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Diecisiete.

Felix despertó algo desorientado luego de haberse desmayado gracias a MinHo y su llamada, no supo bien que pasó hasta unos momentos después dónde revisó su celular con un par de llamadas perdidas del pelinaranja, y ahí fue donde lo recordó.

Lee juró casi haberse desmayado de nuevo si no fuera por qué su madre lo hizo reaccionar, dándole un golpe no tan fuerte en la mejilla.

Bien, no sabía qué hacer, ¿debía devolverle la llamada? no le había notificado nada sobre él luego de haber escapado al terminar de llorar, pero sentía que si lo hacía su voz parecería cierto país con frecuentes temblores. Porque ahora que sabía que en realidad MinHo le gustaba, estaba más nervioso y más porque en verdad le tentaba la idea de intentar algo con el chico.

MinHo le hacía reír, era divertido; pero HyunJin... él era atento y amable.

Llevó sus labios hacia un lado y dudó.

¿HyunJin? ¿Por qué lo mencionaba? Él no debería estár entre sus opiniones, no debía tomarlo en cuenta porque su corazón ya le pertenecía a otra persona. El rubio ya tenía a su persona especial y por nada del mundo debería interferir en ello, porque eso no era correcto por mucho que (al parecer) le gustase Hwang.

Suspiró de manera entrecortada y miró la pantalla de su teléfono, decidiendo que lo mejor por ese momento era solo enviarle un mensaje para decirle que ya estaba bien. Se sintió algo culpable de preocuparlo, a pesar de que se le hubiera olvidado luego de decírselo a HyunJin en primer lugar.

Minutos después recibió una respuesta del mayor, regañándolo de forma suave por haberlo hecho creer que le había sucedido algo malo. Le pareció lindo y lo hizo ruborizarse hasta cierto punto, más aún el finalizar del mensaje donde nuevamente lo había llamado ángel. A Felix le gustaba que lo llamara ángel a decir verdad, porque lo hacía sentir bien cuando toda su vida lo habían tratado de un sucio demonio.

A Felix le gustaba que alguien lo viera como si fuera un ángel, a pesar de que él mismo dudara serlo. No sabía si era tan puro como para ser considerado de esa forma, si se merecía ese título, pero le gustaba y lo hacía sonreír como un bobo.

Ocultó su rostro contra sus rodillas y dejó que una gran sonrisa saliera a flote. Estaba ilusionado. ¿Qué tal si MinHo sentía lo mismo que él? eso haría que su corazón explotara de emoción probablemente, y aunque no sabía muy bien qué se hacía en una relación, de todos modos se sentía ilusionado.

Sin embargo; ahora que sabía que eso que sentía era una especie de enamoramiento, ¿cómo haría para ver a HyunJin y MinHo a la cara sin flaquear como una gelatina? Si de por sí la presencia de ambos le ponía algo tenso y nervioso, a excepción de HyunJin que le daba algo más de comodidad y paz. No tenía ni idea de qué haría cuando estuviese en casa de Daliah, rodeado de ambos chicos mientras planeaban su exposición. Lo único bueno era que se mantendría distraído en tanto estudiaba y, por supuesto que, lo haría al lado de la rubia.

───¿Qué planeas hacer ahora, Lixie? si es que en verdad estás dispuesto a intentarlo con MinHo.

Felix gimoteó.

───No lo sé, no me hagas pensar en algo específico ahora, no tengo ni idea, mamá. ───se quejó con un puchero.

───Iba a decirte, justo cuando él te llamó, que podrías empezar por una salida, cita o como quieras llamarlo. Dile que podrían salir algún día y así se divierten un poco, se conocen más y ves qué tal fluye todo. ───aconsejó SoYeon desde la esquina de su cama.

───Lo haré después de que supere el hecho de que sé que me gusta y cuando ya no me tiemblen las piernas al verlo. ───respondió.

───Yo sé que puedes, Lixie, porque tú lo puedes todo, eres un hada muy capaz. ───la mayor sonrió con ternura y enredó suavemente sus dedos en su melena platinada.

"En realidad no, hay una cosa que no"

───Gracias por creerlo, mamá. ───Felix tomó su mano por sobre su cabello y sonrió.

───No lo creo, amor, estoy segura de que es así. ───le regaló un guiño y acto seguido un pequeño beso en la frente.

HyunJin soltó un sonido de satisfacción mientras dormía con JiSung en sus brazos, quien ya estaba despierto hace un buen rato pero no quería moverse del lado de su novio para no sacarlo de sus sueños. Suspiró con agotamiento y algo de incomodidad, después de acabar con el sexo durmieron desnudos sin preocuparse de nada, pero ahora la sudoración pegajosa y los olores particulares empezaban a ser incómodos. HyunJin ni siquiera lo notaba ya que seguía durmiendo como si fuera un bebé.

