Taehyung

Acabo de vestirme acomodando mi camiseta, sacudo un poco quitando la parte arrugada y casi que camino en un solo pie porque el llanto de Dae se vuelve más agudo con los segundos.

Giré y antes de irme me acerqué a besar la frente de Tn, quien solo siguió con los ojos cerrados acurrucada entre las sábanas. Me hubiese gustado quedarme a mirar el cansancio que le he dejado durante la hora anterior, pero no tenía tiempo.

Cerré la puerta urgentemente y corrí a la habitación de al frente, encontrando a mi pequeño gritando a todo dar.

-Hey, papá está aquí, príncipe!- aparto el mosquitero y lo tomo entre mis brazos procurando agarrarlo bien

Su llanto empieza a disipar una vez lo tengo conmigo. Estaba sudando, pasé mi mano por su frente colorada.

-¿Tienes hambre, eh?- besé su nariz y su frente llevándolo afuera de la habitación

Pero sentí un olor que había percibido antes y paré en seco.

-Ahh, ¿por qué me toca limpiarte cuando haces del 2?- él solo me mira curioso por un segundo y sigue bobeando mirando a otro lado

Lo dejé en su cuna una vez bajé la baranda por completo y comencé a cambiarle con cara de horror. Es la parte que más detesto de ser padre. Tn estaría muriendo de risa viéndome hacerlo.

Tapando mi nariz, dejé el pañal con estiércol de bebé en el pote de basura que luego se encargan de botar.

-Pero que- digo confuso- ¿Cuál de todos es el biberón?- sujeto la puerta de refrigerador con una mano y en mi otro brazo yace Dae, quien al parecer puede esperar paciente a que pueda calentarle su leche- puedo escoger cualquiera ¿verdad?- le hablo como si me fuese a responder- sí- me repondo yo mismo cogiendo un pomo en forma de osito.

-Vas a conocer los animales antes que los colores, faltaba que usaras un biberón en forma de pez- sonrío levemente abriendo el microondas

Lo cierro y lo programo para dos minutos.

Suelto un suspiro y miro a Dae para luego besar su pequeña sien. Su pelo es negro, ya comienza a salirle. Y por lo que se ve, no sabemos todavía a quien será el parecido. A mi me daría igual.

Sonreí inconscientemente recordando cosas pasadas de su embarazo, pero el sonido del aparato frente a nosotros indicando que lo que puse terminó, me trajo de vuelta hacia Dae y su leche.

Me senté en el sofá del living dejándolo sobre mi, coloqué el biberón en su boca notando su desesperación -ya sabe mucho- misma que fue aplazada cuando bebió con hambre del líquido.

El adorable pomo se mueve suavemente en mi mano por sus succiones, sus ojitos miran hacia todas partes mientras se alimenta.

Con los minutos sus ojos se fueron cerrando, había momentos en que los abría rápidamente y si había dejado de chupar con rapidez, continuaba. Así la pasó por un rato. Se quedó dormido, de hecho, pero no dejó ni la más mínima gota.

Guardo silencio y lo acomodo en mi hombro sobre el paño que traje conmigo desde su cuarto. Escucho sus eructos y soniditos hasta que ya solo se nota su profunda respiración.

Subo las cejas mirando por la esquina de mi hombro aunque se que no veré nada.

-¿Te dormiste?- susurré. Me sonreí a mi mismo y me levanté cuidadosamente.

Puse el biberón el la encimera y apagué las luces de la cocina, para luego salir de ahí y subir con la misma delicadeza las escaleras.

-Que descanses, campeón- di un beso en su cabecita y lo arropé una vez lo acomodé bocabajo.

Apagué las luces también, salí y solo tuve que dar unos pocos pasos para tirar del picaporte de la habitación que comparto con Tn, me adentré callado cerrando la puerta dentras de mí.

Bajo el último interruptor que me queda dejando todo a oscuras y me meto a mi lado sigilosamente.

El colchón se hunde con mi peso a la vez que tomo algo de colcha para mí. Antes de arrimarme todo lo que se puede a mi mujer rotundamente dormida, extiendo mi brazo para ver la hora en mi celular.

La pantalla me muestra que son más de la una y media. Suelto el dispositivo sin hacer ruido y me deslizo el pequeño tramo que me falta para envolver el desnudo cuerpo de Tn entre mis brazos. Ella nisiquiera reacciona, yo solamante beso su cabeza y cierro los ojos.

Te adoro, mi vida.

Días después.

Tn.

Le pellizqué a Tae por las costillas y el abdomen consiguiendo que su risa interrumpirse el beso me daba, por fin pude deshacerme de él. Amo que sea cariñoso pero aveces hay que frenarlo.

-No me dejas ponerte esta cosa, ya no recuerdo..- frunzo el ceño haciendo un leve puchero tratando de atar su corbata

Él se queda viendo como lo hago. Yo aplaudí como niña pequeña al acabar de hacerlo completamente bien. Una mueca se crea en sus labios.

-Es que quería que fuera como las otras parejas, no me mires así-, le reprocho-, apuesto a que Jungkook le pone la corbata a Jimin

-Claro, porque Jimin hasta duerme con esa cosa puesta y yo detesto esta prenda de vestir- me responde sin pensarlo-.... ¿ese no fue el mejor ejemplo ¿verdad?

Soltamos una risa al unísono por lo extraño que sonó.

