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₃₆

Me gusta mucho abrir los ojos y sentir la relajada respiración de Tae en mi nuca.

Se escucha el sonido de algunos pajaritos afuera como a cada que amanece. Boztecé y cerré los ojos por un segundo, gozando del cálido cuerpo de Tae destras mío y su mano abrazándome por la cintura sin perder la costumbre.

Mi teléfono sonó con la alarma de las siete. Extendí mi mano hasta la mesita de noche y acabé con el sonido.

-Ahh, no quiero- gruñó Tae con voz ronca.

Me las arreglé para girarme y quedar frente suyo, encontrando la agradable y tierna imagen de todas las mañanas.

-Tomemos el día libre por favor- aprieta los ojos mientras frunce el entrecejo. Moja sus labios resecos con su lengua mientras que yo bostezo para luego sonreír levemente

Me acerqué a su rostro y me tomé la tarea de rociarlo de besos suaves- La buena noticia es que yo, alias tu esposa, tengo el día libre. Para ti, y solo para ti.- dejo el beso principal en su boca, sus ojos se abren con lentitud

Sus tupidas pestañas suben y bajan varias veces al tiempo en que me sonríe de boca cerrada- ¿Para mí y solo para mí?, ¿Por qué me gustó escuchar eso?- la sonrisa trae picardía con lo que acaba de decir.-Es un día de la semana ¿o no?

-Pues si, pero se te olvida que he tenido libre un día de la semana otras veces?- digo colocando mi mano en los sedosos cabellos de su nuca. Levanto una de mis cejas al terminar de hablar.

Según yo, nada de besos antes de cepillarme los dientes. Pero la verdad es que no razono cuando tengo sus labios mullidos sobre los míos a plena mañana, y por sobre eso, incluso hemos cogido sin siquiera lavarnos la cara, que es justo lo que vamos a haber ahora.

Me encaramo sobre su cuerpo mientras que ambos nos besamos desesperadamente. Nos separamos y entonces Tae me ayudó a retirar mi blusa de pijama por encima de mi cabeza. Él se sentó y retiró su suéter ancho.

Se dispone a besar mi cuello. Tengo las manos en su nuca mientras lo hace, encogiéndome un poco por la sensación de sus labios. Cerré los ojos por instinto, y sin darme cuenta estaba riendo.

-¿Por qué no duermes todos los días en bragas?- susurra en mi oído.

Y es cuando recuerdo que no traigo shorts.

-Lo consideraré- respondo divertida

-Tengo sueño todavía, tal vez si me montas me despierte- sigue diciéndome al oído, mis mejillas se ponen rojas sin poderlo evitar- poseo algo duro que dentro de ti se sentirá estupendamente bien- y supongo que después de escuchar esas palabras soeces puedo competir en color con un tomate

-Amor, tus orejas- Tae se ríe, y sinceramente no puedo creer como en ocaciones entre nosotros todo pasa de lo perverso a lo tierno, o de lo tierno a lo perverso.

-Mejor vamos a la ducha. Jugamos un poco...- besa mis labios-, y nos bañamos, porque tenemos dos críos que en una hora despiertan.

-¿Te imaginas que Dae llore?- pregunté divertida.

-Lo arrojo por el balcón- dijo y reímos. 

(...)

-¿Pero por qué?- Eun le hace ojitos a Tae al tiempo en que él organiza el cuello de su camisa de uniforme arrodillado frente suyo. Amo que sea tan dedicado a ella.

-Porque hoy pasaré el día con mamá ¿de acuerdo?- le explicó genuinamente, mostrándole una pequeña sonrisa.

Eun-Sang asintió con la cabeza. Taehyung puso la mejilla y ella le besó, abrazándolo después.

-¿Para mami no hay abrazos?- pregunto, consiguiendo que por supuesto, mi adorable hija me ablande el corazón una vez más corriendo en mi dirección y abrazando mis piernas.

La oigo soltar un leve chillido cuando la cargo, me abraza fuerte anclándose en mi estómago tal cual un koala. Di caricias en su espalda meciendo su cuerpecito levemente.- que tengas un buen día, mi vida- le digo dejando un besito en su cabeza

Se aparta sonriente y yo la miro curiosa- ¿qué pasa?- pregunté

-Estoy contenta de tener una mamá tan bonita como tú- dijo y yo morí de ternura

-Aww, tu más- dije besando su nariz

-Te quiero- besó mi mejilla.

-Yo igual- respondí poniéndola en el suelo- mira, tu merienda- le entrego la lonchera- y esto puedes irlo comiendo ahora. Choi te llevará a la escuela.

-Si- asintió, tomando el dulce que le ofrezco en manos.

Le acomodé su mochilita y la acompañé hasta la camioneta ya que Taehyung fue a ver si Dae había despertado.

La camioneta desapareció de mi vista y yo entré a la casa.

-Y aquí lo tenemos- menciona Tae refiriéndose a Dae-hyun, despierto y en sus brazos. Sus ojitos me miran curiosos. Me reconoce y enseguida me tira los brazos.

