
Capítulo 5
Habían pasado un par de semanas y entre esos días llegué a conocer a Juan y Ari, extrañamente para mí, el chico antes mencionado me escribió y ese mismo día conocí a su esposa. Ambas colaboramos un día para conocernos un poco y eso les había encantado a nuestros fans.
Ari y Juan me trataban como su hermanita menor y los adoraba, Ari es súper tierna y tiene un aura muy linda. Admiraba la relación que tenían con Juan, se notaba que se querían muchísimo y hasta habían logrado subir mis expectativas en el amor.
Con respecto a cierto chico alto que me gusta, no había pasado de más que otra interacción en nuestros streams, pero de ahí nada más.
Me preparaba para tener mi fin de semana más loco, es decir, hacer maratón de Barbie y comer mucha comida que me hace mal, pero que es deliciosa.
Eran casi las seis de la tarde cuando una notificación llegó a mi celular, era Ari.
Hola hermosa, te cuento que
hoy vamos a hacer una reunión
en mi casa eso de la siete con
varios Streamers y queremos
invitarte, van a venir Roier
y Barca, espero tu respuesta,
besos. 18:09 p.m.
Hola mi Ari, me encantaria,
si van mis dos chicos no
puedo negarme. 18:10 p.m.
Llame a Ro y le pregunte si podía recogerme para irnos juntos y acepto.
Me aliste rápidamente, pues no faltaba nada para que fueran las siete de la noche y sabía que Ro iba a llegar antes para llegar temprano.
♡[...]♡
El carro paro afuera de una casa linda de dos pisos. Me voltee y mire a Ro.
—Podemos esperar un segundo — hable mirando al frente.
—¿Estás nerviosa? — pregunto el chico a mi lado.
—¿Se nota? —el castaño asintió.
—¿Es por Mariana? — lo mire — Lo sabía, tranquila, no va a venir.
—¿Cómo estás tan seguro de eso?
—Iba a pasar a recogerlo, me dijo que tenía algo que hacer y que no iba a venir — respondió — Ya no estés nerviosa — acaricio mi espalda para animarme — Vamos.
Nos bajamos del auto al mismo tiempo y caminamos a la entrada, aun no eran las siete de la noche. Ro tenía un raro tema con la puntualidad, por lo tanto, siempre me obligaba a llegar temprano a todo.
Toque el timbre y unos segundos después la puerta se abrió, dejándonos ver a Juan, el cual tenía una gran sonrisa.
—Chicos — expreso con emoción recibiéndonos a cada uno con un abrazo — Que bueno conocerte en persona al fin Beth.
—Yo estoy igual de emocionada, aunque no conozca ni a la mitad de las personas que están aquí — ambos chicos rieron.
—Sé que les vas agradar a todos — Ro me rodeo con su brazo haciéndome sentir segura.
Seguimos a Juan hasta la sala de su casa, la cual estaba oculta por la mitad de una pared. Entre más nos acercábamos las risas y voces se hacían presentes, unos pasos más y logramos ver al resto de personas, los conocía a cada uno por internet, nunca pensé verlos en persona y esto solo causaba más nervios en mí, hasta sentía que las manos me empezaban a sudar.
—Llegaron dos invitados especiales — anuncio el de gorra y sonreí.
—¡Beth! — grito Ari mientras se levantaba del sillón para abrazarme — Eres muy linda en persona.
—Gracias Ari, tú te ves mucho más bonita — halague y su sonrisa se ensancho.
Me presentaron a cada uno, solo habían llegado Rivers, Filis y Ama. Aún faltaban Barca, Alana, Aldo y Rocio. La hora estimada para la reunión llego al igual que el resto de invitados, los chicos charlaban de diferentes cosas a la vez.
—Voy a terminar de preparar todo para comer — hablo Ari levantándose de su asiento para ir a la cocina.
—¿Quieres que te ayude? — me ofrecí.
—Claro, muchas gracias Beth — agradeció cuando llegue a su lado.
—Tu casa es muy linda — mencione recorriendo mi mirada por todo el lugar.
—Gracias.
Entramos a la cocina y me agarre el pelo.
—Estoy lista — mencione y la chica rio.
—Excelente, ¿Puedes picar esta fruta? — asentí y empecé.
Ari y yo estábamos contándonos experiencias de nuestra vida.
—Entonces si te cayo la casa de muñecas en la cabeza — asentí entre risas al igual que ella — ¿Cómo no te diste cuenta?
—Si me di cuenta de la casa, pero era una niña y quería jugar con mi bicicleta justo ahí, estaba bien mensa — volvimos a reír.
—No puedo creer que ahora seamos buenas amigas gracias a Valdo — sonreí por inercia — Hablando de Mariana — se puso del otro lado del mesón de mármol — ¿De verdad te gusta?
—¿Qu... Qué cosas dices? — aclare mi garganta.
—Vamos Beth, soy muy curiosa, he visto tus streams, pero quiero saber si es cierto.
La chica me miraba con atención, me quede en silencio al igual que ella, quien me miraba con una sonrisa.
—Está bien — la mire directamente y esta se acomodó — Si, me parece lindo — confesé — Pero no lo digas, o sea sé que yo lo digo casi siempre, pero la gente a veces cree que es broma y admitirlo directamente ya es demasiado.