-Usala por mí, te ves más profesional- me puse de puntitas y lo besé, yo vestía su camisa del día anterior. Me iba a separar pero él no lo permitió apretando una de mis nalgas y atrayéndome con exigencia. Trato de profundizar el beso como me pide y pasados unos segundos más, me aparto

¿Llegas temprano hoy?, es sábado- le pregunto apartándome. Su mano sube a mi cintura.

-No creo- hice una mueca triste por su respuesta-Tú disfruta tu día libre con los niños. Yo tengo que trabajar, es lo que me corresponde- me sonríe levemente, yo asentí

-Espera a que me ponga algo mejor y salgo contigo.-dije

Fui por un short de franela y una blusa ancha beige, ambos del mismo color. Unas pantuflas y pude salir.

-Bebé, despídete de papá, mira- dije con voz dulce, lo mecí un poco acercándolo a Tae

-Adiós, obedece a mamá ¿vale?- le besó la frente con cariño, luego beso mis labios acomodándose la chaqueta.

-A mi nadie me da besos- comentó Eun-Sang cruzándose de brazos

-Ahh, no empieces, ven aquí- Tae la abrazó fuertemente levantándola del suelo, ella empezó a reír por los besos que le daba Tae en la mejilla- no te pongas celosa, princesa.

-Entonces no beses solamente a mamá y a Dae-hyun, no es justo- Tae hizo un puchero

-Te iba a besar después, lo juro

-Mhm- dijo desconfiada bajando la mirada

-Te traeré de los chocolates de la otra vez ¿quieres?

-Sí- usa su juego de sentimentalismo fingido

-Eun-Sang, quita esa cara, me voy a molestar- Tae la regaña

-No puedes, yo soy la molesta, por eso tienes que traerme los chocolates de hoy y los que tenías que traerme el lunes

-Trato echo

Ella asiente firme.

Es el colmo.

(...)

-Mm- mastico lo que tengo en la boca- oye Jin, estaba pensando, ¿No seria mejor si vienes a cenar a la noche?

-Siii!- chilló Eun-Sang moviendo sus pies. Luego de que Jin viniese decidimos tender una manta en el patio trasero, hay aire fresco y sombra así que estábamos de lo mejor. Dae no había dormido más por lo que estaba en los brazos de mi hermano sin hacer nada.

-¿A la noche?, de acuerdo, tengo tiempo libre-, sus labios gruesos se encargan de darme un sonrisa

El pelirrubio atiende a Dae y juega con él entretenido. Yo tomo otra fresa, pensativa, cada vez que veo a mi hermano recuerdo la cara de horror que tenía Chaeryeong el día de mi vida y el misterio en su mirada cuándo el se hizo presente.

Oh claro que me acuerdo, no pararé hasta saber que pasaba por su mente ese día.

¿Qué es eso tan horrible que guarda Chaeryeong en su conciencia y por qué involucra a mi hermano? ¿Estaría exagerando?

-Espero que este fin de semana dure de forma decente, el anterior fue desastres - comentó soltando un lastimero suspiro- Oh, ¿Te dije que me aceptaron como cocinero en el restaurante nuevo que solicité?

-¿De verdad?-, dije eufórica- eso es una buena noticia, entonces se resolvió el incidente en tu antiguo trabajo ¿o no?

-Sí, me deshice de ellos finalmente, no me merecía estar ahí ¿verdad? - me mira, asentí de acuerdo-. Solo llegué tarde una vez y mira que caos por esa mínima falta ¿que creían?

-Son personas que se toman muy enserio el capitalismo, en este trabajo irá mejor, ya verás- palmeo su hombro

-Espero- dijo, pensando, le doy una sonrisa sincera cuando me mira

-Cuando puedas le dices a Lisa que estamos peleadas.- digo cambiando de tema, el se ríe- . Solo se que está viva, no habla conmigo, no llama, no viene. Yo iría pero tengo quinientas cosas diarias que hacer.

-Le diré que venga a la noche conmigo.

-Me parece bien. Invitaré a Jimin y a Jungkook.-dije dando paso a un imprevisto silencio.

Jin se rasca la nuca.

-Ahora que me acuerdo.... tenía cosas... pendientes.

-¿Ah, si? ¿Te vas, entonces?, ¿No te quedas a almorzar?, no estoy segura de que Tae venga ¿Me vas a dejar sola?- lo sandareo suplicando

-amAy pobrecita- me mira mal- tienes a Eun-Sang, ella querrá almorzar contigo ¿verdad Eun?

-¿Qué?- pregunta perdida, estaba jugando con sus manos y hablando sola acostada bocarriba

-¿Oíste? Dice que si- responde rápidamente y planta un beso en mi mejilla poniendo a Dae sobre mí tras decirle un "adiós" con voz dulce, yo miro atónita como le hace cosquillas a Eun, despidiéndose. Luego se levanta

-Espera, ¡No es justo!- digo viéndolo caminar de espaldas e irse normalmente después

-¿Mami, sabes que le pasó a Momo?- atiendo a la pregunta de Eun-Sang viendo hacia ella

-¿Esa quien es?- dije y la vi fruncir el ceño

-Es mi muñeca.

-Ah, no lo sé cariño, tienes quinientas. ¿Le preguntaste a Yeontan?- dije riendo

-¿A Yeontan?- abre los ojos de repente- ¡Seguro ya está rotaaa!- patalea para luego irse corriendo enojada con quien sabe quien

Negué riendo y me quedé jugando con Dae, quien ya empezaba a reírse un poco con cualquier mímica graciosa.