₃₂
Mañana siguiente.
Tn.
-Jodida mierda, Taehyung, prometimos no volver a tener relaciones sin protección, tan solo mira como lo cumplimos- pasé mis manos por mi cara y soplé frustrada para luego continuar guardando nuestra ropa -la que usamos estos días-
Tae se sentó en la cama, justo al lado de la bolsa en la que echaba todo, lo dejaríamos aquí y ya luego las personas que se encargan de la limpieza de la casa cada cierto tiempo lo lavarían.
Él aún tenía el torso descubierto pero yo ya estaba casi lista para que nos fuéramos vistiendo un vestido azul sencillo que deja mis hombros al descubierto. Hoy regresamos a Seúl.
-¿Ya te diste cuenta de que no consigues nada echándonos la culpa?- me pregunta de la forma más pacífica- no puedes quedar embarazada, de acuerdo pero ¿que harás si ya todo pasó? No vale la pena, deja de pensar en eso, me estoy estresando también y se supone que después de lo de ayer el día de hoy es genial
-Pues es un día horrible, y tú y yo somos unos irresponsables ¿sabías?- dije sin una pizca de gracia.
Lo miro incrédula al ver que suelta risas -Estoy seguro de que pronto llega tu periodo ¿quieres postar?
-¿Es en serio?- pregunto molesta
-¿Sabes que pasa por mi cabeza ahora?, estoy pensando en que tal vez el maldito malhumor que aveces tienes en tus días se esta adelantando
-¿Tu crees?- digo irónicamente
-Tn..
-Que- menciono todavía inexpresiva.
-¿Qué puedo hacer para que dejes de estar enojada?- me agarra por la cintura y yo desvío la mirada no queriendo ceder a sus trucos.
Realmente no tengo ganas de hablar, el solo hecho de pensar en que no soy capaz de recordar el jodido condón antes del sexo me pone histérica y molesta conmigo misma.
-¿No te gustó lo que hicimos anoche?- me mira desde abajo. Me niego a responderle.
Apretó una de mis nalgas haciéndome sobresaltar y mirarlo desubicada.- ¿Qué te pasa?
-Te estoy hablando, señorita quiero que sea toda la noche- son cuestiones de segundos para sentirme colorada hasta las orejas- Ahh, no es tan mi culpa ¿verdad? Yo solo cumplí lo que me pediste
-Yah, es culpa de los dos- recalqué rodando los ojos
-No ruedes los ojos cuando te hablo. Parece que no te importa- dice mirándome serio
-Si me importa. Solo sigo preocupada porque hayas dejado tus hijos en mi útero, obvio no te importa, pero a mí sí- respondí
-Si que me importa.-dijo
-No, no lo hace- me cruzo de brazos
-¿Estas molesta?- me escudriña la cara completa mientras yo trato de no mirarlo
-No. Y ya olvídalo, deja que termine de recoger y luego nos vamos, el camino es largo y dormimos la mañana entera- fallo cuando intento apartarme una vez más.
-¿Qué?- le pregunto en un murmuro por que no permite que me vaya, sabiendo en el fondo el porqué.
Levanta la cabeza, yo de inmediato entiendo que pretende. Extiende los labios, indicando que le bese. Una vez lo hago paso a su mejilla y dejo unos cuantos beso más, que completan el final de la discusión, pero no el de mi preocupación, por desgracia.
-¿Contento?- ladeo la cabeza- ahora déjame o nos iremos de noche- dije saliendo por fin de su agarre
(...)
El viaje en auto fue sumamente largo y a pesar de que minutos antes de salir de la casa en la que pasamos momentos bastante significativos, tuvimos una pequeña 'pelea', eso no fue nada en las siguiente cuatro horas ya que el ambiente dentro del auto era estupendo.
Fue entretenido ir mirando por la ventanilla y hablar con Tae sobre temas triviales y sin importancia, él llevaba mi mano y la verdad no tuve cabeza para pensar en: la pastilla del día después, la regla, etc.
