Dieciocho.
Felix no supo qué hacer al momento que MinHo lo besó, nada aparte de sorprenderse tanto al punto de sentirse incapaz de hacer algún movimiento. ¿Eso realmente estaba sucediendo? una persona se sentía lo suficientemente atraída hacia él como para tener contacto labio contra labio, nadie jamás se había dignado a respirar alrededor suyo siquiera y ahora por primera en su vida alguien lo estaba besando.
En su situación y viendo cómo era su vida desde pequeño, nunca hubiera creído que realmente tendría una vida amorosa, porque siendo sinceros, ¿quién se atrevería a acercarse a él con intenciones románticas? aún más siendo quien era: un hada.
Inhaló con gran nerviosismo y se aferró a los brazos de su contraparte, cerrando sus ojos con fuerza y con intenciones de seguir.
Sin embargo alguien entró, interrumpiendo el momento.
HyunJin abrió los ojos con asombro, en otra situación y con distintos sentimientos pudo haber reído del hecho de que MinHo se había subido encima de una silla de niños para alcanzar a Félix, mas sintió emociones extrañas invadirlo, así como la sorpresa que lo hizo soltar su plato.
El par, al oír la puerta ser abierta, voltearon hacia aquella dirección asustados, hallándose con el rubio. Félix, gracias a sus reflejos, logró que el impacto del plato contra el suelo no sucediera y la dejó flotando unos centímetros cerca del piso, rápidamente la llevó bajo el grifo.
───Mierda, HyunJin. ───regañó JiSung, llegando a la cocina. Poco después Daliah también llegó.
───Hey, ¿Por qué MinHo está sobre la silla de mi hermanito y tiene una enredadera en su brazo? ───la rubia preguntó confundida, aunque algo divertida a la vez.
Félix enrojeció como nunca en su vida y quiso que la tierra lo tragase. No solo HyunJin había visto aquel momento privado entre ambos, sino que por los nervios no pudo controlar sus poderes y había creado un par de enredaderas alrededor de los brazos de MinHo (de las cuales tuvo que deshacerse rápidamente). Se sentía tan avergonzado.
───Ahmm, ¿Por qué todos ustedes están aquí? ───un apenado MinHo se bajó de la mini silla e interrogó.
───No lo sé... ───contestó JiSung.
───Aún quiero saber por qué MinHo estaba parado en la silla de Liam y tiene eso en su brazo. ───insistió la chica.
───¿Por qué más crees que MinHo estaría parado sobre una silla frente a Felix? ¡Estaban besándose! ───HyunJin exclamó, pasando de estár sorprendido a molesto. Sostuvo el marco de la puerta con algo de fuerza y JiSung lo observó incrédulo.
───¿Qué? ───una extrañada Daliah alzó las cejas, sin creerse esas palabras por completo.
Félix se escondió detrás del cuerpo de MinHo a pesar de que fuera muy pequeño a comparación del suyo, sintiéndose diminuto ante esos tres pares de miradas, sobre todo la de HyunJin que parecían arder, incluso podía sentir como lo caliente sobrepasaba su cuerpo y absorbía su alma.
───Ellos estaban dándose un puto beso, ¿lo entiendes? Y, ahora, si me lo permiten, me iré, los estaré esperando en la sala. ───Hwang repitió impaciente y apartó el cuerpo de su novio con un pequeño empujón para esfumarse de la escena que, por alguna razón, le hacía enojar.
JiSung abrió la boca, indignado de su reacción ante la situación en la que habían hallado al par. ¿De verdad se atrevía a hacer una escena así frente a él, su novio? no podía permitir que algo de ese tipo pasara otra vez, porque en ese caso solo lo estaría perdiendo cada vez más.
Frunció sus cejas y volvió a mirar a la pareja, se notaban tímidos y avergonzados luego de ser expuestos de esa manera.
───Ustedes... ¿ustedes se gustan?
───Estúpida, este era el plan sobre el que te comenté, ¿para qué más crees que querría dejar a MinHo y Felix a solas? ───JiSung le gritó a Daliah en un susurro.
───¡Oh! ¡Oh, entonces Felix era la persona que MinHo mencionó que le gustaba! ───exclamó la rubia, emocionada y poco discreta.
