos en diferentes partes del rostro de Soo Bin. Lo mantuvo cerca, tranquilizándolo y después subió para hacerle algunos cariños al alfa más pequeño.

Sung Hoon conservó el pulgar entre sus labios y se acurrucó contra el cuerpo del mayor, cerrando los ojos.

Yeon Jun depositó un beso en su mejilla —está a salvo, no dejaré que lo lastimen.

Sung Hoon mantuvo los ojos cerrados, su mano cerrada sobre su propia playera.

Una vez que estuvo tranquilo, salió y cerró la puerta, permaneciendo fuera del auto, respirando el aire frío.

Cerró los ojos, concentrándose en el sonido de autos pasando a su lado. Le tomó un tiempo relajarse antes de volver a su asiento.

Hola Soo Bin.

Soo Bin suspiró con alivio, con Sung Hoon pegado a su pecho —Te olí, pero no estaba seguro.

—Te traje a dormir a mi cama— Yeon Jun inclinó la cabeza —debí preguntar, pero quería que descansaras.

—No, no, gracias— Soo Bin intentó sonreír, parpadeando varias veces —¿Tu cama? ¿tu nido? Es muy grande, muy cómodo, gracias.

—De nada— Yeon Jun miró al niño que dormía tranquilamente —puedes ponerlo en el nido y dormir un poco más, si así lo deseas.

—Eso haré, gracias— Soo Bin miró la ropa que Yeon Jun estaba doblando —¿es esa nuestra ropa?

—Sí— Yeon Jun sostuvo una playera muy pequeña con una tortuga en frente —la lave, ahora la estoy doblando.

—Yeon Jun...— acomodó al niño en sus brazos —siempre haces cosas innecesarias.

—¿No querías que lo hiciera?

—Claro que no, ese no es tu trabajo.

Yeon Jun dirigió la mirada a la playera en sus manos y después a Soo Bin —no me importa hacerlo.

—Lo sé— el omega rió —lo llevaré a acostar, dame un momento.

Soo Bin caminó de vuelta a la habitación, dejando que Yeon Jun continuara. Dobló la ropa interior del niño y un par de pantalones.

—Déjame ayudarte— Soo Bin se sentó a su lado, en un cojín que había en el suelo. Tomó una playera, doblándola lentamente.

—¿Estás caliente? Me aseguré de encender la calefacción.

—Oh si, la temperatura está muy bien, gracias— Soo Bin jugueteó con sus pies —muy caliente.

—Bien.

—Lo siento, por llorar.

—Tiendes a disculparte por cosas fuera de tu control— el alfa dobló la ropa de forma ordenada —cosas que son, como tú dices, innecesarias.

Soo Bin sonrío con tristeza —Sí, lo sé — mordió su labio inferior —Gracias, me hiciste sentir tan seguro... como si no pudieran lastimarme.

—No dejaré que nadie te lastime Soo Bin, ni a Sung Hoon.

El omega miró a Yeon Jun que estaba doblando la ropa, concentrado. Asintió para sí mismo —actuaste tan rápido, sin pensarlo... mi hijo, te aseguraste de que él estuviera bien también.

Yeon Jun se detuvo, dejando a medio doblar uno de los pantalones de pijama —si estoy cerca de ustedes nadie los lastimara, lo juro.

—Para un extraño...

—Yo ya no los veo como extraños, si deseas pensar que lo somos puedes hacerlo— Yeon Jun volvió a su trabajo —E incluso si lo fuéramos, no cambiaría lo que dije. No dejaría que alguien lastime a otra persona porque no puede controlarse.

Soo Bin asintió, con un puchero. Poco a poco se fue dejando caer, obligando al alfa a dejar lo que estaba haciendo para permitirle recostar la cabeza en sus piernas, presionando el rostro contra el estómago de Yeon Jun.

El exmilitar colocó una mano sobre la cabeza de Soo Bin, dejándole llorar. Se agachó, presionando su cabeza contra la del omega y liberó feromonas para tranquilizarlo.

Una vez que Soo Bin volvió a quedarse dormido Yeon Jun continuó doblando la ropa, con cuidado de no despertarlo.

Sung Hoon corrió detrás de Yeon Jun cuando el alfa se levantó a abrir la puerta. Sujetó con fuerza la tela de su pantalón.

—Gracias— Yeon Jun recibió la comida, obteniendo varias reverencias de parte del repartidor —tenga una buena noche.