—Los ojitos te brillan — dijo Ari mientras se acercaba a mí.
—No le dirás a Juan, ¿Verdad? — cuestione viéndola.
—No, lo prometo, pero creo que tenía la misma duda que yo.
Termine de cortar la última fruta.
—Listo — anuncie.
—Genial, ponla toda en este tazón — me entrego una bajilla de color blanco con rosa — Voy a decirle a los demás que acomoden la mesa.
Termine mi único trabajo y me lave las manos.
—Los chicos están arreglando la mesa en el patio — anuncio Ama, la cual entraba a la cocina junto a Rivers.
—Llevemos primero los platos y luego acomodamos la comida — habló Ari y todas asentimos.
Ayude sacando los platos, vasos y cubiertos.
—Vinimos por la comida — dijo casi a gritos Roier y reí.
—Con cuidado — mencioné.
Juan, Ro y Barca llevaron los tazones con diferentes comidas, ya estaba casi todo listo en la mesa. Ari se había olvidado de sacar las bebidas, así que fui a ayudarla.
—Gracias Beth, por la ayuda.
—Es lo mínimo que puedo hacer — comenté dándole mi mejor sonrisa.
Acomodamos las bebidas en una charola y Ari se encargó en llevarlas así que salimos al patio.
—Miren quien llego — habló Juan para su esposa y yo.
Ambas dirigimos nuestra mirada a su lado, estaba él aquí, había venido después de todo.
Sus ojos se toparon con los míos y sentí como una tormenta invadía mi estómago.
—Viniste — dijo Ari con emoción dejando la charola en la mesa para ir a abrazar a su amigo.
Ro y yo nos miramos, le hice señas para que me explicara que hacía su amigo aquí, pero ni él sabía.
Me acerqué con cuidado y lo saludé con un beso en la mejilla, aunque fue chistoso, él tuvo que agacharse para poder acercarse a mí.
—Hola — salude al estar cerca.
—Hola, Beth, que gusto.
—El gusto es mío.
Nos quedamos en silencio, mientras nos veíamos directamente a los ojos, no sabía cómo podía sostenerle la mirada si me estaba muriendo de los nervios.
—¿Qué te hizo cambiar de opinión? — cuestionó la anfitriona para el más alto, sacándonos de nuestros pensamientos.
—Eso es lo chistoso, le dije Beth está aquí y mágicamente llego veinte minutos después — respondió Juan y todos rieron.
Sentí como mis mejillas ardían.
—Cállate — mencionó Mariana pegándole en el hombro a su amigo.
—Bueno, a comer — hablo Ari.
Iba a agarrar la silla que estaba frente a mi cuando nuestras manos chocaron.
—Perdón — me disculpe.
—No, tranquila, siéntate tu — abrió la silla y le agradecí.
Me acomodé en el asiento, Ro estaba a mi lado al igual que Ama.
—¿Qué fue todo eso? — preguntó en un susurro mi mejor amigo.
—No lo sé, estoy nerviosa — contesté con el mismo tono.
—Es una persona normal como tú, tranquila — Roier tomo mi mano y le sonreí.
Alcé mi mirada y mis ojos volvieron a chocar con los suyos, pero solo por unos segundos.
♡[...]♡
La comida iba de lo mejor, los chicos me incluían en su charla a pesar de no conocerme del todo. Sabía que podía contar con cada uno de los presentes para lo que sea, me habían tratado como una más de su grupo y yo lo apreciaba de corazón.
Nunca pensé que gracias a Osvaldo estaría aquí.
Él había curado mi alma de diferentes maneras, a pesar de que él no fue quien daño mi corazón.
Mi primera experiencia amorosa fue la peor, sentir que te usaron, es la cosa más horrible y sobre todo saber que después de todo fuiste la otra mujer, la que tiene la culpa, aunque no sabía nada y tratan como una basura.
Estaba acostumbrada a ese sentimiento de soledad, desde pequeña las personas que más amaba me han dejado como un segundo plato, sin interés y dándome el concepto que nunca tendré un primer lugar en sus vidas.
Aun puedo verme perdida en los recuerdos y aunque para mí era suficiente desear ser la indicada o que simplemente algo hubiera sido diferente, solo podía contar con mi esperanza y eso me enseñó una lección de la vida: "Si nunca sangras, nunca vas a crecer".
Esa era la moraleja de la vida...
Me sentía como en casa después de tantos años de sufrimiento.
Todo gracias ese chico alto y extremadamente lindo.
Aún recuerdo la primera vez que vi un directo suyo y robo mi corazón al instante. Al principio pensaba que era solo uno de esos enamoramientos platónicos que suele suceder con algún personaje o famosos, pero se volvió más que eso, me interese por sus gustos y el tipo de persona que era.
¿Habrá sido amor a primera vista? O ¿Será amor?
Pero me gustaría saber que sentíra estar junto a él, ver sus mejillas rojas, escucharlo hablar sobre su perrito o simplemente me gustaba verlo hablar por horas mientras descansaba por mi larga jornada de trabajo.
La cosa más cliché que había leído tal vez era esto o no, pero como lectora uno nunca pensaría que las cosas o sentimientos que uno lee sucederían en la vida real.
¿Qué me has hecho Osvaldo?, creo que me robaste el corazón y tengo miedo que esto termine mal...
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