5
Los pasos se movían con rapidez, ambos chicos iban trotando, manteniendo un paso veloz mientras se movían por la pista.
Pero uno de los dos adolescentes estaba más atrás qué el otro, perdiendo el paso.
—¡Vamos Will, tú puedes!
—Eso... Eso intento —Respondió el castaño apenas respirando, entonces se detuvo un momento para recuperar el aire.
—Es la tercera vez que te detienes —El otro chico dijo, acercándose a Will.
—No tengo tu condición física, Mark —Dijo Will, suspirando.
—Pero eso es lo que quieres lograr ¿No? —Mark comentó, observándolo.
—Es más difícil de lo que pensé —Dijo el castaño apartándose el cabello que se pegaba en su frente—. Y el cabello no me deja ver.
—Siendo honesto, ¿No has pensado en cortártelo? —Preguntó Mark—. Sin ánimos de ofender viejo, pero tu cabello es anticuado.
—Me ofendería si no pensara igual que tú —Comentó Will, luego se enderezó y asintió. Ambos volvieron a trotar—. Necesito un corte.
—Hablemos de cabello después, aún nos quedan 5 manzanas que recorrer —Dijo Mark y Will se quejó.
—No creo lograrlo —Dijo Will.
—Tú puedes, yo creo en ti Will, solo te falta creer en ti mismo.
Will terminó su recorrido y llegó a la casa de Mike, la puerta estaba abierta porque aún son los 80's y la inseguridad no estaba tan cabrona.
Al entrar se quedó quieto, tomando un respiro profundo para descansar y luego se fue directo a la cocina viendo a su madre, a Mike y a la mamá de Mike.
—Buenos días —Will saludó.
—Al fin vuelves Will —Joyce sonrió.
Will le regresó la sonrisa. A Joyce le costó mucho trabajo acostumbrarse a la nueva independencia de Will, pero con el pasar del tiempo y al verlo mejorar, supo que su hijo estaba bien.
Y Will lo agradecía, al fin después de tanta oscuridad podía al fin disfrutar de su vida adolescente de forma normal, por fin era un adolescente común y corriente.
Ya podía salir con sus amigos hasta altas horas de la noche sin que su madre empezará a comportarse de manera paranoica por si Will estaba bien o no. Podía divertirse sin temor.
—Will, no sabía que salías a correr —Dijo Mike de manera "casual".
—Si, lo empecé a hacer porque note que tenía una pésima condición física —Respondió el castaño.
—Ya veo... —Mike se mantuvo callado mientras volvía a tomar su desayuno.
—Deberías seguir el ejemplo de Will, Michael —Karen opinó, dejando un plato en la mesa—. Will aquí tienes un plato de panqueques para ti.
—Gracias —Will le sonrió mientras se sentaba junto a Mike para desayunar.
—¿Tienen algún plan para hoy? —Preguntó Joyce.
—De hecho sí —Mike hablo—. Pensábamos ir a la piscina comunitaria.
—¿Los demás irán? —Preguntó Will.
—Hice todas las llamadas mientras te fuiste a no sé dónde a hacer no sé que —Dijo el azabache mientras que su madre levantaba una ceja.
Pronto ambas mujeres dejaron la cocina, caminando a la sala para platicar de la vida privada de sus hijos como buenas madres que son.
Mientras tanto los chicos se quedaron desayunando en un cómodo silencio.
—Así que termina de desayunar pronto —Dijo Mike, levantándose de su silla—, te espero arriba.
Will asintió y Mike salió del comedor, caminando cerca de la sala, alcanzando a escuchar la plática de su madre con la señora Byers.
—Me impresionó mucho el cambio de Will —Comentó Karen.
—No solo a ti —Joyce sonrió—, pero fue un cambio para bien. Sus nuevos amigos le hicieron mucho bien.
Nuevos amigos... Nuevos amigos... Nuevos amigos...
Esas palabras empezaron a taladrar en los oídos de Mike mientras más avanzaba hasta su habitación.
Él sabía que Will tendría amigos nuevos en su nuevo hogar, pero no esperaba que esos amigos hicieron que Will se fuera hacia un camino completamente diferente.
En cuanto llegó a su habitación, el azabache se sentó sobre su cama pensando en algo.
¿Cómo son los amigos nuevos de Will? Debían de tener algo en especial para haber creado ese cambio en Will.
—¿Dónde veremos a los chicos? —Preguntó Will entrando al cuarto de Mike, asustándolo por su repentina presencia.
—Nos veremos todos allá —Dijo Mike tras recuperarse del susto.
—Perfecto —Dijo Will, caminando a su maleta.
—Ehm, Will ¿Puedo preguntarte algo? —Preguntó Mike mientras él se paraba a buscar su traje de baño.
—Claro, cualquier cosa —Respondió Will.
Mike volteó solo para ver a Will quitarse la playera que llevaba puesta, sus ojos se dirigieron al abdomen de Will, pero rápidamente su vista fue a la cara del castaño.
—¿Cómo son tus amigos de Ohio? —Preguntó Mike.
—Son geniales —Respondió Will.
—Eso no responde mi pregunta —Dijo Mike.
—Para mí si —Will sonrió terminando de cambiarse a una ropa limpia—. Pero son buenos chicos, no te preocupes, quizás no tan nerds como ustedes, pero son divertidos.
