❈ 𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐢𝐨 𝟔 ❈
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- hey hola. - entré a la habitación de Wanda no sin antes tocar puerta de su habitación por supuesto pero ella estaba tan solo dibujando. - ¿puedo pasar?
- ya has pasado. - dice de mala gana y bueno, supongo que yo solita me he ganado esa expresión en su rostro. - ¿necesitas algo? ¿Dónde está Pietro?
- se está arreglando para una fiesta que tendremos sobre la famosa Mónica. - le expliqué, mientras me sentaba en la orilla de su cama. - la chica que le gusta a tu hermano.
- estoy llegando a pensar que ya no siente lo mismo por la misma persona. - la miré con el ceño fruncido pero no me contesta aquello, tan solo se ríe y me alegro tanto de ello ya que casi nunca la veo sonreír. - te ves... bonita.
- muchas gracias. - voltee a ver de mi blusa con emoción. - me alegro tanto de que te guste, tenía miedo de que no fuera prácticamente linda ya que tu hermano fue quien la escogió.
- si, no tiene el mejor estilo de moda. En eso esto de acuerdo. - sigue dibujando y ya siento que la conversación está por morir pero no quisiera que fuera así.
- ¿quieres ir?
- ¿a tu fiesta? - asentí con la cabeza. - no gracias, no me gustan las fiestas. Hablo en serio, prefiero quedarme aquí y ver algo de televisión si no te molesta.
- no me molesta para nada, solo esperaría que quisieras... conocer otras personas. - dije con emoción. - van chicos muy guapos.
- ¿cómo quien? - se ríe pero cínicamente. - ¿tu novio?
- no tengo novio. - ahora yo río pero nerviosa, pasando mi cabello por detrás de las orejas. - pero van creo que... los vengadores.
- ¿Tony Stark? - deja caer su libreta y yo asiento con la cabeza. - de acuerdo, con gusto te acompaño a la fiesta. Deja me cambio. No tardaré.
- Wanda, necesito hablar contigo. - este Pietro se muestra y me asusté ya que no me di cuenta de cuando fue que estuvo ni siquiera caminando hacia acá.
- por Dios, tienes que hacer más ruido cuando entres a una habitación o me dará un ataque al corazón. - dije pasando mi mano a mi pecho.
- Wanda.
- ¿qué? - Ella le dice molesta. - no, no Pietro. Basta con esto, vamos a hacerlo y...
- Amelia, sal de la habitación por favor. Tengo que hablar con mi hermana... a solas. - este me dice y no se como reaccionar. Genuinamente no se que decir. Odio que ellos tengan sus chistes locales y que se enteren cuando sucede algo que les molesta como definitivamente es el caso ahora y yo no entienda. - en un rato nos vamos.
- okay... - tomé de mi bolso y dejé la habitación sin entender nada de lo que pasaba pero también deseando dejarles su espacio para que arreglen sus diferencias. Vi mi celular y casi brinco de la emoción al darme cuenta de que Steve me había mandando un mensaje preguntándome cuando es que voy a ir. De la emoción solté un pequeño grito que espero que nadie más haya escuchado.
...
PIETRO POV
- necesito que no vayas a la fiesta. - le dije pero ella alza su mano y muestra su típico poder rojo esperando hacerme algo. - ni lo pienses, no quiero pelear y.... - en ese momento, llegó a mi la idea. - claro.
- ¿claro qué? - se calma de nuevo y tomé de sus hombros. - okay, ya se que es lo que quieres que haga. He leído tu mente.
- me prometiste que no ibas a hacerlo. - la vi de mala gana pero tampoco estaba en disposición de quejarme cuando quería pedirle un gran favor. - ¿entonces? ¿Qué dices?
- digo que... estás loco.
- lo sé.
- y que no me gusta que te estés sintiendo muy a gusto con esta estadía aquí. No era el plan, solo era por mientras y lograr acercarnos a Tony y ahora que tenemos nuestra oportunidad de oro...
