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- nunca había venido a este lugar. - le dije a Steve mientras tomaba asiento y sin despejar la vista de todo lo que nos rodeaba. Este se acerca a dónde estoy y me hace a un lado la silla para que pueda pasar, y sentarme. - oh, muchas.
- no es nada. - se va justo enfrente para tomar asiento el también y me sonríe. Que hermosa sonrisa. - de hecho, inclusive te pido perdón por no haber subido hasta tu departamento para buscarte. Era mi plan pero, no quería incomodar a tus compañeros de habitación.
No pude evitar no sonreír en ese momento. A mí no me importa si subía hasta la puerta de mi casa o se quedaba esperándome en la entrada, lo que me importaba era que Steve era todo un caballero y que con esto, literalmente le callo la boca a Pietro. El piensa que el capitán America no es nada mas que una farsa pero amaría que pudiera verlo un poco como yo lo hago. Con mucho pero mucho cariño y admiración.
- no te preocupes, no esperaba que subieras. Es mas que perfecto todo lo que haces y... - Steve de inmediato sonríe en ese instante. - lo siento, tampoco quiero parecer que te idolatro en todo. En muchas cosas si, pero tampoco es como que crea que eres perfecto y... - alza las cejas sorprendido. - si lo eres, no digo que no...
- Amelia. - me interrumpe. - lo entiendo, créeme.
- de acuerdo... cambiemos de tema. - dije nerviosa y tome de la carta para ver el menú. - ¿pedimos un rollo frío o caliente?
- pues... - dice el tomando de la otra carta para leer y aproveché, el que estaba distraído, para voltear a verlo. - a mi me gusta frío.
- buena referencia. - dije y este me mira con el ceño fruncido. No puedo creer que le acababa de hacer una referencia a el mismo sobre como fue congelado. ¿Y si me odia por ello? Dios, creo que fui demasiado confianzuda con el. Trágame tierra. ¿Ahora que digo? - perdona de nuevo.
- no tienes porque disculparte cada que...
- ¿por qué me invitaste? - lo interrumpí y no por grosera esta vez, aunque he intentado no serlo toda la noche y parece que lo hago a propósito. Steve suelta de su menú y me mira fijamente a los ojos pero eso me hizo sentir tan nerviosa que de nuevo, bajé la mirada. — vamos Steve, no soy para nada tu estilo. Y no quiero decir en lo absoluto que lo hiciste porque te gusto, yo se que no es así pero...
- si es así. - y con que haya dicho esas tres palabras, logró que dejara de hablar de una vez por todas. Por fin pude quedarme en silencio y fue porque en serio no sabía que decir ante tal confesión. - ¿por qué no sería así? Siempre he pensado que eres hermosa y divertida y muy linda.
- ¿lo crees?
- eres la primera en saludarme todos los días, en estar ahí para mi y es que nadie me escucha tanto como lo haces tú cada vez que te veo.
- me interesa saber sobre tu día siempre, se podría decir que parezco hasta una fanática tuya. — reí nerviosa. - pareciera que estoy soñando, siempre pensé que tú y Mónica eran una opción más normal y aceptable.
- ¿Mónica? Me agrada demasiado y claro Ake creo que es hermosa pero no se, solo la veo como una amiga.
- ¿y a mi...?
- no sé, lo único que se es que me gusta hablar contigo. Se que te sientes mal contigo misma por ese chiste que acabas de hacer y...
- fue un humor tan negro, no debí decirlo. Fue algo terrible para ti, vivir aquello y...
- Amelia, nadie se atreve a decirme nada. Siempre es ser sutil y tratar de decirme cosas lindas para que no me sienta mal. Ese chiste fue algo pasado, lo admito pero me hace querer mas.
- por hacer una broma sobre tu tiempo congelado.- rasqué mi nuca. - wow, esperaba todo menos esto.
- ¿tú no te sientes de la misma manera?
- Steve, me fui a depilar todo el cuerpo esta mañana y si, dije todo el cuerpo. Estoy sudando como no tienes una idea y... ni siquiera he pensado en que voy a comer ya que estoy muy ocupada viéndote todo el tiempo.
- ¿eso que significa?
- que me siento de la misma manera. - sonreímos al mismo tiempo y fueron incontables las personas que nos estaban viendo, bueno, más bien a él. Me di cuenta después. - ¿quieres cenar en la casa? Más privado y um... tengo macarrones con queso.
- acepto.— se pone de pie rápido y me toma de la mano para que salgamos del restaurante.
...
Hoy se había convertido en uno de los mejores días de mi vida y no sabía cómo digerir el hecho de que Steve Rogers, se sentía de esa manera respecto a mi. Ni siquiera me la creo, prefiero creer que esta desesperado por perder esa virginidad y ha escogido a la primera chica que lo ha buscado que soy yo, como siempre. Aunque bueno, también esta Mónica. Debería estar feliz de que me escogiera a mi y no a Mónica ¿cierto? Aunque que horrible saber que te ha escogido por descarte porque claramente, ella estuvo la ultima vez todo el tiempo con Pietro y quizás por eso se descartó...