Quizá debía despertarlo con un golpe y pretender que solo había sido una pesadilla suya.

Y le hubiera encantado hacerlo de no ser porque su teléfono notificó una llamada entrante. Lo tomó de inmediato, alarmado, haciendo el amago de colgar hasta que vio que se trataba de ChangBin.

Gritó internamente y con cuidado se levantó, obteniendo unos quejidos por parte del rubio, para su suerte no había despertado y solo había quedado en eso. Suspiró aliviado y se colocó su ropa interior antes de ir al baño para responder la llamada de su amigo.

No sabía por qué lo estaba llamando exactamente, se supone que ni siquiera debería querer verlo en pintura después de que cometió tal locura como besarlo.

───JiSungie. ───fue lo primero que dijo Seo, sonaba ronco.

───¿Se te perdió algo o por qué me llamas? ───respondió de forma dura mientras fruncía las cejas.

───De hecho a ti se te perdió algo en mi auto, cariño. ───le dijo el mayor con burla.

───¿Ah sí? no me importa, puedes quedártelo. ───Han gruñó molesto.

───Claro, ese beso que cayó accidentalmente en mis labios va a quedarse dónde está si eso quieres, pero tampoco tengo problema en devolvértelo. ───coqueteó descaradamente el de mentón afilado.

JiSung comenzó a enfadarse por ese comentario.

───¿Devolvérmelo? ¿A qué te refieres? No seas tan atrevido, no te creas en confianza para decirme comentarios así después de ese accidente, sabes que tengo novio y si él escuchará tus idioteces no le gustarían para nada.

───¿A mí me importa lo que piense tu novio? no, Han, además un beso así no se cataloga como un accidente o un error, sé que te dejaste llevar por tu enojo pero también lo hiciste por algo, yo no besaría a mi mejor amigo por el cuál no siento nada, solo porque estoy enojado y quiero descargarme en algo.

───Deja de ser tan ridículo y para de insinuarme mierdas cómo estas, tú eres como mi hermano y no haría algo así apropósito.

───Yo creo que deberíamos hablar esto en persona, JiSung, de forma seria y madura.

───¿Lo crees? Yo no, eso solo fue un error, así que, por favor, déjalo en lo que es y continuemos como si no hubiera pasado.

───Han, no, tú no vas a dejarme así luego de que me besaste, para nada, vamos a hablar de esto y-

───¿Qué fue un error y por qué quieres continuar como si no hubiera sucedido? ───un HyunJin desnudo en el marco de la puerta cuestionó, serio.

JiSung colgó.

───Nada que sea de tu incumbencia, mi amor ───contestó, rasposo, de todas maneras tenía miedo de que hubiera escuchado de más───. ¿Desde cuándo estás ahí? No te escuché entrar.

───¿Te importa por cuánto tiempo estuve escuchándote, ah? ¿Con quién estabas hablando y sobre qué? Dímelo ahora mismo. ───exigió el rubio.

───No tienes que meterte en esto, HyunJin, es un asunto insignificante. ───minimizó JiSung y fue acercándose a él.

───¿Tanto que estás empeñado en no decírmelo? Si no fuera algo importante no me lo estarías ocultando. ───sacó en cara, frunciendo su frente.

───Ah, cierra tu boca, solo suelta tonterías, mejor bésame. ───el azabache enroscó un brazo en su cuello y luego lo besó, intentando distraerlo para que se olvidara del tema.

HyunJin se quejó a mitad del beso pero aún así no se despegó de él, mucho menos cuando la traviesa mano de JiSung viajó hasta su pene para comenzar a acariciarlo en lentos movimientos. Gimió.

JiSung lo sabía, sabía exactamente lo que lo haría perder la cordura para olvidar el asunto de la llamada, así que siguió entregándole placer por un rato más.

Felix se alistó con un jean holgado y una sudadera rosa pastel para ir a la residencia de su compañera. Dudaba un poco de si ir o no, pero debía hacerlo para no desaprobar la materia ni perjudicar a sus amigos.

Suspiró y miró su reflejó en el espejo una vez más, peinó un poco su cabello con sus dedos e hizo una mueca extraña. Se veía extraño, aunque no en el mal sentido, sino más bien en el bueno porque se sintió bonito por un momento, lo que era raro en él y aún así le gustó. Sonrió y negó con la cabeza.

Se dió media vuelta y pronto salió de su hogar, no sin antes despedirse de su madre. Sus alas se extendieron en el aire y alzó su vista, impulsándose para alzar vuelo hacia el cielo, sintió el agradable aire fresco golpear contra su rostro mientras aleteaba hacía la casa de Daliah, lo que le regaló calma y paz en todo su recorrido.