- no van a ir todos. Tony no va. - lo sé bien porque cuando terminamos de comprar ropa Mely y yo, ella me mostró la lista de confirmados en el grupo y solo estaba el idiota de Steve Rogers y su amigo que no conozco. Pero tiene sentido, son personas importantes y con cosas que hacer. Seguramente Steve solo va por Mely o por Mónica. - te lo juro.
- oh. Bueno ¿qué más da? Se intentó. - levanta ambos hombros.
- pero Steve Rogers si va y ya se que no tenemos nada contra el, mi plan no es ir a atacarlo pero necesito que tú vayas y se que te va a cansar demasiado pero ocupo que hagas que no me reconozca.
- ¿cómo haré eso?
- sabes bien cómo, nos has hecho desaparecernos ante la vista de otros, no veo porque ahora no podrías. Y no quiero desaparecer pero quiero que hagas que una vez que me vea, no me reconozca. A ninguno de los dos.
- es un muy estupido plan.
- pues, para mi es el más Perfecto porque tenemos entre nosotras a la persona más capaz de todas y con toda la intención en el mundo de hacer a su hermano el más feliz de todos esta noche.
- lo haré. Iré contigo. - sonreí emocionado y le di un abrazo. - con una condición.
- te escucho.
- necesito que me digas la verdad y no voy a leer tu mente porque quiero oírte decirlo y que tú también te pongas a pensar en la respuesta. - la miré con el ceño fruncido. - ¿quieres ir a esa fiesta por Mónica? ¿O por Amelia?
- por Mónica, obviamente. No tengo otra respuesta a aquello. - hice un ruido con la boca, como si lo que me dijera fuera la más grande locura y me moví para la entrada para irme. En ese momento, escuchamos gritar a Amelia desde fuera y no niego que no me asusté.
- no está en peligro, descuida. Es un grito de felicidad. - hice una mueca. - no te involucra, esa felicidad. Quiero que lo sepas.
- bien por ella. - le di una palmada en el hombro a mi hermana. - va a ser una buena noche para ambos. Para los tres... porque te podemos conseguir un novio sin ningún problema.
- no vine a esta ciudad en busca de un amor. Ni tú, y en cambio aquí estás. Suplicándome que te ayude para que vayas a enamorar a una chica tan molesta.
- ¿cómo sabes eso? Ni siquiera la conoces.
- si pero, Amelia si. Y ella piensa eso de ella. - okay. Ha leído de la mente de nuestra amiga pelirroja. - por cierto. - Ella se acerca a la puerta para abrir de la puerta y que ella pueda entrar. - cree que eres lindo.
- ¿Amelia? - sonreí ante ello.
- creí que eso no te importaba. - le puse los ojos en blanco y cuando abre la puerta, vemos a Amelia ya lista y toda ansiosa por irse. - estamos listos.
- Perfecto, yo manejo. - Ella muestra sus llaves y salimos de la habitación con ella.
...
AMELIA POV
Estaba nerviosa, no lo iba a negar. Me encontraba por fin en un ambiente el cual no era el laboral junto a la persona que me ha gustado por años y no se como vayan a salir las cosas. Me gustó demasiado al final como quedó mi atuendo y creo haberme maquillado y peinado lo suficientemente bien.
Llegamos a la entrada de la casa y Camila nos abre la puerta de su casa y ya se veían varias personas ahí. La música estaba a fuerte volumen y estaba todo oscuro ahí dentro con ciertas luces neones como si fuera una disco. Curioso, pero no me quejo.
- hola. - Ella nos saluda con demasiada energía y entusiasmo y me da un abrazo. Literalmente la persona más hipócrita que he conocido en mi vida. - que bueno que ya llegaron.