Colocó una mano en la cabeza de Sung Hoon, alejándolo con cuidado para poder cerrar la puerta —La comida está aquí, ¿tienes hambre?

El niño continuó aferrado a su pantalón —Hambre.

—Bien, entonces suéltame por favor, no puedo moverme si no lo haces.

Sung Hoon obedeció, llevando las manos detrás de su espalda —Mami.

—Aún duerme, déjalo descansar, tuvo un día largo— el alfa más joven lo siguió hasta la cocina e intentó pararse de puntitas para ver algo de lo que hacía —te serviré de comer, ve a sentarte.

Sung Hoon corrió fuera de la cocina hacia la mesa del comedor, se sentó en un almohadón, removiéndose hasta estar cómodo y acarició su pancita, deteniéndose en cuanto Yeon Jun apareció con su plato de comida.

—Mmm...— agarró su tenedor rápidamente —mami come también.

—Lo hará, pero no lo despiertes. Si tiene hambre, se despertará por su cuenta.

Yeon Jun colocó su propio plato en la mesa, al otro lado —¿Te gusta?

—Mmm — asintió, llevando demasiada comida a su boca.

Yeon Jun logró quitarle un poco —te vas a ahogar, entiendo que tienes hambre pero debes relajarte.

Sung Hoon se sonrojó y comenzó a comer en bocados más pequeños. Una vez que tragó, miró a su alrededor — grande.

—Mi casa es grande— Yeon Jun estuvo de acuerdo, comiendo un bocado de su plato.

El niño bebió agua —Juguetes.

—No tengo juguetes aquí, pero si vienes seguido puedo comprar algunos.

Sung Hoon asintió mientras se quedaban en un corto silencio.

—¡Mami! — gritó el niño y Yeon Jun lo detuvo antes de que pudiera echarse a correr.

—Deja que mamá venga a nosotros.
Soo Bin sonrío, adormilado y se sentó junto a su hijo para atraerlo a su regazo, dándole besitos en el cuello —Hola bebé.

—Hola mami— Sung Hoon apuntó a los platos —comida para mami.

—Qué bueno, ¿Yeon Jun compró comida, precioso?

—Yieon Jun compró.

—Se pronuncia Yeon Jun.

Sung Hoon frunció el ceño y Soo Bin se rió —tiene tres, Yeon Jun.

—Lo sé— dijo, casi terminando su comida —tenemos que trabajar en su pronunciación.

—Yieon Jun— Sung Hoon intentó de nuevo, pronunciando las consonantes 'eon' como 'ieon'.

—Yeon Jun.

—Yieon Jun.

—Mi nombre no tiene 'i' en él.

Soo Bin se rió, apretando a Sung Hoon contra su cuerpo —tan bobo— tomó el vaso de su hijo —¿Puedo?

—Sí mami, te amo.

—Te amo Sung Hoon, gracias— le dio un beso antes de beber agua.

—Te serviré comida y agua— aviso y desapareció antes de que Soo Bin se ofreciera a buscarlo el mismo.

El omega miró a su hijo que murmuraba algo para sí mismo.

—¿Estás bien bebé? ¿cómo te sientes?

—Bien mami, estoy bien— tomó los dedos de su madre y jugó con ellos —¿Mami bien?

—Sí Sung Hoon, mami está bien. Lo siento, hace rato no me sentía muy bien.

—Está bien mami— dejó pequeños besitos en sus dedos —mami bien por Yieon Jun.

—Así es bebé, Yeon Jun nos ha ayudado mucho— Soo Bin limpió la comida de sus mejillas —es muy bueno, ¿verdad?

Ambos vieron a Yeon Jun volver con dos platos llenos.

—Sí mami, Yieon Jun bueno.

El alfa se sentó, mirando al niño fijamente —Gracias, pero mi nombre es Yeon Jun.

—Yieon Jun

—Sin la 'i' que pones.

—Yieon Jun.

—No, pero te dejaré por ahora.

—Yieon Jun.

Soo Bin reía, dejando besos en el cuello de Sung Hoon —deja a mi hijo en paz.

—No lo estoy molestando— acercó uno de los platos a Soo Bin y comenzó con su segundo plato.

—Es más fácil para él decirlo así— explicó mientras ayudaba a Sung Hoon con el tenedor.

—Porque algo es más fácil no significa que debas resignarte— Yeon Jun tomó su propio vaso de agua.

