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El restaurante era carísimo, la verdad. No habíamos bajado del auto y yo ya respiraba el ambiente de lujos de ahí dentro. Nos tomamos de la mano para caminar hasta la entrada. Era por reservas, pero Taehyung no tuvo que decir nada.
Mi quijada bajó al notar el lugar sin una alma. Se encontraba más que vacío, a excepción de las mesas y sillas -claro-.
-Bienvenido, señor Kim- Tae reverenció levemente, usa poco las palabras con los empleados, ya me he dado cuenta, dejé mi incredulidad de lado y reverencié también
-Síganme, por favor...- nos pide con cordialidad
Subimos a un segundo piso y luego de indicarnos la mesa en la que nos senairíamos fuimos hacia allí. Contaba con una vista bastante particular, la vista nocturna era hermosa. Vi mi reflejo en el espejo y sentí mariposas en el estómago ¿por qué las absurdas mariposas? Es solo Taehyung, lo conozco de toda la vida.
-Supongo que no fue difícil planear esto- dije mirándolo
-¿Cómo lo sabes?- se que es una pregunta retórica por su tono de voz, me dio una sonrisa de suficiencia que punzó mi vientre sin más mi menos
-Gracias- mencioné
-Hermosa, es tu cumpleaños, no me agradezcas.- dejó tiernas caricias en mis nudillos
No tardaron en venir a atendernos.
Flashback
-¿Q..que haces? Debiste decirme antes, me hubiese puesto otra ropa- me miré tan solo para corroborar que usaba unos jeans negros y una blusa corta, mis zapatos estaban algo gastados y... auch.
-¿Tu ropa?, ¿Tiene algo malo? Yo te veo bonita- dijo sin importancia, tomando asiento frente a mí
Me sonrió mandando a la mierda la mitad de mis nervios. Un camarero se nos acercó con menúes, tomamos uno cada uno y le seguía leer para ordenar, lo que pasa es que no me sentí del todo segura al ver aquellos platillos que incluso se identificaban con un nombre de carencia.
Los precios. Joder, los precios.
-¿Elegiste algo?- siento la atención de Taehyung en mí, tragué en seco, mis manos sudaban.
-C-creo que una ensalada mixta... eh, no!, mejor una ensalada solamente- genial, tampoco tengo para eso.
Era imposible ¿Sería tan bueno para llevar un valor tan imposible?- M-mejor un vaso de agua..
¿Es decir que si me estoy muriendo de sed y no tengo para pagar me dejan morir? Que inhumanos.
-¿Un vaso de agua? ¿Vas a cenar eso?
-Sí...- murmuré
-Amor, no estarás pensando en pagar ¿verdad?- me cuestiona, bajé la mirada, pero Tae me quitó la cartilla de la mano y se pasó a la silla de mi lado para agarrar mi mano y enlazar nuestros dedos. Besó mi mejilla y me hizo mirarlo- yo pagaré, no seas tonta. Anda, pide lo que más te guste.
Comería lo mismo que había pedido él ya que realmente no sabía que decidir. Se llevaron nuestra orden al poco rato y estuvimos charlando en lo que llegaba lo que pedimos. Yo no paraba de mirar a todos lados. En unos minutos llegó nuestra comida, se veía muy apetecible. Había de todo.
-Ahh, me muero de hambre- susurra Tae, ansioso
Humedecí mis labios tragando ante lo que veían mis ojos. No recuerdo haber estado junto a tanta comida tan divinamente puesta a mi merced, quien sabe y es que nunca estuve en un restaurante de estos y solo no quiero desacreditarme.
-Yo invito- me recuerda riéndose de mi expresión
Reí- siempre invitas, Kim Taehyung.- y era verdad, nunca me dejaba pagar. Hoy no era la excepción.
-Por eso, deja de pensar y come algo- dice empezando a probar, moviendo su cabeza en señal de que estaba comible
Me fijé en como cogía el los cubiertos para poder hacerlo bien y utilizar cada cosa como lo hacían todos a mi alrededor.
Las manos de Tae de repente me pusieron el tenedor en la izquierda y el cuchillo en la derecha.
Me quedé viendo la dedicación en su rostro al enseñarme -es así- me sonríe
Fin del flashback.
El alcohol comenzó a hacer efecto.
No paraba de reír a causa de las boberías de Taehyung, y es que no era gracioso, sin embargo algo me incitaba a reír, como si no tuviese más remedio.
-No puede ser, cállate- sentía mis mejillas calientes debido al alcohol
-Entonces no te rías- dijo con voz ronca, ni siquiera el mismo podía evitar reírse de sus idioteces
Sonaba una canción mientras nosotros bailabamos al compás, no sabia absolutamente nada de esos bailes profesionales, pero de alguna manera Taehyung me ha enseñado como, nunca he bailado con otra persona aparte de él, así que no me ha sido difícil a la hora de seguirlo.
Es injustamente irónico, por alguna razón ha sido el primero y el único en muchas cosas. Mientras que yo tal vez no haya marcado muchos comienzos. Es entendible después de todo, teniendo en cuenta que somos lo bastante diferentes.
Rodé sobre mis pies y con ayuda de sus brazos quede de espaldas a él y atrapada entre ellos, el paso de baile lo requería. Volvimos a estar frente a frente consiguiendo vernos a los ojos.
-¿Me vas a decir en lo que piensas?
