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Capítulo 22

El resto del curso se volvió algo tedioso, tanto que la experiencia de navidad casi quedó en el olvido; las alumnas la veían con cierta envidia ya que a pesar de tener para ellas la misma edad cronológica llamaba la atención de los chicos mayores que al parecer se habían olvidado en que manera le habían recibido iniciando el primer grado.

Los jóvenes de tercer grado la seguían a donde fuera y eso le molestaba mucho, sobre todo porque acrecentaba la antipatía de las compañeras de los cursos correspondientes, ni hablar de entrar sola a la biblioteca o algún pasillo, eran tan predecibles que sabia de que estatua o de que estante saldría un chico con un ramo de flores o una caja de chocolates, tal vez el típico galán que nunca faltaba en algún grado haciéndole piropos que a otras niñas volverían locas de contento y que a ella ya le tenían harta.

Esta situación no había pasado desapercibida para Albus y el resto del profesorado por lo que decidió organizar una reunión donde decidir el destino escolar de la niña, como siempre a espaldas de quien realmente era el tutor oficial de Mina.

—Deberías convencer a Severus de que le proporcione un profesor privado, la situación en clase se vuelve cada vez más difícil— refunfuño Minerva ante los profesores – podría afirmar que Wilhemina ya conoce esa capacidad elfica de controlar las emociones humanas rindiendo a los mas débiles en su presencia—

—si te refieres a que puede seducir a voluntad me temo que no es así profesora McGonagall— intervino Aurora Sinistra con un toque de burlona ironía — solo algunos de sus compañeros han demostrado interés por ella y si, debo aceptar que las calificaciones de varios de sus compañeros han bajado considerablemente, no creo que eso sea suficiente como para haber organizado esta reunión—

— ¡Debimos llamar antes a Severus!— opino Pomona – él es el tutor de la niña y debe estar presente—

— ¡es una reunión de profesores! como has mencionado él es su tutor— contestó Minerva

—Igualmente es su profesor— insistió la profesora de herbologia – dime entonces ¿Cuál es la verdadera intención de tu reunión?— era evidente que ella ya había descifrado los propósitos de Minerva.

—Creo que lo más apropiado es acelerar el hecho de que Wilhemina concluya sus estudios en otro colegio, uno más apto para su condición de híbrida— respondió de golpe, el profesorado guardo un frio silencio que el fantasma del profesor Binns rompió para sorpresa de todos.

—Minerva, no has aprendido de la historia, sabes perfectamente lo que esa xenofobia puede provocar— la voz cascada del fantasma levantó una explosión de murmullos – la misma chiquilla puede acusarnos ante su asesora ministerial por intolerancia de raza—

—He previsto eso mi querido profesor Binns— la voz de Albus les hizo girar hacia donde lo escucharon, en ningún momento se habían percatado de su presencia –en seis años Harry va a ingresar al colegio—

— ¿Cómo puedes estar tan seguro?— reclamó airada Sinistra – finalmente sus abuelos maternos fueron muggles, su misma tía es muggle, tal vez la magia salte una generación—

—El cariño que le tienes a Wilhemina es obvio por lo que tu argumento es valido Aurora— replico con paciencia el anciano acercándose a la enorme mesa –sin embargo estoy seguro que Harry estará en el colegio, en este tiempo ella estará perfectamente enterada de que su padre fue quien mató a los Potter y marcó al niño—

— ¡¿y eso que?!— Sybill salto de su asiento sorprendiendo a sus compañeros – he logrado ver parte del futuro de Mina y ella no es una asesina como su padre—

—Si claro— graznó escéptica Minerva –Albus, insisto en que debe ir a un colegio especial, no sabemos si va a tener otra etapa de crecimiento como la que casi destruye los calabozos—

—En eso estoy de acuerdo— contestó Quirrell –no creo que sea muy seguro tenerla cerca, si vuelve a crecer...—

—Su desarrollo se debió a una poción— Sinistra la defendía a capa y espada –nos lo dijo Severus—

— ¡Y yo no confió en él!— afirmó el profesor de DCAO – ¡tal vez él mismo esté preparando el camino de vuelta para el que no debe ser nombrado!—

— ¡no seas ridículo! ¡Admite que te aterra llegar a tener a la niña en tu clase!— vociferó Aurora –Albus— cambio su tono a uno conciliador –dale la oportunidad a Wilhemina de demostrar que no es como su padre, déjala en el colegio, seria inhumano separarla de lo único que conoce—

—Va a ser más inhumano para los padres de nuestros alumnos enterarse que pudimos evitar una catástrofe y que no lo hiciéramos— intervino Quirrell en un murmullo.

—Tranquilos— sonriendo como siempre con su desesperante paciencia Albus retomo la palabra –la misma Mina ya no se siente cómoda con su actual situación en el colegio, voy a hablar con Severus para que la convenza de ir a un colegio más apto lo más pronto posible—suspiró –tendrá que ser un año antes de lo previsto; además si el ministerio es consciente de la situación, mantendrá a la jovencita alejada del pequeño Potter-

—pero Albus— rezongo Aurora.

—es mi ultima palabra— le contestó el anciano director –así que hagan que la niña aprenda un poco más de lo establecido en los planes de estudio, voy a hablar con Olympe para que la reciba en su academia antes de terminar el curso actual—

El grupo de profesores salió del aula de juntas hablando en voz baja, Sinistra y Sybill salieron en silencio, molestas por la decisión tomada.

Un par de días después de esta reunión Albus llamó a su oficina a Severus que ya estaba enterado de la situación y las decisiones tomadas a sus espaldas, mas como acostumbraba no demostró emoción alguna ante el Director.

—Hemos decidido enviar a Wilhemina a Beauxbatons de inmediato— informó Albus en cuanto Severus tomó asiento frente a él –debes prepararla para ese cambio—

— ¿Cuándo se integra a la academia?— aunque su gesto no había cambiado ni un ápice, por dentro se le revolvía el estomago furioso.

—Concluyendo primer grado, inmediatamente debe ir a Francia, Olympe ofreció amablemente utilizar su carroza— la mirada de Albus lo traspasaba — ¿tienes algún inconveniente?—

—ninguno, como siempre me has ahorrado el problema de decidir sobre mi vida— contestó Severus con sorna poniéndose de pie –entonces voy a hablar con Mina— y salió sin decir nada más aunque en su garganta quedaban atorados insultos, reclamos y lo peor de todo un extraño nudo que le ahogaba.

En ese momento iniciaba su clase de historia, la alcanzó antes de que entrara al salón y pidió al profesor Binns su autorización para llevársela.

— ¿Qué pasa?— curiosa se dejó guiar por su tutor, detectaba confusión pero sobre todo enojo en él — ¿ahora que hice?— Severus no le contestó sino hasta que estuvieron dentro de su propia oficina.

—Albus ha decidido que terminando el curso te vas a la Academia de Beauxbatons— le soltó de golpe, incrédula abrió la boca para reclamar más las palabras nunca salieron, temblorosa se apoyó en el escritorio de su tutor –no me preguntes por que, el Director no menciono razón alguna—

— ¿Cuándo?— gimió en voz aguda.

—terminando tu primer curso, ignoro en que términos quedó con la profesora Maxime, pero la misma tarde de cierre de cursos mandan por ti, el ciclo escolar es distinto en la Academia— aunque trataba de aparentar estar tranquilo, nada más lejos de la realidad, estaba furioso, enojado con las decisiones que Albus tomara seguramente influenciado por Minerva.

— ¿Tu quieres que me vaya?— musito la chica

—No, no quiero— respondió él bajando un poco la guardia –sin embargo es lo mejor para ti, Sinistra me ha dicho que en unos años Harry ingresará al colegio—

—Y tienen miedo de que mi lado paterno aflore y haga pedacitos al niño— una sonrisa de tierna resignación curvo los delgados labios –entiendo— el hecho de que su tutor le dijera que él no quisiera que se fuera la tranquilizaba un poco.

—aunque estas un poco crecida todavía eres una niña que debe aprender mucho— Severus le acaricio con suavidad la mejilla.

— ¿Puedo pedirte algo?— la voz de Mina era un dulce susurro que le provocó a Snape un estremecimiento que ya había olvidado, él asintió sin decir nada – ¿tienes más recuerdos de mamá? Quisiera verlos antes de irme—

—Esta noche después de cenar si te parece— inconscientemente él también hablaba en susurros, su voz grave atenuada a un nivel pocas veces usado confundió a la muchacha que sintió un algo extraño en ella poniéndola un poco nerviosa.

—Si— sonrió tratando de ocultar lo que sentía –además...quisiera que me ayudaras con occlumancia— él la miró extrañado –en la academia no voy a confiar en muchas personas, sabrán de quien soy hija...— el resto era obvio.

—tenemos todavía unos fines de semana que podemos dedicar a ello— contestó Snape alejándose un poco, se sentía turbado y eso no le gustaba nada, de nuevo esas sensaciones de su pasado.

Jumble había vuelto con ellos de las vacaciones navideñas, de nuevo se había integrado a sus labores en el colegio más dedicaba casi todo su tiempo en atender a sus nuevos amigos; recogía en ese momento los trastos sucios y restos de la frugal cena que consumiera Severus cuando Mina tocó la puerta asomándose curiosa.

— ¿puedo pasar?—

—si te digo que no vas a estar incomoda el resto de la velada parada en el pasillo— contestó sarcástico Severus, acostumbrada a sus fríos modales la chica entro sonriendo abiertamente.

—Hola Jum— saludo al elfito que tras dedicarle un gesto alegre desapareció –ya estoy aquí—

—Es obvio— rezongo Snape poniéndose de pie –los recuerdos que vas a ver son posteriores al ataque a la aldea, si quieres salir...—

—Solo te lo pido— recordó ella asintiendo, su tutor vacio unos frascos en el pensadero.

—Te aviso, que los recuerdos pasaran rápidamente, lo más importante lograrás apreciarlo con calma, pero los momentos triviales van a pasar muy rápido— Mina asintió tras escuchar la advertencia y ambos entraron a los recuerdos.

Ahora la experiencia fue aérea, la vista era hermosa, el mismo bosque y pradera en un brillante amanecer, la aldea en reconstrucción y los escombros renegridos de piras funerarias, un par de hermosos elfos, hombre y mujer estaban sentados al lado de la hoguera mientras su madre, que reconoció de inmediato, sollozaba

—Fui obligada— respondió llorando, su rostro contraído por la pena, por el dolor, marcado con moretones y heridas cerrando

—Eso no importa— respondió la mujer fríamente sin soltar la mano del hombre

—pero... no pueden pedirme que...— exhalo un sollozo mas profundo

—No debe dolerte— dijo el hombre con voz autoritaria –el monstruo que llevas en tu vientre no merece nacer, porque nunca debió de ser engendrado— gruño sin dejar de verla con asco

— ¡pero padre!...— busco algo de compasión en los ojos del hombre y al no encontrarlos miro con angustia a la mujer – ¡madre!... ¡por favor!— cubrió con sus manos aun heridas su vientre –este bebe no tiene culpa alguna— sollozo pero sus lamentos chocaban en el muro frió de sus abuelos.

—eso no será un bebe normal— contesto la abuela –es un monstruo, engendrado por el mal mismo... ¿acaso no te duele lo que le hizo a tu gente, a tus hermanos?— señalo ampliamente las piras funerarias, las chozas destrozadas –destruyo a toda la comunidad, nos ha costado dos lunas recuperarnos, apenas terminamos de honrar a nuestros muertos—

—De no haber estado de cacería – gruño el hombre.

—Pero no estaban, y sucedió— suspiro la hermosa elfa – ¿entonces es su ultima palabra?— pregunto mientras se ponía de pie y ambos asintieron, su madre dio media vuelta, tomo un atado de ropa y comenzó a caminar, alejándose del campamento

— ¿mi mamá?...— lo miro llorosa

—Fue despreciada por tus abuelos— Mina dirigió una mirada a los elfos... ambos lloraban en silencio hasta que la joven desapareció... entonces el elfo miro directamente hacia donde estaban y dio un grito, la vista nuevamente se volvió aérea sorprendiéndola.

— ¿¡que sucede!?— pregunto asustada

—después de que tu madre fue atacada, visite continuamente la aldea, para saber de ella — le señalo un cuervo que volaba a su lado –¡sorpresa!— un extraño gesto que interpretó como "sonrisa" fue como Snape le declaró su capacidad de convertirse en un cuervo.

—Creo que... ya no quiero ver mas— susurro ella –ha sido demasiado por hoy— la miro sorprendido

—las cosas mejoran un poco— sus ojos se tornaron cálidos, y el tiempo comenzó a ir mas rápido, vio a su madre instalarse en un valle árido...¿eso era mejorar?, en poco tiempo logro construir un sencillo acueducto para llevar agua a su sembradío, de repente aparecían vacas y ovejas y una cabaña de madera todo era a vista de águila, es decir de cuervo... tras un rato de rutinarias actividades, se acercaron y Arthanis ya tenia su vientre abultado, se veía cansada y ojerosa, su rostro demacrado no había perdido la belleza de meses atrás, se dedicaba a ordeñar a una vaca cuando se torció por una contracción, Severus toco el hombro de Mina señalando hacia un lado y vio transformarse al cuervo en hombre, la elfa lo vio y sonrió pero una nueva contracción volvió a doblarla

— ¿estas bien?— el joven Severus corrió presto a sostenerla – ¿ya viene?— preguntó angustiado

—Si— sonrió dolorosamente ella y ambos entraron a la cabaña.

