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₄₈

Abro los ojos lentamente, pestañeo varias veces mientras voy tomando autocontrol y enseguida veo Taehyung durmiendo a mi lado.

Con pereza me senté en la cama a estrujar un poco mis ojos, pensando en que mis días nunca empezarán ni terminarán bien siempre y cuando lo primero que recuerde sea que Dae-hyun tiene una enfermedad grave que probablemente sea irreversible.

Suspiré y miré a Tae dormir a mi lado, con el pelo por toda la frente tapando un poco sus ojos, ese lunar en su nariz que toda una vida le ha lucido bien, sus labios resecos pero cerrados a diferencia de muchas veces. Diría que se ve tierno pero su torso descubierto no ayuda.

Quise despertarlo con besos como casi siempre, pero lo que sí quise y estuve a punto de hacer fue morir, al darme cuenta de que mi alarma no sonó y aunque es temprano no lo es lo suficiente. ¡Jin me va a matar!

Salí de la cama lo más rápido que pude, y puedo decir que volé hasta el baño. Aunque literalmente ya es como dos horas tarde y eso es malo, tengo que apresurarme porque se seguiría haciendo tarde y eso también es malo

Envolví una toalla alrededor de mi cuerpo para salir del baño y fui a por ropa al vestidor. Decidí usar un vestido hoy, uno que claramente no es corto porque conozco a alguien que enloquecería.

-He!- siento dos manos en mi cintura. Me doy un susto, pero no es difícil saber de quién se trata. Riendo, levanto la cabeza encontrando a mi hermoso hombre. Se le dibuja una sonrisa cuando pone los ojos sobre los míos, y yo los cierro en cuanto se acerca a besarme cortamente en los labios.

-Buenos días -susurró con voz gruesa

-No lo son. Voy tarde- digo mientras me pongo frente al espejo escabulléndome sin querer del toque de sus manos. Iba a huntar al menos algo de polvo en mis mejillas

-Oh. Igual espérame y te llevo ¿si?

-Claro, si no te tardas mucho mejor.

-En diez estoy- deja un beso en mi sien y pasa por detrás de mí

Escuchando el sonido del agua caer desde el baño, terminé con mi delineado dándome cuenta de que al final había terminado maquillándome más de la cuenta.

Escogí un par de sandalias que irían estupendamente con mi vestido. Tenía que sentarme así que caminé haste el sofá de terciopelo que tenemos en el vestidor -sí, el que ya no veo con los mismos ojos después de lo que hicimos en él-.

Aparté el abrigo de Tae para sentarme y algo se salió de un bolsillo llamando mi atención. Aunque no quiero, se me tensan todos los músculos, ni siquiera puedo pestañear por la perplejidad de solo identificar lo que era.

(...)

Rachel.

-¿Crees que va a funcionar?

-¿Y lo estas dudando? Sok, aver si vas siendo menos ingenuo- di palmaditas en su mejilla antes de volver a dedicarme a limar mis uñas- hasta parece que no te importa conseguir a Tn ¿te arrepentiste o algo así?

-Me importa confiar en ti, pero aveces no puedo, Rachel- levanté la mirada y bufé mirándolo ofendida

-Pues entonces ¿que haces aquí? ¿Por qué usas mi albornoz y porque estás en mi cama? No estoy obligándole a quedarte, vete, rompamos el trato si quieres, de todas formas no haces nada- dije

-Joder, tu amargura me quita años de vida- sacude su cabello, frustrado, y se tumba bocarriba

-Es que no te entiendo. No puedes separar a una persona de otra actuando sutil.

-Tienes razón- concedió, más pensativo de lo que me gustaría

-Claro que la tengo. Además tengo las mejores ideas. Malvadas, pero ya que- encogí mis hombros, regodéandome yo sola de lo que acaba de decir.

Flashback.

Caminé en dirección al despacho de Taehyung, observando receptiva a mis alrededores. Sabía que no había nadie porque todos se habían ido a tomar su almuerzo, pero no estaba de más cuidarme yo misma las espaldas. Las cortinas estaban subidas por lo que pude ver a la perfección la silla de Taehyung, tan oportunamente vacía. Claro, él tampoco estaba. Supe que las cosas serian más fáciles y rápidas cuando intenté abrir las puertas y no hubo problema ya que no había seguridad alguna.

