Capítulo 20
¡Aviso! Este capítulo tiene contenido lemmon, así que si no os gusta, pasarlo, y por lo demás, esperamos que lo disfrutéis. :)
(Narra Alexia)
Cada cuadro, cada obra, por pequeña que fuese, era perfecta.
Me sentía tan bien rodeada de todo aquello...
-¿Habías venido alguna vez? -me preguntó Dylan.
-Sí, a los ocho años, pero de eso ya hace tiempo.
Le cogí de la mano y le tiré hacia mi. -Gracias por traerme aquí, me gusta mucho.
-No es nada preciosa. Además, aun te quedan dos plumas... -dijo guińándome un ojo.
Acabamos de ver la exposición y al salir nos dieron un folleto el cual Dylan se quedó leyendo.
-¿Has visto esto? -me preguntó señalando el papel. -Hacen un concurso de dibujo.
-Que guay -dije sin darle mucha importancia.
-No me entiendes Alexia...
-Hem, no... ¿qué pasa? -no sabía donde quería llegar.
-Deberías apuntarte.
-¿Como? ¿Al concurso? No, no Dylan, que locura.
-Venga ya Alexia, he visto alguno de tus dibujos y son geniales.
-No se... me lo pensaré.
Dylan no siguió con el tema, pero me metió el folleto en el bolso.
Más tarde, dimos una vuelta y me invitó a un helado, que fue seguido por besos.
-¿Como te está pareciendo tu día especial? -me preguntó rodeándome la cintura.
-Mejor de lo que esperaba -le respondí.
Me paré para estar frente a el y ver sus ojos miel. -Que bien que lo hayamos pasado juntos...
-Sí, y además, ¿yo? ¿perderme el cumpleaños de mi chica favorita? no lo creo.
-Te quiero, Dylan -dije pegándome más a su cuerpo. -Y por muchas veces que lo haya repetido, no me canso de decirlo...
-Espero que así sea, porque yo tampoco me cansaré nunca de decírtelo.
Le rodeé el cuello , besando sus dulces y obviamente perfectos labios. El me estrechó más, ocupando el espacio que nos distanciaba , y yo hundí mis dedos en su sedoso pelo.
-Eres genial... -me susurró al oído.
Bajé mis manos por su torso hasta encontrarme con las suyas.
Estaba tan perdida en su mirada, que no me di cuenta de la gota que me cayó en la cabeza, seguida de otra, y otra... hasta que al final, quedamos rodeados por la lluvia.
Al principio no molestaba, pero la lluvia se fue cogiendo más fuerte y Dylan y yo acabamos empapados.
Corrimos hasta llegar al porche de mi casa, y acto seguido, nos escurrimos un poco.
-Nos vemos el domingo, preciosa -me dio un beso cariñoso y yo entré a mi casa, haciendo el menor ruido posible, pero claro, no sirvió de mucho, ya que tenía delante mío a mi madre de brazos cruzados.
-¡Alexia! ¿Pero tu te has visto hija?
<<(Como para no verme...>> -pensé.
-Sí mamá, ya me cambio -le dije con una sonrisa tonta, ya que aun tenía en mi mente los labios de Dylan.
-¡Venga! Que te vas a resfriar.
-Que sí mamá, lo he entendido.
Subí a mi habitación y me quité la ropa mojada. Estaba tan contenta, que ahora mismo me daba igual que mis padres estuviesen enfadados.
Me escurrí el pelo y cogí el móvil para enviarle un mensaje s Mackenzie, pero no me contestó.
Luego le puse otro a Dylan.
-Gracias por este día. No habría sido lo mismo sin ti.
Al instante me contestó.
-Sabes que haría lo que fuese por ti, te quiero.
Apoyé las manos en las sábanas, y noté un cosquilleo. Sonreí al observar las plumas que Dylan me había dado, y pensé en las posibles cosas que podría gastar con ellas...
(Narra Mackenzie)
Me sentí emocionada al darle aquel sobre a Alexia. Dylan se había currado mucho su regalo, y estaba segura de que a ella le encantaría.
