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❈ 𝐞𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐢𝐨 𝟐 ❈

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- y esta es mi casa. - dije mientras abría la puerta para que ambos entraran. - bueno, no lo es pero ahora vivo aquí y es que todo me queda mas cerca, incluyendo el trabajo. - cuando dije eso, vi como ambos voltean a verse pero no entendí el porque.

- ¿por qué la chica linda con la cual trabajas no vive contigo? - me pregunta Pietro, y a veces olvido que la única razón por la cual nos conocimos, es porque se enamoró a primera vista de Monica, mi compañera de trabajo.

- porque no quiso. - levante ambos hombros. - supongo que este lugar no fue suficiente para ella.

- pero es enorme. - dice Wanda caminando por el lugar para verlo pero justo se detiene enfrente del televisor. - oh.

- eres libre de ver lo que quieras. - me acerqué para entregarle el control remoto. - estaba viendo Malcolm el de en medio pero puedes ver lo que tu gustes y... - vi como ella sonrió al ver la pantalla. - ¿te gusta?

- si um... es un gran programa. - aprieta los labios. - lo veíamos con mis papás.

- ¿ellos siguen su país? - le pregunté pero ella no me contesta y tan solo toma asiento en el sofá. Decidí darle su espacio y mejor fui a ver que era lo que estaba haciendo Pietro, que era ver de la vista en el gran ventanal. - lindo ¿no?

- ¿cual es tu habitación? - ante eso, caminé al pasillo de recamaras y me detuve en la única que estaba ya con muebles y con un pequeño desorden.

- perdona, no sabía que alguien vendría. - tomé toda las prendas de ropa esperando poder esconderlas detrás de la cama. - ya me estaba acostumbrando a esto de vivir sola pero... es bueno saber que cuento con ustedes ahora.

- tu tienes en serio un gran desorden aquí. - dice riendo al ver el lugar, y con su acento de extranjero. - ¿cuanto tiene que te mudaste? ¿Unos cuantos días?

- siete meses. - me mira con asombro una vez que dije eso. - nunca he sido una persona muy organizada. Y tampoco me he muestro a remodelar aun. - voltee a ver a las cajas con aun todas las cosas y los muebles con papel alrededor. 

- me puedo dar cuenta. - dice viendo mi escritorio lleno de figuras de acción pero como estaban todos tirados y por sin ningún lado, el intenta acomodarlos. - ¿tu los hiciste?

- um... si. - dije apenada y tomé de su brazo para moverlo de ahi. - no es nada realmente, mejor vayamos a enseñarte tu habitación.

- oye pero geniales. - toma uno entre sus manos y empieza a checarlo. - entonces tú trabajo es de animadora. Haces películas.

- ese es el plan. - el sonríe y me regresa al muñeco el cual yo había hecho. - tengo mucho que ahorrar para poder llegar a lograrlo.

- yo creo que con el talento que tú tienes... fácilmente lo logras. - sonreí ante ello y nos quedamos viendo por unos segundos.

- ¿qué no tenías que irte a trabajar? - Wanda llega de la nada y yo muy asustada dejó el muñeco sobre la mesa y tomó mi bolso.

- muy cierto, si. Tengo que irme. - me sonrojé toda y salí de mi habitación. - puedes tomar la que gusten y... el fin de semana vamos a ver cómo podemos decorar el lugar.

- Gracias pero estamos bien así. - Wanda dice y estoy llegando a pensar que en serio no les agrado. - ahora, ve a tu trabajo. Aquí te esperamos en la noche.

- pues... si ocupamos una cama. - dice Pietro riendo pero su hermana lo ve amenazante. - podemos conseguir esa nosotros, no te preocupes.

- de acuerdo, los dejo entonces. - dije tomando de mi bolso y de mis llaves para ya irme. - cualquier cosa que ocupen pueden llamarme y... - olvidé que no tengo sus celulares. 

- no contamos con un teléfono. - Wanda dice.

- ¿en Sokovia no tienen celulares? - pregunté riendo pero ninguno de los dos ríe. - de acuerdo, no se preocupen. Los veo en la noche. - y sin decir nada mas, salí del departamento. 

...

Tener compañeros de casa me parece genial, por fin podría vivir la gran vida de foránea al cien por ciento porque podré vivir de las interacciones de un "roomie". Aparte que así podré pagar mejor el departamento sin problema alguno y sin tener que quedarme sin dinero para comer. Aparte ahora con todo esto de que ahora quiero hacer de una vez algún cortometraje de stop motion, ocupaba en serio el dinero. Y el tiempo, pero ese es problema para otro día.

Ya iba tarde al trabajo y yo de verdad espero no tener problemas con nadie ahí, tengo entendido que será igual que siempre con el señor Stark y la señorita Potts pero Monica seguramente como siempre se va a querer lucir y ganar y no puedo permitirme el perder este empleo. Al menos no ahora. 

En cuanto llego, tomo una de las tabletas inteligentes que industrias Stark nos proporciona para nuestras actividades durante el trabajo y lo primero que hice fue checar que todos los droides estuvieran en su lugar y con energía suficiente como para funcionar. Mientras me encontraba en el almacén de estos, veo como Steve Rogers va pasando a un lado de Maria Hill.

- hola ¿puedes ir preparando el laboratorio para Tony? - me dice Maria y asentí con la cabeza. - perfecto, muchas gracias. - me sonríe y regresa a platicar con Steve. - te decía, el tiene el metabolismo acelerado y homeostasis termina mejorada. 

- ¿y la chica?

- maneja las conexiones neuroelectricas, la telequinesis, manipulación mental... en resumen, el es veloz y ella muy rara. 

Ni siquiera estaba prestando atención a lo que decían porque yo no podía dejar de ver a Steve Rogers. Fácil el hombre mas guapo que he visto en toda mi vida y de quien he estado enamorada por al menos toda mi vida. Okay, eso es muy exagerado, al menos desde que lo conocí. Cuando fue el ataque que hubo en la ciudad, el mas intenso que hemos presenciado y había robots del espacio literalmente por todos lados... el me salvó la vida. 

Estaba apenas llegando a la ciudad, mis padres me dijeron que debía mudarme a Nueva York para cumplir mi sueño y era inexperta y pensaba que eso podía pasar fácilmente. Ingenua Amelia, pero bueno, ese no es el tema. El tema aquí es que estaba apunto de morir, siendo aplastada por una cafetería a punto de desmoronarse y el llegó y me salvó y desde ese momento me dije a mi misma que ese es el amor de mi vida. 

Aparte que es la persona mas linda en todo este edificio, el único que puede decir con certeza, que sabe mi apellido y todo. 

- lo seguiré analizando. - Maria Hill dice y se va por el elevador, dejando a Steve solo y mejor me voltee para hacer como si en serio estuviera haciendo algo.

- llevas intentando prender esa computadora como cinco minutos. - el dice riendo y voltea a verme. Si es tan solo supiera que me tarde mucho en esta área solo para verlo. - ¿te ayudo?

- ya quedó. - dije enderezando me y tomando de nuevo mi tableta inteligente. - todo esta perfecto para el señor Stark. ¿usted ocupa algo señor Rogers?

- te he dicho que puedes llamarme Steve sin ningún problema. - me sonríe. - yo te digo Amelia.

- de acuerdo, Steve.- reí nerviosa. - ¿cómo les fue en su misión? 

- Barton se lastimó un poco. - lo vi con asombro. - un idiota muy engreído lo lastimó.

- ¿lo conoce? - ya que lo dijo como alguien en especifico y no como una persona cualquiera con un arma o con ganas de atacar.

- no, pero... se que tiene un acento curioso. - ríe.

- yo tengo amigos con acento curioso. - dije pero pensé en que no son mis amigos aun, al menos Wanda no, pero espero que lo sean. - olvida que dije eso, ni siquiera es relevante para esta platica. 

- eres muy tierna. - me sonríe y eso me derrite literalmente. - oye por cierto ¿has pensado en quedarte en nuestras instalaciones?

- ¿perdona?

- si, tenemos nuestros dormitorios aquí... para las personas que se la viven en este lugar lo cual, una de ellas eres tu. - el ríe. - ¿no lo sabías?

- no estaba enterada. 

- Monica tu compañera si vive aquí. - claro... obviamente no me lo iba a decir, esa mujer no es nada tonta. - deberías intentarlo, y no te cobra nada Tony.

- ¿tu igual duermes aquí? - me di cuenta de que esa pregunta suena de lo mas mal y por eso me sonrojé. - no que me importe.

- a veces, si. 

- perfecto um... lo pensaré. - asentí varias veces con la cabeza. - gracias señor... quiero decir... Steve.

- ¿nos vemos en la fiesta del sábado?

- ¿fiesta? - adivino, tampoco me ha contado Monica nada de eso porque quiere estar sola con Steve ella. - ¿es aquí mismo?

- lo es, si. Adoraría verte aquí. - sonreí como una boba enamorada ante eso. - espero que sea así. - dice caminando hacia el elevador y ahí justo ahí se acerca Monica con su tableta y empieza a hacerle unas preguntas. 

Puse los ojos en blanco y me voltee para seguir arreglando todo el laboratorio cuando justo al voltear, Pepper estaba ahí y me asusté.

