Veintidos.
JiSung solía dejarse llevar por sus emociones del momento la mayoría del tiempo. Y esa vez que ChangBin lo besó luego de confesarse no fue la excepción, porque luego de que lo hiciera, él no se apartó y las cosas fueron subiendo de tono hasta acabar bajo las sábanas.
Y sin mentir, JiSung había disfrutado cada segundo con ChangBin esa tarde, sus jadeos y gemidos se lo dejaron en claro a Seo, a quien esto le pareció una caricia a su ego y una pequeña pizca de esperanza. Haber estado juntos esa noche había sido especial para él, aunque conociendo a Han solo se había dejado llevar por su exitacion en el momento. Y no había fallado en decirlo cuando el menor despertó asustado (casi como si hubiera cometido un crimen), colocándose su ropa interior con prisa y a tropezones.
───¿Qué haces? ───cuestionó ChangBin, somnoliento y muy poco al tanto de la situación ya que apenas despertaba─── ¿Qué te pasa?
───¿Cómo que "qué pasa"! ───exclamó en un chillido─── ¡Nos acostamos, idiota! ───soltó como si fuese un delito de cadena perpetua. Pronto comenzó a buscar sus pantalones y blusa por el suelo de la habitación.
───Claro que lo hicimos, ¿no fue genial? ───Seo sonrió de lado.
───¡No lo fue! Tengo novio, no debí hacerlo, fue un error. ───mentira. Era una completa mentira y JiSung lo sabía. Lo había disfrutado más que nada, pero ahora la culpa empezaba a perseguirlo y no sabía por cuánto tiempo más podría ver a su mejor amigo a la cara.
Error. Sí, esa palabra le había dolido a ChangBin. Que su Sungie considerara esa tarde como un error que no debió cometer, era hiriente. Sabía que le había gustado y eso quedó en claro con cada una de sus acciones, pero no podía con la idea de que ahora se arrepintiera.
───¿Error? Eso no fue un error y tú lo sabes... ───le negó con la voz dolida. Han lo admiró desde una esquina, ya completamente vestido y algo menos asustado, e hizo una mueca mientras evaluaba lo que diría a continuación.
───Me dejé llevar de más, lo siento ───se disculpó, aunque eso no arreglaría en nada la situación───. Yo... Eso fue algo que no debió pasar, al menos no ayer, me siento culpable por HyunJin, por ti... no quiero ilusionarte, no sé si te amo de esa manera. ───acarició su cuello a la vez que debaja caer su vista al suelo, avergonzado. Se sentía un imbécil, tal vez lo era.
───Sí... Ya me has ilusionado de hecho. Yo solo quiero enseñarte a amar, a amarme, ¿sabes? ───se inclinó sobre la cama y ladeó su cabeza─── Hannie, tienes que dejar a HyunJin, él no te hace bien y tú tampoco a él, por favor, eso no funciona de ninguna manera... ───rogó, observándolo con un brillo particular en sus ojos. Pronto se vio obligado a levantarse, haciendo que el menor cubriera sus ojos.
───Mierda, tápate.
───No seas ridículo, no hay algo que no hayas visto ayer ───murmuró Seo, acercándose y bajando la mano de su amigo para que lo viese. Luego de ello tomó su mentón───. Aléjate de HyunJin y dame una oportunidad, por favor...
───ChangBin ───balbuceó, su mirada cayendo a los labios del contrario y luego volviendo a sus ojos───... ¿Me dejarías pensarlo al menos? no estoy listo para darte una respuesta acertada. ───pidió y el de mentón afilado suspiró, asintiendo.
───Está bien, puedes pensarlo, tienes todo el tiempo del mundo, llámame cuando lo tengas en claro, ¿sí? Te amo. ───le obsequió una pequeña sonrisa y, por último, le entregó un último beso con el que se aseguraría de no quedarse con ganas de más. Al menos no hasta nuevo aviso.
───Gracias ───murmuró, relamiendo sus labios para después darle una mini sonrisa───... debo irme, nos vemos otro día, cuando esté seguro sobre esto. ───suspiró con nervios cuando ChangBin se alejó para dejarlo ir, entonces tuvo que hacerlo procurando no verlo de cuerpo completo.
Cuando la castaña hizo acto de presencia en la casa de Daliah, no pensaba que ella estaría sentada en su cama mientras veía una película triste, comía barras de chocolate y lloraba. Creyó que tal vez estaría esperándola en lencería como todas las tardes, pero no.
Bien, su pareja sexual estaba pasando por un mal momento, ¿qué se supone que debería hacer? No lo sabía, ellas ni siquiera tenían una amistad como tal y no servía para consolar a la gente.
Sin embargo, ya había entrado y no había forma de escapar de la situación, así que Sam se vio obligada a acercarse e intentar darle consuelo.