— ¿debo entrar?—

— ¿Quieres?— pregunto con voz más suave de lo normal, tal vez el recuerdo lo estaba ablandando.

—nunca he visto nacer a un bebe... creo que será perturbador ver mi propio nacimiento— su tutor le dedico una mirada comprensiva y con un ligero movimiento de su mano el tiempo volvió a ir de prisa, hasta que él en su versión joven salió de la cabaña

—Adiós— susurro y tras beber de un frasco se convirtió de nuevo en cuervo levantando el vuelo mientras la puerta se cerraba sola.

— ¿Nunca mas volviste a ver a mamá?— le pregunto con cierta pena

—no... arriesgaba la seguridad de ambas, tu padre tenía métodos para saber lo que pensábamos...—

— Legeremancia— afirmo contenta de tener esa información

—así es, si tu padre por alguna razón me tomaba con la defensa baja, y mas por las sospechas de tener un traidor en sus filas, podría haberlas matado— miro como añorando el momento –eras una bebe muy bella— la miro confundiéndola un poco provocando un mohín rebelde en la chica – ¡sigues siendo hermosa!— respondió sorpresivamente, haciéndola reír

—gracias— susurro mientras el tiempo se volvía a acelerar y veía a su madre jugar con ella de bebe, sus primeros pasos, cuando le enseño a ordeñar, a jugar con las ovejas, sus travesuras, las primeras palabras, todo iba tan rápido y aun así logro controlar tantas emociones, solo tomo de la mano a su tutor y la apretó con cariño... el recuerdo se desvaneció y regresaron a su oficina.

— ¿Mañana seguimos?— le pregunto mientras separaba los recuerdos y los guardaba en sus respectivos frascos

—No— la volteo a ver sorprendido –ya se quien soy, de donde vengo...por ahora es todo lo que necesito – lo miraba fijamente.

— ¿Cuando entonces?— cerro la caja con los recuerdos y se sentó frente a ella.

—no lo se— lo miro muy seria – ¡imagina lo que siento!, no soy una adulta, ¡entiende soy una niña!— puso su cabeza de lado, mirándola fijamente

—Nunca lo he olvidado— murmuro –pero eres mas madura que las demás niñas—

—tienes una idea tonta— sonrió triste –imagina que siento; vi como maltrato mi padre a mi madre, como mis abuelos la abandonan a su suerte, de cualquier forma tu estas en mi vida desde que fui engendrada, cuidaste de ella y resulta que eres el primer rostro que me topo al nacer – titubeo un poco –¿puedo tener ese recuerdo?— Severus se alzo de hombros y antes de que contestara la muchacha se le adelantó —¡no olvídalo!, debió ser traumático toparme con un chico amargado y enojón— contesto y comenzó a reír nerviosa por el atrevimiento de hacerle una broma, su tutor la miro frío haciéndola callar automáticamente –¡no te enojes es una broma!— su trémula disculpa no sirvió de nada, la siguió mirando en una forma que daba miedo –en ... serio... era...— no pudo decir mas, con un movimiento de varita le lanzo la peor maldición que cualquiera hubiese recibido...

— ¡traumas!, ahora sabrás lo que es ser traumatizada— dijo a media voz, fingiendo que estaba mas que divertido haciéndola sufrir con su hechizo.

—Yaaaa— chillaba y la puerta del aula se abrió de golpe entrando Albus y Minerva con caras de espanto

— ¡Severus!— grito la profesora mientras su tutor la miraba indiferente sin soltar su maldición –sabes que a los alumnos no...— Mina no pudo reprimir una carcajada – a ellos no...— su risa era escandalosa, no podía detenerse.

—la estoy castigando como mi hija, no como mi alumna— contesto él y Albus solo sonrió y tomo a la profesora del brazo haciéndola salir

—no podemos intervenir en asuntos familiares— dijo mientras salían y cerraba la puerta, Severus detuvo las inclementes cosquillas y sin poder respirar la chica se quedó inmóvil, sentada dando leves risitas de vez en vez.

—gracias— fue todo lo que pudo decir sentada en el diván, mirándolo fijamente.

—Gracias a ti— le devolvió la mirada

—Profesor Snape, te quiero— le declaró inocentemente, sin saber que en un tiempo ella misma buscaría cambiar esos sentimientos a unos menos inocentes, pero mas fuertes y profundos.


VUELVO CON LA HISTORIA DE MINA SNAPE , COMO VEN LA POBRE TIENE QUE IRSE DE HOGWARTS Y SE IRÁ A BEAUXBATTONS . 

- ¿ Qué os parece hasta ahora Mina ?


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