- trajimos bebidas. - dije mostrándole mi paquete de seis cervezas y me separé del abrazo. Voltee a ver a Pietro, tan solo para captar su reacción y si, la estaba viendo con los más grandes ojos en forma de corazón. Como si fuera el amor de su vida, como si en serio estuviera recodando a esa chica de la cual me mencionó de su pasado. Espero y hoy sea una buena noche para el.
- te ves hermosa. - este le dice con su acento bien marcado y causando que Mónica se sonrojara toda, lo cual me sorprende ya que en teoría le gusta Steve. Debería enfocarse en Steve. Entonces quizás aún no ha llegado.
- que lindo eres. - Ella toma de su mano. - ven conmigo, te voy a enseñar la casa.
Antes de entrar, voltea a ver a Wanda y ella asiente con la cabeza. Como si de alguna manera se estuvieran comunicando pero no se porque o con que propósito. Y no evitar sentir curiosidad y le pregunté.
- ¿todo bien? - le pregunté a Wanda y ella voltea a verme. - vi que tú y Pietro estaban poniéndose de acuerdo en algo.
- en tu regalo sorpresa por tu cumpleaños. - dice de broma y la mira con el ceño fruncido. - nada de que preocuparte Amelia, ahora... vamos a sentarnos.
- ¿sentarnos? No. - reí y tomé de su mano. - ven, te voy a presentar a unos amigos.
- no, yo... um... - se rasca la nuca. - me da... pena.
- ¿por? Eres preciosa y súper agradable, no debe ser para nada difícil para ti el convivir con otras personas. - Ella no dice nada al respecto y me hace pensar que mi comentario no iba a ayudar para nada. - bueno, vamos por algo de tomar ¿que te parece?
- ya llevas cerveza.
- no me encanta. - hice cara de disgusto. - igual podemos ir por agua o que se yo a la cocina.
Ella me sonríe y me alegro de haberle causado un buen momento y que no estuviera incomoda. En fin, Steven o ha llegado, realmente no pasa nada si estoy un rato con Wanda antes de que empiece lo bueno.
...
Pasó al menos una hora y mientras Wanda se alimentaba de pura agua, yo si estaba tomando cierta cantidad de... cervezas. Al final si tomé de aquellas y vaya que me arrepiento pues, ya me estaba sintiendo muy llena.
- oye, ya llegó tu galán. - Ella me dice y yo con la sonrisa más grande del mundo, me volteo y me encuentro en efecto con el sujeto más lindo en todo el mundo.
- hey hola, lamento haber llegado tarde. - me saluda con un beso en la mejilla. - wow, te ves preciosa.
- Gracias. - reí nerviosa. - oh, ella es um...
- Andrea, mucho gusto. - Wanda se presenta mientras le estrecha la mano y la miré con el ceño fruncido. - amiga de hace tiempo de Amelia.
- si um... de la secundaria. - si ella quería fingir una historia ¿quien era yo para negarle esa oportunidad? Así que le seguí la corriente.
- un placer. - Steve como siempre tan amable y lindo. - ¿y Mónica?
- supongo que ocupada ya que... - voltee a ver a las escaleras y en efecto ahí estaba ella riendo y apoyando sus manos en el pecho de él y no pude evitar no sentirme incomoda. Incomoda es la palabra, por supuesto. - Mira, ahí está.
- puedo verlo, bien por ella. - Steve dice sonriendo y quería hacer lo mismo pero no me nacía del todo.
- ¿estás bien? - Wanda me pregunta sin dejar de mirarme. - luces algo...
- sedienta. - la interrumpí. - tomemos otra cosa ¿no les parece?
- no, no me refería a eso. Yo creo que... - no quería que Wanda terminara esa oración, así que tomé de la mano de Steve para irnos de aquí.
- ¿y Sam? - pregunté.
- se quedó en la entrada saludando a unos amigos creo ¿vamos? - asentí con la cabeza y voltee a ver a Wanda una última vez para avisarle que me iría pero ella lo toma bien y se va al jardín de la casa.
