Harry intenta no sonreír, realmente lo intenta. Sentando en el asiento del copiloto, con el aire acondicionado envolviéndolo, con un Louis sonriente conduciendo a su lado, pensando que quizás debía sentirse agradecido por aquella estupida pelea.

Porque gracias a ella, ahora estaba aquí.

Y Harry todavía no podía creerlo. Había besado a Louis Tomlinson.

Todavía podía sentir el fantasma de los suaves labios de Louis sobre los suyos, la manera en la que su corazón se había acelerado, el sentimiento de estar flotando sobre una nube.

Y a pesar de no saber a donde se dirigían, a Harry no le importaba. Porque cualquier lugar era perfecto si Louis estaba ahí junto a él.

***

Finalmente, después de un viaje que se había sentido un tanto eterno, Louis detiene el coche.

—¿Donde estamos? -El rizado pregunta, mirando por la ventanilla. Afuera solo puede ver árboles y oscuridad.-

Louis no dice nada, se limita a sonreír antes de bajar del coche. El rizado se queda solo en el Jeep por apenas unos segundos, antes de seguir al castaño.

A fuera, el aire fresco de otoño le recibe, haciéndole sentir un leve escalofrío. Louis se encuentra apoyado contra la parte delantera del coche, y Harry sonríe levemente antes de acercarse hasta él.

Estaban en la cima de una pequeña montaña a las afueras del pequeño pueblo, y cuando Harry ve las luces a lo lejos, no puede evitar sonreír todavía más.

Estar ahí en aquel momento, junto a Louis, se sentía mágico.

—No tengo idea sobre esto ¿Sabes? -Louis dice, girando su cabeza para mirarlo con una pequeña sonrisa sobre sus labios. Y casi parece tímido.- Pero, en las películas esto siempre parece muy romántico.

Harry lo mira, sonriendo divertido mientras se sienta sobre el capó del Jeep.

—¿Intentas ser romántico conmigo, William? -Dice, comenzando a mover sus piernas suavemente. Intentando distraerse de lo realmente nervioso que se encontraba.-

¿Era así como el amor se sentía? ¿Como si estuviera a punto de vomitar arcoíris y mariposas? Louis lo mira levantado una ceja antes de soltar un suave bufido.

—¿Ahora te das cuenta? -Pregunta cruzándose de hombros.- Te recuerdo que estoy vistiendo un jodido disfraz.

Harry no puede evitar soltar una pequeña risa.

—Te queda muy bien, no sé porque te quejas tanto.

Louis sonríe, quitándose la chaqueta de cuero para seguidamente acercarse y dejarla con cuidado sobre los hombros del rizado. Haciendo que el menor se muerda el labio levemente ante el acto.

La chaqueta de Louis olía tanto a él, a perfume y cigarrillos. El rizado quería sumergirse en el olor, quedarse bajo aquella chaqueta de cuero por el resto de su vida.

—Si tu lo dices, chérie -Dice, y la cercanía hace que el corazón de Harry lata con fuerza.-

—Eres muy gruñón, Louis ¿Te lo han dicho alguna vez? -Dice, mirándolo divertido.-

—¿Lo soy? -El castaño sonríe, moviéndose para quedar frente al rizado. Y Harry siente cómo el aire se queda atascado en sus pulmones.-

Las manos de Louis se posan sobre el coche, a los lados del cuerpo de Harry, y el rizado no puede evitar sentirse malditamente débil.

Tiene a Louis Tomlinson frente a él, tan cerca que quizás podía escuchar los desenfrenados latidos de su corazón. Y Harry quiere pedirle que ponga sus manos sobre su cintura, que corte toda la distancia entre ambos y lo bese de nuevo.

Quiere decirle que nunca antes se había sentido así, que todo es nuevo y se siente genial, que quizás, le gustaba demasiado.

Sin embargo, no dice nada de eso.

—Sí, lo eres. -Dice, maldiciendo en sus adentros que su voz saliera tan débil.-

¿Pero como no iba a sentirse débil?
Tenía a aquel bonito chico frente a él, sonriendo de aquella manera que le hacía sentir cálido por dentro a pesar de encontrarse en la época fría del año.