No quiero pensar mal de la situación, siempre hago eso con todo y el día de hoy, toca ser positiva. Fue por eso que cuando subimos hasta mi piso, no lo dejé entrar. Tenía que asegurarme antes de que todo estuviera bien en la casa.
- ¿puedes esperarme tantito aquí afuera? primero hablaré con mis compañeros de habitación. - le dije y este asiente con la cabeza.
- no tengo ningún problema con ello. - el sonríe y yo a el, entonces entro a la casa y cierro la puerta detrás mio.
PIETRO POV
Amelia había llegado y no lo voy a negar, estuvo todo el tiempo pensando que tanto tardaría en su cita. Si el se animaría a besarla y si se tardaría en llegar. Incluso, el que no llegara a la casa porque se fue a dormir con el. De tan solo pensarlo me enoja. Pero verla aquí me hizo sentir muy aliviado ya que no ha pasado ni una sola hora. No pude evitar sonreír como un tonto.
- ¿y bien? ¿fue una mala cita tal y como lo predije? - me crucé de brazos justamente enfrente suyo. - no te preocupes hermosa, podemos ver una película si quieres y...
- no, todo lo contrario. - ella dice con mucha emoción y me agita los hombros. - me ha dicho que le gusto, Pietro. Le gusto y ahora vamos a tener nuestra cita aquí.
- aquí. - repetí de mala gana. - ¿qué hay del sushi? ¿no que te encanta? espera... ¿le gustas? ¿oficialmente?
- porque claramente todo el mundo se estaba volteando loco y loca viendo al capitán America en una cita. - me empuja a la cocina y se va directo al refrigerador. - hice macarrones anoche y es lo que voy a ofrecerle.
- oh, um... - yo me los acababa de comer hace tan solo unos minutos. No quería que se diera cuenta entonces, use mi super velocidad y sin que ella se diera cuenta, empecé a hacer una nueva porción. Para cuando terminé, ella ni se dio cuenta y se lo entregué en sus manos.
- que fresco. - ella ríe y luego me da un abrazo. - perfecto, muchas gracias.
- ¿ya vas a decirle que entre? - pregunté, ya que es importante entonces que Wanda con sus poderes nos ayude a proteger de nuestra identidad y que el no nos vea.
- por supuesto, no tardo.- ella dice y se va corriendo a la entrada, pero yo corro obviamente mas rápido que ella y me fui al cuarto de Wanda, donde esta estaba leyendo.
- Steve Rogers esta aquí. - le dije pero ella no parecía para nada asustada, ni siquiera voltea a verme.
- perfecto, quédate en tu habitación y solo esperemos que Amelia tengo una buena noche con su enamorado. - le lancé una almohada, molesto.
- ¿por qué rayos fue eso? - se enoja y me lanza la misma almohada pero con su mente, claramente.
- no entiendo porque defiendes tanto esa relación. ¿Qué? ¿Ahora son las mejores amigas del mundo? No bueno, y yo soy el que esta mal porque me estoy encariñando por estar aquí.
- es diferente, porque yo me he encariñado con Amelia.
- así esa yo también.
- si pero, yo estoy feliz por ella y su relación. - Wanda se pone de pie y me mira a los ojos. - tu no, tu en cambio estas celoso.
- Wanda, si tu te atreves a leer mi mente de nuevo, te juro que...
- no es necesario, no tengo que hacerlo. - ella sonríe. - eres mi hermano, te conozco mejor que nadie. Y no se si estas celoso de una manera sobreprotectora de hermano, o es porque en serio te gusta...
- no leas mi mente para averiguarlo, si yo no lo sé, entonces tu tampoco.
- ¿no lo sabes? ¿no sabes lo que sientes? - se cruza de brazos.
- esta Mónica. - levanté ambos hombros. - y esta Gwendolyn, siempre estará Gwendolyn aun y cuando no pueda verla.
- si tu lo dices... - suspira hondo ella. - de acuerdo, adelante, sal si quieres, de nuevo he cambiado tu forma de lucir para los ojos de Steve.
- ¿qué hay de ti?
- yo no tengo necesidad de estar ahí de entrometido en la cita de Amelia. Tu si. - regresa a su libro y se acomoda en su cama de nuevo. - descuida, creo que ya he logrado descifrar que hacer para no cansarme tanto con esta habilidad. Tienes tiempo.
- gracias, te amo. - le dije y salí de inmediato de la habitación. Pero odiaba la vista que tenía, que eran ellos dos en la cocina, de lo mas cerca y sonriendo se como bobos enamorados. Con los rostros de lo mas cerca, mientras el la acorrala contra la barra en la cocina y el se acerca cada vez mas a el. Que inclusive me hace pensar que en cualquier momento la besaría. Fue por eso que he hablado.
- ¿les molesta si ceno macarrones con ustedes? - dije y los dos se separan, algo apenados de que los haya visto.
- supuse que ya habías cenado. - ella me dice, toda nerviosa.
- tengo un metabolismo muy pero muy rápido... por lo cual... tengo hambre siempre. - mentira no dije.
