<Mina>

Luego de tener esa mini crisis con Chaeyoung y haberle dicho que le tenía ganas, me quedé dormida, como siempre, me gusta cortar los lindos y buenos momentos con mi falta de sueño.

Ahora estamos comiendo, ella me mira y yo la miro sonreímos y más nada, no se que le pasa pero siento que hoy esta más radiante, más hermosa, y de verdad le agradezco que me haya ayudado con lo madre, ella no hubiera aceptado esta clase de todas.

Además de que tampoco les dio cuenta que todo fue actuado, ella cree conocerme y 'sabe' que no soy capaz de meter en ninguna cosa rara, es exactamente lo que hice.

Aunque me da igual, lo estoy disfrutando más de lo que pensé y me siento feliz de estar aquí, nada podría arruinarlo, cada vez que las persona piensan o dicen eso pasa algo malo.

Rasco mi nariz y dejo la comida a un lado, me estómago se retuerce y siento unas ganas enormes de vomitar, me sostengo de la mesa u apoyo mi cabeza en el frío vidrio.

"¿Que paso?". Siento su mano en mi espalda y no puedo evitar sentir cosas, solo eso, cosas que no entiendo porque nunca las había sentido.

"No lo sé". Contesto a su pregunta.

"Vamos al sofá, para que te sientas mejor". Me levanto con la ayuda de sus fuertes brazos, ¿desde cuándo es tan fuerza?.

"Creo que voy a llamar a mi mamá". Agarro mi teléfono y marco el número de mi madre. "¿Podrías traerme un poco de agua?".

"Si, no tenías que pedirmelo de esa forma". Sonrío y le hago señas para que se apresura y la busque.

La contestadora, es muy raro porque mi mamá siempre atienda cuando la llamo así este en una situación el cual no podría atender, lo hace, siempre dice 'con tal de escuchar hace de todo'.

A veces es muy cursi, enciendo la tv y cambio de canal. "¡Mama atiende, necesito decirte algo muy importante!". Le grito al teléfono.

"Mina te tr-". Su mirada está perdida, la sigo y veo la televisión.

"Me estas asustando". Río y dejo de hacerlo al ver la noticia.

"Mina...". La miro a ella y luego veo otra vez la pantalla. "Dios mío...".

Parpadeo varias veces y dejo caer el teléfono. "¿Mamá?". Siento que mi cabeza va explotar.

Veo a Chaeyoung hablar pero no la estoy escuchando, mis ojos se llenan de lágrimas y salgo corriendo afuera, me da igual que me saquen de aquí, per necesito llegar a Japón, necesito comprobar que esto es mentira, que esto no está sucediendo.

Que mi madre no ha muerto.

"Señorita lamentamos informarle que no hay vuelos hacia Japón". Dice la chica y golpeo la pared.

"Necesito ir, soy capaz hasta de hablar con el jefe para que te boten a ti y a todo este maldito personal por no hacer bien su trabajo". Escupo cada palabra con rabia.

"Entienda que un avión falló y que debe haber una revis-".

"Digale eso a mi madre, ¡dígale que por su maldito descuido esta muerta!". Exclamo y me siento de golpe en una de las sillas. "Por favor necesito ir a Japón". Pido de rodillas. "Ella no puede estar muerta".

"Señorita, todas las personas murieron". Bajo la mirada y caigo en cuánta de lo que dije ayer.

"No la quiero volver a ver".

Cubro mi cara con mis manos y siento el verdadero dolor de saber que esp que pedí, de eso que dije se hará realidad.

"Venga conmigo, una chica dijo que quería hablar con usted". Niego y abrazo mis rodillas.

"¡Mina!". Escucho a los lejos a Chaeyoung y luego unas pisadas rápidas. "Hasta que por fin". Me abraza y no quiero que lo haga.

Me aparto y la empujo, golpeo su pecho y grito. "¡Vete a la mierda!".

"Eso es, paga la rabia conmigo". Vuelvo a pegarle y la abrazó con desesperación. "Ya, ya, ella está bien".

"No lo está, no puede estarlo". Sollozo y vuelvo a apretarla con fuerza.

"Tranquila, todo estará bien". Me aparta y acaricia mis mejillas. "Vamos a la casa, desde ahí buscamos un vuelo a Japón y nos vamos, Jihyo ya sabe". ¿Por qué es tan buena conmigo?.

"A las seis y media nos vamos". Limpio las lágrimas que ruedan por mis mejillas.

Estoy de espaldas acomodando las cosas en la maleta. "Perfecto". Siento que esta detrás de mi, sus pasos se detienen y luego se escuchan cada vez más lejanos, sabe que no me gusta que me abracen tanto.

Subo la mirada al reloj de pared negro, falta una hora, aprieto los labios al ver que todo está listo y camino hasta la sala, ella está contando las cosas que se va a llevar, me apoyo de la pared y sonrío levemente. "Gracias". Es la única persona fuera de mi familia que se ha preocupado por mi y se lo agradezco, no soy una persona fácil de sobrellevar.

Me mira impresionada y luego niega, es tan modesta que me hace sonreír un poquito más, hace que olvida lo que estoy apunto de hacer y siento que esta clase de personas era las que decía mi madre que existan en el mundo.

Esas que teníamos que mantener así, cerca de uno y no dejarlas ir, porque luego no encontraremos a nadie así, a veces pasa, el problema es que me acerque a una así y dejé a otra ir.

"No me agradezcas, lo hago porque siento que mereces tener a alguien a tu lado". La sinceridad en sus palabras me hacen querer abrazarla y eso hago, me acerco y la abrazo, sin necesidad de apretarla, solo abrazarla y sentir los latidos de su corazón.

Son rápidos, como los míos, no se que me esta pasando, nunca había sentido esto, pero se siente bien y me gusta, y aunque las cosas en el futuro no sean buena me gustaría tenerla cerca aún si me destroza, porque siento que ella...es la indicada.

Y si, prácticamente la acabo de conocer, casi un mes, pero el corazón no se manda, y tampoco quiero mandarlo, no con ella.

Soy capaz de decir que me gusta, más bien me esta empezando a gustar, se me hubieran dicho que conocería a una persona como Chaeyoung si era sociable, bueno si me lo dijero pero no hice caso, total, que no me arrepiento de esto y es de la primer cosa que se que esta bien.

Cuando algo está bien lo sientes ¿no?, y si no es así no quiero saberlo, prefiero vivirlo antes de que alguien me lo diga y me acobarde.

"Tu mereces ser feliz". Me aparto y veo sus labios. "Muy feliz".