Tn.

-Amor, ¿sabes adonde está mi teléfono?- le pregunto a Tae revisando entre mis cosas, la ropa seguía tirada por todo el suelo a consecuencias de ayer

Un suspiro de alivio salió de mi boca al encontrarlo. Ambos íbamos tarde, Taehyung es el presidente en su trabajo muy a diferencia de mí, que debía correr a pedirle por mensajes a Yuna que me justifique con el profesor, me halaga mucho pero eso no quita que no vaya a llevarme un regaño al llegar e interrumpir una de sus didácticas clases.

Humedecí mis labios encendiendo el teléfono, lo desbloqueo con un simple desliz de mi de dedo, no contando con que apareciera la mensajería totalmente abierta. Fue imposible no retener la respiración. Muchos malos pensamientos cruzaron mi cabeza en ese instante.

Mis ojos se fueron a Taehyung, se colocaba los zapatos sentado en el bordillo de la cama. La razón por la que no me había dirigido la palabra desde que despertamos era esa, vino por si sola. Me era de poca importancia la seriedad con la que se había pasado el pequeño tiempo que llevamos preparándonos para irnos cada cual a hacer lo de siempre. Ahora lo entiendo, y me da miedo hablarle porque imagino las conclusiones a las que ha llegado.

-¿Revisaste mi celular anoche?- pregunté en un hilo de voz, sus movimientos no se detuvieron, siguió a arreglarse las muñecas de la camisa. Su silencio me hizo tragar- Tae, te estoy hablando

-¿Te supone un problema?- se levanta y voltea, está serio-. Es el maldito celular que te compré, ya veo para lo que lo usas ¿Y si no leo los mensajes que? ¿Me dices que ibas a hacer? ¿Ibas a ir?

-Solo fui por un libro aquella vez- respondí, defendiéndome de sus insinuaciones- Choi me acompañó de hecho, amor, no tienes que pensar cosas que no...

-No estoy pensando nada- me interrumpe, grotesco-. No soy imbécil, ya me habías dicho que eres la mejor, y me encanta eso, lo entiendo y estoy feliz por ti, pero exactamente porque no soy imbecil sé que a ese le gustas.

-Confío en tí, y si quieres que no tengamos problemas, bien puedes aclararle que no se te acerque

Sus palabras se acabaron ahí, caminó en dirección al vestidor, suspuse que buscaría un reloj, su contención dolorosamente inexpresiva no se borró. Seguía molesto y yo me empecé a sentir demasiado afligida, no supe si solo asentir, decir "está bien" o "si". Detesto cuando se molesta y me habla así. Me lo siento más si ha pasado tiempo desde que no actúan sus malditos celos. Pasa que estamos de maravilla pero vienen los inconvenientes, surgen sus jodidas dudas, me cuestiona sin importarle nada y no me escucha.

Frente al sillón en donde estaba tirado mi teléfono y de espaldas al otro extremo de la habitación para no acordarme del rostro de Taehtung segundos antes; inspiré, con un nudo en la garganta, abrochando cabizbaja mi blusa color negro. Sin darme cuenta estoy viendo borroso a causa de las lágrimas que se acumulan en mis ojos. No sé por qué me importaba tanto, al fin de cuentas él es así y he sabido vivir con eso desde que lo conozco.

En la molestia del dolor que se me había instalado fácilmente por el nudo en la garganta y la incertidumbre de si las gruesas gotas caerían de mis ojos o no, me toma desprevenida cuando un cálido pecho se oprime con mi espalda y acabo con dos fuertes brazos a mi alrededor.

Empiezo a sentir besos en la mejilla, mi cuello y hasta mi hombro. Taehyung me aprieta cariñosamente todo lo que puede. Aún así mis lágrimas bajan, tal vez del alivio que estoy sintiendo después de eso. Aparta mi pelo para  incluso besar mi oreja. Respiro la loción que se acaba de echar la cual es justo la que siempre usa.

-No llores, yo sé por que te dije todo eso- me habló, mirándome por un costado

-¿Tenías que ser tan duro? ¿Creías que si me lo explicabas con más sutileza no entendería?- poso mi mirada en el suelo

-Estoy celoso, ¿Por qué no me explicas entonces por qué fuiste a casa de ese tipo y no me dijiste, eh?

-N-no lo creí importante- le dije en voz baja

-Pero sabías que me iba a molestar- prosiguió- ¿Entonces?

-Yo... discúlpame- murmuré, sintiendo después como besó sólidamente mi mejilla

-Está bien. Ahora ve y ponte algo más largo, ¿puede ser?- ni siquiera lo pensé para asentir, se refería a mi short y si a él no le agrada no creo que pueda hacer algo al respecto- . Te esperaré para llevarte al hospital

-Pero te atrasas más- lo miré

-No importa- negó con la cabeza- ve, te voy a esperar.

Dándome un último beso me permitió salir de sus brazos, a lo que yo fui por un jeans al vestidor.

(...)

Taehyung.

Entre a mi despacho con la reverencia de mi secretaria, le hice un leve gesto por no ser grosero y simplemente pasé cerrando la puerta detrás.

Mientras esperaba por mi horario y mi café doble de la mañana me quedé ahí, descansando la nuca en el cómodo espaldar de mi silla giratoria, pensando.

Sé que lo que sin querer sucedió con Rachel en Francia es mínimamente importante, es tan insignificante que no lo he vuelto a recordar hasta ahora, pero eso ya es algo que tengo que guardarme para mí. Si, un secreto que me va a costar caro callar.

Minutos más tarde ya tenía mi bebida caliente en la mano. Di un sorbo a mi café mirando de pie por los cristales que dan con la ciudad dejando una vista relajante. Introduje mi mano en mi bolsillo derecho cuando unas manos acariciando mis hombros me hicieron sobresaltar.