Cuando estuvo por sobre la casa de su compañera rubia, se dispuso a aterrizar frente a la misma para tocar la puerta en espera de que lo recibiera, lo cual no tomó mucho tiempo porque en unos segundos la chica ya se había asomado de forma curiosa antes de dejarlo entrar.

───Llegas justo a tiempo, Felix, estos vagabundos llegaron hace un momento y estábamos por empezar. ───lo mantuvo al tanto la fémina. El resto de varones en la sala la miraron ofendidos, sobre todo MinHo el cuál lo sobre actuó, poniendo una expresión exagerada y con una mano sobre su pecho.

───Tu eres la vagabunda, lo pareces con este tinte mal puesto, hazme el favor de ir al peluquero y no hacerlo tú misma, solo mira, ya se te cayó. ───MinHo negó y Daliah escondió su melena entre sus manos, apenada.

───Dejen de ser niñitos y empecemos con esta mierda. ───JiSung bufó.

───Bien, ven, Félix, siéntate aquí. ───Daliah lo guío a partir de su muñeca hasta el lado de HyunJin, pretendiendo sentarlo al lado de él, no obstante; Han fue más rápido y lo jaló de su lado, llevándolo de forma rápida junto a MinHo.

───Ahí estarás mejor, Lixie. ─── aseguró Han, forzando una sonrisa para el más alto.

───Oh... Está bien. ───susurró, nervioso.

───Bien, las tres láminas están listas ───dijo una victoriosa y orgullosa Daliah───, ahora solo queda estudiar nuestras partes y ya. Bien ¿Alguien tiene hambre? hay pizza en la cocina, la hice yo misma. ───preguntó, esperando a que nadie le respondiera. Ella solo quería la pizza para sí misma, mas para su mala fortuna todos levantaron la mano.

Maldijo antes de ir a la cocina.

MinHo sonrió y volteó hacia el hada, colocándolo nervioso y provocándole sudoración más calentura. Felix tembló y lentamente se atrevió a mirarlo, encogiéndose y empezando a jugar con las mangas de su sudadera.

───Hey, hoy casi no me has dirigido la palabra, ¿pasa algo? ───el mayor se notó algo triste.

───Ah, no, para nada, solo estaba cansado, no pude dormir bien anoche. ───y en parte Félix no estaba mintiendo, porque casi no pudo pegar el ojo en la noche por pensar constantemente en MinHo y en lo que haría al verlo.

───Oh, ¿Por qué? mira, hasta traes ojeras, Lix ───MinHo frunció sus labios y acercó su pulgar a la cara del menor para tocar sus ojeras. Félix se ruborizó de forma violenta───. No deberías descuidar tu sueño así, te ves más radiante con tus horas correctas de sueño. ───regañó, suave.

───Amm... Lo siento, la tarea no me dejó descansar, sobre pensé en qué haríamos y eso me estresó.

───Ya está todo listo y salió bastante bien, no deberías sobre pensar en las posibilidades, es malo ───el pelinaranja golpeteó su nariz y rio. Un poco después Daliah llegó con la pizza cortada en varias porciones, MinHo olfateó el tentador aroma y elevó sus cejas───. ¿Ya comiste hoy?

───No lo hice. ───contestó Felix, avergonzado.

───Pues toma una porción, Lixie, te quiero con el estómago lleno, no quiero que pases hambre. Si yo fuera tu estomago estaría muy enojado por no comer solo por unas horas ───bromeó y le pasó un pedazo de pizza───. Una vez pasé cuatro horas sin comer y casi muero del hambre, no puedo resistir tanto, me molesté tanto que grité para que me dieran algo, ¿adivina qué? ¡todos se rieron de mí! ahora que lo pienso si fue gracioso, pero para mí yo de ese momento no lo fue, para nada.

───Mmm, a mí no me gusta comer si no es cuando tengo hambre en verdad, porque siento que si lo hago antes, me lleno rápido y no disfruto tanto de la comida. ───admitió el peligris, mirando con duda a la pizza en su mano.

───Yo era así de pequeño, pero cuando crecí mi estómago se expandió mágicamente y ahora no me siento satisfecho tan fácilmente, necesito de bastante comida para estár lleno, a veces eso no me gusta porque no siempre puedo comer todo lo que quiera, menos en eventos, ¡Si fuera por mí me robaria toda la comida de los invitados! así como las tías que roban las decoraciones de los quinceaños.

Felix soltó una pequeña risita tierna.

───Vigilen sus trozos de pizza, estoy al acecho. ───advirtió un MinHo juguetón a los demás en busca de entretener más al hada.