Felix pensó que colapsaría y simplemente apretó los hombros de MinHo, flexionando sus rodillas para recostar su frente sobre su nuca. Respiró hondo, sintiendo el cuerpo de MinHo temblar frente a él.
Bien, al menos no estaba solo.
───Ojala te atragantes la próxima vez que comas algo, idiota. ───JiSung estiró a su compañera de la muñeca para llevársela y que dejara de arruinar lo que hubiera sido una posible confesión natural, si no es que ya había pasado antes del beso.
Y una vez la pareja quedó a solas de nuevo, sintieron un ambiente pesado y tenso caer sobre sus hombros. MinHo se alejó del hada y dio una media vuelta, algo lenta ya que no quería verlo realmente, se sentía muy nervioso para hacerlo. Mordió su labio una vez encontró su mirada ojizarca directo sobre la suya, suspiró y fue hasta los muebles para recostarse sobre ellos, sentía que iba a desmoronarse si no era así.
───Yo... Ammm, ¿qué tal? ───pretendió sonreír como si nada hubiera pasado, pero no pudo. Entonces rascó su nuca─── ¿Uhm, te gustó? ───mordisqueó con fuerza su labio inferior y se sintió tonto cuando no recibió respuesta alguna, solo esa profunda e intensa mirada azulina───. Emm, ¿qué te parece si nos besamos de nuevo para romper la tensión? ───bromeó en parte y recostó su cara sobre su mano sin saber qué hacer o decir.
La mirada del peligris sobre él lo hacía sentir presionado y a la vez... le hacía pensar que en situaciones específicas podría llegar a ¿excitarse? Bien, no, no tenía porqué pensar en Felix de esa manera. Pellizcó ligeramente su mejilla y esfumó sus pensamientos, esperando de forma impaciente alguna palabra de Felix.
───¿Yo te gusto? ───fue lo primero que el menor soltó en minutos de silencio.
MinHo creyó que sus piernas dejarían de funcionar en ese instante; no obstante, si lo pensaba, ya se había atrevido a darle un beso ¿por qué no podría confesarle sus sentimientos? No podría ser peor que darle un beso, de todos modos eso era lo más complicado para él y un 'me gustas' no sería el fin del mundo.
───Sí... Felix, siendo totalmente sincero contigo, tú realmente me gustas. Espero que sientas lo mismo, y si no, pues no importa, no estás obligado a que yo te guste, después de todo soy solo un imbécil que no sabe nada sobre el romance, mis fracasos amorosos lo dicen todo, ¿puedes creer que mi mayor logro fue besar por accidente a mi compañera? claro está que después recibí una bofetada y fui catalogado como un atrevido con exceso de confianza, ¿y sabes? solo me había tropezado porque soy un torpe y además alguien me-
De forma inesperada, sintió los labios de Felix posarse sobre los propios. Se sorprendió al primer instante pero al final supo corresponder al delicado contacto.
El ojizarco estaba ligeramente agachado para alcanzar la estatura de MinHo mientras apoyaba sus manos sobre la encimera detrás de ambos. El pelinaranja subió sus manos a las mejillas ajenas de nuevo y sintió lo caliente de estas, se sintió emocionado por besarlo de nuevo y que tal vez esa acción era su respuesta para decirle que sí.
Sonrió satisfecho cuando acabaron y tomaron distancia otra vez, acarició las mejillas de Felix con su pulgar antes de que volviera a enderezarse. Suspiró y mordió su labio con ilusión.
───Yo... Que-quería decirte que también me gustas, pude simplemente decírtelo pero me gustó el beso y- quería repetirlo, eso era todo, no sabía que se sentiría así de bien. ───sonrió con nerviosismo y jugueteó con sus dedos.
───Me alegra saberlo, Angel, me siento agradecido de que hayas tenido el valor de decírmelo, ¿y sabes qué? Si ese beso te gustó tanto, ven. ───el mayor le hizo una seña con el dedo para que se acercara de nuevo, al mismo tiempo él se paró en las puntas de sus pies, esperando un beso que no tardó en llegar.
SoYeon había creado un rodete desarreglado con su cabello minutos antes de salir de casa, apenas se había preocupado por su aspecto, no podía prestarle tanta atención cuando existían cosas más importantes en su trabajo, como que estaban pasando por una crisis. Suspiró, si no se arreglaba el problema de la empresa pronto, todo decaería aún más y se verían obligados a comenzar a reducir personal, algo de lo que posiblemente no se salvaría.
