CAPÍTULO VEINTINUEVE
Despierto un poco desesperada sin moverme de donde estoy. Abro los ojos lentamente para comprender que estoy en su cuarto y todo fue real. Sus brazos aún rodean mi cintura y su pierna entre las mías.
Debía estar feliz porque no había sido un sueño, pero algo no se sentía bien en todo esto y era que no podía comprender cómo había permitido que Scott llegará a mi corazón de esa manera y aunque me había concentrado en mi trabajo todo el tiempo, emocionalmente había perdido mi balance.
Me cubro mis pechos por el frío jalando un poco de la sábana que solo llegaba hasta mi ombligo. Estaba claro que nuestra relación terminaría, no era una joven enamorada porque sabía que esto tarde o temprano acabaría, pero cuando lo haga solo espero que él tenga una buena visión de mí y que yo también pueda quedarme con la misma visión de él. Me gustaría saber que pensaba él y si todavía recordaba como la presión de los sueños estaba a punto de volvernos locos.
Es evidente que las grabaciones terminarán muy pronto ya que el director lo trajo de vuelta para grabar las últimas escenas.
Scott se mueve un poco para acercarse más a mi sin dejar de rodearme con su brazo. Siento su pene sin erección cerca de mi trasero antes de que me lo pasé por todo mi trasero como una brocha. Se sentía demasiado extraño sentirlo de esa manera por lo que cerré los ojos y traté de no moverme ni un poco para no despertarlo todavía.
En su carta decía que había estado con esa mujer o que lo había intentado, la verdad es que no me molestaba en nada, él ahora estaba de regreso conmigo y eso era lo que al final importaba.
Miro la rosa de color rojo sobre la mesa, sabía que no me lo había imaginado después de todo la vi convertirse a ese color luego de tener un rosado brillante y desde mucho antes cuando era solo una rosa de color blanco.
Este sentimiento sobre mi pecho tan abrumante era el claro ejemplo de lo que es sentir algo por alguien que está a un mundo de distancia, aunque lo tenga tan cerca para sentir su aroma en mis pulmones.
Cierro los ojos antes de sentir sus labios sobre mi espalda cerca de mi cuello.
A esto me refería con que estar a su lado es como estar en el borde de un volcán sin saber hacia qué lado vas a caer. Ignoro todo lo que tenía en mi cabeza y me volteo para verlo aún con los ojos cerrados.
Beso sus labios sin ninguna respuesta mientras él sigue con sus ojos cerrados.
Scott se mueve un poco para que yo quede encima de él con mis manos sobre su pecho.
—Me gustaría despertar de esa forma cada mañana —murmura todavía dormido antes de que vuelva a besarlo.
—Sigues soñando —le murmuro en respuesta volviendo a besarlo hasta bajar a su mentón.
Beso su cuello un poco antes de bajar hasta una de sus tetillas rojas que comienzo a lamer.
—Es muy temprano —se queja antes de sonreír un poco.
—Estuve esperando durante mucho tiempo —protesto al bajar mi lengua por su tetilla.
—Tienes razón —me dice antes de tomarme del rostro para besarme con su lengua entrando a mi boca con cada beso.
Sus manos quitaron la sábana que nos cubría mientras que yo abro mis piernas para que él quede dentro de ellas.
Dejo de besarlo para sentarme sobre su estómago mientras su rostro sonrojado me mira con curiosidad lo que me hace reírme, esos cambios de personalidad de Scott ya no me irritaban tanto como antes.
Me doy la vuelta todavía encima de él para inclinar la espalda hacia abajo y tener su pene casi erecto frente de mí.
No se siente tan duro en mi boca por lo que comienzo a chuparlo despacio mientras empiezo a escuchar sus gemidos de placer. Él empieza a moverse al ritmo que su pene entra y sale de mi boca por el movimiento de mi cabeza. Me veo obligada a gemir de placer con su pene aún en mi boca cuando siento su lengua pasar en mi vagina antes de sus dedos entren dentro de mí mientras se las arregla para continuar chupando mi clítoris con su erección creciendo casa vez más en mi boca hasta que ya no soy capaz de introducir todo su pene y tengo que besar todo su tronco duro para regresar a la rosada cabeza de su polla.
Muevo mi pelvis para pegarla más a su rostro cuando él se mueve más rápido en mi boca como si fuera mi vagina.
Dejo de chupar su pene para levantarme y quedar encima de su cabeza que no ha dejado de lamerme. Veo su cuello rojo mientras lleva su mano a su pene erecto.
Coloco mis manos sobre el borde de la ventana para inclinarme un poco más y recibir su lengua en mi vagina. Cierro los ojos para dejarme llevar por el placer unos segundos antes de moverme hacia su pene.
Coloco mi mano sobre la de él y ambos introducimos su pene dentro de mí con mi respiración ahogada.
Sus manos se dirigen a mi trasero mientras inclino la espalda hacia él con mis manos en mis pechos para poder dar vueltas alrededor de su pene duro que palpita en mi interior.