-Te portaste bien ¿hm?- le hablo a Dae-hyun, quien me miraba emocionado y cuando lo tomaba entre mis brazos no tardó en mover los piesitos indicando la felicidad de vernos
-¡Mami!- Exclamó Eun abrazando mi pierna, yo acaricié su cabello
-Adoré cuidarlo- comentó la señora Sook Hee.
Taehyung besó su cabeza- gracias por cuidarlos tan bien, mamá.
-No es nada, hijo- dijo sonriendo
Nos despedimos luego de pasar un corto rato con ella y nos dirigimos a nuestra casa. Luego de llegar nos dedicamos todo el día a los niños. Bueno, nos pusimos ropa cómoda y nos encargamos de algunas cosas de nosotros pero lo esencial fueron ellos.
-La abuela Sook Hee me peinaba muy suave, papá me da muchos alones- dijo Eun-Sang mientras yo cepillaba su cabello
-¿Ah si?- le doy tregua a su comentario, queriendo alargar el diálogo.
-Si- responde
-¿Te gustó quedarte con la abuela?
-Mucho, jugó con mi hermano y conmigo. Es muy dulce ¿no es verdad?
Por un segundo ideo en mi cabeza su actitud conmigo años atrás y sonrío levemente. Mejor que no la hubiera conocido antes porque no era muy una dulce persona- tienes razón.
Acabé y le coloqué un cintillo. Eun supo que había terminado y volteó mirándome con su adorable caritaz derritiendo mi corazón como millones de veces lo ha echo.
-Aah, dame un abrazo- me puse a su altura y ella sin dudarlo me abraza. Su risa se hizo audible para mí.
Es como mi flor intangible, lo que nadie nunca podría arrebatarme y lo que procuro a toda costa proteger. La quiero tanto, que jamás podría explicárselo con palabras. Es intraducible, así que no hago otra cosa que demostrarle tanto cariño como puedo, si algún día no estoy, tiene que tener conciencia de lo importante que fue para mí.
La cargué para poder abrazarla mejor.
-¿Me quieres?- murmuré
-si- dijo de igual forma
-¿Más que a tú papi?
-No- dijo riendo
Me aparté y la miré ofendida.
-¡No es cierto, los quiero a los dos!
Hacemos un puchero simultáneamente y eso nos hace reír también al mismo tiempo.
-Tengo que hacer los deberes. La maestra dice que hago mal los trazos. Xium es perfecto, porque siempre hace todo bien.
Reí negando- Que tu "papi" no te escuche decir eso.- dije y reímos- ¿quieres que te ayude con las tareas?
Ella asintió frenéticamente.
Le ayudé como prometí. Nos sentamos en su escritorio y con mi ayuda hizo los trazos que tenía orientados de tarea en su cuaderno de trabajo. Se veía fácil pero incluso para un adulto era complejo.
Después de varios minutos terminamos. Preparé su mochila y verifiqué que sus cosas para mañana estuviesen en orden.
Tomo mi celular y luego bajamos las escaleras hasta llegar a la sala, en donde encontramos a Taehyung viendo videos infantiles con Dae sobre sus piernas. Taehyung formaba algarabía con las canciones y Dae no tardaba en reír. Ví como sin borrar su fulgurante y atractiva sonrisa cuadrada, le dio un beso en la mejilla.
Capté la mirada de mi lindo esposo mientras me acercaba a ellos. Mi hijo también puso toda su concentración en mi, lloriqueando por que lo cargara segundos después. Lo tomé en brazos como pedía, viendo que rápidamente se calmó.
-Heey, hola mi amor- le dije dulcemente. Lo alcé y di besitos en su pancita haciendo que soltara muchas carcajadas
Luego insistió en bajar, a lo que yo lo puse en el suelo. Él sin dudarlo gateó en dirección al televisor, el cual seguía mostrando las divertidas caricaturas aptas para su edad.
Aún sonriendo me senté junto a Tae. Eun ya estaba en sus piernas puesto que no pierde el tiempo empleándolo en actuar posesiva con su padre.