—Mhmm... -Es todo lo que sale de los labios de Louis, mientras asiente suavemente.-

—Pero me gusta. -Aclara en un susurro, sin poder evitar bajar su mirada a los labios del castaño.-

Bésame, bésame, bésame.

Louis sonríe, como si pudiera leer su mente. Y lo siguiente que Harry sabe, es que sus labios se encuentran sobre los suyos.

Y aunque no es su primer beso, sigue sintiendo todas esas sensaciones que nunca antes había sentido. Como si acabara de dar la primera bocanada de aire después de haber estado mucho tiempo bajo el agua, como si a través de aquel beso, ambos estuvieran diciendo todo lo que las palabras no podían.

Y en aquel momento, Harry se da cuenta de lo aterrador que todo es.

Está acostumbrado a la soledad, a las tardes horneando galletas mientras escucha sus canciones favoritas, de ver películas románticas y desear vivir algo así, de leer libros sobre cómo los protagonistas se enamoran sabiendo que él nunca encontraría algo así.

Porque era casi imposible encontrar a alguien que le tratase como en lo hacen en su novela favorita, era casi imposible que alguien lo quisiera de una manera tan pura, tan bonita. Y toda su vida, se ha convencido de que no le importa estar solo. Porque cuando estas solo, nadie puede lastimarte.

Pero ahora existe Louis en su mundo.
Y Louis le hace sentirse el protagonista de una novela de romance. Le hace sentir todas esas cosas que jamás imaginó sentir.

Y es aterrador.

Cuando ambos se separan, sus respiraciones agitadas se mezclan mientras ambos sonríen.

—Eres tan bonito. -Louis dice, y Harry puede notar como sus mejillas se tornan de un suave color rojizo.-

Baja la mirada al suelo, comenzando a jugar con los anillos en sus dedos.

—¿Eso le dices a los chicos que traes aquí? -Pregunta divertido, intentado evitar que Louis note el efecto que estaba teniendo en él. Lo nervioso que unas simples palabras podían ponerlo.-

Pero es imposible esconderlo, porque cuando vuelve a levantar la mirada, Louis se encuentra mirándolo de aquella forma, con sus ojos azules brillantes en mitad de la noche y una sonrisa tan sincera sobre sus labios que Harry casi quiere llorar.

—De hecho, te sorprenderá saber que eres el primer chico al que traigo aquí. -Louis dice, comenzando a acariciar con sus dedos la cintura del rizado.-

—¿Es así? -Louis asiente.-

—Y de hecho, pretendo que seas también el último. No me interesa estar aquí con nadie más que no seas tú.

Harry lo tenía claro, Louis terminaría siendo su muerte. Suelta un pequeño suspiro, dejando caer su cabeza hacia adelante, apoyando así su frente en el hombro del castaño.

El olor de Louis le envuelve de nuevo, y Harry siente que su corazón va explotar.

—Eres tan malditamente cursi. -Murmura, causando que Louis suelte una pequeña risa.-

Entonces, las manos de Louis pasan colocarse a los lados de su rostro, acariciando con cariño sus mejillas rosadas.

—Algo me dice que te encanta. -Dice, y Harry se encuentra totalmente falto de palabras.-

Su corazón late como nunca antes lo había hecho, las caricias de Louis le hacen querer pedirle que nunca se detenga, que nunca deje de tratarlo de aquella manera.

Harry lo mira, suspirando de nuevo, sintiendo como todo a su alrededor se detiene.

Y se da cuenta, de que está cayendo por él.

—Louis. -Susurra.-

—¿Si?

—Embrasse moi encore, s'il te plait.

Louis intenta ocultar la enorme sonrisa que quiere aparecer sobre sus labios, pero falla. Sonríe ampliamente, y se inclina para besar de nuevo al rizado.

Al bonito chico que le había robado el corazón desde el primer momento en el que lo vio.

Y quizás eso es lo que hacen durante el resto de la noche, besarse hasta que apenas pueden sentir sus propios labios, memorizar cada parte del rostro del otro, sonreír y decir con la mirada lo que con las palabras no podían.

Y quizás ambos supieron aquella noche, que aquello solo acababa de empezar.

***

N/a: Perdón por tardar tanto en actualizar, no volverá a pasar😩
Estamos cerca del final ¿queréis drama? ;)