───Sam... necesito un abrazo ───fue lo primero que dijo la rubia, buscando sus brazos con necesidad. La menor tuvo que dárselo───. Soy una mierda de persona, no me merezco a nadie, ¿por qué abro mi bocota cuando no es necesario?
───¿De qué hablas, nena? ───preguntó, extrañada y algo incómoda.
───Hoy todo se fue al infierno, decepcioné a mis únicos amigos, mi boca y yo somos lo peor ───Daliah lloriqueó sobre el pecho de la adversa, sintiéndose realmente mal y arrepentida───. Debo pensar la cosas antes de decirlas, en serio.
───¿Qué hiciste que dices eso?
───Estaba enojada porque no suspendieron las clases por esa hada que nos pone en peligro y entonces comenzamos una pelea sobre ellas, luego dije que las hadas debieron extinguirse, soy una estúpida. Yo no debí decir eso, ni siquiera lo creo, lo dije porque estaba molesta, solo lo estoy con esa hada porque está matándonos.
───Hey, yo no seré una experta pero creo que lo mínimo que deberías hacer es disculparte, seguro Felix se sintió herido por lo que dijiste, después de todo es un hada y se supone que ellos son muy sensibles. ───aconsejó Sam.
───Lo sé, pero van a mandarme al carajo, HyunJin, MinHo y JiSung son algo duros, sobre todo HyunJin. ───se quejó y gimoteó.
───Nena, al menos podrás ganarte el perdón de Felix, que fue al que ofendiste. Los demás, bueno... no sé qué decirte. ───frunció la boca.
───¿Sabes algo, Samy? ───sorbió su nariz y alzó su vista para verla correctamente─── Además de querer ganarme el perdón de Felix por herirlo de esa manera, yo... también me siento pésimo porque MinHo me miró muy mal, como si me odiara...
───Era obvio que lo haría, lastimaste a su amigo. No entiendo qué esperabas.
───No es solo su amigo, están saliendo ───la castaña alzó una ceja en cuanto Daliah lo dijo, al parecer sin caer por completo en eso───. Cuando vinieron a mi casa pasaron cosas, estaban en mi cocina y surgió el amor. ¿Sabes? Creo que mi cocina es cupido, debería entrar contigo ahí.
Las mejillas de la menor tomaron un color rosa suave y entonces desvió la mirada.
───A veces siento celos, yo también quiero algo así, son muy lindos juntos... A veces quisiera tomar el lugar de Felix, MinHo es muy bonito con él. ───Daliah la miró, expectante. Sí, tal vez solo lo había dicho para intentar darle celos, pero también era verdad que MinHo siempre le había parecido alguien muy atractivo.
Era una pena que estuviera con Felix.
───Daliah, ah... ¿puedes acabar con esto? No has parado de querer darme celos, ¿crees que no me doy cuenta de eso y de que te gusto? Está siendo irritante, tú solo eres mi pareja sexual, entiéndelo, no me gustas de otra manera. Tienes que cesar con esos intentos que no llegaran a nada, no me causas celos, es inútil que lo hagas. ───Sam se soltó sin tenerlo planeado, pero ya no resistía más. Solo lo había estado ignorando porque quería conservar a Daliah, porque la hacía sentir como nadie. Pero ya no podía continuar.
───Sam... ───la mayor intentó tomarla por sus mejillas, pero antes de que lo hiciera la contraria se incorporó de la cama.
───Lo dejamos claro desde el primer momento, esto solo sería meramente sexual, pero caíste y eso no debió pasar. Esto no puede seguir de esta manera. Yo quise ignorar el hecho de que tenías sentimientos por mí porque en verdad me gusta estár contigo, pero ya no es posible que sigamos juntas. Solo te ilusionarías y eso te provocaría daño, porque yo jamás voy a querer una relación romántica contigo, Daliah.
Bien, eso se había sentido como una puñalada dentro de su pobre corazón, la segunda en el día. Le había dolido de más, por lo que comenzó a llorar de nuevo.
───¿Por qué no te quedas? Quédate, eres la única que me hace sentir bien, más ahora, por favor, al menos solo esta noche.
───Daliah, lo siento, no puedo hacer eso. Tengo que irme... ───frunció la boca y comenzó a retroceder hasta desaparecer del cuarto, pronto de la residencia.
MinHo se recostó sobre el sillón de su sala, planeando prender el televisor al no tener nada interesante qué hacer. Cuando lo hizo lo primero que apareció fue el canal de noticias, así que lo dejó ahí en espera de enterarse de algo interesante.
───Buenos días a nuestros televidentes ───saludó una mujer a través de la pantalla, sonriendo en grande───, esta mañana comenzamos el día con una nueva noticia sobre Blackfairy, como fue recientemente nombrada luego de volver a aparecer, cometiendo un nuevo ataque. El día de ayer fue vista a las afueras de la cuidad, al lado del gran bosque, el cual quemó en gran parte gracias a su rencor. ───a medida que iba hablando, su rostro iba demostrando cierto odio por aquella hada. MinHo lo había notado y le pareció una pena, porque era la culpa de ellos y no de ella.
