Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|GUCCI BOY| Jeon Jungkook

[Into It - Chase Atlantic]

7 años antes de la tragedia...

Jeon Jungkook, apodado como Nochu por esos entonces, no había sido nunca un chico normal, al contrario, desde pequeño tenía indicios de ser en un futuro un problemático de primeras.

Y la primera jugarreta ocurrió a la edad de 6 años, cuando, aprendiendo a montar en bicicleta, quiso atropellar a un anciano que vivía cerca; el señor Tommier. Pero eso no era nada con lo que sucedería años más tarde. A los 13 años, formó una pequeña pandilla junto a varios amigos, cosas de adolescentes, y se dedicaron a ser carteristas en las vías del metro de la ciudad. Jungkook se sentía rico. Y poderoso, el poder que le recorría la sangre cada vez que la gente a su alrededor parecía indefensa ante su presencia le excitaba de buena manera.

A los 15 años, tuvo su primera víctima; el jefe de su padre. El mismo había llegado a casa quejándose malhumorado de las horas vigentes que había estado trabajando, las pocas remuneradas y el bajo salario. Eso no le gustó nada a Jungkook, quien, a pesar de causarle disgustos a su padre a diario, no iba a dejar que alguien más lo hiciera. Tomó su bicicleta, su mochila y un pequeño cuchillo de cocina. Al día siguiente, el señor Neir apareció muerto en la solitaria sala de reuniones, pero nadie nunca supo cómo.

Fue ahí cuando conoció a Manolita, esa cría de tortuga que el señor tenía por mascota y que apenas contaba con unas pocas semanas de nacida. Le tomó cariño y, puesto que el señor no iba a poder cuidarla más, la echó en su capucha y se dispuso a llevarla consigo.

Le dijo a todo el mundo que era la secretaria oficial de Las Tortugas Ninjas pero, lógicamente, nadie le creyó. Eso le hizo enfurecer y matar.

Matar a sueldo y por su cuenta, aprovechando su salario para comprar una buena pistola de mano. Esa misma que fue reemplazada por un rifle de asalto y, más tarde, por una escopeta de caza.

Y el toque final fue cuando conoció a Kim Taehyung o mejor conocido como Taehil.

Se conocieron cuando Jungkook y su pandilla visitaron una especie de castillo abandonado y medieval a las costas del mar. Fue una tragedia para algunos en la pandilla, un horrible temor para los otros pocos que consiguieron salir ilesos, pero una belleza como la misma para los ojos de Jungkook. Y es que nunca había creído en cuentos, pero ese tritón que se alzaba sobre una piedra en medio del mar había acaparado toda su atención de buena manera, sus oídos habían sido bendecidos por la voz grave con la que trataba de hipnotizarle.

Mientras todos corrieron despavoridos, Jungkook se quedó para poder seguir escuchando más de esa voz y esa dulce canción de cuna. Le habló a gritos y le pidió que no se fuera de ese lugar, que iba a ir a visitarlo todos los días, si hacía falta.

Taehyung cumplió la promesa. Y Jungkook también.

— Se acerca mi cumpleaños. —Avisó un día cualquiera el de pelo azul.

— ¿Qué tan cerca está?

— Tres Lunas. —Sonrió—. ¿Vas a regalarme algo, Nochu? —Jungkook asintió sin quitarle la mirada de encima—. Me gusta escuchar eso... ¿podría ser alguna delicada prenda de vestir? El mar me aburre, me gustaría pisar tierra pero no tengo ni sé ponerme ropa.

— Tú solo dime y yo te consigo lo que desees. —Afirmó el menor, mirando a los cristalinos ojos del tritón.

— Quiero algo de Gucci, los turistas llevan esa marca en sus ropas.

Jungkook lo pensó por unos segundos, aunque, de todas formas, terminó asintiendo y concediéndole ese pequeño deseo a su amigo tritón. Tal vez, Taehyung debió ser más cuidadoso con lo que iba a pedirle... o quizás, especificar de alguna manera, ya que cuando Jungkook se adentró en la tienda de ropa de la marca, su mente llevaba escrita con permanente «todo es mejor que nada».

Y así fue como llegamos al fin de su maravillosa carrera.

Porque, a decir verdad, Jungkook era un niño principiante que se metía poco a poco en un mundo que no le iba a traer nada bueno. Tenía puntería y era rápido, pero no estaba hecho para matar, robar o cualquier cosa relacionada con ello. Todo eso se demostró cuando las alarmas comenzaron a sonar y se vio asustado, como un pequeño cervatillo perdido de su madre, temblando y entrando en pánico. Ahí se dio cuenta de que eso no era lo que él quería, pero ya era tarde.

Era demasiado tarde arrepentirse en ese momento, esposado y camino a una de las cárceles más peligrosas y vigiladas del mundo, aun siendo menor de edad. La gravedad y el historial con el que contaba Nochu no eran de un chico normal, y como quiso jugar a ser mayor antes de tiempo, le pasó factura en la cárcel.

Lloró, golpeó, fue golpeado, se intentó suicidar e hizo amigos, obligándose a olvidar el pasado en donde un niño de 17 años lloraba como bebé por haber sido descubierto con armas y a punto de atacar a una dependienta con tal de robar una tienda entera de la marca Gucci, olvidando en el camino a Manolita, la pequeña tortuga que quedó a manos de Taehyung cuando su dueño no volvió a por ella.

Cuando Taehyung pensó que se agotaban las Lunas y su mejor amigo no volvía como le había prometido. Entonces... la bestia dominó a Taehyung, cegado de ira, rabia y dolor de una promesa rota y desgastada, palabras inútiles y una amistad frágil.

Pero esa es otra historia...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro