Queridos lectores, como siempre, el destino traza caminos ineludibles y nos conduce por tramas fascinantes. La encantadora Sophie, una vez más, emerge en el agitado Londres, y esta vez, su belleza se describe como una obra maestra encantadora, superando cualquier patrón anterior.

¿Su destino? Ah, no podría ser otro que la imponente residencia de los Bridgertons. No sorprende a nadie, por supuesto, pero es imposible ignorar la expectativa que implica la entrada triunfal de esta joven en la alta sociedad. Todo Londres parece pulsar con anticipación ante la noticia.

Que las cortinas sociales se desprendan esta temporada, trayendo consigo una sinfonía de belleza, misterio y, por supuesto, el ineludible toque del destino, que dirige los pasos de esta dama entre las intrincadas tramas de la alta sociedad.

CRÓNICAS DE LA SOCIEDAD DE
LADY WHISTLEDOWN.

El sol pintaba el cielo de tonos dorados mientras el carruaje de Sophie se acercaba a la majestuosa mansión de los Bridgertons. En el exterior, se desarrollaba una escena familiar: la familia esperaba, ansiosa, la llegada de la amiga ausente desde hace mucho tiempo. La puerta fue abierta por un empleado, y Sophie, todavía dentro del carruaje, sintió los latidos acelerados de su corazón.

Con un gesto sutil, apretó el tejido fino de su vestido, buscando un soporte para la mezcla de emociones que la envolvía. Una respiración profunda, recordando el pasado y las historias compartidas, precedió a caminar fuera del carruaje, siendo ayudada por un caballero servicial. Sus ojos, llenos de nostalgia, se fijaron en la amada familia Bridgerton frente a ella.

Los rostros familiares habían cambiado con el tiempo, pero la esencia permanecía inalterada. El brillo en los ojos de Sophie no sólo reflejaba el poniente, sino también la alegría de reencontrarse con viejos amigos. Daphne, incapaz de contener la emoción, avanzó rápidamente, envolviendo a Sophie en un abrazo cariñoso. Violet le siguió, sosteniendo el rostro de Sophie con cariño y expresando palabras cálidas.

Los niños, George y Hyacinth, trajeron una alegría contagiosa al encuentro, mientras que Eloise y Colin, con sus personalidades distintas, siguieron detrás. Por último, Benedict, el fiel amigo, envolvió a Sophie en un abrazo acogedor, pronunciando palabras que resonaban como una melodía conocida━━━: ¡Mi girasol ha vuelto!

Sophie sonrió con gratitud. Benedict siempre ha estado a su lado, una luz constante en medio de los cambios. Sus ojos encontraron los suyos, brillando en reconocimiento━━━. Estoy feliz de volver a verte, Ben ━━━Murmuró con ternura.

Benedict, con su sonrisa cautivadora, respondió━━━. Te echaba de menos, girasol.

Mientras tanto, el siempre irreverente Colin no dejó pasar la oportunidad sin un toque de humor. Tosiendo ligeramente, bromeó━━━: ¿Girasol? Tal vez sea el momento de elegir algo más maduro, ¿no crees? ━━━Sophie se rió, permitiéndose liberar la tensión mientras se alejaba del abrazo de Benedict.

Mientras Benedict jugaba con Colin, Sophie se reía animadamente. Sin embargo, todo cambió cuando las suaves palabras de Anthony, como una melodía íntima, llegaron a sus oídos. Un calor familiar floreció en su pecho y, al encontrar la mirada de Anthony, una delicada sonrisa bailó en sus labios. Moviéndose con gracia, se acercó lentamente, sumergiéndose en un momento que parecía trascender el espacio circundante, dejando sólo a los dos en el centro de esa encantadora escena.

━━━¿No es hora de un abrazo, Vizconde? ━━━Provocó a Sophie, desafiándolo con una mirada llena de significado. La sonrisa de Anthony respondió como una invitación silenciosa, llevándola a sus brazos en un abrazo sereno. En el calor de este gesto, Anthony sonrió aún más, envuelto por el suave aroma de flores en el cabello de Sophie.

Al alejarse, un breve silencio llenó el espacio, y los ojos de Anthony se retrasaron en su figura. Sophie, hermosa como siempre, emanaba una fuerza interior que no pasaba desapercibida. Bajo, Anthony confesó━━━: Olvidaba lo reconfortantes que son tus abrazos ━━━Palabras que llevaban años de nostalgia, susurradas como una promesa reencontrada.

