Antes de que Jihyo diera la señala ella ya la había dado, quería terminar lo más rápido posible, luego de escuchar a Mina hablar lo que más quería era irse de ahí y no volver, nunca más.

"Hola mi nombre es Son Chaeyoung, soy una de las integrantes de Winter y vengo a hablar de mi experiencia". Habló levantando el rostro hacía la cámara, para las personas era una simple chica que no le interesaba nada, que prefería ocultar sus emociones y no ser tan sensible como Mina.

Una completa hija de puta que inconscientemente se hacía la mala de la historia, cuando no era así.

Puede que si se siente de esa forma pero eso no quitaba que su corazón se destruyera cada que recordaba las sonrisas apagadas o las lágrimas que vio caer de los ojos de la chica que seguía amando.

Ya no se sabía quien era la culpable, ¿alguien lo sabía?, porque ellas no, se echaban la culpa mutuamente y luego estaban por los  rincones llorando, pidiendose disculpas, sabiendo que la otra no escuchaba.

"¿Podrías decirnos cómo te fue?". Chaeyoung aclaró la garganta y asintió.

Jihyo apretó los labios al verla tan animada, podía ver en sus ojos que no lo estaba y una de las reglas era la sinceridad en cada una de las entrevistas. "Me fue estupendo, una cosa llevo a la otra y toro termino". Eso había sido sincero.

"¿Tienes algo que decirle a las personas que ven esto?". La mayor mordió sus uñas con nerviosismo, estaba haciéndole preguntas a un robot.

"Nada es lo que parece, la personas buenas no existen, solo están enmascaradas". Chaeyoung se acomodó mejor en la silla y cruzó las piernas, tal vez en una penosa imitación de la mayor.

"¿Algún consejo?". Jihyo quería decirle a Chaeyoung que se tocara el corazón, que pensará que Mina vería eso la semana que viene y que le dolería tanto como a ella le duele mentir a la cámara.

La menor suspiró y rasco su nuca. "Nada del otro mundo". Se encogió de hombros. "Sigan su corazón, no seré como otras que dan consejos que no implementan".

Todos en el estudio se callaron y voltearon a verla, Nayeon y Jeongyeon rodaron los ojos, la menor de la pareja se dio cuenta que estuvo equivocada todo ese tiempo, que Chaeyoung no era la chica tierna y dulce que ella creía.

Nayeon siempre tuvo la razón o eso creían. "Te lo dije". Susurró mientras masticaba la goma de mascar.

"Califica del uno al diez el experimento". Jihyo buscaba algo para cambiar todo, algo que salvará la reputación de Chaeyoung.

"Cinco". Eso había sido suficiente para lanzar la libreta al suelo y señalar a la menor con el bolígrafo. "Ya no nos interesan las preguntas". El camarógrafo estaba apunto de cortar pero Jihyo la hizo señas, no quería que lo hiciera.

"¿De qué estad hablando?". La máscara se había caído, pudo ver vulnaribilidad en los ojos ajenos.

"¿Amaste a Mina?". Pregunta fuerte, que llegó a lo más profundo, donde ella quería que estuviera.

"Más de lo que estoy dispuesta a admitir". Contestó con las manos a cada lado de su cintura. "No lo diré frente a una maldita cámara, porque no puedo decírselo a ella de frente".

"Bien, esa es la Chaeyoung que queremos ver, escuchar no a la perra".

"Te amo Mina, estés donde estés y estés con quien estés, porque así es la vida, nos separó, estamos donde distintas personas y nuestros caminos se vieron forzados a romperse, dividirse y volverse esto...". Rodó los ojos al sentir las lágrimas volver que sus ojos, esta vez más fuertes que nunca. "Nada".

"Quiero que nos expliques todo...¿por que ya no pueden estar juntas?".

"Esto es tan fuerte que no somos capaces de tenerlo".

"Porque eso decidimos, su vida es con ella mi vida es con la otra, así de fácil". Dijo calmando las ganas de llorar, bajando la cabeza, limpiando las lágrimas que caían por los costados de su rostro.

"Sabemos que no fue culpa de la vida, no de ellas, si no de nosotras por no amarnos lo suficiente".

"Guarda los buenos recuerdos, en una cajita Mina, trataré de buscarlos". Suspiró. "En las noches en las que creas que esos no son los brazos en los que debes estar, cierra los ojos, se que puedes". Cerró los ojos. "E imagina que ese dolor ya no estará, que se irá, lo superarás".

"¿Quieres volver a verla?". Jihyo ya no pensaba como la dueña del experimento, lo hacía como ser humano.

"Más que nada en este mundo, se que la mirada que compartimos esta noche será la última, así es todo". Se encogió de hombros. "Te amo tanto". Se levantó y se fue, ya no quería hablar.

"Chaeyoung". Nayeon se apoyó de sus rodillas y Jeongyeon abrazó a la coreana menor, ésta quedó impresionada, al principio se negó a corresponder pero luego del tiempo sus brazos se aflojaron.

"Sigues siendo maleducada". Nayeon soltó una risilla y escupió la goma de mascar. "Ya no tanto". Sonrió. "¿Que hacen aquí?". Preguntó y ambas rascaron sus nucas. "Están conectadas, aprovechenlo".

"Estamos...queríamos saber...si...".

"Paren, dan miedo".

"Esta bien, lo que queríamos decir es que, solo...".

"Queremos ser tus amigas y cuando te sientas mal, llámanos, seguimos con los mismos números". Sonrieron y levantaron sus pulgares.

"Muchas gracias".

"No nos agradezcas, somos buenas personas".

"Me impresiona Jeongyeon que actúes de esa forma".

"¿Que forma?". Elevó una ceja.

"Tan yo".

"Cierto, tan tu ¡¿que le has hecho?!". Exclamó sosteniendo el rostro inexpresivo de la mayor.

"Nada, solo he estado con ella por tres meses...¿tres meses?".

"Cuatro". Corrigió confundida.

"Un mes dos días y cuatro horas".

"¿De qué es esa cuenta tam exacta?".

"De nada en especial". Nayeon se acercó a ella con los ojos entre cerrados. "Es la verdad".

"Bueno chicas debo irme".

"¡Ya sabes!". Gritaron al verla irse.

"¡Nayeon y Jeongyeon les toca!".

Tal vez esté no era el final.

Eso era lo que Chaeyoung esperaba.