Vuelvo a mirar hacia atrás solo para sercionarme de que nadie me ve, luego entro.

Solo se escuchaban mis tacones en lo que caminaba hasta su escritorio. Ahí me paré frente a su silla, viendo su abrigo colgado sobre esta. Me quité uno de mis aretes y busque el bolsillo más adecuado en el que echarlo.

-ups

(...)

Tn.

Un arete. Un maldito arete. ¿Por qué habría uno en la chaqueta de Taehyung? Tal vez estoy actuando inmadura al precipitarme y no hablar con él. De hecho lo primero que hice fue decirme que no tenía por qué plantear cosas de las que no estoy segura. Pero mi decepcionante mente me obligaba a estar como ahora; pensando, atando cabos falsos. Taehyung llegaba Tarde, Taehyung llegaba ebrio, y demás. Aunque de una forma u otra eso se ha erradicado desde aquella última discusión. Igualmente yo no podía quedarme tranquila y dejar todo a su suerte así como si nada. Necesitaba explicaciones, explicaciones que eran más difíciles de conseguir de lo que parecía ser.

Abrí la llave del lavamanos y llevé un poco de agua con mis manos a mi horrible cara post-llanto.

Cojo por el pasillo de habitaciones privadas, limpiando las esquinas de mis ojos por pura inercia. Por suerte por ahora no tengo que encontrarme con nadie que me pregunte por que he llorado y porque cargo este ánimo de mierda.

Abrí la puerta de la habitación de Dae con cuidado y me puse en la entrada los implementos de seguridad. A Dae lo habían cambiado de habitación por un motivo tan extraño que ni siquiera me importó comprender. El caso es que ahora no hay área de desintoxicación antes de entrar así que los implementos eran necesarios.

Aparté las cortinas y pude ver a una enfermera, al parecer dándole su almuerzo.

-Llego a tiempo- suelto un sonoro suspiro y me siento con cuidado a un lado de la cama

-Oh, ¿no debería estar en sus clases?. Espero que no haya tomado un permiso solo para venir- me dice la señora. Es una enfermera ya experimentada.

-¿La verdad?- respondí un poco apenada

Dae-hyun habría su boquita para guardar la fruta que le acercaban en la cuchara

-Solo quería saber como iba todo

-Nosotras lo atendemos lo mejor posible, no tiene de que preocuparse- dice amablemente

Sonrío con ganas de que no parezaca una mueca,yo a diferencia de ella tenía el nasobuco bajo la quijada.

-Démelo, quiero hacerlo- le pido que me de el pozuelo para seguir dándoselo yo.

La señora no duda en dármelo. Le aseguro que yo puedo terminar de embutirle y ella decide entonces irse a hacer otras labores.

Puse mi cabello detrás de mi oreja para luego agarrar un trozo de fruta picada con el tenedor. Se lo acerqué haciendo que abriera la boca con sumisión -¿Está rico?- pregunté mientras Dae me observaba curiosamente con sus grandes ojitos negros.

(...)

Taehyung.

-Y estos serían los ingresos nuevos- Jimin me muestra su tableta una vez más y yo analizo lo que veo, humedeciendo mis labios con mi fugaz lengua- tendríamos que negociar de nuevo con el señor Lee Youn si no queremos perder el ritmo que llevamos

Suspiré.

-¿Qué?- me pregunta

-Nada, estoy cansado- me pongo una mano en la nuca y roto el cuello en varias direcciones ,haciendo gestos que confirman lo que digo

-Bueno si, es hora de almuerzo, ¿bajamos por algo? Ya me rugen las tripas- propone mirándome

-Sí, creo que mejor comemos- dije levantándome de mi asiento

-Que bien se siente volver- comentó mi amigo caminando junto a mí mientras nos dirigíamos a la cafetería de la empresa sin ningún apuro

-Eso dímelo a mí, tenía casi todo el jodido trabajo yo solo- las puertas del elevador se abren en direcciones contrarias permitiéndonos salir por fin al primer piso.

