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Capítulo 9


El lugar donde la fiesta de Halloween se celebra es una pequeña discoteca que ha sido alquilada por uno de los chicos del último curso, Mike Walter, quien al parecer tenía una familia con más dinero del que Harry pueda tan siquiera imaginar.

La música puede escucharse cuando todavía se encuentran lejos, pero pueden ver el local a lo lejos. Una pequeña sonrisa se dibuja en el rostro de Harry mientras camina junto a sus mejores amigos, la emoción palpitando en él conforme se acercan.

Taylor se encontraba disfrazada de princesas Peach de Mario Kart, mientras Niall y Liam era dos piratas, y Harry era un vampiro.

Y quizás se veían ridiculos teniendo en cuenta que casi tenían dieciocho años, pero no les importaba.

-¿Estas nervioso? -Taylor le pregunta cuando finalmente llegan al local, deteniéndose cerca de la puerta ya que iban a esperar a Louis.-

Y Harry no lo admitiría, pero lo estaba. Era la primera fiesta a la que deseaba ir, la primera fiesta que pasaría acompañado del único chico que le había hecho perder levemente la cabeza.

—¿Por qué lo estaría? -Pregunta, pero se nota en su voz, en su sonrisa, en la forma en la que juega con los anillos en sus dedos.-

Niall y Liam sueltan una pequeña risa, negando suavemente.

—Mientes muy mal. -Liam dice.-

—Sí, como si no supiéramos que estás loco por él. -Niall suelta con una sonrisa divertida, y Harry puede sentir sus mejillas calentarse.-

—No estoy loco por él. -Murmura.-

Pero sabe que eso no es del todo cierto. Tan solo no quiere admitirlo, porque decirlo en voz alta solo lo haría real. Y no quería que lo fuera, no hasta que no estuviera seguro de que sus sentimientos iban a ser correspondidos.

—Haremos como que te creemos, Hazz. -Taylor dice.-

Y va a decir algo más, pero su móvil vibrando en el bolsillo de su pantalón le interrumpe. Es un mensaje de Louis, que le hace sonreír bajo las miradas divertidas de sus mejores amigos.

LOUIS:
Acabo de llegar
:)

Estamos cerca de la entrada :D

Espera una respuesta por parte de Louis, pero nada llega. Frunce el ceño, mirando a la pantalla, esperando que un mensaje llegue.

Sin embargo, la voz de Louis detrás de él es lo que recibe a cambio.

—Así que, eres un vampiro. No muy original, rizado.

Su respiración se queda atascada en su pecho cuando se gira y se encuentra con Louis. Quien viste una camiseta blanca y una chaqueta de cuero negro, unos skinny jeans negros, un cigarrillo detrás de su oreja y su cabello castaño peinado para atrás.

El rizado lo admira mientras se siente débil, mientras su corazón late con fuerza en sus oídos. Porque Louis estaba disfrazado de Danny Zuko.

—No me lo puedo creer. -Murmura, haciendo que una sonrisa divertida se dibuje en los labios del castaño.-

Louis entonces, esconde sus manos en los bolsillos de su chaqueta, bajando la cabeza.

—Para ser sincero, yo tampoco. -Dice, y casi parece tímido.-

Y no puede evitarlo, una sonrisa amplia y sincera nace en los labios de Harry, mientras se lanza a los brazos de Louis. Rodea su cuello rápidamente, sin pensarlo, sin que le de tiempo a su cerebro a procesar lo que estaba haciendo.

Es recibido enseguida por el olor del perfume de Louis, mientras los brazos del mayor rodean su cintura, abrazándolo de vuelta.

—¿Entonces, te gusta mi disfraz, chérie? -Louis susurra cerca de su oreja, causando que la piel del rizado se erice.-

—Estas increíble. -Es todo lo que puede decir, sin apartarse del mayor.-

—Puedo decir lo mismo de ti.

Harry cree que puede renunciar a la fiesta en aquel mismo momento, porque la idea de quedarse en los brazos de Louis por el resto de la noche es demasiado tentadora.

