Día 7:

↦Idioma

Los dioses habían solicitado la ayuda de cuatro de los héroes del pueblo, pero habían especificado a aquellos que necesitaban ir, siendo seleccionados Vegetta, Fargan, Rubius y Willy.

Ninguno de los cuatro rechistó a lo pedido y simplemente se alistaron para el viaje. Al amanecer estaban los cuatro juntos, saliendo del pueblo por aquella ruta marcada en el mapa.

Algunas horas más tarde decidieron parar a descansar un poco, beber y comer algo para proseguir con el camino.

-No te creo- Vegetta miraba a Rubius

-Si, si, te lo prometo Vegettita-

Willy miró con curiosidad a aquel par que venía llegado de recolectar algunas bayas.

-Es más, Fargan también debería poder hacerlo- Rubius señaló al castaño que estaba pescando

-¡Fargan, ven!- Vegetta pidió

Nuevamente el peliblanco natural miró curioso como el búho se acercaba hasta ellos con una sonrisa.

-Dígame, señor ilegalisimo-

-Bobo... ¿Es cierto que puedes hablar un "idioma animal"?- Vegetta preguntó sin más

-Si, es cierto-

Comenzaron a discutir sobre dar una muestra, los híbridos se negaron y Vegetta comenzó a quejarse. Definitivamente sería un viaje largo.

-Te dije que ese mapa tenía algo raro- Rubius miraba sobre el hombro de Vegetta

-Que no tiene nada, solo que como es de noche, no veo un carajo- Se quejó el azabache

Willy suspiró, sus pies dolían al igual que su cabeza. Fargan notó su cansancio y decidió acercarse.

-Sé que probablemente lo rechaces, pero...- Se agachó frente al menor -¿Quieres subir?-

El de ojos esmeralda observó la espalda ajena y lo dudó por un momento, pero al final acepto; sus pies realmente estaban matándolo. Subió sobre aquella espalda, teniendo cuidado de no lastimar las bellas alas del híbrido, las cuales le acunaron para evitar que el frío siguiera golpeando su cuerpo. Agradeció mentalmente al mayor y sintió como continuaban el camino.

Unos metros más adelante, y aunque la discusión de la otra pareja los distraía, lograron escuchar el ulular de un búho, cosa que llamó la atención de Fargan y la de Willy.

-Antes dijiste que podías hablar un idioma animal, y supongo yo que es con los búhos- Willy habló

-Si... Puedo hablar con ellos, aunque hace mucho que no lo hago-

El castaño se aclaró la garganta y levantó la cabeza al cielo, comenzando a ulular él también. Una respuesta llegó desde la profundidad del bosque y Fargan sonrió.

-Pues el mapa no tenía nada malo, la aldea está cerca-

Vegetta de inmediato se giró a verlo.

-¿Cómo sabes eso?- Preguntó el azabache

-Él me lo dijo, dice que si seguimos este sendero llegaremos pronto-

-¿Él?-

Del bosque salió un búho cornudo, el cual se posó en la rama más cercana al híbrido de búho. Willy miró sorprendido y maravillado a aquel majestuoso ejemplar, jamás había visto uno tan cerca.

-Si, dice que la aldea está más adelante-

Vegetta se quedó callado, recordando la conversación que habían tenido hace unas horas y entonces entendió todo.

-Ya veo... Sigamos, si es cierto que ya está a nada, entonces será mejor llegar y dormir ahí-

Todos estuvieron de acuerdo, la pareja "ilegalisima" continuo avanzando, pero Fargan, con Willy en su espalda, se quedaron un momento más frente al búho. Willy aprecio un intercambio de sonidos entre el ave y su castaño amigo, para que finalmente el búho se fuera por donde llegó y Fargan riera un poco.

-¿Qué te ha dicho?- Preguntó Willy curioso

-Le di las gracias por ayudarnos. Luego me ha dicho que te cuide mucho, dice que tienes una energía única... Le he dicho que te cuidare con mi vida, como a un polluelo-

Las mejillas de piel pálida se colorearon de un rosa bastante notorio y dio un pequeño golpe en el hombro del mayor, escuchando de inmediato su risa.

-Bobo-

Y aunque parecía molesto, realmente la calidez en su pecho fue muy agradable.

Le encantaba ser querido y cuidado por su querido castaño.