- ¿Despertó la dulzura de mamá? ¿Mhm?- jugué con nuestras narices

-Mi madre podría cuidarlo hoy, así podemos tener la casa sola ¿qué dices?- propone Taehyung

-Ay amor no quiero agobiar a tu madre ¿ok?. Estamos abusando de su confianza, querrá tener tiempo para ella misma.

Tae suelta una carcajada- Nena, pero si mi madre tiene todo el tiempo para ella misma. Apuesto a que está cansada de ir de compras y verse con sus amigas a diario. ¿Piensas que ser ama de casa es divertido?, es toda una rutina.

-Es verdad- admití mirando un instante a Dae jugar con sus manitas aún siendo sujeto por mí

-Pero de todas formas- insisto indecisa

-Yo la llamaré ¿vale?, dejamelo a mí- insiste todavía más

-como sea- cedí

(...)

-No puede ser que vaya a hacer esto- dije sobando mis brazos, pues no llevaba ropa muy cálida para el clima mañanero de las ocho, la explicación es que según el  licenciado en educación física Kim Taehyung -notese el sarcasmo- sudaré lo suficiente como para no querer llevar siquiera ropa.

-Lo dices como si te fueras a tirar de un acantilado- habló divertido

-De seguro solo hago una sentadilla, no esperes que levante pesas o algo así- comenté y el me miró ofendido

-Estás perezosa ¿eh?. A este paso pensaré que el único ejercicio que haces es cuando tenemos relaciones. Ah, y hay que decir que no te tienes que mover mucho- dijo, reí y golpeé su hombro

Estábamos en el gimnasio, no lo podía creer cuando dijo que haríamos ejercicios. No me ligo mucho con estas cosas, usualmente es el quien vive metido en este lugar, el que por cierto está en nuestra casa. Me doy cuenta de que Taehyung adapta un gimnasio en donde quiera que viva, o compra la vivienda con el gimnasio ya hecho.

-Cuatro- al oírse ese número mis brazos fallaron y tuve que dejarme caer al suelo.

-Eres una floja- dijo Taehyung riendo y negando con la cabeza.-. No sirvió de nada que calentaramos antes de empezar, pensé que llegarías por lo menos a diez.

-¡Oye!, tus ofensas me duelen, Kim pesado-  le digo sacudiendo mis manos al quedar de rodillas sentada en mis pies.

-Bien, hagamos otro ejercicio, ¿quieres?

Rodé los ojos- ¿Puedo no querer?

-No- responde riéndose de mi expresión

-Eres tan malo- hice un puchero- mira como perdemos el tiempo, podríamos estar viendo una película, el día es lindo.

-Deja de actuar tierna, no me disuades ¿sabías?- cruza sus brazos- deberías agradecerme, te estoy dando un poco de salud. Estas delgada y buena porque tienes suerte.

-¿Dijiste que estoy buena?- dije soltando una risita

Descruza los brazos y se me acerca- Buenísima, y jodidamente sexy con esa ropa apretada ¿algún problema?- confiesa sin pelos en la lengua. Haciéndome caminar de espaldas, con tres pasos estaba tocando la pared.

Es Taehyung, lo conozco de toda la vida, hemos hecho y deshecho de todo un poco, me ha dicho esto otras veces ¿y que? Me pone nerviosa y sonrojada si se le da la gana.

-Pero puedes ponerte a sudar un poco por un día y ganar un pizca de sanidad al menos en la caminadora ¿qué te cuesta eso?

Pongo mi mejor carita ingenua y niego suavemente con la cabeza de un lado a otro.

Me observa y sin precio aviso me toma del trasero, plantando un beso en mi boca. Es uno intenso a pesar de que no movemos los labios.

-Como me pone que seas sumisa- susurra con voz ronca mientras yo le observo divertida

-Lo sé- admito descaradamente poniéndome de puntillas para besar su mejilla derecha

Descubro que me mira sorprendido al separarme- Te gusta provocarme ¿no es cierto?. ¿En esto te he convertido? Siento que me estoy hundiendo yo mismo.

Reí y lo empujé- los dos hagamos ejercicios, no es justo que te quedes a mirarme el trasero mientras yo hago todo sola.

Levanta las manos en defensa dando tregua a lo que le digo.

Primero empezamos con las abdominales, luego le siguieron otro tipo de ejercicios. Fue más divertido de lo que esperé aún que me dolían los huesos. Con el tiempo empecé a sudar. Se ponía interesante así que con la adrenalina del instante comprendí que quería seguir y seguir haciendo ejercicios junto a Tae. Tomábamos recesos de cinco minutos a cada ejercicio diferente y con todo y que imponía quejas para continuar acababa cediendo.

Estoy entre sus brazos mientras él hace planchas. La ventaja es que estamos cerca cuando tiene que bajar, parecemos adolecentes con estos jueguitos pero ¿a quién le importa? Es agradable ser uno mismo con la persona que ama y eso hacemos nosotros.

Observo como sus músculos se contraen por el esfuerzo físico y... mierda ¡está bueno hasta decir basta!.

-Y cincuenta- dijo agitado.