—¿Nos vas a presentar o...? -La voz de Taylor hace que se separen.-

Harry mira a sus amigos, el calor subiendo hasta sus mejillas mientras asiente.

—Em, sí, perdón. -Sonríe nervioso.- Lou, estos son Liam, Niall, y Taylor.

Louis sonríe ampliamente, mirando a los chicos.

—Encantado de conoceros, Harry me ha contando muchas cosas sobre vosotros.

—¿Lo ha hecho? -Liam dice, divertido.-

—Harry habla de nosotros, que adorable. -Taylor dice, llevándose una mano al pecho, haciendo que el rizado ruede los ojos.-

Louis suelta una pequeña risa, causando que el pecho de Harry vibre.

—Bueno, también nos habla mucho de ti, Louis. -Niall dice, moviendo las cejas.-

Los ojos de Louis se clavan en el rizado, alzando las cejas con sorpresa.

—¿Lo hace? -Pregunta, mirando como Harry se sonroja mientras baja la mirada al suelo.-

—Todo el tiempo.

—Niall -Harry advierte, fulminándolo con la mirada.-

Pero Louis tiene esa sonrisa divertida en su rostro, mirando a Niall con interés.

—Cuéntame más. -Le pide, cruzándose de brazos.-

Niall sonríe ampliamente, colocando su brazo alrededor de los hombros de Louis.

—Nos vamos a llevar bien, Tommo.

Y mientras Niall comienza a contarle cosas que Harry preferiría que no dijera, se dirigen al interior del local, donde la fiesta los espera.

***

Pasan la noche en la pista de baile, entre bebidas y risas. Y quizás es la primera vez que Harry disfruta de una fiesta, la primera vez que se siente bien estando rodeado de tanta gente, la primera vez que no le importa lo que los demás estén pensando de él.

Porque tenia a Louis junto él, mirándolo de aquella manera en la que únicamente Louis le miraba, bailando con él y sus mejores amigos. Y todo se sentía demasiado perfecto.

O al menos así fue hasta que Charlie Ward apareció entre la multitud.

Se encontraba allí, mirando a Harry con aquella sonrisa divertida en su rostro mientras él solo estaba pasándolo bien junto a sus amigos. Y cuando el rubio se acerca hasta ellos, Harry sabe que nada puede salir bien.

—¿Pasándolo bien? -Pregunta parándose frente a él.-

Harry aprieta los labios, sintiendo como su corazón se acelera cuando la mano de Louis encuentra la suya.

—Vete a la mierda, Ward. -Taylor dice, molesta.-

El rubio la ignora, dejando su mirada fija en Harry. Y el rizado odia que le haga sentir así, que a pesar de que la última vez que le molesto fue años atrás, sus palabras todavía rondaran su mente a día de hoy.

Que una persona como Charlie Ward tenga el poder de causar eso en él, miedo.

—Al parecer los sueños se cumplen. -Dice pasado su mirada a Louis.- ¿No, Harry?

Una ola de vergüenza recorre su cuerpo, siente el calor subir a sus mejillas. De golpe se siente estupido al lado de Louis, tomando su mano en mitad de aquella multitud que se habían reído de él.

Pero la mano de Louis acaricia la suya, haciendo que se sienta algo mejor.

—No seas imbecil. -Louis dice, poniéndose delante del rizado.-

Charlie lo mira, la sonrisa agrandándose en sus labios.

—No estaba hablando contigo.

—Ahora lo estás haciendo, déjalo en paz.

La sonrisa divertida se mantiene en el rostro de Charlie, quien parece disfrutar de la presencia de Louis.

—¿Eres su guardaespaldas o algo así?

Louis aprieta la mandíbula con molestia.

—Acércate más y compruébalo.

Entonces, Charlie aparta la mirada de Louis para clavar sus ojos en Harry.

—Sabía que eras marica, pero esto es patetico hasta para ti.

Y entonces, Harry lo nota, la mano de Louis soltando la suya en lo que apenas es un pestañeo. Porque ahora, la mano que hace unos segundos rodeaba sus dedos en busca de reconfortarlo, se encontraba golpeando a Charlie Ward en el rostro.