- por Dios. - dije poniendo mi mano en mi pecho y suspirando hondo. - lo siento tanto, no la vi.

- ¿cuanto tiempo llevas enamorada de Steve? - ella ríe pero no con malicia, todo lo contrario, parecía emocionada con esto.

- nada de tiempo.

- claro. - ella me da una palmada en el hombro. - vendrás a la fiesta este sábado.

- gracias, ya que nadie me había invitado. - suspiré aliviada. - ahora si puedo llegar sin tener miedo de que alguna armadura me ataque.

- escuché que Steve te ha platicado de los dormitorios que tenemos. - asentí con la cabeza. - sería increíble Amelia, no pagarías nada.

- me emociona en serio mucho la oferta. Estoy pensándolo.

- ¿qué tanto?

- un 99% por ciento. - reí. - en cuanto llegue a mi casa lo checo y te aviso mañana en la mañana, lo prometo.

- de acuerdo. - ella sonríe y por igual se va. 

...

Estuve todo el día en el trabajo pensando seriamente en mudarme a la torre. Ahí trabajo, por lo cual no tendría que gastar en nada para llegar y ahí mismo me alimentarían y dormiría en el mismo techo que todos los vengadores. ¿Qué puede ser mucho mejor que eso? absolutamente nada. Nada se compara con la oportunidad que se me ha dado. Aparte que dejaría de ser una pasantía y ya sería alguien oficial ahí mismo.

Es por eso que estuve todo el camino pensando en como decirle a Wanda y a Pietro. Se que lo entenderán, ellos tenían mucho dinero por lo que vi y seguramente pueden pagar entre ellos dos el lugar. Y a Wanda no le agrado, es muy evidente que en serio odiaría vivir conmigo entonces, ahora no tendría porque lidiar con esto. Si quiere Pietro le sigo ayudando a que salga con la molesta de Monica y puedo seguir frecuentándolos de repente pero... viviendo ahora con Tony Stark.

En cuanto llego a la casa, abro de la puerta esperando encontrarlos en la sala o algo para poder por fin soltar la gran bomba cuando... me detengo ante el delicioso olor que provenía de la cocina. Me asomé y justamente ahí estaba Wanda.

- oh, hola. - era Wanda quien cocinaba. - ¿qué preparas?

- pollo a la paprika. ¿te gusta? - asentí con la cabeza. - perfecto porque esta será nuestra cena. 

- no te hubieras molestado. - dije apenada. - si quieres, pueden comer solo tu y Pietro de eso y yo tengo una pizza en el congelador y...

- para nada, esta comida la he preparado para los tres. Tienes que comer ¿okay? - increíble como pensé que en serio me odiaba, creo que no. - escucha, no te odio. - ¿cómo rayos me contesta lo que he estado pensando? - solo... odio Nueva York.

- entiendo el sentimiento de foránea. - reí. 

- pero no te odio a ti. Quiero aclarar eso. - le sonreí. - ahora, dile a Pietro que ya esta la comida ¿si?

- por supuesto. - muy aliviada por eso que me ha dicho, voy a buscarlo a su habitación pero ni alcanzo a llegar cuando me detengo y veo mi cuarto ya todo listo. Todo lo que no he hecho en meses, de sacar las cosas de sus cajas o montar un escritorio o colgar un espejo con clavos... todo ya estaba listo. Admiré del lugar de lo mas sorprendida.

- ¿te gusta como quedó? - me asusté al escuchar la voz de Pietro detrás mio, no se en que momento llegó tan rápido que no lo oí. - descuida, no rompí nada.

- esto te debió haber tomado toda la tarde. - dije entrando y mirando cada una de las cosas nuevas y listas. - debes estar en serio muy cansado.

- te sorprendería saber que no estoy cansado y no me tomó mucho tiempo. - dice recargando se en el marco de la puerta. - tan solo... ¿un minuto?

- mentira. - reí pero el no. - muchas gracias, en serio. No tenías por que.

- si pero quería hacer algo por ti, ya es suficientemente bueno de tu parte el que nos dejes quedarnos aquí contigo.

- oh, Wanda hizo de cenar. - recordé que debía decirle. - para los tres.

- van a ser buenos días, viviendo todos juntos ¿no crees? - dice y sonreí ante ello. La verdad es que... no quería dejar este lugar y extrañamente... quería estar con estos dos antes de estar bajo el mismo techo que los vengadores. 

- lo creo, si. 

Al diablo esos dormitorios, quiero esto. 


NOTA: perdónenme la vida por tardar años jaja en actualizar pero pensé que nadie la leería ya pero me siguen llegando votos entonces, le seguiré. Ahora si subiré mas seguido. 

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