Sostengo más fuerte mis pechos cuando empiezo a subir y bajar despacio con sus gemidos detrás de mí mientras yo tengo la boca abierta para poder tomar aire ya que el deseo que corre por mis venas me quiere hacer reventar.
Scott toma más fuerte mi trasero para ayudarme a bajar y subir más rápido sobre él hasta que yo no puedo soportar la presión de su pene entrando de esa forma y pongo mis manos sobre la cama aún con la espalda hacia él.
Abro más mis piernas para recibir mejor su pene sin dejar de subir y bajar.
Esa posición esta matándome, pienso mientras mis gemidos se escuchan más fuerte que los de él y dejo de sentir mis piernas.
Él sostiene mi cuerpo con sus manos en mi trasero antes de moverse muy rápido dentro de mí haciéndome querer estallar con mi pecho vuelto loco y con la poca respiración que puedo aspirar por culpa del placer que sale por mi boca que suena ahora más a dolor. Él deja de moverse rápido para volver a introducirse lento mientras se mueve en círculo antes de volver a salir y entrar de mi vagina.
No puedo soportar más, pienso cuando entra y sale cada vez más rápido con mis piernas queriendo fallar. Quiero decirle que se detenga porque el placer está haciéndome volver loca, pero vuelve a moverse tan rápido que escucho el golpe de sus piernas en mi trasero por encima de mis gemidos. Cierro los ojos cuando libero la presión en mis dedos y dejo que todos mis músculos se relajen con el agua que baja por mi vagina que no es su semen.
Él sigue moviéndose luego de notar que ya he perdido la batalla.
—No demoro en venirme también —me murmura mientras yo abro los ojos cansada y miro hacia el techo.
La puerta suena de repente y yo me vuelvo a parar recta con su pene aún en mi vagina.
—Rayos —se queja luego de que yo me haga hacia un lado de la cama y él se levante.
Scott me hace una señal de silencio mientras camina desnudo hacia la puerta.
Su firme trasero se ve tentador cuando él abre la puerta y se inclina un poco hacia afuera.
—Señor Eastwood —dice una voz familiar para que me hace reír al escucharla tan sorprendida.
Me levanto despacio y en silencio hacia donde está Scott, aunque estoy demasiado cansada.
Areli continúa explicando que no sabía qué estaba aquí mientras que yo me pongo entre las piernas de Scott.
Él me golpea suavemente con su pierna cuando yo tomo su pene en mis manos.
Su cuerpo se pone rígido cuando empieza a decirle a Areli que llegó anoche y que avise al director.
Muevo mi mano rápidamente en su húmedo y duro pene mientras veo como su cuerpo se tensiona cada vez más. Levanto un poco la cabeza para llevarme uno de sus testículos a mi boca mientras sigo moviendo mi mano sin control.
Lo escucho como le cuesta seguir la conversación con Areli hasta que se viene.
— ¿Se encuentra bien señor Scott? —le pregunta Areli muy preocupada cuando lo ve inclinarse un poco sobre la puerta.
—Si, solo necesito descansar un poco más —le dice él cansado mientras cierra poco a poco la puerta.
—Avísame cualquier cosa, por favor —le pide ella antes de que él cierre la puerta.
Scott inclina la cabeza para verme contener la risa con mi mano mientras que él se aleja un poco para ayudarme a levantar.
—Eso que hiciste fue demasiado vergonzoso —protesta él con una sonrisa antes de besarme.
—Debió de estar buscándome —le digo cuando dejo que me abrace.
—Debemos regresar a la realidad —murmura él cuando se separa de mí.
— ¿Crees que puedas correr desnuda hacia tu remolque? —pregunta él cuando se limpia con mi ropa.
—Eres un imbécil —le contesto cuando me acerco molesta para quitarle mi ropa de sus manos mientras se hecha a reír.
Reviso mi ropa interior, pero todo tiene un poco de semen que me hace sentir asquerosa.
Lo empujo hacia la cama antes de tirar mi ropa interior hacia él que atrapa y se lleva a la cara.
—Eso es asqueroso —le digo cuando se la aparta un poco para verme y llevarse una mano a su pene que aún sigue un poco erecto.
—Eso también —continúo con asco en mi voz mientras tomo su bóxer y me lo pongo.
—Hace un momento estaba dentro de ti —me responde con picardía mientras yo pongo los ojos en blanco.
El bóxer me queda demasiado grande por lo que lo sostengo con una mano luego de ponerme su camisa encima.
Él se levanta para intentar besarme, pero yo me niego al recordar lo que estaba haciendo.
—Nos vemos ahora —me murmura antes de besar mi mejilla.
Él me ayuda a subirme al marco de la ventana antes de sostenerme la mano mientras empiezo a bajar.
Es mucho más alto de lo que pensé por lo que cuando voy bajando no soy capaz de soltar mi otra mano del marco de la ventana, pero Scott se inclina un poco para ayudarme y la brisa empieza a subir su camisa mientras su bóxer cae a mis tobillos.
—Ay no —digo avergonzada mientras me bajo la cabeza.
Él empieza a reírse mientras le pido que me suelte ya que estoy a centímetros del suelo.
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