-Lo siento por eso, bro- dice palmeando mi espalda levemente.

-Todavia estoy en mi derecho de odiarte- dije apartando su mano de mi nuca y el rió

Nos decidimos por una mesa luego de comprar lo necesario. Tomamos asiento el uno frente al otro y un segundo después NamJoon se sumó a nosotros, llegando de la nada.

-Joonie!- exclamó Jimin.

-¿Estás bien?- pregunta el recién llegado acomodándose mejor en su silla

-Sí, solo me emocionó verte- respondió serio revisando su comida hasta elegir que probar primero. Admiro su dualidad.

-Hola bro- nos damos la mano levemente

-¿Que tal todo? ¿Ocupado?- me tomo el interés de preguntarle mientras me dedico a mirar que comer.

La verdad no se me apetecía nada, venir por el almuerzo solo fue una excusa para salir de las cuatro aburridas paredes de mi oficina. Joder, a veces ser presidente cansa.

-No mucho, ¿tú? El pequeño Dae-hyun va mejorando, me imagino...- inquirió poniendo su mano en mi hombro a modo de consuelo

-Es un campeón como su papá- respondo con gracia, cohibido en el fondo puesto que es un tema delicado

Me recuesto del espaldar de la silla en la que me senté hace tan solo minutos, sin intenciones de ingerir algún alimento.

-Solo es un campeón- comentó Jimin con la boca llena

Yo le lancé una servilleta en la cara y él la agarró torpemente pasándola de una mano a otra para impedir que cayera en su comida.

-El punto es que va a estar bien- habla Namjoon esta vez

-Todos esperamos eso.- dije mirando como transcurría todo a mi alrededor. Algunas personas comiendo ya sentados en sus mesas y otras que pasaban cerca y revereciaban al notarme.

Saqué mi celular de uno de mis bolsillos. Quería escuchar la voz de Tn diciéndome que hacía o como iba yendo su día, quizá aprovechara y preguntara por el niño.

En la mañana estaba extraña y cortante.

La dejé en el hospital, y ni una sonrisa, ni un gesto tierno, ni apodos, nada. Todo iba de mi parte, y si no la beso se va sin siquiera mirarme. Incluso le pregunté que le pasaba pero ella me dio a entender que todo estaba bien, yo obviamente no le creí pero decidí no trincarla y dejar pendiente la conversación para después.

Empezaba a sentir que esta era tal tal rutina de la que todos hablan. Los dos discutiendo, ella molesta y yo rogándole o hablándole mal. Ya estaba cansado, estaba harto de que últimamente no podamos lidiar con lo nuestro cuando antes era tan simple y fácil salir juntos de cada problema. Me molestaba no poder hacer algo. Ella y yo... simplemente nunca fuimos...así...

Jugaba con el celular en mi mano, sintiendo las voces dispersas del lugar, en especial las de mis dos mejores amigos, quienes no habían parado de hablar entre ellos.

Una vibración me invita a mirar mi celular intrigado.

Mira a tu derecha.

La decepción es ver un mensaje de Rachel. Jaj, con razón no la había visto hoy.

Levanto la mirada, buscándola, y la encuentro justo a mi derecha. Lleva una falda un poco corta color rosado junto a una blusa de encaje Blanca. Veo en su rostro la emoción que intenta ocultar, seguramente por conseguir que sin chistar me esfuerce para buscarla. Reacciona ladeando la cabeza. Nuestras miradas pican en la misma línea. No se queda quieta, y por ende mis ojos tampoco. La sigo, viéndola caminar desde mi sitio, silenciosamente. Se perdió por los pasillos que llevan a los baños, mirando hacia atrás unas tres veces ¿Ahora qué tramas, bruja?. Gruño la pregunta en mi mente enderezando la cabeza.

-¿Y tu qué haces? ¿No piensas comer?- Jimin me pone su atención, callando a Nam, quien también me pone su par de ojos encima

-Debo ir al baño.

Graciasxleer ❤

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