Estaba asustada si era sincera, no tenía otras opciones de trabajo a las cuales ir en caso de que fuera despedida, así que estaba perdida. Ni siquiera se preocupaba tanto por si misma, sino Felix, porque vamos, ella podría conseguir sobrevivir de cualquier forma, pero debía mantener a su pequeño aún, darle un techo y un plato de comida digno.
Las horas transcurrieron demasiado lentas después de que ingresó a trabajar, pero al final salió luego de interminables tareas asignadas. Estaba agotada, necesitaba un descanso físico al menos, así que tan solo se apresuró a llegar a su casa lo antes posible.
Para llegar a la parada de autobuses primero debía cruzar por un parque bastante grande y espacioso, era bonito la mayoría del tiempo. Cuando era una niña le solía gustar en demasía ir a jugar ahí, era divertido y el paisaje siempre le pareció algo digno de admirar. Jamás dejó de visitar el parque, no hasta que cierta persona desapareció de su vida para rehacerla con alguien más. Después de eso nunca volvió a visitar el parque para pasarla bien, porque le traía recuerdos que no quería llevar a su presente.
Un suspiro pesado la atacó y miró a sus alrededores, habían muchos niños jugando junto a sus padres y la mayoría estaba en los columpios. Sonrió con nostalgia.
───¡Más fuerte, papi! ───exclamó una pequeña niña de coletas oscuras en el columpio, quería que su padre la meciera más alto. Ambos estaban de espaldas, el hombre poseía el cabello rubio y rizado, parecía estár ejercitado.
───¡No, empujame a mi primero! ───suplicó otro niño en la hamaca de al lado, suponía que era su hijo también. Este a cambio de la niña, tenía el cabello pelirrojo.
───Niños, calma, no puedo con ambos al mismo tiempo. ───el varón habló entre risas. Risas que a Jeon le parecieron particularmente familiares.
───¡Entonces que venga mami a mecerme a mí! ───pidió la pequeña.
───Anne, sabes que mamá no-
───Christhoper, ¿sabes qué? No te preocupes, es hora de que me divierta con mis hijos también. ───una mujer de melena larga y rojiza apareció en su campo de visión.
"Christopher"
¿Acaso era posible? No, no podía serlo.
O no hasta que el hombre dió media vuelta y pudo confirmar que era el Christopher que creía, el mismo que hace tantos años fue la persona que más amó.
No era capaz de creerlo, allí, frente a sus ojos y a unos pocos metros estaba su viejo amor de nuevo, lo tenía a unos pasos de ella, tan cerca que podría ir corriendo hacia él como hace tanto soñó. Sin embargo, era algo que no iba a hacer, porque estaba más que claro que esa era su esposa y aquellos eran sus hijos. Bang tenía una familia, y ella no podía interferir en eso por más que sus profundos deseos lo quisieran.
Chan había separado sus caminos justo por esa razón, porque él siempre había planeado tener una familia, familia la cual ella no podía darle gracias a que era incapaz de tener un bebé. Y a pesar de que juró que eso no le importaba, si acabó por alejarse de ella por ese mismo motivo. Pero estaba bien, si ese era el sueño que le hacía feliz, estaba más que bien y era feliz por él.
───Ah, Jade, desde que nos han casado creí que eras una amargada. ───bromeó pero la mujer pareció ofenderse.
───Menos mal ya no lo estamos, rubio oxigenado, porque que creas que soy una amargada es inaceptable. ───insultó ella sin tanta seriedad.
Él bufó juguetón y le dió la espalda. Justa y casualmente en la dirección donde SoYeon se hallaba observándolos, entonces ella creyó sentir cómo su corazón dejaba de latir al encontrarse por primera vez en años con la mirada del australiano.
───¿SoYeon? ───murmuró Chan, inseguro de sí era ella en verdad, aunque mucho antes de que pudiera verificarlo, ella apartó su mirada y comenzó a caminar de forma apresurada, lejos de él.
No podía mirar atrás, no si no quería que sus impulsos la dominaran, no si no quería realizar acciones irracionales y desilusionarse al final de todo.
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