Capítulo 5
—Sois de lo más aburrido, ni siquiera está lloviendo. -Harry dice, sacando un libro de su taquilla.-
—Pero lleva toda la mañana y la noche lloviendo, Harry. -Taylor dice mientras rueda los ojos por las repetidas quejas de su mejor amigo- La hierba estará mojada, Harry.
—Pero sabéis que en la cafetería no puedo leer. -Murmura, cerrando la taquilla y mirando a sus amigos con un leve puchero.-
—Lee cuando llegues a casa. -Niall dice, encogiéndose de hombros.-
—Pero quiero leer ahora.
—Pues tendrás que leer en la cafetería. -Liam le dice con una sonrisa, pero Harry es un tanto testarudo-
Así que se rinde, cruzándose de brazos mientras niega.
—Iré yo solo.
Taylor rueda los ojos ante la insistencia del rizado.
—Harry no seas así, nadie va a salir fuera.
—Exacto, lo más seguro es que vuelva a llover. -Liam dice con una pequeña mueca.-
—No me importa, solo es agua.
Sus amigos se miran entre ellos antes de encogerse de hombros y asentir.
—Está bien, estaremos en la cafetería para cuando te arrepientas.
Harry rueda los ojos, mirando entonces como sus amigos se encaminan a la cafetería, y de repente, se encuentra solo en los vacíos pasillos.
***
Efectivamente, la hierba se encontraba mojada. Sin embargo, Harry no quería dar media vuelta y volver a la cafetería para tener un dolor de cabeza por el resto del día. Y para ser sincero, tampoco quería darle la razón a sus amigos.
Aprieta el libro contra su pecho, y seguidamente dirige su mirada al cielo. Las esponjosas nubes grises son todo lo que puede ver, amenazantes sobre el inmenso cielo.
No puede evitar soltar un suspiro.
—¿Harry? -Aquella voz que había aprendido a reconocer fácilmente durante los últimos días le hace sobresaltarse levemente.-
Al girarse, puede ver a Louis con su chaqueta de cuero negra y su cabello castaño despeinado por el leve viento. Y un cosquilleo recorre el cuerpo de Harry al verlo.
"Je pense que Harry est tres joli."
Aquella frase se repite en su cabeza al verlo, y siente la necesidad de esconder su rostro que amenaza con sonrojarse.
—Louis, hey -Dice con una pequeña sonrisa- ¿Que haces aquí?
Louis se encoge de hombros, agarrando la asa de su mochila con algo de fuerza.
—Podría preguntarte lo mismo.
Harry aprieta los labios mientras sujeta con fuerza el libro entre sus brazos. De repente se siente algo estupido estando debajo de aquel árbol mientras el resto de estudiantes se encuentran en la cafetería, mientras la lluvia amenazaba con volver a caer en cualquier momento y el aire frío le enrojecía el rostro.
—Quiero leer -Susurra, bajando la mirada al césped bajo sus pies.-
Louis frunce el ceño, mirando al césped también.
—Está mojado.
Harry asiente.
—Lo sé.
El castaño aprieta los labios antes de dejar caer su mochila al suelo, seguidamente quitándose la chaqueta de cuero para dejarla con cuidado sobre el césped mojado.
—Louis ¿Que estás haciendo? -Harry pregunta con el ceño fruncido, mirando con confusión como el castaño se sienta sobre su propia chaqueta.-
—Quieres leer ¿No? -Louis pregunta, apoyado su espalda contra el gran árbol.-
—Absolutamente no, no tienes que hacer esto.
Louis sonríe, y Harry maldice que su sonrisa sea tan extremadamente bonita.
—Ya lo he hecho, siéntate.
Harry niega suavemente, mirando como el castaño ahora se encontraba vistiendo solamente una camiseta de manga corta.
—Te vas a morir de frío, no seas idiota.
—No me voy a morir de frío -Rueda los ojos.- No seas exagerado.
Harry suspira mordiéndose el labio, porque realmente no sabía porque Louis se estaba molestando en hacer todo esto. ¿Había mojado su chaqueta que parecía extremadamente cara solo para que Harry se pudiera sentar a leer?
—Louis...
—Harry, assieds-toi s'il te plait.
Las palabras hacen que el rizado infle las mejillas. La manera en la que Louis le pide que se siente en aquel perfecto acento francés, hace que su corazón se derrita por completo.
Para ir mal en francés, se le daba bastante bien pronunciarlo.