Un fuerte puñetazo que causa que el rubio suelte un gemido de dolor.

Y así, de repente, una pequeña pelea entre ambos empieza.

La atención de todo el mundo se posa en ellos, y Harry siente como su corazón se detiene cuando el puño del rubio se clava en el rostro de Louis.

Es entonces cuando finalmente reaccionan, y hace falta que Niall y Liam se metan junto a Harry en medio de ambos, separándolos finalmente tras varios intentos. Harry toma el brazo de Louis, arrastrándolo hasta la puerta del local bajo la atenta mirada de todo el instituto en ellos, dejando atrás las quejas de Charlie.

Cuando salen de allí, la luna y una lejanas farolas es todo lo que les iluminan. Harry siente como sus piernas tiemblan levemente por la adrenalina, por ver a Louis siendo golpeado.

—¿Estas loco? ¿Has perdido la jodida cabeza? -Harry dice, el aire frío golpeándolos.-

Louis aprieta la mandíbula, apartando la mirada del rizado. Harry nunca lo había visto así, tan molesto.

-¿Que esperabas que hiciera? ¿Que dejara que te insultara? -Escupe, y el veneno en su tono hace que Harry tiemble.-

Pero Harry esta tan enfadado, tan asustado. Que ni siquiera le importa.

—¡Sí, estoy acostumbrado a ello!

Y Louis niega, volviendo a apartar la mirada del rizado.

—Eso no es jodidamente justo, Harry. -Murmura.-

Pero Harry solo puede centrarse en los latidos acelerados de su corazón, la sensación que había sentido al ver como golpeaban a Louis por su culpa aún recorriendo su cuerpo.

—¡Lo que no es jodidamente justo es ver como un imbecil te hace daño, Louis! -Exclama, porque está tan molesto. Tan molesto de que no pueda tener una noche tranquila con el chico que le gusta, de que algún modo las cosas siempre tenían que salir mal para él.- ¡No vale la pena!

Louis lo mira, una mueca formándose en su rostro.

—Harry...

—¡No! -Exclama de nuevo, su voz sonando más débil de lo que desearía.- Eres un idiota, no vuelvas a asustarme así.

—No voy a dejar que nadie te insulte.

Y Harry no puede evitar soltar una pequeña risa amarga, seca.

—¡Eres tan ridiculo! ¡Dices cosas tan ridiculas todo el tiempo, que me haces pensar que quizás tengo una jodida oportunidad contigo! Vienes a una estupida fiesta a la cual no querías venir solo porque te lo he pedido, y por supuesto tienes que estar tan jodidamente atractivo durante toda la noche, tienes que ser tan malditamente dulce conmigo, defenderme de un imbecil delante de todo el mundo y me lo pones todo tan dif...

Y Harry no puede terminar la frase, porque los labios de Louis sobre los suyos lo interrumpen. Y así, en tan solo un segundo, toda la rabia y la adrenalina de haber visto a Louis ser golpeado, desaparece. Se ha ido.

Las manos de Louis toman el rostro de Harry con delicadeza, atrayéndolo hacia él para profundizar el beso. Un beso que sabe a restos de alcohol y a menta, que sabe a primeras veces, a luz de luna y todo lo que Harry alguna vez había esperado. Un beso hambriento pero que no pretende ser más que eso, un simple beso, lento y seguro.

'Perfecto' Harry piensa.

En mitad de la fría calle, en mitad de aquel aparcamiento casi vacío, debajo de las estrellas, se besan por primera vez. Y Harry está seguro de que debe de ser un sueño, de que ha inventado todo en su cabeza porque es imposible que Louis Tomlinson lo esté besando después de que le haya gritado por haberlo defendido.

Porque Harry nunca antes a sido besado, pero esta seguro de que hay algo especial en la manera en la que Louis lo besa, con tanto cariño y detalle, despacio y con anhelo, como si hubiera esperado demasiado tiempo y ahora quisiera que el momento durara todo lo posible, como si quisiera recodar cada segundo del beso, como si quisiera memorizar los labios de Harry en caso de que esa sea la última vez que los prueba.