Una vez se fue, no supe que hacer, así que llame a Hugo.
-¿Mack? -me cogió el teléfono al segundo <<bip>>.
-Hugo, quería preguntarte si querías hacer algo... me aburro -dije poniendo voz de niña buena.
-Justo te lo iba a preguntar ahora.
Esbocé una sonrisa.
-Puedes venirte a mi casa -me dijo.
No se si eso iba con segundas intenciones, pero se me aceleró el corazón.
-Voy enseguida -le dije. Y colgué.
Una vez llegué, me dispuse a entrar, pero antes me arreglé un poco.
Me llevé una sorpresa al ver que no me abrió Hugo, sino su...¿hermano?, seguramente, se parecía mucho a el.
-Hem... hola, ¿está Hugo? -pregunté un poco tímida (raro en mí.)
El chico sonrió y luego dijo:
-Vaya, por fin te has echado novia, hermano. Y por lo que veo es un buen partido...
Me miró de arriba abajo, cosa que hizo que me sonrojase más.
De repente, se oyeron unos pasos bajar por las escaleras. Era Hugo, tan guapo como siempre, y cuando le vi, lo único que pude pensar era en sus labios.
-Muy gracioso Will... -dijo Hugo serio. -Ahora, si nos disculpas...
Me cogió de la cintura invitándome a pasar, y ese simple movimiento me hizo estremecer.
<<malditas hormonas >>
-Bien, yo os dejo, pero no manchéis mucho las sábanas...
Me dedicó una última mirada antes de irse.
Hugo parecía nervioso, pero aun así dijo:
-No le hagas caso Mackenzie, a veces es un imbécil.
-Pero es guapo... -le dije esperando su reacción.
-¿Perdona? -me contestó sorprendido.
Tranquilo Hugo, no hace falta ponerse celoso... -le dije acercándome a el.
Nos besamos durante ¿tres minutos? ¿más? No se, había perdido la noción del tiempo, hasta que Hugo dijo:
-Vamos a mi habitación...
Yo simplemente sonreí y asentí.
Su habitación era muy amplia, con muchos muebles, y una cama muy amplia...
-Y bien -le dije. -¿Qué hacemos?
-Algo que seguro que te gustará... -me dijo depositando besos en mi mejilla, para luego cerrar la puerta con pestillo.
No hacía falta imaginarse lo que iba a pasar, porque ambos lo sabíamos perfectamente.
Me abrazó por detrás y empezó a subirme la blusa, dejándome en sujetador. Me giré hacia el para verle a los ojos, y me lo encontré dedicándome una sonrisa.
-Sabes -me dijo. -Cuando éramos pequeños, te veía de una forma muy diferente. Eras mi amiga, bueno, me pegabas mucho, pero eras mi amiga. Luego crecimos y me fui fijando más en ti. En tu sonrisa, en tus movimientos... Y luego llegaste a la edad de "cambiar".
Le abracé y apoyé mi cabeza en su pecho.
-¿Cambiar? -pregunté. -Y... ¿cambié a mejor?
Sentí que me miraba con deseo, y no pude evitar sentir un cosquilleo por todo mi cuerpo.
-Te aseguro que sí, cambiaste a mejor.
Después de eso, nuestros labios se juntaron en un beso lleno de pasión, mientras el me recostaba sobre su cama. De un movimiento rápido, le quité la camiseta, cosa que hizo que me excitara más.
-Hugo... -dije con la respiración acelerada. -Sabes que estoy preparada, ¿verdad?
-Esperaba que dijeses eso... -me dijo dedicándome una sonrisa.
De repente, toda la ropa que llevábamos desapareció, incluida la interior.
No pudimos evitar rozar nuestros cuerpos, y nos estremecimos.
Tendría que estar muerta de vergüenza por acostarme por primera vez con Hugo, pero no era así. El me proporcionaba tranquilidad y seguridad.
Fuera llovía muchísimo, pero dentro de la habitación se estaba muy bien...