- de acuerdo. - Steve dice y le sonreí, en cambio, Amelia tan solo me ve molesta.
...
AMELIA POV
La noche terminó de una vez por todas y es que, ya deseaba que fuese así. Adoro a Pietro, y amo pasar tiempo con el, porque es básicamente mi mejor amigo, pero tenía que respetar cuando era una noche especial, mas hoy que fue nuestra confesión de sentimientos. Pero en fin, nos dejó a solas un rato cuando salí del departamento para despedirme de Steve.
- estuvo delicioso, cocinas muy bien. - reí ante ese halago. - en serio, los mejores macarrones con queso que he probado en mi vida.
- me alegro porque no es como que pueda cocinar mucho. - admití. - espero y no odies eso de mi.
- no, para nada. Lo entiendo a la perfección. Yo tampoco cocino mucho. - el tema de la cocinada queda en el pasado cuando este se acerca para despedirse. - bueno, um... me tengo que ir.
- cierto, al cuartel de los vengadores. - dije con tono exagerado de voz. - eres un hombre ocupado, con responsabilidades importantes y... lo entiendo.
- pero hoy fue una gran noche. - sonreí ante ello y este se inclina, pareciera que esta por besarme y lo peor de todo es que yo me moría por que fuese así. Cerré los ojos para dejarme llevar y que pasara pero no, solamente me ha dado uno en la mejilla. Oh. Esta bien, es tan solo la primera noche. No podía esperar mucho. - descansa.
- igualmente. - dije y este se retira para bajar por el elevador.
Una vez que el se retira, me relajo y mejor entro de nuevo a la casa. Donde Pietro gracias a todos los cielos, estaba lavando los platos y acomodando todo en la cocina. Que lindo de su parte, no debería y en cambio siempre trata de ayudarme en lo que pueda.
- ¿y bien? ¿te besó? - este me pregunta y niego con la cabeza. - bueno, un cobarde mas a la lista.
- no es un cobarde, literalmente es la primera noche que salimos y también la primera que admitimos nuestros sentimientos.
- pero que románticos. - dice sarcásticamente y me fui a un lado suyo en la barra, mientras el lavaba los platos, yo me senté en la orilla de la barra de la cocina y lo miré lavar por mientras. - toda una pareja.
- ¿te soy honesta? dudo que pase. Hablamos de uno de los hombres mas famosos de la ciudad... no tiene novias. Nunca he sabido de alguna que tenga.
- ¿dices que solo estará contigo un rato y luego te dejará?
- no tengo idea, pero a lo que voy es que creo que eso es algo muy probable. - suspiré hondo, algo decepcionada.
- pero que triste tener que conformarte con eso. - deja los platos y se lava las manos para después sacárselas y voltear a verme. - no deberías.
- no lo hago, por ahora solo estoy siendo feliz. - el hace una mueca. - así como tu con Mónica.
- si, claro. - ni siquiera había pensado en ella en toda la noche, ni me nacía hacerlo. - al menos te dio un beso en la mejilla.
- si, fue lindo. Me hizo sentir tan emocionada.
- ¿por un beso en la mejilla? pff. - Pietro se ríe y se arremanga las mangas, mientras se coloca enfrente mío y lo miro con el ceño fruncido. Mas cuando, se acerca lo suficientemente a mi como para yo no poder dejar de ver lo azul de sus ojos. Mi corazón estaba latiendo de lo mas rápido y hasta mi respiración era mas cansada. Estaba nerviosa. Acomoda sus manos a los lados de donde yo estaba, apoyadas en la barra pero lo suficiente cerca de mi como para que mis piernas se tensaran y deseara hacerme un poco para atrás. Pero este, baja la mirada a mis labios y mas nervios me dieron. Ladea un poco su cabeza y se acerca tanto a mi que pareciera que estaba a nada de besarme. Lo peor de todo es que, una pequeña parte de mi lo deseaba. Por ende, me dejé llevar y cerré los ojos. Lo que pasó después es que... nada pasó. Este se separa de mi y volví a abrir los ojos.- así siente uno cuando están por besarlo. - se muerde el labio inferior. - ¿sentiste lo mismo?
- lo sentí mucho mejor, de hecho. - dije y este alza las cejas. Aproveché esa reacción que para nada le gustó recibir por su ego y me bajé de la barra.- muy bien, me iré a dormir. Mañana tengo que ir a trabajar. - Pietro seguía disgustado con mi respuesta, lo podía ver en su mirada. - descansa, apagas la luz de la cocina ¿de acuerdo?
- buenas noches. - dice con su acento bien marcado y de mala gana se va a su habitación.
Aprovechando el que ya estaba sola, suspiré hondo y recuperé mi aliento, pues, ese casi beso me estaba volviendo loca. Sentía tan caliente mi parte de abajo, por Dios... en mi vida me había pasado. ¿Por qué tuvo que ser con Pietro?
NOTA: subí edit de este capitulo en mi Tiktok de (valeria.prongs) para que vayan a verlo :)
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