-En nada- respondí. Embelesada, me perdí en el infinito de sus pupilas, mi corazón latía, latía mucho y era únicamente por él. Sentí un nudo en el estómago, sus manos en mi cintura me causaban estragos mentales.
Me abrazó. Cerré los ojos con su embriagante perfume, mis manos estaban en su cuello, el silencio era tan malditamente relajante que no quería que pasaran los segundos y tener que dejar de sentirlo abrazarme así. El modo en que me protegía me hacía sentir especial. Kim Taehyung, fuera de la forma en que fuera, había marcado un antes y un después en mi vida. Aún si por algún motivo ya no hay un nosotros en un futuro, y comparto con otra persona, esa persona será alguien que cumpla su papel, pero seguramente no alguien que llene su espacio.
-¿Y si nos vamos de aquí?- susurró en mi odio, acariciando con su nariz, frotándose contra mi piel
Se las arregló para rotar la cabeza haciendo que nuestras frentes estuviesen juntas, no se lo pensó para besar mi pómulo, mi nariz, mi boca, mi boca, y mi boca, deteniéndose especialmente ahí.
Me tomó con mucha más fuerza de la cintura, lógicamente ya no bailabamos, me ultraja los labios sin pudor robándome suspiros por su brusquedad, no me bastaba con ir a mi ritmo, me tocaba ir al suyo y no era para nada lento. Cuando le place besa demasiado rápido, tanto como para dejarme detrás, en esos momentos soy torpe. Siento como ladea la cabeza con esmero, convenciéndome de que enserio debíamos irnos de aquí o nos echarían.
-Taehyung...!- objeté entre besos, en el fondo queriendo que no se detuviera. No me hacía caso, ya estaba preparada para eso.
-Nos van a echar de aquí- dije cuando nos dio un respiro, no entendía como su respiración estaba tan normal cuando yo me ahogaba con mi propio aire
Barrí el lugar no encontrando a nadie, no lo medité del todo bien porque Tae presionó sus labios con los míos otra vez, arrebatándome el mínimo oxígeno que se me pudo meter en los pulmones. Ahora no hice más que seguirle la corriente completamente incorrecta, sin importarme que nos vieran.- ¿No sabes quién soy? nadie tiene cojones de echarme de aquí.
Dijo con toda seguridad, la adrenalina de ser descubiertos se filtró en mis venas con la sonrisa que me dió luego. Me hizo envolver mis piernas en su cintura, estaba algo borracha, sus besos e incite a intimidar en público me llevaban a volar y no a pensar con coherencia.
Desde novios teníamos mucho sexo, yo era tímida siendo virgen, pasó mi primera vez y, a pesar de que siempre hubieron muchos sentimientos involucrados en lo que teníamos, nunca nos faltaron las relaciones sexuales de ahí en más, disfrutábamos demasiado de eso. Hoy en día es así, y creo que lo seguirá siendo.
-Te sorprendería lo duro que estoy- dijo poniéndome en un lado vacío sobre la mesa en la que habíamos comido, solo quedan restos en los platos y las copas de vino por la mitad junto a la botella más vacía que llena.
Seguimos besándonos entre roces. Lo estaba gozando al máximo, de echo estaba a punto de desabrochar sus pantalones y saciar la sensación que quemaba como el infierno por quererlo todo dentro, pero hice un 'click' en mi cabeza recordando un detalle importantísimo, un detalle que además de todo facilitaría las cosas esta noche.
-Espera, espera- lo aparté, no convencida de querer hacerlo, el gruñe en desacuerdo.
Por unos segundos el rojo de sus labios me distrae pero me enfoco en que tengo que contarle lo más rápido o los dos la pasaremos mal
-Tenemos que irnos a casa- dije, lamiendo mis labios, apunto de hablar para quejarse puse mi índice en sus labios, callándolo.
-No me preguntes porqué.
-¿Es enserio?- pregunta confuso y frustrado. Bajé mi vista para ver con mis propios ojos que era el vigor que chocaba con mi pierna, si, nada más y nada menos que su polla.
Reí y tiré del cuello de su camisa para acercarlo y besarlo en compensación, tendría que irse con semejante erección, también debía considerarlo, pero apuesto a que le va a gustar lo que vea cuando lleguemos. Me separé lentamente y lo miré.- Llevo lencería para ti- murmuré descaradamente- pensé que quisieras mirar.
Ahora mismo cualquier cosa que me dijera me estimulaba- ¿Te haces una idea de cuanto vas a gritar hoy?
-Hazme gritar, Taehyungie...- besé sus labios de la forma más mórbida que encontré
Me guardo la imagen del deseo inyectado en sus ojos mientras bajamos al primer piso del restaurante y salimos de allí. Taehyung hizo de todo para que no se le viera la erección suponiendo que nos viese alguien de camino al auto aunque este estaba justo al frente. Fueron tan solo unos pasos para entrar. Cerró la puerta por mí y rodeó el vehículo para adentrarse en su lugar.
Sintiendo que faltaba algo, me volví en mi sitio buscando besar sus labios por última vez, él me corresponde como puede con la cabeza en mi dirección. Realmente estaba ansiosa, incluso olvidé el cinturón.
-Mierda, no me provoques o se me olvida que quiero mirar la maldita lencería- me apartó, sutil, en la cara se le notaba el esfuerzo que hacía por no arrancarme la ropa aquí mismo
Lxs amo, Voten 🥰
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