Empezó a besarme por todos lados, y cuando digo todos es TODOS, sin dejar de tocarme los pechos.
-Dios Hugo, hazlo ya...
Cogió una caja de preservativos, para tener precaución.
Una vez se lo puso, entró en mi.
-Mackenzie... eres preciosa -me dijo mientras entraba un poco más.
No le prestaba atención al dolor. Pasado unos segundos ese dolor se fue, y lo único que sentí fue placer, mucho placer.
Entró de golpe y los dos soltamos un grito de satisfacción. Sin duda, esta había sido la mejor sensación del mundo...
Después de eso, los dos nos quedamos dormidos.
(Narra Mark)
Ya era por la tarde, y todos hacían cosas. Todos menos yo.
Sin pensar, cogí el papel con el número de teléfono de el, de Gonzalo.
En la fiesta que nos invitó Chloe me dio su número, pero ni siquiera le había llamado desde entonces, y ahora, por impulso, ya le estaba llamando.
Me puse el teléfono en la oreja, pero a los segundos, colgué de golpe.
(¿Pero qué hago?) Esto era de locos, estoy loco, y Gonzalo pensaría que soy un acosador...
Dejé el móvil, pero cuando fui a girarme, la pantalla del aparato se encendió, con el nombre de Gonzalo en la parte superior.
-¿Hola...? -contesté nervioso.
-Hola, ¿eres Mark?
-Yo... sí, y tú, tú eres Gonzalo ¿no?
Esto era demasiado incómodo.
-Sí, soy yo. ¿Querías algo? -me preguntó.
En realidad, no sabía ni lo que quería.
-Hem no, bueno... sí. Había pensado si ahora, tu y yo... quedábamos.
(Ya está, ya lo había dicho, no había vuelta atrás)
-Bueno, ahora mismo no tengo nada asi que, vale, podríamos quedar.
De algún modo, me sentí más aliviado.
-Vale...
-Pues ¿detrás del instituto? -me preguntó.
-Sí, ahora nos vemos, adiós...
-Adiós Mark.
Cuando colgué estaba confuso, pero a la vez, ¿emocionado?
Me cambié tres veces de camiseta (sí, estaba siendo un poco exagerado)
Llegué al callejón de detrás del instituto, y me senté en un banco.
Al momento, llegó Gonzalo, y me puse de golpe en pie.
-Tranquilo, siéntate, vamos a hablar... -dijo sentándose a mi lado.
No pude evitar mirarle, iba vestido con ropa de marca, como habitualmente, y tenía el pelo alborotado.
-Está bien.
-Bueno... vayamos al grano -dijo de repente.
-Sí, por favor -me puse cómodo y le miré fijamente.
-El otro día, en la fiesta... bueno, ya sabes, tenemos muchas cosas en común -dijo.
-Al oír "cosas en común" me ruboricé.
-Lo se, bueno, será mejor que lo mantengamos en secreto -le dije.
-Sí, por cierto... a ver, no quiero meterme donde no me llama pero... ¿has tenido ya alguna relación?
(Vale, no me esperaba eso para nada)
-No... y tampoco se lo he contado a nadie. Tu eres el primero en saberlo.
-Oh, bueno, no se que decir...
Se encogió de hombros, y entonces, me fije en que era guapo... Vale, era muy guapo.
-¿Qué pensarían si supiesen lo nuestro? Ya sabes, el ser gay.
-No tienen porque saberlo, de momento...
En ese instante, nuestras miradas se cruzaron, y tuvimos un momento de conexión.
Le cogí de la mano, pero al momento me percaté de lo que había hecho y se la solté.
-Lo siento, perdona. Yo no... ha sido un impulso.
Entonces, pasó algo que no me esperaba para nada. Me atrajo a el y me dio un beso en los labios.
Esto era totalmente nuevo para mi, pero aun así, disfruté el beso.
Y por fín, descubrimos nuestros sentimientos.
Holaa!! Wow, muchas cosas han pasado. Esperamos que os haya gustado, y como siempre, un besooo :).
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