Capítulo 21
(Narra Alexia)
Hoy, iba a quedar con Mackenzie, Mark y Hugo.
Lo llevábamos planeando ya un tiempo, pero nunca encontrábamos el momento adecuado.
Antes de quedar con ellos, fui a ver a Dylan. Lo sé, lo vi ayer, pero se me hacía imprescindible.
Tardé diez minutos en llegar a su casa, y allí estaba hablando con Gonzalo y Mike en el portal.
Me acerqué a ellos poco a poco, y al verme Dylan, se le iluminó la cara.
-Hola chicos -les dije a los tres.
-Preciosa -Dylan me cogió y juntó sus labios con los míos.
-Hem, ¿interrumpimos algo? - preguntó Mike riéndose.
Me separé de él y me reí un tanto avergonzada.
-Vamos Mike -dijo Gonzalo- dejemos solos a la parejita.
Parecía nervioso al verme, no entiendo el porque, pero lo dejé pasar y ambos se despidieron de nosotros.
-Alexia, ¿no habías quedado con Mackenzie, Hugo, y Mark? -me preguntó curioso.
-Quería pasar a verte antes.
Le cogí de los hombros y me atrajo a él, posando sus manos en mi cadera.
-Y bien -diijo dándome besos por la cara -¿ya has pensado en tu segundo regalo?
-¿Mi segundo...?
-La pluma, digo.
Me reí.
-Ah, claro.
-¿Y de que se trata? -dijo tocándome el pelo.
-Pues..., conocer a Avril Lavinge.
Me miró como si lo dijera enserio.
-Pero eso es...
-Imposible, lo se. Era solo una broma -dije riendo.
El me sonrió.
-Pues piénsatelo bien -y me guiñó un ojo.
-Bueno, tengo que irme ya.
-Diviértete -se acercó y me dio un ultimo beso en la nariz.
Luego se metió en casa.
***
<<Genial, llego tarde>> -pensé.
Miré de nuevo la hora y salí corriendo hasta casa
de Mark.
Una vez ahí llamé el timbre y este me abrió la puerta para invitarme a pasar.
-Vaya, por fin apareces -dijo riéndose. -Pasa.
Al entrar, vi a Mackenzie y a Hugo... bueno, digamos... muy "románticos".
-Ya era hora, guapa -dijo Mackenzie.
-Seguro que estaba con el novio enrollándose... -le siguió el royo Hugo.
-Habló, el que se estaba besando con su novia como si no hubiese un mañana...
Me sacó la lengua como reproche.
Adoraba estos momentos, era como si volviésemos a tener ocho años.
-Bien chicos -dijo Mark. -Esta noche estamos solos así que...¡a pasárselo bien!
(Narra Mackenzie)
Ya hacía mucho que no dormíamos los cuatro juntos. Y ahora que estábamos así de unidos, no podía evitar sonreír en todo momento.
-¡Voto por peli y palomitas!- sugirió Alexia.
-¡Sí! -contestamos como críos.
-Voy a prepararlas, ir eligiendo la película -dijo Mark.
Releímos las pelis y la verdad, tenían nombres muy raros...
-¿"Luke y la mentira"? -leyó Hugo en voz alta -¿esta no va de un gay que intenta...?
Al escucharlo, Mark salió corriendo de la cocina y le arrebató el disco para volverlo a guardar.
-Eh... estas son de mi primo... que, bueno... le van estas pelis.
No le dimos importancia, pero Mark estaba temblando.
-¿Tienes crepúsculo? -preguntó Alexia.
-Me parece que sí.
-¡No! -protestó Hugo. -Esa no, la he visto cien veces.
Yo le miré en contra.
-Eres un exagerado, Hugo. A mi me parece bien.
-Si siempre te quedas dormida...- se cruzó de brazos.
-Y tu siempre...
-Vale, vale chicos -nos paró Alexia, (que haría yo sin ella) -podemos ver una comedia.
-Por mi bien -dijo Mark.
-Yo, con tal de no ver a esos vampiritos... lo que sea.
<< Menudo novio me echado...>> -pensé.
-Pues comedia romántica.
-¿Enserio? -dijo Hugo. -¿Otra de amor?
Se sentó en el sofá resignado y yo me recosté a su lado.
-Porfi, porfa, por favor...- dije poniendo moriros -¿por qué no te gustan las historias románticas?
Se pegó un poco más a mi, incluso delante de nuestros amigos, y dijo:
-La única historia de amor que me gusta es la nuestra.
Y con esto me besó en los labios.
-Vale, ya basta tortolitos -dijo Alexia sentándose en mi otro lado del sofá. -Hoy no es noche de caricias...
Los tres nos reímos y al rato apareció Mark con un bote y el delicioso aroma de las palomitas.
-Mmm... -dijo Alexia apropiándoselas.
-¡Pásalas! -le dije picándole.
-Ya empiezan con las palomitas...- dijo Mark sentándose en el hueco que faltaba.
-Sí, están hechas unas "ratas". -dijo Hugo en tono burlón.
-Te estoy oyendo, idiota -dije dándole un codazo.
Me hice la enfadada y ignoré sus reproches, pero esta vez, yo salí ganando, y de algún modo, acabamos viendo la romántica peli de vampiros.
(Narra Mark)
Al acabar de ver la película, nos fuimos los cuatro a mi habitación.
Molaba que mis padres no estuviesen, ya que teníamos la casa para nosotros solos.
Al principio dijimos de jugar a la play, pero las chicas se opusieron, ya que, bueno, no se les daba nada bien. Y al final, simplemente nos pusimos a hablar.
