Oh, nobles lectores, ¿qué melodía encantadora resuena en los salones de la alta sociedad? La llegada de Sophie LeBlanc desencadena una sinfonía de emociones, agitando corazones como pájaros en una jaula de expectativas.

Su presencia no pasa desapercibida, especialmente para aquellos cuyas vidas están estrechamente vinculadas al noble linaje de los Bridgertons.

Las conexiones entre estas dos familias se remontan a tiempos inmemoriales, como granos en una vaina, entrelazados por destinos que se desarrozan a lo largo de los años.

La amistad de Anthony y Sophie, desde la infancia, tejió lazos que desafiaron el paso del tiempo. Como una historia entrelazada, sus risas, travesuras y confidencias resistieron las mareas del destino.

Sería, sin duda, un espectáculo digno de la aclamación de la sociedad presenciar la reunificación de estas almas afines. Sin embargo, ¿quién se atrevería a afirmar que tal encuentro sería una sorpresa para alguien? Anthony, con su postura de león protector, mantiene una mirada vigilante sobre la joven Sophie desde tiempos remotos.

Con su repentina llegada después de tantos años, afirmo con sarcasmo y un toque de placer: algunas cosas, de hecho, nunca cambian.

CRÓNICAS DE LA SOCIEDAD DE
LADY WHISTLEDOWN.

[ AÑOS ANTES ]

La mansión de los Bridgertons, imponente y llena de vida, parecía un universo propio donde las risas infantiles resonaban por los soleados jardines. Ese caluroso día de verano, Sophie recorría los pasillos con prisa, finalmente llegando al destino que la llamaba con una voz antigua y familiar. Sus pasos la llevaron al jardín, donde la sombra de un árbol, testigo silencioso de innumerables aventuras compartidas, la esperaba pacientemente.

Al llegar al lugar, Sophie se detuvo bajo la copa del árbol, mirando hacia arriba. Sus ojos encontraron los de Anthony, que la observaba con una sonrisa traviesa, como si estuviera esperando su llegada. Sophie protegió los ojos del sol con la mano y, en respuesta, Anthony exclamó━━━: ¡Por fin llegas! Estaba a punto de comenzar la aventura sin ti ━━━Dijo Anthony, con un brillo de entusiasmo en los ojos.

━━━No sería una aventura sin mi presencia, Anthony ━━━Respondió, momentos después Anthony le extendió su mano.

La niña la aceptó con gusto, proporcionando una gracia ayuda para que subiera al árbol sin esfuerzo. Sophie, ahora acomodada en las ramas del árbol, miró al suelo de abajo, distante, antes de volver su mirada a Anthony, sonriendo.

━━━Sabes, Sophie, estaba pensando... ━━━Comenzó Anthony, con un aire misterioso.

Sophie, atenta, lo miró con expectación, preguntando━━━. ¿En qué?

La miró con una sonrisa juguetona━━━. He oído que, en algún lugar, hay una fuente mágica que concede deseos a quien hace una promesa.

Sophie se rió, entendiendo el rumbo de la conversación━━━. ¿Una fuente mágica? Sí, claro, Anthony.

Fingiendo indignación, Anthony puso la mano sobre el corazón━━━. Oye, te juro que escuché esto de un caballero aventurero. De todos modos, tengo una propuesta.

Sophie, curiosa, lo miró━━━. Dime, ¿cuál es esa propuesta milagrosa?

Por un momento, Anthony desvió la mirada hacia abajo y sostuvo las manos de Sophie, un gesto que la tomó por sorpresa, ya que Anthony no solía ser tan cariñoso. Entonces, dijo solemnemente━━━. Sophie LeBlanc, prométeme algo aquí y ahora. Promete que cuando crezcamos y las obligaciones de la sociedad nos rodeen, seguiremos siendo amigos. Y más que eso, promete que, si llegamos a los treinta solteros, nos casaremos.

Sophie abrió los ojos, sorprendida por las palabras inesperadas de Anthony. Una tos nerviosa se le escapó, como si el viento de esa tarde hubiera decidido jugar con sus emociones. No estaba preparada para esas palabras que venían de nada menos que Anthony, cuya fuerte personalidad y juramentos de no casarse nunca eran conocidos por todos, incluida ella.