Me morí de ternura al ver como nuestro inteligente niño movía su manita mirando atentamente a eso que llamaba en demasía su atención.
-Awww- dijo Eun-Sang en voz baja- está moviendo la mano.
Compartí miradas con Taehyung, nos sonreímos mutuamente. Yo sujeté con mis manos uno de sus brazos y descansé la cabeza en su hombro, soltando un suspiro y cerrando por instinto los ojos cuando besó mi frente.
Eun-Sang me miró y le saqué la lengua en modo de juego, consiguiendo que le diera un genitivo y fuerte abrazo a Tae, acomodándose de la mejor forma, es increíble como lo cela, son tal para cual. Tae rió por la nariz mientras que me dedicaba una mirada.
-Iré por su merienda- le dije refiriéndome a Dae
-Vale, ve.
Me dirigí a la cocina, la cual estaba sin una presencia ya que las empleadas se habían marchado hace unas horas. Fui directamente hacia el frío y tomé uno de los biberones llenos de la leche con maicena que tanto que encanta a mi bebé. Seguidamente lo coloqué en el microondas, esperando recostada de la encimera los pocos minutos necesarios.
Miré que mi teléfono se había encendido y en nada sentí una sonora vibración informándome de un mensaje nuevo. Lo saqué del bolsillo de mi pantalón de pijama, viendo que se trataba de Jungkook.
Jungkook ~🐰♡
_floppy, necesito que hablemos
No puedo evitar tener el ceño fruncido. Ningún emoji, ni figurita al final de la oración, solo un punto. La curiosidad me mata en ese momento. Le respondo rápidamente.
_¿estás bien? que sucede???
Espero paciente a que responda, en unos instantes lo hace y yo no demoro en leer
_Lo sabrás en cuanto hablemos, en serio es importante...
_¿Ahora? ¿es muy urgente?
_Acaba lo que sea que estés haciendo y ven a mi casa, estaré esperándote ¿vale?
_Vale, dame unos minutos.
El microondas me indicó que ya había acabado su función, por lo que lo abrí y saqué el biberón. Busqué refresco y galletas para que Eun merendase también, y en lo que volvía se hicieron unos diez minutos.
Llegaba a la sala, con la sorpresa de ver a Eun-Sang dormitando todavía en las piernas de Tae, abrazándolo; y si no estaba dormida, faltaba muy poco.
Puse el plato con las galletas y el refresco en la mesita de centro sin hacer mucho ruido, aunque el del televisor ya era bastante.
-La llevaré a arriba- susurró mirándome
-¿Te ayudo?- le pregunto, él niega, se pone de pie con nuestra pequeña y se dispone a caminar hacia las escaleras
-¿Dae?, mira lo que traigo para ti- lo llamo por y una vez consigo su atención le muestro el biberón, algo que claramente le trajo emoción. Es más listo de lo que parece.
Reí al verle soltar el juguete que tenía en la mano y gatear en mi dirección, muy entusiasmado. Busqué el control para apagar el televisor, lo hice y tomé a Dae-hyun del suelo.
Minutos después me encontraba dando palmaditas en su espalda, teniéndolo totalmente dormido. Por suerte ya le había colocado la pijama, que se embarró un poco pero no es nada importante.
Levanté la vista cuando noté a Taehyung bajar las escaleras. Se acercó a mí.
-Oh, ya está dormido- menciona en voz baja
-Si ¿y Eun? ¿Lograste dormirla?- Taehyung hace un sonidito en respuesta- ¿Puedes llevar a Dae también?, es que le dije a Jeon que iría para que habláramos.
-¿Jungkook? ¿Por qué?- indaga
-No lo sé, no me dio detalles. ¿Me ayudas con Dae o no?
-Claro, damelo, lo pondré en su cuna- tiende los brazos. Me las arreglo para entregárselo y que el lo acomode en su hombro- no regreses tarde ¿ok?
-Si- besé su mejilla poniéndome de puntitas antes de dirigirme a la puerta delantera y salir por ella.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro