EL PIANOFORTE era uno de los instrumentos favoritos de Blair Stuart. Ella se encontraba en la sala junto a su hermana menor Emma y su gato Bernard mientras tocaba una de sus nuevas composiciones. Agradecía que el malestar de su cuerpo haya disminuido, pero lamentaba profundamente no acompañar a su querida hermana a la presentación de la Reina.

Sabía que era un día muy importante para Charlotte y lo nerviosa que se sentía, pero la rubia dorada estaba convencida de que su adorada hermana sería la joya de la temporada. Después de todo, ella se había preparado para este momento.

Era su deber y el siguiente año también sería el suyo. 

—¿Crees que Lottie sea el diamante de la temporada?— preguntó la de quince años quien acariciaba al gato. 

—Emma, ella es la perfección en persona. Belleza e inteligencia, por supuesto que sí.— respondió para luego escuchar muchos pasos provenientes de la entrada de su hogar.

La voz de Edward Stuart se hizo presente en la sala: —¡Señoritas! ¡Ha llegado la Esmeralda de la temporada acompañada de sus dos hermanos encantadores!

—¿Esmeralda de la temporada? ¿Qué significa?— Emma alzó una ceja levemente mientras Blair abrazaba a su hermana quien sonreía radiante.

Adrien, el mayor de los hermanos, tras servirse un vaso de whisky habló: —La piedra favorita de la Reina es la esmeralda... No ha llamado así a una señorita de la sociedad desde mamá... Sé que Lottie estará encantada de contar a detalle, ¿verdad hermana?

—Lady Danbury me presentó tal como lo prometió a mamá... Cuando entré solo pensé en dejar en alto a la familia Beaufort, hice la reverencia sonriendo dulcemente. La Reina se acercó y me dijo 'Encantadora como tu madre' ... Sentía la mirada de todo el mundo.— Charlotte contaba mientras sus hermanos le sonreían. —Solo dos fuimos las afortunadas entre más de doscientas señoritas.

—¿Dos afortunadas?— preguntó Blair.

La castaña asintió para sonreír nuevamente: —Daphne Bridgerton, la cuarta hija de Violet y Edmund Bridgerton fue nombrada como el diamante de la temporada.

El rostro de Blair fue de emoción: —¡La recuerdo! Solíamos jugar con su casa de muñecas en la sala. ¿Podemos ir a visitarla?— Miró a Adrien quien asintió.  

—Daphne siempre ha sido muy bella... Quizás su interés sea por cierto duque recién llegado o ¿por qué ir a visitar a los Bridgerton?— dijo Edward mirando burlón a su hermano quien bufó.

—Eddie, no tengo interés en casarme hasta que Charlotte, Blair y tú formen sus respectivas familias... Y por cierto, los Bridgerton y los Beaufort siempre han sido cercanos.

—Vaya hermano, no sabía que querías ser solterón.— Las hermanas soltaron una suave risa. —Es broma... Sólo que tengo algunos viajes en mente antes de convertirme en el serio Lord Stuart de la casa de los Beaufort.

—Puede que cambies de opinión en el baile de Lady Danbury... Tendré cierta esperanza, pero lo importante es que ese día, Lottie conozca a un caballero de familia honorable con una reputación sólida y gran fortuna.— Hizo una pausa para mirar a la mencionada. —Y que esté enamorada de ella y ella de él.— completó el castaño claro.

Los hermanos miraron con ternura al mayor de los Beaufort. Si bien la vida les había arrebatado a sus padres, no podían negar que Adrien había tomado el liderazgo de la familia de forma impecable y amorosa.

Los Stuart son realmente felices.