El omega negó —A mí me gusta— apretó suavemente la mejilla de su hijo antes de tomar su propio tenedor —Es tierno.

Yeon Jun enarcó una ceja —¿Decir mi nombre de forma incorrecta es tierno?

Soo Bin sonrió —todo lo que mi hijo dice es tierno, y si dice tu nombre de forma incorrecta entonces sí, lo es.

Yeon Jun lo miró, serio —Si así lo ves.

Un leve sonrojo se extendió por el rostro de Soo Bin —Sí, así lo veo.

Yeon Jun sostuvo su tenedor en lo alto —Sung Hion.

El niño lo volteó a ver rápidamente mientras Soo Bin reía —¡Yieon Jun
—Sung Hio— Yeon Jun repitió —puedo pronunciar mal también.

Soo Bin tiró la cabeza hacia atrás, soltando carcajadas —¡Alfa bobo!

—Gracias por todo— Soo Bin ajustó al niño en sus brazos —siento que lo único que hago es agradecerte una y otra vez.

—Está bien— Yeon Jun abrió la puerta para que Soo Bin pudiera entrar a su casa, cerrándola detrás de él. Dejó la canasta con la ropa limpia cerca de la entrada —están a salvo en casa.

—Sí, gracias...— negó suavemente -de nuevo.

—Si necesitas algo, por favor llámame. No muerdo.

Soo Bin sonrío —lo sé— el omega miró a su alrededor —uhm, ¿te gustaría quizás... quedarte un poco más? No tienes que hacerlo, yo solo...

—¿Tú solo...?

—Yo...— Soo Bin pasó saliva con dificultad —a veces me quedo despierto leyendo, limpiando o incluso coloreando los libros de Sung Hoon, espero hasta que estoy muy cansado para poder dormir y pensé que quizás te gustaría charlar hasta que me durmiera, o quizás estas cansado... estoy seguro de que estás cansado, no sé por qué lo pregunté, debes descansar, ni siquiera tenías que venir hoy— Soo Bin divagó.

Yeon Jun le quitó a Sung Hoon de los brazos, acariciando su cabeza —¿Puedes hacerme chocolate caliente?

Soo Bin no esperaba esa petición, pero asintió —Sí, por supuesto.

—Gracias, pondré a Sung Hoon en la cama y te veré en la cocina.

Soo Bin observó al alfa alejarse, sintiendo su piel cosquillear. Realmente quería que Yeon Jun se quedara.

El día había sido duro y lo había irritado de sobremanera. Había estado aterrado cuando una roca casi golpea a su hijo y tan solo pensar que él y su hijo pudieron haber sido apedreados le hacía sentir enfermo.

Había sido increíble cuando Yeon Jun atrapó la piedra, como si supiera que se dirigía hacia ellos antes de siquiera ser lanzada. La manera en la que manejó la situación resultó muy aliviadora, le ayudó a calmarse, yendo hasta el punto de lamer sus lágrimas.

Fue tan dulce, como si Soo Bin fuera su omega.

Se había sentido bien ser sostenido, rodeado de un aroma que poco a poco se volvía familiar.

Soo Bin ansiaba la sensación de seguridad, para Sung Hoon y para su persona y Yeon Jun parecía ser la fuente de eso.

El omega había caído rendido ante el sueño, notando que le era más fácil hacerlo al tener a Yeon Jun cerca. El alfa creaba un ambiente relajante, algo que Soo Bin siempre había querido para su hijo.

Soo Bin se había congelado ante la agresión, algo que le había pasado antes cuando había recibido la primera carta de su ex esposo. Sufrió un ataque de pánico y lo único que lo trajo de vuelta había sido su hijo. Soo Bin solo quería normalidad en su vida, algo que parecía siempre huir de él.

Tocó la parte posterior de su cuello.

La marca ya no estaba. El proceso había drenado su energía pero había desaparecido. Había una pequeña cicatriz pero no le importaba, ahora ya no tenía que usar siempre suéteres con cuello de tortuga para ocultarla, ya no tendría que responder preguntas o recibir amenazas. Podría mirarse al espejo sin sentir náuseas por la marca.

Se sentía como si hubiera ganado la lotería.

Yeon Jun era tan amable. No solamente con él y con Sung Hoon, sino con todas las personas. No juzgaba a Soo Bin por remover la marca, no lo miraba mal. En su lugar, había jurado proteger a Sung Hoon, protegerlo a él.