Incluso a una edad temprana, Anthony siempre proclamaba que el matrimonio no estaba en sus planes a menos que fuera algo impuesto. Pero allí, bajo la sombra del árbol que había sido testigo de florecer su amistad, accionó de manera diferente. Para Anthony, Sophie siempre fue única, una excepción a su propia regla. Desde niño, vislumbraba junto a ella un futuro que su madre, Violet, ya veía.

Sophie, después de un breve momento de silencio y vergüenza, se dio cuenta de que Anthony esperaba su respuesta con seriedad. Soltó las manos, sintiéndose desconcertada━━━. Anthony... Eso estaría mal. Tenemos una amistad y...

Le devolvió las manos, interrumpiéndola━━━. No te preocupes por eso, Sophie. Concéntrate en el futuro ━━━Anthony mostró una sonrisa, mientras que la de Sophie parecía frágil, casi forzada. Un suspiro escapó de Anthony, comenzando a sentirse tonto por haber expresado todo de esa manera. Después de todo, era solo un niño, aún incierto sobre el significado real de sus palabras en ese momento━━━. Mi madre dijo que en el matrimonio ━━━ Él dudó, volvió a suspirar y continuó━━━, la amistad es la base para un florecimiento continuo. Y, miranos, ya hemos dado un paso en esa dirección, ¿no crees?

Sophie sintió que sus mejillas arden, mirando a Anthony con una pregunta cargada de significado━━━. ¿Te gusto? ━━━Su voz, temblorosa y baja, expresaba la vulnerabilidad de una pregunta que podría cambiarlo todo.

La sonrisa de Anthony, delicada y llena de subentendidos, fue su primera respuesta. Sin pensar, deslizó el pulgar por la mejilla de Sophie, un toque suave que resonó como una respuesta silenciosa━━━. ¿no es eso obvio? ━━━Dijo, llenando el aire de una mezcla de expectativa e incertidumbre.

La sonrisa que se formó en los labios de Sophie llevaba consigo la confusión y la belleza del momento. Estaba inmersa en pensamientos, tratando de comprender las emociones que brotaban ante la inusual confesión de Anthony. Una vez más, actuó impulsivamente, acercándose para depositar un suave beso en la mejilla de Sophie.

Cuando Anthony se alejó, la cara de Sophie estaba teñida de rojo, como si el sol de Londres hubiera decidido descansar en sus mejillas. Anthony, sorprendido por la intensidad de su reacción, no pudo dejar de sonreír al verla así.

━━━Espero que este día permanezca eternamente en su memoria, Sophie, y que en algún momento considere aceptarme como su marido ━━━Dijo Anthony, dejando una promesa en el aire.

Ella lo miró con una sonrisa tierna━━━. Anthony Bridgerton, prometo que, pase lo que pase, nuestra amistad seguirá siendo inquebrantable. Y si, por algún milagro, el destino nos une como marido y mujer, seré la novia más afortunada del mundo.

Anthony sonrió, una sonrisa radiante que iluminó su rostro━━━. Entonces, ¿es un pacto, una promesa sellada bajo la sombra protectora del árbol?

Sophie asintió, con un brillo travieso en los ojos━━━. Un pacto de amigos que comparten sueños y aventuras, incluso si solo somos niños ingenuos.

El día transcurrió de manera común, pero para ellos fue un instante singular y extraordinario. Aunque cambiaron de posición, se mantuvieron cerca, compartiendo risas y confidencias. Inadvertidamente, no notaron que sus manos seguían entrelazadas, como si el destino ya estuviera tegiendo los hilos de una conexión profunda.

Solo después de un tiempo, Anthony se dio cuenta del entrelazado de sus manos. Una sonrisa apareció en sus labios al sentir el tacto suave y cálido. Fue una sensación buena, reconfortante. A pesar de la juventud y la falta de comprensión de la complejidad del amor, Anthony ya reconocía algo especial en Sophie. Era su mejor amiga desde la cuna, y en su mente inocente, no podía concebir a nadie más que a Sophie como su futura esposa.

En la penumbra bajo el árbol, el pacto entre ellos no se limitaba a las manos entrelazadas, sino que se extendía a las sonrisas intercambiadas y a la promesa de una amistad que resistiría la prueba del tiempo y los desafíos que el destino reservaba.