-Bien chicos -dijo Mackenzie- ¡ronda de cotilleos! (Tan directa como siempre...)
-¿Quién empieza? -pregunté.
Primero Alexia y Mack se miraron, luego se giraron para ver a Hugo, y por último, posaron sus miradas en mí.
-Bien -dijo Hugo. -Nosotros ya tenemos una vida amorosa, pero, ¿Y tu, Mark? ¿Alguna pretendienta?
Me tensé, y no pude evitar acordarme de lo que pasó con Gonzalo.
-Hem, ¿yo? -dije.
-Sí, Mark. -¿Hay alguna chica que te guste? -me preguntó Alexia.
Esto era vergonzoso, eran mis mejores amigos desde cuando,¿desde los seis años?, y no podía ocultarles algo así, y además, se acabarían enterando.
-Chicos, somos mejores amigos ¿verdad? -pregunté.
-¿Qué pregunta es esa?, claro que sí -dijo Mackenzie.
-Vale, pues, os tengo que confesar algo...
Parecían confundidos, y yo no podía estar más nervioso.
-No me gusta ninguna chica.
Noté en sus caras decepción.
-No pasa... -dijo Alexia.
-No, no he acabado...
-Tío, no te entiendo -dijo Hugo.
Mackenzie le dio un codazo, como gesto de que se callase.
-No me-e gusta ninguna chica... me gu-gustan los chicos.
Ya está, lo había dicho, y después de eso, todo era silencio.
(Narra Hugo)
¿Mark? ¿Gay?
Creo que me va a dar algo. ¿Cómo es que me entero ahora? ¿Por qué no me lo había dicho antes?
Bueno, creo que era obvio. Yo tampoco iría por ahí diciendo que me gustan los chicos...
Sin embargo, como buenos
amigos, le apoyamos diciendo
que no se preocupase, que por ello no dejariamos de ir con él...
Pero es que, aún no me hacía a la idea. Y eso lo explicaba todo: sus rarezas, las pelis, el beso con Keysi...
Vale, Hugo, relájate.
Pero eso no era lo único que me inquietaba. Ahora, nos tocaría contar a Mackenzie y a mi lo que hicimos el otro día... respira, Hugo, respira.
-¿Hugo? -volví a la realidad y vi a Mackenzie mirándome nerviosa.
-Ah, Hem... sí, ¿pasa algo?- pregunté tontamente.
-Os toca contar algo vuestro -se adelantó Alexia.
Mark aun seguía rojo y Mackenzie movía los dedos pensativa.
-Pues... -dijo. -El otro día... bueno, para ser exactos el día de tu cumpleaños...
¿De verdad lo íbamos a contar?
Ahora era Mackenzie la que hablaba.
-... quedamos, hem, fuimos a casa de Hugo, y... estaba su hermano, y luego... -me miró pidiéndome "ayuda" -sigue tu Hugo.
¡¿Qué?! No, no, no.
-¿Yo? Ah, pues... era un momento muy "caliente", estábamos so-solos en mi habitación... y... surgió la química.
Alexia y Mark me miraron extrañados, y Mackenzie enterró la cara entre sus manos.
-Lo que quiero decir... es que... -me puse de pie sin pensarlo -oye, Mackenzie, ¿podemos aclarar esto?
Entonces Alexia interrumpió.
-Chicos, sabemos a que os referís- y con esto abrazó a Mackenzie -que guay, que bonito, que...
-Esperad -dijo Mark, -me he perdido.
Los tres nos giramos a la vez para mirarlo.
-Pues, que lo hicimos -dijo Mackenzie muerta de la vergüenza.
-¿Qué? Sigo sin...
-¡Qué hicimos el amor, tío! -lo solté, luego me arrepentí, pero no podía mantenerlo más oculto.
Hubieron tres segundos de silencio, y luego nos pusimos a reír los cuatro como locos.
-Si que ha costado... -dijo Mackenzie llorando de la risa.
-Si, demasiado -dije -no sabía como decirlo.
-Usaríais protección, ¿verdad? -nos preguntó Mark aun riéndose.
-Pues... ahora que lo pienso... -me hice el nervioso, y Mark paro de reírse.
-¡¿Se os olvido pone...?! -se le iban a salir los ojos cuando dije:
-Venga ya, era una broma, Mark.
Ahora era yo el que me reía sin poder evitarlo.
-Yo te mato... -dijo Mark.
Las chicas, por su parte, hablaban sobre la primera vez de Mackenzie, bla bla bla, que como se había sentido... y lo típico.
-Bueno, ahora solo falta que diga Alexia que se va a casar... -dijo Mackenzie.
Esta se rió de nuevo y dijo:
-No, eso de momento no. Pero os contaré lo que me preparó Dylan por mi cumpleaños.
-Sí, eso es -dijo Mark -que a esas horas estábamos todos con nuestras "cosas", muy "ocupados".
Volvimos a reírnos, y después de que Alexia nos contara su aventura de las pistas de amor, nos tumbamos, y nos quedamos casi dormidos.
-Sois unos grandes amigos -dijo Mark.
-Sí, se puede confiar mucho en vosotros -susurró Alexia.
-Hechaba de menos esto -bostezó Mackenzie.
Yo simplemente pensé: <<ojalá dure esta amistad >>.
Hola chic@s.
Sentimos haber tardado en publicar, pero como estamos en fiestas, os dejamos este capítulo de regalo.
Un beso, y ¡feliz Navidad! :)
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