Era tan surreal y confundía el corazón y el alma de Soo Bin.

Los lobos feroces eran, claramente, muy distintos a los domesticados.

Yeon Jun era tan gentil, carismático y cariñoso. Era muy sensible, siempre asegurándose de que Soo Bin estuviera bien en todos los aspectos.

Parecía que los lobos puros procuraban que su amor se sintiera, amaban mucho y con todo su ser. No era como si Yeon Jun alguna vez hubiera mencionado la palabra amor pero Soo Bin lo sentía de cualquier forma.

El alfa no necesitaba sonreír o reír o ser algo más que él mismo. Yeon Jun se preocupaba, se aseguraba de que estuvieran llenos de comida y felicidad. Yeon Jun no los veía como extraños, pero quizás tampoco como amigos, después de todo Soo Bin era el –jefe– de un alfa muy importante. Un alfa que había liderado todo un ejército de lobos, era gracioso; Yeon Jun realmente no tenía nada que hacer.

—¿A qué hora trabajas mañana?

Soo Bin llenó la taza de Yeon Jun, colocando pequeños malvaviscos encima —A las once, la hora de siempre — le entregó la taza, inclinando la cabeza —disfrútalo.

Yeon Jun la tomó entre su mano, agradeciéndole. Miró a su alrededor y tomó unas galletas Graham que encontró —¿Te sentarías conmigo?

—Por supuesto— Soo Bin guardó las cosas antes de tomar asiento con él en una de las dos sillas —¿Está bien el chocolate?

Yeon Jun asintió, bebiendo la mitad del contenido de un solo trago —mucho, gracias— remojó una galleta en la bebida, provocando que Soo Bin sonriera enternecido ante el comportamiento infantil del alfa —¿Quieres?

—No, gracias— acarició su vientre —sigo muy satisfecho de la cena, estuvo deliciosa.

—Bien.

Soo Bin mordió su labio —Comes mucho.

—Soy un alfa.

—Lo eres.

—Cuando tu hijo crezca comerá como yo lo hago.

Soo Bin sonrió ampliamente —me aseguraré de alimentarlo bien— suspiró —Yeon Jun... ¿hay alguna otra manera en que pueda pagarte? — pregunto mientras el alfa terminaba otras dos galletas —Entiendo que tengo que enseñarte a cocinar, y lo haré, pero siento que estás haciendo mucho trabajo y está siendo difícil que me comprometa a enseñarte.

—No quiero dinero.

—¿Por favor? No tengo mucho, pero puedo pagarte un poco...

—Tengo dinero, mucho— Yeon Jun bebió el resto de su chocolate, sentándose recto —sigue enseñándome. Disfruto cuidar a Sung Hoon, está bien.

—Lo sé— murmuró con un ligero sonrojo —eres muy bueno con él.

—Soy bueno con los niños.

Soo Bin se rió, cubriendo sus labios con la mano —Y eres bobo.

—Supongo— Yeon Jun lo miró fijamente, con amabilidad reflejada en los ojos —¿Cómo te sientes?

El omega se encogió de hombros, frotando sus manos contra la tela de sus jeans. —Estoy bien, me hiciste sentir mucho mejor Yeon Jun.

El exmilitar inclinó la cabeza.

Soo Bin sonrío, entrelazando sus dedos —Tu hogar es muy grande, vives ahí solo, ¿verdad? Olía solo a ti.

—Así es.

Soo Bin se removió con nerviosismo —¿Hay alguna razón para que tu casa sea tan grande?

—Cuando estoy en casa normalmente estoy en mi forma de lobo— Soo Bin lo miró por el rabillo del ojo —tengo pocos muebles y los que tengo son a nivel del suelo.

—Sí, note eso— asintió rápidamente —me gustó la simplicidad de las cosas, es muy cómodo y suave.

—Me gustan las cosas suaves.

Soo Bin sonrío ampliamente —Me di cuenta por el nido que tienes como cama. Fue muy difícil salir de ahí— se abrazó a sí mismo —tú lobo debe ser muy grande.

—Lo es— el alfa acarició su cuello —Soy más grande que tres de ustedes, mitad-lobos, en cuanto al largo.

Los ojos del omega se agrandaron —Wow, un poco aterrador.

—Sí, puedo serlo.

Soo Bin miró los tatuajes detallados que cubrían los brazos y la parte visible del cuello de Yeon Jun. Se acercó un poco más, con una sonrisa —Este... — apuntó un tatuaje que parecían tres rasguños en su brazo —¿Qué significa?

