Capítulo 40(2Yeon)
<Jeongyeon>
Las sirenas, las personas caminando de un lado a otro, ella en una camilla y yo frente a ella, inmóvil, con las manos temblorosas, la vista perdida en su mirada triste y la mitad de su rostro siendo cubierto por la mascarilla de oxigeno.
La vida nos enseña a superar las cosas sin importar que.
Mis ojos se despiden de los suyos cuando el doctor entra a la sala y se acerca a mi.
Pero no nos enseña a luchar por lo que en realidad nos hace feliz.
"¿Que le ocurre doctor?". Él me mira y una sonrisa lasciva interrumpe mi tristeza, ¿a caso le parece gracioso que esté tan preocupada?.
"Tuvo una reacción a las pastillas que se tomaba debido a su problema cardíaco, he decidido cambiarla". Es lo único que dice, luego su sonrisa crece un poco.
"No entiendo la razón de su sonrisa". Digo con molestia, estoy preocupada y lo que hace es sonreír como un idiota. "¿Me la puede explicar? o hago que me la explique". Aprieto los puños y deja de sonreír.
"Ella sufrió un colapso normal, me parece muy tierno su actuar es que nunca había visto a nadie que se preocupará por ella". Suspiro y sonrío un poco viéndola, su ojos me encuentran. "Tengo que decirme algo...". Su mano interrumpe mi andar. "Ella no escucha nada, dentro de algunos días eso pasará".
Lo miro con las cejas levantadas, cierro los ojos con fuerza al sentir su mano rozar la mía, tengo aje decirme que ese efecto durara más tiempo del que ella cree.
Señala sus oídos y hace un ademán, la miro encogiendome de hombros, no tengo ni la más mínima idea de lo que tengo que decirle.
"No puedo escuchar". Murmura y yo la miro con un poco de ternura ya que eso es lo que me trasmite, parece un conejo asustado.
"Lo se amor". Digo pausadamente para que pueda leer mis labios. "Te amo". Con mis manos hago la forma de un corazón y beso la punta de su nariz, me gano un par de miradas asqueadas y disimuladamente, para que Nayeon no se de cuenta, levanto mi dedo medio hasta mis cejas y finjo rascarlas frente a las personas.
"No hagas eso". La miro y ruedo los ojos, agarro mi teléfono entrando rápidamente a notas y le enseño que ahí le voy a escribir.
Con un poco de calma le escribo lo que pude entender, la preocupación no me deja procesar bien las cosas.
Nayeon parece entenderlo, sus manos suben a sus orejas y las acaricia con un puchero en los labios, tendremos que estar en silencio, esto será difícil.
"Quiero escuchar tu voz". La ternura que me produce escucharla hablar de esa manera, tan pausada como si se le hubieran olvidado la palabras.
Correspondo a su puchero y uno nuestros labios, siento el roce de su mano en mi mejilla lo que me produce cosquillas interminables en mi cuerpo.
Las puntas de mis dedos se duermen y mis mejillas arden debido a que siento la mirada de todo el mundo en nosotras, capaz y es mi imaginación.
Me separo y no, no es mi imaginación jugandome en contra, de verdad todo el mundo en la sala nos está viendo con una ceja alzada.
"Lo siento". Hago una reverencia mientras veo a Nayeon que tiene la mirada perdida en cada movimiento que hago.
La jalo un poco de la mano y ella sigue sin entender, cansada de mover su cuerpo con el mío señalo mi auto y ella acata la orden caminando con más rapidez.
Sus pasos son rapidos y por una rara razón es más rápida que yo, sus pasos abarcan más distancia que los míos y parece que necesita llegar al lugar.
Pasamos una calle y entramos al auto, ella me mira sonríe y toca la puerta con la punta de su dedo, es demasiado adorable para mi, abro la puerta y ella suelta una risilla muy suave.
"Sabías que te amo demasiado, ahora te lo digo porque no escuchas y me dará menos vergüenza". Murmuro y ella levanta ambas cejas, sus ojos brillan y hace un pequeño puchero.
"No puedo...escu-escucharte". Toca sus orejas con molestia, me recuerda a un bebé cuando actúa de esa forma.
"Se que no puedes escucharme". Se me viene una idea a la mente, le envió un mensaje que decía lo mismo y sonrío, beso sus mejillas y enciendo el auto.
"Yo también te amo Yoo Jeongyeon". Ruedo los ojos, sabe que odio que diga mi nombre completo pero a ella parece gustarle y no la juzgo a mi también me gusta solo que siento que me esta regañando.
Desvio un poco la mirada para ver que esta haciendo, su cabeza está apoyada e la ventanilla y dibuja pequeñas cosas en esta, con su dedo, sigue con el puchero, me imagino lo que debe estar sintiendo, el completo silencio.
Tiene que ser abrumador escuchar un día y al otro no poder percibir ningún sonido, bajo mi mano libre a su muslo y le doy un fuerte apretón, quiero que sepa que yo siempre estaré para ella.
Sin importar que.
"Ya llegamos". Señalo la casa y ella la mira, me mira y luego vuelve a su posición. "Nayeon unnie". Salgo del auto y abro su puerta. "¡Ya llegamos!". Grito sin importarme que las demás personas se asusten, la alzo y ella se asusta, me río por sus expresiones y comienzo a correr con ella en mi espalda, se esta riendo y es así como siempre quiero verla, sonriendo o riendo.
"¡Jeongyeon-ah!". Amo que me diga de esa forma, corro más rápido y entro a la casa.
"Pesas demasiado".
"¿Como?".
"Eres hermosa". Sonríe y acaricia mis mejillas, señala mi pecho y el de ella. "¿Somos hermosas?". Pregunto y ella inclina la cabeza.
"Tu...eres hermosa". Murmura y yo asiento para luego besar sus labios, como les había dicho antes, es el amor de mi vida.
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