───A continuación, mostraremos algunas imágenes y las palabras de los vecinos luego del trágico suceso. ───notificó un hombre antes de que aparecieran imagenes de Blackfairy volando cerca del bosque y lanzando fuego hacia él.
Luego de unos minutos donde los noticiarios creyeron que sería buena idea expresar sus opiniones sobre el tema (o más bien su odio inmenso por las hadas), comenzaron a enseñar videos de las personas quejándose sobre aquel ataque. MinHo rodó los ojos cuando varias personas, la mayoría ancianos, comenzaron a victimizarse y llorar en cámara. Todos ellos lanzaron el mismo cuento, "nosotros no tenemos la culpa de nada, somos inocentes y no tenemos idea de por qué está atacándonos"
Claro, ella solo lo hacía por diversión. Eran unos idiotas.
Gruñó molesto por sus ridículas palabras, no tenían ni la más mínima idea de lo que habían sufrido las hada por culpa de ellos y aún así se ponían en el papel de víctimas. Estaba seguro de que no durarían ni un día siendo hadas, el acoso y maltrato que recibían a diario no tenía comparación.
Pocos segundos después de que comenzara ponerse molesto, en la pantalla apareció el rostro de Felix, lo cual lo congeló en su asiento. Ahí fue cuando recordó que él vivía cerca del bosque, entonces maldijo por eso, ya que quién sabe qué empezarían a decir una vez apareciera en cámaras.
Suspiró, mirando y oyendo con atención. En eso pudo percatarse de que sus ojos estaban rojizos, eso lo preocupó porque quizá estuvo llorando. Luego la camara se alejó un poco, mostrando que su madre estaba a un lado suyo, todo mientras le hacían preguntas realmente incómodas.
Los periodistas eran unos imbéciles, de verdad lo eran. Solo habían empezado a insultarlo indirectamente y, como si no fuera suficiente con eso, los noticiarios habían insinuado que había sido parte del ataque y cómplice de Blackfairy.
Todo eso era realmente estúpido.
Con ira, MinHo apagó el televisor, levantándose y lanzando el control remoto al sofá. Marchó hasta su cuarto y sacó su celular, buscando el contacto de su chico para marcarle y preguntarle por su estado. Estaba muy preocupado.
───Hey, ángel, hola, ¿estás bien? Acabo de ver las noticias. ───preguntó, frunciendo los labios mientras esperaba a que hablara.
───MinHo, hola... las noticias, bien, se supone que yo no debí salir ahí, intenté escapar de los periodistas pero no pude. Me siento algo asustado, ahora todos en la cuidad saben de mi existencia y no sé qué intentarán hacer. ───comentó, un poco temeroso. MinHo mordió su labio.
───No pienses negativo, esperemos que nadie sea lo suficientemente enfermo para hacerte algo. No te preocupes, de todos modos, mientras yo esté contigo no dejaré que algo te pase. Podrán triturarme a golpes, pero a ti no. ───aseguró con una voz que buscaba darle confianza y seguridad.
───Gracias, aprecio que quieras defenderme, te quiero...
───¿Dijiste que me quieres? ¡Dijiste te quie-! ───aclaró su garganta luego de su explotar en emoción. El peligris rió─── Sí, yo también te quiero, Lix. Hey... Por cierto, cuando entremos al instituto debemos ir a comprar esa cosa que tanto te gusta, ¿cómo se llamaba? era-
───Primero, Honnie, son pasas de uva bañadas en chocolate ───el pelinaranja hizo una mueca al oír la palabra, era igual de desagradable que comerla. No importaba de todos modos, solo lo compraría para que Felix estuviera contento───. Segundo, ¿No terminaste de oír las noticias? Las clases están suspendidas por al menos una semana...
───¿Qué?
───Lo que oíste, no podremos ir a clases, pronto tampoco podremos salir de casa si ella continúa atacando.
───Oh, yo quería verte... Me encantaría salir contigo hoy, pero no sé qué tan arriesgado sea eso ahora. ¿Tal vez puedo ir a tu casa? ───insistió el mayor.
───Uhm... ¿sabes? Ahora no puedo verte en realidad, estoy ocupado con las tareas y... otras cosas ───resumió, desganado. Soltó un suspiro───. Las cosas están algo complicadas, lo siento, quizá otro día nos encontremos.
───Oh, yo quería ir a ver series contigo y mimarte, como una cita ───rió con ternura y suspiró como un tonto después───. Pero supongo que está bien, aún hay tiempo para eso.
───Bien, Honnie, gracias por comprender, debo colgar ahora, nos vemos otro día. ───la llamada se cortó. Eso había sido algo seco de su parte, pero MinHo no le tomó mayor importancia ya que debía estár cansado y preocupado por todo lo que pasó ayer.
Solo esperaba que pronto se sintiera bien y las cosas mejoraran para él.
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