Pero Harry quería más, necesitaba más. Quería a Louis en todos los sentidos posibles, en todas las maneras posibles.

Mientras sus labios se mueven torpemente contra los suyos, intentando descubrir cómo seguir el ritmo, en su cabeza todo lo que puede oírse es Louis, Louis Louis.

Y quizás todo en su ser grita su nombre, su corazón, las mariposas que revolotean en su estómago, sus manos que se agarran a la chaqueta de cuero del mayor, su alma....

Todo en él se deshace por Louis. Deseando que aquella primera vez no sea también la última.

—Le volvería a romper la cara una y otra vez con tal de defenderte, Harry. -Louis finalmente susurra cuando se separan, dejando su rostro cerca.-

Y el rizado no se atreve a abrir los ojos, no se atreve a mirarlo.

—Lou... -Susurra, sonando tan débil como se siente.-

—Tan solo... -Dice en voz baja.-¿Puedo besarte de nuevo?

Y una sonrisa se dibuja en el rostro del rizado, quien finalmente abre los ojos. Encontrando así, como los azules de Louis se encuentran brillantes.

—Sí. -Asiente.-

Así que lo hace, Louis vuelve a besarlo con cariño y delicadeza, causando que Harry sienta miles de fuegos artificiales explotando en su interior, como si el resto del mundo dejara de importar en aquel mismo momento.

Tan solo eran ellos dos, Louis y Harry besándose en la oscuridad de la noche.

—Joder, no te imaginas cuanto deseaba hacer eso. -Louis susurra cerca de sus labios cuando se separan para respirar.-

Harry no puede evitarlo, suelta una pequeña risa mientras apoya su frente contra la de Louis. Quien lo mira con una enorme sonrisa en sus labios mientras coloca sus manos en la cintura del rizado.

—¿De que te ríes?

—No lo sé.

Y eso causa una pequeña risa por parte de Louis también.

Y Harry lo mira, mordiéndose el labio mientras el alivio recorre cada parte de él. Porque Louis lo había besado, y quizás sus sentimientos no eran tan distintos como el rizado imaginaba.

—Siento haberte gritado. -Harry dice entonces, rompiendo el silencio.-

—No, yo siento haberte defendiendo si eso no era lo que querías, pero no podía soportarlo, no podía dejar que hablara así de ti.

Una sonrisa se dibuja en el rostro de Harry, sin poder creer que un chico tan maravilloso como Louis se haya fijado en él.

—No, está bien. Gracias por defenderme, tan solo... -Suelta un pequeño suspiro.- Me importas mucho Louis, y ver como te hacen daño por mi culpa no...

—No ha sido tu culpa -Louis le interrumpe.- Lo haría mil veces más, porque ese idiota se lo merecía.

Harry intenta retener la sonrisa que amenaza con dibujarse en sus labios.

—No sé que voy hacer contigo. -Murmura, a lo que el castaño se encoge de hombros con una pequeña sonrisa divertida en su rostro.-

—Yo tampoco lo sé, pero por ahora podrías simplemente volver a besarme.

Una pequeña risa escapa de los labios de Harry, quien aún puede sentir los latidos de su corazón en sus propios oídos. Y se pregunta si el resto del mundo podía sentirlo, la electricidad que recorre su cuerpo, su corazón acelerado, latiendo desesperado contra su pecho.

El sentimiento de ser invencible en aquel momento, de poder hacer cualquier cosa porque Louis Tomlinson quería que lo besara de nuevo.

Se pregunta si quizás Louis puede sentirlo, si puede ver en sus ojos todo lo que está sintiendo en aquel momento.

Entonces, sus manos se colocan en el rostro del castaño, comenzando a dejar suaves caricias en sus mejillas.

Y una vez más, se besan. Se besan con deseo, con la intención de expresar lo que con palabras no pueden. Aquello que habían retenido por casi un mes.

—Vámonos de aquí. -Harry le pide cuando se separan.-

—Nada me gustaría más, chérie.

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