Pasamos tomados de las manos y suspense que eso sería suficiente como para que Mónica nos viera y se sintiera Celsa y viniera a donde estábamos pero para nada le importó. Quizás ni siquiera vió de estar tan ocupada con Pietro. Pero eso no importa, trataré de no darle importancia y mejor disfrutar de este momento. Salimos de la casa y justo nos sentamos en la entrada tan solo para platicar.
- la casa es bastante linda. - no supe que más decir... ¿que le puedes decir a Steve Rogers? Lo que diga será lo suficientemente aburrido. - nunca había venido.
- creí que tú y Mónica eran muy amigas.
- no, para nada. - odio haber tenido que decir eso ya que arruina por completo la idea falsa de que hicimos esta fiesta juntas. - quiero decir, solo por el trabajo.
- ah, tu amiga la pelirroja... ella es tu mejor amiga. - ¿pelirroja? Wanda es castaña. ¿Por qué mencionaría eso? Quizás porque está oscuro. - se ve agradable.
- lo es. - sonreí. - lamento aburrirte aquí, si deseas que regresemos adentro, yo lo entiendo por completo.
- no tengo problema con estar a tu lado. - me pasa el cabello por detrás de la oreja y literalmente siento mi corazón latiendo de lo más rápido. - ¿te digo algo y no te enojas?
- um... claro.
- solo vine a esta fiesta porque quería verte. - empecé a sonreír en ese momento como nunca antes. - ¿está mal que diga eso?
- no veo porque eso me enojaría, no. - rasqué mi nuca nerviosa. - yo... um... ni siquiera sabía si te agradaba o no.
- vamos, somos buenos amigos ¿no? - asentí con la cabeza. - claramente quería pasar un rato con la persona más agradable en toda la torre.
- ¿si? - dije y vi como este baja la mirada a mis la labios.
- si. - sonríe y pareciera que se estaba acercando más a mi. No podía creer lo que estaba pasando pero en cierta parte, lo deseaba. Fue por ello que también me acerqué más. No se si iba a besarme, pero pareciera que si. Cerré los ojos cuando no logra pasar nada ya que la puerta se abre y Mónica pasa justo entre los dos a propósito para separarnos.
- Steve que genial que llegaste. - Ella lo pone de pie y lo abraza, a lo que yo la miré molesta pero ni tiempo tuve de aquello cuando Pietro también me levanta.
- ¿nos vamos?
- ¿tan pronto? - pregunté pero Wanda sale y también se veía algo molesta, no logro captar el porque. Todos estaban molestos hoy al parecer.
- oye hermano, ella no puede manejar, está algo tomada. - Steve le dice y le sonreí. - te puedo regresar con gusto a tu casa.
- eso estaría bien. - asentí con la cabeza varías veces.
- no hay necesidad, me tiene a mi para poder regresarla. - Pietro dice y me toma de la mano para que salgamos de la casa. - fue un placer conocerte.
- Pie... - Wanda está por llamarlo por su nombre pero se arrepiente una vez que ve a Steve y este los mira con el ceño fruncido. - vamos Emilia. - y ella me toma de la mano. - yo nos llevo al carro, dejemos que mi hermano se despida de su novia.
- ¿tu y Mónica? - le pregunté a Pietro pero este no me contesta. - ha, un hipócrita.
- Amelia....- me dice pero me voltee con Steve y le di un beso en la mejilla.
- fue cortó el momento que tuvimos pero me la pasé muy bien. - le sonreí. - supongo que nos vemos luego en el trabajo.
- te invito a cenar.
- ¿qué? - decimos al mismo tiempo Mónica, Pietro y yo.
- ¿te gusta el sushi? - este se rasca la nuca y yo tan solo sonreí tanto que me dolieron las mejillas.
- le encanta, le hablas mañana. - Wanda dice y me saca por fin de la casa pero ya nada más importaba. Había llegado genuinamente lejos. Steve Rogers me había invitado a una cita.
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