-¿Llorando por mí?- me giré

Mi mirada cayó sobre Rachel, la fulmino con esta y ella me da una risita suficiente

-Sí claro, esperando a que me vengas a molestar- zanjé con una risa amarga- ¿qué quieres ahora?

-¿Qué quiero?, ¿No está claro?- ladeó la cabeza recostandose de mi escritorio

Llevaba una blusa corta exhibiendo su perfecto abdomen y un short bastante pequeño. Se veía... ella, la de siempre, fina, aparentemente perfecta pero completamente irritante e insoportable. Que la compre quien no la conozca bien. Yo ya se como es y no me agrada mucho que digamos.

-¿No te da vergüenza ser tan atrevida? ¿Tienes dignidad?- crucé mis brazos, oteándola

-Tienes razón, aunque espera- se puso la mano en la barbilla fingiendo pensar- no sé si dejarte en paz esté en mis planes

Reí de lado, sarcástico-. Amas perder el tiempo ¿no?

Se me acercó, no me aparté para demostrarle lo ridícula que puede llegar a ser pensando que puede intimidarme -no, amo que tu esposita no me podrá hacer competencia jamás en su vida- sonríe con sonra

-¿Te han dicho que trae malas consecuencias hablar sin saber?- le dije, ella no dijo nada- pues es así, como las mentiras. Pero si tu lo dices- me encogí de hombros

-¿Me concedes la razón, Kim?

Bufé- ¿Estas loca?. Deja de mencionar a Tn ¿quieres?. Si estás tan ardida haste una vida, Baek Rachel. Te metes con ella sin que te haya echo nada y realmente estoy harto de eso.

-¿No me ha echo nada? ¿Te estás oyendo?- dijo molesta

-Tú te lo haces sola. No se por qué te esfuerzas en culparla de las cosas que no te favorecen. ¿Te digo que estas haciendo?

-Ceduciéndote- dijo

-No- contradije- . Me estas dando demasiada importancia- coloqué el envase del café vacío en la mesa de mi escritorio

-Dime algo ¿Y qué, si realmente caes, eh?- es más baja que yo, y aún así habla con tanta suficiencia que me aborrece, me saca de quicio que se comporte así

Me tomé el tiempo de reír sarcástico una vez más- yo te voy a dejar, tu solo...sigue, sigue provocándome y verás tu final feliz.

-¿Amenazando?- arquea una ceja, la seguridad nunca abandonando su voz, rió creando incertidumbre apropósito- vaya, eso... es propio de un presidente, ¿Qué me estás queriendo decir, exactamente?

-Que tengo el jodido derecho a sacarte de mi empresa y mis negocios, Rachel, porque pensándolo bien, no te necesito- espeté lo más sincero posible

-Tu no lo harías- desconfió

Suspiré agobiado de su presencia y sin querer responderle otra cosa.

-¿Te puedes ir?, haces que mi día no sirva- dije de mala gana tomándola del brazo para llevarla camino a la puerta

-¿Q-qué haces..?- pestañeó confundida caminando a regañadientes, sus tacones sonaban con el suelo a medida que yo la llevaba bruscamente- Taehyung, me... me estas lastimando!

Ignoré su último reclamo, no haciendo más que girar de una vez por todas el pomo de la puerta para una vez haberla abierto sacarla a la fuerza lanzándole su bolso.- lo siento- mascullé sin cuidado volviendo a cerrar la puerta, esta vez en su cara y con seguro.

Al segundo de dar la media vuelta para finalmente disponerme a trabajar escuché unos pocos toques.

Cerré los ojos y soplé manteniendo la calma, juro que sí es Rachel vuelvo a cerrar el maldito objeto de madera y no lo vuelvo abrir hasta las seis de la tarde.

Me despreocupé al encontrar a Jimin, sé que molesta mucho aveces pero su compañía aveces es prioridad. Necesitaba hablar con alguien.

-¿Ocurre algo?- quité los almohadones de en medio para sentarme viéndolo a él tomar asiento en un sillón- . Venga, hombre, que ya tengo problemas yo, otra persona con problemas es el colmo- le dije

-¿También tienes problemas?- me lanzó una mirada de venado que me sacó del paso, ¿estaba tan triste?

-Jimin, en serio ¿que te sucede?, ¿qué es tan grave?- indago preocupado, debió ser terrible

-Tu primero- dijo- di cual es tu problema

miré a otro lado pensando en cómo decirlo - Rachel... bueno, ella me besó.

-¿¡Como?! ¿Lo dices de verdad?- se escandalizó dándome un susto

-Por supuesto que es de verdad. ¡Me besó!, la muy loca me besó y ahora no para de insinuárseme ¿lo puedes creer?

Mi mejor amigo pestañeó, congelado

-Espera, estoy cargando- me hizo un gesto con la mano, fruncí el ceño mientras que él solo miraba al suelo pensativo- que fuerte- me miró-, si, y es que es más... complicado que lo mío, definitivamente.

-Ah, pero que amigable de tu parte!, entonces celebremos porque lo tuyo es menos jodido que lo mío ¿te parece? Si, ¿porqué no vamos y bebemos hasta morir?

-Vale, lo siento- dijo un poco más serio

Suspiré tirando de mi cabello para volver a prestarle atención- ¿Tú problema?

-Jungkook...

Kookie nos salió infiel🤣
A veces a algunxs nos gusta leer de lo homosexual también por eso quiero más o menos variar aunque la historia no se vaya por ese lado.
👉👈  ya veré como hago todo, que triste que se separen Jimin y Jk 😓.