Sophie respondió con una sonrisa, de acuerdo━━━. Ciertamente, hay muchas cosas de que hablar, Bridgerton.

Daphne, siempre efervescente, se acercó con las manos hacia atrás y bromeó━━━. Eso es cierto. Así que, Sophie, tu vienes conmigo ━━━Con un movimiento decidido, Daphne sostuvo el brazo de Sophie y la guió hacia la mansión.

Mientras todos acompañaban a las dos jóvenes, Anthony se quedó un momento atrás, mostrando una sonrisa que mezclaba alegría y reflexión. El reencuentro no sólo simbolizaba el regreso de Sophie; era el comienzo de una fase llena de emociones, donde el pasado y el presente se entrelazaban. La mansión, ahora bañada por luces suaves, se transformó en el escenario donde las promesas no dichas flotaban en el aire, esperando ser reveladas.

En el ambiente festivo de la cena, las risas y las conversaciones llenaban el salón, creando una sinfonía de alegría. Sophie se encontraba entre Benedict y Eloise, compartiendo la cálida energía de los Bridgertons. Anthony, ocupando el lugar destacado en la punta de la mesa, exhibía un cambio sutil en su expresión, pasando de alegre a distante con la presencia de Sophie.

Violet, buscaba involucrar a Sophie en sus conversaciones, mencionando nombres de pretendientes como quien hojea páginas de un periódico. Sophie, a su vez, se mantenía discreta, dedicándose más al vino y la comida que a los intentos de Violet de conseguirle un futuro marido. Benedict, atento a los matices, percibía la vergüenza de su madre y cambió hábilmente de tema para desviar el enfoque.

La atmósfera cambió cuando Anthony, visiblemente impaciente, intervino de forma directa, rompiendo la tensión que flotaba en la mesa━━━. Ignora los consejos de mi madre, Sophie ━━━Declaro, desvelando las intenciones matrimoniales de Violet. Se instaló un silencio momentáneo, todas las miradas convergiendo hacia Anthony, mientras Violet se reía nerviosa, tratando de desviar la vergüenza.

━━━Anthony, por favor, no hables tonterías ━━━Protestó Violet, pero su expresión traicionó un nerviosismo evidente. Tomando un sorbo de agua, continuó tratando de convencer a Sophie━━━. Querida, Londres es un lugar lleno de oportunidades ━━━Anthony, murmurando suavemente, expresó su resistencia a la presión materna, provocando miradas curiosas de todos, incluida Sophie.

Benedict, tosiendo discretamente, trató de contener su risa ante la vergonzosa escena que se desarrollaba en la mesa. Sin embargo, la travesura de Sophie, que debajo de la mesa golpeó deliberadamente el pie de Benedict, logró interrumpir su risa. Benedict, sorprendido, se detuvo abruptamente, pero la sonrisa traviesa permaneció en sus labios.

Sophie, junto a Benedict, dirigió una mirada cómplice hacia él, sonrió a todos en la mesa y expresó su alegría━━━. Me alegro de estar aquí con ustedes después de tanto tiempo ━━━Una sonrisa colectiva iluminó la mesa, especialmente el rostro de Violet, que irradiaba satisfacción.

Eloise, siempre franca, agregó con una risa━━━. Ya era hora de que regresaras ━━━Sophie respondió con una cálida sonrisa, y la energía de la mesa volvió a su estado relajado, incluso con guisantes arrojados de un lado a otro, provocando risas espontáneas.

Sin embargo, Sophie sentía miradas fijas en ella, especialmente de Anthony. Su mirada penetrante, mientras bebía vino, no pasaba desapercibido. Las mejillas de Sophie se calentaron ante la intensidad de la mirada, pero, decidida, sonrió a Anthony, rompiendo el breve momento de tensión.

A lo largo de la noche, la casa Bridgerton se sumergió en el silencio del sueño, con todos entregados a sus habitaciones. Sin embargo, dos corazones persistían despiertos, pulsando en sincronía.

El sueño tardó en llegar a Sophie, que sonrió al observar su habitación. Los tonos claros y el toque personal de Violet lo hacían perfecto para ella. Todo parecía ideal al principio, pero Sophie sabía que, en el baile de la vida, muchos movimientos aún estaban por suceder.