—Eso es trampa -Harry murmura, finalmente sentándose al lado del castaño.-
Louis sin embargo lo mira con una sonrisa triunfante.
—Pero ha funcionado.
Harry lo mira mientras Louis sonríe, y no entiende que es lo que ha hecho para merecer que el castaño ponga su chaqueta en el mojado césped arriesgándose a enfermarse. Pero no puede quejarse, porque le gusta demasiado la forma en la que Louis se encontraba mirándolo en aquel momento, la forma en la que sin importar el horrible tiempo que hacía ahí afuera, Louis se encontraba junto a él.
Y sorprendente, aquello le hacía sentirse reconfortado, le hacía sentirse bien.
—¿Que vas a leer? -Louis le pregunta, y Harry se muerde el labio levemente.-
-Asesinato para principiantes. -Dice, abriendo el libro por la página en la que se había quedado.-
—Bien -Louis asiente cruzándose de brazos- ¿A quien planeas matar, rizado?
—A nadie -Sonríe mientras niega lentamente, haciendo que un pequeño rizo caiga por su frente.- El libro trata sobre una chica que para su proyecto de su último curso resuelve un crimen que pasó cinco años atrás en su ciudad.
Louis asiente con una pequeña sonrisa, apoyando su cabeza contra el tronco del árbol mientas mira a Harry con atención.
—¿Es interesante? ¿Te está gustando?
¿Louis realmente quería saberlo? Le importaba.
—Ciertamente lo es, sí.
Hay silencio por unos cortos segundos, hasta que Louis lo rompe con una pregunta que hace que el corazón de Harry se detenga por lo que parece una eternidad.
—¿Podrías leerme?
—¿Quieres que te lea? -Pregunta, sintiendo como sus mejillas se tornan de un suave color rojizo-
—No te lo estaría pidiendo si no lo quisiera ¿No crees?
Harry tiene que morderse el labio inferior para retener la sonrisa que amenaza con dibujarse en sus labios. El latido acelerado de su corazón se vuelve de algún modo agradable.
—Está bien, pero no entenderás mucho la trama, voy por casi la mitad de la historia.
—No importa, simplemente quiero oírte leer.
Las mejillas del rizado se encienden con aquellas palabras, e intenta esconderlo detrás del libro.
—Bien. -Murmura.-
Y si durante todo aquel tiempo que estuvo leyendo en voz alta para el castaño, tenía la atenta mirada de Louis sobre él, Harry no se dio cuenta.
Y si su corazón latía alegre ante la compañía de Louis, aquello sería algo que solo el rizado sabría.
***
Cuando el último timbre del día suena, Harry sonríe mientras se despide de sus amigos y sale del instituto con su paraguas entre sus manos.
La lluvia había comenzado a caer poco tiempo después de haber entrado de nuevo a clase, y Harry agradecía que la lluvia no le pillara mientras se encontraba sentado junto a Louis.
—Hey, rizado. -La voz de Louis se hace presente antes de que pueda bajar los escalones de piedra del instituto.-
—Louis, hola otra vez.
—Hola -Dice, con aquella media sonrisa en su rostro.- ¿Vas a casa?
—Sí -Asiente- ¿Por qué?
Louis aprieta los labios, bajando la mirada al suelo mientras sujeta el asa de su mochila con fuerza. Y Harry sonríe levemente mientras piensa que quizás, Louis estaba nervioso.
—Está lloviendo. -Louis murmura, a lo que Harry suelta una pequeña risa.-
—Lo sé.
—¿Quieres que te lleve? Me pilla de camino y no tendrás que pasar frío.
—No tienes porque molestarte Louis, mi casa no está tan lejos.
—No es ninguna molestia -Dice con una pequeña sonrisa.- Si te apetece ir solo y caminar no hay problema, solo te lo ofrezco por si no te apetece caminar con este tiempo.
Harry lo mira enternecido mientras Louis parece demasiado nervioso como para mirarlo a los ojos.
—¿Pondrás la calefacción en tu coche? -Le pregunta, a pesar de saber perfectamente cuál era la respuesta.-
—Por supuesto.
Harry sonríe cuando los ojos azules de Louis se clavan en los suyos.
—Suena demasiado tentador como para negarme.
Entonces Louis sonríe, una sonrisa grande y sincera.
—Entonces acepta y déjame acompañarte.
Así que lo hace, acepta que Louis lo lleve a casa entre sonrisas y conversaciones sobre música y libros.
Y quizás, Harry empieza a disfrutar demasiado de la compañía del castaño.
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