—Es que solo quiero saber más de ellos, ya sabes, cómo son... Y sabes, no cualquiera se hace tu amigo —Dijo Mike, aunque eso hizo que Will frunciera el ceño ligeramente.
—¿A qué te refieres con eso? —Preguntó Will viendo a Mike.
—Quiero decir que nadie habla contigo...
—¿Disculpa? —Will levantó una ceja.
—¡No! No quería decir eso —Mike se corrigió—. Me refiero a que no hablas mucho y...
—¿Y no soy capaz de hacer amigos? —Dijo Will, cruzándose de brazos.
—No Will, no me refiero a eso —Mike aclaró— Es que sé que eres tímido y que se te dificultaba hablar con la gente.
—Pues ya no soy así —Will le miró mientras sacaba un traje de baño de su maleta—. Escucha Mike, no quiero pelear, quiero pasar el tiempo con mis amigos, así que quiero pensar en eso. No me hagas pensar en eso, por favor.
—Bien... —Mike asintió, sintiéndose ligeramente culpable de sus palabras—. Perdón.
Después de ese momento incómodo entre ambos y un pacto silencioso de no mencionar esa discusión, ambos bajaron para avisar que se irían.
—Mamá ¿Puedo usar el auto para ir a la piscina? —Preguntó Will mientras ponía sus ojitos de cachorro.
Joyce lo vio y levantó una ceja, pero para ella era obvio que no podía resistirse a esa mirada de su hijo.
—Conduce con cuidado —Dijo la mujer dándole las llaves al castaño—. Debo recordarte qué no sobrepases límites de velocidad y no te pases los altos.
—¡Gracias mamá! —Dijo Will tomando las llaves—. Prometo no chocar.
—Regresamos en la tarde —Dijo Mike.
—¡Diviértanse! —Gritó Joyce.
—¡No hagan nada que nosotras haríamos a su edad! —Karen gritó y tanto ella como Joyce se soltaron a reír mientras ambos adolescentes salían de la casa.
Ambos se encaminaron hasta el auto y subieron, entonces Mike miro a Will mientras esté lo encendía.
—¿Cómo aprendiste a conducir? —Preguntó Mike.
—Me enseñó mi amigo Tony —Will respondió, mirando por la ventana del auto, observando las calles pasar mientras conducía.
—Puedo hacer esto —Will sonrió sosteniendo con fuerza el volante del auto.
—Sí, tú puedes Willy... Ahora te falta encenderlo y conducir —Dijo Tony mientras sacaba un cigarrillo de su falso estuche de lápices.
—Sí, ya lo sé —Will asintió.
Pero no hizo nada. Solo se quedó sentando ahí, mirando al frente y sosteniendo el volante.
—¿Lo piensas encender o quieres que lo haga por ti? —Preguntó el chico latino.
—No estoy seguro de esto, Tony —Will lo volteó a ver.
—Cielos Will, no puedes actuar como un gato asustado durante toda tu vida —Dijo Tony, sacando su encendedor—. Tienes que aprender a confiar en ti mismo.
—Eso intento.
—No, no lo estás intentando, si lo intentaras —El chico se calló mientras llevaba un cigarrillo a su boca y lo encendía para luego volver a hablar—, dejarías de ser un niño pequeño y cobarde, aprende a tener confianza en ti mismo Will, eres capaz de muchas cosas, solo debes creer en ti así como yo creo en ti.
Will había estado conduciendo y Mike debía de admitir que el castaño manejaba de manera ideal por las calles, no rebasaba el límite y obedecía las leyes viales. Era mucho más de lo que Mike hizo cuando Nancy intentó enseñarle a conducir.
Habían llegado por fin a la piscina. Will se estacionó de forma perfecta y justo ahí en el estacionamiento ya estaban todos los demás.
—Hasta que llegan —Dijo Lucas.
—No es mi culpa —Respondió Mike.
—El, ¿Traes traje de baño? —Preguntó Will viendo a su hermanita.
—Max me prestó uno —Jane sonrió.
—Bien, ahora entremos antes de que ocupen las sillas disponibles —Dijo Dustin, caminando en dirección a la entrada.
Los 6 jóvenes entraron al lugar, apartando rápidamente sus lugares, unas sillas con buena sombra y cerca de la piscina, así que ya estaban preparados.
Una vez que ya estaban instalados, empezaron a ir de poco a poco a los vestidores a cambiarse.
Primero Max y El, luego Lucas y Dustin, y al final Mike y Will.
Mike fue el primero en salir, con un traje de baño que más bien era una bermuda color azul que le llegaba a las rodillas.
—¿Will aún no sale? —Preguntó el azabache, acercándose a sus amigos, quienes no contestaron porque parecían estar viendo directo a algo detrás de él.
—Está robándose miradas por allí —Dustin indicó, señalando con la cabeza.
Entonces Mike volteó y observó como Will salía de los vestidores. Está bien que ayer lo habían visto con ropa... Fresca.
Pero verlo en traje de baño era otra cosa.
Will llevaba un traje de baño rojo que llegaba a la mitad de sus muslos... Y nada más.
Y fue obvio que muchas chicas, que Mike reconocía de la escuela, se le quedaron viendo mientras caminaba por el lateral de la piscina en dirección a las sillas donde estaban sus amigos.
Pero fue inevitable pensarlo…
Will... Era jodidamente atractivo.
Continuará...
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