Se me queda viendo, son segundos en los que me pongo lela con la vista, de lo que el se aprovecha y finge que va a caerse para asustarme. Doy un pequeño respingo, mirándole mal cuando me doy cuenta que es de broma.

Tae se ríe por mi cara y se sostiene de los codos para besar mis labios. Es notable que no le costó nada hacer ese número de planchas. Alcé la cabeza y le besé de vuelta.

Después se sentó en el suelo. Me levanté yo para alcanzarle su pomo de agua.

-Gracias amor- quita la tapa y se empina de la botella. Terminó y cerró el pomo poniéndolo a su lado- ¿Qué? ¿Te gusto?- me pregunta con egocentrismo al ver que lo analizo sin pudor.

Lo miré ofendida- Egocéntrico de mierda- murmuro lanzándole la toalla para que se seque el sudor

La atrapa y comienza a secarse la frente y el cuello.

-¿Puedo decirte algo?- pregunté sin importancia viéndolo tomar apoyo de sus manos cuando se inclina hacia atrás.

-Puedes- dijo

-No me gustan los hombres muy musculosos.

Humedece sus labios con su lengua, mirándome- ¿Qué quieres decir?

-Que me encanta tu six pac y tus bipces y estas jodidamente perfecto así. ¿quedó claro? A menos que quieras dejar de gustarle a la chica que te gusta.

Él suelta una sonrisa ladina- Ya, ven, dame un beso- me pide estirando por un segundo sus labios

No lo pensé dos veces para acercármele la poca distancia gateando, sin aires de seducción ni nada de eso. Llegué a él y tomé sus mejillas para besarlo. Cerré los ojos dejándome llevar por la suavidad de sus comisuras. Entreabrí los labios cuando delineó mi inferior con su lengua, la cual dejé pasar sin disputar. Segundos después nos separamos.

-Con este beso que me acabas de dar creo que puedo premiarte haciéndote la propuesta de correr el patio y con eso acabar con los ejercicios.

-Pero Tae-

-Sin quejas- me dio una nalgada

-¡Hey!- lo regaño pero sé que le da igual

Nos levantamos para salir del gimnasio. Tenemos un patio enorme lleno de un muy bien podado césped. Por lo que no tenemos que salir a la calle para correr.

Al acabar de correr nos tumbamos en el césped totalmente cansados sin importar que pudieran haber insectos.

Se oyen nuestras respiraciones pesadas expresando nuestro cansancio. Siento que el corazón me late en todo el cuerpo y tengo que darme el baño de mi vida, además de dormir diez horas seguidas.

Me tomo el tiempo de percatarme de que tengo el cielo frente a mis ojos. Algo opaco porque no hay sol, pero es igualmente cielo, no deja de perder el fulgor.

Me asusto al sentir algo extraño en mi brazo pero es solo el hocico de Yeontan. Olfateó y dió una lamida. Empezó a lamer mi mejilla cuando reí levemente.

-¡Yeontan! ya es suficiente!- del tiro me senté, no había manera de que se apartara

Se dirigió a Taehyung e hizo lo mismo con él. Tae es más frívolo con Yeontan pero aún así sonrió y lo acarició.

Visualicé a lo lejos una manguera. Rápido me levanté y fui por el objeto.

-¿Qué haces?- oigo que Tae me pregunta en lo que yo busco como abrir-. Espera, no te atrev-

No le dejo terminar dejando que el líquido callera todo sobre él. Se defendió con las manos para que no cayera en sus ojos y astutamente fue por la otra manguera para mojarme también. Lo tomamos a juego, además de que  necesitábamos agua por todo el sudor que teníamos encima.

Tae se colocó la manguera de modo que el agua callera sobre su cabeza empapandose más de lo que ya estaba. Sacudió su pelo y me miró.

Sin planearlo sonreímos al mismo tiempo, tal vez coincidimos al pensar en que nos gusta demasiado pasar tiempo juntos y hacer cosas que por más patéticas valen la pena.

Cerró el fluido del agua y en un abrir y cerrar de ojos estaba frente a mí, tomándome de la cintura y besándome como si no fuera suficiente con la quincena de veces que lo hemos hecho al dia. Solté la manguera también y sonriendo como idiota en medio del beso.

-¡Te amo, joder!- gritó al cielo como si quisiera decírselo a todo el que pudiese escucharlo. Me levanta a volandas dando vueltas conmigo mientras yo soltaba carcajadas y le pedía que parara.

Quizás recordando imágenes como éstas en los actuales momentos difíciles, arribo a la conclusión de que el universo es indescriptiblemente hermoso, pero la vida que existe en él... es indescriptiblemente cruel.

Eh... ok :(

20 k en Broken Wings
🥰🥰🥰😍❤🥳
Gracias gracias gracias
Este fic aún cuenta con algunos capítulos más n.n Tal vez unos... 15
Okno. Pero no serán 50. Faltan los trubles 😥😈
We,mi parte favorita.Que mala escritora soy💔
Nos leemos pronto, que sepan que este es el último cap que tengo en borradores 🙂 👉👈
Igual salgo de vacaciones porque voy a pasar de grado uwu, espero poder aprovechar esos días...

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