───Primero te aniquilo, Lee MinHo. ───la mujer hizo una la seña del pulgar en el cuello como amenaza y el contrario soltó una risa.

───Cuídate, Liah, cuídate ───advirtió en broma y se volvió hacía el hada───. Te diría lo mismo pero eres la excepción.

El menor sonrió con pena.

Los minutos pasaron volando en lo que el grupo disfrutaba de sus porciones de pizzas, hasta que llegó el momento en el cual la comida empezó a acabarse para cada uno. El primero en terminar había sido MinHo, quien se quejó de ello.

───Si ya terminaste con eso, ¿podrías ir a lavar tu plato? yo iré contigo en un rato ───le dijo la fémina. Pronto recibió un manotazo por parte de JiSung───. ¡Ay! ¿Qué te pasa, inútil? ───se quejó y recibió una expresión extraña de su parte───. ¡Oh! No, no, el próximo que termine irá contigo a lavar los platos. ───de retractó.

───Pero se supone que esta es tu casa y...

───Si tú lo ensucias, tú lo lavas, así que ve, ve. ───la rubia realizó una seña para que se fuera y MinHo, extrañado, lo hizo.

HyunJin frunció las cejas y susurró: ───¿Qué estás planeando, Han?

JiSung palmeó su mejilla y sonrió.

───Absolutamente nada.

Felix, al ser el segundo en terminar de comer su parte de la pizza, tuvo que incorporarse para ir por el mismo camino que había ido su amigo de melena naranja. Ni siquiera tuvo que preguntar dónde quedaba la cocina, porque la casa de Daliah ni siquiera era tan grande como para verse obligado a hacerlo.

Con cuidado entró al cuarto y vio a MinHo de espaldas restregando una esponja contra el plato en el que había comido. Se acercó con lentitud y se puso a un lado suyo para hacer lo mismo.

El Lee mayor lo giró su cabeza para mirarlo.

───¿Ya terminaste? pensé que eras más lento para comer.

───Lo soy cuando quiero disfrutar la comida, pero... siendo honesto no me gustó tanto la pizza y por eso la comí rápido, no le digas a Daliah, ¿sí? No quiero hacerla sentir mal.

───No te preocupes, Ángel, no le diré nada. ───le aseguró y sonrió.

Felix sintió su ritmo cardíaco aumentar luego de oír ese apodo salir de sus labios. Pensó que se desmayaría.

───A-ah... gracias, no- no me gustaría que se sienta mal y que piense que no cocina bien, quizá solo requiere de más práctica.

───Pues a decir verdad a mí me gustó pero si le faltaban cosas para que fuera mejor, y como dijiste, solo le falta práctica ───afirmó MinHo, después abrió la llave y limpió el plato de los restos de jabón. Lo dejó a un lado para que se secara y dió media vuelta para ver mejor al hada───. Vaya, tienes un perfil muy bonito y adorable, no le había prestado atención antes. ───comentó, asombrado de verlo de costado por primera vez.

───No me gusta tanto.

───¿Por qué no? Tienes una nariz perfecta y pequeña, tus mejillas son preciosas y tus pecas también, pareces un bebé, aunque tú mandíbula marcada no dice lo mismo ───reveló y su mirada decayó hasta sus labios después de unos segundos. Transcurrieron unos minutos en dónde sólo se dedicó a mirar aquellos brillantes y deseables labios mientras mordía levemente los suyos───. Y... Ah ───suspiró─── ... esos labios tan hermosos, son... Son tan tentadores ───comenzó a murmurar para sí mismo y, casi sin percatarse, dió unos pasos hacia Felix.

El peligris sin darse cuenta aún del acercamiento de MinHo ni de lo que había dicho, dejó el plato a un lado una vez acabó con su labor y volteó, notando aquel pequeño detalle que casi hizo explotar su corazón.

───¿Qué- qué haces? ───el alto juró oír los desenfrenados latidos de su corazón al estár en la silenciosa cocina.

───¿Qué crees tú que hago, ah?

MinHo susurró y pronto se acercó más a él y su rostro, extrañamente había parecido crecer de estatura. Sonrió con nerviosismo e intentó retroceder; mas su mayor se lo impidió al deslizar con delicadeza una mano por su cuello, viajando hasta su mejilla para sostenerlo firmemente.

───Eres más perfecto de cerca, Ángel.

───Yo- MinHo... deberías a-alejarte ───pidió Felix en un balbuceo débil, sintiendo fuertes emociones atacarlo mientras MinHo mantenía su mirada fija sobre sus labios. Iba a morir.

───No lo creo. ───negó.

Y sin más, MinHo acabó con la poca distancia entre sus rostros, sellando sus labios en un suave beso.

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