Yeon Jun lo tocó, delineando cada línea —canino, lobo, manada. Recibí este cuando entré a la milicia, es común en el entrenamiento.

—Ya veo...— apuntó ahora a lo que parecía una salpicadura de sangre, aunque de cierta forma ya sabía el significado, quería que Yeon Jun se lo dijera —¿Y este?

—Estos son opcionales para los soldados pero como me convertí en líder, eran obligatorios— el alfa le mostró algunos más de ese tipo —Por cada diez mil que mataba recibía un tatuaje de estos.

Soo Bin se sentó mejor en su silla, sorprendido —Die-diez mil...

Yeon Jun asintió con seriedad —Sí.

—Oh, wow— presionó sus labios juntos —¿Cuántos... cuántos tienes?

—En total tengo once.

—Wow.

—Sí.

—Hum, bueno... ¿cuál es tu favorito?

Yeon Jun se levantó la playera sin previo aviso, los ojos de Soo Bin recorrieron las marcas que nunca había visto; no todas eran tatuajes. El cuerpo de Yeon Jun estaba extremadamente tonificado, aunque no era una sorpresa y tenía pequeñas cicatrices (qué posiblemente eran quemaduras) cubriendo su torso.

El alfa tocó la corona en su pecho —Este.

—Ese símbolo es porque solías ser un líder.

—Sí, pero recibes este cuando te vas.
Soo Bin mordió su lengua —Y te fuiste.

—Lo hice.

—Sí estoy siendo muy entrometido dímelo, por favor — Yeon Jun asintió una vez —¿Por qué lo dejaste?

—No te lo diré, pero no me dieron de baja, yo dimití.

—Está bien...— el omega lamió sus labios —¿A qué edad te convertiste en líder?

—A los diecinueve.

—¡Diecinueve! — Soo Bin casi gritó, pero logró controlarse —Eras... eras muy joven.

Podías empezar tu carrera militar a los diecisiete años, lo que significaba que Yeon Jun había pasado un año en el campo de entrenamiento, un año como soldado y después se había convertido en líder, algo muy extraño.

—Sobresalí — respondió con simpleza, tocando los tatuajes más pequeños de sus manos.

—¿Por qué la corona es tu tatuaje favorito?

El alfa bajo la mirada —Porque significa que me fui.

¿A dónde irás?Yeon Jun desvío la mirada del alfa frente a él —¿Les dirás, Tae Hyun? — sus ojos se tornaron oscuros —no me mientas.

El otro alfa se cruzó de brazos —¿Crees que lo haré?

Yeon Jun negó —No lo creo, pero deseo que lo digas tú mismo— su mandíbula se tensó —Porque si lo haces, entonces no me sentiré mal cuando te mate.

Tae Hyun soltó una risa —Ya veo— mordió su labio inferior suavemente —No lo haré.

Viviré entre los mitad-lobo.

Yeon Jun...— Tae Hyun gruñó —eso es simplemente ridículo, ya has peleado para ellos y contra ellos, es suficiente. Ve a casa, no vivas con ellos. Nadie sabrá si vas a casa.

Yeon Jun pasó la lengua por sus labios resecos —No deseo pelear más, Tae Hyun. He terminado con eso, con la tortura— cerró sus ojos por unos segundos —No puedo hacerlo más.

Tae Hyun no dijo nada, su aliento se tornaba blanco por la baja temperatura del lugar —Dimitiste, no necesitan creer que estás muerto.

Estoy en una lista permanente. Si no estoy muerto o tengo un hijo pueden llamarme para que regrese— Tae Hyun suspiró —No he dicho que estoy muerto pero si no pueden encontrarme... entonces lo estoy. No me traiciones, Tae Hyun.

El alfa de menor rango lo miró, parándose derecho —Jamás lo haría.

*Las camelias son flores hermosas que aparentemente pueden sobrevivir a temperaturas de hasta 15ºF lo que en nuestro sistema equivale a -9ºC (aunque algunos sitios en internet reportan que solo logran resistir hasta los -5ºC)

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Holi!! Espero les guste este capitulo! :)

Moa no se olviden de votar, hoy es el último día para votar en idol champ, debemos mantener el primer lugar, voten si no lo han hecho aún :), también no se olviden de las otras votaciones :) y hagan stream ♡

Hasta la próxima ☆♡

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